Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

miércoles, 8 de junio de 2016

Libro " Cuba año 2025". Parte IV

Por Juan M Ferran Oliva, 



En lo que respecta a la economía interna los resultados del medio siglo transcurrido desde 1959 no han sido lisonjeros. No suelen corresponderse con el esfuerzo inversionista y social llevado a cabo.

Entre dicha fecha y 1990 Cuba recibió 80.000 millones de rublos en créditos, donaciones y precios subvencionados, excluyendo la asistencia militar. Procedían de la URSS y otros países socialistas. Señala quien aporta esta información[1]:

 Aún reduciendo esa cifra a la mitad o menos, se trata de una suma extraordinariamente importante para un país como Cuba. En todo caso, suficiente para su desarrollo. Sin embargo, al desplomarse la URSS y librada a su propia suerte, Cuba descubrió dolorosamente que no se había desarrollado en el sentido cabal del término…

Opina también dicho autor que tan cuantiosa ayuda ahorró a Cuba la fase de acumulación originaria del capital. Junto con la generosidad externa, los cubanos se apretaron el cinturón y el resultado se materializó en cuantiosas instalaciones productivas y sociales. La mecanización de la cosecha cañera permitió hacer con 235.000 obreros lo que antes hubiera requerido 400.000. La capacidad de embalse de agua creció  210 veces más respecto a 1959. La flota mercante se incrementó desde 14 buques hasta 176. El área de cítricos pasó de 12.000 ha a casi 100.000 ha. Las capturas de peces crecieron 8 veces y se duplicó la refinación de petróleo, al igual que  las producciones de energía eléctrica y níquel. La de fertilizantes se sextuplicó y la de cemento se quintuplico. Los índices de disponibilidad relativa de personal calificado, máquinas herramientas, vías férreas, carreteras y otros, igualaban o se acercaban a las registradas en países desarrollados de la época.

Estas proporciones y cifras reflejan transformaciones cuantitativas notables. Los aspectos cualitativos, sin embargo, dejaron bastante que desear. Los rendimientos cañeros e industriales azucareros fueron pobres y no alcanzaron a los de la etapa pre revolucionaria. La masa vacuna se redujo de 5.8 millones de cabezas en 1961 a 4,9 millones en 1988. Posteriormente bajó aún mucho más y los incrementos en otros tipos de ganado no compensaban tal merma. Los rendimientos de los demás productos agrícolas eran relativa y absolutamente pobres.

Como milagros a préstamo, en el aspecto social destacaban los habituales iconos de la educación, la salud, la cultura y el deporte.  No son generadores de ingresos sino de  gastos cuya cobertura son los contrastantes resultados económicos.

Durante el mencionado periodo fueron dedicados concretamente a la acumulación más de 50.000 millones de pesos de la época, comparables al rublo. Ello equivaldría (sólo como punto de referencia y  a precios de entonces) al valor de 1.000 centrales azucareros de gran capacidad, o sea, más de 6 veces los que entonces tenía el país[2]. Tal comparación puede dar una idea del esfuerzo inversionista realizado.

En 1963 se concretó una estrategia de desarrollo económico tomando en cuenta la estructura económica heredada y las perspectivas de cooperación con la URSS y otros países socialistas. Tenia como piedra angular a la producción de azúcar. De ella provendría el flujo de ingresos necesarios para crear la infraestructura y la ulterior industrialización.

A partir de 1968 se desataron desequilibrios serios y descendió estrepitosamente la eficiencia. Los siguientes años se caracterizaron por una explosión del infantilismo político. El fracaso de la Zafra de los Diez Millones en 1970 llamó a la cordura. A partir de 1971 se inició la institucionalización del país. El proceso culminó con la  proclamación de la nueva Constitución el 24 de febrero de 1976. Quedó también establecida una nueva estructura político administrativa y fijados los niveles e instrumentos legislativos, así como la estructura del gobierno.

Las grandes transformaciones cesaron una vez implantada formalmente la economía centralmente planificada.  A partir de ese momento cabe hablar de evolución.  Una Revolución  permanente sería una contradictio in adjecto.

En Cuba cesó una vez concluidas las transformaciones e implantada la economía centralmente planificada.  La línea divisoria convencional es el año 1975.

En lo adelante se aplicó un modelo económico extensivo apoyado en créditos blandos y mercados asegurados. La isla se convirtió en eslabón de una división del trabajo entre países socialistas y perpetuó su dependencia de las vulnerables exportaciones primarias. La tecnología asimilada no era, generalmente, de avanzada. Todo ello derivó en el retroceso de la productividad del trabajo. Se intensificó el nivel de dependencia de las importaciones alimentarías y adquirió mayor envergadura la asimetría creciente en las finanzas externas. La clonación del modelo introdujo también el atraso de la oferta respecto a la demanda de la población y el mercado interno sietemesino consustancial de las economías sovietizadas.

Como fruto, entre 1959 y 2009 se alcanzó un promedio anual de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita a precios constantes, de un 3,2%. En este resultado, incide por supuesto, la grave caída provocada por la desaparición de la URSS. De cualquier modo se trata de una tasa bien modesta. El crecimiento promedio como tendencia entre 1903 y 1958 fue de 2,7%. La expresión puntual de esta evolución queda expuesta en el  ANEXO 1: pib cubano 1903-2010. Página 122.

Las gestas faraónicas

Hasta el año 2006 fueron frecuentes las que pudieran denominarse gestas faraónicas. Se caracterizaron por el gigantismo operacional. La magnitud implicó elevados costos, en ocasiones ignorados. Tareas monumentales como las vinculadas a la  Brigada Invasora de Maquinaria,, la ofensiva revolucionaria, el Cordón de La Habanala Zafra de los Diez Millones y otras de gran porte y dudosa racionalidad son ejemplos de ello. En general fueron expresión del voluntarismo y la aspiración de soluciones radicales, generales e inmediatas. Pero  natura non facit saltus

Brigada Invasora de Maquinaria

En noviembre de 1967 inició oficialmente sus actividades la Brigada Invasora de Maquinarias Ernesto Che Guevara. Su propósito inicial fue el desbroce a gran escala de las infestaciones de malezas, principalmente del pertinaz marabú. Expresó Fidel en el acto de puesta en marcha a fines de 1967[3].

 De manera que contaremos con una unidad de maquinaria que dispondrá de 500 máquinas de estera, además de todos los equipos adicionales y de todos los camiones y demás equipos necesarios.  A nuestro juicio esta unidad de maquinaria agrícola constituye la más grande unidad de esta índole que se haya organizado en ningún país del mundo… entre el mes de noviembre de este año y el mes de junio, entrarán en el país 500 camiones de 10 toneladas.  Y aspiramos, de aquí a fines del año 1969, incorporar a ese plan no menos de 1 500 camiones de esa magnitud, 1 500 nuevos camiones de 10 toneladas y, además, unos 300 buldóceres.  Mil quinientos camiones de 10 toneladas podrían mover 150 000 metros cúbicos de tierra diariamente.

A más de medio siglo de la gran batalla inicial, el  marabú campaba por sus respetos. En 2007 Raúl Castro lanzó un alerta respecto a esta pertinaz maleza.  Fue un señalamiento tan lacónico como irónico, pero elocuente[4]

…con esta generosidad de las lluvias del año pasado y el actual, aproveché en llegar aquí por tierra, para ver que todo está verde y bonito, pero lo que más bonito estaba, lo que más resaltaba a mis ojos, era lo lindo que está el marabú a lo largo de toda la carretera.

En dicho año 2007 Cuba disponía de 6.620 miles ha de tierra apta para el cultivo o pastos. El 55% de ella – 3.631 miles ha – sin cultivar. El marabú cubría 1,139 miles ha. Cuatro años más tarde, se habían limpiado 100.000 ha en toda la nación de manera que aún quedaría más de 1 millón ha infestadas e inutilizadas[5].

Ofensiva revolucionaria

Las medidas primeras del recién estrenado gobierno revolucionario que asumió el poder en enero de 1959 se encaminaron al desmantelamiento del sistema político existente.  La nueva generación desplegó una honestidad inusitada hasta entonces.

La reacción hostil del gobierno de Estados Unidos no se hizo esperar. Se habían afectado los sacrosantos intereses de empresas norteamericanas. ¡Muy mal ejemplo! De inmediato se tomaron medidas represivas radicales. Fue eliminada la cuota azucarera a precios protegidos que en 1958 ascendía a casi 3 millones de TM. Cesó el suministro de petróleo y se inició un boicot a los envíos de repuestos y suministros. También fueron suspendidos los créditos y se adoptaron otras medidas punitivas.

Las respuestas de Cuba fueron verticales. El 17 de mayo de 1959 se dictó la Ley de la Reforma Agraria encaminada a erradicar el latifundio (en octubre de 1958, en medio de la lucha armada, se había llevado a cabo una reforma agraria limitada a los territorios en poder del Ejercito Rebelde). Otras medidas trascendentes adoptadas el propio año fueron la reducción de las tarifas eléctricas y  telefónicas y la disminución de un 50% en los alquileres. No fueron únicas. En 1960 continuó la acometida revolucionaria. en julio se estableció el monopolio del comercio exterior. En agosto se nacionalizaron las refinerías de petróleo, las empresas de teléfonos y de electricidad, y 36 centrales azucareros de propiedad norteamericana. El 13 de octubre del propia año 1960  se llegó al clímax con la nacionalizaron de 382 grandes empresas, entre ellas 105 centrales azucareros.  También se incluyeron todos los bancos cubanos y extranjeros. En el propio mes se aprobó la Reforma Urbana que traspasó a los inquilinos – con limitaciones - las propiedades que tenían alquiladas.

El 16 de abril de 1961, en un acto masivo, Fidel Castro proclamó urbi et orbi el carácter socialista de la Revolución. Simplemente fue una oficialización. En ese mismo año culminó la campaña de alfabetización y Cuba se declaró libre de analfabetismo.

En octubre de 1963, una segunda Ley de Reforma Agraria radicalizó lo establecido en la anterior y estableció la tenencia máxima de tierra en 67 hectáreas. Más de 200.000 campesinos arrendatarios o precaristas dejaron de pagar rentas y un 70% de toda la tierra quedó en manos del Estado[6].

La corriente de nacionalizaciones culminó en 1968. Durante el discurso conmemorativo de la fecha histórica del 13 de marzo, Fidel Castro anunció una ofensiva contra los últimos vestigios del capitalismo y de la moralidad burguesa… Empleó términos agresivos y concluyo: De manera clara y terminante debemos decir que nos proponemos eliminar toda manifestación de comercio privado. Al día siguiente, de un golpe, fueron intervenidos sorpresivamente cerca de 60.000 negocios privados: barberías y peluquerías, comercios minoristas de todo tipo, imprentas, vendutas, zapateros remendones, sillones de limpiabotas, talleres de reparaciones diversos, etc. Fue, la llamada Ofensiva Revolucionaria[7].

Las entidades gubernamentales que recibieron las funciones de los comercios y servicios nacionalizados, asumieron, de manera tácita, la responsabilidad de operarlos con una eficiencia superior o cuando menos igual a la de los pequeños negocios intervenidos. Lamentablemente no fue así y entraron en juego los administradores, plantillas y organigramas, a veces para una entidad de uno o dos empleados. Prácticamente desapareció la oferta de trabajos domésticos de carpintería, electricidad, plomería, etc..

Como únicas formas de propiedad privada permanecieron las parcelas campesinas, que abarcaban un 30% de las tierras, y una parte reducida del transporte que siguió funcionando como propiedad personal de los que la explotaban directamente. Esta nacionalización final se llevó a cabo en una época en la que se pretendió construir simultáneamente el socialismo y el comunismo. Se identificaba el socialismo con la estatalización o nacionalización, como se le llamó eufemísticamente.

El Gobierno Revolucionario se había atragantado de poder económico y la digestión no era fácil. Nunca logró la asimilación plena.

Un ejemplo de la mentalidad de la época lo da una pequeña localidad de El Wajay, zona aledaña a la ciudad de La Habana. En los alrededores de 1965 aparecieron a la entrada y la salida del pueblo sendas pancartas anunciando pretensiosamente que se trataba del primer pueblo totalmente socialista de Cuba: ¡habían nacionalizado todos los establecimientos privados! 

Cordón de la habana

En abril 17 de 1967 se inició el Cordón de La Habana, un plan agrícola gigantesco. Comprendía el desarrollo del área que rodea a la capital e incluía instalaciones productivas y de servicios, así como la infraestructura residencial para los trabajadores. Sus áreas, previamente, estaban pobladas de fincas de campesinos o de recreo que fueron erradicadas. La superficie prevista era de unas 30.000 ha y dos terceras partes de ellas se dedicarían a cítricos y otros árboles frutales, entre los cuales se intercalarían unos 100 millones de matas de café, y otras de gandul[8].   El resto sería pastos, bosques, un jardín botánico y otro zoológico. Contaría con terrazas anti erosivas, cortinas de viento y otros refinamientos técnicos.  Detrás de este cordón frutero iría el lechero con otras 80.000 ha, y más hacía el sur  el cañero y el viandero. Según las expectativas, La Habana se autoabastecería de prácticamente todas sus necesidades del agro y además exportaría. Ello significaría unos 100 millones de pesos en divisas[9]

El plan recibió el apoyo de los trabajadores de toda la capital que le dedicaron miles de jornadas de trabajo voluntario durante años. Pasado un tiempo cesaron las noticias al respecto y no se publicaron trabajos alusivos a sus resultados.  En 1971 no se hablaba de él.

En los años 2010 al 2013 la producción nacional de leche sobrepasaba algo las 600.000 TM y alrededor del 12% era de origen estatal. Era la mitad de lo producido en 1989. Entre 2003 y 2012 se importaron unas 500.000 TM por año[10]. En el año 2014 la única leche que se distribuye es la cuota normada para niños hasta cierta edad, y para enfermos. En las tiendas en divisas se vende leche en polvo a altos precios, que han sido elevados a más de 6 CUC[11] el kg. La mayoría de los cubanos no la pueden sufragar.

Zafra de los diez millones.

La más notorias de las gestas faraónicas fue la llamada Zafra de los Diez Millones. El convenio de 1964 la URSS garantizó la exportación del azúcar cubano a buen precio y ofreció la correspondiente cooperación para materializar dicho propósito.  La antológica Zafra devino una obsesión. Pareciera que con ella se resolverían todos los problemas económicos del país en un horizonte tan cercano como 1970.  La ambiciosa meta degeneró en una histeria que distorsionó la débil economía cubana. Llegado el momento de la verdad, todas las entidades de gobierno y organizaciones políticas y sociales abandonaron sus respectivas responsabilidades para hacerse cargo de posiciones puntuales en la zafra. Se trasladó caña entre provincias, se sacrificaron otras de la zafra anterior y de la posterior. Se movieron contingentes de hombres sustraídos a sus responsabilidades habituales en distintos campos. Se doblaron los turnos industriales para compensar la producción de lo movilizados. Grandes extensiones agrícolas quedaron sin atención para dedicársela a la caña. La Zafra de los 10 millones tuvo el sabor de un objetivo olímpico. Finalmente se logró una producción de poco más de 8.4 millones TM, un record que superaba al de 7.2 millones TM alcanzado normalmente en el lejano año 1952. El valor preciso de cada tonelada de aquel azúcar no se conoce. Mucho menos se sabrá el costo de oportunidad que tuvo la economía del país en su ingente intento por materializar aquella ilusión productiva. La movilización general de hombres y recursos, como en una guerra, paralizó y desarticulo la economía. La capacidad y condiciones de la industria azucarera mejoraron, como lo evidencian las altas producciones alcanzadas en años bastante posteriores. Pero la imagen que prevaleció fue la del fracaso pírrico de aquella emblemática meta.

Otras gestas  magnas

En años relativamente recientes pueden señalarse nuevas gestas gigantes como  la Batalla de Ideas y la organización de los Trabajadores Sociales. Otras que sugieren un resultado más positivo, aunque discutible en ciertos aspectos,  pudieran ser la Revolución Energética y como capítulo especial, la Ayuda Médica y Docente Internacionalista que ha realzado la imagen externa de Cuba y devenido un importante hecho económico,  político y social.

Batalla de ideas.

En noviembre de 1999 un niño cubano llamado Elián González sobrevivió asombrosamente al naufragio de la balsa en que su madre lo conducía clandestinamente a Florida. Los anticastristas allí radicados capitalizaron el hecho intentando convertirlo en un reclamo propagandístico. Pero el padre – radicado en la isla - no deseaba abandonarlo ni permitir que fuera prohijado por parientes lejanos con propósitos politiqueros. Consecuentemente el gobierno de Cuba inició gestiones para la recuperación del menor. Inopinadamente, tan legítima reclamación sirvió de cortina de humo a la situación económica que atravesaba el país en esos momentos. Finalmente, de manera espectacular, el niño fue devuelto a su hogar cubano en junio del año 2000. Agotado el tema patriótico y humano que absorbió el interés popular, se promovió una nueva etapa de agitación política en la figura de la llamada Batalla de Ideas, subproducto de la lucha por Elián. Esta nueva campaña combinaba la teoría con la práctica al incorporar, en singular simbiosis, la ideología con la ejecución de tareas materiales en forma de programas. Fue encargada a la Juventud, pero involucraba a los organismos de la Administración del Estado correspondientes. 

En medio de la crisis económica, abarcó la remodelación millonaria de hospitales, policlínicos, centros escolares y otras obras definidas retóricamente como logros de la Revolución. La Batalla echo a andar y en diciembre de 2004 contaba ya con unos ya unos 170 programas. En general se enmarcaban dentro del proverbial esquema de los estímulos morales, la aversión a los mecanismos de mercado y la obra ciclópea.  Entre ellos  destacan la construcción y reparación de escuelas; la creación y operación del Canal Educativo 2 en la TV; el impulso a las bibliotecas familiares; la Editorial Libertad; los cursos extensivos de computación con unas 300 instalaciones de los llamados Joven Club y 3.500 computadoras;  los programas audiovisuales para las escuelas a todos los niveles incluyendo 1.944  en zonas rurales en las que se instalaron paneles solares; los programas emergentes de formación de maestros primarios para alcanzar el aspirado índice de 10 a 20 alumnos por aula; los cursos de superación docente; la creación de escuelas de instructores de arte; la universalización de la enseñanza superior que llevó este nivel a casi todos los municipios con una matrícula enorme;  las clases televisadas de Universidad para Todos; el programa de formación de trabajadores sociales que  integró a más de 40.000 jóvenes sin trabajo ni estudio. En el sector de la salud se rehabilitaron y en ocasiones se construyeron numerosos hospitales y policlínicos, se introdujeron equipos médicos de alta tecnología,  se ampliaron las escuelas internacionales de la salud y las de iniciación deportiva.

A inicios de marzo de 2009, ya bajo la presidencia de Raúl Castro,  se anunció la fusión de 4 ministerios en dos y la destitución de 8 altos cargos de gobierno, algunos de ellos  personajes clave con anterioridad. Entre los destituidos se hallaba  un vicepresidente del Consejo de Ministros a cargo de la Batalla de Ideas. Con esta desarticulación  los programas sociales pasaron a ser responsabilidad de los organismos correspondientes. Los resultados de la Batalla de Ideas fueron útiles en ciertos casos, pero su eficacia es dudosa y más aún lo es su eficiencia económica. Seguramente que sus costos hubieran sido menores de haberse limitado a ser ejecutados normal y paulatinamente por las entidades convencionales de gobierno; suponiendo que estas fueran eficientes.

Trabajadores sociales

El 10 de septiembre de 2000 se inauguró el primer curso de Trabajadores Sociales. Hasta el año 2007 este movimiento graduó 43.000 jóvenes de entre 17 y 22 años, en cursos de 10 meses. El Programa formaba parte de la llamada Batalla de Ideas y contó con 4 escuelas dispersas por el país. Tan alto número de graduados implica cerca de un trabajador social por algo menos de cada 300 habitantes. El ejército de trabajadores sociales se institucionalizó apoyado en su imagen de jóvenes solidarios movidos por razones éticas. Estos médicos del alma, como los llamara Fidel, desarrollaron más de 150 programas. Su labor se dirigió, en buena medida, al control y reincorporación a la sociedad de jóvenes desvinculados del estudio y el trabajo, como ellos mismos, pero también a otras actividades. Se cuentan entre ellas las pesquisas a sectores poblacionales bajo riesgo, el apoyo directo a familias vulnerables, ancianos, madres solteras, reclusos, adictos, etc. En ocasiones se convirtieron en tropa de choque en la lucha contra la corrupción. Tal fue el caso, notorio por cierto, de las gasolineras. 

En estos establecimientos se habían detectado enormes filtraciones y en 2005 todos sus empleados fueron sustituidos durante varios meses por 10.000 trabajadores sociales con el propósito de quebrar los mecanismos de malversación que se habían generado. Al poner orden en el negocio multiplicaron más de dos veces los volúmenes de venta. Tras un periodo determinado regresaron los antiguos trabajadores, entonces con controles más estrictos a través de tarjetas magnéticas. También fue masiva y prolongada la participación de los trabajadores sociales en el programa de la Revolución Energética.

Revolución ENERGÉTICA

En mayo de 2004 una importante afectación puso en crisis al Sistema Electro energético Nacional (SEN). Fue provocada por una avería durante el mantenimiento planificado de la termoeléctrica Antonio Guiteras, una de las más grandes entre las 11 existentes entonces. Muchas rebasaban los 20 años de explotación y dependían de suministros tecnológicos de los desaparecidos países socialistas. Los apagones alcanzaron a más de 120 industrias y la situación se agudizó al fracturarse  la programación nacional de mantenimiento. Hay que añadir que las instalaciones de transmisión y registro estaban desgastadas física y moralmente y existían numerosas acometidas fraudulentas. Por si fuera poco, el parque de enseres electrodomésticos era obsoleto debido al desabastecimiento crónico del mercado minorista (refrigeradores y aires acondicionados con 40 y más años de funcionamiento, así como los ventiladores improvisados y otros franskenstein técnicos impensables). Asimismo, estaban generalizados los bombillos incandescentes en las viviendas.  Todas estas debilidades originaban un sobre consumo eléctrico que agravaba aún más la situación. En el orden externo incidían negativamente los crecientes precios del petróleo. En agosto del propio año el huracán Charlie abatió 22 torres de alta tensión en las provincias occidentales, entre otros daños. Los momentos más críticos del déficit eléctrico se extendieron durante  los siguientes  6 meses.

En 1959 el país contaba con 471 Mw instalados en sus plantas eléctricas.  Las condiciones de aquellos años propiciaron la instalación de nuevas termoeléctricas y la modernización de las existentes bajo el esquema del abundante flujo de combustible fósil asegurado por la URSS. El  campo socialista suministró equipos y plantas completas y la capacidad eléctrica aumentó un 6% anual como promedio hasta 1989. En este último año se disponía de 2.968 Mw instalados y un 95% del país electrificado. Ello equivalía a más de 6 veces lo disponible 30 años atrás. Pero en lo adelante no se acometieron ampliaciones de capacidad. La oferta eléctrica se estancó, se descapitalizaron las instalaciones y el consumo continuó expandiéndose al socaire del crecimiento vegetativo de la población y la ineficiencia generalizada.

En el contexto de la catástrofe eléctrica de mayo de 2004 se concibió la llamada  Revolución Energética  como plan emergente. En el plano de la oferta se basaba en la introducción de grupos electrógenos de tecnología moderna (diesel y fuel oil), de fácil y rápida instalación modular, compactos, ahorrativos, atomizados a lo largo del territorio. Tal dispersión constituía un seguro contra los daños ocasionados por eventualidades climáticas y de otro tipo. Por otra parte su flexibilidad los convertía en reguladores de la carga pues pueden activarse con un toque de botón. Se trataba de tecnología de punta pero queda la duda del posible desaprovechamiento de las economías de escala. Lo que es incuestionable es la ventaja de la dispersión y la rapidez en la instalación de la nueva capacidad.

Comenzaron a aprovecharse los gases acompañantes del petróleo. En tal objetivo participó como  asociada una empresa canadiense y se instalaron 405 Mw de potencia con un recurso antes dilapidado y contaminante. Como indispensable complemento se inició  la rehabilitación y modernización de la red de distribución y la mejora en las plantas convencionales existentes. También se aplicaron tarifas desestimulantes y se combatieron las abundantes ilegalidades. 

Por otra parte se iniciaron o fortalecieron las investigaciones relacionadas con el empleo de fuentes energéticas alternativas, principalmente las eólicas, solares y las mini hidroeléctricas.

Quedaba por resolver el problema de las economías domesticas. En tal sentido se llevó a cabo una sustitución masiva; una verdadera blitzkrieg seudocomercial con la intervención de 35.000 trabajadores sociales. Casa por casa reemplazaron, de manera gratuita 9,4 millones de bombillos incandescentes por lámparas ahorradoras modernas. Estos jóvenes realizaron también  levantamientos del parque de equipos obsoletos en los hogares y   los reemplazaron. Adicionalmente distribuyeron  enseres menores incluidos en el programa, como ollas de presión, hornillas eléctricas, calentadores elementales de agua, etc. y brindaron seminarios sobre su utilización.   La  sustitución o  entrega no fue gratuita pero  los precios aplicados, en pesos cubanos, no incluían márgenes generosos como los de la red en divisas.  También se dieron facilidades a través del crédito bancario. El programa  destinó US$4.9 millones para habilitar 600 talleres distribuidos a lo largo del territorio nacional.

En diciembre de 2007 la Revolución Energética había avanzado considerablemente. Una información oficial de aquella fecha así lo indica[12]. Cesaron entonces los apagones sistemáticos. En el campo de la generación se habían instalado ya 6.481 grupos electrógenos que sumados a las 11 plantas termoeléctricas existentes transformaron el modelo de generación eléctrica existente. En la agricultura se situaron 947 motores eléctricos modernos cuya potencia era de 1.320 Mw.  En 962 panaderías fueron colocados hornos eléctricos. Al decir de los informantes fue este un plan intensivo sin igual en ninguna parte del mundo en tan poco tiempo…adquiriendo los equipos a las mejores firmas del mundo. Hasta la fecha señalada fueron instalados más de 2.9 millones de interruptores y relojes contadores (faltaban aún 250.000 mas); se renovaron más de un millón de acometidas desde el poste hasta la vivienda (faltaban 1.2 millones más)  y 19.000 conductores secundarios (faltaban 36.000). Se cambiaron 116.565 postes (faltan 120.000 o más)  de los 1.180.000 existentes en el país, el 30% de madera. Se instalaron 26.600 transformadores y quedaban 16.260 por sustituir. La industria del país contribuyó con la ampliación y modernización de la fábrica de cables y otras industrias dedicadas a la producción de postes y accesorios eléctricos. Al cierre del año informado, se había dado solución al 75% de los casos. En términos de infraestructura se requirieron unas 400 camionetas especializadas, carros cesta, barrenadoras, etc. En el área doméstica se habían entregado 2,2 millones de refrigeradores a la población. Representaban el 83% del  plan. Se habían sustituido 2,5 millones de cocinas de kerosene por las correspondientes hornillas eléctricas; 177.000 aires acondicionados; 73.000 televisores y numerosas bombas de agua. Todo ello , según los informantes, habría significado un ahorro diario de 2.500 TM de petróleo consumido: más de 1 millón US$ diarios a los precios de la época. Para el consumidor el efecto se tradujo en la sustitución de un equipo desgastado y obsoleto por uno nuevo de procedencia china, algún ahorro en la factura mensual, más calidad de consumo. Los refrigeradores se vendieron en  6.110 pesos cubanos (244 CUP, o pesos convertibles), pagaderos en 120 cuotas de 59 pesos mensuales al 3% de interés.  Señalaban, además que la sustitución de bombillos incandescentes produjo un ahorro de 250 Mw equivalentes a una pequeña termoeléctrica. En general, las inversiones programadas para estos fines sumaban en su conjunto unos 2.000 millones US$. Fueron acometidas para superar la descapitalización de las instalaciones generadoras y transmisoras, así como la obsolescencia en el sector del consumo. Estas deficiencias se hubieran evitado con la práctica de una reposición y mantenimiento sistemáticos. Y, en el plano casero, con la oferta normal de productos electrodomésticos. El costo social  - desconocido -  debió ser cuantioso.

Ayuda internacionalista

En un ilustrativo trabajo sobre las misiones médicas de Cuba en el extranjero, Julie M. Feinsilver[13] califica dicha ayuda internacionalista como  una política de diplomacia médica…y argumenta:

 Desde el inicio del gobierno revolucionario, los líderes cubanos abrazaron la causa de la atención médica universal y gratuita como un derecho humano fundamental y establecieron en la nueva Constitución la responsabilidad del Estado de garantizar ese derecho.

Se refiere al Sistema Nacional de Salud cubano como un modelo alabado por especialistas y organismos internacionales. En 2008 más de 30.000 médicos y personal de salud designados por el Gobierno de Cuba, ofrecían su colaboración en 70 países de todo del mundo.

Esta singular y masiva forma de colaboración tiene su remoto origen en las fuga de cerebros médicos que padeció Cuba entre  1959 y 1962,  cuando marcharon al extranjero la mayoría de los 7.886 profesionales de esta rama existentes entonces y quedaron apenas unos 3.000 en el país. La   reacción del gobierno a tan retador  éxodo fue la implementación de programas masivos de preparación de este tipo de  universitarios. Ya a mediados de la década de 1980 se disponía de una cantidad de médicos superior a la requerida por el sistema de salud del país, pero sus facultades los continuaron egresando. El boom ha dado como resultado  la existencia de cerca de 90.000 profesionales. Tal plétora, quizás más impensada que programada, implica que el país ocupe el segundo lugar mundial – entre 192 Estados- en lo que respecta al número de habitantes por médico. Cuba dispone de un capital humano que aplica exitosamente en provecho propio y de los demás. Su personal ha participado en numerosos lugares victimas de terremotos, ciclones, inundaciones, erupciones volcánicas y tsunamis. Más de  18.000  ucranianos, particularmente niños, han recibido atención en la isla, en instalaciones especiales, tras verse afectados por el accidente atómico de Chernóbil.

Adicionalmente Cuba ofrece becas para la formación de personal de salud a miles de estudiantes de varios continentes a quienes, además, educa en la filosofía del juramento hipocrático en su más pura esencia solidaria. De acuerdo con Feinsilver,  la ayuda de Venezuela en el marco del ALBA ha generado el respaldo financiero necesario para permitir la expansión de la diplomacia médica,  según la califica esta autora. Añade que fue importante para que Cuba lograra el respaldo de la Asamblea General de la ONU en las declaraciones de rechazo al bloqueo impuesto por EEUU. Desde 1961, Cuba ha enviado 113.585 profesionales de la salud a 103 países. Como complemento  40.000 personas han recibido educación y capacitación gratuita en Cuba en las facultades de medicina. Algunas cifras de origen  no cubano resultan impactantes. Las ganancias derivadas de servicios médicos en el exterior representaron en 2006 el 28% de las exportaciones totales de la isla, lo que implica que fueron mayores que los ingresos obtenidos en la exportación níquel y el turismo[14] .


Continuará



[1] Gabetta, Carlos. Cuba después de la URSS. Le Monde Diplomatique, publicado en Edición Cono Sur, núm. 94 de abril 2007. Pág. 30-31. htp://www.insumisos.com/diplo/INDEX.HTM
[2] Estimados en base a la información de los anuarios estadísticos durante los años señalados.
[3] Castro, Fidel. Discurso de inicio de las actividades de la Brigada Invasora de  Maquinarias, en La Concepción, Bayamo. Oct. 30 de 1967.
[4] Castro, Raúl. Discurso en Camagüey, el 27 de julio de 2007.
[5] Según Adolfo Rodríguez Nodals, jefe del Grupo Nacional de Agricultura Urbana y  Suburbana. Intervención en una actividad del Grupo  en en Ciego de Ávila. Marzo 11 de 2011. Citado por Leandro, Julio Juan. Reclaman mayores acciones en la lucha contra el marabú. Agencia de Información Nacional (AIN). Marzo 4/2011
[6] Informe Central del  Primer Congreso del PCC. Opúsculo Editora Política.  Pág. 48.
[7] Fueron alrededor de 60.000, pero no eran los únicos autónomos. Solo los registrados como tales. Muchos más integraban el conjunto si se tienen en cuenta aquellos vendedores, reparadores y otros que ejercían clandestinamente sus ocupaciones.
[8] Gandul, guandul, guandú o frijol de palo. Leguminosa utilizada como forraje.
[9] Castro, Fidel. Discurso pronunciado en la inauguración de un asentamiento urbano de 120 casas dentro del plan conocido como Cordón de La Habana. Enero 6 de 1968.
[10] ONE y datos aportados por Marino Murillo Jorge, Vicepresidente del Consejo de Ministros en la argumentación de la necesidad de la Ley de Inversión Extranjera. Sesión Extraordinaria de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
[11] CUC: Cuban Currency. Peso cubano convertible, su tasa ha sido de 24 pesos cubanos por 1 CUC o peso convertible.
[12] Programa Mesa Redonda de la TV nacional de diciembre 20 de 2007
[13] Médicos por Petróleo. Versión original en revista NUEVA SOCIEDAD No 216,  julio-agosto de 2008<www.nuso.org
[14] Embajada de la India en La Habana: Annual Commercial & Economic Report 2006. 13 de abril de 2007,  www.indembassyhavana.cu/Page/Annual%20  Commercial%20report1.doc. Citada por Feisnsilver

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