Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

jueves, 27 de julio de 2017

Infografía: De la Cuba de los años 50 a la actualidad





27 julio 2017 

Acercarnos a la historia de la Cuba a mediados del siglo pasado nos permite apreciar el deterioro del nivel de vida de la población, la escasa atención médica y el analfabetismo reinante en la Isla.
Si exhúmanos gráficos y estadísticas del Censo de Población y Viviendas de 1953 y de la Agrupación Católica Universitaria, imágenes y videos de aquella época, descubrimos el precario y frágil escenario económico, político y social contra la que se rebeló la Generación del Centenario.
El Moncada no solo fue necesario para cambiar el régimen que operaba en el país, sino para esparcir la semilla que se ha multiplicado en cientos de realizaciones de la Revolución.
A continuación Cubadebate les ofrece una infografía que expone en paralelo dos realidades muy distintas, la Cuba de los años 50 y la que vivimos hoy.
infografia

Infografía: Leysi Rubio/ Cubadebate.

Nicolás Maduro: "Mi mayor error ha sido subestimar la capacidad de daño de la oposición" (EXCLUSIVA)

Publicado: 26 jul 2017 23:24 GMT | Última actualización: 27 jul 2017 16:36 GMT


En una entrevista exclusiva con RT, el mandatario venezolano ratificó la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) este domingo, envió un claro mensaje al presidente de EE.UU. y reiteró el llamado al diálogo a sus adversarios políticos.

Mientras el clima de suspenso se cierne sobre Venezuela a días de una controvertida elección, el presidente Nicolás Maduro reconoce una falla medular.

"Mi mayor error ha sido subestimar a la oposición, su capacidad de daño, su maldad, su capacidad de violencia. Quizás es el peor error que hemos cometido", reiteró en una entrevista exclusiva con RT desde el Palacio de Miraflores, en Caracas, donde conversó ampliamente sobre los retos que tiene el país en materia económica ante el asedio internacional comandado por EE.UU., el mercado petrolero y la conflictividad política interna con la derecha.
Pero para el jefe de Estado, en el maremágnun de acontecimientos hay una tragedia transversal incitada por los medios de comunicación hegemónicos: "han vendido en el mundo la imagen de una Venezuela que no existe".

Detente, Trump

La noticia con la que muchos venezolanos se levantaron esta mañana fue la de nuevas sanciones contra 13 funcionarios del Gobierno bolivariano por parte de la Casa Blanca, cuya vocería dejó claro la semana pasada que está dispuesta a aplicar "fuertes y rápidas" acciones de bloqueo contra la economía caribeña si el presidente Maduro no da marcha atrás con la Constituyente.
Pero la elección va, y es este domingo. Por eso, Maduro hizo un llamado explícito a su homólogo, Donald Trump: "Detén la agresión contra Venezuela, Venezuela es una base fundamental de estabilidad de todo el Caribe, de América del Sur. Si Venezuela fuera desmembrada y la revolución bolivariana fuera golpeada hasta el punto de llevarnos a tomar las armas, nosotros combatiríamos nuevamente con la misma bandera e iríamos más allá de nuestra frontera. Piénsenlo bien los estrategas de EE.UU: Venezuela está en disposición de vivir en paz, de vivir tranquilamente, cesen en sus agresiones. Ojalá esta palabra algún día tuviera algún efecto positivo".
De igual forma, manifestó su disposición de sostener en el futuro un encuentro con el mandatario norteamericano: "Si de algo sirve, a mí como presidente me gustaría algún día hablar con él y estrecharle la mano para decirle que estamos en el siglo XXI, que se olviden de la doctrina monroísta, que ha llegado el tiempo de aceptar la diversidad, de un nuevo tipo de relación de altura".
Nuevamente, instó a su homólogo a no seguir la senda injerencista de su antecesor Barack Obama, pero alertó que de producirse una incursión extranjera en su territorio, estaría dispuesto a combatir. "Mi mensaje es en particular al presidente Trump: cese en su agresión a Venezuela, cese en su intervencionismo en América Latina".

Cumbre petrolera

La amenaza contra Caracas no solo es política, la administración estadounidense también ha hecho asomar la posibilidad de bloquear económicamente al país con las mayores reservas de petróleo del mundo e ingentes riquezas gasíferas y minerales.
"Venezuela ―sostuvo el presidente― está preparada para cualquier escenario, para el que venga. A mí no me gusta adelantarme, porque estoy dispuesto a resolver las cuestiones de la mejor manera, pero me parece una locura que los extremistas de la derecha estadounidense estén hablando de un bloqueo contra Venezuela".
Sin embargo, Caracas toma previsiones. El presidente Maduro adelantó este miércoles que está dispuesto a convocar a una cumbre de los países petroleros dentro y fuera de la OPEP para definir una estrategia que permita la total recuperación de los precios del crudo y la estabilización de los mercados.
El mandatario confía en que esa estrategia le permita "apuntalar el crecimiento económico" del país sudamericano y lograr revertir la recesión. No obstante, Maduro considera que los números rojos le han servido a la nación para entender la urgencia de darle un vuelco a la política de dependencia del crudo: "No hay mal que por bien no venga. Toda esta inflación inducida, toda esta guerra de precios por el control del mercado petrolero nos ha llevado a ver que la era pospetrolera, que los expertos pronosticaron para 2030-2040, llegó, y eso nos obliga a buscar un nuevo modelo económico diversificado para que Venezuela soporte su desarrollo de aquí en adelante".

Alianzas con Rusia

A pesar del asedio internacional, Maduro se muestra agradecido con la red de solidaridad con Venezuela que se ha tejido en el mundo y destaca, a su vez, la importancia de haber ampliado las asociaciones estratégicas con potencias mundiales como China y Rusia.
Sobre las relaciones con Moscú, Maduro recalcó que "avanzan a buen paso", especialmente en el tema del petrolero, por las importantes inversiones que tiene Rusia en la faja petrolífera del Orinoco: "Podemos decir que para el segundo semestre se van a firmar importantes acuerdos para ampliar las inversiones binacionales de petróleo y gas con nuestra PDVSA". 
Más allá de los nexos comerciales, el jefe de Estado también hizo especial énfasis en la relación que mantiene con el presidente ruso, Vladímir Putin, a quien considera un "líder de paz del nuevo mundo que está surgiendo".

110 días

Si bien las presiones externas son enormes, puertas adentro el crisol no está a menor temperatura. Pese a los reiterados llamados al diálogo, los gestos de acercamiento y las decisiones que han beneficiado a varios líderes de la oposición, la derecha mantiene una agenda de violencia, bloqueos de vías y sabotaje al evento electoral del domingo.
La histórica división en Caracas es aún más evidente: el pudiente este, bloqueado; el combativo oeste, como si nada ocurriese. Pero en el sustrato de ambos territorios, se abre la expectativa de que algo pueda ocurrir el próximo 30 de julio. La sombra reciente de más de 100 muertos en medio de la espiral violenta de la oposición mantiene una herida abierta en la población, una suerte de estado de suspenso.
"Nuestro país ha sido martirizado. Nos han tratado de llevar a situaciones extremas como en Irak, Siria, Libia [...] Hemos resistido 110 días continuos de arremetida violenta con paciencia, con estoicismo. Es algo muy doloroso producto de una violencia multiplicada por una oposición que se lanzó a una aventura de incendiar a Venezuela solicitando una intervención".
¿Por qué el país ha soportado tanto? Maduro responde con una palabra: "conciencia", la misma que invoca para el evento comicial del domingo, porque hasta ahora y más allá de los rumores, no tiene previsto suspenderlo, prorrogarlo o detenerlo.
"A la oposición solamente le va a quedar una vía: atender la convocatoria al diálogo nacional que va a ser la Asamblea Nacional Constituyente a partir de la próxima semana", expresó. Las cartas están echadas.

La economía constituye la tarea esencial, porque es la base que permite sostener todas las conquistas de la Revolución (+Fotos) (+Video)

Texto íntegro del Discurso pronunciado por José R. Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en el acto central por el Aniversario 64 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos M. de Céspedes, en Pinar del Río




Foto: Jose M. Correa

Discurso de José R. Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en el acto central por el Aniversario 64 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos M. de Céspedes. Pinar del Río, 26 de julio de 2017, “Año 53 de la Revolución”.

(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)

Compañero General de Ejército Raúl Castro Ruz;

Combatientes del 26 de Julio y expedicionarios del Granma;

Familiares de nuestros héroes y mártires;

Invitados que nos acompañan;

Pinareñas y pinareños;

Compatriotas:

El 26 de julio, fecha trascendental en la historia de la nación, provoca en nosotros una mezcla particular de emociones, sentimientos e ideas, donde al orgullo de ser hijos de este pueblo se une el eterno compromiso con Fidel y con todos los que ofrendaron sus vidas para que siempre se asocie el nombre Cuba a la libertad, la justicia y la dignidad.

Es esta la primera ocasión en que conmemoramos un aniversario del asalto a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes sin la presencia física del Comandante en Jefe, y no por ello ha dejado de estar presente su imagen, su obra y su ejemplo, junto a nuestro heroico pueblo, dispuesto a ser consecuentes en su quehacer cotidiano, con el concepto de Revolución que nos legara.

Hace 17 años el compañero Fidel nos recordaba que al triunfo de la Revolución esta provincia era, en lo social, la más preterida de Cuba, al extremo de que muchos la calificaban como la “Cenicienta”, a pesar de la importante contribución que sus campesinos y obreros hacían a la economía del país, sobre todo en la producción tabacalera y minera.

Bastan unas pocas cifras para ilustrar el contraste entre aquella triste realidad y el presente.

Más del 85% de las fincas pinareñas no pertenecían a quienes las trabajaban.

En la salud existían solo 16 unidades asistenciales y unas 100 consultas privadas. En total, 248 médicos, 25 estomatólogos y 50 enfermeras y auxiliares. Hoy cuenta con 626 consultorios del médico de la familia, 19 policlínicos que funcionan en todos los municipios, ocho clínicas estomatológicas y cinco hospitales. En ellos prestan servicios 4 577 médicos, dieciocho veces más, y 5 635 integran el personal de enfermería, lo que supera en ciento doce veces los existentes en aquel entonces.

En las zonas rurales apartadas, donde era quimera no ya la presencia de un médico, incluso la de un auxiliar de enfermería, hoy funcionan 24 servicios extendidos de urgencia que permiten salvar muchas vidas.

La pasmosa cifra de más de 60 niños fallecidos por cada 1 000 nacidos vivos, pasó a ser 1,7 en el primer semestre de 2017, es una cifra verdaderamente extraordinaria y creo que en Cuba, en estos momentos es la más baja (Aplausos). Y de 53 años de esperanza de vida en 1958, hoy alcanza los 79, indicadores también entre los más altos del país, solo presentes en naciones muy desarrolladas.

Más de 3 000 colaboradores de la salud pinareños brindan su aporte solidario en 43 países, fundamentalmente en la hermana República Bolivariana de Venezuela.

En la educación, de un 30% de analfabetismo, hace muchos años este índice es de prácticamente cero. En cuanto al número de maestros y profesores, centros educacionales o la parte del presupuesto destinada a este decisivo sector, las cifras son tan distantes que no vale la pena hacer comparaciones.

El desempleo se redujo del 30% al 1,3%, es prácticamente inexistente.

Aún lejos de sentirse satisfechos, pinareñas y pinareños han trabajado muy duro para que cada familia tenga un hogar decoroso. En este empeño ocupa un lugar importante el esfuerzo propio, incluida la entrega de subsidios a quienes no cuentan con suficientes posibilidades económicas.

Es importante que el avance de la provincia en el ámbito social esté acompañado de resultados económicos superiores, especialmente en el área productiva, en correspondencia con los acuerdos adoptados por el VII Congreso del Partido.

Como nos ha orientado en repetidas ocasiones el compañero Raúl, la economía constituye la tarea esencial, porque es la base que permite sostener todas las conquistas de la Revolución.

El sector tabacalero, decisivo no solo para Pinar del Río, sino para la economía nacional, ha alcanzado logros en la actual cosecha, que es preciso consolidar definitivamente.

También crecen otras producciones, como las de viandas y hortalizas, aún insuficientes; el arroz, pues esta vez el clima ha sido más benévolo con Pinar del Río que con otras provincias, donde la sequía ha provocado pérdidas considerables o impedido realizar nuevas siembras.

Igualmente avanza —como se especificó aquí en la intervención de la compañera Gladys— la pesca, la minería —que comienza a recuperar el peso económico de años atrás-—, la industria y los servicios, como el turismo, con un crecimiento del 5% en el número de visitantes durante el primer semestre respecto a igual período de 2016.

Por esta y otras razones, el Buró Político decidió otorgar a la provincia la sede del acto central por el 26 de Julio (Aplausos). En nombre de sus integrantes, y especialmente del Primer Secretario del Partido, compañero Raúl Castro Ruz, llegue a los trabajadores, campesinos, estudiantes, en fin, a todos los pinareños, una merecida felicitación y el reconocimiento de sus compatriotas (Aplausos).

En especial felicitamos a la primera secretaria del Partido, Gladys Martínez Verdecia, y al presidente del Poder Popular de la provincia, Ernesto Barreto Castillo, por haber sabido conducir con organización y efectividad el entusiasmo, el compromiso y la permanente disposición al combate de sus coterráneos (Aplausos).

Compatriotas:

Ustedes mejor que nadie saben que aún resta mucho por hacer para lograr el despegue definitivo de la economía y con ello dar respuesta a las necesidades de nuestro pueblo.

En esa larga y difícil batalla estamos convencidos de que los hijos de esta indómita tierra seguirán en la primera línea, como sus padres y abuelos, que nunca se resignaron al ostracismo a que intentaron condenarlos el opresivo régimen colonial primero, y posteriormente una república sometida a los designios imperialistas.

Esta tierra vio nacer a Isabel Rubio, la valiente capitana de sanidad del Ejército Libertador, grado militar que le otorgó el propio Maceo, en reconocimiento a su significativo aporte a la causa independentista; y al Coronel Manuel Lazo que brindó una destacada contribución al éxito de la invasión, una de las hazañas más brillantes de nuestra historia.

Medio siglo después, más de 40 jóvenes de la entonces provincia de Pinar del Río participaron en las acciones del 26 de Julio, fundamentalmente artemiseños, pero también de otros municipios, incluida esta ciudad. Tres de ellos cayeron en combate y otros 13 fueron víctimas de los crímenes ordenados por el dictador tras el asalto.

En San Juan y Martínez nacieron y murieron, con solo 17 y 18 años de edad, los hermanos Sergio y Luis Saíz Montes de Oca, paradigmas y símbolos de los miles de jóvenes cubanos caídos en la lucha por un futuro de justicia y dignidad para la Patria. El próximo 13 de agosto se cumplirán seis décadas de aquel aborrecible crimen.

Los hijos de esta provincia, como los de toda Cuba, batallaron incansablemente hasta alcanzar la victoria definitiva. Así lo hicieron los guerrilleros del Frente de Pinar del Río y los combatientes de la lucha clandestina en campos y ciudades.

Esta es la tierra de los Malagones, 12 humildes campesinos que constituyeron el embrión de nuestras milicias populares, en cumplimiento de una orden del Comandante en Jefe.

Son incontables las pinareñas y pinareños que nutrieron las filas de alfabetizadores, milicianos, combatientes de la lucha contra bandidos e internacionalistas; en fin, de cuanta batalla se ha librado durante estos largos años.

Son los mismos que hoy desde el surco, la mina, la fábrica, la trinchera, el aula y otros frentes no menos importantes, derraman su sudor en la construcción de un futuro mejor para la Patria.

Compañeras y compañeros:

Como ha señalado el General de Ejército Raúl Castro Ruz, en más de una ocasión, el rumbo de la Revolución está trazado. En correspondencia con los acuerdos del VII Congreso del Partido venimos trabajando y contamos hoy con documentos programáticos que fijan la dirección y el alcance de los cambios que continuaremos haciendo en el propósito de lograr un socialismo próspero y sostenible.

Todo lo anterior en medio de una situación internacional compleja, a la que se refirió de forma precisa el compañero Raúl al clausurar, el pasado 14 de julio, la Novena Sesión Ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular y cito sus palabras:

“Reiteramos hoy la denuncia del Gobierno Revolucionario a las medidas de endurecimiento del bloqueo y reafirmamos que cualquier estrategia que pretenda destruir la Revolución, ya sea mediante la coerción y las presiones o recurriendo a métodos sutiles, fracasarán”, fin de la cita.

En las últimas semanas se han incrementado las acciones injerencistas y desestabilizadoras contra el gobierno bolivariano y chavista encabezado por el presidente constitucional Nicolás Maduro Moros, al que reiteramos nuestra invariable solidaridad.

A la guerra no convencional, que resiste ejemplarmente desde hace varios años la unión cívico-militar del pueblo venezolano, se ha sumado recientemente la amenaza del gobierno estadounidense de imponer sanciones económicas unilaterales.

A su vez, el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), continúa su deleznable actuación al servicio del imperialismo, al comparecer ante el subcomité para el Hemisferio Occidental del Senado de Estados Unidos en apoyo a la aplicación de sanciones.

Hace pocos días un influyente diario estadounidense elucubraba sobre el presunto involucramiento de nuestro país en una eventual mediación internacional relacionada con la situación en Venezuela.

Cuba rechaza rotundamente tales insinuaciones y reclama el absoluto respeto a la soberanía y a la autodeterminación de la República Bolivariana de Venezuela (Aplausos).

Quienes intentan desde el exterior dar lecciones de democracia y derechos humanos, mientras alientan la violencia golpista y el terrorismo, deben sacar sus manos de esa nación.

Solo compete al pueblo y al gobierno bolivarianos superar sus dificultades sin intromisión extranjera en sus asuntos internos.

Reafirmamos, una vez más, nuestra inconmovible solidaridad con el pueblo venezolano (Aplausos).

Ante nuestro pueblo, ante la memoria de nuestros heroicos muertos, ratifiquemos que no traicionaremos jamás la gloria y el orgullo infinito de haber servido con modestia a la Patria y a la Revolución, bajo las ideas y firme conducción de Fidel y Raúl (Aplausos).

¡Gloria eterna a nuestros héroes y mártires! (Exclamaciones de: “¡Gloria!”)

¡Viva la Revolución! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Viva Fidel! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Viva Cuba libre! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

(Ovación.)

SOBRE LAS DIFICULTADES OBJETIVAS DE LA REVOLUCIÓN. LO QUE EL PUEBLO DEBE SABER. (III)

ENTREVISTA REALIZADA AL COMPAÑERO HUMBERTO PÉREZ MIEMBRO DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA, ( Cont.)  

Por Marta Harnecker (1979)





¿Cuáles son los grandes objetivos del próximo plan quinquenal?

Los objetivos más generales del próximo plan quinquenal fueron definidos en una Resolución Conjunta del Buró Político y del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros aprobada en julio del pasado año. Entre estos objetivos se destacan los siguientes: incrementar las exportaciones tradicionales como azúcar, níquel y cítricos, pero haciendo un énfasis particular en el desarrollo de nuevos fondos exportables para cambiar la estructura de nuestras exportaciones; desarrollar preferentemente el sector industrial para lograr que ya en el 85 aporte aproximadamente la mitad de toda la producción del país; desarrollar un plan de inversiones adecuado destinando aproximadamente un 75 por ciento de ese plan a la esfera productiva, aumentando, dentro de esta esfera productiva, las inversiones para el sector industrial y sobre todo en las ramas básicas: minería, metalurgia, construcción de maquinaria y energía eléctrica. Dentro de la esfera no productiva dar prioridad a la construcción de viviendas y elevar asimismo las inversiones para la cultura; garantizar un crecimiento sostenido de la productividad del trabajo y una mayor participación de la fuerza de trabajo femenina; mantener el equilibrio financiero interno; lograr una alta eficiencia energética en el sector productivo, en particular en las ramas industriales de tal manera que ahorremos energía, que ahorremos petróleo; reducir el índice de consumo material de la producción y de los servicios mediante el perfeccionamiento de los mecanismos de la planificación y del Sistema de Dirección de la Economía; mejorar las condiciones de las provincias con menor desarrollo mediante la más adecuada distribución territorial de las instalaciones sociales y de las nuevas inversiones, etc. Estos son los objetivos fundamentales para el próximo quinquenio. Los de tipo general.

Dentro de cada rama se están definiendo en estos momentos los objetivos más concretos que nos permitan lograr estos objetivos generales, todo lo cual se plasmara en la propuesta final del Plan Quinquenal 81-85 que debemos tener lista para mediados de 1980.

Has afirmado que el esfuerzo del país en los próximos 20 años estará centrado en lograr un desarrollo industrial. ¿Significa ésto que el pueblo tendrá todavía durante 20 años las mismas restricciones actuales en el nivel de vida?

No, no, no se debe entender así. El Co. Fidel ha planteado que el esfuerzo principal en los próximos años estará centrado en el desarrollo y no en el consumo, pero ello no quiere decir que no continuemos avanzando en la elevación del nivel de vida del pueblo. Como hemos visto antes, la Revolución ha ido elevando significativa y profundamente ese nivel, año tras año y ha satisfecho las necesidades esenciales de la población aún cuando, producto de las limitaciones objetivas ya explicadas, todavía se mantienen necesidades no satisfechas debidamente. Para el próximo quinquenio, como expliqué antes, se pone énfasis especial, por ejemplo, en la construcción de viviendas que es uno de los problemas más acuciantes para la población; se mantiene y desarrolla la satisfacción de las necesidades en salud y educación y se irán satisfaciendo de manera gradual otras necesidades aún no satisfechas, como por ejemplo lo relativo a productos tan deficitarios como colchones, sábanas, toallas, etc. Además, el propio desarrollo industrial para tener lugar necesita que el mercado interno de consumo se incremente en alguna medida, es decir, que esté en condiciones de absorber parte de lo que produce ese desarrollo industrial. Pero lo más importante es que, en definitiva, la producción en el socialismo no es en ningún momento un fin en sí misma, ni es un medio para obtener ganancias como en el capitalismo, sino que es sólo un medio para satisfacer las necesidades del pueblo y por lo tanto el fin último de la producción en el socialismo es el consumo de la población.


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Sin embargo, aunque parezca paradójico y contradictorio, hay momentos en que precisamente para lograr ese objetivo se hace indispensable sacrificar transitoriamente el consumo inmediato, para poder dedicar los esfuerzos y los recursos de que disponemos en primer lugar al desarrollo, que es crear las bases para asegurar el consumo futuro ya de manera estable y adecuada. De lo contrario podemos invertir los recursos que tenemos ahora en el consumo de este año, del que viene, pero ello será a costa de afectar el consumo que necesitamos hacer dentro de 4, 5, 10, 15 ó 20 años y a costa de mantener la inestabilidad y la insatisfacción de las necesidades, aspectos negativos que hoy padecemos. Debemos ir mejorando en estos años próximos el consumo de aquellos renglones que mencioné antes y que aún están por debajo del mínimo requerido, pero a la vez aquellos consumos que, aún cuando no son óptimos, satisfacen de manera suficiente o mínima nuestras necesidades vitales no debemos pretender aumentarlos en los próximos años, para poder dedicar los recursos escasos de que dispondremos, como país pobre que somos, precisamente a desarrollarnos: a crear las condiciones para que nuestros hijos y nuestros nietos no tengan que reprocharnos después el no haber hecho lo que debimos y pudimos haber hecho. Y no sólo por eso sino para resolver incluso los problemas de ésta propia generación dentro de 15 ó 20 años.

Sabemos, desde luego, que a quien tiene un problema difícil y apremiante con la vivienda, por ejemplo, es difícil pedirle que espere y, precisamente por ello, ese es un problema que recibirá una atención especial para ir dándole la solución más pronta posible. Pero otras aspiraciones del consumo pueden esperar sin grandes sacrificios y estamos seguros que el pueblo entiende esto perfectamente.

Tenemos dificultades con la distribución de los alimentos pero nadie pasa hambre. Cierto es que no se puede comer siempre lo que uno quiere, que un día uno quiere comer carne y ese día puede que haya pescado o haya huevo que es lo que está por la libre; puede ser que un día se quiera comer vianda y no se tenga vianda, pero lo más probable es que se tenga pasta o se tenga arroz. Es decir, estamos seguros de que aunque haya escasez de algunos productos alimenticios nunca existe una situación tal que alguien se acueste sin comer, y menos que pase hambre, porque una cosa es no tener para comer libremente lo que uno desee y otra cosa es tener hambre. Consideramos que las necesidades de alimentos de la población están satisfechas en el mínimo indispensable lo que a la vez no significa que no debamos superar los defectos subjetivos en la producción, en la distribución, y que no se vayan a producir incrementos en el consumo de alimentos que no requieren grandes inversiones y grandes recursos como es, por ejemplo, lo relativo a viandas, a hortalizas, a frutas.

De igual manera, nadie anda descalzo, ni puede decirse que mal vestido. Es cierto que no se puede comprar siempre la camisa ni el pantalón, ni la saya, ni la blusa, ni la tela que a uno le gusta; es cierto que uno no puede cambiar de pantalón, vestido, camisa, con la frecuencia que uno quisiera; es cierto que a veces los modelos no son los adecuados, que los colores no están a la moda, que los zapatos resultan a veces muy estrechos o anticuados, o feos y a veces lo peor: son duros, se rompen o despegan antes de tiempo. Es cierto que hay esas deficiencias en la producción, a veces por falta de materias primas: pegamentos, hormas, productos químicos para suavizar las pieles, pero también por falta de organización, responsabilidad y otros factores subjetivos. Hay que combatir y superar esto, y los compañeros de la Dirección del Ministerio de Industria Ligera están haciendo un esfuerzo en este sentido. Pero el hecho es que no hay niños descalzos, que todos podemos salir a la calle vestidos y calzados y, aunque con discreción, por lo general bien vestidos y bien calzados, ese es un hecho.

Por eso, cuando decimos que en los próximos años debemos dedicarnos al desarrollo y no al consumo, tenemos en cuenta esta situación y no significa, ni con mucho, proponer una actitud de tolerancia frente a las negligencias y chapucerías que se hagan en la producción de los artículos de consumo o en la distribución de los artículos de consumo, sino todo lo contrario, mantener una lucha constante por la calidad y por la eliminación de las chapucerías, por satisfacer con los recursos de que disponemos las necesidades de la mejor manera. Simplemente se trata de no poner en primer lugar mejoras en el consumo, visto esto en sentido general durante los 7 u 8 años próximos inmediatos, en no gastar todos los recursos ni la mayor parte de los recursos en este propósito, sino sólo una parte de los recursos y poner en primer lugar el desarrollo e invertir la mayor parte de los recursos de que dispongamos en el desarrollo, que es la base para solucionar realmente nuestros problemas.

Y la libreta, ¿hasta cuando piensa mantenerse? Te pregunto esto porque la libreta es una cosa ilustrativa de la escasez...

Si me permites, para responder esta pregunta te voy a buscar lo que al respecto se dice en la Plataforma Programática de nuestro Partido aprobada en el Primer Congreso. Allí se dice: “Con el crecimiento de las fuerzas productivas, el desarrollo del comercio exterior, el crecimiento de la producción, el logro de un equilibrio monetario interno y la aplicación generalizada del pago según la cantidad y la calidad del trabajo aportado se va limitando gradualmente el área de la distribución en la que se mantiene la exigencia del racionamiento quedando reducida a aquellos productos de primera necesidad cuya oferta aún es insuficiente para asegurar la satisfacción de las crecientes necesidades del pueblo a través de un mercado liberado y mediante precios al alcance de todos, tomando en cuenta que es y será siempre preocupación fundamental de la Revolución que en la distribución de los bienes esenciales para la vida, por un principio de justicia y solidaridad social, las familias de más bajos ingresos tengan acceso a ellos”.

Partiendo de esto que se expresa en la Plataforma Programática y recordándote que si bien la libreta pone de manifiesto que aún hay escasez de algunos productos, es decir que no se ofertan de manera suficiente para asegurar la satisfacción de las crecientes necesidades del pueblo a través de un mercado liberado y mediante precios al alcance de todos como se dice en la Plataforma debemos tener en cuenta, como ya te expliqué antes, que la existencia de la libreta no significa necesariamente un nivel de vida más bajo que la ausencia de libreta de racionamiento.

La libreta puede ayudar a satisfacer de una manera mejor y más justa una necesidad y mantener de manera más equilibrada, uniforme y real para todos en relación con esa misma necesidad, un nivel de vida superior que el que existe sin libreta en otros países en las condiciones de la sociedad capitalista.

Ahora bien, sentado esto, y a partir de la política trazada en la Plataforma Programática se están tomando medidas para ir gradualmente a la eliminación del racionamiento, sin afectar nunca el propósito, planteado también en la Plataforma, de asegurar siempre los bienes vitales a las familias de más bajos ingresos por un principio de justicia y solidaridad social. Por esta razón en el caso de algunos productos como la carne, por ejemplo, pienso que demorará mucho más en desaparecer y es más, no vislumbramos aún el momento de su desaparición total en relación con tales productos. Pero en la mayor parte de los casos si se hace posible eliminar el racionamiento tomando las medidas adecuadas para ello y de una manera gradual.

Porque el racionamiento, a partir de cierto momento en que se han logrado determinados niveles de producción y de consumo, se convierte en un freno al desarrollo, al objetivo de lograr una mayor diversidad en la producción, en los surtidos de artículos de consumo y una mayor calidad de los productos para el consumo. El racionamiento que hemos tenido y aún tenemos nos obliga a producir de todo para todos: se produce tabaco y cigarros incluso para los que no fuman; se producen peines para todo el mundo, incluyéndonos a los calvos o de lo contrario habría que hacer un censo especial de calvos y excluirlos de la distribución. Y obliga, como regla, a producir de todo para todos porque el criterio de producción, en condiciones de una distribución racionada mediante cuotas, es precisamente el de producir los artículos racionados para que le lleguen a todo el mundo o por lo menos a los sectores de población que se decidan, como es el caso de la leche que no es para todo el mundo pero sí para sectores muy definidos de la población y dentro de esos sectores para todo el mundo. Y realmente no es posible lograr producir para todo el mundo toda la variedad de productos y surtidos que requiere un consumo adecuado y que reclaman las necesidades que plantea la vida actualmente.

Debemos producir para satisfacer las necesidades de todo el mundo, pero esto no significa que debamos hacerlo necesariamente con los mismos productos para todo el mundo. Dentro de los alimentos unos prefieren digamos las viandas al arroz, otros a la inversa; algunos prefieren las pastas, otros el pan y todos estos productos son artículos que en la mesa pueden sustituirse unos por otros. En artículos industriales, en la estructura de su ajuar, unos prefieren tener más camisas para cambiarse más frecuentemente de esta prenda y tener menos pares de zapatos, o puede ocurrir a la inversa; a unos les gustan unos modelos y a otros les gustan otros modelos; unos preferirían dejar de consumir algunos productos a cambio de poder consumir otros. Si indefinidamente, y aún rebasadas las limitaciones que hicieron necesario el racionamiento en un momento determinado, nos ajustamos permanentemente a una distribución por libreta tendríamos que producir, prácticamente de cada producto, lo suficiente para repartirlos a toda nuestra población, independientemente de su preferencia y gustos personales. Y como los recursos de que disponemos no alcanzarían para hacer esto, ello nos conduciría o nos mantendría en lo que en definitiva esta presente hoy, en cierta medida, que es en la monotonía de los surtidos, en la uniformidad, en el producir un limitado número de tipos de calzado, de pantalones, de blusas, y así sucesivamente.

Por otro lado, la distribución por libreta, como no puede ajustarse en todo a las necesidades y gustos de cada familia y persona, genera la necesidad de una redistribución complementaria a través del trueque: el que no fuma da los cigarros y el tabaco a cambio del café, de leche condensada, de arroz o de cualquier otra cosa; el que no toma café lo cambia por frijoles, y así miles de intercambios de este tipo que llevan además a la posibilidad del surgimiento de intermediarios que se dediquen a vivir de esto y actuar en bolsa negra.

La libreta y el racionamiento, necesarios como un instrumento de justicia social para ciertos productos y en ciertos momentos, y elementos que ayudan a neutralizar además los efectos de los procesos inflacionarios causados por los excedentes monetarios que puedan producirse en un momento determinado, rebasados esos momentos, y los limites de escasez que los hicieron surgir, se convierten en un elemento contraproducente que obstaculiza el desarrollo y la satisfacción más adecuada y completa de las necesidades de la población, que frena y dificulta la ampliación de los surtidos, de los modelos, la mejora de la calidad, etcétera.

Por eso se desarrolla ya una política encaminada a ir eliminando paulatinamente la libreta de racionamiento, reduciéndola a los casos de excepción antes mencionados. Este es un proceso que se ha iniciado pero que naturalmente demorará bastante tiempo todavía en generalizarlo a todos los productos y en llegar a sus objetivos finales.

A pesar de las explicaciones que se han dado todavía existen muchas personas que no entienden bien esto del mercado paralelo, no entienden que si la cuota de aceite no les alcanza por la libreta se venda este producto en el mercado paralelo. La gente dice que por qué no le dan un poco más a cada uno por la libreta y así a todos les toca, porque si no es así lo cogen los jubilados, las amas de casa que tienen tiempo para hacer las colas, etcétera.

Bien, ya hemos hecho algunos razonamientos de por qué no resulta positivo mantener la libreta como mecanismo de distribución y ciertamente el mercado paralelo es la vía fundamental que se ha entendido adecuada para ir sustituyéndola gradualmente.

Voy a explicarte lo relativo a la distribución del aceite y las razones existentes para venderlo en el mercado paralelo y a la vez aprovechar para explicarte otro caso en relación con la venta en dicho mercado de los frijoles enlatados que me fue planteado, como preocupación de sus electores, por un delegado del Poder Popular, porque pienso que la explicación de estos dos problemas pudiera servir para entender otros muchos que se producen y se van a producir en el futuro similares a estos, y para ayudar a entender en general la política del Mercado Paralelo.

Mira, realmente el aceite que se vendió en el año 78 por el mercado paralelo fue en total de 158 toneladas en latas de 2 libras. 158 toneladas son unas 340 mil libras y la cuota establecida es de una libra y media mensual de grasas por persona. Si distribuimos ese aceite por la libreta según la cuota, daría para la distribución, una sola vez en el año, a unos 230 mil consumidores. Si distribuyéramos, digamos, media libra adicional daría para una distribución una vez en el año a 690 mil consumidores. Si distribuyéramos, digamos, un cuarto de libra adicional ello daría para una 
distribución, una vez al año, a menos de un millón 300 mil consumidores, y el país tiene 9 millones 700 mil consumidores. Quiere decir que esa cantidad de aceite no es posible distribuirla a toda la población porque no alcanza para hacerlo en una cantidad mínima apreciable. Por esa razón se entendió lo más adecuado ese aceite, que tiene una calidad determinada, ofertarlo por la vía del mercado paralelo a un precio un poco más alto.

En relación con los frijoles enlatados, recientemente nos escribió un compañero delegado de Santiago de Cuba expresando que sus electores proponían que “en lugar de frijoles enlatados, que son muy caros y que para almorzar una familia debe gastar 3 pesos en frijoles, se vendan frijoles a granel de manera que pueda resolverse el problema económico de los consumidores”. Le explicábamos que en la Ciudad de Santiago de Cuba, en el establecimiento de una Empresa del MINAL y por iniciativa de la Provincia, con destino a las festividades, primero del 26 de Julio y después de fin de año, se había decidido, a partir de los frijoles acopiados en la Provincia y sin afectar para nada las cantidades destinadas a la distribución en grano a la población, producir en total en el año 78 la cantidad de 194 toneladas de frijoles enlatados para lo cual se usaron 55 toneladas de frijoles en grano.

Pero la Provincia de Santiago de Cuba tiene unos 910 mil habitantes lo cual requiere, a razón de una libra y cuarto per capita que es la norma mensual, que se le distribuyan allí 520 toneladas de frijoles cada mes. La distribución de fin de año, por ejemplo, que se hizo de un cuarto de libra adicional representó a destinar a Santiago de Cuba 105 toneladas. A razón sólo de media libra, se requieren 210 toneladas para darle frijoles a granel a Santiago de Cuba una vez y a razón de un cuarto de libra, como ya vimos, 105 toneladas de frijol en grano. Sin embargo, para fabricar esas 194 toneladas de frijol enlatado se dedicaron solamente 55 toneladas de frijoles en grano, quiere decir, que estas 55 toneladas de frijoles en grano para lo más que alcanzarían sería para darle 2 onzas adicionales a los consumidores de Santiago de Cuba una vez en el año.

Aclarábamos, además, que el precio de 70 centavos es un precio histórico para este producto enlatado y expresábamos también que el consumo nuestro de frijoles reclama una determinada importación de estos granos del área capitalista y que la producción nacional la debemos destinar fundamentalmente a sustituir estas importaciones del área capitalista, y no a incrementar por el momento los consumos y le dábamos algunos otros razonamientos alrededor de esta política.

Ahora, abundándote sobre las razones del mercado paralelo, voy a apuntarte algunos de los elementos que lo explican y, en mi opinión, lo justifican y lo hacen aconsejable.

Por un lado: amplía las posibilidades de compra de la población de algunos artículos que no tenemos en cantidad suficiente, como estos explicados, para hacérselos llegar por la vía racionada a toda la población, porque habría que producir, como dije antes, en cantidades suficientes para toda la población y esperar tener esas cantidades para hacer la distribución a toda la población y para ello requeriríamos varios años a estos niveles de producción de que hablábamos en el caso de los frijoles que se enlataron o del aceite que se produjo y desde luego son productos perecederos que no resisten la acumulación durante mucho tiempo, por ello la forma de distribuirlos no puede ser por la vía de la libreta.

Por otro lado, el mercado paralelo permite a la población que va a adquirir esos productos escoger con libertad entre unos y otros y comprar la cantidad que desee, lo cual no puede ser de la misma manera cuando se trata de productos racionados.

Otro factor que hace aconsejable el mercado paralelo es que permite, por tratarse de pequeñas cantidades trabajar en un mejoramiento y en una ampliación del surtido de los productos y en un mejoramiento de la calidad de esos productos, mediante el gasto de algunos insumos adicionales cuando ello fuese necesario, porque son pequeñas cantidades en comparación con las cantidades que se requerirían para distribuirlos por la libreta a toda la población. Por el momento, lo que se ha sacado en el caso de algunos productos no son precisamente productos muy a la moda y de amplio surtido, y se puede entender que hay una contradicción entre lo que en estos momentos hemos sacado a la tienda, en ropa femenina, etc. y esto que estamos planteando. Pero yo estoy explicando la política del mercado paralelo y no de lo que inicialmente ha sido posible sacar que son algunos inventarios de pequeñas excedencias que existían de años anteriores en algunos productos. El propósito es ir sacando de manera estable pequeñas cantidades que se puedan ir produciendo, por encima de la producción con destino a satisfacer las necesidades del racionamiento, con una mejor calidad y con un surtido más variado, que justifiquen los precios diferentes más elevados que se le ponen a estos productos.

Por ello entendemos que el mercado paralelo estimula a que aumente la calidad de los productos, a que se amplíe el surtido de los productos, y está llamado a convertirse en una especie de vanguardia y de avanzada en la producción de los distintos artículos que pueda ser después seguida por la producción en masa de esos artículos ya con destino a toda la población, que se traslade la calidad y el surtido que se va logrando por esta vía a la producción masiva hacia la población, cuando las cantidades que se produzcan así lo permitan.

Otro elemento que lo hace aconsejable en nuestro criterio, es que cuando se logra estabilizar la venta de un producto por este mercado, es un factor muy efectivo para combatir la bolsa negra de aquellos intermediarios, de aquellos que, para no trabajar, se dedican a hacer las colas o a obtener determinados productos de los que los reciben por la libreta y no los utilizan, comprándolos a un precio y revendiéndolos a un precio más alto, etc. y no obstante que los precios del mercado paralelo son más elevados que los que tienen productos similares distribuidos por la vía del racionamiento, sin embargo, se trata de precios que en muchos casos son más bajos de los que tienen también estos productos similares si se obtienen por la vía de la bolsa negra.

Pero lo más importante no es ninguno de estos factores que yo he mencionado hasta ahora. En nuestro criterio, la más importante de todas las razones que justifica la necesidad del mercado paralelo para vender productos a precios diferenciados más altos, es que ésta es la única vía de cumplir consecuentemente el principio socialista de distribución con arreglo al trabajo.

Todos sabemos que el principio de distribución “a cada cual según sus necesidades” pertenece al comunismo del que todavía nos separa un gran trecho. En el socialismo el principio es “de cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo”.

Si entendemos justo que al que tenga un trabajo más calificado o más complejo como por ejemplo un médico, un veterinario, un ingeniero agrónomo, un arquitecto, un científico, un técnico, un obrero calificado o al que tenga una mayor productividad en el trabajo, que rinda más a la sociedad, y al que trabaje en condiciones anormales, bien sea de noche, bien sean trabajadores de una mina o en fábricas que tengan determinadas condiciones nocivas para la salud, etc., se le pague un salario mayor por estas razones; también tenemos que entender que es justo que haya productos en el mercado y que haya servicios que sólo puedan ser comprados por esos que ganan más Es decir por estos trabajadores que, por su mayor calificación, por desarrollar un trabajo más intensivo o más hábil o por estar dispuestos a trabajar en condiciones más difíciles, hacen un aporte mayor a la sociedad y por lo tanto tienen el derecho a recibir de la sociedad una cantidad mayor de recursos.

De manera inmediata esa situación para estos trabajadores más calificados representa un salario mayor pero ese salario mayor, para que se convierta en una realidad la distribución con arreglo al trabajo, debe poder convertirse en una cantidad mayor de productos y de servicios que para los que ganen menos porque hacen un trabajo de menos calificación o menor cantidad y que por lo tanto aportan menos a la sociedad. Es decir, que para los primeros tiene que convertirse el mayor salario en la posibilidad de poder consumir más que los demás.

Si no fuera así, ¿para qué les serviría el dinero que ganan de más? ¿Qué estímulo material tendría entonces un trabajador para laborar con más productividad, para calificarse o para ir a realizar tareas más complejas, más peligrosas o más desagradables? ¿Sólo para obtener más dinero? El dinero para los trabajadores no es un fin en sí mismo, es un medio para obtener los medios de consumo, aquellos que satisfacen sus necesidades y las de su familia. Solo es un estímulo ganar más dinero si con ello se pueden obtener más cosas, que no se pueden alcanzar ganando menos. Y para que esto sea así, es indispensable que haya productos y servicios en el mercado a precios más altos que los normales, productos y servicios que solo puedan ser adquiridos por aquellos que ganan más.

Esta es una motivación necesaria para el desarrollo, para el aumento de la producción y de la productividad, para la elevación del nivel técnico de los trabajadores y por todo esto es en definitiva una motivación necesaria para el mejoramiento de la sociedad y de los trabajadores en general, incluso de aquellos que ganan menos y que no tienen posibilidades en todos los casos de adquirir estos productos de precios superiores.

Hay que tener presente que en el socialismo desaparecen motivaciones materiales de mucha fuerza que existen en el capitalismo y que presionan sobre el trabajador, haciéndole producir más. Uno de estos factores que existe en el capitalismo y que desaparece en el socialismo es el desempleo. El que está empleado sabe que esperando para ocupar su puesto hay un ejército de desempleados y por lo tanto tiene que esmerarse en cumplir bien su labor, en ser eficiente como trabajador, para no perder su empleo y quedar desocupado. Eso no existe en el socialismo: cada trabajador tiene asegurado su empleo, no hay un ejército de desempleados esperando para sustituir a los que puedan resultar despedidos. Incluso cuando por alguna razón no imputable al trabajador se paraliza la producción temporalmente se le paga un por ciento de su salario por esa interrupción laboral.

Otra motivación para que el trabajador se esfuerce más en el capitalismo y que desaparece con el socialismo, es el temor a enfermarse y a no tener recursos con los cuales ir al médico y tener la asistencia médica y hospitalaria necesaria; esto hace que el trabajador busque disponer de los ingresos necesarios, y si le es posible de algún ahorro con este propósito. En el socialismo este servicio se le ofrece gratuitamente, no es un motivo por el cual él tenga que esforzarse más.

Otra motivación que existe en el capitalismo y que desaparece en el socialismo, es la relacionada con los recursos necesarios para la educación de los hijos. Padre que en el capitalismo quiera que sus hijos estudien y adquieran una calificación, necesita obtener esos recursos mediante su trabajo, de manera personal; obtener un salario, un ingreso que le posibilite costear el estudio de sus hijos. En el socialismo esto desaparece porque la sociedad resuelve el estudio de los hijos de los trabajadores sin costo alguno para los padres.

Otra motivación que hay en el capitalismo, es el temor a cuando llegue la vejez, cuando ya no se pueda trabajar, lo que hace necesario esforzarse mientras se está apto para el trabajo, obtener el ingreso mayor posible con vistas a ahorrar, a guardar algo si es posible, para cuando llegue ese momento. En el socialismo está asegurada la jubilación y el ingreso en este sentido, sin relacionarlo de manera significativa a la actitud cotidiana y eficiente del trabajador.

En el capitalismo cuando alguien no paga el alquiler lo desahucian, lo botan para la calle, eso en nuestra sociedad no existe y el alquiler aunque hay que pagarlo, es muy bajo, es como máximo un 10% del salario. En Cuba antes representaba como promedio un 30% del salario.

Asimismo, los alimentos vitales, los alimentos fundamentales se aseguran como ya vimos a precios bajos, por debajo del costo de producción, con perdida para la sociedad en su conjunto.

Por lo tanto, la posibilidad de satisfacer todas estas necesidades, que en el capitalismo depende exclusivamente del esfuerzo individual del trabajador, que lo estimula a producir, a trabajar más y mejor y a elevar su calificación, no se presenta de igual manera en el socialismo. Estos problemas en el socialismo están resueltos sin que se relacionen directamente con el mayor o menor esfuerzo de cada uno en particular. Están relacionados desde luego con el trabajo y el esfuerzo de todos en su conjunto, porque si no existiera el trabajo y el esfuerzo de todos no habría recursos para poder dar los servicios médicos y educacionales, gratuitos; pero no están vinculados de manera directa al esfuerzo personal de cada trabajador.

Y si estas motivaciones no están presentes en el socialismo y tampoco utilizamos las otras motivaciones que representa el poder consumir algo sólo si se trabaja más y mejor y por tanto se puede ganar más, ¿qué razones materiales habría para trabajar más y mejor? ¿Cuál pudiera ser el contenido concreto de los estímulos materiales que se hacen necesarios junto a los estímulos morales en esta etapa de construcción en el socialismo? Porque todavía los hombres que vivimos en esta etapa necesitamos la presión de esos estímulos para rendir el máximo pues nuestra conciencia no esta aún lo suficientemente desarrollada para actuar únicamente empujados por los estímulos morales. Pero además de eso, si el servicio de salud y educación es gratuito, si los productos vitales se venden por debajo de su valor y hasta de su costo, se hace necesario que otros productos, que ya no resultan tan vitales, se vendan por encima de su valor para que la sociedad recupere por un lado los recursos que da gratuitos por otro lado. ¿Cómo se logrará si no el equilibrio financiero interno y se mantendría el valor del dinero?

Dicho de una manera un tanto esquemática, pero que refleja lo esencial del problema: la suma de los precios a que se vendan todos los artículos, todos los productos y todos los servicios que se le puedan ofertar a la población durante un año debe ser igual a la suma de todos los ingresos personales que reciba la población en ese año y con los cuales la gente irá a comprar esos productos, esos servicios, esos artículos. Si no es así, sobraría el dinero, y entonces ese dinero perdería su valor. Habría dinero, en tal caso, que no habría en que gastarlo y de nuevo esto sería una razón para que se perdiera el interés en ganar ese dinero, y disminuiría también por estas razones, la motivación para trabajar más y mejor y como medio para ganar más.

Esa es la razón por la cual hay productos, artículos y servicios que tienen que venderse por encima de lo que valen. Eso no se le oculta a nadie, no es un engaño a nadie. A veces surge un producto con un precio alto y algunos dicen: eso no vale ni la mitad del precio que le han puesto. Es verdad, puede ser que no valga ni la mitad ni la cuarta parte del precio que se le ha puesto, pero es que frente a esa verdad está la otra verdad, tan contundente como ésta y es la de que se están dando gratis, sin costo alguno, sin que haya que pagar absolutamente nada por ellos, los servicios de la salud, los servicios de la educación y que se están dando muy por debajo de lo que cuestan, productos fundamentales como la carne, como la leche, como otros muchos productos alimenticios, el servicio de los círculos infantiles, etc.

Pudiera hacerse distinto, y ponerle a cada cosa el precio que le corresponde, según lo que cueste, pudieran en ese caso venderse más barato estos artículos del mercado paralelo, pero entonces habría que cobrar la asistencia médica, el ingreso a los hospitales, habría que cobrar por su precio los círculos infantiles, habría que cobrar por su precio y por su valor la carne, la leche, etc. y entonces si creemos que resultarían afectados los núcleos de más bajos ingresos que no pueden prescindir sin embargo de estos servicios y estos productos, porque son fundamentales, porque son vitales. Porque un núcleo de bajos ingresos puede prescindir de comprar cigarros o de comprar tabaco, que además es dañino para la salud; puede prescindir de comprarse un televisor si le resulta muy caro; puede prescindir de comprar una botella de bebida alcohólica si le resulta muy cara; puede prescindir de comprarse el producto adicional, la ropa adicional, la muda de ropa adicional, la camisa, la blusa adicional que se le vende en el mercado paralelo si le resulta muy cara; pero lo que no puede es prescindir, sin afectar algo esencial y vital para él, de ir al médico cuando esté enfermo o de asegurarle la escuela a sus hijos o de comprar. el alimento que necesita para alimentar a sus hijos y todo esto lo tienen asegurado las familias de más bajos ingresos bien gratuitamente, bien a través de la libreta de racionamiento y a través de ofertarle estos productos a precios que están a su alcance. Pero una cosa implica la otra, si hay cosas gratis y con precios por debajo de su valor tiene que haber otras que se vendan a precios altos. No es posible ofertarlo todo para que esté al alcance de todos porque entonces no tendría sentido el pagar salarios diferentes y el que unos ganaran más que otros.

Si nos dejamos llevar por el altruismo romántico al que todos los revolucionarios nos sentimos inclinados y si nos dejamos ganar por un igualitarismo que no se corresponde con la fase socialista que estamos viviendo, con ello, sin darnos cuenta, estaremos perjudicando y no beneficiando a la sociedad y, como dije antes, a los propios trabajadores de menor ingreso, que si bien es verdad que por el momento no pueden obtener algunos de estos productos y servicios del mercado paralelo por venderse a precios más elevados, sin embargo, la forma de lograr que mejore la calidad de los productos que obtienen a precios inferiores, de lograr que se amplíe el surtido que se le ofrece, y de lograr que todo el mundo trabaje más y mejor y por lo tanto se produzca más, en mayor cantidad y con mejor calidad, es estimulando a todos a trabajar con la mayor eficiencia, con la mayor productividad y a mejorar su calificación técnica. Esa es la vía para desarrollarnos, esa es la vía para que en un momento dado puedan existir los productos en abundancia suficiente y que se les pueda bajar el precio, porque ya existen en cantidad bastante para todo el mundo.

Y eso es lo que se persigue con el mercado paralelo y con la venta de productos y servicios a precios diferenciados más altos que estimulen a todos a rendir más, lo que al final habrá de redundar en beneficio de todos y éste mecanismo es también un estímulo para aquellos trabajadores de más bajos ingresos para que se califiquen, para que trabajen con la mayor productividad posible, con vista obtener un ingreso adicional al habitual que han estado obteniendo, y poder aspirar en algún momento, una vez cada 6 meses, una vez al año, a ir también al mercado paralelo a adquirir algún producto adicional.

Por la libreta no se podrían ofrecer estos productos porque se necesitaría producir para los casi 10 millones de habitantes que tiene el país, por lo tanto la única forma de que se oferten es a precios más altos. Todos no podrán comprar de todos estos productos pero unos trabajadores compraran de unos artículos y otros compraran de otros.

Algunos, los que ganan más, podrán ir con más frecuencia y los que ganan menos podrán ir solo unas pocas veces, pero para todos se presenta una oferta adicional que no existía, que de otra forma no podría existir, una oferta además con, un mayor surtido, con una mayor calidad y, por lo tanto, resulta algo de lo que gana toda la población sin que nadie pierda nada. Habrá unos que podrán obtener más y otros que podrán obtener menos de estos productos adicionales del mercado paralelo, pero toda la población obtendrá más que antes y tendrá más posibilidades que antes. Creo que esto puede entenderlo todo el mundo, lo que hace falta es explicárselo con claridad a la gente.

Pasemos ahora a uno de los problemas más sentidos por la población, el problema de la vivienda. En la última sesión de la Asamblea Nacional se informó que hubo un grave incumplimiento del plan de construcción de viviendas. Sólo se construyó un poco más de 2 tercios del plan. De las 24,000 contempladas en el plan sólo se construyeron 16,500.

Por otra parte en un estudio de una de las comisiones de la Asamblea, se afirmó que alrededor de 25,000 viviendas se destruyen anualmente por falta de reparación. Estos datos son sin duda alarmantes, según ellos, el año pasado se construyó menos de lo que se destruyó. Esto parecería estar dando la razón a aquellos que se han planteado que no entienden bien la política de viviendas de la Revolución, que no entienden por que se destina tan poco esfuerzo a la reparación poniéndose el énfasis en las nuevas construcciones.

¿Qué nos puedes decir de la política de viviendas que hasta ahora se ha tenido y cuáles son las perspectivas futuras? ¿Qué se va hacer en cuanto a reparación y mantenimiento de las viviendas? El que se haya constatado que 25,000 viviendas perecen anualmente por falta de reparaciones, ¿alterará el plan de construcciones?, o ¿de dónde se sacarán los recursos para parar ese grave fenómeno que termina por costar muy caro a la Revolución?

Ya antes precisé que en definitiva se terminaron en el 78 más de 16,700 viviendas. En concreto la información estadística que tenemos nos da a conocer que se terminaron 16,778 viviendas y que quedaron en proceso unas 30 mil, algunas en un avanzado estado de construcción lo que permitirá terminarlas en un breve plazo durante este año.

Es cierto que existe un proceso de deterioro del actual fondo de viviendas porque no ha sido posible dedicar los recursos necesarios para su mantenimiento y reparación, y además porque no hemos tenido una política al respecto debidamente estudiada y fundamentada.

También es cierto que tal vez se debió dedicar una cantidad mayor de recursos a este objetivo restándolo de los que se dedicaban a las nuevas construcciones. Pero lo fundamental reside en que se hizo indispensable destinar los recursos disponibles, de manera decisiva, hacia las nuevas construcciones, no sólo de viviendas e incluso no principalmente de viviendas, sino a la construcción de escuelas, hospitales, círculos y otras obras sociales, así como a fábricas, vaquerías, etc.

Aparte de eso hay que tener en cuenta que si bien es cierto que las viviendas existentes requerían mantenimiento y reparaciones por encima del que han recibido, también es verdad por ejemplo, la necesidad que hubo de terminar con los barrios insalubres que existían, en primer lugar en La Habana y Santiago de Cuba, al triunfo de la Revolución. Es verdad también el alto crecimiento de la población sobre todo en los años 60 no olvidemos que hoy tenemos 3 millones de habitantes más que en el 58 ; la necesidad de construir comunidades rurales para incorporar a los campesinos dispersos a determinados planes estatales; es verdad también el crecimiento de la cantidad de matrimonios con posterioridad al triunfo de la Revolución, pues si por ejemplo en el año 58 tuvieron lugar menos de 5 matrimonios por cada mil habitantes del país, ya en el año 61 se produjeron 10,3 matrimonios por cada mil habitantes y para el año 70 tuvieron lugar más de 13 matrimonios por cada mil habitantes. Todas estas razones exigían que se construyeran indispensablemente nuevas viviendas. La demanda ha sido muy superior incluso a las que se han construido con estos destinos, sin contar las que era necesario construir para reponer aquellas que estaban en peor estado y que ya no era posible reparar. Sabido es que muchas familias han tenido que dividir sus casas con esfuerzos propios para que pudiesen vivir el hijo, la hija que se casaron, con la nueva familia que se creaba, y en otros casos simplemente se han agregado al hogar de los padres, viviendo en condiciones de mucha estrechez y dificultades.

Ante una escasa disponibilidad de recursos constructivos, insuficientes para responder a todas las necesidades en este sentido, es muy difícil juzgar la política seguida y hasta qué punto haber destinado los recursos necesarios al mantenimiento y a las reparaciones, hubiera impedido satisfacer en el grado mínimo las necesidades que las nuevas construcciones han satisfecho, creando problemas tal vez mayores que los que actualmente tenemos por la falta de esos mantenimientos y esas reparaciones.

Lo que sí es cierto, porque es un hecho, independientemente de que esté o no lo suficientemente justificada la política seguida hasta ahora, es que se ha acumulado un déficit de reparación y mantenimiento realmente preocupante, y que hasta este momento no ha existido una política en este sentido. Ya en la Plataforma Programática, aprobada por el Primer Congreso del Partido en el año 75, se orientaba que: “se destinarán recursos de manera creciente para la reparación y mantenimiento de viviendas y edificaciones industriales, agropecuarias, de infraestructuras y sociales en general con el objetivo de mantenerlas en buen estado y prolongar su vida útil”.

En cumplimiento de esto un primer paso en este sentido ha sido determinar de manera directiva en el plan de la economía nacional, que del total de recursos constructivos que se le entregan a los órganos locales del Poder Popular desde 1978, un 70% aproximadamente debe ser destinado a reparaciones y mantenimientos y sólo un 30% a nuevas construcciones. Esto el año pasado significó que se destinaran a este propósito recursos por casi noventa millones de pesos. En el plan de este año se prevé dedicar a este mismo objetivo unos 115 millones de pesos. De todas maneras ésta es una cantidad aún muy insuficiente, pues la cantidad de recursos antes mencionada debe dedicarse a reparación no sólo de viviendas, sino también a la reparación de escuelas, instalaciones de salud, de la red gastronómica y comercial, cines, instalaciones deportivas, acueductos y alcantarillados, calles, parques, edificaciones sociales e industrias, etc., es decir a todas las actividades que se subordinan a los órganos locales del Poder Popular.

Y según el estudio de la comisión de la Asamblea Nacional a que tú haces referencia, dentro de estas necesidades, tan sólo para la reparación de viviendas, escuelas e instalaciones de la salud, se requieren recursos por unos 120 millones de pesos anuales.

No obstante, ya se han dado los primeros pasos en la dirección de establecer una política en este sentido, el propio estudio mencionado que no ha concluido en todos sus aspectos, es una base de extraordinaria utilidad para poder establecer esa política de manera fundamentada. Ya para el plan de 1980 trataremos de llegar un poco más a la cantidad de recursos que se necesitan para satisfacer este problema y a partir de 1981 pensamos poder dar una respuesta bastante completa a esta demanda, debido al crecimiento previsto en general en las industrias de materiales de construcción, y en primer lugar en la producción de cemento que será el doble de la actual para el próximo quinquenio.

Específicamente en cuanto a nuevas construcciones. ¿Cuál es la perspectiva? ¿Se seguirá haciendo el mismo tipo de vivienda que hasta ahora?

No, la idea es establecer algunos cambios. Prácticamente se está concluyendo un estudio realizado por una comisión integrada por compañeros del Ministerio de la Construcción, del Comité Estatal de la Construcción, del Centro de Estudios y Control de Desarrollo de la Vivienda, del Instituto de Planificación Física, de la Junta Central de Planificación y de la Comisión de Construcción y Materiales de Construcción de la Asamblea Nacional, acerca de esta cuestión con el propósito de adecuar los tipos de viviendas que construyamos en lo adelante a la estructura que tienen nuestras familias y contemplando en los proyectos una utilización más intensiva de la superficie de las viviendas que nos permita utilizar mejor los recursos disponibles.

Actualmente se construyen viviendas sólo de dos tipos, con dos y con tres dormitorios dobles, es decir, para familias de 4 y de 6 personas, sin embargo estas familias representan tan sólo un 28% del total de familias existentes en el país. De ello se deriva que cuando se entrega una tasa de éstas a familias con uno, dos y tres miembros, y de 5 miembros a los que se les entrega una casa con capacidad para 6, se está desaprovechando espacio, y estas familias con uno, dos, tres y cinco miembros, representan el 53% del total de las familias. Por el contrario a las familias de 7 miembros y más, que son el 19% del total, se les entregan viviendas que en general les resultan insuficientes.

Los nuevos proyectos que se están elaborando de diferentes tipos de viviendas adecuados a los distintos tipos de familias y con un uso más intensivo y mejor aprovechado de la superficie de dichas viviendas, permitirían construir aproximadamente unas mil 500 viviendas con los mismos recursos con que hoy se construyen 1,000, y con ello podrán resultar beneficiadas unas 6,300 ó 6,400 personas con los mismos recursos que hoy se usan para beneficiar a unas 4,000 ó 4,200 personas.

¿Qué ocurrió el año pasado en relación a los materiales de construcción, concretamente con el cemento? Según nuestra información las Asambleas Municipales del Poder Popular tuvieron muy poco que distribuir.

El año pasado tuvieron lugar diversas dificultades. En primer lugar, el plan de cemento no se cumplió al 100%, pero más que el incumplimiento del plan del año en su conjunto, que fue mínimo, lo que afectó fue el incumplimiento del plan en los primeros nueve meses, y sobre todo en el primer semestre, que fue bastante notable. Ello afectó las entregas a tiempo de las cantidades de cemento que se habían asignado a los órganos locales del Poder Popular y ya al final, aunque se mejoraron mucho estos suministros no fue posible recuperar los atrasos acumulados. El cemento con destino a la venta a la población se entregó todo según las cantidades planificadas e incluso se sobrecumplió el plan aunque dichas entregas estuvieron muy concentradas en la última parte del año, lo que impidió que tuviesen un efecto apreciable en las reparaciones por cuenta propia de la población en el transcurso del año. Parte de ese cemento lo ha recibido la población en el último mes del año pasado. Ahora bien, en la práctica a la población se le vendió en 1978 mucho más cemento del que estaba planificado venderle y hay provincias como Pinar del Río y Holguín en que se le vendió el doble del plan, en Ciego de Ávila se le vendió una cantidad 6 veces mayor que lo planificado y en Matanzas casi 4 veces más. Esto se debió a que fue vendido a la población cemento que estaba destinado a las construcciones y reparaciones a realizar por los Órganos del Poder Popular pero que al recibirlo tardíamente ya no lo podían emplear en cumplir sus planes y decidieron venderlo a la población. Por esto puedo decirte que, aunque mal distribuida en el tiempo, la venta de cemento a la población se sobrecumplió en 1978.

En el año actual está previsto venderle una cantidad que es el doble de la que se planificó para el año anterior, aunque es necesario tener presente que por haberse sobrecumplido el plan de ventas de 1978 a veces en 2 y hasta en 6 veces en algunas provincias, este plan de 1979 puede resultar en los hechos inferior a las ventas reales realizadas en el año pasado.

De todas maneras, debe mejorar el suministro de cemento a la población en el año actual y por tanto el trabajo de reparaciones y mantenimiento por cuenta propia de la población y además se están tomando medidas por los compañeros del Comité de Abastecimiento Técnico Material y del Ministerio de la Industria de Materiales de Construcción para que las entregas de este producto se realicen adecuadamente desde los primeros meses y a lo largo de todo el año.

¿Cómo se explica que Cuba exporte cemento si éste no alcanza para satisfacer las necesidades internas?

Hasta el año pasado y todavía este año, la producción de cemento realmente no satisface las necesidades internas; pero a partir de 1980 con las dos nuevas fábricas que entran en producción, la de Mariel y la de Cienfuegos, se comenzará a dar respuesta a las necesidades internas y para mediados del próximo quinquenio estaremos produciendo el doble de lo que produjimos el año pasado, o sea más de 5 millones de toneladas con la cual dispondremos incluso, según los cálculos que hemos hecho, de un excedente significativo para la exportación.

La exportación que estamos haciendo ya desde hace dos o tres años, no obstante no tener aún satisfechas las necesidades internas, tiene dos razones fundamentales: por un lado la necesidad de ir creando un mercado en el cual podamos vender después esos excedentes de cemento de que hablo, y segundo la necesidad de diversificar nuestras exportaciones y de obtener ingresos en moneda libremente convertible con otros productos además del azúcar, sobre todo en la situación de los bajos precios de ésta, aún a costa de afectar las necesidades internas de dichos productos, para poder contar con ingresos en divisas que nos permitan realizar los pagos indispensables a que estamos obligados en el mercado capitalista y poder adquirir artículos que nos resultan aún más necesarios que el cemento y otros productos que exportemos.

Es necesario entender que una economía pobre tiene que privarse en muchas ocasiones de consumir lo que ella misma produce o parte de lo que produce para poder obtener a cambio otros recursos que le son más urgentes y necesarios y que no produce o los produce en cantidades insuficientes.

Me parece que esto es algo que se pudiera comprender mejor si nos trasladáramos del macromundo más complejo y general de la economía nacional del país al micromundo económico o mundo económico más pequeño de una economía familiar individual pobre en las condiciones de una sociedad capitalista, porque a escala de esta economía individual las cosas se presentan de manera menos complicada, más sencillas y más diáfanas y considero que comprensibles para todo el mundo, y sin embargo a esa escala se plantean los hechos de una forma muy similar a la que se afronta a escala de toda la economía nacional.

Para que las situaciones sean realmente comparables en este símil que pretendemos hacer, debemos pensar en la economía familiar individual no de un obrero, sino de un pequeño productor artesano o campesino, porque un obrero no es propietario de medios de producción, mientras que un país socialista sí es propietario de medios de producción. Y para ejemplificar en concreto lo que pretendo, voy a seleccionar una familia campesina pobre, porque es la situación que mejor conozco personalmente por mi propia procedencia.

¿Con qué criterios maneja los recursos de que dispone un campesino pobre y qué prioridades establece a la hora de invertir los escasos ingresos que obtiene? Ese campesino como norma no pide dinero prestado nunca para comprar alimentos, ni ropas, ni zapatos, ni mucho menos para su recreación o la de su familia. Él se encarga de producir de manera complementaria, principalmente viandas, frijoles y en algunos casos leche para su sustento y el de su familia. Renuncia a comer carne de res porque tendría que comprarla y no le alcanza el dinero, y aunque tiene por lo general una pequeña cría de cerdos y aves, no come tampoco carne porcina ni avícola y ni siquiera los huevos que le ponen sus gallinas porque usa a éstas y a esos huevos para venderlos como una pequeña “exportación” complementaria que le dé ingresos para comprar productos industriales que él no produce y que le son más necesarios en su situación que la carne y que los huevos, como es, por ejemplo, la sal, el azúcar, el jabón, la pasta de dientes, etc.

De vez en cuando mata un cerdo, pero lo hace para resolver sus necesidades de grasa y en ese momento come la carne ocasionalmente como un subproducto. En cuanto a las aves las mata sólo para alimentar algún enfermo de la familia o para homenajear a alguna visita. Es decir, ese campesino y su familia se privan de consumir algunas cosas que ellos tienen y que ellos producen y se limitan a alimentarse de manera más deficiente sólo con viandas y granos y cuando más con leche, porque entienden, comprenden que les es más conveniente “exportar”, es decir vender esa carne y esos huevos para poder obtener a cambio otros recursos que les resultan más necesarios y que no tienen otra forma de obtener. Cuando al final vende la cosecha de su principal producto de “exportación”, que supongamos sea el tabaco, y vende también algunos productos secundarios: excedentes de las viandas y granos producidos con propósitos de autoconsumo por ejemplo, y recibe los exiguos ingresos que esto le proporciona y que son sus “divisas”, ¿cómo las invierte? ¿Qué prioridades establece para gastar esos ingresos, esas “divisas”, que no le alcanzan para cubrir todas sus necesidades ni siquiera las más perentorias? Lo primero que hace es pagar las deudas que tiene contraídas con el banquero o con el comerciante prestamista, incluyendo los correspondientes intereses. Y es lo primero porque no puede dejarlo de hacer puesto que de lo contrario perdería las posibilidades de obtener para el próximo año los recursos con los cuales volver a producir y seguir viviendo y sosteniendo a su familia.

La segunda prioridad que establece es la de pagar las deudas que haya contraído con el médico y con el farmacéutico, pues se trata de necesidades que no puede soslayar: él no ha podido dejar de ir al médico y de ir a la farmacia para los enfermos de la familia.

En tercer lugar le paga al comerciante de víveres por aquellos productos alimenticios industriales que haya tenido que comprar y para lo cual no le son suficientes los pocos ingresos que ha obtenido con sus ventas de aves y de huevos. Y la cuarta prioridad es pagar o comprar en la tienda de ropa y calzado las telas y ropas mínimas que necesita él y su familia, las más baratas, y en primer lugar no la ropa de salir, sino la ropa y el calzado de trabajo, y sólo si le alcanza compra algunas mudas de salir.

La quinta prioridad, si aún le resta algo, es la de darle algo a sus hijos jóvenes para que vayan a un baile, a alguna fiesta, al cine o a cualquier otro centro de distracción, pero por lo general para esto último no le queda nada o casi nada.

Asimismo, cuando ese campesino pretendía desarrollarse como productor, tecnificar en alguna medida pequeña su producción comprando algún motor para regadío o cualquier otra pequeña inversión de este tipo, como comprar un tractor o una planta eléctrica sólo podía hacerlo restringiendo aún más su ya estrecho consumo personal y lo hacía comprando esto a crédito para lo cual tenía que pedir prestada una cantidad determinada al banco y pagar un interés, la cual iba pagando en los próximos años hasta que saldara esta deuda que es a lo primero que dedicaba sus ingresos. Su consumo, repito, si decidía hacer esto se veía restringido en mayor medida todavía. Esa era la única forma que tenía ese campesino para intentar desarrollarse: sacrificando el consumo inmediato. ¿Y con qué propósito intentaba desarrollarse este campesino?, con el de crear unas mejores condiciones materiales para sus hijos y para su familia en el futuro, para que no tuviesen que pasar las vicisitudes y las dificultades que él estaba pasando, para que pudieran precisamente consumir más en el futuro y satisfacer en mayor medidas sus necesidades sin las restricciones del momento, para asegurarse su vejez. Es decir, sacrificaba su consumo del momento, lo restringía, trabajando para mejorar su consumo perspectivo, el que iba a tener dentro de 5, 10 ó 15 años.

De manera similar, aunque a una escala incomparablemente mayor y con muchas mayores complejidades, se nos presenta la situación en el manejo de la economía nacional de un país pobre, y similares son las prioridades que estamos obligados a establecer en el uso de nuestros recursos y en el manejo de nuestras divisas. Una sola cosa fundamental aparece como prioridad a escala de todo el país que no está presente por lo general entre las prioridades del campesino: la necesidad de destinar recursos a la educación y esto se produce a escala de todo el país no sólo por un problema de justicia y humanismo social, sino porque en el caso del campesino para desarrollar las labores de su pequeña economía individual no necesita de fuerza de trabajo calificada, o por lo menos puede prescindir de ella, pero a un país le resulta imprescindible educar por lo menos una parte de su población para contar con la fuerza de trabajo calificada que requiere el complejo mecanismo de una economía nacional: médicos, ingenieros, economistas, técnicos de todo tipo.

Por lo demás la situación es sumamente parecida y creo que si se comprende claramente el por qué el campesino se ve obligado a actuar como lo hace y se considera racional y lógica esa forma de decidir en su situación y condiciones, también se comprenderá el por qué en la situación de un país pobre como el nuestra la decisión lógica y racional es el privarnos de parte de lo que producimos en diversos artículos aún cuando no tengamos satisfechas las necesidades de esos artículos para poder obtener a cambio otros que no producimos, o que producimos en cantidades aún insuficientes y que nos resultan más necesarios que los primeros.

A la hora de decidir las prioridades para gastar las divisas que obtenemos, la número uno es la relativa al pago de las deudas que tengamos contraídas con sus correspondientes intereses, deudas que están referidas, por lo general a las compras que hemos hecho para inversiones en fábricas, las compras en equipos y de otros recursos de producción, indispensables para nuestra actividad económica y sobre todo para nuestro desarrollo. En segundo lugar nos vemos obligados a comprar lo necesario para asegurar la producción de nuestros fondos exportables de los que dependen precisamente esos ingresos en dividas y sería absurdo priorizar cualquier otra cosa antes que esto, pues ello significaría el no poder contar después con los ingresos indispensable ni para una cosa ni para la otra. En tercer lugar está el aseguramiento de lo relativo a la salud pública y después el aseguramiento a las importaciones que aseguren las producciones de los alimentos fundamentales, de los artículos industriales más indispensables a nuestra población, los servicios del transporte, la educación y así sucesivamente.

Por estas razones es que exportamos cemento y exportamos también otras cosas, aún cuando no tengamos satisfechas las necesidades de estos productos. De igual manera que el campesino de nuestro ejemplo vende sus aves y sus huevos aún cuando no tiene tampoco satisfechas en lo más mínimo sus necesidades de proteínas de origen animal.

Por último, ¿crees tú que el pueblo debe estar informado de todas las dificultades objetivas que enfrenta la Revolución o es preferible mantenerlo con la esperanza de que va a ser resueltas?

Bueno Marta, por la manera en que me formulas tu pregunta se me hace posible responderte que debemos hacer ambas cosas.

Debemos mantenerlo con la esperanza de que las dificultades objetivas que enfrenta la Revolución van a ser resueltas porque esa es una verdad, es una esperanza completamente realista. Esas dificultades van a tener indudablemente solución con el desarrollo económicos que logremos mediante nuestros esfuerzos, nuestro trabajo, con una política económica correcta debidamente estudiada, con la colaboración de los demás países socialistas, como la tenemos actualmente en primer término de la Unión Soviética. Podemos mantenerle esa esperanza porque estamos convencidos que el socialismo hace posible plantearse como sueño completamente realizable aún para un país tan atrasado como el nuestro y aún más atrasado, la superación de ese atraso, la solución de los problemas objetivos creados por el subdesarrollo y lograr la satisfacción de las necesidades de la población, convirtiéndonos en un país desarrollado.

Pero yo supongo que tu pregunta se refiere a si es correcto mantenerle esperanzas falsas y engañosas al pueblo sobre soluciones imposibles e inseguras, haciéndole promesas a plazo fijo o en plazos breves sobre cosas que sólo es posible resolver en plazos largos. En este caso te respondo que no es correcto, y me parece que estoy haciéndote una aclaración y una precisión innecesaria, totalmente de perogrullo, pues está claro, de acuerdo con los principios comunistas, con los principios marxistas- leninistas, con la educación, el ejemplo y las orientaciones explícitas que nos ha dado Fidel, que al pueblo no se le debe engañar nunca ni se le deben crear nunca falsas ilusiones: ni al pueblo en general ni a nadie del pueblo en particular, sino que siempre le debemos decir la verdad, mantenerlo informado. Debemos sentir el deber y la obligación de explicarle nuestras decisiones y la política que seguimos, los problemas y las dificultades que enfrentamos, las posibilidades que tienen de solución unos u otros problemas.

FIN


NOTA SOBRE AL AUTOR:

Humberto Pérez González. Doctor en Ciencias Económicas. Ministro Presidente de la Junta Central de Planificación 1976-1985 (actual Ministerio de Economía y Planificación). Vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba 1979-1985. Director Ejecutivo de la Comisión Nacional para la implantación de la Nueva División Político Administrativa (DPA), de la organización de los Órganos del Poder Popular (OPP) y la aplicación del Nuevo Sistema de Dirección y Planificación de la Economía (SPDE) 19756-1976. Secretario Ejecutivo para la aplicación del Nuevo Sistema de Dirección de la Economía (SDPE) 1975-1985. Jefe de la Casa Financiera del Turismo (FINTUR) 2002-2006. Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular 1976- 1986. Profesor Titular Adjunto de la Universidad de La Habana. Autor de conocidos libros y artículos.

Publicaciones recientes

“Principales debilidades internas actuales del modelo y perspectivas de nuestro socialismo” (comentarios enviados a Catalejo por el economista cubano Humberto Pérez, a propósito de la propuesta de conceptualización del modelo socialista cubano, discutido en el pasado Congreso del PCC). Catalejo, revista Temas, 6 de octubre de 2016. http://www.temas.cult.cu/catalejo/principales-debilidades-internas-actuales-del-modelo-y-perspectivas-de-nuestro-socialismo

“Necesitamos socialismo y realismo”, Moncada, 16 de junio de 2016,http://moncadalectores.blogspot.fr/2016/06/necesitamos-socialismo-y-realismo.html

“Precisando hechos y datos. Acerca de los comentarios de Amuchástegui”, Catalejo, revista Temas, 5 de abril de 2016. http://www.temas.cult.cu/node/1404


“En el 40 aniversario del primer Congreso del Partido” (publicado originalmente en Catalejo, revista Temas, 15 de diciembre de 2015). http://moncadalectores.blogspot.fr/2015/12/en-el-40-aniversario-del-primer.html