El 9 de mayo, ciudades rusas desde Vladivostok hasta Kaliningrado acogen desfiles militares por el 70.º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial.
Además del desfile principal del Día de la Victoria que se celebra en Moscú, otras ciudades rusas también acogen las celebraciones para conmemorar el septuagésimo aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial.
Los desfiles militares tendrán lugar en San Petersburgo, Baltisk, Kaliningrado, Severomorsk, Múrmansk, Smolensk, Tula, Nizhni Nóvgorod, Sebastopol, Kerch, Vladikavkaz, Stávropol,Astracán, Volgogrado, Samara, Rostov del Don, Novorosíisk, Ekaterimburgo, Novosibirsk, Ulán-Udé, Chitá, Belogorsk, Jabárovsk, Ussuriisk, Vladivostok y Yuzhno-Sajalinsk.
Una propuesta alternativa al neoliberalismo es más estratégica en la medida en que enfoca la contradicción fundamental en la racionalidad existente. Para orientar la racionalidad alternativa a largo plazo, se requiere que la contradicción fundamental se haga visible. Ello se traduce en la incapacidad de desarrollar las fuerzas productivas bajo las relaciones de producción existentes. En la racionalidad económica actual, el capitalismo ha llegado al momento histórico en que es imposible re-vincular la inversión con la producción en forma rentable. En otras palabras, bajo la racionalidad económica y las relaciones sociales de producción existentes, ya no es posible un mayor desarrollo de las fuerzas productivas. Esta contradicción se torna cada vez más visible en la actualidad ante el frustrado proceso de solucionarlo.
Límites en la obsolescencia programada de la tecnología
La transnacionalización del capital a partir del llamado ‘outsourcing’ no se dio tanto debido al aumento en el costo de la fuerza de trabajo, como suelen plantearlo las tesis neoliberales.
La obsolescencia programada de la tecnología empleada en las empresas ha contribuido más al proceso de outsourcing que el propio aumento en el costo de la fuerza laboral.
El discurso neoliberal solo habla del elevado costo laboral ya que no conviene señalar el otro.
Para poder ´sobrevivir´ en la competencia, el capital acorta la vida media útil del capital fijo (esencialmente edificios y maquinaria) que emplea en sus empresas para poder obtener así la tecnología de punta del momento.
La tendencia anterior ha dado un enorme impulso al capital productivo en la posguerra así como a los inventos tecnológicos. Sin embargo, hacia fines de los años sesenta y principos de los setenta la sustitución tecnológica ha llegado al límite posible para aumentar la tasa de ganancia en Occidente. La vida media útil del capital fijo se redujo tanto que el costo tecnológico por transferir al producto (o servicio) ya no es compensado por la reducción en el costo laboral al emplear esa nueva tecnología.
La capacidad de reemplazo tecnológico (el desarrollo de las fuerzas productivas) se torna un estorbo para aumentar la tasa de ganancia, es decir, para la propia relación de producción vigente.
Es a partir de ese momento que termina, en nuestra opinión, la era de las crisis cíclicas del capitalismo e inicia un capitalismo sin posibilidad de generar un nuevo ciclo.
Este fenómeno dio sus primeros síntomas en EEUU. A principios de los años setenta,la baja de la tasa de ganancia se dio también en Europa atribuida erroneamente a la crisis del petróleo.
Es a partir de entonces en Occidente que el capital tiende a la financierización de la economíaevitando el factor trabajo.
No era aún el caso de Japón. Acortar la vida media útil de la tecnología era política oficial en Japón en los años setenta y ochenta. La meta fue alcanzar una posición de vanguardia en materia tecnológica.
El país efectivamente llegó a ser campeón mundial en reemplazar capital fijo ‘viejo’ por otro más ‘moderno’. Durante los años ochenta Japón fue considerado ‘el milagro económico’ que iba a conquistar el mundo.
La realidad fue que la tasa de ganancia bajó aún más de prisa que en Occidente dejando al país en una recesión de la cuál aún hoy no ha salido.
El Estado japonés ha buscado inyectar en la economía endeudándose a lo interno como ningún otro y acumula actualmente una deuda soberana equivalente al 500% de su PIB.
Existía la esperanza que tarde o temprano llegara un nuevo ciclo económico. Japón sufre una recesión tras otra. La recuperación no ha llegado ni llegará. Límites de una renta monopólica sobre el conocimiento Acortar la vida media útil de la tecnología fomenta entonces una baja en la tasa de ganancia. A partir de los años ochenta en Occidente el capital procura evitar bajar la vida útil de la tecnología mediante toda clase de patentes. El ‘outsourcing’ de capital productivo hacia países periféricos se ve acompañado de toda clase de monopolios basados sobre los derechos de propiedad intelectual.
El desarrollo de y el monopolio sobre el conocimiento se concentraba en la casa matriz de las transnacionales.
Este monopolio junto con el bajo costo de la fuerza de trabajo en los países emergentes debía evitar la baja de la tasa de ganancia en la economía real. Patentar el conocimiento significa vivir de la renta monopólica sobre el conocimiento. Es una forma parasitaria y temporal de realizar una renta improductiva propio a una fase senil del capitalismo.
A mediano plazo también, la política de patentes no garantiza una tendencia al re-alce de la tasa de ganancia. Cada vez más patentes suelen tener aplicación alguna en el ámbito productivo.
En tanto que los costos de Investigación y Desarrollo suelen a incrementarse sin encadenarse con el ámbito productivo, estas inversiones se tornan improductivas. Con ello cada vez más costos de Investigación y Desarrollo han de ser transferidos al producto o servicio, acentuando más bien la tendencial caída de la tasa de ganancia transnacional.
Las innovaciones y la economía de conocimiento pueden desarrollarse más en los países centrales, pero las innovaciones aplicables al proceso productivo suelen desarrollarse cada vez más en los lugares donde se encuentran las plantas productivas, es decir en los países emergentes y en primer lugar China. La renta monopólica sobre el conocimiento, entonces, tampoco tendrá un carácter duradero
. La política de patentes en cada vez más áreas productivas junto con el ‘outsourcing’ hacia China ha brindado una solución durante varias décadas. La contradicción básica no solo no se ha resuelto en los países centrales sino que más bien esta contradicción tiende a mundializarse, pues, al generalizarse el sistema de patentes en más sectores y países emergentes, la contradicción se torna cada vez más global. En la actualidad los BRICS como conjunto se vislumbran como paises emergentes y China como el nuevo ´milagro económico´. La expectativa colectiva era, y para muchos sigue siendo, que el país, como actual taller del mundo, triunfará como el nuevo líder mundial capitalista. De acuerdo con las estadísticas oficiales, la tasa de inversión de China se acerca al 50% del PIB.
No es posible colocar ese capital fijo solo en la ampliación y diversificación de la economía real. Las nuevas inversiones se orientan, entre otras cosas, cada vez más al reemplazo de capital fijo (tecnología y edificios) obsoleto por otro más moderna.
China como último bastión del capital productivo
La actual política de China es la sustitución de tecnología foránea (transnacional) por otra nacionalmente desarrollada.
En el año 2013 no menos de 629.612 patentes fueron publicados en China, 200 mil más de lo que EEUU publicó en el mismo año. Una publicación de ´World Intellectual Property Indicators´ del año 2014 reportó que el 32% de los 2,57 millones de patentes registrados mundialmente correspondían a China y para 2014 se esperaba una cifra aún mayor.
China lo considera como su estratégia para llegar a ser un gran jugador mundial en los sectores de innovación tecnológica, aunque al mismo tiempo implica una tasa de crecimiento a la baja y una alza permanente en los costos de producción manufacturera del país. En resumidas cuentas, en China la tasa de ganancia del capital productivo también tiende rápidamente a la baja
(Vea, Neil Wilkof . China's patent targets for 2020: what do they say about China and the rest of us?,www.ipkitten.blogspot.com).
La tendencia a la baja de la tasa de ganancia en el ámbito productivo en China se está dando a partir de una veloz sustitución del capital fijo. Si a esto le agregamos un costo ascendiente en la mano de obra que demanda una fuerza de trabajo cada vez más preparada. En China había 9.4 millones de estudiantes aplicando para la educación superior en junio de 2014.
De la población en edad de estar en la educación superior (150 millones de personas contra 32 millones en EEUU), más del 20% (contra 42% en EEUU), o sea 30 millones de jóvenes (el doble de EEUU) estaban en un programa de educación superior en 2014. La mayor cobertura de la salud es consecuencia de este estado de desarrollo. Se repite la historia de Japón de hace unas décadas.
Un planteamiento que a mediados del siglo XX ya hacía Keynes era abandonar las patentes y que se declare la propiedad intelectual como patrimonio de la humanidad.
La ocasión de reivindicarlo e impulsarlo se presentará con la Gran Depresión del Siglo XXI en marcha.
Al acabar con los patentes se acaba la competencia a partir de diferencias tecnológicas existentes entre empresas y regiones. La tecnología ya no marca la diferencia competitiva. Con ello se agotan también en buena medida las posibilidades de realizar una plusvalía relativa. El único modo de competir a mediano plazo será a partir de la fuerza de trabajo más barata por regiones. Dadas las limitaciones de absorción, la rentabilidad del capital ha ido disminuyendo de manera constante.
El capital comienza a buscar áreas de inversión alternativas con mayor tasa de beneficio con un carácter más especulativo. Se dan inversiones a gran escala en proyectos (edificación masiva) de segundas casas sobre todo que tienen un carácter más especulativo. Al quedar vacíos (barrios enteros de edificios), estas inversiones no encadenan con la economía real. Hay crecientes inversiones sin encadenamiento posterior con la economía real de China, lo que presiona la tasa de crecimiento económico hacia abajo.
La burbuja inmobiliaria se puede observar con el creciente número de edificios y grandes torres vacías sin terminar que difícilmente encontrarán dueño. Los precios de los inmuebles han caido en China en 66 de las 70 ciudades más grandes de acuerdo con la Oficina de Estadisticas Nacionales del país.
En el año 2014 los precios de inmuebles cayeron en un 7.6%.
Es difícil juzgar la gravedad de la burbuja inmobiliaria en China, pero una cosa es cierta, cuando también observamos el carácter especulativo en la bolsa de valores de Shanghai, parece ser es cuestión de tiempo para que la historia japonesa se repita en China. (Vea, Duncan Hewitt, Record Fall In Property Prices Brings More Bad News For China's Slumping Real Estate Market, http://www.ibtimes.com , 18 de marzo de 2015; Yu Yongding, China y su adicción por la inversión, http://prodavinci.com).
Inminente descenso en el crecimiento económico de China
En 2014, China reportó una tasa de crecimiento de algo más de 7%, la más baja en 24 años. Esta cifra, en la opinión de Kurt Cobb, es claramente sobreestimada. Cuando se observa la tasa de crecimiento en el consumo de electricidad, que solo creció en un 3.8%, la tasa real resulta ser probablemente bien más baja. El consumo de electricidad es un factor más confiable para medir la evolución del crecimiento económico del país. Incluso Li Keqiang, el primer ministro de China, confía más en este indicador. Históricamente, el consumo de electricidad y el crecimiento económico han sido muy paralelos: para un crecimiento en el PIB se solía requerir un aumento de 1.09% en el consumo de electricidad. Una tasa de crecimiento de 3.5% resulta por lo tanto más probable. Según datos preliminares de 2015, el consumo de electricidad de febrero bajó 6.3% respecto del mes anterior y en marzo mostró otro descenso de 2.2%.
En otras palabras, el crecimiento económico de China sigue hacia la baja (Vea, Kurt Cobb, Chinese energy figures suggest much slower growth than advertised, www.resilience.org. Los datos de transporte de carga muestran una tendencia semejante (Graham Summers, The Black Swan 99% Of Analysts Don’t See Coming, 1 de mayo 2015, http://www.gold-eagle.com
No solo las economías más avanzadas parecen estar ante la imposibilidad de volver a reconectarse con el ámbito productivo debido a una tasa de ganancia cada vez más a la baja, sino también parece ser el caso de países emergentes y al menos ya bien patente para el caso de China.
En la opinión de Jeremy Warner, la respuesta para sostener la demanda por otro tiempo más ha sido el endeudamiento continuo. Uno tras otro gran banco central se ha visto forzado a imprimir dinero sin respaldo, aumentando el crédito a tasas de interés cero.
Primero vimos en 2008 la política de expansión monetaria en los EEUU, luego siguió el Banco de Inglaterra, después el Banco de Japón y más recientemente el Banco Central Europeo. Ahora incluso el Banco Popular de China considera aplicar la misma política de comprar sus propios bonos para emitir dinero sin respaldo.
Lo anterior levanta una pregunta más de fondo, de acuerdo a Jeremy Warner, los bancos centrales parecen no tener otra respuesta para aumentar la demanda o para elevar la productividad del trabajo que endeudándose. Una corrección masiva que desembocará en la Gran Depresión del Siglo XXI será su resultado inevitable (Jeremy Warner, Negative interest rates put world on course for biggest mass default in history).
A partir de lo anterior difícilmente podrá esperarse un resurgimiento delcapitalismo productivo en los países centrales y probablemente ni en los países emergentes.
La pregunta siguiente es ¿será que estamos presenciando una crisis sistémica? Es nuestra opinión que hemos llegado a los límites de lo posible de acortar la vida útil del capital fijo. Ha sido y seguirá siendo la causa última en la baja de la tasa de ganancia en el ámbito productivo, sea donde sea
. En la opinión de Jorge Beinstein, los poderes periféricos tales como los BRICS no tienen mayores posibilidades de reordenar, en el sentido burgués del término, la economía real en el mundo
(Vea, Jorge Beinstein, El capitalismo, la violencia y la decadencia sistémica).
Aumento de la edad media del capital fijo en los países centrales
Con la migración de capital productivo transnacional hacia los países emergentes, la vida media de la tecnología se ha alargado en los países centrales. De acuerdo con un estudio de Sonders, ´Corporate America's capital equipment is getting old´( www.businessinside, 30 de abril de 2014), la vida media del capital fijo (maquinaria y edificios) de las corporaciones norteamericanas en 2012 superó los 22 años, cifra superior a lo que lo que fue su edad media en 1962, o sea, 50 años antes.
La edad media de la maquinaria industrial en EEUU superó los diez años y con ello está incluso por encima de valores ya alcanzados en 1938, o sea hace 75 años, según informa James Hagerty
En el gráfico abajo se observa que la maquinaria ocupada en la industria japonesa hacia fines del siglo XXI ya era 5 años más vieja que a principios de los años setenta. Con ello, el ciclo de reproducción del capital se alarga, baja el costo tecnológico a transferir al producto de consumo final, contrarrestando la baja a la tasa de ganancia en el sector de bienes de consumo. Lo anterior se daría si se tratara de una economía cerrada. Sin embargo, al operar en una economía abierta la competencia simultánea de empresas transnacionales desde los países emergentes, hace que la tasa de ganancia en Occidente tiende más bien a la baja. El cierre de fronteras brindaría nuevas oportunidades.
Lo anterior sugiere que probablemente estamos ante una nueva era de proteccionismo.
Al alargarse la vida media del capital fijo, también baja su demanda, es decir, hay una menor inversión y acumulación autóctono en el sector tecnológico norteamericano.
Lo anterior no es solamente un fenómeno en EEUU, sino también en la Unión Europea y Japón. Alargar la vida media de la tecnología solo es posible con acuerdos y controles mundiales y esto a su vez es posible solo cuando ya no hay posibilidad de acortar la vida media de la tecnología a nivel mundial.
Desde hace tiempo la demanda efectiva de tecnología en el Norte se está reduciendo y con lo que está sucediendo en China parece que estamos acercándonos al momento que sea un fenómeno mundial (Vea, JAMES R. HAGERTY, U.S. Manufacturing Is Rolling on Aged Wheels, 3 de setiembre de 2014, http://www.wsj.com y Christian Odendahl, More investment, for Germany’s sake, 13 de junio de 2014, http://www.cer.org.uk ).
Alargarse la vida media de la tecnología solo es posible con acuerdos y controles mundiales y esto a su vez solo es posible cuando ya no hay posibilidad de acortar la vida media de la tecnología a nivel mundial. Con lo que está sucediendo en China parece que estamos acercándonos a este momento. Alargar la vida tecnológica constituye una tendencia irreversible en la baja de las ventas y ganancias en el sector de bienes de producción.
Este sector, en otras palabras, perdería dinamismo económico. La respuesta lógica será el abandono paulatino del capital en el sector tecnológico y su fuga hacia la economía militar y o hacia la economía especulativa, como ya hemos estudiado en otros textos.
El llamado ´keynesianismo militar´ en una economía en recesión, sin posibilidad de retorno rentable al ámbito productivo, acentuará más bien la recesión en vez de constituir una salida a mediano plazo. Solo en el caso de China el Keynesianismo militar podría ofrecer una cierta salida a la recesión, siempre y cuando conquiste la hegemonía mundial en el campo militar a como lo hizo EEUU a partir de la segunda guerra mundial y los Acuerdos de Bretton Woods.
Esta aventura es muy riesgosa. Si bien China ocupa en este momento el segundo lugar a nivel mundial en gastos militares, apenas gasta la quinta parte de EEUU y muestra un gasto levemente superior al de Arabia Saudita que supera incluso en este aspecto a Rusia.
Un ‘New Deal’ a escala global
En un momento en que su crecimiento económico ha comenzado a disminuir y que varias burbujas podrán estallar en el futuro cercano, China, no ha elegido estimular su economía en primer lugar a través del gasto militar. Lo que China busca es el paso de un mundo occidental a un mundo global liderado por China con un keynesianismo de otro tipo. Lo que China ha puesto en marcha es otro proyecto a escala global con la creación del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructuras (BAII).
Habiéndose convertido en la fábrica del planeta, el poder económico de China (y de las transnacionales) no es el tamaño de su país, sino el del planeta en su conjunto.
En términos del informe de GEAB de abril de 2015, su determinación de construir una nueva Ruta de la Seda parece más afín a un New Deal que al intento - peligroso - de imponerse mediante un complejo industrial y militar como el número Uno del mundo.
Lo que procura China de esta forma es consolidar Eurasia como una sola economía. De lograrlo obtendría la hegemonía en el mundo por sobre EEUU. Los europeos se apresuran a aceptar la invitación de China de participar en el BAII (con Londres en primer lugar, seguido por París, Roma y Berlín). Incluso Israel, que ha sido cortejado por el BAII, durante las negociaciones entre EEUU e Irán que no eran del gusto del país. EEUU (Wall Street) y Japón son los grandes ausentes del BAII. De acuerdo al informe GEAB, los BRICS han creado las condiciones para reinventar un sistema monetario internacional multi-monetario, los mercados financieros verdaderamente globales, los bancos multi-polares o mundiales como el Banco BRICS y la infraestructura del Banco Asiático de Inversiones Es un verdadero New Deal que los chinos están ofreciendo, pero esta vez es global.
El presidente chino, Xi Jinping, presentó oficialmente la nueva «Ruta de la Seda», en la Conferencia Económica el 28 marzo de 2015, frente a dieciséis Jefes de Estado o de Gobierno y más de cien ministros de 65 países. Todos estos países que han decidido unirse al BAII impulsado por China.
Los 65 países juntos representan 4,4 mil millones de personas, es decir, el 63% de la población mundial estaría involucrada por la nueva Ruta de la Seda. El capital inicial es de 100 mil millones de dólares (la mitad capital chino) y se espera que muchos otros países se apunten a este proyecto.
China tiene no solo la necesidad sino también la oportunidad, con este megaproyecto de la «Nueva Ruta de la Seda», de diversificar sus activos e invertir parte de sus gigantescas reservas de divisas que ha acumulado en el comercio con EEUU. La Ruta de la Seda implica una inmensa infraestructura de carreteras, ferrocarriles, aeropuertos y puertos y busca integrar Eurasia como una sola economía, a través de fuertes inversiones en infraestructuras.
El objetivo es conectar a China con Rusia, Europa, África y hasta Oceanía y fomentar el comercio. La ruta de la seda terrestre tiene como punto inicial el oeste del país y atravesándolo en su conjunto.
El centro de la ruta de la seda será la capital de XinJiang (la provincia musulmana de China situada en el oeste). Desde Ürümqi habrá una conexión con Kazakstán, Kyrgyzstan, Uzbekistán y quizás Afganistán e incluso Irán. Desde Turquía llegará también a Rusia y Europa.
En el continente europeo, está prevista una línea de ferrocarril de alta velocidad desde Bulgaria hasta la provincia de XinJiang en el oeste de China.
La inversión estimada sería de 150.000 millones de dólares y se espera que esté funcionando para 2030 (Vea, Informe GEAB, abril 2015) China también prevé un proyecto de alta velocidad similar entre Moscú y Beijing -de 7.000 kilómetros de distancia- que costará en torno a los 230.000 millones de dólares y que reducirá el trayecto en tren, entre las dos capitales, de seis a dos días.
Una tercera ruta, también de ferrocarril unirá a Laos, Tailandia, Malasia y Singapur con China, por un coste de 75.000 millones de dólares. La Ruta de la Seda Marítima (Maritime Silk Road) que conectará a la costa este de China con Europa pasando por el mar del sur de China y el Océano Indico.
(Vea, Nikolaus Jilch,¿Qué es el proyecto económico de la Ruta de la Seda de China?, 17 de abril de 2015, www.oroyfinanzas.com).
¿Endeudamiento global hasta cuándo?
El impacto de un proyecto keynesiano de esta índole depende, en última instancia, de su encadenamiento posterior con la economía. En la fase de su construcción los proyectos generan empleo y estimulan la actividad económica. La base de su financiamiento suele ser el crédito.
Si estas rutas se concluyen han de estimular la economía. Las expectativas políticas de construir rutas ferroviarias de alta velocidad son muy altas que conducirán a un fuerte desarrollo económico. Una revisión de la literatura al respecto y los resultados empíricos que presentan revelan lo contrario, a menudo y sobre todo para trenes de alta velocidad entre ciudades, señalan que el despilfarro de recursos es el resultado final.
Estas inversiones son, en otras palabras inversiones improductivas (Vea, John Preston, The Impact of High Speed Trains on Socio-Economic Activity, http://www.hsr.ca.gov ).
De acuerdo a un estudio de NCPA (High Speed Rail Negative, http://debate-central.ncpa.org), los trenes de alta velocidad en China tendrían un problema adicional, debido al alto costo para el usuario común, hecho que obliga a China a subsidiarlo por bastante tiempo y tal vez para siempre. La Academia de Ciencias de China pidió al gobierno de Bejín de reconsiderar sus planes para la construcción de redes con trenes de alta velocidad.
Es obvio que el proyecto de la “Ruta Seda” significará un mayor endeudamiento y en este caso no solo de China, sino también de todos los países que participan en ello. No solo los gobiernos buscarán crédito para este megaproyecto, sino también los bancos y la empresa privada. La deuda pública de un país no es el único componente del endeudamiento en torno a la ruta de seda. La ´deuda total´ incluye la deuda pública, la deuda de instituciones financieras, la deuda empresarial y puede incluir hasta la deuda de los hogares que apuestan al proyecto. Entre 2007 y 2014 la deuda de China se cuadriplicó de acuerdo con los datos de un informe de McKinsey Global Institute (http://www.mckinsey.com).
La deuda total de China a mediados de 2014 alcanzó los $28 billones de dólares frente a $7 billones en 2007. Comparado con el PIB del país, la deuda total de China alcanzaba 282% en 2014, un nivel parecido a la de Alemania y EEUU y la media mundial que alcanzó el 286% del Producto Mundial. La deuda total del Reino Unido y de Japón supera incluso 500%.
Entre 2007 y 2014 la deuda global pasó de 142 a 199 billones de dólares, un aumento de 17%. Son sobre todo los países centrales donde más aumenta la deuda. La deuda de Irlanda aumentó en 170%, la de Grecia y Portugal en más de 100%, la de España en más de 70%, la de Francia, Bélgica, Holanda, Finlandia y Japón en más de 60% y la de Italia y Suecia en más de 50%. Desde 2007, la deuda pública y privada de China aumentó en 400%, o sea, se cuadriplicó.
De acuerdo con los datos del mencionado informe de McKinsey, lo anterior se debe sobre todo a la burbuja inmobiliaria que podrá explotar en cualquier momento. El riesgo potencial del ascenso rápido de la deuda de China, que representa un tercio del aumento en la deuda global desde 2007, es el colapso en la burbuja inmobiliaria. McKinsey calcula que si la mitad de los préstamos relacionados con el mercado inmobiliario serían incobrables y perdiesen el 80% de su valor la deuda pública aumentaría de 55% a 79% del PIB para rescatar los bancos.
Lo anterior significaría una baja significativa en la tasa de crecimiento del país, lo que a su vez implica más endeudamiento como se manifiesta en el megaproyecto de la ´Ruta Seda´. El endeudamiento se torna el instrumento único para la acumulación. La investigación académica muestra que endeudamiento suele estar asociado con un menor crecimiento económico y altos riesgos de crisis financieras.
Las cadenas de crédito se tornan cada vez más largas con re-aseguramientos y con una distribución de riesgos cada vez menos transparentes.
A partir de 2008 las corporaciones a mundial nivel han dependido casi exclusivamente del crédito no bancario, incluyendo fondos de pensiones, compañías de seguro, programas de leasing, etc., al tiempo que los préstamos bancarios se redujeron.
El valor de los bonos corporativos desde 2007 creció con $4.3 billones de dólares comparado con $1.2 billones entre 2000 y 2007. El endeudamiento a escala mundial es requisito para continuar la economía globalizada. Con ello aumenta la volatilidad de los mercados, la fragilidad de los mercados financieros y amenaza una crisis financiera global con profundas recesiones que pueden llegar ser catastróficos (Vea, McKinsey & Company, www.mckinsey.com).
La inevitabilidad de otra racionalidad económica
Como vemos hasta China ha entrado en la fase de deudas y burbujas cada vez más grandes. La deuda se torna ´eterna´ y la recisión se globaliza y profundiza.
La deuda global aumenta para poder sostener la acumulación del capital globalizado. Tratase de una acumulación con una recesión cada vez más generalizada. Tarde o temprano se manifestará la crisis sistémica a nivel global.
En medio de esta Gran Depresión del Siglo XXI no queda, en nuestra opinión, otra solución que invertir la racionalidad económica existente, es decir la negación del Keynsianismo.
En medio de la Gran Depresión del Siglo XXI, la opción obligada parece ser regular la vida media de los bienes de producción y de consumo duradero.
Con este keynesianismo invertido, la vida media de la tecnología se alargaría bajo controles reguladores mundialmente. Con ello, el ciclo de reproducción del capital se alargaría, bajaría el costo tecnológico a transferir al producto de consumo final, elevando temporalmente la tasa de ganancia en el sector de bienes de consumo.
Los costos de Investigación y Desarrollo suelen a incrementarse sin encadenarse con el ámbito productivo, es decir estas inversiones se tornan improductivas. Con ello se dará una caída de las ganancias transnacionales en este ámbito. En los países centrales habrá una des-inversión y des-acumulación y primero que nada en el sector de bienes de capital.
Ante la evidente crisis prolongada que resulta en Occidente, la salida dentro de la racionalidad económica capitalista parece agotarse. No solo será irreversible regular la vida media en el sector de medios de producción sino también la vida media de los bienes de consumo duradero.
Con ello hay una ruptura definitiva con la racionalidad económica capitalista.
El resultado es que la producción se orientará cada vez menos hacia la forma del valor y más hacia su contenido. La riqueza en general se medirá cada vez menos en términos de valor y más en términos de valor de uso. Esta lógica significa sobreponer el interés social al
interés privado, aunque fuese en primera instancia para salvar la racionalidad económica. Sin duda este proceso de transición se ve acompañado de fuertes movimientos sociales y políticos, tema para otro análisis.
* Wim Dierckxsens, sociólogo-economista, de origen holandés, radicado en Costa Rica.
RIVIERA MAYA (CNNExpansión) — Del 2014 a la fecha, México ha listado 50 proyectos de inversión en Cuba, de los cuales 19 ya se encuentran en operaciones, afirmó el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade.
Como resultado del proceso de apertura comercial de Cuba y de la actualización del marco jurídico bilateral, ProMéxico, un organismo mexicano dedicado a la promoción de inversiones, abrió una oficina en aquel país, agregó durante su participación en el Foro Económico Mundial para Latinoamérica, que se realiza en la Riviera Maya.
"Fue una delegación empresarial en 2014, de 68 empresarios. Esas 68 visitas se tradujeron ya en 50 proyectos de inversión de los cuales ya 19 están funcionando", dijo el funcionario.
Meade participó en el foro “Actualización del entorno económico y de inversiones en Cuba”, en el que también estuvo el titular de la Secretaría de Economía, Ildefonso Guajardo, y funcionarias cubanas.
En tanto, Ildefonso Guajardo declaró que en los próximos años Cuba necesitará de una inversión extranjera de 2,500 millones de dólares, monto similar al que México recibía previo a la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
La directora general de inversión extranjera de Cuba, Deborah Rivas, destacó las oportunidades en el sector agroalimentario de la isla.
“Estamos promoviendo la inversión en 11 sectores, como alimentos. La factura por alimentos en nuestro país es de más de 2,000 millones de dólares al año; el sector agroalimentario, en el que el primer usuario de la zona es una empresa mexicana que va a producir alimentos, es vital para nosotros”, comentó.
La funcionaria cubana indicó que estos 11 proyectos ya derivan en 246 proyectos de inversión que están en una cartera de promoción entre los inversionistas extranjeros.
Autoridades cubanas dijeron que los inversionistas extranjeros deben estar tranquilos de sus inversiones, ya que cuentan con un marco de garantías regulatorio.
Los objetivos generales de la reforma cubana quedaron a grandes rasgos expuestas en el documento “Lineamientos de la Política Económica y Social”, aprobado en 2011 durante el 6to Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC). En el capítulo sobre la política monetaria y financiera se destacan dos objetivos, en primer lugar estaríamos hablando de la expansión de las microfinanzas, objetivo para el cual ya está vigente una legislación y en el que se avanza de forma paulatina; en segundo lugar, se menciona la dualidad monetaria, asunto sobre el que no se han decidido aún acciones concretas y existe una gran incertidumbre. Estos dos parece que constituirán los elementos de cambios más relevantes en la política monetaria y financiera como parte de la reforma que avanza en la economía cubana, y que se ha planteado el año 2016 como fecha límite para el cumplimiento de sus objetivos. (2)
A partir del 20 de diciembre de 2011 tres bancos comerciales estatales abrieron el crédito bancario y los servicios financieros a cuentapropistas y microempresarios e incrementaron las facilidades bancarias a los trabajadores agrícolas privados. La nueva legislación ya ofrece resultados positivos pero discretos.
Sobre la dualidad monetaria se han levantado nuevas expectativas desde finales de 2013 a partir de la nota oficial publicada en el periódico Granma anunciando que próximamente comenzarán a tomarse un grupo de acciones en el sector empresarial y luego en el sector de la población, con vistas a mover la economía hacia una sola moneda, el peso cubano.(3) De 2011 a 2013 el gobierno había venido organizando algunos experimentos monetarios-cambiarios en determinadas empresas y sectores seleccionados, los cuales ofrecen pistas sobre el tipo de reforma monetaria que se está valorando con mayores posibilidades.
En cualquier estrategia que finalmente se decida, la principal medida que deberá tomar el Banco Central para erradicar la distorsionante circulación paralela de dos monedas nacionales –peso cubano (CUP) y peso convertible (CUC)– es la devaluación del tipo de cambio oficial del peso cubano, cuestión pospuesta por más de veinte años.
En este orden, el presente artículo examina los experimentos monetarios ya vigentes y lo que ellos nos dicen sobre la futura reforma monetaria, para luego analizar los beneficios y costos, así como las respuestas de política económica, asociadas a la eventual devaluación del tipo de cambio oficial.
Uno de los aspectos claves a decidir es la velocidad de la reforma monetaria. Los análisis y conclusiones del presente artículo terminan mostrando un grupo de argumentos que justificarían garantizar, en todo lo posible, la gradualidad como mejor estrategia para la reforma monetaria cubana. No obstante, dada la gran brecha entre los tipos de cambios, será necesario en algunos momentos aplicar devaluaciones al estilo “big bang” con vistas a cumplir la meta de 2016 para la unificación monetaria.
Los análisis que se exponen en este texto no tienen un respaldo empírico, dado que son acciones que aún no comienzan, y que además no cuentan con antecedentes para la economía cubana. Las valoraciones que se presentan más bien toman en consideración los mecanismos de transmisiones monetarias y financieros reconocidos por la teoría y las experiencias internacionales, y entre ellos se intentan seleccionar los que tendrían mayores probabilidades de manifestarse en la economía cubana dadas las características y particularidades de su política monetaria y del sistema bancario-financiero. Igualmente es clave poder entender los orígenes de las distorsiones hoy presentes, las cuales se remontan a la crisis de la década de 1990 y a las respuestas de política económica decididas en aquel entonces. Por tanto, el valor agregado de las conclusiones que se presentan se respalda en esta evaluación del origen y del contexto de los problemas monetarios-financieros que hoy el gobierno cubano propone darle solución.
Por una cuestión de espacio no se pueden tratar al mismo tiempo el tema de las microfinanzas y la dualidad monetaria. Este documento se centra en el segundo tema.
2. EL SISTEMA BANCARIO Y LA REFORMA
En los años noventa el sistema financiero cubano estuvo sujeto a una profunda transformación. Se creó un sistema bancario de dos niveles que sustituyó el esquema anterior de un solo banco que cumplía al mismo tiempo funciones de banca central y comercial, tal y como fue típico de los sistemas socialistas. En 1997 se creó el Banco Central de Cuba como organización rectora de la supervisión bancaria, el sistema de pagos y la política monetaria y cambiaria.
En algún grado la banca pudo atemperarse a la reforma impulsada en aquellos años después de la desaparición del bloque socialista, la cual además incluyó, la apertura al turismo, a la inversión extranjera, a las remesas, la reestructuración del sistema empresarial estatal, y una liberación parcial de espacios para el sector privado de pequeña escala, entre otros cambios aprobados en aquel entonces por el presidente Fidel Castro.(4)
En el sistema financiero aparecieron nuevos bancos comerciales e instituciones financieras no bancarias; todos de propiedad estatal pero con facultades para la toma de decisiones crediticias dentro de determinados parámetros generales definidos por el Banco Central. Se le dio entrada a instituciones financieras internacionales que legalmente se constituyeron como oficinas de representación de sus casas matrices. Algunas de ellas han venido realizando operaciones de crédito y servicios financieros, pero con múltiples presiones y limitaciones para su funcionamiento debido a las sanciones del gobierno de Estados Unidos sobre la Isla.
Actualmente, el sistema financiero cubano está conformado por 8 bancos comerciales estatales, un banco mixto con capital estatal cubano y venezolano (Banco Industrial de Venezuela-Cuba), 9 instituciones financieras no bancarias estatales, y 15 oficinas de representación de instituciones financieras extranjeras. El sistema financiero logró determinados progresos en la modernizando, informatización y en el desarrollo de nuevos servicios e instrumentos para la captación de ahorro y asignación de crédito. (5)
El Banco Central se ha mantenido fijando los tipos de interés de los depósitos a la vista y a plazo fijo en los bancos estatales, mientras que ha definido rangos estrechos para los tipos de interés de los préstamos. Se incorporó cierto grado de competencia entre las diferentes instituciones financieras, aunque dentro de un marco muy acotado. El mercado interbancario nunca logró mucho auge, más allá de los depósitos interbancarios y puntuales operaciones de crédito entre las instituciones financieras.
La reforma del sistema financiero, al igual que el resto de las transformaciones de los años noventa se detuvieron en los años 2000, varias propuestas de cambios quedaron pendientes, algunas de las cuales hoy se intentan retomar bajo la presidencia de Raúl Castro. Por ejemplo, el desarrollo del mercado interbancario y el financiamiento del déficit fiscal mediante la emisión de deuda pública son dos aspectos mencionados dentro de la reforma actual, si bien no hay mucha claridad en los pasos que se darán para avanzar en dichos propósitos. En esta nueva etapa, los cambios de mayor profundidad para el sistema bancario parece que estarán asociados a la expansión de las microfinanzas.
Las instituciones financieras cubanas han venido desplegando su labor de crédito principalmente dirigida al sector empresarial estatal, y sólo de forma muy controlada en el sector de los hogares y con los campesinos agrícolas privados. Las restricciones financieras al sector privado no sólo se habían ubicado en el crédito, sino también en la imposibilidad de utilizar instrumentos de pago bancarios y cuentas corrientes.
En la Gaceta Oficial 40 de noviembre de 2011 se publicó el nuevo marco legal en el que podrán actuar financieramente los cuentapropistas, microempresas y los trabajadores agrícolas privados (Ver Ministerio de Justicia, 2011). Las actuales medidas financieras del gobierno cubano permiten clasificar la nueva política como una apertura al microcrédito y las microfinanzas. El volumen de los montos crediticios esperados (algunos cientos de dólares), el tipo de actores receptores de los créditos (individuos, pequeños productores agrícolas y microempresas), así como, las características de las garantías permitidas (no apoyada en hipotecas), ubicarían las nuevas operaciones financieras dentro del campo del microcrédito. La apertura también es extensiva a las microfinanzas dado que los microempresarios recibirán otros servicios financieros además de crédito, en específico, el manejo de cuentas corrientes y la utilización de instrumentos de pago bancario.
Hasta julio de 2013 se habían otorgado 271.152 créditos por más de 1500 millones de pesos (62,5 millones de dólares al tipo de cambio de la población). Las propias autoridades bancarias consideran discreta la cifra de créditos solicitados por el sector privado. Dada la poca experiencia previa de los bancos cubanos en microcréditos, las dificultades tecnológicas, y las reducidas alianzas con actores locales, entre otras limitantes, la cifra de créditos registrada hasta el momento debería tomarse como positiva y como indicador de las potencialidades que pudieran desplegarse si se siguen tomando las medidas adecuadas. No deberían escatimarse esfuerzos en este sentido dado que el crecimiento del sector privado necesita de este acompañamiento financiero para su despegue y sostenibilidad.
3. EQUILIBRIOS MONETARIOS Y FINANCIEROS
El Gráfico 1 muestra la evolución de la inflación desde 1990 medida por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en pesos cubanos. Se aprecia que en el período 1991-1993 la inflación trepó a tasas de dos y tres dígitos, sin embargo, a partir de 1994 las autoridades económicas lograron controlar el incremento de los precios.6 El principal determinante de la inflación en los años noventa fue el incremento del déficit fiscal el cual llegó a representar más del 30% del PIB. El gobierno aumentó los gastos fiscales para apoyar las empresas públicas que se volvieron irrentables como resultado de la crisis y así logró contener la tasa de desempleo, la cual solo llegó al 8%. Al mismo tiempo se conservaron en términos nominales los gastos sociales (educación, salud, asistencia social y subsidios a la canasta alimenticia) y se evitó enviar a la miseria a miles de familias. El déficit fiscal se monetizó y provocó un incremento excesivo de la oferta monetaria en momentos en que además disminuía la demanda de dinero para transacciones debido a la contracción de 35% del PIB. El resultado fue el incremento de la inflación y la pérdida en más de un 80% del valor de los salarios estatales, los cuales se quedaron congelados en términos nominales pero en términos reales absorbieron el costo de la crisis. El costo de la crisis se distribuyó de esta manera entre los empleados estatales; fue la alternativa al desempleo masivo y a la miseria de miles de familias.
Medidas posteriores de ajuste fiscal y la recuperación gradual del crecimiento económico permitieron controlar la inflación. Si bien el Banco Central ha contribuido a mantener la inflación en un dígito, este no tiene como tal definido un objetivo explícito de inflación, ni tiene desarrollado un esquema de política monetaria que le permita proponérselo.
La política monetaria no emplea aún instrumentos convencionales de política monetaria. La planificación y la centralización han sido los instrumentos que se han usado principalmente para regular la demanda agregada en la economía. No parece que la política monetaria esté pensando en transitar por el momento hacia la utilización de instrumentos indirectos convencionales como las operaciones de mercado abierto, el encaje legal y la tasa de descuento. En un contexto de control de los tipos de interés, baja competencia y ausencia de un mercado interbancario, han resultado inoperantes para la política monetaria los mecanismos de transmisión a través del sistema bancario, con vistas a influir indirectamente en los niveles de crédito, la oferta monetaria y en última instancia la demanda y los precios. Por otra parte, la posibilidad de emplear operaciones de mercado abierto ha estado vetada por la inexistencia de un mercado de deuda pública interna. Tampoco existen bonos propios del Banco Central o algún otro instrumento financiero que sirva para colaterizar algún tipo de operación de expansión y contracción de la base monetaria a través de la ventanilla de descuento.
La estabilidad de precios durante la década tiene algunos determinantes fundamentales visibles. Primero, el control directo del gobierno de una parte de los precios (más del 40% del IPC en pesos cubanos). Segundo, el haber mantenido en promedio un bajo déficit fiscal (alrededor del 3% del PIB). Tercero, el control de los tipos de cambios tanto del peso cubano como del peso convertible.
La baja inflación es una ventaja importante que tiene la reforma cubana actual en relación a la reforma de los años noventa que debió proponerse un grupo de medidas de estabilización fiscal y monetaria. La política monetaria puede por tanto concentrarse en otros objetivos como la propia eliminación de la dualidad monetaria y la convergencia de los tipos de cambio.
No obstante, las reforma cambiaria que se implemente sí podría implicar desafíos en la conservación de la estabilidad monetaria y fiscal. Las estrategias que se pongan en marcha para eliminar la dualidad monetaria, devaluar y lograr la convergencia de los tipos de cambio, requerirán medidas fiscales compensatorias (al menos transitorias) para las empresas y familias afectadas; todo ello podría tensionar las cuentas fiscales por el lado del gasto y en última instancia generar inflación. Por otro lado, la necesaria devaluación de los tipos de cambios tendrá un traspaso a los precios finales de consumo. Es decir, tanto el déficit fiscal como la inflación recibirán presiones a lo largo de la reforma monetaria, las cuales deberán ser sorteadas por las autoridades económicas.
Pasando a otros aspectos de la política monetaria, es necesario apuntar que si bien el Banco Central ha logrado mantener la inflación bajo control, este no ha podido evitar la ocurrencia de otro tipo de desequilibrios monetarios. Desde 2008 la economía cubana comenzó a sufrir una crisis de deuda, bancaria y cambiaria. Los shocks externos y las medidas de centralización financiera decididas en los años previos, estuvieron entre las causantes fundamentales. También fueron determinantes de la crisis financiera cubana los errores en el diseño de la política monetaria que acompañó al peso convertible después de la desdolarización en 2003 y 2004, entre ellos la ausencia de reglas y transparencia en relación a la emisión del CUC. En el cuadro 1 se resumen las principales causas de la crisis financiera cubana de 2008.
Cuadro 1. Causas de la crisis financiera cubana en 2008
1) Crisis de balanza de pagos desde 2008 detonada por los tres choques externos: caída de los términos de intercambio, una nefasta temporada de huracanes que obligó a ejecutar importaciones adicionales de alimentos, así como de insumos para la reparación de viviendas e infraestructura, y la crisis internacional con sus canales de transmisión hacia la financiación externa y las exportaciones cubanas. Estos shocks actuaron sobre una balanza de pagos que ya padecía de fragilidades tras la desaceleración de la exportación de servicios médicos a Venezuela.
2) La eliminación desde 2003 de la caja de conversión (currency board) que controlaba la emisión de pesos convertible (CUC), sin fijarse alguna regla monetaria sustituta. Anteriormente, por cada peso convertible en circulación había un dólar de reserva en el Banco Central, pero al romperse este sistema y no sustituirse por otra regla monetaria, el Banco Central quedó con libertad ilimitada para imprimir dicha moneda. Aunque no son públicos los datos, los hechos muestran que hasta 2009 se había emitido una cantidad de CUC muy por encima de las reservas en divisas requeridas para respaldar su convertibilidad.
3) La recentralización de los recursos financieros desde 2005. Ese año se creó la Cuenta Única del Estado donde las empresas están obligadas a remitir sus ganancias, el pago de impuestos y otros aportes en divisas y también en pesos convertibles. La centralización se puede considerar otro factor promotor de la crisis bancaria en la medida que provocó una concentración del riesgo financiero en un único agente económico, en este caso, el gobierno central. No era la primera vez que el gobierno enfrenta una crisis en sus finanzas, la diferencia es que anteriormente ello no repercutía con tanto rigor sobre los balances de los bancos al estar más diversificada la liquidez entre las cuentas corrientes de las diferentes empresas estatales.
4) Otro factor que agravó la crisis financiera es la política de tipo de cambio fijo. Una devaluación oportuna y gradual del tipo de cambio del peso convertible hubiese ayudado a restablecer el equilibrio de balanza de pagos. Hubiese servido para generar incentivos a favor de la sustitución de importaciones, el incremento de las exportaciones y hubiese beneficiado la competitividad-precio del turismo. Desde 2005 hasta marzo de 2011 el tipo de cambio se mantuvo fijo en 0,92 CUC por 1 USD. Sólo en marzo de 2011 se devaluó un 8% para retornar a la paridad de 1CUC:1USD. Fuente: Vidal y González-Corzo (2010)
La estabilización del sistema bancario cubano y financiero no pudo contar con la ayuda de un prestamista de última instancia internacional, dado que Cuba no es miembro de los principales organismos financieros internacionales. (7 )Los propios problemas económicos de Venezuela han imposibilitado un ejercicio de este tipo desde su principal aliado económico o desde el recién instaurado Banco del ALBA.
La única opción que le quedó en las manos del gobierno es la implementación de una procíclica política de ajuste para resolver los problemas de solvencia detrás de la crisis de liquidez y poder además disponer de superávits financieros para poco a poco ir pagando las deudas. El gobierno de Raúl Castro ha implementado un ajuste de las importaciones, las inversiones y de las erogaciones fiscales; el control de los gastos ha sido casi una obsesión para el nuevo gobierno. Como resultado, se logró reducir el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, el déficit fiscal retorno a valores cercanos al 3% del PIB y se solucionó la crisis bancaria.
Adicionalmente, el gobierno ha logrado un grupo de acuerdos con los acreedores internacionales para rebajar el endeudamiento externo. Con China se logró una posposición de pagos de los servicios de la deuda para después de 2015, Japón condonó el 80% de la deuda pendiente desde los años 1980 (alrededor de 1400 millones de dólares), México por su parte también condonó el 70% de una deuda valorada en 487 millones de dólares, mientras que con Rusia también hay un acuerdo en relación a la deuda con la extinta Unión Soviética.
Notas
(1) Este trabajo es resultado del proyecto desarrollado entre la Universidad de La Habana y Brookings Institution, el cual posibilitó el debate sobre estos temas monetarios-financieros y otros en el taller desarrollado en La Habana en septiembre de 2013, y poder así contar con las impresiones y sugerencias de Augusto de la Torre, Richard Feinberg, Antonio Romero, Carmelo Mesa-Lago, Guillermo Perry, Saira Pons, Ricardo Torres, José Juan Ruiz, Fernando Trejos, Juan Triana, entre otros.
(2) Para una descripción amplia de la actual reforma en Cuba se puede consultar el texto de Mesa-Lago (2012) o de Pérez (2012).
(3) Ver periódico Granma del 22 de octubre de 2013.
(4) Una descripción amplia de la reforma cubana de los años noventa se encuentra en CEPAL (1997).
(5)Para más detalles sobre los cambios que ha experimentado el sistema financiero cubano se puede consultar a Pérez (2011).
(6) La medición del IPC cubano ha acumulado algunas deficiencias como la no inclusión de los mercados en pesos convertibles y el no cambiar la base de ponderación de los bienes y servicios desde el año 1999, por lo que es probable que la inflación oficial esté subestimando en varios puntos porcentuales la inflación efectiva.
(7) Ver Feinberg (2011) para un análisis sobre la posibilidad que tiene Cuba de convertirse en miembro del FMI y otras instituciones financieras internacionales.