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lunes, 20 de julio de 2015

Tres tratados secretos de EU: TPP vs. China, TTIP vs. Rusia y TISA vs. el mundo Alfredo Jalife-Rahme



Dice Barack Obama que no es necesario ahondar en la hostilidad hacia China por la Asociación Transpacífica; aquí, de vuelta en Washington tras su viaje a Nueva YorkFoto Ap

El ominoso denominador común de los ominosos tres tratados mercantilistas/financieristas de Estados Unidos –Asociación Transpacífica (TPP, por sus siglas en inglés); Asociación Trasatlántica de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés), y Tratado de Comercio de los Servicios (TISA, por sus siglas en inglés)– es su patente opacidad democrática y la sumisión de países vasallos a la banca israelí-anglosajona de Wall Street/la City (Londres).

Como externó sicalípticamente Barack Obama en la fase de su persuasión publicitaria, no existe necesidad de ahondar sobre la hostilidad a China (http://goo.gl/bbBKbT) por el TPP, que finalmente pasó la aprobación del Congreso al precio de 200 millones de dólares en vergonzosos sobornos a loslegisladores (http://goo.gl/Zgv3zL).

Un capítulo publicado por la revista Político sobre el opaco TPP exhuma la protección a las ganancias del Big Pharma (trasnacionales farmacéuticas) a expensas de los medicamentos genéricos más baratos en los 12 países afectados (http://goo.gl/3rsp7k).

¿Estarán enterados los sumisos secretarios de Hacienda y Economía del México neoliberal itamita del daño del TPP a más de 80 millones de inmersos en pobreza?

El TPP, con 40 por ciento del PIB global, significará un mayor costo a la salud de sus 800 millones de habitantes, lo cual beneficiará las ganancias del Big Pharma, que obtendrán los colosales 1.5 billones de dólares (trillones en anglosajón) que hoy ahorran los medicamentos genéricos.

El TPP pretende aislar en forma absurda del océano Pacífico a tres potencias nucleares: China, Rusia e India. ¿Podrá?

Ya en 2006 el periodista británico Jacky Law arremetía en su libro contra elBig Pharma de cómo controlan la enfermedad (https://goo.gl/TfjDkL), y en 2012 un médico y académico británico, Ben Goldacre, fustigó la forma en que las trasnacionales farmacéuticas anglosajonas engañan a los médicos y dañan a los pacientes (http://goo.gl/RfN7zy).

El grave problema radica en la financiarización de la medicina sometida a los dictados de la banca y sus seguros.

Según el relevante portal ruso Sputnik, el opaco TTIP forma parte de un gran plan de Estados Unidos para aislar a Rusia de Europa (http://goo.gl/CkxjHF). En China también perciben la flagrante hostilidad del TTIP (http://goo.gl/h9mmnh).

El contralmirante francés François Jourdier dice que el TTIP está diseñado para que Europa se convierta en un satélite de Estados Unidos.

Por lo pronto, el opaco TTIP ha sido congelado en el Parlamento Europeo debido a la profunda oposición de los ciudadanos europeos (http://goo.gl/ZsbPAb).

El TTIP comporta más rasgos destructivos que constructivos ya que su objetivo primordial se centra en impedir una alianza entre Alemania y Rusia: axioma nihilista anglosajón que sigue vigente desde inicios del siglo XX y que postuló el geopolitólogo británico Halford Mackinder, lo cual conllevó a la creación de la OTAN.

De los tres planes mercantilistas financieristas que tienen como objetivo la supremacía global de las trasnacionales de Wall Street/la City, el más pernicioso es el menos conocido: TISA (http://goo.gl/IAfAzH), que pretende controlar de manera supranacional los servicios de salud, agua (la ley Korenfeld a escala global), finanzas, telecomunicaciones y transporte: ¡68 por ciento del comercio mundial!

Los tres esquemas van en última instancia contra el BRICS en dos océanos (Pacífico/Atlántico) y en todo el globo (http://goo.gl/ylifI3).

Desde septiembre de 2014, el escritor francés de origen belga Raoul Marc Jennar –autor del libro El gran mercado trasatlántico: la amenaza sobre los pueblos de Europa (http://goo.gl/yNGcpp)”–expuso, antes de las perturbadoras filtraciones de Wikileaks, la alta letalidad del TISA (http://goo.gl/Mk7EkX).


En su libro, Jennar devela una frase indeleble del megabanquero David Rockefeller, mandamás del entonces Chase Manhattan, que se fusionó luego con JP Morgan-Chase, hoy el mayor banco de Estados Unidos y el máximo operador global de los especulativos derivados financieristas: alguna cosa debe sustituir a los gobiernos, y el poder (¡supersic!) privado me parece la entidad adecuada.

Ben Beachy, del Observatorio de Comercio Global de los Ciudadanos Públicos, con sede en Washington, condensó las revelaciones de Wikileaks sobre el opaco TISA y sus 10 amenazas en 50 países (http://goo.gl/mVgAea).

Toda la anglosfera (con su omnipotente banca israelí-anglosajona) se encuentra cupularmente entre los 50 (¡supersic!) países que negocian en secreto en Ginebra los alcances del TISA, a espaldas de sus congresos y ciudadanos –donde incrustaron a México– y que abole la soberanía de quienes se convierten en instrumentos de la banca israelí-anglosajona de Wall Street/la City.

Van las 10 amenazas:

1. Restringir las medidas equitativas para minimizar riesgos financieros: deja vulnerables a los gobiernos ante demandas de las trasnacionales en los tribunales de arbitraje extrajudiciales”.

2. Permitir el tráfico de datos sensibles de los consumidores: permitirá a las “trasnacionales financieras exportar todos los datos personales de los consumidores (…) dándoles la opción de almacenarlos en paraísos fiscales para evadir las inspecciones tributarias”.

3. Forzar a los gobiernos a anticipar todas sus futuras regulaciones.

4. Prohibir indefinidamente cualquier nueva regulación financiera.

5. Prohibir los controles de capital dirigidos a paliar las crisis.

6. Exigir la implementación de productos financieros aún no existentes: los países sólo podrán limitar la creación de nuevos y complejos productos financieros (nota: los que ocasionaron la grave crisis financiera del 2008) sidemuestran previamente (¡súpersic!) su peligrosidad (sic), algo prácticamente imposible;

7. Aceptar las reglas financieras vigentes en otros países: las trasnacionales financieras quedan exentas de cumplir las normativas de un país en el que entren a operar si sus actividades están permitidas en su país de origen.

8. Permitir a las trasnacionales el bloqueo de nuevas regulaciones.

9. Prohibir las preferencias bancarias nacionales para los contribuyentes: los firmantes no podrán establecer preferencias para instituciones bancarias o compañías de sus propios países, ni siquiera con la intención de garantizar los fondos de pensiones (¡supersic!). Nota: México no tendrá ese problema, ya que prácticamente se quedó sin banca nacional (http://goo.gl/7scD0V).

Y 10. Dejar a los gobiernos sin defensa legal para sus regulaciones: quedan las administraciones públicas sin herramientas legales para defender sus reglamentaciones.

Lo que no controla Estados Unidos con sus dos tratados ominosos (TPP y TTIP) lo pretende conseguir mediante el financierismo global de su bancocracia con el TISA, que esclaviza de facto a los ciudadanos de 50 países cuyos mandatarios muchas veces son obligados a firmar tratados suicidas sin conocer su contenido ni sus alcances. Como México, que los ha firmado TODOS sin la menor prudencia.




“Es indispensable hacer el mayor esfuerzo para entender la historia, la cultura y los valores de los dos países”. Carlos Gutiérrez, ex secretario de Comercio, en entrevista para Temas.



Carlos Gutiérrez fue Secretario de Comercio de los Estados Unidos en el segundo término de la Administración de George W. Bush (2005-2009). Es miembro del Partido Republicano. Concedió esta entrevista a la revista Temas, hoy 20 de julio, día del restablecimiento de relaciones bilaterales.


Rafael Hernández (RH). Podría decirse que usted es un hombre con dos identidades, por cubano y por norteamericano. Asumida hasta las últimas consecuencias, su condición cubano-americano sería el espejo donde se acoplarían los intereses de las dos naciones. Más allá de los partidos y las ideologías en el gobierno de ambos lados, ¿pueden compaginarse esos intereses nacionales? ¿Sería posible identificar una superficie de encuentro donde ambos lados ganen?

Carlos Gutiérrez (CG). Efectivamente, nací en Cuba y cinco años después de salir obtuve la ciudadanía norteamericana. También viví en México, donde hice mis estudios y empecé mi carrera en la empresa norteamericana Kellogg’s . Así que se puede decir que tengo una trayectoria tricultural y bilingüe. De Cuba, proviene mi sangre, mis raíces. Cuando conozco a un cubano o cubanoamericano inmediatamente siento una conexión . Todos los que hemos pasado por esa isla encantadora nos quedamos con una “cubanía “, un cierto orgullo, para toda la vida. En México aprendí a manejar una empresa y desarrollé un gran respeto por la entrega y voluntad del trabajador mexicano. Mi esposa es mexicana y dos de nuestros tres hijos nacieron en México.
Estados Unidos es el país que me recibió y me dio oportunidades de desarrollo personal que jamás me imaginé. Como ciudadano americano, mi obligación es apoyar y defender los intereses de los Estados Unidos. No obstante, he visto en el transcurso de mi larga carrera empresarial y gubernamental que existen intereses comunes entre los pueblos que pueden ser más importantes que las diferencias. La obligación de un estadista es defender los intereses de su país pero también buscar intereses comunes que pueden tener beneficios mutuos, sobre todo con los vecinos.

RH. Usted es un experto en la promoción de relaciones comerciales. Si tuviera la oportunidad de ser escuchado por los dos gobiernos, ¿qué les recomendaría? ¿En qué áreas tenemos ventajas comparativas, respecto al resto de los países de la región?

CG. Las relaciones comerciales unen a los pueblos y estrechan lazos y amistades. También he visto en muchos países cómo el comercio puede beneficiar a una economía y a las vidas de millones de personas. Mi recomendación a ambos países es que se desarrollen políticas que promuevan el comercio. Siempre se necesitan leyes y reglamentos, pero cualquier medida legal que detenga el desarrollo del comercio se debe analizar con mucho cuidado. Cuba puede competir con cualquier país del mundo. Tiene una población altamente educada, recursos naturales y una geografía ventajosa. Siempre he pensado que Cuba puede llegar a ser “el Singapur ” del hemisferio.

RH. Casi medio millón de norteamericanos –incluidos los cubano-americanos— visitan Cuba actualmente; y miles de cubanos de la Isla vienen y van entre los dos países. ¿Hasta qué punto esta corriente people-to-people incide en el paso de la normalización?

CG. El turismo y el intercambio de personas pueden tener un gran impacto en el proceso de normalización de relaciones. Sin embargo, estoy convencido de que para conocer realmente un país, los turistas deben salir de sus hoteles, visitar sitios históricos y tratar de conocer a los ciudadanos. Esta recomendación por supuesto se aplicaría a los turistas en ambos países.

RH. Se dice que solo los demócratas serían capaces de conducir el proceso de la normalización con Cuba; y que un predominio republicano haría que este se revirtiera. En cambio, otros juzgan que los republicanos lograrían mantener este proceso e incluso profundizarlo. ¿Quiénes tienen razón y por qué?

CG. Es interesante recordar que fue un presidente republicano, Richard Nixon, quien inició el proceso de normalización entre los Estados Unidos y China. Todo depende del liderazgo y el momento histórico.

RH. Algunos expertos afirman que el mayor obstáculo entre Washington y La Habana no es el embargo ni el lobby cubano-americano en el Congreso, sino el legado de desconfianza mutua. ¿Qué haría usted, si fuera embajador en La Habana, para vencer esa resistencia acumulada?

CG. La desconfianza es lo principal; lo demás son síntomas. Este fenómeno lo viví en la relación con China cuando fui Secretario de Comercio. En muchas ocasiones los obstáculos no eran temas técnicos sino la desconfianza como resultado de la falta de entendimiento. Es indispensable hacer el mayor esfuerzo para entender la historia, la cultura y los valores de los dos países. El entendimiento, donde haya desacuerdo, es el elemento más importante dentro de cualquier relación.

El crecimiento se desacelera: Perspectivas para América Latina y el Caribe

(Versiones en EnglishPortuguês)
Las proyecciones de crecimiento para América Latina y el Caribe se han revisado aún más a la baja —al 0,5 por ciento en 2015— lo cual supone una desaceleración de la actividad por quinto año consecutivo.
La última edición de Perspectivas económicas: Las Américas publicada en abril de 2015 se centró en las diferencias entre el Norte y el Sur de la región, donde se registró una vigorosa actividad económica en el Norte, neutralizada en parte por el débil crecimiento en América del Sur. En general, estas mismas fuerzas siguen estando presentes en la actualización de nuestras perspectivas para la región.
Sin embargo, el crecimiento más débil de lo previsto en Estados Unidos al comienzo del año ha empujado a la baja las perspectivas de crecimiento en México, América Central y el Caribe, mientras que el persistente descenso de los precios de las materias primas ha debilitado aún más el entorno externo para la mayoría de los países de América del Sur. Al mismo tiempo, algunos factores internos se han sumado a las dificultades de carácter externo, contribuyendo a debilitar la confianza de las empresas y los consumidores y, por lo tanto, a reducir la demanda privada (gráficos 1 y 2). Además, la moderación de los precios de las materias primas y el alto nivel de apalancamiento de las empresas implican que la inversión probablemente seguirá siendo débil durante un período prolongado.
En conjunto, estos factores apuntan a que las perspectivas económicas en la región se enfriarán aún más. Además de las proyecciones de crecimiento más bajo para este año, prevemos un repunte más débil en 2016.
Cifras de crecimiento decepcionantes en el Sur
En Brasil el PIB real se contrajo durante los primeros tres meses del año. Los datos preliminares para el segundo trimestre apuntan a un mayor deterioro del entorno económico, incluido el mercado de trabajo, aun cuando la inflación se mantiene en un nivel inquietantemente elevado. Prevemos ahora una mayor contracción en 2015, de alrededor del 1½ por ciento (una tasa de crecimiento ½ punto porcentual menor que en nuestras proyecciones de abril). Esto refleja una contracción significativa de la inversión privada y un descenso moderado del consumo privado, debido al deterioro de la confianza atribuible principalmente a factores internos. Se prevé que la economía brasileña registre una ligera recuperación de alrededor de ¾ por ciento en 2016.

Se espera que otros países del Sur crezcan más rápidamente en 2015 que en 2014, pero a una tasa más baja de lo previsto anteriormente. Perú es un buen ejemplo, con un crecimiento vigoroso en 2015, aunque ½ punto porcentual más bajo de lo proyectado en abril. Análogamente, en Chile, la demanda privada se ha mantenido relativamente débil a pesar del impulso derivado del apoyo fiscal, por lo que hemos reducido nuestras proyecciones de crecimiento al 2,5 por ciento en 2015 y 3,1 por ciento en 2016. En Colombia proyectamos una desaceleración más profunda de la actividad económica, aunque aún prevemos que el país crezca un 3 por ciento en 2015 (alrededor de ½ punto porcentual menos de lo proyectado en abril). Como dato positivo y en virtud de que las expectativas inflacionarias se encuentran bien ancladas, estos países han podido mantener una política monetaria acomodaticia a pesar de que la inflación se sitúa por encima de la meta. Esto ha ayudado a contener una desaceleración de la demanda interna mayor de lo previsto. En estos países, prevemos que el crecimiento sea más vigoroso el próximo año. En Argentina, en tanto, se prevé que la actividad económica se mantenga estancada en 2015 y 2016.
El debilitamiento de los precios de las materias primas también está afectando a otros países exportadores de materias primas de la región. En particular, el impacto de la caída de los precios de las materias primas en Venezuela se ha visto magnificado tras varios años de políticas macroeconómicas insostenibles y de fuerte intervención microeconómica. Venezuela sigue experimentando una profunda recesión, y se proyecta una contracción del PIB del 7 por ciento y una tasa de inflación superior al 100 por ciento en 2015.
Crecimiento moderado en el Norte
En México proyectamos que este año la economía crecerá en alrededor del 2½ por ciento, es decir, aproximadamente ½ punto porcentual menos de lo proyectado en abril; esta revisión puede atribuirse en gran medida al debilitamiento económico transitorio observado en Estados Unidos durante el primer trimestre de 2015 y a una caída de la producción petrolera. El crecimiento del consumo privado y la inversión también han decepcionado por el momento. No obstante, las perspectivas de la economía mexicana siguen siendo más favorables que las de muchos de sus vecinos en el Sur, dado que se prevé que la recuperación en Estados Unidos cobre impulso en el futuro.
Análogamente, en el caso de América Central hemos revisado ligeramente a la baja nuestras proyecciones de abril en virtud de la expansión más lenta de lo previsto en Estados Unidos en lo que va del año. Ahora prevemos que la región crezca a alrededor del 4 por ciento en 2015. En tanto, se espera que las economías de la región del Caribe repunten en 2015-16, gracias, entre otros factores, al aumento de la llegada de turistas.
Múltiples riesgos
La región se enfrenta a varios riesgos. La persistente desaceleración de la actividad económica en China y su impacto en los precios de los contratos de futuros para materias primas sigue siendo el principal riesgo externo para la región. Al mismo tiempo, las negociaciones sobre Grecia todavía podrían tener implicancias negativas para América Latina, aunque hasta ahora los efectos de contagio en los precios de los activos (y, por lo tanto, en la actividad económica) en la región han permanecido contenidos. Por otra parte, Estados Unidos ha señalado el comienzo de un ciclo de aumento de las tasas de interés antes de finales de año. Esto podría intensificar la volatilidad del mercado y las presiones cambiarias en América Latina y plantear desafíos para la formulación de la política económica en la región. Por el lado positivo, sin embargo, se prevé que el estímulo al comercio generado por el robusto crecimiento en Estados Unidos, que tendría lugar si la Reserva Federal decidiera elevar las tasas de interés, impulse la actividad económica, especialmente en México y América Central.
Los riesgos internos son igualmente preocupantes. En particular, el alto nivel de deuda corporativa en el contexto de un deterioro de las condiciones financieras externas podría ser un obstáculo para la inversión mucho mayor de lo previsto actualmente. Además, a más largo plazo, el repunte proyectado de la actividad económica en 2016 y en adelante no se materializará si la confianza de las empresas y los consumidores permanece estancada en los bajos niveles actuales (o incluso retrocede aún más).
Reforzar la capacidad de resistencia de la región
De cara al futuro, la aplicación de reformas estructurales —especialmente una integración comercial más profunda— y la focalización del gasto público en infraestructura fomentarían la productividad, fortaleciendo así el crecimiento potencial. Análogamente, la mejora de los saldos fiscales aseguraría la sostenibilidad de la deuda a largo plazo, contribuyendo al mismo tiempo a generar mayor espacio fiscal para la aplicación de políticas contracíclicas cuando sea necesario. El espacio fiscal también es necesario para consolidar los avances sociales alcanzados en los últimos años, como la reducción de la pobreza y la desigualdad.
La flexibilidad cambiaria sigue siendo fundamental para absorber los shocks externos, en particular en un contexto mundial más volátil. Los marcos de política monetaria que anclen efectivamente las expectativas inflacionarias ayudarán a contener las fluctuaciones excesivas a corto plazo de la actividad económica.
En conjunto, estas políticas también apuntalarán la confianza en la región e impulsarán aún más la actividad económica en el futuro.