Creado el Miércoles, 16 Marzo 2016 13:05 | Jorge Legañoa Alonso
La Habana, 16 mar (ACN) Cuba y Estados Unidos restablecieron el servicio de correo postal directo, con la llegada del vuelo inaugural que aterrizó hoy en el aeropuerto internacional José Martí de esta capital procedente de la ciudad norteamericana de Miami.
Poco después de las 10 de la mañana llegó a la terminal de Aerovaradero la aeronave modelo SAAB 340 de la compañía IBC Airways que trasladó la carga postal, que fue recibida por autoridades cubanas, encabezadas por Carlos Asencio Valerino, presidente del Grupo Empresarial Correos de Cuba y funcionarios del Instituto de Aeronáutica Civil, del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Aduana General de la República.
Carlos Rodríguez, Inspector de la Seguridad Postal del servicio de correos norteamericanos entregó simbólicamente al presidente de Correos de Cuba la carta que reinaugura el intercambio entre ambos países y una muestra del matasellos diseñado para la ocasión, al tiempo que exclamó: “estamos haciendo historia”.
En declaraciones exclusivas a la Agencia Cubana de Noticias, Zoraya Bravo Fuentes, vicepresidenta primera del Grupo Empresarial Correos de Cuba, dijo que los vuelos tendrán una frecuencia de tres veces en la semana –lunes, miércoles y viernes– con salida desde Miami, Florida, a partir del 25 de marzo próximo.
Bravo destacó que con la reanudación del servicio, la mensajería entre ambos países acortará los tiempos de viaje, de entrega y establecerá regularidad, en tanto se gana en seguridad puesto que el acuerdo entre las dos naciones prioriza ese tema pues los envíos se suspendieron en 1968 después de la explosión de una bomba proveniente de Nueva York en un alijo postal.
La funcionaria de Correos de Cuba subrayó que en La Habana se habilitó un segundo local en la Oficina de Cambio Internacional, exclusivamente para procesar el servicio postal con origen y destino en Estados Unidos, habilitado con moderna tecnología y que permitirá procesar cinco toneladas de mensajería en el lapso de 12 horas.
El Plan Piloto acordado con la parte norteamericana que durará un año, tendrá tres vuelos semanales de tres toneladas cada uno.
El restablecimiento del servicio postal directo permitirá incrementar la velocidad de entrega de la mensajería –que antes se hacía por un tercer país–, abarata los costos operacionales y permitirá que los usuarios nacionales puedan enviar al vecino país correspondencias y encomiendas, que no son más que bultos postales de hasta 10 kilogramos, con un precio establecido en las tarifas vigentes, subrayó Zoraya Bravo.
Luego de seis años y medio de negociaciones, el pasado 10 de diciembre, Cuba y Estados Unidos acordaron restablecer el servicio postal directo mediante la implementación de un Plan Piloto para la transportación del correo.
La Mayor de las Antillas y EE.UU. son signatarios del Convenio de la Unión Postal Universal lo que los compromete a brindar el servicio para todos los ciudadanos con precios asequibles y con calidad.
Luego de coordinar detalles técnicos, operativos y de seguridad para la puesta en marcha, la Empresa de Mensajería y Cambio Internacional del Grupo Empresarial Correos de Cuba contrató a la empresa IBC Airways para que transporte la correspondencia y las encomiendas postales internacionales.
El vuelo inaugural que restablece el intercambio directo del correo postal entre las dos naciones deja atrás décadas de desconfianza y patentiza la voluntad de avanzar en una relación diferente.
Las dos naciones comenzaron a dialogar sobre la regularización del servicio postal directo en 2009, pero luego hubo un impasse de cuatro años en el que no se volvió a hablar del tema, hasta que en 2013 se retomó la discusión.
El nuevo contexto de acercamiento entre La Habana y Washington permitió que un año después de los anuncios del 17 de diciembre de 2014, se acordara restablecer el servicio postal directo entre los dos países.
La reanudación del servicio es uno de los primeros resultados palpables luego del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington en julio del pasado año y beneficiará a ciudadanos a ambos lados del Estrecho de la Florida que podrán enviar, con más rapidez y seguridad, correspondencia, encomiendas postales, mensajería y paquetería expresa a través de las oficinas de correo.
Con el viaje del Presidente Obama a La Habana a la vuelta de la esquina, Engage Cuba, la coalición líder de negocios privados y organizaciones que trabajan para terminar con el bloqueo a los viajes y el comercio con Cuba, ha elaborado un análisis sobre los beneficios que pueden obtener los agronegocios estadounidenses en un futuro acuerdo comercial con Cuba (Vea aquí un reporte de todas las oportunidades por estados)
Significativas oportunidades existen para los negocios agrícolas estadounidenses en Cuba –una nación insular que importa más del 80% de sus alimentos (*). Los productores norteamericanos y los exportadores de productos agrícolas y alimenticios, así como las industrias asociadas, obtendrán beneficios de un mayor acceso al mercado y un comercio creciente con Cuba.
Pero, para poder capitalizar las oportunidades para la agricultura de los EE.UU en Cuba, debemos cambiar políticas estadounidenses que restringen el financiamiento y reducen la competitividad de la industria de EE.UU. El agronegocio estadounidense continúa perdiendo cuotas de mercado frente a la Unión Europea, Brasil y Argentina debido a las actuales políticas norteamericanas: los Estados Unidos actualmente se ubican cuartos en el volumen de exportaciones agrícolas a Cuba. Si el Congreso cambiara la política norteamericana en las exportaciones agrícolas a Cuba, las exportaciones estadounidenses serían más competitivas y podrían recapturar cuotas de mercado perdidas en un país con 11 millones de consumidores a apenas 90 millas de nuestras costas.
Puntos Claves:
• Los empresarios agrícolas norteamericanos continúan perdiendo cuotas de mercados frente a la Unión Europea, Brasil y Argentina debido a las actuales políticas estadounidenses. Los Estados Unidos está ubicada 4to en el volumen de exportaciones agrícolas a Cuba.
• Las importaciones agrícolas de Cuba deben crecer en la misma medida en que el incremento del turismo demande más productos alimenticios, especialmente aquellos de superior calidad, y el flujo de remesas llegue más libremente dada la revisión de la política de Estados Unidos – todo dentro de un contexto de estancada producción cubana.
• Si el Congreso cambiara la política de EE.UU sobre las exportaciones agrícolas a Cuba, las exportaciones norteamericanas pudieran ser más competitivas y capaces de recapturar las cuotas de mercado perdidas.
Perspectiva EE.UU-Cuba
Cuba importa más del 80% de sus alimentos. En el 2014, las importaciones agrícolas cubanas totalizaron al menos 2 mil millones de dólares, cerca del doble de la cifra de 2004. Las principales importaciones cubanas incluyen ganadería (14%), productos de soya (13%), trigo(13%), maíz (11%), arroz (10%) y pollo (10%). Las mayores exportaciones estadounidenses a Cuba son de pollo, maíz y frijol de soya.
Como resultado de las políticas de Estados Unidos, los negocios agrícolas norteamericanos están perdiendo terreno frente a países que están dispuestos a ofrecer financiamiento para las compras. La Trade Sanctions Reform and Export Enhancement Act (TSRA) del 2000 prohibe a los exportadores estadounidenses ofrecer créditos a las importaciones cubanas de productos agrícolas. Consecuentemente, los Estados Unidos cayeron de su posición como primer suministrador de productos agrícolas del 2003 al 2012; los EE.UU son ahora el cuarto suministrador de Cuba después de la Unión Europea, Brasil y Argentina.
Significativas oportunidades existen para los agronegocios norteamericanos en Cuba, desde la exportación de productos agrícolas y alimenticios hasta las industrias asociadas que se beneficiarán de un mayor acceso al mercado. La demanda de productos agrícolas estadounidenses de alta calidad es impulsada no solo por la creciente población de clase media de 11 millones, sino también por las remesas y el turismo, los cuales se espera crezcan dramáticamente. En function de capitalizarlo, debemos cambiar la política de EEUU.
EE.UU perdiendo cuotas de Mercado en Cuba
Fuente: USDA FAS, Global Agricultural Trade System (GATS)
Las exportaciones agrícolas de EE.UU a Cuba en Valores
Fuente: USDA FAS, Global Agricultural Trade System (GATS)
(Tomado del blog de James William en Medium. Versión al español RAF / Cubadebate) *Cubadebate verifica este dato sobre los porcientos de productos agrícolas producidos e importados que consume Cuba al año.
Producción agrícola por cultivos seleccionados de la agricultura no cañera en el año 2014 en Cuba (Fuente ONEI)
La Habana, 16 mar (PL) Materializar el programa hidráulico en Cuba que garantice la contabilidad, eficiencia y sostenibilidad en el uso del agua, es uno de los objetivos para 2016 del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), se informó aquí.
Ese es uno de los ocho propósitos fundamentales de ese organismo para el presente año, según se destacó en el balance de la labor de este durante el 2015, encabezado por el vicepresidente cubano Ramiro Valdés Menéndez y la presidenta del INRH, Inés María Chapman.
Los restantes objetivos son mejorar el funcionamiento del INRH como autoridad del agua en el país, Asegurar la protección, el uso racional y productivo de ese recurso, enfocado a la gestión por cuencas hidrográficas y Elevar la calidad de los servicios de abasto del líquido potable y el saneamiento.
También diversificar las tecnologías y fuentes externas de financiamiento para el desarrollo del sector hidráulico, Mejorar la eficiencia económico-financiera y de la eficacia en el sistema integrado de fiscalización y control, y Fomentar e implementar la gestión del capital humano.
Estos ocho propósitos constituyen la primera aproximación de implementación de la Política Nacional del Agua y, consecuentemente, de la nueva concepción estratégica de los lineamientos económicos y sociales del país para este sector.
En el balance Valdés Menéndez instó a mayor eficiencia en el uso del agua, en lo que el trabajo de los cuadros de dirección es determinante, y a elevar la cultura en la utilización y aprovechamiento de ese líquido tan preciado y cada vez más escaso.
Según el informe presentado, los principales problemas del ramo se concentran en la calidad de los servicios de abasto de agua potable y saneamiento, y la protección, uso racional y productivo del recurso.
Los participantes se propusieron fortalecer la lucha contra la seria sequía que persiste en el país, pese a los recios aguaceros que ocasionó en esta temporada el fenómeno meteorológico El Niño, y a eliminar las altas pérdidas del líquido existentes.
Con la histórica visita del presidente Barack Obama a Cuba se espera una multiplicación de las iniciativas para impulsar una apertura bilateral en el sector agropecuario.
LA HABANA/LA PALMA, 11 mar 2016 (IPS) - Estados Unidos reitera su interés por comprar alimentos orgánicos cubanos en cuanto el acercamiento entre los dos países lo permita. Cuando ese día llegue, el sector agroecológico en la isla podría no estar preparado, alertan sus protagonistas.
“El impacto estará condicionado por varios factores, entre ellos, la capacidad de los agricultores de diseñar, implementar y evaluar modelos de negocios agroecológicos que respondan a un mercado nacional e internacional”, valoró a IPS uno de los fundadores del movimiento verde en el agro cubano, Humberto Ríos.
La posible oportunidad en el gran y exigente mercado estadounidense pondrá a prueba la capacidad de respuesta de los cultivos orgánicos en el país.
“Los agricultores saben producir sin agroquímicos, sin embargo esto no es suficiente para el desarrollo de la agroecología”, explicó por correo electrónico el investigador, que actualmente trabaja en España, en el Centro Internacional para la Investigación Agropecuaria Orientada al Desarrollo.
Cuba necesita “una política clara para el crecimiento económico del sector privado y cooperativo interesado en ofrecer productos y servicios agroecológicos”, valoró el ganador en 2010 del Premio Ambiental Goldman, conocido como el Nobel Verde.
Ríos fue galardonado por su labor en el Proyecto de Innovación Agropecuaria Local (PIAL) que, desde 2000 y con la cooperación internacional, ha enseñado el mejoramiento participativo de semillas y otras técnicas ecológicas a 50.000 personas en 45 de los 168 municipios cubanos.
Ríos también recordó la teoría de que la actual apertura económica de Cuba puede tener un impacto positivo o devastador. Voces especializadas califican a la agroecología cubana de “hija de la necesidad”, porque nació cuando en 1991 desaparecieron los insumos que hasta entonces garantizaban los países del extinto bloque soviético.
Si no se toman medidas y se resuelven asuntos pendientes, “probablemente la invasión de la agricultura convencional y sus productos se tragarán los más de 25 años de agroecología”, alertó Ríos.
Ya ha habido variadas iniciativas desde Estados Unidos para impulsar una apertura bilateral en el sector agropecuario, desde que comenzó el deshielo entre los dos países en diciembre de 2014, y se espera que estas se multipliquen con la histórica visita que los días 21 y 22 realizará a La Habana el presidente Barack Obama.
El ejemplo de La Palma
En el municipio montañoso de La Palma, donde el entonces joven Ríos comenzó a trabajar con un puñado de campesinos en la localidad de la provincia de Pinar del Río, en el extremo occidental del país, ahora los activistas del cultivo verde ya perciben algunas de las amenazas anunciadas.
“El auge de los cultivos potencializados son una debilidad”, indicó Elsa Dávalos, que pertenece a la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños de La Palma y coordina el movimiento agroecológico en la localidad, donde 500 de un total de 1.127 fincas obtienen alimentos sin el uso de productos químicos.
Agroecología, escasa en cifras
Las estadísticas cubanas sobre alimentos orgánicos y fincas agroecológicas resultan escasas y dispersas por municipios y programas.
La iniciativa nacional que ofrece números con más frecuencia es el Programa Nacional de Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar, que promueve la siembra en las ciudades sin usar químicos.
En esa modalidad, se cultivan 8.438 hectáreas, de ellas 1.293 en los llamados organopónicos, pequeñas parcelas urbanas atendidas por jornaleros, con 6.875 hectáreas de huertos intensivos y 270 de cultivos semiprotegidos.
Los patios y parcelas en zonas urbanas y suburbanas produjeron en 2015 un total de 1.257.500 toneladas, en su mayoría vegetales, lo que representó 2.500 toneladas menos que el año precedente.
Dávalos detalló que se les llama “potencializados” a cultivos priorizados por el ramo agrícola que vienen junto con un paquete tecnológico químico, como por ejemplo, maíz, malanga y frijol. “Muchos productores optan por ellos para obtener grandes cosechas sin tanto trabajo”, lamentó, en su diálogo con IPS en el municipio.
Esa opción creció en el agro cubano después que el gobierno de Raúl Castro comenzó en 2008 una reforma económica, con el acento puesto en la producción agrícola para reducir la factura anual de 2.000 millones de dólares por importación de alimentos.
Hasta ahora las medidas aplicadas como la entrega de tierras en usufructo arrojaron crecimientos modestos en la agricultura, de 3,1 por ciento en 2015, que se consideran insuficientes para satisfacer la demanda interna y disminuir los elevados precios de los alimentos, que se ha hecho indetenible.
El sector productivo se queja, entre otros puntos, de la carencia de insumos como fertilizantes, maquinaria y sistemas de riego, la escasez de fuerza de trabajo, poco acceso a servicios complementarios, trabas burocráticas y débil industrialización para aprovechar mermas y excedentes en conservas.
Las fincas ecológicas bracean en medio de estas dificultades generales y las propias de este tipo de agricultura más exigente.
“Es muy difícil que el campesino atienda todas sus funciones y además saque tiempo para producir los insumos ecológicos necesarios”, planteó Yoan Rodríguez, coordinador de PIAL en La Palma, sobre una realidad que sortean las parcelas de producción orgánica.
Para elevar los rendimientos, “algunas personas deben especializarse en obtener solo los insumos como microorganismos eficientes, compost y humus de lombriz”, amplió a IPS el investigador que impulsa la mejora de los servicios agroecológicos en la localidad, para apoyar y atraer a los productores.
“Hay una cierta apertura de Cuba hacia el mundo y más con las negociaciones con Estados Unidos. De alguna manera llegarán también los insumos químicos que saturan el mercado agrícola global”, reflexionó. “Va a ser bien difícil mantener el trabajo logrado durante tantos años”, pronosticó.
Otros factores que desalientan al movimiento en el país son la casi nula certificación de los productos agroecológicos y la ausencia de precios diferenciados y competitivos para los alimentos orgánicos en las empresas estatales, a las que cooperativas y campesinos independientes están obligados a vender gran parte de su producción.
No obstante, PIAL y otras iniciativas trazan nuevas estrategias para aprovechar también las oportunidades que se abren con la reforma y la reinserción internacional.
Con una posición privilegiada entre la capital y la Zona Especial de Desarrollo Mariel, la finca Marta, situada en la también occidental provincia de Artemisa, produce sin uso de químicos vegetales y hortalizas que vende, entre otros, a 25 restaurantes de lujo en La Habana.
“Tenemos buena conexión con los mercados y vendemos suficiente para valorizar lo que hacemos”, contó Fernando Funes-Monzote, otro fundador del movimiento agroecológico en el país, que en 2011 inició este proyecto, donde actualmente trabajan 16 personas.
“La apuesta era demostrar que es posible desarrollar aquí un proyecto familiar ecológicamente sustentable, socialmente justo y económicamente factible”, compartió con IPS.
Empujan apertura desde Estados Unidos
Mientras eso sucede, el interés por la agricultura ecológica cubana se ha reiterado en las visitas a la nación caribeña de empresarios y funcionarios estadounidenses del sector, que destacan entre los promotores más activos de que se consolide la normalización de las relaciones entre los países separados solo por 90 millas náuticas.
El máximo ejemplo son las 30 compañías agrícolas y alimentarias que conforman la Coalición Agrícola Estadounidense por Cuba (Usacc, en inglés), que nació en enero de 2015 para contribuir a anular el embargo que su país mantiene contra esta nación insular desde 1962.
Incluso el Departamento de Agricultura de Estados Unidos pidió al Congreso legislativo financiamiento para que cinco funcionarios trabajen a tiempo completo en suelo cubano, de manera que allanen el camino y el comercio e inversiones arranquen en cuanto desaparezcan las restricciones actuales.
También es significativo que la primera fábrica estadounidense que se instalará en Cuba en más de medio siglo, tras recibir la aprobación de su gobierno en febrero, será una planta para ensamblar 1.000 tractores anuales, destinados a agricultores independientes, que operará en la zona de Mariel desde 2017.
Por una excepción al embargo de 2000, Cuba puede adquirir en efectivo alimentos y medicinas a Estados Unidos, que en los últimos años decayeron porque la isla encontró facilidades de crédito en otros mercados.
En 2015 las compras de alimentos sumaron solo 120 millones de dólares contra los 291 millones erogados en 2014, según el Consejo Económico y Comercial EEUU-Cuba.