Este libro, que hoy se publica el prólogo, ha tenido un gran impacto en el ámbito académico de nuestra patria , por lo que he decidido publicarlo por partes para que el gran publico lo conozca, estudie, y medite, ahora que vamos a discutir la Conceptualización del Modelo.
Premio Literario
Casa de las Américas 2015
Ensayo de tema
histórico-social
Juan M. Ferran
Oliva
Entregada la propuesta en Julio de 2014
PREMIACIÓN
en Enero 29 de 2015
Jurado:
Zuleica Romay, de Cuba. Marta Harnecker, de Chile. Alfonso Múnera, de Colombia.
La búsqueda de un nuevo modelo económico cubano despierta
expectativas. Su alcance pudiera establecer una frontera con la emblemática
media centuria anterior, o simplemente, perpetuarla con modificaciones
cosméticas. Es una coyuntura trascendente que invita a la reflexión.
Conviene repasar lo acaecido y
escudriñar el futuro.
Desde hace unos pocos años el slogan político de moda en Cuba
es el nuevo modelo económico. Ha de basarse en los lineamientos de la
política económica y social que fueron el leitmotiv del VI Congreso del Partido
Comunista de Cuba celebrado en abril de 2011. El evento se celebró de manera
diferida tras saltar el turno en dos ocasiones.
En las perspectivas surgidas en torno a su celebración influyó el
desconcierto y el anuncio de transformaciones importantes. Estas últimas
apuntan hacia un nuevo modelo económico
cubano, que es aún una aspiración… y una incógnita. El evento tuvo lugar a 52
años del inicio de la Revolución, un medio siglo convencional no circunscrito
puntualmente a 18.250 días. Dentro de él – debidamente tropicalizado - se
inscribe el período de economía
centralizada de corte soviético. Es el modelo que se intenta cambiar.
El presente ensayo se ha dividido en capítulos con subtítulos de regusto bíblico; Génesis,
La Tierra Prometida, El Paraíso Perdido, el mesías, el éxodo, los
Apóstoles y las profecías. Se toman prestados con intención simplemente
retórica. Disculpen la licencia los cristianos y los judíos. En ellos se
recorre brevemente el pasado y se aventura un futuro con horizonte en el año 2025. En esa fecha se cumple
medio siglo de la implantación del modelo de economía centralmente planificada.
Hasta 1975 se llevaron a cabo las transformaciones revolucionarias en medio de
un idealismo desbordado. En lo adelante siguió una evolución del modelo
soviético interrumpida poco antes de 1990. Siguieron años de cosmética de
ocasión intentando salvar lo que se consideraba la verdad absoluta, según los
manuales al uso. Actualmente, de regreso del baile de las ilusiones, se intenta
un modelo redentor que conserve, al menos, los objetivos básicos de la Revolución..
En un anexo se exponen tres demostraciones basadas en las
tercas cifras. Van en cuerpo aparte para no turbar a quienes eluden el áspero
lenguaje de los números.
El tema introduce al autor, furtivamente, en el ámbito de los cubanólogos, especie aún no
entrada en extinción. Su gama es amplia; va desde los
paparazzi intelectuales que exageran lo malo e ignoran lo bueno, hasta el
extremo contrario de los inclinados a adornar la verdad y glosar sobre el mejor
de los mundos posibles. Entre ambos extremos navega la objetividad.
En una ocasión Churchill afirmó que el capitalismo constituía
la más injusta forma de distribución de la riqueza, mientras que el socialismo
representaba una repartición equitativa de la pobreza. La anécdota evidencia el
proverbial conservadurismo de Sir
Winston. Pero aún en 1965, fecha en que
falleció, los países que ostentaban la etiqueta de comunistas no se
caracterizaban por la abundancia productiva. En consecuencia - mordacidades
aparte- no podían repartir otra cosa que no fuera la escasez.
Cierta o falsa, se puede extraer una moraleja de esta
virulenta anécdota. Las naciones que aspiran a concretar un modelo socialista
han de hacerlo sobre una sólida base económica. De otro modo caerán en la
situación caricaturizada por el célebre ex ministro británico. Dichos países
han de optar por el desarrollo económico y mostrar que los cambios
revolucionarios deben implicar aumentos de la productividad social y mejoras en
la calidad de vida. Ello ocurrió en el esclavismo respecto a la comunidad
primitiva y posteriormente se repitió en el feudalismo y el capitalismo. El
socialismo, preámbulo teórico del aún
utópico comunismo, no puede ser una excepción
y debe alcanzar niveles de consumo consecuentes con el superior
desarrollo económico que alcance ¿Hasta
que punto se ha logrado ello?
Las lecciones de la historia consisten en perpetuar lo positivo y rechazar lo negativo. Pero las decisiones políticas
están atenazadas por principios y restricciones. En Cuba son abundantes y, consecuentemente,
las expectativas derivadas de los Lineamientos son resbaladizas y ofrecen poco
asidero a pronósticos. No obstante, con los elementos disponibles no se debe
soslayar esta posibilidad. Es lo que se intenta en las paginas que siguen.
Juan M Ferran Oliva
La Habana, julio de 2014.