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lunes, 25 de julio de 2016

“Nos encontramos ante el final de las energías fósiles”

El sociólogo y economista Jeremy Rifkin (Denver, 1945) predijo el fin del trabajo mucho antes de que todos los ‘think tanks’ del mundo


El sociólogo y economista Jeremy Rifkin (Denver, 1945) predijo el fin del trabajo mucho antes de que todos losthink-tanks del mundo anunciasen que las máquinas iban a ocupar la mayoría de los puestos de trabajo en la industria. También fue el gran gurú de lo que llama ‘la tercera revolución industrial’, basada en las energías sostenibles y las consecuencias de Internet como la economía colaborativa. Ha trabajado como asesor de numerosos gobiernos, desde China hasta Alemania o España, y también con la Unión Europea. Es autor de casi 20 libros pero, sobre todo, es una de las voces más respetadas en el mundo por lo atinado de sus predicciones. Ha publicado recientemente La sociedad de coste marginal cero (Paidós), donde augura un futuro de energía gratuita que cambiará por completo el modelo de producción y, con ello, la sociedad. Pero no lo plantea como una utopía, sino como una realidad inminente. La entrevista tiene lugar en Dallas, durante el congreso internacional del World Travel & Tourism Council (WTTC).

Pregunta: Sostiene que en poco tiempo tendremos energía gratuita. ¿Cree que los gigantes de la energía permitirán que eso ocurra?

Respuesta: En el punto en el que estamos es irrelevante lo que estos gigantes digan, porque esto ya está ocurriendo. La segunda revolución industrial ya ha tocado techo y está en pleno declive. El elefante en la habitación es el cambio climático: nos enfrentamos a transformaciones radicales en el planeta en los próximos 50 años, no en dos siglos.Necesitamos un nuevo planteamiento económico y debemos enfrentarnos a la pregunta fundamental sobre cómo producimos.

P: ¿Esta tercera revolución se parece en algo a las anteriores?

R: En todos los grandes cambios económicos han convergido tres factores: el primero son las comunicaciones; el segundo, las nuevas fuentes de energía que impulsan la economía; y el tercero, innovadoras formas de transporte que son más eficaces. Así, la segunda revolución industrial nació en Estados Unidos con la electricidad centralizada, el teléfono, la radio y la televisión, y el petróleo barato de Texas. Henry Ford puso a todo el mundo en la carretera. Esto se prolongó durante un siglo, pero en julio de 2008 todo se vino abajo cuando el precio del crudo alcanzó su máximo histórico, 147 dólares el barril. La economía se vino abajo porque todo dependía de las energías fósiles y nucleares. Con los precios actuales, estas empresas no son competitivas, no se pueden sostener por debajo de los 40 dólares el barril, todas van hacia la bancarrota. Hemos llegado al final de esa segunda revolución industrial, basada en las energías fósiles.

P: ¿Y esto cómo lleva esto a la energía de coste cero?

R: ¿Cómo va a crecer la economía si está conectada a infraestructuras del pasado que alcanzaron a cumbre de su productividad en los años noventa? Se tocó techo y esto es lo que muchos partidos políticos, de izquierdas o derechas, no entienden, aunque los empresarios empiezan a comprenderlo. Por ejemplo, en España se pueden llevar a cabo todas las reformas laborales que se quiera, o crear incentivos para nuevas inversiones, pero no va a haber ninguna diferencia porque las empresas están conectadas a una infraestructura obsoleta.

P: ¿Cómo encajan en esto las nuevas formas de Internet?

R: El capitalismo todavía no sabe cómo hacer frente a esa economía colaborativa. Yo considero que es un nuevo sistema económico, como lo fueron el capitalismo y el socialismo. Está aquí para quedarse, aunque ahora parezca algo muy nebuloso. Ya hemos visto lo que ha pasado en las comunicaciones, ahora veamos qué ocurre con la energía y los transportes. La tecnología digital nos lleva a costes marginales cercanos a cero. La gente joven está produciendo y compartiendo su propia música, el coste de producir con calidad de estudio es casi cero y los jóvenes comparten el resultado casi por nada. Ocurre lo mismo con los vídeos. Los periódicos y las revistas están viviendo eso con las redes sociales. La gente contribuye a Wikipedia por nada, el conocimiento del mundo se está democratizando. Muchos pensaron que eso sólo ocurría en el mundo virtual, no en el real, pero lo que mantengo es que cuando aplicas esto al Internet de las Cosas esa diferencia desaparece. Lo estamos viendo con la energía, el transporte y la logística. Por ejemplo, en Alemania, con cuyo Gobierno trabajo desde hace décadas, la energía eólica y solar está aumentando muy rápidamente con un coste marginal cero. En 10 años será el 40% y en 2040 será el 100%. Es un progreso parecido al de los microchips en las computadoras: en los años 40 había un par de ordenadores y costaban millones de dólares, pero luego vino el chip Intel, y ahora tenemos ordenadores en los teléfonos que cuestan 25 dólares en China, más poderosos que los que se utilizaron para mandar al hombre a la luna. Aún se ignora que va a ocurrir el mismo proceso con la energía solar y eólica: en 1978, un vatio solar costaba 78 dólares, ahora cuesta 50 céntimos. Y en 18 meses costará 35 céntimos.

P: ¿Y cómo se resuelve el problema de la acumulación? Porque esta energía necesita que haya luz o viento…

R: Llegaremos a eso. Una vez que pagas por la infraestructura, luego los costes son cero. El viento o la luz no nos mandan la factura. Existen varios factores fundamentales que determinan que esto funcione, uno de ellos es la conectividad necesaria para el transporte y la logística. Tenemos que hacerlo todos a la vez. Alemania y Dinamarca se están moviendo mucho más rápido que los demás, y lo están logrando. El año pasado, un día hubo tanta energía solar y eólica que tuvimos precios negativos. Es gratis. Insisto: no es una teoría.

P: ¿Qué otros países están en cabeza?

R: China es consciente de que se perdió la primera revolución industrial y parte de la segunda. Estoy viajando constantemente allí y ahora se mueven muy rápido. Invierten mucho dinero en la digitalización de la electricidad, de tal forma que millones de chinos puedan producir su propia energía solar y devolverla a la red. Nadie habla de ello.

P: ¿Qué implicaciones tendrá esto?

R: Cuando tengamos toda esa energía será posible el transporte sin conductor a través de GPS. Los jóvenes están evolucionando de la posesión de vehículos al acceso a la movilidad. Es un cambio gigantesco en el concepto de transporte, acelerado por los negocios de coches compartidos. Las empresas sí son conscientes de que cada vez van a circular menos coches: por cada vehículo compartido, 25 son eliminados. Los coches representan el tercer productor de carbono. Creo que eso acabará por suprimir el 90% de los automóviles y la inmensa mayoría de los que queden serán eléctricos sin conductor. No sólo los vehículos en tierra como coches y trenes, también en el océano.

P: ¿Estos cambios llegarán a tiempo? Porque la contaminación que afecta a las grandes ciudades chinas o en México las está convirtiendo en inhabitables.

R: Sinceramente, no lo sé. El reloj avanza a toda velocidad. Llevo trabajando en eso desde los 70 y ninguno anticipamos el ciclo que se estaba creando. El último estudio, que apareció en Science en marzo, asegura que el deshielo de la Antártida es mucho más rápido de lo que creemos y que las corrientes de agua van a cambiar produciendo tormentas gigantescas en todo el planeta, nunca vistas hasta ahora. Dentro de un siglo, muchas ciudades costeras estarán bajo el agua. La humanidad se enfrenta al momento más decisivo y terrorífico de su historia como especie. Por otro lado, las tecnologías que nos ayudan a combatir esto pueden avanzar mucho en las próximas décadas o años. Incluso más todavía en el mundo en desarrollo porque carece de infraestructuras. Necesitamos tres generaciones totalmente comprometidas, no cometer demasiados errores y un buen liderazgo.

P: Todas sus teorías parecen mucho más fáciles de aplicar en países desarrollados. Las ideas para convertir a Copenhague en la ciudad más verde del mundo no parecen sencillas de replicar en México o Pekín.

R: Estoy trabajando con el Gobierno chino. Lo que digo allí, y también en la UE, es que están construyendo un mundo nuevo, pero siguen invirtiendo en infraestructuras que pertenecen a la segunda revolución industrial, no a la tercera. Hay que cambiar las prioridades. ¿Qué tipo de ciudades estamos construyendo? Con la tercera revolución industrial, no hay ningún motivo por el que no podemos construir ciudades más pequeñas dentro de las grandes urbes, satelitales, y con inmensas reservas ecológicas entre ellas. Podemos llevar a cabo reforestaciones masivas dentro de ciudades de entre medio millón y dos millones de habitantes. Y esto se podrá hacer porque nos podremos mover de un lugar a otro de forma más rápida y limpia. Los coches tal y como los conocemos no estarán aquí en 20 años.

Sector forestal cubano se inclina a la energía renovable

La participación internacional permitiría aprovechar los desechos del bosque en la generación de electricidad.

Posturas de pino obtenidas con la tecnología de tubetes, en el vivero más moderno de la empresa forestal.
Posturas de pino obtenidas con la tecnología de tubetes, en el vivero más moderno de la empresa forestal.
Foto: Archivo IPS Cuba
La Habana, 25 jul.- Un proyecto de la estatal Empresa Forestal Macurijes, en la occidental provincia de Pinar del Río, busca aprovechar los desechos de la actividad forestal para eliminar la contaminación y producir energía renovable.
“Los residuos, tanto en las áreas de tala como en la industria, constituyen un problema medioambiental de consideración. Por ello, estamos enfrascados en negociaciones para un proyecto de construcción de una planta de bioenergía que permita aprovecharlos”, explicó Abelardo Domínguez, especialista en desarrollo y negocios de la entidad.
“Se trabaja en construir una empresa mixta con un socio extranjero para producir electricidad a partir de la biomasa procedente del bosque y la industria, además del marabú” (planta invasora), indicó el trabajador de la empresa que se extiende por los municipios de Guanes y Mantua, en la más occidental de las provincias cubanas.
Sector en perspectiva
Los actuales programas de desarrollo de los bosques en Cuba incluyen la introducción de especies como laacacia magnum, de relativamente alto nivel de crecimiento anual y de muy buena calidad para la confección de muebles, así como el fomento de las áreas de cedro, destinado a la producción de cajas para los puros habanos.
Con esa planta, amplió, se evitaría el daño al entorno y dejaría libres los terrenos ocupados por los indeseables marabusales para dedicarlos a las producciones intensivas.
Domínguez sostuvo que la perspectiva no puede ser seguir haciendo carbón de marabú, pues llegará un momento en que esta especie se agotará.
“Si disponemos de una bioeléctrica en esas áreas libres de marabú, podremos sembrar especies energéticas, capaces de sustituirlo como materia prima, de manera que tendremos energía renovable, con la posibilidad de renovar el bosque cada cierto tiempo”, propuso.
“Una de las prioridades del país es cambiar la matriz energética y este proyecto apunta a eso. El marabú es un problema y usarlo fue una solución emergente, pero al final debemos desarrollar plantaciones con un mayor volumen de madera por hectárea, para utilizar los residuos en la generación eléctrica sostenible”, abundó el especialista.
Producciones del bosque
Con un patrimonio boscoso de 98.000 hectáreas, de ellas la mitad formada por bosques naturales de pinos y plantaciones, la Empresa Agroforestal Macurijes tiene como actividad principal la silvicultura.
Para ello cuenta con dos viveros, uno con tecnología tradicional y otro tecnificado, que emplea el sistema mucho más eficaz de tubetes.
Con esas producciones suministran toda la postura necesaria para repoblar casi el doble de las áreas que se talan anualmente, lo que asegura la sostenibilidad de los bosques de la empresa, aseguró Domínguez.
“Tenemos uno de los aserraderos más grandes de Cuba que produce madera aserrada de pino para la reserva del país y los programas priorizados, entre ellos servicios necrológicos y la vivienda, con lo que sustituimos importaciones”, amplió.
Otro destino es el tabaco. Cerca de la mitad de la madera que sale de los bosques, sobre todo en tratamientos silviculturales, va hacia ese cultivo, donde es usado en las casas de tabaco, plantaciones tapadas y en postes, entre otros.
La empresa cuenta con la única planta de impregnación para postes de servicio público del país, dedicada a preservar los troncos que emplean las estatales Empresa de Telecomunicaciones de Cuba y Unión Nacional Eléctrica.
Como solo cubre una parte de las necesidades del país, se estudia la factibilidad de incrementar la capacidad de la industria para sustituir importaciones.
Además, extraen resina de pino, con más de 100 usos: cosméticos, farmacia y pinturas, que se destina a la exportación y a una planta donde se obtienen colofonia, un tipo de cera con varias aplicaciones industriales, y trementina, un aceite usado en la fabricación de barnices.
Con cerca de 30 por ciento de su territorio cubierto de bosques y una política sostenida de reforestación, Cuba todavía no satisface sus necesidades de madera. (2016)