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martes, 10 de enero de 2017

La inversión extranjera directa en Cuba: resultados e importancia

Omar Everleny Pérez Villanueva, Cuba Posible
enero 10, 2017

“Concedemos gran importancia a la necesidad de dinamizar la inversión extranjera en Cuba. Reconozco que no estamos satisfechos en esta esfera y que han sido frecuentes las dilaciones excesivas del proceso negociador. Es preciso superar de una vez y por siempre la mentalidad obsoleta llena de prejuicios contra la inversión foránea”. 
Raúl Castro Ruz, 27/12/2016

INTRODUCCIÓN

Resulta estimulante escuchar la exhortación que ha hecho el Presidente cubano a desterrar, de una vez y para siempre, los prejuicios sobre la inversión extranjera. Es importante captar plenamente el sentido de la importancia y de la urgencia de tal reclamo, y es crucial actuar en consecuencia.

Algunas de las preguntas lógicas que hace cualquier ciudadano son las siguientes: ¿quiénes obstaculizan y retardan hoy —desde posiciones oficiales— la esperada contribución de la inversión extranjera al proceso de desarrollo nacional? ¿Qué argumentos esgrimen para justificar esas posiciones? ¿En qué plazo podrá el gobierno cubano resolver ese inconveniente?

Este artículo no ofrece respuestas directas a esas preguntas, pero intenta presentar el contexto amplio —más allá de posibles responsabilidades individuales o grupales— que permite entender mejor el problema.

Para empezar, esbozo algunos hechos que confirman la importancia real –no teórica ni imaginada‒ del aporte de la inversión extranjera al avance de la “actualización” del modelo cubano:

—Un gran número de los hoteles que acogen a los cuatro millones de turistas anuales que recibe Cuba se gestiona mediante contratos de administración hotelera con reconocidas compañías extranjeras. Es decir, contamos con 27 empresas mixtas en el turismo, y 76 contratos de administración hotelera de 17 grupos extranjeros.

—Una parte importante de las ventas de ron cubano se realiza mediante la empresa mixta con Pernord Ricard, uno de los mayores distribuidores de licores a nivel mundial.

—El tabaco cubano se comercializa internacionalmente mediente la empresa Habanos S.A., una entidad mixta entre empresas nacionales e Imperial Tobacco, del Reino Unido.

—Renglones claves de la minería y de la energía, como el níquel, el gas, el petróleo, y la producción de energía eléctrica por gas, se producen y comercializan con empresas mixtas de Canadá y de otros países.

Son hechos conocidos ampliamente en el país y que, obviamente, no son ignorados por quienes, a pesar de las pruebas sobre la función positiva de la inversión extranjera en el desarrollo del país, entorpecen tal función.

BREVES COMENTARIOS SOBRE LA INVERSIÓN EXTRANJERA EN LA ACTUALIDAD

La globalización económica de finales del siglo XX y principios del XXI ha potenciado el dinamismo de los flujos financieros internacionales, especialmente la inversión extranjera directa (IED).

Con la incursión de China y de otros países asiáticos, a la IED se le ha otorgado un papel destacado como determinante en los procesos nacionales e internacionales de desarrollo económico. Este papel no solo se debe a la expansión sin precedentes del volumen de las corrientes internacionales de capitales, sino también porque se considera que la IED tiene efectos directos e indirectos en los procesos de desarrollo económico que mejoran la eficiencia y los niveles de productividad de la economía receptora.

La inversión extranjera directa es también un motor de la acumulación de capital intangible. Los efectos positivos de la inversión extranjera directa pueden impulsar el desarrollo de las economías receptoras; en particular, pueden complementar el ahorro nacional mediante nuevos aportes de capital y estimular las transferencias de tecnología y sistemas de gestión para la modernización productiva.

Aunque la contribución directa de la IED a la formación bruta de capital fijo es reducida, las empresas transnacionales pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo económico, en la medida en que contribuyan a transformar una economía mediante la creación de capital intangible. Los efectos positivos de la IED pueden producirse mediante la transferencia de tecnología y el desarrollo de habilidades, así como a través de su impulso a la integración de las empresas locales en cadenas de valor que aumenten su exposición a la economía internacional.

La posibilidad de apropiarse de estos beneficios depende de la formación de la fuerza laboral, de la competitividad de la industria local y su capacidad para proveer a las empresas extranjeras de ciertos insumos que las mismas requieren. Los países receptores tienen el desafío de captar estos beneficios, ya que, de no mediar las condiciones necesarias, existe la posibilidad de que la empresa extranjera sea un enclave dentro del país y que solo una fracción de sus beneficios se trasfiera a la economía local.

Desde la perspectiva de la conectividad internacional en bienes, servicios, personas, finanzas y datos, la región latinoamericana donde se encuentra Cuba está poco conectada con el resto del mundo, lo que supone ciertos riesgos en una economía global cada vez más integrada, donde las redes internacionales favorecen la difusión del conocimiento y el aumento de la productividad. En contraste con los países mejor conectados del mundo (Estados Unidos, Países Bajos y Singapur), los países de América Latina y el Caribe están muy rezagados. México es el que aparece mejor clasificado (puesto 21) y mucho más atrás vienen Brasil (44) y Chile (45).

Las características intrínsecas de cada país son relevantes, y cada economía tiene sus rasgos específicos. Un país con mayores ventajas comparativas tiende a atraer más y mejores inversores. Sin embargo, la capacidad de un país para incrementar su productividad, haciendo que sus empresas y las inversiones que estas reciben sean más rentables que en el resto de los países es, sin lugar a dudas, el principal instrumento con el que se puede contar, el cual un país con pocos recursos naturales como Cuba debe utilizar, aunque cuenta con sol y playa, pero también con una población con alta calificación.

Existen en el mundo países con un alto desarrollo económico, que cuentan con pocos recursos naturales. Están los casos de algunos europeos como Suiza, y otros como Japón, que han desarrollado el arte de incrementar la rentabilidad de sus recursos y sus inversiones a través de su capacidad para agregar valor a la productividad, y esto los ha colocado en los primeros lugares en el ranking de competitividad global.

Los países más exitosos a la hora de atraer IED y apropiarse de sus beneficios son los que han adoptado políticas más activas y focalizadas.

Entre los encargados de la formulación de políticas existe consenso respecto a la importancia de contar con un clima empresarial que impulse la inversión, lo que no solo favorece la atracción de IED, sino también la dinámica de la inversión nacional. El clima de inversión es una combinación de la facilidad para hacer negocios, los esfuerzos para atraer inversiones y los costos y beneficios asociados a la actividad empresarial.

Con respecto a estos, muchas veces las políticas se han centrado en la reducción de la carga fiscal para los inversionistas, lo que, pese a ser importante, no es un factor determinante. Como contrasta también el economista Pedro Monreal (2016) no está demostrado que una disminución de carga fiscal sea un atrayente para mayor entrada de capitales externos.

Con respecto al clima de negocios, muchos países de América Latina muestran una posición rezagada en índices como el de facilidad para hacer negocios (Doing Business Index) del Banco Mundial. Los países mejor evaluados son México, Chile y Perú, de los cuales solo México se ubica entre los 40 mejores del mundo (en la posición 39). Más aun, el índice muestra que pocos han mejorado su posición relativa en los últimos años, entre los que se destacan Costa Rica, El Salvador, Jamaica y México.

La mejora del clima de negocios es un espacio importante de las políticas públicas y de su implementación por las agencias de promoción de inversiones, que juegan un papel relevante para reducir asimetrías de información y hacer coincidir los inversionistas potenciales con las oportunidades de negocios en el país receptor.

El grado en que las agencias de promoción de inversiones pueden cumplir esta función depende, en gran medida, de las legislaciones nacionales y los recursos financieros y humanos con los que cuenten.

La experiencia regional brinda diversas lecciones. En primer lugar, deben consolidarse como una ventanilla única donde los inversionistas puedan conseguir toda la información y hacer los trámites correspondientes. En segundo término, las agencias de promoción de inversiones se potencian cuando coordinan esfuerzos de promoción de exportaciones y de atracción de inversiones. En tercer lugar, la autonomía institucional y el respaldo político con que cuentan son factores centrales de su eficacia. Por último, es más eficiente que trabajen con los inversionistas internacionales y locales en la medida en que enfrenten problemas similares, por ejemplo para desarrollar e integrarse en cadenas globales de valor.

En países en los que las políticas de promoción de la inversión no son trasparentes sobre los incentivos que ofrecen, aumentar la información sobre normas y prácticas reducirá la subjetividad en la concesión de los incentivos, con lo que se incrementa su legitimidad.

¿CUÁL HA SIDO EL DESARROLLO DE LA INVERSIÓN EXTRANJERA RECIENTE EN CUBA?

El gobierno cubano, luego de una reflexión basada en la necesidad de utilizar de forma creciente la variable inversión extranjera en Cuba, vigente y aplicada a partir de los años 90 del pasado siglo, comienza a partir del 2013 su relanzamiento para acelerar los ritmos de crecimiento de la economía. Este elemento está relacionado con el reducido porcentaje que el Estado ha estado invirtiendo en la economía, siendo los factores claves de ese despegue la promulgación del Decreto-Ley 313, que permite el desarrollo de una zona especial de desarrollo, y la nueva Ley 118 de inversiones extranjeras. Esto se realizó en un entorno en el cual se desconocía el potencial de los inversores de Estados Unidos, tenido en cuenta a partir del restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, en julio de 2015.

Sucede que el Estado cubano dedica una proporción muy baja de su economía a la inversión, es decir, su indicador de Formación Bruta de Capital es muy bajo con respecto a países similares como República Dominicana y con el promedio de la región.

Está ya demostrado que Cuba debe complementar con más de 2,500 millones de dólares anuales provenientes de la inversión extranjera su inversión nacional. Sin embargo, todavía en la pasada sesión de la Asamblea Nacional del 27 de diciembre de 2016, el ministro de Economía Ricardo Cabrisas expresaba:

“En el proyecto de Plan 2017, la inversión extranjera continúa siendo muy baja en su participación respecto a la inversión total, representando solo el 6,5 por ciento del Plan”. Lo cual indica que tampoco en el 2017 se aspirara a que la inversión que se necesita en el país, llegará en los montos requeridos.
Figura 1: Formación Bruta de Capital Fijo con respecto al PIB en América Latina y el Caribe, Cuba y República Dominicana. (En por cientos y a precios constantes).


Fuentes: CEPAL, 2016. La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe. ONEI, Anuario Estadístico de Cuba. Cuentas Nacionales. Cuba a precios de 1997, Dominicana y América Latina a precios del 2000.

En la actualidad funcionan en Cuba unas 250 empresas en asociación con el Estado cubano, tanto mixtas como en contratos de administración hoteleros, entre otras variantes, y existen negocios en diferentes ramas de la economía, como la minería, entre ellas el petróleo, níquel, bebidas, tabacos, alimentación, etc. Pero la participación de los montos de inversión de los capitales extranjeros con respecto a la economía cubana han sido extremadamente bajos, incluso estando por debajo del 0,5 por ciento con respecto al PIB cubano.

De acuerdo al tipo de negocio, se encuentra que una gran parte de los mismos son negocios mixtos entre el Estado y las compañías extranjeras, y los contratos de asociación económica internacional.
Figura 2: Negocios con inversión extranjera en el 2015. Modalidades (cantidad de negocios).

Fuente: Cuba. Portafolio de Oportunidades para la Inversión Extranjera, 2016/2017. MINCEX. Noviembre 2016.

Los principales resultados de las 214 empresas con modalidades de inversión extranjera en el 2015, son las siguientes: las ventas totales de este tipo de empresa son de 4,500 millones de CUC, con unas exportaciones superiores a las 2,300 millones de CUC.

A comienzos de noviembre de 2016 el número de empresas extranjeras ascendían a más de 250 en el país, y en la Zona Económica Especial de Mariel (ZEDM) ya se contaba con 19 usuarios, de ellos 10 de capital 100 por ciento extranjero, 4 empresas mixtas, 4 empresas cubanas y un contrato de asociación económica internacional.

Siendo las mismas por origen las siguientes:

—2 empresas belgas: la CMA CGM de logística, transporte, mantenimiento y reparación de vehículos, y la otra de fabricación de paneles eléctricos y sensores de temperatura.

—2 mexicanas: Richmeat de Cuba S.A., procesadora de cárnicos, y Devox Caribe S.A., de pinturas y anti-corrosivos.

—2 españolas: la empresa ProFood Service S.A., de jugos y dispensadores de bebidas y Teconsa (estructuras metálicas).

—2 brasileñas: Brascuba, de producción cigarrillos y COI, de infraestructura.

—2 holandesas: Unilever, productos de aseo y Womy Equipment Rental (alquiler de equipos).

—1 de Corea del Sur: Arco 33, de jeringuillas desechables y otros.

—1 de Francia: Bouygues Construction, de construcción.

—1 de Viet Nam: Thai Binh Corp, de almohadillas y pañales desechables.

—1 de Singapur, asociada a un contrato internacional de administración de la Terminal de contenedores.

Cuba ha elaborado recientemente tres Carteras de Oportunidades de Negocios para capitales externos, en 2014, en 2015 y en 2016. La más reciente incluye 395 negocios a desarrollar, con valores de 9,500 millones de dólares. De ellos, 24 en la ZEDM y 371 en el resto del país.

Por la Ley 118 se han aprobado 54 negocios, con un valor que asciende a 1,300 millones de pesos, aunque el ritmo de las aprobaciones para los empresarios es muy lento y bastante agotador.

¿CUÁL ES EL ATRACTIVO DE INVERTIR EN CUBA, DE ACUERDO A LA CARPETA DE OPORTUNIDADES?

—Una Cartera de Negocios sectoriales vigentes que se actualiza anualmente.

—Leyes y resoluciones que ofrecen seguridad y transparencia a los inversionistas.

—Estabilidad política, social y jurídica.

—Ubicación geográfica en el centro de un mercado en expansión.

—Clima de seguridad para el personal extranjero y población en general.

—Altos indicadores en materia de educación, seguridad social y salud de la población.

—Mano de obra altamente escolarizada.

—Tiene firmados acuerdos internacionales con ALADI, CARICOM, ALBA, MERCOSUR, UE y la OMC.

—Las recientes relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos disminuyen el factor de riesgo país.

En otro sentido, debe reconocerse que las medidas del gobierno de Obama para favorecer el comercio, la inversión y la llegada de turistas a Cuba, sin dudas han ofrecido una oportunidad de negocios con la Isla que no han escapado a la consideración de importantes empresas norteamericanas que ya se han pronunciado al respecto. Por otra parte, Cuba tiene que reconocer que los vínculos económicos con Estados Unidos presentan un potencial de negocios y un desafío de significativa importancia en una serie de esferas que tributan a la estrategia de desarrollo del país.

La reactivación de relaciones comerciales y financieras entre Cuba y Estados Unidos muestra escenarios a corto y largo plazos en los que se pueden apreciar diferentes alternativas, aunque siempre corresponderá a los norteamericanos una mayor incidencia, tomando en cuenta sus propias restricciones.

¿QUÉ SERÍA LO CONVENIENTE QUE PODRÍA HACER CUBA EN ESTOS MOMENTOS?

—Acelerar el ritmo de las aprobaciones de los negocios con capital extranjero que se presenten.

—Mejorar el clima de negocios vigentes. El entorno que rodea a los inversionistas, tiene que estar a tono con los nuevos tiempos. Las tasas de crecimiento económico bajas o negativas, desestimulan la llegada de capitales externos.

—Cuba tiene que buscar empresas transnacionales de la construcción que ofrezcan calidad constructiva, y con buenos precios.

—Deben considerarse nuevas formas de IED, como las BOT (Construcción, Operación y Transferencia) y la utilización de franquicias.

—Valorar las Inversiones en cartera. Estudiar la emisión de títulos de valor de renta fija (bonos) y de renta variable (acciones). Estos pudieran vincularse con los procesos de renegociación y condonación de deudas ya efectuados recientemente.

—Flexibilizar la contratación centralizada de fuerza de trabajo, pero a la vez utilizar activamente la política salarial y fiscal.

—Utilizar más ágilmente lo que plantea la legislación vigente, en cuanto a acuerdos de IED con formas de producción no estatal, especialmente con las cooperativas urbanas.

NOTAS FINALES:

Una reflexión general a tener en cuenta, es que a pesar de las leyes y decretos leyes relacionados con la inversión extranjera en la Isla en vigor desde hace tres años, y del apoyo de las máximas autoridades del país, la velocidad de la aprobación de los negocios marcha a ritmos muy lentos. Es decir, no es el ritmo que se necesita para salir de la situación económica de recesión en que se encuentra Cuba.

Hay que recordar que en la región también hay economías que intentan hacer atractiva la llegada de los capitales externos, ya que, si Cuba intenta atraer IED, otros países también; Cuba tiene buenos indicadores sociales, pero otros países también; Cuba tiene incentivos fiscales, pero otros países también los otorgan; la salud económica de un país es necesaria para atraer la atención de los inversionistas extranjeros.

BIBLIOGRAFÍA:

CEPAL (2016) La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe, 2016 LC/G.2641-P), Santiago de Chile, 2016.

ProCuba (2016) Cuba: Cartera de oportunidades de inversión extranjera.

Cubadebate (2014) Publicación Digital. 14 de abril del 2014. Artículo “Régimen de contratación en Zona Especial de Mariel beneficia a trabajadores”.

Gaceta Oficial de la República de Cuba (2014), edición Extraordinaria Numero 20. La Habana, 16 de abril de 2014. Ley Número 118. Ley de la Inversión Extranjera.

Pérez, Omar; Pons, Saira, Vidal, Pavel. (2012) La Inversión extranjera y de la Unión Europea en Cuba. Documento de la UE-CEEC. La Habana.

Rodríguez, José Luis (2014) Cuba: una revaloración indispensable de la inversión extranjera directa (I) Revista Cuba Contemporánea. 2014.

Spadoni, Paolo (2015) El Descongelamiento de las Relaciones entre EEUU y Cuba: Impacto Potencial en la Economía Cubana. Georgia Regents University – Augusta.

UNCTAD (2013), World Investment Report, Overview, 2013. Ginebra y New York.

Monreal, Pedro. Incentivos a la inversión extranjera: ¿necesidad o despilfarro? noviembre 10, 2016, Cuba Posible

La economía cubana en 2016

Ricardo Torres • 10 de enero, 2017


LA HABANA. Se confirmaron los pronósticos más pesimistas. El crecimiento económico entró en territorio negativo en 2016. No se debe subestimar, la reducción del PIB real en un 0.9% es un resultado desfavorable. Y es la primera caída desde 1993, cuando la economía cubana tocó fondo durante la crisis que sobrevino a partir de 1990.

No obstante, es imprescindible ponerlo en contexto. En el plano interno, ni su magnitud ni las circunstancias actuales lo ubican siquiera cercano a la debacle de la década de los noventa. Este -0,9% luce pálido frente al -16% de aquel año, que por demás fue el último de cuatro años consecutivos de caídas (1990-1993). Ahora la economía es más diversificada y las familias tienen otras fuentes de ingresos.

Este tampoco es un desempeño excepcional en el contexto regional, aunque América Latina no sea un referente muy exigente a los efectos de la comparación. De acuerdo con el reporte preliminar publicado por la CEPAL, otros siete países de la región vieron números rojos al cierre del 2016. Entre ellos destacan algunas de las economías más grandes del continente como Brasil (-3.6) y Argentina (-2.0). Venezuela (-9.6) y Suriname (-10.4) sufrieron los mayores descalabros. La región en su conjunto cae un 1.1%. Junto a factores específicos de cada país, un elemento común que incidió negativamente en el endurecimiento de las condiciones externas.

Durante el año, se apreciaron comportamientos diferentes en el primer y segundo semestres. Durante el primer período, el comportamiento de algunos sectores estuvo por debajo de lo esperado. Debido a eventos climatológicos adversos y otros problemas de largo recorrido, la producción de azúcar se estimó en alrededor de 1.6 millones de toneladas métricas, una caída de más del 15%. Esto ocurre en un momento en que las cotizaciones del azúcar crudo son las más favorables en casi dos años, por lo menos un 40% superior a los niveles de agosto de 2014. La otra rama que viene experimentando problemas desde hace algún tiempo es la fabricación de níquel. El sector está siendo afectado por una combinación de precios muy deprimidos en el mercado internacional junto a tropiezos en la producción doméstica, que este año decayó un 5%. En medio de fuertes tensiones en las finanzas externas y la reducción de los envíos de crudo venezolano, el PIB en el período solo avanzó un 1%.

El panorama se tornó aún más adverso en el segundo semestre. Este estuvo marcado por el impacto de las medidas de austeridad anunciadas por el gobierno en julio y la debilidad de la actividad económica general, con la excepción del turismo internacional. El racionamiento energético, si bien discrecionalmente administrado para evitar impactos en actividades estratégicas y los molestos apagones, conlleva efectos recesivos. La contención planificada de las importaciones y las inversiones agudizaron esta espiral desfavorable. El resultado fue una contracción de la economía a fines de año.

Se carece de datos para hacer un análisis detallado de la situación a nivel de los distintos sectores. Aunque la producción agrícola y pecuaria crece, queda por debajo de lo esperado y de la demanda interna. Se obtienen aumentos apreciables en el acopio de leche fresca y carne de cerdo, además de mejoras discretas en viandas y hortalizas. La insuficiente producción se refleja en el comportamiento de las ventas en el mercado agropecuario.Estas aumentan solo marginalmente (1,9%) resultado fundamentalmente de la elevación de los precios, en tanto las cantidades físicas comercializadas se reducen respecto al año anterior.

En medio de este escenario, el turismo internacional debe haber sido el único gran sector generador de divisas que le dio impulso a la economía en 2016. Hasta octubre, la dinámica se mantenía muy sólida, con un aumento de 12% en los arribos. Se alcanzaban comportamientos muy favorables en Estados Unidos (americanos y cubanoamericanos), la mayoría de los mercados en Europa y América Latina. Sin embargo, Canadá (el principal emisor) decrecía un 6,7%. Esto debido a una combinación de factores entre los que destaca la depreciación del dólar canadiense frente al dólar americano, al cual está anclado el peso cubano convertible (CUC). Los ingresos turísticos aumentan más rápido que los arribos, aunque principalmente como consecuencia del incremento de las tarifas.

Las cotizaciones se han disparado en los últimos dos años, reflejando esencialmente la tensión existente entre la demanda y la oferta. Estas decisiones deben ser analizadas con mayor profundidad. El último incremento a inicios de la temporada alta en noviembre se decidió obviando varios elementos del contexto externo que gravitan negativamente sobre la demanda. La depreciación de las divisas de Canadá y Europa, que en su conjunto aportan más del 60% de los visitantes, hace menos atractivo el destino Cuba en esos mercados. El dólar canadiense y el euro han perdido el 11 y 13% respectivamente de su valor en los últimos dos años. Teniendo en cuenta la situación económica en ambos mercados, y el incremento pronosticado en la tasas de interés en Estados Unidos, esta situación debe mantenerse en el futuro cercano. A esto habría que añadir aspectos de tipo geopolíticos. La próxima administración norteamericana ha generado incertidumbre y sus posiciones iniciales respecto a Cuba han propiciado una mayor acautela en hombres de negocio y visitantes ocasionales. Todas las aerolíneas autorizadas desde Estados Unidos ya han inaugurado sus servicios, pero en diciembre American y Silver Airlines anunciaron que reducirían sus frecuencias en algunas rutas.

Sin contrapesos, esta coyuntura supone un revés para una economía que necesita el crecimiento económico desesperadamente. Un elemento que llama la atención es el escaso margen de maniobra de los decisores para poner en práctica algunas medidas anticíclicas que permitieran amortiguar el impacto en la actividad productiva. Todas las medidas anunciadas en julio ante la Asamblea Nacional son eminentemente reactivas con un carácter marcadamente procíclico.

Además del ya comentado racionamiento energético selectivo, se decidió manejar muy conservadoramente la toma de nuevos créditos, con el objetivo de preservar un umbral de endeudamiento que no desborde la capacidad de pago de la nación. Esto tiene un costo económico inmediato elevado, en tanto hace depender la capacidad importadora de la disponibilidad corriente de divisas. La retención temporal de pagos a proveedores también tiene su costo, en tanto afecta la credibilidad y la confianza en la nación, lo que entre otras cosas, se traduce en tasas de interés más elevadas.

En el plano doméstico, ha habido problemas en la implementación ágil de reformas ya acordadas. El ritmo de aprobación de nuevos proyectos con capital extranjero marcha muy despacio. Esto ha impedido acceder a recursos frescos en el corto plazo, y lo que es más importante, expandir la capacidad productiva para asegurar un mayor dinamismo de la economía en los años venideros. Cabe preguntarse si no se podría haber actuado con la misma resolución para destrabar la aprobación de proyectos con capital extranjero, problema denunciado por el propio presidente Raúl Castro en su discurso ante la Asamblea Nacional.

Asimismo, se podría contemplar un esquema más flexible en el comercio exterior, para facilitar operaciones comerciales sobre la base de una tasa de cambio de mercado. En este esquema deberían participar todas las formas de propiedad. Adicionalmente, se debería expandir el rol de los créditos domésticos hacia los distintos agentes económicos. Aunque el efecto movilizador en el aparato productivo es limitado habida cuenta de la dependencia importadora, el hecho de que el propio sector público financia una parte del déficit con ahorro interno reconoce la posibilidad de que estos son recursos que pueden hacer una contribución positiva. Por otra parte, la pujante actividad del sector privado comienza a ralentizarse debido al retraso en la actualización de las regulaciones existentes y la falta de acceso a insumos y financiamiento. El sector despegó a partir de niveles muy bajos, pero los “mangos bajitos” se están terminando. El siguiente nivel requiere reformas de fondo que no acaban de implementarse.

El resultado y el impacto en las familias cubanas

Una recesión económica ineludiblemente tiene efectos negativos sobre los niveles de vida de la población, pero cabe destacar que la afectación está mediada por diferentes factores. En primer lugar, dado que las economías se componen de actividades diversas, el resultado final condensa comportamientos dispares en muchas de ellas. Lamentablemente, los datos desagregados para hacer este tipo de análisis no están disponibles. Algunas actividades de gran importancia para las familias como la agricultura (por la disponibilidad de alimentos), el turismo (por los numerosos derrames que produce), las remesas (porque implican una entrada de ingresos directos a las familias cubanas) no tienen necesariamente que seguir la misma tendencia del PIB, por lo que el impacto llega amortiguado. En el mismo sentido va la decisión de evitar los apagones o preservar niveles similares en los servicios sociales.

Sin embargo, se proyectó que el salario medio decrecería en el sistema empresarial estatal, lo que sí incide en los ingresos de muchos hogares. A lo que habría que añadir que en el segundo semestre se decidió extender el cobro de tributos personales a un segmento no despreciable de asalariados. Un tributo reduce el ingreso disponible para consumo o ahorro. Por otra parte, se conoce poco sobre el transporte público o la construcción de viviendas, áreas de alta sensibilidad pública.

El otro factor a tomar en cuenta es la distribución del ingreso. Aunque no existen datos recientes, se acepta que la desigualdad de ingresos es hoy mayor que hace 25 años atrás. Esto implica que el retroceso no incide de forma simétrica sobre los distintos hogares. A lo que habría que añadir el papel de la economía informal, cuya dimensión ha crecido y proporciona no pocos ingresos y productos a muchas familias.

Tomados en su conjunto, los elementos anteriores implican que una mayoría de hogares cubanos están hoy en mejores condiciones para sortear las dificultades actuales. No obstante, el efecto simbólico no puede ser subestimado. Una recesión a estas alturas, luego de décadas de estrechez económica, es en todo caso un golpe sicológico notable.Este es un elemento que deberá recibir la mayor atención en la toma de decisiones, en tanto puede agravar tendencias desfavorables, como la emigración de personal joven con alta calificación.

Perspectivas para 2017

Las perspectivas a corto plazo se han ensombrecido para Cuba. La meta de crecimiento establecida por el gobierno para 2017 en un 2% es alcanzable, pero sigue siendo optimista. El escenario internacional se ha vuelto mucho menos favorable. El abandono de la posición común en la Unión Europea es un logro apreciable. Pero soplan otros vientos en América Latina y Estados Unidos.

Cuba tiene que trabajar seria y audazmente en su agenda de transformación doméstica. La Isla tiene que aprovechar el capital diplomático que posee en varios aliados y regiones cercanas. Si Cuba muestra que está decidida a avanzar resueltamente en la búsqueda de un modelo de progreso, es muy probable que vaya a encontrar resortes en instituciones, gobiernos y empresas extranjeras dispuestos a tomar un riesgo calculado, cada uno por motivos diferentes. Además, esto tendría el valor adicional incalculable de sepultar definitivamente el embargo norteamericano.

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Los mortíferos 'tuits' de Trump sacuden la economía de EE.UU.

https://es.rt.com/4w0d


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En este episodio de 'Keiser Report', Max Keiser y Stacy Herbert comentan el efecto sobre la economía que están teniendo los tuits que lanza Donald Trump y a los que muchas empresas como Ford están empezando a tener pavor. En la segunda parte, Max entrevista al director del Programa de Energía Pública para el Ciudadano, Tyson Slocum,, sobre su oposición a la elección de Rex Tillerson por parte de Trump como futuro secretario de Estado.

Parece que las reglas del juego han evolucionado en EE.UU.: el Gobierno de Obama y sus predecesores optaron por hacer política a través de los poderes legislativo y ejecutivo, mientras que el presidente electo Donald Trump se está sirviendo de Twitter como herramienta para alterar la cotización de las acciones de determinadas empresas, como por ejemplo, Ford o General Motors. 

"Un momento único en la historia"

"Estamos viviendo un momento único en la historia de EE.UU. y del mundo: nunca antes habíamos visto a un presidente electo que escribiera tuits dirigidos a empresas concretas", destaca Herbert, en referencia al caso de Boeing. Después de que Trump publicara un mensaje afirmando que el Air Force One cuesta 4.000 millones de dólares, precio que el magnate tildó de "estafa", las acciones de la empresa se desplomaron y esta mostró su disposición a rebajarlo para poder llegar a un acuerdo.

Para Keiser, "Twitter no es más que el principio". "La tecnología del 'streaming' podría utilizarse para generar una democracia más participativa entre los estadounidenses", plantea el presentador.