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viernes, 3 de febrero de 2017

El costo de un Presupuesto humanista

Este año el Presupuesto destina 8 278,4 millones de pesos a la Educación. Foto: Yaimí Ravelo
A primera vista, y a segunda probablemente, el Presupuesto del Estado se camufla entre conceptos y tecnicismos que lo distancian del día a día de cualquier ciudadano, de su entorno familiar, y hasta de los servicios que recibe.
El Presupuesto, sin embargo, toca a la puerta de todos: cuando asistimos a la escuela, sea cual sea la enseñanza; cuando acudimos a una consulta médica, independientemente del nivel de atención; cuando, ya jubilados, somos beneficiarios de la Seguridad Social; también cuando corresponde aportar determinado impuesto, lo mismo un trabajador por cuenta propia que uno del sector empresarial.
Siguiendo esa reflexión, Jesús Matos Alem, director general de Ejecución, del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), comparte con Granma algunas explicaciones sobre la estructuración del Presupuesto del Estado, el origen de los ingresos y su destino, así como algunas novedades introducidas para este año.
Conceptualmente hablando, el Presupuesto del Estado, devenido en Ley que aprueba la Asamblea Nacional del Poder Popular, «constituye el principal instrumento de política fiscal que integra las finanzas públicas del país. Se elabora anualmente —para el calendario en curso: Ley 122 del Presupuesto del Estado— y recoge el balance de los gastos en que debe incurrir el Estado y los ingresos que deberá recaudar para respaldarlos».
De modo que, señala Jesús Matos, sea posible el sostenimiento de las pres­taciones sociales y se contribuya al desarrollo económico del país, a partir de financiar producciones y servicios, así como las inversiones del sector presupuestado, de infraestructura, y aquellas de importancia estratégica.
En este balance financiero a nivel nacional, continúa, se tienen en cuenta las condiciones de la economía, las capacidades de ingresos y la racionalidad de los gastos. De ambos factores combinados resulta un déficit de recursos cuando los ingresos son menores a los gastos. En caso de lo contrario, o sea, que los ingresos superen los gastos, pues estaríamos en presencia de un Superávit.
Según Matos Alem, el Déficit Fiscal se financia a través de  la emisión de Bonos Soberanos de la República de Cuba que adquiere el sistema bancario nacional, con compromisos de devolución a largo plazo, que se constituyen en Deuda Pública.
—¿Cómo está estructurado el Presupuesto del Estado?
—Es la expresión consolidada del sistema presupuestario y está integrado por 200 presupuestos vinculados entre sí.
«Hablamos de un presupuesto central, operado desde el MFP, que financia el gasto social de las entidades de subordinación nacional, las inversiones sociales y de infraestructura, así como los gastos autorizados a la actividad productiva; un Presupuesto de la Seguridad Social, 168 presupuestos municipales, 15 presupuestos de la provincia y 15 presupuestos provinciales (entidades de subordinación provincial).
«La proyección de los ingresos toma en cuenta los niveles de actividad previstos en el Plan de la Economía, el incremento de la eficiencia empresarial y la mejora de la gestión de recaudación de las oficinas de administración tributaria. Este año, por ejemplo, los ingresos planificados ascienden a 52 587 millones de pesos, que implica un crecimiento de un 3 % respecto al 2016.
«Los gastos proyectados alcanzan los 63 811 millones de pesos, superiores al año precedente en un 11 %. De estas cifras se obtiene un Déficit Fiscal de 11 454 millones de pesos.
«En esta planificación incide el respaldo presupuestario otorgado al incremento previsto de las producciones nacionales, fundamentalmente de alimentos, que sustituyen importaciones o fomentan las exportaciones, lo cual genera ahorros de divisas al país y al propio tiempo, asegura empleos e ingresos estimulantes, asociados a la creación de riquezas con eficiencia por parte de los trabajadores de los sectores agropecuario e industrial.
«Influye, además, la elevación en un 56 % de los gastos por inversiones materiales, las que garantizan la continuidad o inicio de importantes obras de infraestructura hidráulica, de saneamiento, vial, ferroviaria, así como viviendas, equipos, entre otros. Todo ello, claro está, en concordancia con los recursos materiales, humanos  y financieros que el país puede disponer».  
—¿De dónde provienen los mayores ingresos?
—Los ingresos derivados de la aplicación de impuestos, tasas y contribuciones participan en el 75 % del total de los ingresos planificados, lo que valida la capacidad recaudatoria del sistema tributario.
«Las empresas estatales son las que más aportan al Presupuesto, pues concurren en el 91 % de la recaudación.
«Las formas de gestión no estatal, por su parte, deben ingresar este año 4 532 millones de pesos, monto que ha venido incrementándose, paula­tinamente, hasta representar el 22 % de los ingresos que cede el presupuesto central a las provincias y que conforman los presupuestos municipales».
—¿En las condiciones que opera la economía cubana, resulta sostenible el Déficit Fiscal?
—Los resultados deficitarios que se determinan en el balance financiero son sostenibles, precisamente, porque parte de los gastos que asume el Presupuesto no son de consumo, sino que tienen un respaldo productivo, es decir, están dirigidos a financiar  la producción de bienes que incorporan valores al Producto Interno Bruto (PIB) y generan nuevos ingresos al Presupuesto del Estado.
«En el 2017, por ejemplo, el Presupuesto transfiere recursos financieros por este concepto a la actividad empresarial en el orden de los 14 465 millones de pesos, lo cual se corresponde con los financiamientos a las producciones nacionales que sustituyen importaciones y potencian la exportación. Dicho indicador tiene un crecimiento este año de 2 752 millones de pesos.
«En el caso de las inversiones, se contempla la cifra de 4 768 millones de pesos, donde el 69 % del total de los gastos está dirigido a financiar los sectores sociales y la infraestructura del país.
Por ello, el Déficit Fiscal que se financia, y que constituye el endeudamiento del año, tiene su origen en la producción de bienes materiales y en los gastos de capital, por lo que se considera sostenible.
«La demanda financiera, que se calcula adicionando al Déficit Fiscal la amortización de Deuda Pública con vencimiento en el 2017, asciende a 14 193 millones de pesos, los cuales serán financiados con la emisión de Bonos Soberanos de la República de Cuba al sistema bancario, con plazos de pago de hasta 20 años, a una tasa de interés del 2,5 % como promedio anual.
«La Deuda Pública que se contrae en el 2017 resulta, por tanto, sostenible, teniendo en cuenta lo explicado en torno al contenido del Déficit Fiscal aprobado, con énfasis en que los gastos corrientes de consumo se cubren con los ingresos corrientes».
—¿Qué cambios contempla la Ley del Presupuesto para el 2017, en aras de lograr una mayor efectividad en la aplicación de los tributos?
—En el Impuesto por la Utilización de la Fuerza de Trabajo se reduce el tipo impositivo de un 10 a un 5 %, el cual será definitivo, con el propósito de disminuir gastos tanto en el sector empresarial como presupuestado.
«También se cede a los presupuestos provinciales la recaudación del Impuesto sobre las ventas de materiales de la construcción, el cual constituye la fuente de financiamiento al programa de subsidio a personas naturales para realizar acciones constructivas en sus viviendas. Esta medida permitirá disponer con mayor inmediatez de los recursos financieros asignados, que en el 2017 se prevé asciendan a 1 054 millones de pesos.
«Merece mención especial el incremento que experimentan los ingresos por la Contribución a la Seguridad Social, procedentes de los aportes de los empleadores estatales, así como de la Contribución Especial de los trabajadores estatales, los cuentapropistas, las formas productivas agropecuarias y otras de gestión no estatal. Por este concepto se planifican ingresos por  5 180 millones de pesos.
«Las empresas estatales continúan reteniendo hasta el 50 % de las utilidades después de impuestos, lo cual le posibilita contar con recursos necesarios para su desarrollo, la creación de las reservas autorizadas, así como el pago por la eficiencia empresarial a los trabajadores, previo cumplimiento de los indicadores establecidos. Es loable que los aportes por las utilidades obtenidas proyectan un crecimiento del 7 %, en correspondencia con los niveles de actividad planificados.
«De igual forma, los gobiernos locales podrán disponer del 50 % de los aportes por la Contribución Territorial para el Desarrollo Local, en adición a su Presupuesto, para financiar proyectos integrales y de desarrollo local económico y social.
«Vale subrayar que la aplicación de esta contribución, la cual ha tenido un desarrollo gradual, se corresponde con el cumplimiento de los Lineamientos aprobados por el 6to. y 7mo. Congresos del Partido Comunista de Cuba.
«En sus inicios se aplicó de forma experimental en las provincias de Artemisa y Mayabeque, donde se desarrollan 
nuevas experiencias estructurales. Lue­­go se extendió a municipios seleccionados y en el año 2015 fue ampliada a todos los municipios. Aún queda mucho por hacer en la identificación de proyectos locales que se desarrollen con esta contribución, cuestión hacia donde debe dirigirse la estrategia de trabajo en los próximos periodos.
«Los Consejos de Administración Pro­vincial podrán retener hasta el 10 % de los ingresos adicionales que se obtengan por este tributo, en los municipios que determinen, con el propósito de respaldar proyectos en aquellos que reciben menores ingresos por este concepto».
—¿Por qué aseguramos que el nuestro es un Presupuesto humanista?
—Para entender esta afirmación es preciso remitirse, más que a indicadores macro, al destino del gasto presupuestario. Cuánto, de lo que disponemos, se dedica a respaldar la sostenibilidad de las conquistas sociales de la Revolución que tienen en su centro al ser humano.
«Este año, pese a las tensiones financieras, los gastos sociales ascienden a 36 554 millones de pesos, cifra que mantiene similar comportamiento al año 2016 y representa el 62 % del total de los gastos corrientes planificados.
«Los sectores de Educación, Salud Pública y Asistencia Social ocupan el 51 % del total de los gastos dedicados a los sectores sociales, mientras que los de la Seguridad Social participan en un 16 %.
«Otro argumento que defiende nuestro marcado sentido humanista estriba en las sumas que el Presupuesto dedica a financiar a las empresas del Comercio por los bienes que recibe la población como canasta familiar normada, a un precio de venta menor que su costo. Con este fin se han concebido en el 2017 más de 3 700 millones de pesos.
«Tampoco podemos soslayar la continuidad en el respaldo financiero a los gastos asociados a la recuperación tras el paso del huracán Matthew, así como los recursos dispuestos para sostener el programa de subsidios, uno de los más nobles y humanos».