Como cuarta parte y final de la serie de artículos sobre la Empresa Estatal Socialista y la implementación de la Resolución 6, Cubadebate conversa con representantes del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) y la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
En días anteriores publicamos opiniones recogidas en varias provincias del país, las experiencias de los obreros y empresarios de un grupo de entidades habaneras y, debido al interés suscitado en nuestros lectores, resaltamos el criterio de algunos foristas en el debate realizado en los comentarios.
Con los temas señalados en las empresas y por los internautas, que enviaron a nuestro sitio casi 400 comentarios en total, estructuramos este trabajo que revela las valoraciones de los organismos.
Primero recordamos que la Resolución 6 se implementó en marzo de 2016 en sustitución de la 17, que estuvo en vigor durante solo dos años.
Aunque restan muchos aspectos por perfeccionar, la medida representó un nuevo impulso para la Empresa Estatal Socialista, modelo de gestión clave en el desarrollo de Cuba, a tal punto que aporta nueve de cada 10 pesos que van al presupuesto estatal.
“Creo que debemos destacar que en el sistema de ingresos de nuestro país, es decir, todos los ingresos que se captan a favor del Estado, el 90 por ciento está garantizado por las empresas estatales. Son las mayores generadoras de riquezas en el país como modelo de gestión económica y aportadoras al presupuesto del Estado”, explica Vladimir Regueiro, director de Ingresos en el Ministerio de Finanzas y Precios.
Con esos recursos es que el Estado cubano puede garantizar el acceso gratuito a los sistemas de educación y salud, así como subvencionar otros sectores básicos para el bienestar humano.
“Es muy importante que el trabajador conozca el costo que tiene para el país poder mantener servicios básicos que la población recibe a muy bajo costo o de manera gratuita”, dice la viceministra de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños, quien agrega: “tiene que haber una riqueza creada, para que la empresa pueda darle al pueblo y al estado, lo que necesitan de ella y además pagarle un resultado al trabajador“.
Ahí está el reto, ingresar al presupuesto lo necesario para impulsar el desarrollo de Cuba sin renunciar a nuestro sistema que garantiza servicios básicos de calidad a todos y además aumentar los salarios, que son proporcionales a la productividad.
Puede que no se perciba tanto por el bajo valor adquisitivo de la moneda nacional, pero el salario medio en el sector empresarial ha aumentado 318 pesos en tres años. En 2013 era de 506 pesos, al finalizar el 2015 había aumentado hasta 743 y a mediados del 2016 llegó a los 824.
“Tampoco podemos esperar que el salario se multiplique por varias veces porque tiene que ir acompañado de los resultados de la macroeconomía y no puede provocar desequilibrio. Pero a la vez que se estimula el desempeño productivo, también va a crecer el salario”, comenta Guillermo Sarmiento, director de Organización del Trabajo y los Salarios del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
La Resolución 6 demostró ser notablemente superior a la 17, aunque -repetimos- quedan elementos por mejorar como ya vimos en entregas pasadas de esta serie. “Los criterios que han aflorado en los colectivos perciben a la 6 como una norma que ha favorecido los niveles de actividad, los indicadores de eficiencia y el salario”, afirma Abel Rivero, quien al momento de entrevistarlo se desempeñaba como Jefe del Departamento de Empleo y Salario de la Dirección Nacional de la CTC.
Mientras que la miembro del Secretariado Nacional de la CTC, Milagros de la Caridad Pérez Caballero asevera a propósito de los resultados de los debates en sindicatos de toda Cuba: “el movimiento sindical reconoce que la Resolución 6 es mucho más revolucionaria que su antecesora. Esta norma contiene el 68 por ciento de los elementos que aportó el movimiento sindical durante los análisis que se hizo sobre la 17″.
Al valorar los cambios que se han introducido en estas normas que regulan el modelo de gestión empresarial, Abel Rivero retrocede pocos años atrás y recuerda que se ha avanzado de manera acelerada desde la Resolución 9 implementada en el 2008 a la 17 en el 2014 y la 6 el pasado curso. “De la 9 a la 6 ha habido una notable evolución en tan solo seis años”, concluye.
¿En qué se ha avanzado? La productividad y por ende el salario han experimentado un considerable ascenso. A finales del pasado año solo existían 91 empresas (de casi dos mil) que pagaban sin respaldo productivo, 15 menos que en 2015. Esto supuso 43 millones de pesos menos que se pagaron sin estar respaldados por la propia producción de cada empresa, según datos informados por el MTSS y respaldados por la CTC.
Además el trabajador está protegido por el salario escala, o sea aunque su centro incumpla cobra lo estimado según la función que desempeñe y cada Unidad Empresarial de Base (UEB) que alcance sus metas puede distribuir y deducir salario aunque la empresa a la que pertenezca tenga pérdidas.
Hoy las empresas aportan un porcentaje menor de sus riquezas generadas al presupuesto del Estado, lo que les permite invertir más en investigaciones, capacitación, infraestructura y salarios.
También los empresarios tienen más autonomía, aunque sea necesario seguir aumentándola.
No obstante, como sentencia Caridad Pérez “la incapacidad del salario nos toca a todos” y “todavía hay que ser profundizando en la implementación de la Resolución 6”.
Se trata de mecanismos reguladores muy jóvenes que se han enriquecido de sus propios errores y seguirán sumidos en un proceso constante de renovación.
Sin más, los criterios de los ministerios y el sindicato sobre temas centrales que ya reflejamos en trabajos anteriores.
Facultades de la Empresa Estatal Socialista
Meisi Bolaños (viceministra de Finanzas y Precios): Las facultades tienen que ir engranadas con los intereses sociales y generales del país. Por encima del interés empresarial, está el de todo el país. Además, esto debe ser un proceso paulatino, como se ha dicho por la máxima dirección del país “sin prisa, pero sin pausa”. No puede haber grandes saltos, porque no nos permitiría visualizar los impactos, adoptar medidas que puedan palear un resultado negativo o no esperado. El uso o el otorgamiento de esas facultades pasa por cosas que hay que experimentar. Tenemos que conocer más cómo usar mejor las facultades que ya se han otorgado en pos del desarrollo de la empresa y del país.
Vladimir Regueiro (director de Ingresos del MFP): El país ha adoptado un grupo de medidas en función de que la empresa estatal tenga más autonomía financiera, sus aportes al presupuesto sean menor y se pueda disponer de esos recursos que se quedan en la empresa para la estimulación por la eficiencia empresarial, gastos para investigación y desarrollo, financiamiento de procesos inversionistas, capacitación de sus propios trabajadores, entre otros aspectos.
Guillermo Sarmiento (director de Organización del Trabajo y los Salarios del MTSS): Las facultades hay que aplicarlas en las justa medida. Las que se dieron no se pueden dejar arrebatar y las que no, no se pueden ejercer. Las facultades que se han otorgados no son pocas. Antes de otorgar más, hay que consolidar las que tenemos, “avanzar milímetro a milímetro” como dijo el General de Ejército Raúl Castro Ruz. Seguirán más, pero consolidemos estas.
Abel Rivero (ex Jefe del Departamento de Empleo y Salario de la Dirección Nacional de la CTC): La participación en la toma de decisiones es un elemento que como representantes de los trabajadores destacamos. Esta es una tarea en la que hemos avanzado, pero a nivel de empresa todavía no está ni medianamente cumplida.
Salarios
Guillermo Sarmiento (MTSS): Lo primero que debemos tener en cuenta es que estamos hablando de cómo se distribuyen las riquezas vinculadas al salario de los trabajadores en la Empresa Estatal Socialista.
Un principio importante en la distribución de la riqueza es que lo primero es crearla. Debes distribuirla en función del rendimiento individual y colectivo, el salario va a lo individual y la distribución de utilidades a lo colectivo.
No se puede separar el sistema empresarial de los indicadores macroeconómicos. La productividad del trabajo no puede crecer menos que el salario, debe ser a la inversa. Tampoco se pueden generar procesos inflacionarios.
Lo óptimo es que todos en el sistema empresarial vayan a la forma de pago por rendimiento, para aumentar la productividad, pero pueden existir algunos elementos que no lo permitan. Eso lo pueden decidir las OSDE (Organización Superior de Dirección Empresarial) o los directores y los consejos de dirección, en dependencia de las facultades asignadas.
Otro elemento importante es el límite que se estableció para el director de la empresa, que es 2,5 del salario medio como máximo y el resto de los directivos hasta 2. Esto garantiza que no exista desproporción en la distribución.
También es clave la protección por el incumplimiento de indicadores directivos. Anteriormente, el salario que se aplicaba cuando se incumplían estos indicadores era el mínimo del país que es 225, ahora se aplica el salario escala que corresponde con la complejidad de cada puesto de trabajo.
Además, si asociado a factores externos, como problemas con la materia prima o afectaciones con el financiamiento, no por ineficiencias, sino por causas ajenas a la entidad provenientes del entorno económico nacional e internacional y que sean reversibles en el año, se puede decidir no afectar el salario de las personas y pagar por rendimiento aunque no se haya cumplido el plan del mes.
Meisi Bolaños (MFP): Es muy importante que el trabajador conozca el costo que tiene para el país el poder mantener servicios básicos que la población recibe a muy bajo costo o de manera gratuita.
Tiene que haber una riqueza creada, para que la empresa pueda darle al pueblo y al estado, lo que necesitan de ella y además pagarle un resultado al trabajador. Si el resultado no es bueno, es obvio que no puedes tener el mismo nivel de ingreso. Para aumentar el salario tiene que haber un respaldo de bienes para que no se cree un proceso inflacionario.
Caridad Pérez (Miembro del Secretariado Nacional de la CTC): Todas las resoluciones tributan no solamente a incrementar el salario de los trabajadores, sino que la esencia está en el incremento de las riquezas creadas. Esa es una combinación que no ha sido bien interpretada por cuadros administrativos, sindicales y trabajadores.
Solamente en el país hay unas 91 empresas que pagan sin respaldo productivo, 15 menos que en 2015 y 43 millones de pesos menos que en ese año. Las cosas aún no están en el rango que se quiere, pero paulatinamente han ido mejorando y debe ser un tema de análisis permanente.
El Plan
Guillermo Sarmiento (MTSS): La cadena inicia desde el Ministerio de Economía y Planificación (MEP) que aprueba el Plan y lo emite a una OSDE, luego esa OSDE a una empresa y la empresa a una UEB. Por lo tanto es válido que esa empresa tome decisiones en el entorno de sus UEB y para eso no tiene que pedirle permiso a nadie. Es válido que si no está en la solución de la empresa puede pedir modificación a la OSDE, que en el marco de sus facultades de análisis y manejo en el plan toma decisiones vinculadas a las empresas. Lo que no se pueden aprobar modificaciones que violen lo que se emitió desde el MEP, cada uno tiene que respetar esa jerarquía. Solo cuestiones muy excepcionales pueden modificar el plan.
Además, para modificar el plan habría que tener en cuenta los documentos normativos que establecen cuáles son los procesos del plan. Los indicadores que se emitieron centralmente, esos no pueden tener modificación total porque engranan con los equilibrios macroeconómicos de Cuba.
Abel Rivero (CTC): Hay que darle la posibilidad real a los trabajadores para que puedan participar en la conformación de su plan. Hay que tomar en cuenta el criterio de la gente para conformar un plan que verdaderamente salga desde la base y llegue hasta la superestructura. No que sea simplemente un plan informativo en la Asamblea. Los trabajadores tienen que participar en la conformación del plan, así como en su ejecución y control. Y de ahí salen los indicadores de empleo y salario. Por eso es que la 6 es todavía mucho más revolucionaria y contó con un proceso de presentación a los trabajadores del plan de la economía de 2015 y 2016, que fue muy rico en asuntos que salieron desde los trabajadores.
El plan es un proceso que hay que seguir de cerca. Si los trabajadores son dueños de los medios fundamentales de producción, se les debe rendir cuenta de la gestión económica y el comportamiento de todos los indicadores de la empresa.
Hay un grupo importante de empresas que han cumplimentado el plan de utilidades de todo el año al cierre del semestre, eso da cuenta de los inadecuados procesos en la elaboración del plan de la economía y da cuenta de con qué nivel de reserva se montan los planes de la economía en nuestro país, donde hay procesos decisorios erróneos hasta el máximo nivel, donde tenemos implicaciones todos.
Por eso el llamamiento del primer secretario del Partido Comunista de Cuba en la Asamblea Nacional del Poder Popular en el mes de junio para poner sobre la mesa toda la reserva de eficiencia. Eso será lo único que mitigará que el salario no pierda más la capacidad de compra que tiene.
Descargue en PDF (367 KB): La Resolución No. 6