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jueves, 23 de febrero de 2017

Endeudamiento externo cubano: el camino hacia la normalización

Publicado: 23/2/2017

Autor: Dra. Marlén Sánchez Gutiérrez


Este artículo forma parte del dossier de Catalejo La letra de Temas. ¿Cómo viene el 2017 para Cuba?


Introducción


Dentro del conjunto de dificultades que afectan a la economía cubana, se destaca, por su importancia y connotación el problema de la deuda. Las múltiples categorías que se han acuñado desde mediados de los años 80, la estructura y composición de las mismas, la acumulación de atrasos, las particularidades de la renegociación y la ausencia de información estadística actualizada, se presentan como piezas de un rompecabezas que hace muy complejo el análisis de esta problemática.

Por tanto, el presente artículo sólo se propone comentar lo que la autora ha dado llamar línea de tiempo del endeudamiento externo cubano con el propósito de facilitar la comprensión del tema y al mismo tiempo identificar lo que se ha logrado en materia de renegociación, lo que aún está pendiente y los retos derivados del proceso de normalización de relaciones con los acreedores y del nuevo escenario de contracción de la economía cubana.

Las premisas de partida son tres. La primera, dejar claro que los conceptos deuda y desarrollo no son por naturaleza incompatibles. La deuda externa se origina de las relaciones financieras que las naciones establecen libremente con los acreedores para “financiar su desarrollo”, ya sea por iniciativa privada o pública. Lo que sucede es que los países subdesarrollados, en su mayoría, pasaron de una deuda pequeña, en el marco de grandes esfuerzos “por desarrollarse”, a una deuda grande e inmanejable sin haber conseguido el ansiado desarrollo.

De modo queel problema no está en endeudarse con el exterior sino en la capacidad para administrar esos niveles de endeudamiento, por lo que velar por la sostenibilidad de la deuda es esencial y para Cuba esto sigue siendo un gran reto.

La segunda premisa, parece muy simple pero debe de ser una constante en las políticas de endeudamiento de cualquier país. Los compromisos adquiridos hay que honrarlos, si no se pagan puntualmente las obligaciones contraídas,la deuda se alimenta así misma por la acumulación de atrasos, se corre el riesgo de incurrir en crisis de pago yse cierran prácticamente todas las fuentes de financiamiento externo. Esto nos lleva nuevamente al tema de la sostenibilidad de la deuda y a la pertinencia de ser muy objetivos en la definición de los factores determinantes en la capacidad de pago del país.

La tercera es mucho más compleja y requiere de un nivel de debate que ciertamente escapa de los propósitos de este artículo pero que resulta esencial. El análisis de la sostenibilidad de la deuda no puede centrarse solamente en un enfoque de capacidad de pago porque deja al país en una situación muy vulnerable. Normalmente,la capacidad de pago se asocia a condiciones de solvencia, que de cumplirse,reflejan que se cuenta con los recursos necesarios para hacer frente a las obligaciones de deuda externa.

Sin embargo, entender la sostenibilidad, como esta capacidad de la economía frente a sus compromisos, puede conducir a homologar términos como solvencia y sostenibilidad, al entender que un país que sea capaz de satisfacer sus obligaciones externas de pago, es decir que sea solvente, tiene una situación de deuda sostenible.

Concebir la sostenibilidad solo como capacidad de pago, es considerar la solvencia como condición suficiente cuando es sólo una condición necesaria. La solvencia de hoy no garantiza per se la solvencia de mañana, ser sostenible presupone un análisis de largo plazo, por tanto es preciso distinguir las fuentes que la están garantizando, ya sea estructurales (capacidad de respuesta de una estrategia de desarrollo económico al proceso de endeudamiento, por ejemplo), o coyunturales[1], ya que cada uno de estos escenarios tendrá consecuencias diferentes al garantizar la capacidad de pago futura.(Curbelo,2006) 

De modo que lo determinante es que la capacidad de pago surja del proceso de desarrollo económico, pero que esté determinada por el impacto que esos flujos de deuda generen en la economía deudora.

Asumiendo estas premisas de partidas, el artículo se propone en un primer momento, plantear las piezas claves del rompecabezas de la deuda, en un segundo momento seabordará el proceso de reordenamiento de la deuda externa a partir del análisis de las renegociaciones acordadas dentro y fuera del Club de Paris y, finalmente, se sintetizarán los desafíos que aún prevalecen para normalizar efectivamente las relaciones con los acreedores.
Sobre el rompecabezas de la deuda

Para entender la problemática reciente del endeudamiento externo cubano es preciso considerar las tres categorías deuda que prevalecían hasta que comenzaran a concretarse los procesos de renegociación: la deuda activa, la pasiva y la deuda con los ex países socialistas.

La deuda activa es la deuda corriente, la que no se ha dejado de pagar y que tampoco ha dejado de crecer por la contribución de los nuevos flujos captados. La deuda pasiva corresponde a aquella que entró en default en 1986 y que se renegoció a fines del 2015 y la deuda con el antiguo campo socialista se rumoraba que era significativa pero al desaparecer la moneda en la que fue concertada (rubro trasferible) y desintegrarse el principal acreedor, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), cayó en un limbo jurídico que requirió de un litigio entre las partes que duró por más de una década.

Según cifras del Banco Central de Cuba el monto de la deuda cubana a fines del 2013 era de 11 914millones de dólares; sin embargo, este monto incluye sólo ladeuda activaque es para la única categoría que existe información oficial. (ONEI, 2015)El análisis de la composición de la misma permite identificar que:
La deuda es esencialmente de largo plazo y la buena noticia es que la de corto plazo tiende a disminuir.

El 61% de la deuda totales con acreedores oficiales, esencialmente bilaterales y con un bajo componente concesional, el 17% es con acreedores privados y el 22% se refiere a deuda comercial (de proveedores). Esta última muestra una marcada tendencia creciente.

La estructura de la deuda de mediano y largo plazo ha mostrado un cambio interesante, aumenta significativamente la deuda de proveedores y disminuye la bancaria. Mientras que en el 2012, la primera representaba el 46% del total de la deuda de mediano y largo plazo en el 2013pasó a representar más del 78%. Esto le da cierto margen de holgura a la economía cubana que hasta el momento dependía mucho de créditos comerciales de muy corto plazo.

La deuda de corto plazo representa el 17% del total, y en el 2013 se dio un cambio significativo en su composición. Hasta el momento, si bien como tendencia este tipo de deuda disminuía preocupaba que dentro de ésta aumentase exponencialmente la deuda de proveedores. Sin embargo, las últimas cifras reflejan que la misma disminuyó considerablemente, pasando de representar el 54% del total de la deuda de corto plazo en el 2012, a menos del 22% en el 2013. No obstante, la deuda bancaria pasó a representar casi el 55% del total de la deuda de corto plazo durante el 2013 y, como se sabe, los términos y condiciones de esta categoría de deuda son más onerosos que los de la deuda oficial.

Los indicadores de deuda han venido mejorando pero eso no indica que el endeudamiento acumulado sea sostenible porque los factores que han estado determinando la capacidad de pago de la economía han sido coyunturales. La deuda representa el 15.4% del PIB y algo más del 44% de las exportaciones de bienes. Según the Economist Intelligence Unit el servicio de la deuda para el 2013 era de 5 383 millones de dólares, de ese monto un total de 3453 millones se destinaron para pagar intereses. (EIU,2017)

La alta concentración de la deuda es un foco de tensión. Según fuentes no oficiales sólo dos países son responsables del 55% de la deuda con acreedores oficiales de carácter bilateral (Venezuela con un 37% y China con un18%). (Sánchez, 2016)

La calificación de riesgo de Moody’s se mantiene en la categoría especulativa[2]. En Abril de 1999 era Caa1, en Noviembre del 2003 pasa a Caa1 estable, en Abril del 2014 dicha agencia bajó la calificación a Caa2 establetras evaluar la vulnerabilidad del país a choques externos y domésticos, en relación a países con calificación similar y, en diciembre de 2015, la sube a “positiva” pero en el mismo rango Caa2, debido a la “disminución” de la dependencia hacia Venezuela y el acercamiento con Estados Unidos. De cualquier manera, la percepción de Moody´s con relación a la deuda cubana sigue siendo de riesgo sustancial.

En síntesis, los cambios en la composición de la deuda se dieron esencialmente por el lado de la deuda bancaria y de proveedores, la deuda oficial sigue describiendo la misma tendencia tanto en el largo como en el corto plazo y en la práctica lo que se dio fue un reacomodo funcional para Cuba pero no exento de riesgos dado que el peso de la deuda de proveedores se desplaza al mediano y largo plazo pero se concentra la carga de la deuda bancaria en el corto plazo.

De cualquier manera, estas cifras tienen tanto retardo y son tan agregadas que impide realizar un análisis cualitativo que refleje efectivamente la situación reciente en materia de deuda incluso por tipo de acreedor.Muchas sucesos han tenido lugar desde el 2013 que de una manera u otra han impactado y seguirán incidiendo en el reordenamiento de la deuda: el establecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos; el VII Congreso del PCC donde quedó definida la conceptualización del modelo económico y social cubano y fue presentado el plan nacionalde desarrollo hasta 2030; la derogación de la posición común de la Unión Europea con relación a Cuba; el decrecimiento de la economía cubana en el 2016 luego de un crecimiento del 4% en el 2015 y; el comienzo de una nueva administración en Estados Unidos que ha desatado una gran incertidumbre respecto al rumbo del proceso de normalización de relaciones entre ambos países.

La deuda pasiva, por su parte, se estimaba en unos 8 200 millones de dólares a fines de los 2000, de la cual algo más del 60% correspondía al Club de Paris, el resto constituían adeudos con el Club de Londres y, la contraída con el antiguo Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) era de casi 37 000 millones, de ellos 35 000 millones con Rusia.(Sánchez, 2016) The Economist Intelligence Unit, sí refleja la deuda pasiva en sus estadísticas de deuda externa cubana y según sus cálculos, en el 2016 ésta alcanzaba la cifra de 26 309 millones de dólares[3]. (EIU, 2017)

La deuda con la exigua URSS finalmente se renegoció en febrero de 2013, el acuerdo incluyó la condonación del 90% del monto adeudado y los 3 500 millones restantes serán pagaderos en diez años con la posibilidad de convertir parte de esa deuda en capital productivo, o sea, darle la posibilidad a Rusia de invertir en Cuba.(Rodríguez, 2013)

Sobre la normalización de relaciones con los acreedores

A comienzos de los 2000, se dio un acercamiento al Club de Paris pero en el 2001 se consideró que los términos y condiciones ofrecidas por dicho foro para la renegociación de la deuda cubana eran inaceptables para Cuba. No obstante, se lograron algunos acuerdos bilaterales, fuera del Club de Paris que le permitieron al país comenzar a reorganizar sus relaciones con los acreedores.

Así, “en mayo de 2000, Cuba firmó un acuerdo bilateral para renegociar el pago de deuda pendiente con Alemania por 115 millones de dólares en deuda de corto, mediano y largo plazo. En ese mismo año se reestructuró la deuda comercial con China, que se estima en alrededor de 6 000 millones de dólares, y se firmó otro acuerdo con Japón en el que se condonaron 130 000 millones de yenes (alrededor de 1 400 millones de dólares) pendientes con los acreedores comerciales japoneses desde la década de 1980 y el resto se acordó su pago en 20 años.” (Sánchez, 2014)

Posteriormente se renegoció la deuda con Mongolia, con México[4], con Rusia y finalmente, en diciembre del 2015, se logra un acuerdo multilateral histórico con el Grupo Ad-Hoc de Países Acreedores de Cuba en el Club de París sobre la deuda que estaba en default desde 1986.

En dicha renegociación, se calculó el monto total de deuda pendiente de pago con el Club de Paris en 11.1 miles de millones de dólares, de ellos se condonó 8.5 miles de millones, casi el 77%. Los términos y condiciones pactados fueron muy favorables para Cuba, se decidió no pagar intereses hasta el 2020 y a partir de entonces pagar sólo el 1,5% de la deuda total aún pendiente. El plazo de amortización será de 18 años y los pagos anuales se incrementaran gradualmente desde el 1,6% de los US$2.600 millones adeudados (unos 40 millones) en 2016, hasta el 8,9% en 2033. (Club de Paris, 2015)

Además se convino, que los acreedores pueden negociar "swaps" de deuda de forma bilateral por hasta el 30% de lo adeudado, o US$20 millones en ayuda al desarrollo, el monto que sea más alto.(Club de Paris, 2015)

Este fue un acuerdo sin precedentes, totalmente fuera de las reglas del Club de Paris, se llevó a cabo sin la intervención del FMI como garante y el sitio web del Club de Paris sólo emitió una nota de prensa de una página con los resultados acordados. Sin dudas, el inicio del restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba constituyó un factor influyente en este proceso, los acreedores tradicionales, con creciente interés en realizar negocios con la isla, no podían quedarse rezagados en el nuevo escenario y optaron por ser flexibles con la nación deudora.

La instrumentación de este Acuerdo Multilateral suscrito supuso la firma de convenios específicos con cada uno de los 14 países miembros del Grupo Ad-Hoc de Países Acreedores de Cuba[5] para poder hacer efectiva la regularización completa de la deuda de mediano y largo plazo de carácter bilateral. Este proceso está en curso y ya son 13 los países que han regularizado los pagos con Cuba.

Sobre los desafíos pendientes

La renegociación de la deuda cubana era imprescindible para normalizar las relaciones con los acreedores y acceder a dinero fresco pero el desafío ahora es cumplir en tiempo con los nuevos y los viejos compromisos para no quedar atrapados en escenarios que puedan conllevar a la moratoria de parte de la deuda.

No todas las variables de la ecuación del endeudamiento externo cubano se han logrado despejar. En realidad se trata de un sistema de ecuaciones complejo cuya solución va mucho más allá de consideraciones políticas y de las buenas intenciones para honrar los compromisos.

Los principales retos a encarar, por tanto, están relacionados con:

La obligatoriedad de pagar anualmente durante el mes de octubre, 40 millones de dólares como resultado de los acuerdos derivados de la renegociación con el Club de Paris. Téngase en cuenta que este pagose incrementará gradualmente a lo largo del período de amortización, en la medida que se vaya reduciendo el monto adeudado.

Los costos adicionales del riesgo de incumplimiento de los acuerdos concertados con el Club de Paris. Es cierto que hasta el 2020 no se pagarán intereses pero si el país suspende temporalmente el pago anual pactado por concepto de amortizaciónserá gravado con un interés del 9% hasta el pago final,además de los intereses por la demora de esa porción en atrasos.

La renegociación de aquella parte de la deuda pasivacorrespondiente al Club de Londres. Según informaciones no oficiales, un grupo de acreedores comerciales de Cuba formaron en Abril de 2015 un comité liderado por Stancroft Trust para comenzar a negociar una reestructuración de la deuda. Se dice que entre los mayores tenedores de deuda del Club de Londres cubano 3 instituciones concentran el 50% de la deuda comercial.(Strohecker, 2015)

La necesidad de seguir cumpliendo puntualmente con el servicio de la deuda activay la ya renegociada.Murillo afirmó en la legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Diciembre del 2015 que para lograr 6 500 millones de crédito para el financiamiento de la economía en el 2016, “tenemos que pagar los más de 5 000 millones de deuda’’ (exactamente 5 299 millones)[6]. (Murillo, 2015)

La composición misma de la deuda activa donde adquiere cada vez más importancia la deuda de proveedores que es la que nos permite cubrir las importaciones.

La disminución de las reservas internacionales en términos reales por la apreciación del dólar estadounidense y por la necesidad de enfrentar los significativos desastres ocurridos tras el paso del huracán Matthew.

El decrecimiento de la economía cubana y el exceso de optimismo respecto 2% de crecimiento para el 2017 en un contexto donde sigue predominando una alta incertidumbre respecto al crecimiento económico mundial y el desempeño de los principales socios comerciales de Cuba. Téngase en cuenta que la renegociación de la deuda se llevó a cabo considerando unas perspectivas de crecimiento que no pudieron alcanzarse.

La necesidad de seguir canalizando recursos externos por la vía del crédito en un escenario en que la inversión extranjera no acaba de constituirse en una fuente esencial de financiación al desarrollo.

El riesgo de que la percepción de Moody´s sobre el desempeño de mediano plazo de Cuba presione a la baja en su calificación crediticia.

En síntesis, Cuba avanza hacia la normalización de las relaciones con los acreedores, se percibe un esfuerzo importante por parte del gobierno en honrar los nuevos y viejos compromisos pero el 2017, sin dudas, planteará la necesidad de realizar importantes ajustes en materia de reordenamiento de la deuda. El pésimo desempeño macroeconómico justo el primer año después del acuerdo histórico con el Club de Paris no es una buena noticia para los acreedores. Tampoco lo es las rigidices que aún permanecen en la economía cubana para canalizar los flujos de inversión extranjera directa por los cuales se han apostado para lograr oxigenar la economía.

El desafío de la deuda sigue pendiente.

Este artículo forma parte del dossier de Catalejo La letra de Temas. ¿Cómo viene el 2017 para Cuba?

[1]Alivio coyuntural de la deuda, incremento del nivel de ingreso de la economía como resultado de cambios externos coyunturales o fuertes ajustes en la economía donde se prioriza el servicio de la deuda. Como se aprecia, en todos los casos el pago de los compromisos externos estará comprometido; en los dos primeros porque depende de factores externos y coyunturales, en el último, porque los costos de pagar la deuda externa son significativos para el desarrollo económico.

[2]Esta calificación va desde Aaa hasta C y comprende 21 grados. Se divide en dos categorías, de inversión y especulativa. La Caa (Caa1, Caa2, Caa3) se refiere a títulos de baja solvencia, el riesgo de crédito es muy alto y se asigna a títulos de baja calidad. Presentan riesgo de impago de capital intereses o haber incumplido ya dichos pagos. En el caso de Caa1 el riesgo es sustancial y la clasificación de Caa2 es altamente especulativa.Ca se refiere a los títulos altamente especulativos que, generalmente incumplen sus obligaciones de depósito y C, es la calificación más baja, refleja que existen pocas posibilidades de recuperación.

[3] No queda claro si esta cifra ya está ajustada a partir de las renegociaciones que han tenido lugar dentro y fuera del Club de Paris.

[4] Se renegoció una deuda pendiente de 500 mil millones, el acuerdo incluyó la condonación del 70% y el resto pagadero en 10 años con la posibilidad también de convertir parte de esa deuda pendiente en inversiones extranjeras directas en el país.

[5] El 45% de la deuda renegociada estaba concertada con Francia.

[6] www.cubadebate.cu. Ministro de Economía y Planificación de Cuba presentó en Asamblea Nacional resultados 2015 y propuesta Plan 2016.

Destacan avances de Cuba en uso de la Biotecnología en desarrollo agrícola

El reconocimiento se hizo en el Congreso BioProcess, realizado en Camagüey

Por Opciones| digital@opciones.cu23 de febrero de 2017

Los avances de Cuba en el empleo de la biotecnología para el desarrollo agrícola, con resultados superiores a muchos países del mundo, fueron destacados en el primer Congreso BioProcess, que concluyo en la ciudad de Camagüey. reconocimiento

Prem Warrior, director de operaciones de Valagro, empresa líder en la producción y comercialización de bioestimulantes y especialidades nutricionales, radicada en Italia y con una red de subsidiarias en varios países del mundo, expresó sentirse muy impresionado, y dijo que los retos radican en el aumento de la productividad, la reducción de gastos en la producción de alimentos y la práctica de una dieta saludable por parte de cada individuo.

En su conferencia aseguró que, basado en su experiencia de varias décadas, la biotecnología ha contribuido a elevar la calidad de los cultivos, los suelos y sus rendimientos, y en ese sentido subrayó el uso de inoculantes, biopesticidas y bioestimulantes.

Ello es necesario porque, según afirmó, alrededor del 25 o el 30 % de las plantaciones en el mundo se pierden por diversas causas, en los que se incluyen las posibilidades de comercialización, el orden socioeconómico de las naciones y, en gran medida, los factores bióticos y abióticos, entre ellos plagas, enfermedades, intensa sequía y otras cuestiones vinculadas al cambio climático.

El crecimiento vertiginoso de la población mundial requiere de soluciones a la inseguridad alimentaria en el planeta, marcada por la falta de semillas, insumos, sistemas de irrigación y herramientas que faciliten la cosecha, a lo que se une la mala distribución de esos alimentos.

Puntualizó que la Biotecnología puede dar respuesta a ese fenómeno, pero hay que incentivar el amor por la tierra, pues no resulta un trabajo muy atractivo.

Ante la evidente preocupación por lo costoso que resultan estos productos, sugirió que la transferencia de tecnología sería una solución, pues una crisis a nivel global por falta de alimentos puede evitarse si se comparten información y conocimientos.

Otras conferencias y simposios, entre estas con propuestas encaminadas al control de plagas de mosquitos mediante agentes naturales, se incluyeron en este primer Congreso BioProcess 2017, que reunió a científicos e investigadores de países como Estados Unidos, Francia, Alemania, Irán, Argentina y Brasil. (Fuente: ACN)

Las tecnológicas son las grandes ganadoras en el primer mes de Trump

A pesar de la turbulencia política generada por la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Silicon Valley ha tenido un repunte envidiable en Wall Street.


El Bill Graham Civic Auditorium, de San Francisco. (Foto: Staff.)

Por Shelby Carpenter

Los primeros 30 días de gobierno del presidente Trump han provocado consternación entre muchos políticos y burócratas. Pero para la comunidad empresarial, las cosas pintan bien. Mientras que las huelgas de los empleados y las cartas de protesta de los líderes tecnológicos muestran un claro descontento con las políticas de Trump, el panorama de las ganancias finales de las empresas tecnológicas líderes es más complicado. Aquí está un vistazo de cómo les ha ido a Apple, Alphabet de Google, Microsoft, Facebook e Intel bajo el mandato del nuevo presidente estadounidense.

Apple

En general, Apple ha logrado mantenerse por encima de las fluctuaciones del mercado que generan las políticas de Trump. Las acciones de Apple permanecieron neutrales tras la toma de posesión del republicano, lo que sugiere que los inversionistas no vieron cambios inmediatos o significativos en sus perspectivas de negocios. Las acciones de Apple cayeron ligeramente el lunes 30 de enero, posiblemente como resultado de una venta masiva de acciones, ya que los inversionistas se asustaron con el anuncio del veto migratorio de Trump. Pero para el final de ese lunes, Apple estaba creciendo de nuevo.

Los precios de las acciones aumentaron el 31 de enero, cuando Apple reportó fuertes resultados financieros del primer trimestre, y recientemente alcanzó máximos récord. Mientras que el CEO de Apple, Tim Cook, parece preocupado por las acciones públicas de Trump —Cook se pronunció contra el veto migratorio—, las acciones de Apple está funcionando bien y parecen estar más influenciadas por el desempeño trimestral de la compañía que por los caprichos de Trump.

Alphabet

Las acciones de Alphabet se han beneficiado de la recuperación del mercado desde la elección y toma de posesión de Trump, con un aumento del 2% desde el juramento presidencial, a pesar de haber reportado pérdidas en sus ganancias en su más reciente informe financiero trimestral.

Microsoft

Al igual que Alphabet, las acciones de Microsoft registraron un aumento gradual tras la toma de posesión de Trump. Después de que la compañía superara las expectativas de ganancias en su informe financiero trimestral, publicado el 26 de enero, las acciones de Microsoft alcanzaron un máximo histórico de 65.88 dólares por acción. 

Facebook 

Con el surgimiento de la expresión “fake news”, Facebook está quizá más vinculado al resultado de la elección que cualquier otra compañía tecnológica. Zuckerberg recientemente publicó un manifiesto de más de 5,000 palabras sobre cómo planea usar Facebook para reunir a las personas en vez de amplificar información no confirmada.

Aunque el CEO de la compañía sigue envuelto en la controversia política que rodea a Trump, los inversionistas hasta ahora permanecen impávidos. Las acciones de la compañía se beneficiaron de la recuperación general del mercado tras la elección y la toma de posesión del republicano. Los precios de las acciones también aumentaron el 1 de febrero después de que se reportaron ganancias en el informe trimestral, que superaron las estimaciones de los analistas.

Intel

Las acciones de Intel también se beneficiaron del efecto llamado “Trump Bump” después de la elección y la toma de posesión. La compañía también fue convocada por Trump a invertir en la manufactura estadounidense: Intel anunció, el 9 de febrero, en conjunto con Trump, desde la Oficina Oval, que invertiría 7,000 millones de dólares para terminar su fábrica en Arizona. Mientras que las acciones de Intel subieron una fracción después de este anuncio, cayeron un 3,54% al cierre del mercado, el mismo 9 de febrero, después del informe de los analistas sobre su perspectiva a largo plazo.

Conclusión

En general, las cinco empresas tecnológicas más importantes de Estados Unidos se han beneficiado de la amplia recuperación del mercado tras la toma de posesión de Trump. Sin embargo, los valores de sus acciones responden a un sinnúmero de variables: órdenes ejecutivas de Trump y tuits son sólo algunos de los factores, el informe financiero trimestral es aún más importante.

Goldman Sachs cambia a 600 corredores por ingenieros y programas de software


El sector financiero se está adentrando en la automatización y algunas de sus líneas de negocio ya se operan por software al 100%. Los programas están diseñados para imitar a los humanos
https://www.technologyreview.com/i/images/chavez.jpg?sw=600
Foto: El próximo director financiero de Goldman Sachs, Marty Chavez, ha ayudado a la empresa a automatizarse. Crédito: Karste n Moran. 
 
En su época de máximo esplendor, allá por el año 2000, el departamento de operaciones de acciones al contado de la sede central de Goldman Sachs en Nueva York (EEUU) empleaba a 600 corredores. Todos ellos compraban y vendían acciones por orden de los grandes clientes del banco de inversiones. Hoy el número de corredores se ha reducido a dos.
 
Los programas de transacciones automatizados han asumido el resto del trabajo, respaldados por 200 ingenieros informáticos. El anterior director tecnológico y actual director financiero adjunto de la empresa, Marty Chavez, explicó todo esto a los asistentes a un simposio sobre el impacto de la computación sobre las actividades económicas celebrado el mes pasado por el Instituto de Ciencias Computacionales Aplicadas de la Universidad de Harvard (EEUU). 
 
La experiencia de sus corredores de Nueva York es tan sólo el primer ejemplo de la transformación de Goldman Sachs, que cada vez se dará en más empresas de Wall Street. El cambio empezó con el aumento de las transacciones informatizadas, pero se ha acelerado durante los últimos cinco años, desplazándose hacia más campos financieros que antaño fueron el dominio de los humanos. Chavez, que se convertirá en director financiero el próximo mes de abril, dice que algunas áreas de transacciones ya se han transformado, como las divisas e incluso las acciones al contado.
Hoy, casi el 45% de las transacciones se ejecutan electrónicamente, según Coalition, una empresa de Reino Unido que analiza la industria. Las máquinas ya no solo están desplazando a los trabajadores administrativos de segunda línea, en Wall Street también están asumiendo las labores de muchos cargos bien remunerados.
 
El sueldo medio para los empleados de ventas, transacciones e investigaciones de los 12 bancos de inversión más grandes, entre los que se encuentra Goldman Sachs, es de unos 470.000 euros anuales entre el salario fijo y los bonus, según Coalition. El 75% de las remuneraciones de Wall Street son para empleados de primera línea con riesgos elevados, según el director de investigaciones de Coalition, Amrit Shahani. 
 
Los empleados mejor pagados que aún siguen en sus puestos están empezando a recibir cada vez más ingresos, algo que concuerda con una economía más amplia, explica el profesor de la Universidad Babson (EEUU) Tom Davenport. "El sueldo del director medio de Goldman Sachs probablemente aumentará aún más, ya que ahora hay menos personas de nivel inferior con las que compartir los beneficios", explica.
 
Los complejos algoritmos de transacciones, algunos con capacidades de aprendizaje automático, primero asumieron las transacciones en las que el precio de lo que se vendía resultara fácil de determinar en el mercado, incluidas las acciones compradas y vendidas por la antigua plantilla de 600 personas de Goldman Sachs.
 
Ahora, otras áreas de las transacciones, como las divisas y los contratos de futuros, que no se venden en bolsa pero tienen precios cambiantes, también se están automatizando. Para ejecutar estas compraventas, se están diseñando algoritmos que imitan lo más posible el comportamiento de un corredor humano, explica Shahani de Coalition.
 
Goldman Sachs ya ha empezado a automatizar las transacciones de divisas, y ha descubierto que cuatro corredores pueden ser reemplazados por un ingeniero informático, dijo Chavez en la conferencia de la Universidad de Harvard. Unas 9.000 personas, alrededor de la tercera parte de la plantilla de Goldman Sachs, son ingenieros informáticos. 
 
El responsable indicó que el siguiente paso será automatizar las tareas de banca de inversión, un trabajo que tradicionalmente se ha centrado en capacidades puramente humanas como las ventas y el desarrollo de relaciones. Aunque esos generadores de negocio no serán totalmente reemplazados, Goldman Sachs ya ha mapeado 146 pasos distintos de cualquier oferta pública inicial de acciones, y muchos "están pidiendo a gritos ser automatizados". 
 
Reducir el número de banqueros de inversión representaría un enorme ahorro de costes para la empresa. Los banqueros de inversión que trabajan en fusiones y adquisiciones corporativas en grandes bancos como Goldman Sachs ganan unos 657.000 euros al año, según Coalition, y durante un año especialmente bueno pueden ingresar mucho más. 
 
El propio Chavez es un ejemplo del creciente papel de la tecnología en Goldman Sachs. Es su experiencia con los riesgos lo que hace que sea tan apto para la tarea de director financiero, un rol típicamente ejercido por contables, o eso explicó Chavez a los analistas durante una reciente reunión de resultados de Goldman Sachs.
 
En la Universidad de Harvard explicó al público: "Todo lo que hacemos se basa en las matemáticas y mucho software".
 
La nueva plataforma de préstamos al consumo, Marcus, dirigida a consolidar los saldos de las tarjetas de crédito, se opera totalmente por software, sin intervención humana, afirmó Chavez. Fue nutrida como una pequeña start-up dentro de la empresa y lanzada en un plazo de tan sólo 12 meses, dijo. Es un modelo que Goldman Sachs seguirá perpetuando, alojando grupos en "burbujas", algunas en los espacios de transacciones ahora vacíos de la sede de Nueva York: "De aquellos 600 corredores, hay un gran espacio vacío donde se sentaban antes", señaló.