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martes, 24 de octubre de 2017

CITMATEL ofrecen talleres para trabajadores del sector no estatal en Cuba




La Empresa de Tecnologías de la Información y Servicios Telemáticos Avanzados, CITMATEL, anunció la edición de dos nuevos talleres presenciales relacionados con la administración de negocios y la estandarización de la calidad del software.

Mariana Saker, comunicadora de la entidad, explicó que el primer taller tiene entre sus objetivos profundizar en el sistema que permite el cálculo de los impuestos personales según las regulaciones tributarias establecidas para los trabajadores por cuenta propia.

El segundo, dijo, está encaminado a complementar conocimientos sobre ingeniería de software y los estándares utilizados, y profundiza en la información sobre la diversidad de las subespecialidades en las cuales se dividen las normas de calidad e ingeniería de software a partir de esquemas ISO, IEC, UIT, IEEE, entre otras.

Los talleres se celebrarán del primero al 6 de noviembre próximo, en el horario de 9:00 a.m. a 1:00 p.m. en la sede de CITMATEL, ubicada en calle 47 número 1802, entre 18A y 20, Miramar, Playa.

Más información por el teléfono 72043145, o a través de las direcciones electrónicas: clientes@negociopropio.cu, comercial@citmatel.cu.

(Con información de ACN)

Destacan resultados de la planta de zeolita en Holguín

 Holguín Ahora

Por Edilberto Carmona Tamayo
Martes, 24 Octubre 2017 


El cumplimiento por casi una década de sus planes de producción y ventas y la certificación de la calidad, distinguen a la Unidad Empresarial de Base (UEB) Geominera Holguín, con su planta de zeolita ubicada en la localidad de San Andrés, a unos 20 kilómetros de la capital de esa oriental provincia cubana.

Por sus resultados económicos y por alcanzar la condición de Vanguardia Nacional, ese colectivo fue merecedor del acto central por el día del trabajador del sector, el 24 de octubre, manifestó el ingeniero Aramís Lasserra Portuondo, director general de la Empresa Geominera Oriente, a la cual pertenece la entidad.

Además de su trabajo sostenido, se destaca por el desempeño en las actividades técnicas y la certificación por la Oficina Nacional de Normalización del Sistema de Gestión de la Calidad, en particular de su renglón líder: la zeolita natural, recalcó Lasserra Portuondo.
Ese, dijo, cumple los requisitos exigidos para la exportación y actualmente tiene mercados en Europa y América Latina, cumpliendo las cifras solicitadas por los clientes en lo que va de año.

En Cuba la destinan fundamentalmente a la agricultura, sobre todo a las fábricas de fertilizantes de Rayonitro, en Matanzas; y Nuevitas, en Camagüey, que usan la zeolita como una de sus materias primas, a la vez que se emplea en el mejoramiento del pienso para el consumo animal, aseguró.

Ese recurso mineral se aprovecha además para la obtención de talcos y polvos cosméticos, filtros de agua, la sanidad de los cultivos y en los suelos, ya que sus propiedades están a favor de la salud humana.

En ocasión de celebrarse el Día del Trabajador Geólogo Minero, un grupo de trabajadores destacados con 25 o más años de labor en esa importante rama recibirá en la UEB Geominera Holguín la Distinción René Ramos Latour, y serán reconocidos aquellos con cuatro décadas aportando a la economía cubana.

Cómo resolver el problema del crecimiento no inclusivo


Hace unos años, tuve el privilegio de presidir una comisión sobre el crecimiento en los países en desarrollo. Sus integrantes tenían considerable experiencia en cuestiones de gestión económica, política y social en el contexto de aquellos países, y a pesar de sus diferencias, todos coincidían en algunos puntos esenciales. Hay dos que todavía se destacan en mi memoria.

En primer lugar, como señalamos en nuestro informe final, los modelos de crecimiento no inclusivos están condenados al fracaso: son incapaces de producir el crecimiento alto y sostenido que se necesita para reducir la pobreza y satisfacer aspiraciones humanas básicas en materia de salud, seguridad y oportunidades de contribución productiva y creativa a la sociedad. Subutilizan y usan mal recursos humanos valiosos, y suelen generar agitación política o social, a menudo signada por la polarización ideológica o étnica, que a su vez lleva a parálisis o grandes oscilaciones en materia de gestión.

Nuestra segunda gran conclusión fue que el crecimiento sostenido demanda una estrategia coherente y flexible, basada en valores y objetivos compartidos, en la confianza mutua y en cierto grado de consenso. Pero por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo.

Muchos países en desarrollo han experimentado extensos períodos de crecimiento lento o inexistente. En algunos casos el problema se debe a que la dirigencia del país está desorientada respecto de lo que es necesario hacer. Pero es mucho más frecuente que aunque los ingredientes para un modelo de crecimiento eficaz son bien sabidos, haya falta de consenso político o social sobre cómo implementarlo.

Generalmente, la transición hacia un equilibrio de crecimiento superior no es gradual ni incremental. Demanda un salto discontinuo en expectativas y políticas, y un cambio fundamental en el consenso político y social; cuando esto ocurre, es esencial la presencia de un liderazgo que ofrezca a los ciudadanos una visión alternativa, basada en valores compartidos, que todos los actores puedan apoyar. Ese liderazgo puede surgir de arriba, de abajo o de algún grupo representativo. Pero la persistencia de equilibrios de bajo crecimiento en muchos países muestra que a menudo no surge en lo absoluto.

Los efectos derrame del crecimiento no inclusivo ya son evidentes en casi todas partes, en diversos grados, en la forma de polarización social, parálisis e incoherencia de la gestión, y una pérdida generalizada de confianza pública. A tal respecto, la experiencia de los países en desarrollo puede ofrecer importantes enseñanzas a las autoridades y diversos actores de las economías avanzadas.

Ya hubo avances en la identificación de los factores que causaron una pérdida de inclusividad económica en las últimas tres décadas. Esto es importante: sólo comprendiendo la naturaleza del desafío podremos elaborar respuestas más eficaces. Un diagnóstico errado, surgido de un análisis deficiente o apresurado, llevará a una respuesta ineficaz y, probablemente, contraproducente.

Dicho eso, los análisis realizados hasta ahora no han generado todavía una conciencia generalizada de la amenaza que el crecimiento no inclusivo plantea a la productividad y al desempeño económico según se lo mide habitualmente. Los efectos económicos adversos del crecimiento no inclusivo crecen y se multiplican lentamente con el tiempo, y seguirán haciéndolo de no mediar una acción colectiva que cambie los patrones distributivos imperantes (acción que por lo general, pero no necesariamente, se manifiesta a través del Estado).

Habrá quien no concuerde con esta afirmación, por considerar que los factores que impulsan el dinamismo y el desempeño económico son independientes de las pautas distributivas. A esas personas yo les señalaría la segunda enseñanza que nos deja la experiencia de los países en desarrollo: las pautas de crecimiento no inclusivo debilitan la confianza y finalmente la gobernanza, con lo que a su vez recortan la capacidad de las autoridades de sostener políticas y estrategias favorables a un alto crecimiento.

Para decirlo claramente: sin negar la utilidad del análisis profundo, el cambio sólo será posible con una amplia convergencia social y política en torno de valores y objetivos compartidos, algo lamentablemente ausente hoy en muchos países. Se necesita confianza de las personas entre sí y hacia sus dirigentes, y un acuerdo respecto de cómo evaluar y responder a las tendencias económicas y sociales polarizantes.

En tanto, la continuidad de la inacción fomentará la alienación y creará un círculo vicioso de desconfianza y parálisis que, a menos que se corte, impedirá cualquier acción eficaz. Ya hay muchas importantes iniciativas dedicadas a diversas dimensiones del desafío de la inclusividad, que abarcan no sólo la desigualdad de ingresos y riqueza, sino también la automatización, la inteligencia artificial y el futuro del trabajo. Pero a pesar de sus buenas intenciones, todavía no es seguro que alguna de ellas siente las bases para una respuesta política eficaz.

No se debe despreciar el valor de un análisis profundo de problemas tan complejos, pero no esperemos que el diagnóstico acertado baste para superar la parálisis política. El otro ingrediente clave es la participación directa. Restaurar la confianza pública demandará un compromiso profundo y sostenido, y un nuevo consenso de una amplitud tal que permita superar las divisorias políticas y sociales que son legión en las economías avanzadas.

Desde este punto de vista, la abundancia de comisiones y otras iniciativas estructuradas en torno de la inclusión, que en circunstancias menos polarizadas podrían parecer excesivas y redundantes, es realmente muy alentadora. Reunir voces diversas venidas del empresariado, la industria, el trabajo, el Estado, la academia y la sociedad civil (y hacerlo con la mayor frecuencia posible) es exactamente lo que se necesita ahora.

Aunque el aspecto participativo de la búsqueda del crecimiento inclusivo parezca un poco impreciso (especialmente en comparación con el análisis concreto), en realidad es un elemento crucial. Reunir a personas que desacuerdan o incluso desconfían unas de otras es el primer paso de la creación de bases sólidas para la futura acción colectiva.

Traducción: Esteban Flamini

Michael Spence, a Nobel laureate in economics, is Professor of Economics at NYU’s Stern School of Business, Distinguished Visiting Fellow at the Council on Foreign Relations, Senior Fellow at the Hoover Institution at Stanford University, Advisory Board Co-Chair of the Asia Global Institute in Hong Kong, and Chair of the World Economic Forum Global Agenda Council on New Growth Models. He was the chairman of the independent Commission on Growth and Development, an international body that from 2006-2010 analyzed opportunities for global economic growth, and is the author of The Next Convergence – The Future of Economic Growth in a Multispeed World.

Propiedad intelectual para la economía del siglo XXI

Joseph E. Stiglitz, Dean Baker and Arjun Jayadev
Project Syndicate, 


Cuando el gobierno sudafricano intentó enmendar sus leyes en el año 1997 con el propósito de recurrir al uso de medicamentos genéricos asequibles para el tratamiento del VIH/SIDA, todo el poder legal de la industria farmacéutica mundial ejerció presión sobre este país, retrasando la implementación y causando un alto costo humano. Sudáfrica finalmente ganó su caso, pero el gobierno aprendió la lección: no volvió a intentar poner la salud y el bienestar de sus ciudadanos en sus propias manos al desafiar al régimen mundial convencional que gobierna la propiedad intelectual (PI).

Esto fue cierto hasta este momento. Al presente, el gabinete sudafricano se prepara para definir una política de propiedad intelectual que promete ampliar sustancialmente el acceso a los medicamentos. La Sudáfrica de hoy en día, sin lugar a dudas, enfrentará toda clase de presiones bilaterales y multilaterales a ser ejercidas por los países ricos. Sin embargo, el gobierno está en lo correcto, y otras economías emergentes y en desarrollo deberían seguir sus pasos.

En las últimas dos décadas, se ha tenido una resistencia importante proveniente del mundo en desarrollo en contra del actual régimen de propiedad intelectual. En gran parte, esto se debe a que los países ricos han intentado imponer un modelo único para todos en el mundo, al influir en el proceso de reglamentación en la Organización Mundial del Comercio (OMC) e imponer su voluntad mediante acuerdos comerciales.

Los estándares de propiedad intelectual que los países avanzados prefieren típicamente se diseñan para maximizar los beneficios de las grandes compañías farmacéuticas y de otros que pueden controlar e influir en las negociaciones comerciales, en vez de diseñarse para maximizar la innovación y el progreso científico. No causa sorpresa, por lo tanto, que los grandes países en vías de desarrollo con bases industriales de importancia – como por ejemplo, Sudáfrica, India y Brasil – lideren el contraataque.

Estos países están principalmente apuntando a la manifestación más visible de injusticia de la propiedad intelectual: la accesibilidad a los medicamentos esenciales. En la India, una enmienda del año 2005 creó un mecanismo único con el propósito de restablecer el equilibrio y la equidad para patentar normas, salvaguardando de esa forma el acceso. Al haber superado varias impugnaciones en procesos nacionales e internacionales, se ha determinado que la ley cumple con los estándares de la OMC. En Brasil, la acción temprana por parte del gobierno para tratar a las personas con VIH/SIDA dio lugar a varias negociaciones exitosas, lo que redujo considerablemente los precios de los medicamentos.

Está plenamente justificado que estos países se opongan a un régimen de propiedad intelectual que no es ni equitativo ni eficiente. En un trabajo académico nuevo, revisamos los argumentos sobre el rol de la propiedad intelectual en el proceso de desarrollo. Mostramos que de manera preponderante la evidencia teórica y empírica indica que las instituciones económicas y las leyes que protegen al conocimiento en las economías avanzadas de hoy en día son cada vez más inadecuadas para gobernar la actividad económica mundial y son poco adecuadas para satisfacer las necesidades de los países en vías de desarrollo y de los mercados emergentes. De hecho, son perjudiciales a las necesidades humanas básicas, como ser la atención médica adecuada.

El problema central es que el conocimiento es un bien público (mundial), tanto en el sentido técnico que indica que el costo marginal de que alguien lo use es cero, como en el sentido más general que señala que un aumento en el conocimiento puede mejorar el bienestar a nivel mundial. Ante esto, la preocupación ha sido que el mercado vaya a proveer una cantidad escasa de conocimientos, y no se incentive adecuadamente la investigación.

A lo largo del siglo XX, las creencias populares indicaban que esta falla del mercado se podía corregir mejor introduciendo otra falla: los monopolios privados, creados a través de patentes rigurosas que se aplicaban estrictamente. Sin embargo, la protección privada de la propiedad intelectual es solo una ruta para resolver el problema del fomento y financiación de la investigación, y ha sido una solución más problemática de lo que se esperaba, incluso en el caso de los países avanzados.

Un “matorral de patentes” cada vez más denso en un mundo de productos que requieren miles de patentes a veces ha sofocado la innovación, y en algunos casos se ha gastado más en abogados que en investigadores. Además, a menudo, la investigación no está dirigida a producir nuevos productos, sino a extender, ampliar y aprovechar el poder monopólico otorgado a través de la patente.

La sentencia de la Corte Suprema de Estados Unidos del año 2013 relativa a que los genes naturales no pueden patentarse ha proporcionado una prueba para determinar si las patentes estimulan la investigación e innovación, tal como los promotores de esta posición sostienen, o impiden dicha investigación e innovación al restringir el acceso al conocimiento. Los resultados son inequívocos: la innovación se ha acelerado, lo que lleva a mejores pruebas diagnósticas (para determinar, por ejemplo, la presencia de los genes BRCA relacionados con el cáncer de mama) a costos mucho más bajos.

Existen al menos tres alternativas para financiar e incentivar la investigación. Una es confiar en los mecanismos centralizados de apoyo directo para la investigación, como por ejemplo en los Institutos Nacionales de Salud y la Fundación Nacional para la Ciencia en Estados Unidos. Otra alternativa es descentralizar el financiamiento directo a través de, digamos, créditos fiscales. O, una tercera, un organismo gubernamental, una fundación privada o una institución de investigación que pueda otorgar premios por innovaciones exitosas (o por otra actividad creativa).

Se puede considerar al sistema de patentes como uno que adjudica premios. Pero, el premio impide el flujo de conocimiento, reduce los beneficios derivados de dicho premio y distorsiona la economía. Por el contrario, la alternativa final a este sistema maximiza el flujo de conocimiento, al mantener un espacio común creativo, un ejemplo de esta alternativa es el software de código abierto.

Las economías en desarrollo deberían utilizar todos estos abordajes para promover el aprendizaje y la innovación. Al fin y al cabo, los economistas han reconocido durante décadas que el determinante más importante del crecimiento – y, por lo tanto, de los avances en el desarrollo y bienestar humano – son el cambio tecnológico y el conocimiento que dicho cambio encarna. Lo que separa a los países en vías de desarrollo de los países desarrollados es tanto una brecha en el conocimiento como una brecha en los recursos. Para maximizar el bienestar social a nivel mundial, los encargados de formular políticas deberían alentar decididamente la difusión del conocimiento de los países desarrollados a los países en vías de desarrollo.

Pero, si bien el argumento teórico a favor de un sistema más abierto es sólido, el mundo se ha estado desplazando en la dirección opuesta. Durante los últimos 30 años, el régimen de propiedad intelectual prevaleciente ha erigido más barreras al uso del conocimiento, lo que a menudo hace que se amplíe la brecha entre las ganancias sociales derivadas de la innovación y las ganancias privadas. Los poderosos grupos de presión de las economías avanzadas que han configurado ese régimen establecieron de manera clara que las ganancias privadas se encuentran en primer lugar, lo que se refleja en su oposición a las disposiciones que reconocen los derechos de propiedad intelectual asociados con los conocimientos tradicionales o la biodiversidad.

La adopción generalizada de una estricta protección de la propiedad intelectual que se lleva a cabo hoy en día también es una que históricamente no tiene precedentes. Incluso entre los primeros industrializadores, la protección de la propiedad intelectual llegó muy tarde y con frecuencia se evitó deliberadamente para permitir que la industrialización y el crecimiento acontezcan más rápidamente.

El régimen actual de propiedad intelectual no es sostenible. La economía mundial del siglo XXI diferirá de la del siglo XX en al menos dos maneras que son de crítica importancia. Primero, la importancia económica de las economías como la de Sudáfrica, India y Brasil será sustancialmente mayor. En segundo lugar, la “economía sin peso” – es decir, la economía de las ideas, el conocimiento y la información – representará, una parte cada vez mayor de la producción tanto en las economías desarrolladas como en las economías en vías de desarrollo.

Las reglas relacionadas con la “gobernanza” del conocimiento mundial tienen que cambiar para reflejar estas nuevas realidades. Un régimen de propiedad intelectual dictado por los países avanzados hace más de un cuarto de siglo, en respuesta a la presión política de algunos de sus sectores, es poco coherente en el mundo de hoy. Maximizar las ganancias para unos pocos, en lugar de maximizar el desarrollo y el bienestar a nivel mundial para muchos, tampoco fue algo muy coherente en aquel entonces – excepto en términos de la dinámica de poder de dicho momento.

Esas dinámicas están cambiando, y las economías emergentes deben tomar la iniciativa en la creación de un sistema de propiedad intelectual equilibrado que reconozca la importancia del conocimiento para el desarrollo, el crecimiento y el bienestar. Lo que importa no es solo la producción de conocimiento, sino también que dicho conocimiento se use en maneras que se sitúe la salud y el bienestar de las personas por delante de las ganancias corporativas. La posible decisión de Sudáfrica sobre permitir el acceso a la medicina puede ser un hito importante en el camino hacia ese objetivo.

Traducción por Rocío L. Barrientos.

Acuerdo China-Rublo y el sistema del dólar

Por F. William Engdahl
Global Research, 24 de octubre de 2017

El
Banco Popular de China acaba de anunciar un sistema de pago contra pago (PVP) para el rublo ruso y las transacciones de yuan chino. El objetivo declarado es reducir los riesgos cambiarios en su comercio . El único riesgo concebible sería el dólar estadounidense y los posibles actos de guerra financiera del Departamento del Tesoro de Estados Unidos para dañar el comercio ruso-chino, que se está volviendo muy significativo en volumen y valor. Para diciembre, debería alcanzar los $ 80 mil millones, un aumento del 30% con respecto a 2016. Sin embargo, hay más en este aparente movimiento técnico por parte de China y Rusia de lo que parece.
El anuncio oficial, publicado en el sitio web del Sistema de Comercio de Divisas de China (CFETS), agrega la nota enormemente significativa de que CFETS planea introducir sistemas de PVP similares para transacciones de yuanes con otras monedas basadas en la iniciativa Belt and Road de China.
Esto confirma lo que discutí en un artículo que publiqué en abril de 2016, a saber, que el gran diseño detrás de Belt, Road Initiative (BRI) de China tiene un componente de moneda integral basado en oro que podría cambiar el equilibrio de poder global a favor de las naciones de Eurasia, desde Rusia y las naciones de la Unión Económica Euroasiática a China y en toda Asia .
Anteriormente denominada Nueva Ruta Económica de la Seda, la BRI es una vasta red de enlaces ferroviarios de alta velocidad que cruza los países de Eurasia, incluyendo Asia Central, Mongolia, Pakistán, Kazajstán y, por supuesto, la Federación de Rusia y se extiende a Irán. , potencialmente a Turquía y África Oriental. En total, en la actualidad, unos 67 países participan o han solicitado unirse al ambicioso proyecto, cuyo costo total podría ascender a billones de dólares y transformará el comercio mundial. HSBC estima que el proyecto de infraestructura BRI, que hoy abarca a los países que generan casi un tercio del PBI mundial, generará un nuevo comercio adicional de $ 2.5 billones al año.Esto no es un cambio tonto para la economía mundial. Es un cambio de juego de primer orden.
Construyendo una moneda de reserva de dólar
Las presentaciones académicas de la teoría de la moneda y de la teoría de la moneda de reserva tienden a ser aburridas más allá de al menos mi paciencia. Sin embargo, este movimiento de liquidación de divisas directo por parte de China y Rusia es uno de los acontecimientos más dinámicos desde que los bancos del Tesoro y Wall Street de Washington idearon el sistema del dólar estadounidense en Bretton Woods en 1944.
No se trata de reducir los riesgos cambiarios en el comercio entre Rusia y China. Su comercio en monedas propias, sin pasar por el dólar, ya es significativo desde que Estados Unidos sancionó a Rusia en 2014, una jugada muy tonta del Tesoro de la Administración Obama. Se trata de crear una vasta zona de monedas de reserva alternativa o zonas independientes del dólar.
La dominación del siglo americano que el editor de Time-Life Henry Luce proclamó en 1941 surgió al final de la guerra. En 1945, cuando las bombas dejaron de caer sobre Europa y Japón, el presidente Harry Truman dejó claro a Inglaterra que no habría lugar para el Imperio británico como rival, cancelando los créditos Lend-Lease de los Estados Unidos y exigiendo a Gran Bretaña en bancarrota pagar sus deudas de guerra con Washington. , además de exigir una reducción drástica en el comercio mundial realizado en libras esterlinas, y aún así cerca del 50% del comercio mundial total.Los británicos basaron sus esperanzas de reconstruir su Imperio en su Commonwealth y su región de comercio Sterling Preference.
Para Washington y Wall Street después de 1945, había espacio para una sola potencia monetaria dominante, los Estados Unidos. Gran Bretaña se vio obligada a tragarse su enorme orgullo arrogante y recurrir al recién creado Fondo Monetario Internacional y, paso a paso, desmantelar las colonias del Imperio Británico que comenzaban con la India por razones financieras. Eso abrió la puerta a la hegemonía del dólar sobre la economía mundial fuera de los países comunistas. Desde 1945, el poder de los Estados Unidos como superpotencia global se ha basado en dos pilares: el poder militar y el dólar más poderosos como moneda de reserva mundial indiscutida que le permite a Washington controlar la economía mundial.
En 1944, la Reserva Federal tenía más del 70% del oro monetario mundial como parte de sus reservas. Cada otra moneda estaba vinculada al dólar. El dólar solo se fijó en oro. Un mundo de posguerra hambriento de dólares en la década de 1950 necesitaba desesperadamente dólares para financiar la reconstrucción. El dólar comenzó su ascenso como la moneda en poder de los bancos centrales mundiales como moneda de reserva o moneda ancla, ayudado por el hecho de que los países de la OPEP acordaron vender su petróleo solo por dólares. La mayor parte de la financiación del comercio mundial se realizó en dólares.
Nixon y la gran inflación del dólar
Bajo Bretton Woods, la Reserva Federal de los Estados Unidos garantizó que otros países con reservas en dólares podrían canjearlos por oro de la Reserva Federal de los Estados Unidos en cualquier momento. A fines de la década de 1960, comenzó a quebrarse ya que Francia y otros países exigían oro a cambio de lo que consideraban dólares estadounidenses inflados. La industria estadounidense se estaba oxidando por la falta de nuevas inversiones y los déficits federales de EE. UU. Estaban aumentando debido a la Guerra de Vietnam. Otras naciones ya no estaban dispuestas a aceptar que el "dólar era tan bueno como el oro". Exigieron el oro, no "tan bien como".
Después del "Choque de Nixon" cuando el presidente Nixon rompió el Acuerdo de Bretton Woods en agosto de 1971 para dejar flotar el dólar, libre de cualquier redención en oro, el mundo no tuvo otra opción que aceptar dólares de papel inflados, una inflación que aumentó con el 1973 shock del precio del petróleo diseñado por el Secretario de Estado Henry Kissinger y la facción Rockefeller en la política de Estados Unidos. La suspensión de la convertibilidad de oro y dólar fue una reacción de Washington al hecho de que los bancos centrales de Francia, Alemania y otros países de la OCDE exigieron más y más oro duro de la Reserva Federal por sus dólares en papel y las reservas de oro de Estados Unidos corrían peligro de agotarse.
Aquí comenzó la raíz de la gran inflación mundial más extraordinaria de la historia. Comenzando los déficits presupuestarios de Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam en la década de 1970 y el aumento del precio del petróleo 400% en 1974, un precio que el Tesoro de Washington en un acuerdo secreto con Arabia Saudita en 1974-75 asegurado sería pagado por el resto del mundo en dólares , la oferta mundial de dólares creció astronómicamente. Los dólares en circulación mundial, que ya no se pueden canjear en oro, aumentaron en un 2.000% entre 1971 y 2015. La producción de bienes reales no aumentó cerca del 2.000%.
El hecho de que el dólar siga siendo la moneda de reserva más importante del banco central extranjero, todavía un 64% de todas las reservas mundiales en la actualidad, con el 20% del euro como el rival más cercano, le da al gobierno de los Estados Unidos una ventaja extraordinaria.
Desde 1971, EE. UU. Ha tenido déficits presupuestarios durante 41 de los últimos 45 años, con la única excepción de cuatro años en la década de 1990 cuando la generación Baby Boom alcanzó el pico de ingresos y alcanzó el pico del pago del impuesto del Fondo Fiduciario de la Seguridad Social.El Departamento del Tesoro de Clinton hizo una manipulación contable para contar este efecto único como ingresos fiscales generales del Tesoro, un fraude. Cada dos años desde 2001, el presupuesto de EE. UU. Ha reanudado enormes déficits, superando los $ 1,4 billones en 2009 solamente, como en $ 1,400 billones, durante la crisis financiera que comenzó en 2008 . En 2000, antes de la ruptura del dólar con el oro, el déficit de los Estados Unidos era de $ 3 mil millones.
Con razón, otros países ven esto como una enorme desventaja. Sus inversiones en bonos del Tesoro en dólares estadounidenses para sus propias reservas del banco central se están convirtiendo en papel sin valor. Debido a que están más o menos obligados a invertir los dólares excedentes comerciales obtenidos de sus exportaciones en bonos o bonos del Tesoro estadounidense seguros o valores similares de los EE. UU., La afluencia anual de dólares del banco central de China, de dólares excedentes comerciales japoneses, de dólares rusos antes de 2014, de Alemania y otros países con superávit comercial, le permite al Tesoro de los Estados Unidos mantener las tasas de interés anormalmente bajas. Eso también le permite a Washington financiar esos déficits sin mayor estrés.Este año, el déficit de los Estados Unidos alcanzó un impresionante $ 585 mil millones.
En efecto, China y Rusia financiaron en los últimos años el presupuesto militar de los Estados Unidos mediante la compra de bonos y letras estadounidenses que permiten al Tesoro financiar ese déficit sin aumentar las tasas de interés. La ironía cínica es que ese presupuesto militar de los EE. UU. Financiado por Rusia y la necesidad de China de mantener reservas en dólares contra las posibles guerras cambiarias de Washington como se hizo contra Rusia después de 2014, apunta a controlar a Rusia y China, y finalmente a destruir sus economías.
Si la legislación de reducción de impuestos de Trump ahora se convierte en ley, los déficits de EE. UU. Llegarán a la luna. Este es el telón de fondo para comprender mejor lo que China, Rusia y los países aliados están preparando para reducir su vulnerabilidad a lo que está en una trayectoria balística hacia un sistema bancario mundial en quiebra. Si China, Rusia y otros países aliados de Eurasia, especialmente los países de la Organización de Cooperación de Shanghai y posibles miembros como Irán y Turquía recurren a acuerdos bilaterales como China y Rusia para liquidar el comercio, pasando por alto el dólar estadounidense, el dólar como reserva mundial la moneda domina caerá y otras monedas la reemplazarán. El Yuan chino es el principal candidato. El rublo también.
Estado de reserva de Yuan
El movimiento más reciente hacia una solución directa del comercio bilateral entre China y Rusia con otros países a lo largo de la nueva Ruta de la Seda que se incorpora al sistema es una piedra angular en la creación de una alternativa viable al dólar estadounidense como moneda de reserva ancla.
Hace una década, los economistas occidentales descartaron tal idea como absurda. Afirmaron que pasarían décadas antes de que el mundo aceptara el Yuan como reserva. El yuan no era convertible.
En 2016, China fue admitida por el Fondo Monetario Internacional como uno de los cinco principales componentes de divisas de los Derechos Especiales de Giro del FMI calculados en una cesta de divisas. Ese paso le dio al yuan un gran impulso en la aceptación internacional.
Antes de 2004, el yuan no estaba permitido fuera de China. Desde ese momento, las autoridades monetarias chinas han sentado una base cuidadosa para la internacionalización del yuan. Según la Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT), la internacionalización del RMB se lleva a cabo en tres fases: primero, como uso para la financiación del comercio, luego para la inversión y, a largo plazo, como moneda de reserva. Ahora que "a largo plazo" se ve notablemente a corto plazo ya que China supera todas las expectativas de los economistas convencionales con la internacionalización de su yuan. Esta perspectiva de que el yuan se convierta en un ancla mundial o una moneda de reserva que exceda la participación del euro en los próximos años es lo que alarmaron los bancos del Tesoro, la Reserva Federal y Wall Street, por decirlo suavemente.
En un informe de 2016, el banco HSBC informó que, desde 2012, el RMB Yuan se ha convertido en la quinta moneda de pago más utilizada del mundo.
Hace dos años, en octubre de 2015, China inició el Sistema de Pagos Internacionales de China (CIPS). Si bien ha firmado un acuerdo de cooperación con SWIFT dominante, ofrece una opción potencial en caso de que las sanciones de Estados Unidos sobre China funcionen independientemente de SWIFT. En 2012, Washington presionó al sistema de compensación de bancos internacionales SWIFT con sede en Bélgica, mediante el cual virtualmente cada transacción internacional entre instituciones bancarias va, bloquea el canje internacional para todos los bancos iraníes, congeló $ 100 mil millones en activos iraníes en el extranjero y paralizó su capacidad de exportar petróleo . El punto no se perdió ni en Pekín ni en Moscú, especialmente cuando algunos necios congresistas estadounidenses pidieron la exclusión de SWIFT contra los bancos rusos después de 2014.
En marzo de este año, Elvira Nabiullina , gobernadora del banco central de Rusia, declaró:
"Hemos terminado de trabajar en nuestro propio sistema de pago, y si sucede algo, todas las operaciones en formato SWIFT funcionarán dentro del país. Hemos creado una alternativa ".
Creando la nueva arquitectura de divisas
Las demandas financieras de la vasta Belt Road Initiative de China alcanzan los billones de dólares.Solo en Asia, el Banco Asiático de Desarrollo estima que se necesita una inversión de $ 8 billones en los próximos años para elevar esas economías hacia un crecimiento eficiente. La fundación por parte de Pekín del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB, por sus siglas en inglés) el año pasado fue un gran paso hacia la obtención de financiamiento internacional para el proyecto BRI.
En abril de 2016 China anunció su decisión de establecer el Shanghai Gold Exchange, dependiente del Banco Popular de China, como un importante centro internacional de fijación de precios del oro y el comercio de oro en yuan, con liquidación en oro físico entre bancos de lingotes, refinadores y productores y casas comerciales. A esto se agrega la decisión de China de lanzar un precio fijado en yuanes diario sobre el oro que en última instancia podría desplazar al oro dominante de Londres, un sistema que ha sido acusado de manipular los precios mundiales del oro a la baja durante años.
Al anunciar su Belt Road Initiative, el gobierno chino, en un comentario poco conocido, declaró que las rutas de sus proyectos ferroviarios de alta velocidad a través de los países de Eurasia se conectarán ahora a regiones remotas e inaccesibles que se sabe que tienen grandes reservas de oro sin desminado. mercados mundiales a través del BRI.
Lo que están haciendo China con Rusia no es atacar al dólar estadounidense para destruirlo. Eso es muy poco probable y no beneficiaría a nadie. Se trata más bien de crear una moneda de reserva alternativa independiente para otras naciones que desean protegerse de los ataques financieros cada vez más frecuentes de los bancos del Tesoro de EE. UU. Y Wall Street y los fondos de cobertura. Se trata de construir un elemento crucial de soberanía nacional porque el sistema del dólar de hoy está siendo utilizado para devastar la soberanía económica del resto del mundo. Como supuestamente dijo Henry Kissinger durante la década de 1970,
"Si controlas el dinero, controlas todo el mundo".
La declaración del gobierno chino ahora que su sistema de liquidación de pagos directos entre China y Rusia se extenderá a otros países del BRI agrega otro ladrillo en la cuidadosa creación de este sistema monetario alternativo, una alternativa respaldada por oro, independiente del sistema del dólar estadounidense políticamente explosivo, que podría aislar a las naciones de Eurasia de Washington y la guerra financiera de la UE en los próximos años.
Esto es lo que tiene Washington en un dither. Sus opciones se desvanecen por el día. Revolución militar, financiera, ciberguerra, color: cada vez son más impotentes desde un país que permitió destruir su propia base industrial y de mano de obra en beneficio de una oligarquía financiera. Así fue como el Imperio Romano colapsó en el Siglo IV, como lo hicieron los británicos entre 1914 y 11945, y como todos los imperios de la historia se basaron en la esclavitud de la deuda.
F. William Engdahl es consultor estratégico y conferenciante de riesgo, es licenciado en política por la Universidad de Princeton y autor de best-sellers sobre petróleo y geopolítica, exclusivamente para la revista en línea "New Eastern Outlook".
Este artículo fue publicado originalmente por New Eastern Outlook, donde se obtuvo la imagen.

Cámara Baja aprueba ley para revisar seguridad en aeropuertos cubanos


La Cámara de Representantes aprobó el lunes un proyecto de ley para revisar los sistemas de seguridad de los aeropuertos cubanos que tienen vuelos comerciales con aeropuertos estadounidenses para buscar posibles fallos, según informaron medios locales.

El proyecto insta a la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por su sigla en inglés), la agencia encargada de la seguridad en los aeropuertos, a revisar los 10 aeropuertos internacionales de Cuba e informar al Congreso de si cumplen con los nuevos requisitos estadounidenses.

El promotor del proyecto, el republicano John Katko, defiende que terroristas pueden utilizar fallos de seguridad en los aeropuertos cubanos para viajar a Estados Unidos a través de la isla.

El texto aprobado hoy también exige a las aerolíneas estadounidenses que operan en Cuba a que hagan público cualquier tipo de contrato que tengan con el Gobierno de Raúl Castro para contratar a personal local.

Katko preside un subcomité del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara Baja encargado de la seguridad en el transporte.

Este congresista de Nueva York trató de viajar a Cuba con otros miembros de su comité antes del inicio de los vuelos comerciales entre los dos países el año pasado para revisar personalmente los niveles de seguridad de los aeropuertos, pero La Habana les denegó los visados.

En consecuencia, Katko trató de bloquear sin éxito el inicio de los vuelos comerciales, que se dio en el marco del deshielo de relaciones liderado por Barack Obama y Raúl Castro.

Estados Unidos y Cuba reiniciaron el 31 de agosto de 2016 los vuelos comerciales después de más de medio siglo en el que tan solo volaron chárteres.