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sábado, 4 de noviembre de 2017

Empoderando a los nuevos obradores de milagros de China

PS

MILÁN – Como ha revelado el 19 Congreso Nacional del Partido Comunista Chino, gran parte del foco ha estado depositado en quién ocupará las posiciones clave en la administración del presidente Xi Jinping en los próximos cinco años. Pero la futura trayectoria de China depende crucialmente de otro grupo de líderes que han recibido mucha menos atención: los tecnócratas que llevarán a cabo las tareas específicas asociadas con la reforma económica y la transformación de China.

En las últimas cuatro décadas, los tecnócratas de China han pergeñado de manera colectiva una transformación milagrosa. La generación actual, un grupo talentoso de responsables de formular las políticas, dimitirá en marzo de 2018 o alrededor de esa fecha, y le pasará el bastón a una nueva generación. Esa generación -altamente educada, experimentada y, en su mayor parte, exitosa por méritos propios- está preparada para llevar adelante el progreso económico y social de China con gran capacidad y dedicación. El interrogante es si tendrá un campo abierto en el cual correr. 

De algo no hay dudas: la próxima generación de tecnócratas enfrentará condiciones muy diferentes de las que confrontaron sus predecesores. China ha llegado a un momento de incertidumbre importante. Más allá de las cuestiones inherentes al proceso de traspaso generacional, ha habido un cambio drástico en el marco de las políticas dominantes de China bajo la administración de Xi.

En el gobierno de Deng Xiaoping -el líder que inició la "reforma y apertura" radical de China en 1978-, el objetivo político singular era la transformación y el crecimiento económico domésticos, que se alcanzarían con un modelo de toma de decisiones colaborativo que incluía un intenso debate interno. Deng explícitamente descartó una agenda internacional más amplia para China -un dictado que los responsables de las políticas en China siguieron durante más de tres décadas.

Desde que asumió el poder en 2012, Xi ha cambiado su marco normativo de varias maneras. Por empezar, abordó la corrupción endémica que venía minando la credibilidad del PCC (y, por extensión, el modelo de gobernancia de China), y para ello lanzó una campaña sin precedentes contra las componendas que alcanzó los niveles más altos del liderazgo del partido.

Muchos esperaban que la campaña anticorrupción de Xi fuera una iniciativa temporaria, destinada a preparar el camino para la implementación de las reformas económicas agresivas anunciadas en la Tercera Sesión Plenaria del 18 Comité Central en 2013. La campaña, por el contrario, se ha convertido esencialmente en una característica permanente de la administración de Xi.

Xi cree que la legitimidad de un gobierno es, principalmente, una función de valores que se brindan de manera consistente, junto con un progreso económico y social, en donde el compromiso estricto con el interés público tiene prioridad sobre la forma de gobernancia. Mientras que pocos observadores occidentales han reconocido plenamente esta perspectiva, los acontecimientos en Occidente en los últimos diez años -la crisis financiera de 2008, la mayor desigualdad de ingresos y riqueza y la profundización de la polarización política- han reforzado esta postura.

En consecuencia, los líderes y ciudadanos chinos están más convencidos que nunca de que el gobierno de un único partido fuerte es un pilar esencial de estabilidad y crecimiento. Creen que el foco en Occidente en la forma de gobernancia, en contraposición a resultados económicos y sociales inclusivos, es errado, porque los sistemas tanto democráticos como autocráticos pueden ser corruptos.

Es más, la agenda económica de China en el gobierno de Xi se ha expandido más allá de su foco limitado en el crecimiento y desarrollo domésticos para incluir un esfuerzo concertado destinado a expandir la influencia china en la economía global, especialmente en el mundo en desarrollo. Esta agenda externa amplia y en expansión genera pedidos de recursos -no se puede ser el inversor externo dominante en África y Asia central sin invertir mucho dinero- a la vez que influye en las elecciones políticas. Por ejemplo, las empresas de propiedad del estado, inclusive los bancos, pueden responder de manera más flexible que las empresas puramente privadas a una mezcla variable de incentivos y retornos de inversión públicos y privados.

Finalmente, en los últimos años, los marcos normativos de China han reflejado cada vez más la tensión inherente entre el imperativo de larga data de garantizar la estabilidad social y política y el objetivo más moderno de la liberalización del mercado. El liderazgo de China sigue estando firmemente comprometido con proteger los intereses del Partido que, a su entender, coinciden con los de la sociedad. Por ese motivo, el PCC sigue concentrándose en mantener el orden e instilar valores en todos los aspectos de la vida china, manteniendo una presencia activa no sólo en los debates sobre las políticas sino también en las actividades y asuntos sociales del sector privado.

Al mismo tiempo, el gobierno intenta asignarles a los mercados un papel más decisivo en la economía, impulsar el poder de la actividad empresarial y la innovación, y responder de manera más efectiva a las necesidades y deseos de una clase media joven, educada y en franco crecimiento. Y con buenos motivos: estos son los motores internos que le han permitido a China alcanzar un crecimiento anual del PIB de 6-7% en medio de un giro estructural difícil y una transición a ingresos medios, llevada a cabo en una economía global relativamente débil.

Es difícil decir con certeza si estos dos objetivos se contraponen de manera directa. Pero existe un motivo de preocupación. El tipo de competencia dinámica que conduce a la innovación, después de todo, dista mucho de un proceso guiado de manera centralizada, aunque las elecciones del sector público en áreas como la investigación básica sí tienen un impacto sustancial. 

Es más, tanto en la formulación de políticas públicas como en el mundo académico, es indispensable un debate activo para diferenciar las ideas buenas de las malas. Sin embargo, si bien el sistema chino ha demostrado su capacidad para un debate de políticas internas de alto nivel entre participantes altamente entrenados y experimentados cuya lealtad no está en duda, y que luego actúan de manera rápida y decisiva, los líderes de China siguen sospechando del debate público y de los comentarios sin restricciones. Pero muchas decisiones complejas en materia de políticas -por ejemplo, sobre la reforma y apertura del sector financiero- se verían beneficiadas con el proceso de depuración que permite una mayor apertura.

En los próximos cinco años, el éxito de China dependerá en gran medida de cómo se maneje la agenda compleja del gobierno, y las tensiones que esto conlleva. Para alcanzar sus objetivos, los líderes de China tendrán que encontrar un delicado equilibrio entre un Partido fuerte, disciplinado y ubicuo, que fija estándares y protege los intereses de la población, y mercados innovadores, empoderados y potentes, que impulsan la economía hacia el futuro.



Michael Spence, a Nobel laureate in economics, is Professor of Economics at NYU’s Stern School of Business, Distinguished Visiting Fellow at the Council on Foreign Relations, Senior Fellow at the Hoover Institution at Stanford University, Advisory Board Co-Chair of the Asia Global Institute in Hong Kong, and Chair of the World Economic Forum Global Agenda Council on New Growth Models. He was the chairman of the independent Commission on Growth and Development, an international body that from 2006-2010 analyzed opportunities for global economic growth, and is the author of The Next Convergence – The Future of Economic Growth in a Multispeed World.

Cruceros a Cuba dejarán $623 millones para las compañías y unos $83 para gobierno de la isla

04 DE NOVIEMBRE DE 2017 5:59 PM


El crucero Carnival Paradise llega a La Habana, Cuba. Foto de archivo. Andy Newman/Carnival Cruise Line TNS

Los itinerarios a Cuba de las tres grandes compañías de cruceros de EEUU dejarán más de $623 millones en ingresos entre 2017 y 2019, según una proyección del Consejo Comercial y Económico EEUU-Cuba.

De acuerdo con el análisis del Consejo, con base en los datos recopilados hasta el 25 de octubre, los 286 viajes hacia Cuba que en esos años se espera que hagan las compañías Norwegian, Carnival y Royal Caribbean transportarán a unos 455,000 pasajeros, si es que cada embarcación viaja al máximo de su capacidad.

Esas operaciones les reportarán a las firmas, todas con sede en Miami, unos ingresos de más de $623 millones, pero además significarán para Cuba ganancias por $64 millones en gastos de los turistas relacionados con transporte terrestre, excursiones, restaurantes y recuerdos, como habanos.

De manera adicional, el gobierno de la isla recibirá $19 millones por concepto de tasas portuarias, que para los buques más grandes, con capacidad para entre 684 y 2,744 pasajeros, asciende a unos $79,000.

En 2016, cuando se restablecieron estos viajes de EEUU a Cuba, los ingresos brutos de estas tres compañías sumaron en conjunto $28,800 millones, correspondientes a todos los viajes de sus 144 embarcaciones y operadas con sus diferentes marcas.

En mayo de ese año partió el primer crucero a Cuba en más de 50 años, el Adonia, de la empresa Carnival, tras el deshielo entre ambos países emprendido en los dos últimos años de mandato del entonces presidente de Barack Obama.

En otro análisis que publicó el sábado el Consejo Comercial y Económico EEUU-Cuba, su presidente, John Kavulich, informó que el ingreso bruto de las 52 compañías estadounidenses que desde diciembre de 2014 tienen presencia en Cuba suman un billón de dólares (un “trillón” en EEUU).

Entre esas compañías figuran las tres firmas de cruceros, aerolíneas como United, Jet Blue, Delta o American; fabricantes y distribuidores como John Deere o Caterpillar; financieras como Stonegate Bank o el Banco Popular de Puerto Rico; tecnológicas y de telecomunicaciones como Cisco, Google, AT&T o Verizon, y de alojamiento como Starwood Hotels & Resorts Worldwide o Airbnb.

El emperador geoeconómico Xi Jinping se adelanta 15 años


A unos días del inicio de su trascendental gira asiática, Donald Trump felicitó en términos ditirámbicos la asunción de Xi Jinping –entronizado supremo líder para un segundo quinquenio en el XIX congreso del Partido Comunista Chino (PCC)–, a quien aduló de rey.

La nesciencia de Trump es legendaria, ya que en la tradición milenaria china de más de 6 mil años no existe la figura de rey, ya que ha sido gobernada por mandarines y emperadores. Según The Washington Post, Trump alabó a Xi como probablemente el mandatario más poderoso que China ha tenido en un siglo. ¿Más que Mao Zedong y Deng Xiaoping? Not yet
Xi Jinping, a quien bauticé como mandarín, es hoy el emperador geoeconómico, ya que lleva las riendas del país con el mayor producto interno bruto (PIB), en términos de paridad de compra, del planeta, en el ranking del World Factbook de la CIA (https://goo.gl/NmqGJ2). Se proyecta que, en términos de PIB nominal, China desbancará alrededor de 2020 tanto a la Unión Europea como a Estados Unidos, respectivamente del primer y segundo sitiales. China ostenta hoy las mayores reservas de divisas, con 3,1 millones de millones de dólares (https://goo.gl/wYpfqy), frente a 774.900 millones de la Unión Europea (¡cuatro veces menos!) y 117.300 millones de Estados (¡26 veces menos!).
La revista neoliberal global The Economist –controlada por los banqueros Rothschild– se extravió en su interesada taxonomía en el lapso de una semana: pasó de calificar al emperador global Xi de el hombre más poderoso del mundo(https://goo.gl/X5ZzTv) a catalogar a Vladimir Putin como el nuevo zar, 100 años después de la revolución comunista de octubre (https://goo.gl/DLz3cL). Para The Economist, el emperador global Xi tiene más influencia que Donald Trump, por lo que el mundo debe estar cauteloso, y juzga en forma negativa, por no convenir a los intereses de la pérfida Albión, que “no hay que esperar que Xi cambie a China o al mundo ( sic), para lo mejor”.
The Economist exhibe que el ejército chino palidece en comparación con el de Estados Unidos: el problema de éste, aún el país más poderoso del mundo, es que su líder es más débil en el interior y menos efectivo en el exterior, mientras Xi es el motor dominante del crecimiento global. Con la Ruta de la Seda (https://goo.gl/AQ4Kpy), The Economist advierte que China invertirá millones de millones de dólares en el exterior en líneas ferroviarias, puertos, plantas eléctricas e infraestructura.
Lo real es que los estrategas de Trump, tanto Henry Kissinger como Steve Bannon (https://goo.gl/iFfTqf), saben que las inversiones en infraestructura de China le van a ganar la partida en Eurasia a Estados Unidos, que carece de músculo económico.
En el clásico enfoque de la estabilidad geoestratégica trilateralentre Estados Unidos/Rusia/China, Pekín es la más débil desde el punto de vista militar, por lo que días después de haber sido ungido con su mandarinato militar, el emperador geoeconómico Xi exhortó a construir un ejército fuerte en medio de la nueva era de un socialismo con características chinas.
En la liturgia china, Xi fue ratificado como secretario general del comité central del PCC. Pero también funge como presidente y jefe de la emblemática Comisión Militar Central: el verdadero poder detrás de su estructura jerárquica. Xi exhortó a las fuerzas armadas a prepararse a constituir un ejército de clase mundial a mediados del siglo 21(https://goo.gl/bJsTTo).
SCMP –rotativo de Hong Kong que pertenece a Jack Ma, de la célebre empresa china de ventas por Internet Alibaba– revela que Xi sacudió el liderazgo militar de China(https://goo.gl/6FFTkc) al crear una comisión mas pequeña bajo su mando, como parte de la modernización acelerada de las fuerzas armadas.
Estados Unidos, con sus diversos presidentes demócratas y republicanos por igual, se ha consagrado a librar guerras en los cuatro rincones del planeta –con el fin de prosperar en forma egoísta mediante su economía de guerra y su omnipotente complejo militar-industrial–, mientras China promete el desarrollo a los países que lo deseen mediante su atractiva política de infraestructura, que se subsume tanto con la Ruta de la Seda como con el financiamiento de créditos blancos del mirífico banco AIIB (https://goo.gl/vbo2D4).
Anja Manuel, de The Atlantic (https://goo.gl/KxJyhr), considera que China reconfigura tranquilamente al mundo mediante su iniciativa en infraestructura, que resume la Ruta de la Seda (que puede llegar a manejar inversiones hasta por 8 millones de millones de dólares): China crece rápidamente como el imperio comercial más extenso del mundo. Baste la comparación con el Plan Marshall de 800 mil millones de dólares (a valor presente) de Estados Unidos, frente a las inversiones azorantes de China, que ya invirtió 300 mil millones y planea invertir un millón de millones más en la próxima década, cuando China sola ha concedido más créditos a los países en vías de desarrollo que el Banco Mundial.
A unos días de la visita oficial de Trump a China, Pekín lanzó, por primera vez en una década, una emisión de bonos en dólares (¡supersic!) por 2 mil millones en la plaza de Hong Kong, un día después de que el PCC otorgó un segundo mandato de cinco años a Xi (https://goo.gl/uFaWJy). La cantidad es simbólica, ya que la mayor parte de la emisión de deuda china es en renminbi.
Esta espectacular medida de China, emitir bonos en dólares, tiene que ver con la Ruta de la Seda y la construcción de infraestructura con los países en vías de desarrollo que participen en su prosperidad. El viceministro de finanzas chino, Shi Yaobin, externó que la emisión de bonos en dólares demuestra la voluntad de apertura a las inversiones (https://goo.gl/gbWtAm).
Según Wang Xiangwei, del SCMP(https://goo.gl/1mcxDU), el nuevo equipo (un dream team), más pragmático, que acompaña en su liderazgo a Xi, comporta un alto significado para la economía de China, con un importante giro con enfoque a reformas orientadas al mercado (de corte ofertista: supply side).
Li Qiaoyi y Song Shengxia, del Global Times, aseveran que el 19 congreso y la notable asunción de Xi apuntan a que China opte por el crecimiento de calidad ( sic) y que la “modernización será alcanzada 15 años antes ( ¡supersic!) de lo programado” (https://goo.gl/FFYCL1).
El plan de desarrollo de 2020 a 2050 tendrá dos estadios, y el objetivo no será más duplicar el PIB, sino optar por un crecimiento de mayor calidad: desarrollar a China como un gran país socialista moderno, que será moderadamente próspero en 2020. La modernización irá mas allá del vulgar economicismo del crecimiento del PIB e incorporará “mayor preocupación para el bienestar social, el equilibrio regional, la seguridad nacional ( sic) y la cohesión política”, a la manera china.
La incertidumbre que contemplan en el horizonte versa sobre el grado de apertura a los capitales globales, que pueden desnaturalizar y desestabilizar a China.
Las promesas que el emperador geoeconómico Xi realizó y por las que será auditado histórica y políticamente es erradicar la pobreza en 2020 (¡supersic!), regresar a los cielos azules descontaminados y hacer de China un país moderno en 2035. Por sus logros lo juzgaréis.

Canciller cubano se reúne con empresarios de EEUU

En este artículo: Bloqueo, Bloqueo contra Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, Comercio, Cuba, Economía, Estados Unidos, Gobierno, Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), Relaciones Cuba Estados Unidos
4 noviembre 2017 

Funcionarios del Minrex sostuvieron un encuentro con empresarios de EEUU. Foto: @JosefinaVidalF/ Twitter.

Funcionarios del Minrex sostuvieron un encuentro con empresarios de EEUU. Foto: @JosefinaVidalF/ Twitter.

El ministro de Relaciones Exteriores de CubaBruno Rodríguez Parrilla, sostuvo en Washington un encuentro con empresarios y representantes de la comunidad de negocios de Estados Unidos, organizado por la Cámara de Comercio de ese país y por el Consejo de Negocios EE.UU.-Cuba.
En el encuentro participaron más de 30 altos ejecutivos de compañías estadounidenses con intereses de negocios con Cuba, y a ellos el canciller cubano expresó que el deterioro de las relaciones bilaterales en la actual coyuntura afecta de manera significativa los vínculos económicos-comerciales entre ambos países.
Bruno Rodríguez resaltó que no existe explicación que justifique la decisión del Gobierno de EE.UU., de dejar a la Oficina Económico-Comercial de la Embajada de Cuba en Washington D.C. sin personal, con lo que se queda sin interlocutor oficial el sector empresarial interesado en realizar negocios con la Isla.
Bruno Rodríguez y Josefina Vidal durante la reunión con empresarios estadounidenses. Foto:  @JosefinaVidalF/ Twitter.
Bruno Rodríguez y Josefina Vidal durante la reunión con empresarios estadounidenses. Foto: @JosefinaVidalF/ Twitter.
Reiteró, además, la disposición del gobierno cubano de continuar expandiendo las relaciones comerciales y analizando los intereses de las empresas norteamericanas, al tiempo que resaltó las experiencias de trabajo positivas y mutuamente beneficiosas con compañías que ya tienen negocios con Cuba como GoogleMarriottCaterpillarGeneral Electric, y las líneas de cruceros y aerolíneas, entre otras.
El ministro agradeció la presencia en el encuentro de un grupo importante de empresarios que a inicios de esta semana viajaron a Cuba a participar en la XXXV Feria Internacional de La Habana FIHAV 2017 y que regresaron a EE.UU. previo a la culminación del evento para poder asistir al intercambio.
Los representantes empresariales estadounidenses presentes en la reunión ratificaron su disposición de continuar trabajando en la promoción de las relaciones de negocios con Cuba, en la que reconocieron existen amplias potencialidades y marcado interés de diversos sectores en EE.UU.
(Información de ACN)

Donald Trump, Paul Ryan y la asamblea de timadores

No solo el presidente de Estados Unidos es malo; los líderes de su partido en el Congreso también son horribles


Es asombroso contemplar este espectáculo de horror en las más altas instancias de gobierno de una gran nación. Pero supongo que es lo que podemos esperar cuando se le entregan las riendas a un timador cuya profesión se ha basado siempre en convencer a los ingenuos de que es un brillante negociador, pero resulta que, en realidad, no tiene ni idea de cómo gobernar. Ah, un momento, ¿creían ustedes que hablaba de Donald Trump? Pues hablo de Paul Ryan, el presidente de la Cámara de Representantes, un verdadero farsante que, no obstante, consiguió convencer a los palurdos —es decir, buena parte de los medios de comunicación y de la cúpula política— de que era un brillante experto fiscal. Lo que estamos viendo ahora es el final de la charada, el equivalente político de lo ocurrido cuando los licenciados de la Universidad Trump intentaron conseguir algo de valor a cambio de su dinero.

El jueves, los republicanos de la Cámara de Representantes revelaron un proyecto de ley de “reforma” tributaria con el mismo buen orden y cuidadosa deliberación con el que dieron a conocer sus diversos intentos de revocar el Obamacare. Es decir, después de haber tenido años para prepararse, esperaron hasta el último minuto para inventar algo, sin consultas ni análisis serios. Los expertos presupuestarios están estudiando el lenguaje legislativo, intentando entender qué significa y qué consecuencias tendría. Pero pueden encontrar algo de consuelo en el hecho de que los autores del proyecto de ley están casi igual de desorientados.

Dado que el objetivo de la reforma fiscal es reducir tasas a los ricos; acabarán subiendo los impuestos a las clases medias

Bueno, algunas cosas están claras: la ley propuesta proporcionaría enormes reducciones de impuestos a las grandes empresas y a los ricos, sobre todo a los herederos ricos, al tiempo que abriría enormes oportunidades para la evasión fiscal. Y no andaríamos muy equivocados si pensáramos que las grandes reducciones de impuestos incluidas en la ley están hechas a la medida de la familia Trump. Pero estas grandes rebajas fiscales provocarían un agujero presupuestario de varios miles de millones de dólares, de modo que los republicanos se han dedicado a buscar “pagos” que limiten las adiciones al déficit. Y lo que se les ha ocurrido es un batiburrillo de cosas: poner fin a las deducciones de algunos impuestos estatales y locales, limitar las deducciones por los intereses hipotecarios, retirar paulatinamente las desgravaciones por hijos, etcétera.

Dado que el objeto de estas medidas es compensar las reducciones de impuestos para los ricos, acabarán, más o menos por definición, subiendo los impuestos a la clase media. ¿Conseguirá este proyecto la aprobación de la Cámara? No está claro: algunos grupos de interés importantes, como los constructores de viviendas y los pequeños empresarios, ya han manifestado su oposición. En cualquier caso, es casi seguro que en su forma actual no podrá convertirse en ley: un proyecto de ley tributaria que aumente el déficit presupuestario a largo plazo, como sin duda ocurre con el actual, no puede ser aprobado en el Senado con menos de 60 votos. Y, de hecho, es posible que ni siquiera obtuviese una mayoría simple en el Senado.

De modo que ahora mismo las reducciones fiscales parecen un refrito de la atención sanitaria: a pesar de haber tenido muchos años para prepararse, resulta que los republicanos no están ni mucho menos listos para el desafío. ¿Pero cómo han llegado a este punto? La respuesta es que el desastre de esta semana era predecible desde el momento, hace más de siete años, en el que Ryan empezó a consolidarse como niño mimado de los medios de comunicación publicando proyectos de reforma fiscal de aspecto imponente, con títulos como “Hoja de ruta para el futuro de Estados Unidos”. Al igual que el proyecto de ley que acaba de ser presentado, todas estas propuestas incluían enormes reducciones de impuestos para las grandes empresas y los ricos; pero Ryan insistía en que las pérdidas de ingresos se compensarían poniendo fin a exenciones fiscales injustificadas. ¿Y qué exenciones eliminaría él? Se negaba a decirlo.

No solo el presidente de Estados Unidos es malo; los líderes de su partido en el Congreso también son horribles

Estas evasivas funcionaron maravillosamente como estrategia de relaciones públicas. A quienes advertían de la falsedad de sus planes no se les hacía caso. Ryan recibió incluso premios por su responsabilidad fiscal. Pero las leyes de verdad no pueden tapar agujeros fiscales con promesas vagas. Para conceder esas grandes rebajas de impuestos y al mismo tiempo aumentar el déficit “solo” en 1,5 billones de dólares, los republicanos necesitaban encontrar dinero de verdad en algún lado, y resulta que eso es muy difícil.

La gran pregunta sería por qué hacer nada de esto. Ryan solía afirmar que sus planes reducirían el déficit, pero ahora ha dejado de fingir. ¿Y qué razón hay para poner siquiera sobre el tapete las bajadas de impuestos? Tenemos déficits, no superávits, y muchas necesidades de gasto futuro por cubrir. Y los impuestos son bajos, no altos, en comparación con otros países ricos. Las predicciones de que la reducción de impuestos servirá para aumentar rápidamente el crecimiento económico han resultado erróneas una y otra vez. Y una amplia mayoría de los electores quieren que los impuestos a las grandes empresas y a los ricos suban, no que bajen.

La teoría dominante entre los republicanos parece ser la de que para ir a las elecciones de mitad de mandato necesitan una “victoria” que compense su fracaso con el Obamacare. Supongo que podría ser verdad, aunque es una teoría que revela un extraordinario desprecio hacia los votantes, que supuestamente deberían estar impresionados por la capacidad del partido para forzar la aprobación de políticas que solo benefician a una elite diminuta. Con independencia del resultado, se trata de una política extraordinariamente atroz, diseñada mediante un proceso extraordinariamente atroz. La mayoría de los estadounidenses son conscientes de que Donald Trump es un presidente muy malo; pero tienen que ser conscientes de que los líderes de su partido en el Congreso son también horribles.

PAUL KRUGMAN ES PREMIO NOBEL DE ECONOMÍA. 
© THE NEW YORK TIMES COMPANY, 2017.
TRADUCCIÓN DE NEWS CLIPS

¿CÓMO LOGRAR CONSTRUCCIONES SEGURAS EN LA CUBA ACTUAL?



Foto: Tomada de ACN

No hay dudas de que los ingenieros civiles y arquitectos cubanos tienen hoy los conocimientos para diseñar y construir obras con toda la seguridad necesaria. Sin embargo, a menudo algunos contratistas y personas sin la calificación requerida incurren en errores que incrementan la vulnerabilidad de las edificaciones.

Este mismo problema puede surgir cuando a los constructores se les exige, además, cumplir plazos o introducir modificaciones incompatibles con la seguridad de la obra. Encima, es un hecho que se han perdido algunas buenas prácticas constructivas que el impacto de los efectos del cambio climático y el aumento en la frecuencia de fenómenos climatológicos extremos nos están obligando a rescatar de manera impostergable.

Si nos referimos al abasto de agua, vale traer a colación un ejemplo que nos llega desde el cono sur. En algunas ciudades de Argentina es obligatorio construir sistemas de captación de agua en los edificios, con lo cual no solo se enfrenta la sequía, sino que se dispone de volúmenes adicionales de ese recurso para las labores de limpieza y jardinería, o durante la fase de recuperación de los huracanes.

En Cuba existía una gran experiencia al respecto, pues durante la etapa colonial se levantaron fortalezas y casas con eficientes sistemas de captación de agua de lluvia. Definitivamente, esta es una tradición que debe rescatarse y generalizarse, pues en tiempos de inundación o sequía extrema se interrumpe el abastecimiento de agua potable por varios días, aunque no debe olvidarse que el agua de lluvia no se puede beber sin tratamiento previo.


Foto: Tomada de Granma

Las experiencias de estos años han demostrado que las edificaciones situadas en las zonas inundables, ya sea por el mar como por las aguas pluviales, deben estar diseñadas de manera que los sistemas de abastecimiento de agua potable, gas y electricidad no estén localizados en los niveles que se inundan; es decir, ni en sótanos ni en los primeros pisos. Los diseños de casas seguras no pueden colocar los sistemas vitales en los pisos potencialmente inundables y dejarlos solo para elementos de fácil evacuación.

En cuanto a la actividad sísmica, hace algunas décadas ya Santiago de Cuba introdujo la tecnología constructiva de edificios tipo Tashken (Gran Panel Soviético), muy resistentes a los temblores de tierra. Desgraciadamente, modificaciones introducidas por los habitantes redujeron su resistencia y los volvieron más vulnerables. De ellos sería provechoso replicar, por ejemplo, el diseño de los cuartos de baño, los cuales contaban con gran resistencia para que sirvieran de refugio en la propia casa.

Respecto al techado, hay cubiertas que decididamente no soportan los vientos fuertes sostenidos y en rachas, como ha demostrado la experiencia de estos años. En respuesta a este problema se han establecido sistemas que aumentan su resistencia, pero en la práctica muy pocas veces se aplican, sobre todo cuando se trata de restablecer la habitabilidad de las casas en breve tiempo.

En muchos lugares del país existía la práctica de construir las casas sobre pilotes cuando se levantaban en el entorno del cauce de un río, o cercanas a la costa, para así evitar que fueran afectadas por las inundaciones. En contraste, las construcciones realizadas en las últimas décadas se apartaron de esta experiencia y fueron colocadas directamente sobre el terreno, donde han sido inundadas y hasta destruidas durante las crecidas de ríos y las penetraciones del mar. Resultaría muy sensato retomar este sistema, como han hecho otros países, donde las casas ubicadas en zonas con peligro de inundación, oleaje extremo y penetraciones del mar están adecuadas para reducir su vulnerabilidad ante tales eventos. Sería necesario generalizar en Cuba el uso de estos modelos.

En las zonas costeras donde se han construido malecones, como La Habana, se ha planificado establecer una serie de modificaciones y obras secundarias para reducir la fuerza del mar que penetra durante los eventos de oleaje extremo. Poner en práctica esa experiencia y adaptarla a todas las localidades con situaciones semejantes resultaría muy ventajoso.

Muchas carreteras construidas dentro de la zona de peligro por inundación y oleaje, tanto en las costas como en el valle de los ríos, han sido reiteradamente afectadas por efecto de la erosión y el oleaje, que es capaz de arrancar grandes trozos del cimiento hormigonado. Esto nos demuestra que es necesario proteger los tramos que están amenazados, construyendo contenes y otras obras que impidan que las olas destruyan la carretera.

Las poblaciones y caseríos situados en las costas rocosas están sometidos al peligro del oleaje fuerte (extremo) que arrastra consigo bloques de rocas y pedazos de estructuras de hasta más de 15 toneladas, con una enorme fuerza destructiva. Para reducir esta amenaza se deberían construir rompeolas que reduzcan la energía del oleaje, sembrar uvas caletas y alejar las casas de la zona de peligro. Hay personas que colocaron muros frente al mar para evitar el oleaje, y a la primera marejada intensa estos fueron convertidos en fragmentos que golpearon el interior de la propiedad. Un simple muro no es un rompeolas.

Los campesinos tenían la costumbre de construir cerca de sus bohíos un “vara en tierra”, resistente a los vientos huracanados, que les servía de refugio para las personas y algunos animales domésticos. Tal costumbre se debería recuperar en los campos cubanos.


Foto: Tomada de OnCuba

En las zonas urbanas sería recomendable evitar la construcción de edificios con extensos ventanales, que requieren ser recubiertos con tableros de protección ante el peligro del viento, y que un terremoto puede fracturar y convertirlos en una cascada de enorme navajas al precipitarse desde lo alto. No todos los cristales “resistentes al impacto”, pueden resistir el golpear reiterado de objetos a gran velocidad.

Hay lugares donde las casas tienden a agrietarse, con fracturas en el piso, paredes y techo, como ocurre en Fontanar, en el entorno de la ciudad de Camagüey, en Río Cauto y Vado del Yeso, y en la carretera Tunas-Bayamo. En estos casos los cimientos fueron colocados sobre suelos arcillosos y areno-arcillosos, que se expanden ante la humedad y se encojen en época de sequía. La solución de este problema está en diseñar un cimiento adecuado que aísle la casa de los desplazamientos verticales del substrato.

Durante los terremotos, al paso de las ondas sísmicas, los suelos areno-arcillosos húmedos tienden a perder coherencia y fluir en estado plástico-líquido, provocando severos daños en los edificios, caminos y puentes. Este proceso se llama licuefacción o licuación. Existe la tecnología para evitar que esto suceda, de manera que es primordial conocer en qué tipo de substrato se edifican las obras antes de diseñarlas. Por lo general, aquellos edificios construidos con características sismo-resistentes, sobre roca sólida, soportan mejor los eventos sísmicos.

Sumamente importante es el papel del Instituto de Planificación Física a la hora de autorizar y controlar el proceso constructivo. Lo mejor es estar bien informado antes de tomar decisiones constructivas, ya sea para ejecutar obras nuevas como para la reconstrucción de las que han sido afectadas. Se necesita disponer de un banco de soluciones a ponerse en práctica cada vez que se planifique una obra de cualquier tipo. Estos modelos de construcciones seguras deben ser accesibles para todo ciudadano que necesite consultarlo, no solo por Internet, sino también en centros de documentación y bibliotecas. Además, hay que comunicar reiteradamente a la población cuál es la localización de dichos documentos.


Diseño: Dariagna Steyners (Dary Steyners)


Obtiene empresariado cubano más de 20 lauros en FIHAV

Publicado por: Redacción Tiempo21 4 noviembre, 2017


Detrás de Cuba se ubicó China con cinco premios, Rusia con cuatro y Holanda con tres.

La Habana.- Cuba resultó el país que más lauros alcanzó, 24 en total, en su mayoría premios o medallas de oro, en la XXXV Feria Internacional de La Habana (FIHAV), que concluyó este viernes, y que se caracterizó por su calidad e impacto tecnológico.

En el Palacio de Convenciones tuvo lugar la ceremonia de premiación, en la cual el Comité Organizador consideró al pabellón de China como el mejor de esta cita comercial, con menciones para los de Venezuela, Francia, el Caribe y Puerto Rico, además de reconocer a España por ser la nación más representada en FIHAV 2017.

Por la Mayor de las Antillas merecieron medalla de Oro el aceite súper ligero presentado por la empresa Cubalub; el puré de guayaba de la Empresa Agroindustrial de Ceballos, Ciego de Ávila; el camarón entero congelado de la Empresa de Cultivo del Camarón; y el helado Línea Azul de chocolate, de la corporación alimentaria Colarsa.

Otros productos que se alzaron con premio en esta XXXV Feria Internacional de La Habana fueron la pasta dental Fresca, y el perfume Romeo y Julieta, ambos de la empresa mixta Suchel Camacho. S.A.; el jamón de hierbas mediterráneas de Bravo S.A; y las palanquillas de acero al carbono presentada por Aceros Inoxidables de Las Tunas

También resultaron ganadores, pero en diversas modalidades de Diseño, la línea de ron artesanal Conde de Cuba, exhibida por Tecnoazucar; el Ron Cuba y Extra añejo 1870, de Cuba Ron S.A.; el sistema de soportes de comunicación Hollywood Fresh, de Brascuba S.A.; y el Calzado Colegial Turquino, que trajo la Empresa Comercializadora Importadora y Exportadora de la Industria Ligera, ENCOMIL.

Detrás de Cuba se ubicó China con cinco premios, Rusia con cuatro y Holanda con tres.

A la ceremonia asistieron los ministros cubanos Rodrigo Malmierca, del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera; Salvador Pardo, de la Industria; Gustavo Rodriguez, de la Agricultura, y Alfredo López, de Energía y Minas, así como también Luis Miguel Díaz, vicetitular del Turismo, entre otros funcionarios.

Con la presencia en esta ocasión de empresarios de más de 70 países FIHAV se reafirmó como una importante bolsa comercial representativa en América Latina y el Caribe. (ACN)

/ymp/