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viernes, 30 de noviembre de 2018

Consejo de Ministros analiza Plan de la Economía para 2019 y Presupuesto del Estado

30 noviembre 2018 |


El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ratificó durante la más reciente reunión del máximo órgano de Gobierno que la tarea principal de la Revolución continúa siendo hoy la batalla económica. Foto: Estudios Revolución.

El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ratificó durante la más reciente reunión del máximo órgano de Gobierno que la tarea principal de la Revolución continúa siendo hoy la batalla económica, por la repercusión que tienen sus resultados en la satisfacción del pueblo cubano.

Tenemos que ser más exigentes en la planificación, lo cual implica también reforzar las estructuras encargadas de los asuntos económicos a todos los niveles. Urge conformar equipos fuertes de trabajo, que propongan soluciones y estudien alternativas. Hay que aprovechar el talento de los académicos e investigadores en materia económica y valorar las propuestas que hagan.

Díaz-Canel resaltó además el papel de la empresa estatal y su relación armoniosa con el sector no estatal, definido como complemento de la economía, a la cual tiene que aportar en un ambiente de legalidad.

Reiteró la vigencia de los conceptos planteados por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista, General de Ejército, Raúl Castro Ruz, referidos a no gastar más de lo que podemos ingresar y no asumir compromisos que no seamos capaces de honrar en tiempo.

Plan de la economía 2019

Al cierre de 2018 se estima que la economía cubana muestre un leve crecimiento, según informó durante la reunión del Consejo de Ministros el titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, quien destacó entre las actividades con mejores resultados las comunicaciones, el comercio, la industria manufacturera, la salud pública y otros servicios sociales. En tanto, otras como la industria azucarera, la agricultura, la construcción y las minas y canteras, quedaron por debajo de lo planificado.

La situación de la economía durante este año —precisó— ha estado determinada por una tensa situación financiera, en la cual ha influido el incumplimiento de los ingresos por exportaciones en un grupo de actividades como el turismo, la producción azucarera y los servicios médicos, a lo cual se unen las afectaciones ocasionadas en variados sectores por diversos eventos climatológicos.

A ello se suma un contexto internacional adverso, marcado por el recrudecimiento del bloqueo económico contra Cuba, particularmente la persecución en el sector financiero, como parte del retroceso que han experimentado las relaciones de Estados Unidos con Cuba.

En medio de esas tensiones —reseñó— la economía cubana no decreció y, por ejemplo, se cumple el plan de construcción de viviendas y al cierre del año se habrán concluido más de 29 mil, tanto por la vía estatal como por esfuerzo propio de la población.

Igualmente, aumentan los servicios de comunicaciones, entre ellos la telefonía móvil y el acceso a internet, entre otros.

Apuntó que para el año 2019 se ha conformado “un Plan realista y cumplible, que garantice el desarrollo y crecimiento, potenciando la utilización de las reservas internas. De la misma manera, está enfocado a respaldar programas priorizados, servicios básicos a la población y abastecimiento de los principales productos, con una mayor presencia en la circulación mercantil minorista de las líneas económicas.

Es prioridad —dijo— incrementar los ingresos por exportaciones y potenciar la industria nacional, con el objetivo de sustituir importaciones de bienes finales y fomentar la importación de bienes intermedios, insumos o materias primas para aprovechar mejor las capacidades productivas del país.

Otro frente de atención priorizada lo constituye el cumplimiento estricto del proceso inversionista y lograr que cada inversión sea capaz de responder con su rendimiento a la recuperación de los recursos financieros empleados, así como producir los beneficios que con ella se previeron.

La propuesta del Plan de la Economía para 2019 asegura los recursos dirigidos a incrementar producciones y programas de desarrollo en sectores como el energético, el turismo, la industria y la agricultura.

Se subrayó que el Plan del año próximo cumple con las premisas de no contraer más deudas de las que seamos capaces de pagar, garantizar el crecimiento del Producto Interno Bruto y no detener el desarrollo.
Presupuesto del Estado

Más adelante, Meisi Bolaños Weiss, viceministra de Finanzas y Precios, presentó el estimado del Presupuesto del Estado para 2018, dentro del cual se prevé un sobrecumplimiento de los ingresos brutos.

A continuación, expuso la propuesta de Anteproyecto de Presupuesto del Estado para el próximo año, sustentado en el principio de su carácter social y a partir del cual se respaldan las diferentes políticas sociales y los programas de desarrollo integral de las provincias y municipios.

Aseguró que, con respecto al estimado de 2018 se mantiene similar comportamiento de los gastos de las actividades presupuestadas, garantizando los servicios básicos a la población con especial atención en los sectores de Educación y Salud Pública, a los cuales se destina el 51 % del total.

Destacó que el Presupuesto del Estado ampara importantes políticas sociales como las pensiones y prestaciones de la seguridad y la asistencia social; así como el respaldo, entre otras, a las medidas sobre la dinámica demográfica; los subsidios a la venta de materiales de construcción y lo concerniente a la Tarea Vida.

Sobre los gastos destinados a las actividades no presupuestadas, mencionó la búsqueda de una mayor racionalidad y eficiencia en el sector empresarial y la necesidad de eliminar la nociva práctica de planificar el gasto con reservas.

De manera general, valoró que para lograr el cumplimiento riguroso y eficiente de las cifras proyectadas, todos los actores de la economía deberán movilizar las reservas que generen mayores aportes al Presupuesto e impregnar mayor control y racionalidad en el uso y destino del gasto presupuestario.

En el siguiente punto María del Carmen Pérez Hernández, directora general de la Entidad de Ciencia, Tecnología e Innovación Sierra Maestra, explicó cómo se ha dado continuidad a los proyectos que había gestado el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana durante sus últimos años de vida para investigar, desarrollar, innovar, producir y comercializar productos con impacto en las industrias agroalimentaria, farmacéutica, cosmética y otras.

Según puntualizó, desde el propio diseño realizado por Fidel, el principio fundamental para consolidar los resultados obtenidos en la investigación-producción de los diferentes proyectos experimentales ha sido el de mantener un esquema de ciclo cerrado, a partir del cual es posible implementar un programa de desarrollo productivo y comercial.

El desarrollo de proyectos científicos —dijo— incluye a todos los ministerios del país y se lleva a cabo con los líderes de instituciones científicas cubanas.

Señaló que en la Entidad se aprovechan las capacidades científico-tecnológicas creadas por la Revolución para alcanzar una mayor y mejor evolución en los proyectos, donde se incluyen la moringa como suplemento nutricional, las alternativas forrajeras de alto valor proteico, la sericultura, la producción de materia prima para la industria de concentrados y la sacha inchi. Varios de estos productos fueron mostrados durante la reunión.

El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros reiteró la prioridad que debemos darle a estos proyectos y subrayó que “dándoles continuidad a las ideas del Comandante en Jefe se ha logrado procesar materias primas y obtener productos que sustituyen importaciones, así como la fabricación a pequeña escala de otros nuevos”.


Salarios y concentración de riqueza en Cuba: tertulias y estadísticas


Por Pedro Monreal
30 de noviembre de 2018


El tema de la riqueza y de las desigualdades sociales se vigoriza a cada rato en el debate económico y político cubano. Es un tema muy importante, sin dudas, pero la intensificación del asunto no se debe a que aparezca evidencia nueva acerca de lo que muchos sospechamos que pudiera estar ocurriendo. En realidad, los datos públicos no son muy abundantes en Cuba en relación con ese problema.

El tema se reactiva porque ocasionalmente varios comentaristas abordan el asunto al unísono, aunque no necesariamente desde posiciones comunes. No digo que sea el resultado de “campañas”. Pudiera ser una casualidad. Quizás se trate del aprovechamiento de coyunturas. Los recientes debates sobre la reforma constitucional fueron un ejemplo de intensificación de las discusiones sobre desigualdad, pobreza, “nuevos ricos” y concentración de la propiedad. De hecho, el tema ha seguido discutiéndose en días recientes.

En realidad, la evidencia disponible en Cuba sobre la desigualdad no es suficiente para hacer un análisis razonado que permita cubrir todas las dimensiones del problema, pero sí parece ser suficiente para animar tertulias.

Las intenciones de muchos comentaristas pudieran ser loables, pero eso no cambia la ineficacia práctica de ese tipo de coloquios que no se apoyan en datos de la realidad. Supongo que queda claro que es el tipo de conversaciones imprecisas a las que no debería reconocérsele capacidad para informar adecuadamente procesos de tomas de decisiones concretas.

Pero vayamos a lo sustantivo: ¿Se ha medido –con datos oficiales- el nivel actual de desigualdad de la distribución del ingreso o de la riqueza en Cuba y sus tendencias en los últimos años?

La respuesta es simple. Tales mediciones no están disponibles para una serie de dimensiones del tema, probablemente para aquellas dimensiones que suelen ser las cuantificaciones más conocidas de la desigualdad.

En el caso de Cuba ni se conocen públicamente los estimados para índices como el de Gini o el de Palma, ni hay acceso abierto a los resultados de la Encuesta Nacional sobre la Situación Económica de los Hogares (ESEH) que permitiría a los especialistas disponer de datos suficientes para analizar el problema.

La implicación es que, sin esos datos, el análisis de la desigualdad se convierte en una tarea muy difícil. A falta de los datos adecuados los especialistas deber esforzarse entonces para trabajar con mediciones aproximadas. Eso ocurre más bien de manera excepcional. La mayoría de los comentaristas simplemente “hablan” sobre el asunto.

Los datos oficiales que han sido soslayados en el debate

Lo anterior se refiere al proceso de medición de la desigualdad desde la perspectiva de la distribución del ingreso entre las personas y hogares, pero existe otro ángulo desde el que también puede estudiarse la desigualdad: la llamada distribución funcional del ingreso.

Se trata del enfoque que se utiliza para analizar la distribución del ingreso entre los llamados “factores” de la producción (por ejemplo, tierra, trabajo, y capital). Es una perspectiva que surgió con la llamada Economía Política clásica (especialmente con David Ricardo) y que coloca el acento en el análisis de la relación entre la distribución del ingreso y la función de este en el proceso productivo y de formación de capital.

Es un enfoque que no solamente ha sobrevivido la prueba del tiempo y que está presente en diversas escuelas de pensamiento (desde el marxismo hasta el estructuralismo), sino que ha cobrado relevancia a nivel internacional en décadas recientes, a partir de la contracción experimentada en la participación de los salarios en el ingreso nacional, un fenómeno que se ha producido de manera amplia desde la segunda mitad del siglo XX. Existe abundante evidencia empírica que permite constatar una marcada trayectoria declinante de la participación asalariada en el ingreso en prácticamente todos los países industrializados desde comienzos de la década de 1980, un proceso que también se ha producido en los países subdesarrollados.

El peso de la masa salarial en el producto total generado por la economía (Producto Interno Bruto, PIB) es un indicador fundamental desde la perspectiva de la distribución funcional del ingreso. La distribución funcional de los salarios en el PIB proporciona una importante información –de cantidad y de calidad- acerca del reparto de las retribuciones al trabajo, en comparación con el capital y respecto a otros importantes actores económicos, como los gobiernos.

Como se observa, es una perspectiva próxima al análisis clasista de un sistema económico, aunque ello usualmente no se asuma. En ese sentido, llama la atención que quienes en Cuba afirman que se habría producido una repartición de riquezas desde los trabajadores hacia un grupo no muy bien definido al que se le denomina “nuevos ricos”, no hayan acudido a las estadísticas oficiales disponibles.

Paradójicamente, a pesar de que no se dispone públicamente de estadísticas oficiales sobre la distribución del ingreso entre familias e individuos, sí existe acceso abierto a la estadística oficial sobre la distribución funcional del ingreso en Cuba.

La información se encuentra en la tabla 5.18 “Relaciones entre los principales agregados de Cuentas Nacionales”, del Anuario Estadístico de Cuba. Este año se ha publicado de manera temprana la sección de Cuentas Nacionales del Anuario 2017, de manera que se cuenta con información para ese indicador, actualizada hasta el año 2016.

Había llamado anteriormente la atención sobre esta cuestión en un texto anterior. (1)

En esa ocasión expresé que es un dato que obliga a hacer una discusión cuidadosa porque esas estadísticas dificultan la aceptación de la tesis de que ha ocurrido en Cuba una modificación del patrón de distribución del ingreso nacional entre “nuevos ricos”, como un grupo social compacto de capitalistas, y los trabajadores asalariados, como otro gran grupo social, es decir, como clases sociales bien diferenciadas.

La estabilidad de la proporción de los salarios en el PIB cubano

La naturaleza del proceso de generación de ingresos a partir de la actividad económica se refleja en la cuenta de generación del ingreso del Sistema de Cuentas Nacionales. En la metodología internacionalmente utilizada, esta cuenta registra cómo se distribuye el valor agregado bruto entre los trabajadores, los propietarios del capital (incluida la tierra y otros recursos naturales), y el gobierno. Obviamente, en el caso de Cuba, el “capital” es mayoritariamente de propiedad social y es controlado por el Estado.

La estadística oficial cubana utiliza tres categorías principales de ingresos funcionales: (2)

Remuneración de trabajadores:  Equivale a los sueldos y salarios devengados por los trabajadores, las dietas y gastos en viaje de trabajo, y la contribución a la seguridad social.

Impuestos netos sobre la producción y la importación: Está referido a los pagos obligatorios de las unidades de producción al Presupuesto Estatal que se reflejan en los costos de adquisición de bienes y servicios tanto a fines intermedios como finales, deducidos los subsidios correspondientes a las actividades de producción y comercialización.

Excedente bruto de operación: Se estima deduciendo al PIB la remuneración de trabajadores y los impuestos netos sobre la producción y la importación. Comprende todos los demás ingresos generados por el proceso de producción, así como el consumo de capital fijo.

Existen al menos dos aspectos que deberían ser tenidos en cuenta cuando se utilizan estas categorías estadísticas en Cuba:
  • La “remuneración de asalariados” debe incluir tanto los ingresos de los empleados asalariados propiamente dichos como los ingresos de los “trabajadores autónomos”, que en la metodología internacional se definen como los que trabajan para sí mismos, siendo propietario individual o colectivo de los establecimientos o empresas no constituidas en sociedades en las que laboran. Estos trabajadores se dividen en dos grupos: los que tienen empleos remunerados, llamados empleadores, y los que no lo tienen, llamados trabajadores por cuenta propia, los cuales a su vez se dividen en dos: trabajadores a domicilio y por cuenta propia. Ese tipo de ingreso se clasifica como “mixto”. Hasta ahí la metodología internacional. Si esta se aplicase estrictamente al caso de Cuba esto significaría que, como no existen empresas privadas nacionales constituidas legalmente como sociedades, todos los “trabajadores autónomos”, tanto los propietarios como los que reciben un salario, reportarían sus ingresos como “remuneración de asalariados”. (3)
  • Las ganancias de los actores económicos institucionales, incluyendo las utilidades o beneficios de las empresas estatales, se contabilizan en la partida estadística “excedente bruto de operación”. En el caso de Cuba, al no estar legalizada la empresa privada nacional, los beneficios de los negocios privados que en realidad funcionan como empresas, pero que la persistencia de ilógicos eufemismos no permite contabilizarlas como tales, no se reflejan en esta partida estadística.
Si se utiliza una serie estadística que abarque el período de diez años desde 2018 a 2017, lo primero que debería destacarse es la estabilidad del peso relativo de la “Remuneración de trabajadores” en el PIB, en un rango aproximado entre el 30 y el 37%, incluyendo una reciente recuperación desde el punto mínimo alcanzado en 2013.




Fuente: ONEI. Anuario Estadístico de Cuba 2017 y Anuario Estadístico de Cuba 2013, tabla 5.18 “Relaciones entre los principales agregados de Cuentas Nacionales”.

Esa estabilidad también es posible apreciarla cuando se comparan los pesos relativos en el PIB de los tres indicadores de ingresos funcionales.







Fuente: ONEI. Anuario Estadístico de Cuba 2017 y Anuario Estadístico de Cuba 2013, tabla 5.18 “Relaciones entre los principales agregados de Cuentas Nacionales”.

En general, las estadísticas parecen indicar que la esfera salarial habría mantenido su peso relativo en el total de ingresos del país. Es decir, que, a diferencia de otros países donde el incremento de la desigualdad y la reducción de la participación de los salarios en el PIB han estado aparejadas, el eventual crecimiento de la desigualdad en Cuba parecería ser relativamente atípico pues no se habría comprimido la masa salarial en el producto nacional.
Sin embargo, en las condiciones de Cuba debe hacerse un análisis específico por dos razones principales:
  • El entorno de crecimiento que ha servido de marco de referencia mayor a la tendencia de estabilidad de la distribución funcional del ingreso, y
  • Las especificidades cubanas que están presentes en la construcción de los indicadores de distribución funcional del ingreso
Respecto al primer punto, es importante considerar que en condiciones de desaceleración económica o de relativo estancamiento económico –como es el caso de Cuba- la aparente estabilidad del peso de la “remuneración de trabajadores” en el PIB, e incluso sus incrementos en algunas fases, no tendría que implicar necesariamente una situación “robusta” de esos ingresos. El indicador del peso relativo de la “remuneración de trabajadores” en el PIB es un cociente cuyo numerador está compuesto por el producto del salario medio y el número de asalariados, y el denominador es el PIB. Es decir, “para los efectos del análisis económico será siempre necesario identificar los factores que explican el resultado consolidado de una mayor participación de los salarios en el producto”. (4)

En condiciones como las de Cuba, con muy bajo crecimiento económico y con reducción del número total de trabajadores, la relativa estabilidad del peso de la “remuneración de trabajadores” en el PIB –y su incremento desde 2013- pudiera haberse debido fundamentalmente a un incremento del salario medio, algo que en sí mismo no es suficiente para analizar problemas de distribución del ingreso. Habría que verificar este punto con un análisis específico.

El peso relativo del monto agregado de salarios en el PIB no implica forzosamente que todas las sub-categorías de quienes se clasifiquen como asalariados serán beneficiados homogéneamente por la estabilidad del indicador, ni por posibles incrementos del mismo, pues ello pudiera alcanzarse con mayores crecimientos del ingreso en algunos de los grupos.

Por esa razón es importante considerar el segundo punto antes mencionado: las especificidades cubanas en la construcción de los indicadores distribución funcional del ingreso.

Las particularidades de Cuba hacen que, a diferencia de otros países, la categoría estadística “remuneración de asalariados”, no sea suficiente en sí misma para poder establecer con precisión si una mayor participación de las remuneraciones en el PIB indica que los asalariados han logrado capturar una mayor proporción de las rentas generadas en el proceso de producción y que, por lo tanto, existiría una base incrementada de ingresos del trabajo a repartir entre los diferentes grupos de asalariados.

La razón de esa limitación de la utilidad que tiene en Cuba un indicador que funciona razonablemente bien en otras partes no es difícil de comprender: la persistencia de “ilógicos eufemismos para esconder la realidad” que distorsionan los registros estadísticos del país.

En esa partida estadística aparecerían hoy los salarios de los trabajadores estatales, los ingresos de quienes reciben un salario en la actividad de Trabajo por Cuenta Propia (TCP), y los ingresos de los propietarios de establecimientos, a una parte de los cuales se les denomina en Cuba, de manera imprecisa, “nuevos ricos. Todo eso amalgamado.

En otras palabras, la “remuneración de asalariados” no permite diferenciar, en el caso de Cuba, las divergencias entre el ingreso de trabajadores asalariados y los ingresos de una clase capitalista nacional. Todo parece indicar que las normas estadísticas actuales del país consideran tan “trabajador” a un obrero asalariado como al propietario de un negocio privado.

Conclusiones

¿Qué hacer entonces?

En el plazo inmediato, cualquier análisis -con un enfoque clasista- relativo a la distribución del ingreso no pudiera ser apoyado por uno de los tipos de evidencia estadística que se utiliza más ampliamente en otras partes (la categoría “remuneración de asalariados”).

En esas condiciones, el análisis de posibles procesos de polarización de ingresos entre trabajadores asalariados estatales y los llamados “nuevos ricos” tomaría inevitablemente la forma de un estudio de la distribución al interior de la esfera de la remuneración de asalariados, pero para poder hacer ese análisis se necesitaría información que no es proporcionada por el indicador “remuneración de asalariados”.

Una posible solución pudiera consistir en hacer estudios que permitiesen entender con precisión la composición del ingreso laboral correspondiente a los trabajadores por cuenta propia. Habría que separar, dentro del ingreso “mixto” de ese grupo, la parte correspondiente a “remuneraciones al trabajo” y la que refleja “retornos al capital”. El primer componente debería agregarse a la remuneración a los asalariados para obtener la verdadera participación laboral en el ingreso generado en la economía. Existen diferentes métodos para hacer ese tipo de estudios. (5)

Mientras continúe asumiéndose oficialmente en Cuba que las empresas privadas nacionales no existen, o que no deberían existir, esa ficción se reflejará en distorsiones estadísticas como las descritas anteriormente.

En un plazo mayor, suponiendo que finalmente se superen los eufemismos actuales, la legalización de la empresa privada nacional facilitaría una corrección de la compilación estadística en el sentido de que las ganancias del sector privado fuesen registradas en la partida “excedente bruto de operación”, posibilitando una mayor precisión en la utilización de la partida “remuneración de asalariados” para poder medir la manera en que la distribución funcional del ingreso opera en el modelo económico, social y político cubano.

Si se quiere conocer con precisión el poder de los “nuevos ricos” y sus tendencias habría que apoyar el análisis en este tipo de datos de la realidad. Quizás así, y con un poco de suerte, logremos superar el actual enfoque tertuliano que parece predominar en el debate sobre un tema tan importante como la desigualdad social en Cuba. Aunque sea para ahorrarnos las nuevas “teorías” criollas sobre la acumulación.

Notas

1 Ver, “Contando “ricos” y “pobres” en Cuba: ¿qué dicen los datos disponibles?”, blog El Estado como tal, 10 de agosto de 2018,  https://elestadocomotal.com/2018/08/10/contando-ricos-y-pobres-en-cuba-que-dicen-los-datos-disponibles/
2 ONEI. Anuario Estadístico de Cuba 2017. Capítulo 5 “Cuentas Nacionales”, http://www.one.cu/aec2017/05%20Cuentas%20Nacionales.pdf
3 Gustavo Vargas Sanchez, Introducción a la teoría económica. Un enfoque latinoamericano, segunda edición, Pearson- Prentice Hall, Ciudad de México, 2006.
4 Organización Internacional del Trabajo (OIT). Panorama laboral 2017. América Latina y el Caribe. Lima, 2017. https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—americas/—ro-lima/documents/publication/wcms_613957.pdf
5 Abeles, Martín, Verónica Amarante y Daniel Vega (2014), “Participación del ingreso laboral en el ingreso total en América Latina, 1990-2010”, Revista CEPAL, núm. 114, Santiago de Chile, CEPAL, diciembre, pp. 31-52. https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/37435/1/RVE114Amaranteetal_es.pdf



Mirando a través de las ventas de servicios médicos


LA HABANA. El 14 de noviembre, el gobierno cubano anunció mediante una declaración del Ministerio de Salud Pública la terminación de la presencia de médicos cubanos en Brasil, contratados como parte del programa “Mais Médicos”, concebido por la administración de Dilma Rouseff en 2013. El objetivo de ese programa es mejorar la atención de los usuarios del Sistema Único de Salud, especialmente en zonas donde la asistencia sanitaria era muy baja o nula. La participación de galenos cubanos fue posible a través de un proyecto de cooperación técnica entre la OPS/OMS y los Ministerios de Salud de Brasil y de Cuba. Los cubanos llegaron a representar casi dos tercios del total de profesionales contratados.

La retirada de los médicos cubanos no beneficia directamente a ninguna de las partes, con la probable excepción de los grupos que celebran cualquier acontecimiento que imponga restricciones adicionales al desempeño económico cubano, para inmediatamente destacarlo como una muestra más del fracaso del modelo económico de la Isla. La parte de la población brasileña atendida por los médicos cubanos verá su partida con preocupación, y con la incertidumbre que rodea su reemplazo. El gobierno brasileño tendrá que procurar la atención médica en zonas donde ya estaba garantizada. Los médicos cubanos y sus familias pierden la posibilidad de contar con ingresos más altos para mejorar sus estándares de vida. El gobierno cubano pierde su segundo mayor mercado para servicios médicos, y una fuente de ingresos significativos, muy valorados en las circunstancias actuales, cuando el país sufre la caída de ingresos externos y maneja una situación muy compleja en sus finanzas internacionales.

Esta columna no discutirá los méritos y debilidades de la decisión de las autoridades cubanas, aunque vale la pena señalar que la postura asumida por el presidente electo de Brasil no brindaba muchas esperanzas en términos de plantearse una renegociación seria de los términos del acuerdo inicialmente suscrito. Tampoco ahondará en los términos del acuerdo y su significado para los profesionales cubanos. Son ellos los que pueden determinar la pertinencia de las condiciones que reciben, y a través de las organizaciones que los deben representar, procurar la modificación de los acápites que no satisfagan sus expectativas.

La prestación de servicios médicos en gran escala, principalmente mediante el envío de profesionales (modo cuatro, de acuerdo a la clasificación de la Organización Mundial de Comercio) se convirtió en el principal capítulo de las exportaciones cubanas desde mediados de la década pasada. El primer gran acuerdo se suscribió con Venezuela, y a través del programa Mais Médicos, Brasil se convirtió en el segundo destino desde 2013. Los pagos recibidos a través de este último son recursos líquidos, mientras que en el caso de Venezuela se ha establecido un esquema de intercambio que valora conjuntamente los servicios prestados por Cuba y la importación de petróleo desde ese país.




El acuerdo establece que el gobierno brasileño paga por los servicios prestados por el personal cubano, de cuyo total una parte considerable se canaliza directamente hacia el gobierno cubano, y el porcentaje restante hacia los profesionales de la salud. Las transferencias anuales para el caso brasileño se han estimado en unos 250-300 millones de dólares.

Lo que puede resultar oportuno es discutir una estrategia económica en la que la exportación de servicios con estas características se ha convertido en un elemento clave. Esta relativamente reciente nueva “especialización exportadora” para Cuba, y para su proyección de desarrollo económico tiene implicaciones importantes para el desarrollo presente y futuro de la nación. En 2017, los servicios representaron casi el 81% de las exportaciones totales, un cambio notable respecto a 1990, cuando eran el 10%. Sin embargo, habría que ponderar que una buena parte de este resultado, se debe al colapso de los envíos de bienes (azúcar, níquel, tabaco, medicamentos), los que han aumentado el 2,8% anual desde 1994, menos de la mitad del ritmo mundial. Costa Rica, cuya población representa el 42% de la población cubana, exportó cuatro veces más bienes en 2017.

Entre 1994 y 2004, en un escenario externo muy hostil que incluyó las afectaciones al turismo internacional derivadas del ataque a las Torres Gemelas, el PIB cubano (de acuerdo a las cifras oficiales) creció como promedio el 3,2%. Entre 2005 y el año pasado, durante el despegue de las exportaciones de servicios “profesionales”, lo hizo al 3,6%. No es una gran diferencia, si se tiene en cuenta que el turismo siguió creciendo en este período, y sobre todo después de 2014 lo hizo a ritmos relativamente altos. Desde 2014, las ventas de servicios profesionales se han venido reduciendo anualmente.

Donde sí existe una diferencia es en la capacidad de estos servicios de estimular la actividad económica en el patio, a través de encadenamientos productivos y otros derrames. Los estudios realizados para Cuba confirman que esta capacidad de las exportaciones se ha venido debilitando sistemáticamente desde 1985, coincidentemente con el reemplazo de la industria azucarera como principal rubro exportador, primero por el turismo internacional y luego por los servicios profesionales. Si bien el turismo no se convirtió en la “locomotora” que muchos auguraron (sobre todo por deficiencias en el tejido económico doméstico), el arrastre de estos servicios es mucho menor.

El despegue de los servicios médicos ha estado vinculado desde sus inicios a contratos negociados como parte de acuerdos gobierno-gobierno, donde la sintonía política ha sido un elemento central. Esto ha sido beneficioso en ciertos aspectos. Por ejemplo, garantiza grandes volúmenes e inmediatez en la implementación. Además, tiene la garantía de los recursos fiscales del país de destino, y el respaldo gubernamental que permite sortear con relativa facilidad obstáculos regulatorios. Fue en su momento una gran oportunidad, porque permitía monetizar la gran inversión en formación médica que el país había realizado desde la década del sesenta. También era coherente con cierto estilo de concebir el desarrollo, dado que estos esquemas permiten que el Estado cubano capture la mayor parte de las rentas generadas, y pueda disponer de estas centralmente para llevar adelante su agenda de desarrollo económico-social.

Sin embargo, este proceder exhibe varias debilidades que cuestionan su contribución verdadera al desarrollo de la nación a largo plazo. Primeramente, tal y como han demostrado los últimos años, es una estrategia altamente riesgosa. Dado que depende de la sintonía política y los recursos fiscales, son altamente vulnerables a crisis políticas y económicas. Lamentablemente, los dos principales mercados para Cuba se han visto afectados por una combinación de ambas desde por lo menos 2013. Asimismo, la provisión estandarizada y uniforme de estos servicios por una única entidad cubana, limita significativamente la posibilidad de revelar las verdaderas ventajas del servicio prestado, y la generación de capacidades comerciales que posibilitarían la penetración de otros mercados en condiciones competitivas. Una solución más basada en las reglas de mercado prevalecientes constituiría una garantía en términos de la sostenibilidad de la relación.

Con la estructura actual, considerando las actividades de servicios profesionales, tabaco, níquel, y farmacéuticos, se puede estimar que el 5% de los trabajadores cubanos están vinculados al 66% de las exportaciones del país. Ello representa una enorme distorsión en términos del aprovechamiento de las capacidades de producción. Desafortunadamente, las últimas iniciativas de política económica no van en la dirección de crear un entorno que estimule la actividad productiva doméstica. Las restricciones adicionales al ejercicio del trabajo por cuenta propia y cooperativo no hará sino agudizar esta contradicción, incompatible con la construcción de un país próspero.

Hoy Cuba exhibe uno de los más bajos índices de exportaciones per cápita de América Latina, lo que tiene mucho que ver con sus problemas recurrentes de balanza de pagos. A la sombra de un modelo que tiene evidentes problemas para ofrecer un empleo de calidad a buena parte de sus trabajadores, progresan fenómenos como la economía informal, el contrabando de hormiga transfronterizo, la emigración; pero también la aparente necesidad de las autoridades cubanas de controlar directamente todas las fuentes de ingresos externos. La estrategia no ha funcionado hasta ahora. Quizá conviene prestar atención a otras alternativas.
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jueves, 29 de noviembre de 2018

Compañía estadounidense American Airlines Inc otorga su más importante premio a aeropuertos cubanos

Foto: Internet
La compañía estadounidense American Airlines Inc. otorgó al Aeropuerto Internacional de Varadero, la Copa al Servicio al Cliente, el más importante premio que concede en virtud del desempeño con eficiencia y calidad en las operaciones de la Compañía, y similar reconocimiento entregará al aeropuerto José Martí de La Habana; informó el Departamento de Comunicación y Relaciones Internacionales de CACSA.
Estas terminales sobresalen por la calidad y la gestión de su infraestructura, así como por el trato al cliente, la puntualidad y el manejo de equipaje, elementos claves para la satisfacción de los pasajeros. 
Estas son la segunda y tercera Copas que la aerolínea American Airlines concede a aeropuertos cubanos durante el transcurso del año 2018. En junio, la compañía estadounidense con el mayor número de operaciones en la mayor de las Antillas entregó al Aeropuerto Internacional Ignacio Agramonte, de  Camagüey igual reconocimiento, que por primera ocasión se otorgó a una terminal cubana. 
Los resultados de los aeropuertos cubanos adquieren mayor relevancia, teniendo en cuenta que existe una fuerte competencia, principalmente entre todas las estaciones dentro del área del Caribe.
Pese a las limitaciones del bloqueo de Estados  Unidos, Cuba ha podido crear una infraestructura aeroportuaria y de recepción de visitantes extranjeros en  un ambiente de seguridad ciudadana y con amplias perspectivas de desarrollo.

HUMBERTO PEREZ COMENTA ARTICULO DE MONREAL TITULADO “LAS INCERTIDUMBRES DE UNA MAXI DEVALUACION DEL PESO CUBANO”


PUBLICADO EN SU BLOG “EL ESTADO COMO TAL” EL 27/11/18.

Estimado Monreal,

He leído tu bastante extenso y argumentado trabajo publicado en tu blog el reciente pasado 27 de noviembre con el titulo de referencia que encabeza estas notas mías y que tuviste la gentileza de hacernos llegar ademas personalmente en word por e-mail.

Mis comentarios acerca del mismo te los hago llegar a renglón seguido.

1--Sobre el escenario alternativo de proponer adoptar el CUC en lugar del CUP como moneda unica ya he expresado mi criterio de que me parece algo que considero  inoportuno y desfasado despues de que oficialmente se ha planteado, en documentos aprobados por Congresos del Partido y por la Asamblea Nacional luego de consultas con la poblacion, que la moneda nacional sera el CUP.

Aun cuando existiera alguna posibilidad de lograr un cambio de la decisión oficial en este sentido, ello llevaría un tiempo y una demora que atrasaría aun mas el momento de iniciar el proceso de reforma monetaria y cambiaría, atraso que ya acumula unos 6 o 7 años por lo menos. En defensa de mantener al CUP, ademas de las dudas que políticamente surgirán acerca de la sorpresa que tal giro significaría para la población la cual pudiera crear una sensación de falta de seriedad en la dirección del pais sobre la decisión antes tomada, aparecerán argumentos relacionados con los antecedentes históricos y culturales del peso cubano desde comienzos del siglo XX, etc. No creo que en la defensa para adoptar  el CUC y tratar de mostrar sus ventajas relativas, se puedan esgrimir argumentos de suficiente fuerza económica y científica.

No me resulta clara la afirmación de que si se adoptase el CUC como moneda única la devaluación de la tasa oficial pudiera ser mucho menor, cuando el punto de partida para la devaluación a ser aplicada es el mismo para el CUC que para el CUP. La tasa actual, que seria ese punto de partida, es de 1 USD=1 CUC= 1 CUP, es decir ambas monedas tienen una igual tasa de cambio oficial con la MLC  para las relaciones inter empresariales.

Los precios mayoristas actuales de todo tipo están formados a partir de esta tasa igual. También los precios minoristas de formación centralizada por los organismos estatales correspondientes se derivan de dicha tasa aunque con una manifestación dual al hacerse las ofertas al publico: la derivación a partir de la tasa oficial resulta directa cuando se expresan en CUC e indirecta si se expresan en CUP pues en este caso interviene, complementaria y entrelazadamente, la tasa llamada de CADECA para con la población según la cual el CUC (equivalente a 1 USD según la tasa oficial)  se convierte a CUP a razon de 1x24. Solo aquí y en este momento es que se divorcian el CUC y el CUP de su tasa oficial de cambio con la MLC.

Por otro lado hay que tener en cuenta que si se deja el CUC como moneda única la devaluacion que se decida aplicar, tendría lugar automaticamente tanto para las relaciones interempresariales estatales como para las relaciones con y entre el sector no estatal y con la poblacion en general.

Sin embargo si se deja al CUP, como esta previsto, la devaluación, a partir de manejar una tasa única, tendría lugar solo para las relaciones interempresariales estatales mientras que para las relaciones con y entre el sector no estatal y con la población en general lo que se produciría seria una revaluacion, es decir todo lo contrario.

2--¿Serian aplicables en nuestro pais los estudios, referencias y comparaciones de la historia económica que mencionas en relación con los por cientos de las devaluaciones que han tenido lugar y de los coeficiente de traspaso correspondientes?  Los ejemplos que se tienen en cuenta ¿no se refieren a casos que tuvieron como punto de partida tasas que incluían de manera generalizada a todas las relaciones económicas en los paises dados? En nuestro pais existe una tasa para parte de las relaciones económicas, la de las relaciones interpresariales,  y otra para la parte de las relaciones con la población, con una distancia entre una y otra de 1 a 24.

Al aplicarse en Cuba la nueva tasa única que se decida solo habría devaluacion para una parte de esas relaciones mientras que para la otra, no poco importante, lo que habría seria una revaluacion. ¿Cómo realizar un calculo ponderado del por ciento resultante que se derivaria de la devaluacion que se aplique en nuestro pais para poder hacerlo realmente comparable? Supongamos que se aplique la de 1 USD=15 CUP lo que significaria una devaluacion del CUP desde 1x1 a 15 x1 en las relaciones interempresariales con la MLC y una revaluacion desde 24x1 a 15x1 en las relaciones con la problacion. Vista la economia en conjunto ¿seria realmente de 1400% la devaluacion resultante, como planteas? Aquí se trataría de despejar el enredado trama de las dos tasas existentes y que pudiera recibir, de manera similar al que tiene la actual novela cubana que pasa la TV en estos días,  el titulo de “Vidas Cruzadas”.

3--Señalas que, para examinar la posiblidad de evadir o no el “traspaso” de una devaluacion en Cuba, hay que tener en cuenta la visión de nuestra economia que es pequeña, abierta y subdesarrollada lo que es totalmente cierto. Pero a esas tres características  habría que añadir una, que la distingue de todas las demás de similares características, y que es la de ser una economia en que los fundamentales medios de producción del pais integran un sistema empresarial de propiedad y gestión estatal, con un manejo totalmente vertical y centralizado del mismo en el que las leyes del mercado tienen muy poca influencia por no decir ninguna. Esto no es en general una virtud sino un defecto y esta entre las cosas de nuestra economia que deben ser cambiadas lo mas rapidamente posible  y sobre lo que muy poco, lamentablemente, se ha cambiado hasta ahora. Pero a los efectos de la reforma monetaria y cambiaria a ser aplicada, resulta una gran ventaja que oportuna y temporalmente puede y debe ser aprovechada para que dicha reforma cambiaria, por mayor que sea la devaluacion que se aplique a la tasa oficial, no traslade y traspase sus efectos produciendo un proceso inflacionario ni un salto en los precios minoristas, utilizando para ello como contrapartida la “cuña” y barrera del subsidio en los lugares y momentos en que los precios mayoristas deben convertirse en minoristas. Creo que la excepcionalidad de nuestro modelo actual permite detener y neutralizar el traspaso de efectos en este punto y momento. Lo que habria es que pensar y proponer como hacerlo de la manera mas eficiente posible sin anular los efectos saludables y buscados con la devaluacion en los niveles superiores de la cadena de traslados.

El resto de los precios internos, desde los de importación hasta los mayoristas de todos los niveles, no ignorarían los precios internacionales sino que los mismos estarían presentes en la operación de las relaciones inter empresariales mediante la función reguladora de la nueva tasa de cambio. Cálculos y proyecciones previas hay que hacer,  entre otros propósitos, para ver si las posibles fuentes presupuestarias del subsidio necesario alcanzan de manera suficiente para cubrir a este, pero técnica y económicamente considero que ello es posible en nuestro caso aprovechando positiva y creadoramente, como ya dijimos, el defecto y vicio de la excesiva centralización y manejo vertical que tiene nuestra economia. Claro que se requiere, como planteas, una discusión y análisis especifico de como se financiarían concretamente los subsidios, que tipos de subsidios se aplicarian y como estos se distribuirían.

En el proceso de aplicación de nuestra concepción y propuestas no sera igual consumir un producto importado que uno nacional en las relaciones de oferta y demanda que se establecerán con la nueva tasa devaluada entre importadores y exportadores por un lado (como puntos extremos finales de la cadena empresarial en contacto con la economia externa) y por otro las empresas productoras o los intermediarios mayoristas entre aquellos y estas, asi como en las relaciones de ambos agentes económicos con las empresas mayoristas de distribucion.  En todas estas relaciones no se anularía el “traspaso”, y los efectos de la devaluacion se harían sentir con toda su  fuerza, modificando a los precios relativos y afectando los ingresos y ganancias empresariales  hasta el punto de que puedan existir ganancias extraordinarias en unos casos y situaciones de quiebra en otros, para que se estimulen la  exportación y la sustitución de importaciones así como la inversión extranjera y las balanzas comercial y de pagos salgan ganando. Las importaciones deben encarecerse y la producción nacional abaratarse, debe ser mas redituable comprar productos nacionales que importados.

Lo único que estos efectos y cambios favorables se producirían por el momento y durante un periodo solo en las relaciones económicas entre los agentes económicos empresariales que compran y venden entre si equipos y bienes intermedios y/o manejan bienes de consumo pero como intermediarios en su transito comercial hacia las entidades del mercado minorista. No intervienen en ello y no deben resultar afectados por el “traspaso” ni positiva ni negativamente por el momento los agentes económicos estatales  de este ultimo mercado que venden a la población. La “señal” de la devaluacion llegaría a la producción y al consumo productivo pero, en un inicio y durante un primer periodo, no al consumo personal.

4--Como bien planteas la modificación de las tasas de cambio también deberá influir en el empleo y los salarios pero esta influencia según preveo y propongo,  aunque se producirá vinculada a la devaluacion, no ocurrirá principalmente derivada directamente de ella es decir de lo que sucederá en la esfera en que se producirá una subvaloracion del CUP (esfera interempresarial), sino derivada del cambio que se producirá en la esfera en que tendrá lugar la revaluacion del CUP. 

En esta ultima esfera (si la nueva tasa fuera de 1USD=15 CUP),  al liberarse un 37,5 % de la masa monetaria que hoy se reclama en CADECAS y bancos para canjearse por divisas o CUC, permitirá que un monto equivalente a este 37,5% se pueda transferir en forma de aumentos de salarios y pensiones hacia los segmentos de trabajadores estatales y pensionados que hoy no pueden vivir con lo que ingresan legalmente, y ello sin que aumente la masa monetaria total en circulación en el pais y sin por tanto crear per se una situación inflacionaria.

Estos trabajadores productivos beneficiados son los que laboran en las  entidades empresariales que poseen y gestionan los medios fundamentales de producción del pais, donde se produce mas del 80% del PIB,  que al verse estimulados salarialmente con los referidos incrementos y con la aplicación gradual de una reforma salarial elaborada realista y científicamente, se verán motivados para el aumento de la producción y la productividad, sentirán crecer su sentido de pertenencia y disposición de permanencia, frenando la actual fuga de fuerza de trabajo calificada desde el sector estatal hacia el no estatal y hacia el exterior, se eliminaría o reduciría el caldo de cultivo para la desviación de recursos y la corrupción peligrosamente extendida en la actualidad.

Estos estímulos y motivaciones hoy no existen y solo pueden recuperarse si los ingresos de esos trabajadores les alcanzan como mínimo para cubrir sus necesidades básicas y las de su familia y pueden aumentar el moto salarial a recibir de acuerdo con la cantidad y la calidad del trabajo que realicen individualmente en sus respectivos centros de trabajo ademas de lo que puedan percibir como parte del colectivo entre el cual se repartirá una parte de las utilidades que sean capaces de generar.

Por ello es que se hace urgente lograr el incremento suficiente de sus ingresos vinculados al trabajo sin esperar por una creación de condiciones idóneas pero evidentemente no alcanzables dentro de un plazo razonable a partir de las tendencias actuales como serian,  según se ha planteado, crecimientos del PIB de un 5-6 % promedio anual, un incremento suficiente de las exportaciones y de los resultados del aumento de las inversiones extranjeras hasta unos 2400 usd. anuales, de una inversión en fondos de capital equivalente a un 20% anual del PIB como mínimo, o conseguir  los financiamientos externos que serian necesarios para respaldar con una oferta incrementada los aumentos de salarios y pensiones que se reclaman.

Hay que buscar la forma de resolver este circulo vicioso a partir de la actual oferta existente de bienes y servicios y de la redistribución mas justa y productiva de la actual demanda solvente representada por la masa monetaria que se mueve actualmente en nuestro pais. 

Incrementar los ingresos de los trabajadores para crecer y no despues de crecer, esperando por un crecimiento que llegara para las calendas griegas o que simplemente no llegara a tiempo para salvar, mantener y desarrollar a nuestro proceso socialista,  arriesgándonos a caer por causas endogenas, como escribiera recientemente un calificado compañero, en un capitalismo salvaje como el que nos tocaría como pais subdesarrollado y dependiente que somos, ante el beneplácito de  nuestros enemigos que hacen todo lo posible para que nos ocurra como a Chacumbele, según un viejo cuento muy popular en cierto momento en nuestro pais.

5--Por otro lado si bien es cierto, como dices, que si se deja actuar libremente a las leyes del mercado, la revaluacion debiera producir un “traspaso” a la inversa, es decir al revaluarse el CUP debieran bajar los precios en el mercado minorista beneficiando por igual a toda la población como consumidora, tanto a los segmentos hoy privilegiados como a los hasta ahora cronicamente desfavorecidos. Pero si esto se admite y se deja que espontaneamente ocurra, se  mantendrían las desigualdades y las ventajas actuales de los segmentos privilegiados y no se lograrían los estímulos laborales de que hemos hablado para los trabajadores insuficientemente remunerados y sin motivaciones.

Por ello, según nuestro criterio y propuestas, ante esta situación debe actuar de nuevo la capacidad centralizadora y discrecional que se tiene en nuestra economia actualmente y los precios minoristas en los mercados estatales deben mantenerse en sus niveles y montos actuales en CUP. El CUC habría desaparecido. En la nueva situación los precios minoristas estatales quedarían “anclados” en CUP ya no en CUC.

Cierto que se produciría un margen comercial altísimo en las entidades minoristas estatales el cual tendría que ser extraído y centralizado mediante el correspondiente mecanismo de impuestos y en la practica se estaría gravando al consumo en general con altos impuestos indirectos, pero de cara a la población simplemente se mantendrían los mismos precios a los que hoy deben comprar los productos que se ofertan en esas entidades minoristas y no creo que ello tenga consecuencias políticas.

Solo en los mercados de oferta y demanda es que seria inevitable que se produzca como tendencia el mencionado “traspaso” a la inversa de la revaluacion y entre estos mercados de oferta y demanda están los mercados libres agropecuarios, el mercado de los paladares, de los taxistas, etc. y si en estos bajaran los precios la población consumidora en general se beneficiaria y para los turistas y demás extranjeros que habitualmente concurren a dichos mercados todo quedaría relativamente igual y tal vez mejor.

6--Con la revaluacion del CUP en las relaciones con la población serian indudablemente  afectados negativamente en su capacidad adquisitiva los segmentos hoy receptores de divisas o CUC,  al recibir menos CUP por cada unidad de divisas que presenten al cambio, pero en beneficiosa y justa contrapartida serian beneficiada una mayoría integrada por los segmentos hasta ahora desfavorecidos que concurrirían al mercado con una capacidad de compra sensiblemente incrementada por los aumentos de salarios y pensiones.

Y es de hacer notar que este aumento de salarios y pensiones debe compensar mas que suficientemente a una mayoría dentro de los actuales receptores de divisas, la compuesta por los que reciben pequeños montos como fuente precaria o complemento para su supervivencia que si bien es cierto que tendrían una relativa afectación al recibir menos CUP por el canje de las divisas que están recibiendo, a la vez recibirán en compensación mas CUP por los aumentos de salarios y pensiones.

Quedaría una pequeña minoría de la población, concentrada principalmente en el sector privado de negocios, que tendría una afectación neta aunque sin dejar de mantener a pesar de ello una situación de privilegio en comparación con quienes no ingresan divisas o las reciben en cantidades insuficientes. Este segmento de los llamados emprendedores privados deberá ser compensado en sus intereses económicos, mediante su legalización como personas jurídicas y con medidas de liberación de las diversas trabas que hoy enfrentan y de otorgamiento de facilidades para el desarrollo de sus actividades e inversiones lo que, ademas, conviene a la economia del pais y esta previsto se implemente en cumplimento de la Conceptualizacion del modelo económico.

7--Es cierto, como planteas, que la economia es un sistema y que lo que se resuelva por un lado pudiera crear un problema en otro, pero hay que diferenciar en como se cumplimenta y realiza la articulación en sistema de una economia regida al 100% por las leyes del mercado y en una, como la nuestra, en que la interrelación e interacción de los diferentes subsistemas puede en gran parte planificarse, regularse y manejarse centralizadamente. Lo que resulta indispensable es hacerlo de manera racional, inteligente, realista; con la interacción, complementación y secuencias adecuadas y con medidas predominantemente económicas mas que administrativas que den espacio suficiente al papel del mercado en el funcionamiento y desarrollo general de la economia en general.

8--En relación con el ultimo epígrafe de tu articulo sobre las 2 hipótesis, los 3 escenarios y los 5 supuestos tengo los siguientes comentarios.

El primer comentario se refiere a que en todo momento hablas de la devaluacion que debe aplicarse pero sin yuxtaponerla, asociarla y fusionarla de manera suficiente con la revaluacion que simultaneamente ocurrirá con el cambio de las tasas existentes, siempre que este cambio este orientado y dirigido a la aplicación de una tasa unica, tanto si esta se trata de lograr  subitamente de una vez como si se busca alcanzarla gradualmente mediante sucesivos cambios de tasas.

Hablas de un determinado por ciento de devaluacion y de un posible coeficiente de traspaso considerando solo la cara de la devaluacion e ignorando la cara de la revaluacion que en nuestro caso constituyen el anverso y el reverso de una misma moneda. Para referirnos a lo que debe producirse en nuestro pais es mas apropiado hablar de un proceso de reforma y modificacion monetaria y fundamentalmente  cambiaria o de un proceso de cambio de las monedas y tasas de cambio vigentes, que denominarlo unica o principalmente como un proceso de devaluacion, porque ella resulta una denominacion parcial.

Por ello desde el comienzo de estos comentarios te manifiesto la necesidad de hacer los cálculos yuxtaponiendo las dos caras de esta moneda, puestas en acción de manera  simultanea, para ver cuales serian los números a tener en cuenta en nuestro caso concreto.

La primera de tus hipótesis se vera influenciada y tal vez modificada por esta primera consideración que acabo de expresarte.

La segunda hipótesis, aunque cierta en gran medida, tu mismo la descartas mas adelante pues la modificacion monetaria y cambiaria a realizar urge y no puede esperar a que se resuelva lo que en ella se plantea como precondiciones ideales para cosechar resultados.

En cuanto a los 5 supuestos los comparto todos menos el tercero.

En relación con los 3 escenarios tu mismo descartas de inicio a los dos primeros.
Y el tercero tiene la insuficiencia de que tus numeros y consideraciones se asocian de nuevo solo a la cara de la devaluacion de nuestro proceso. Planteas una posible primera devaluacion súbita llevando la tasa oficial de 1x1 a 1x 1,65 y luego realizar 10 devaluaciones sucesivas con una determinada gradualidad. No se plantea como iria cambiando la tasa de la relaciones con la población (revaluacion) que acompañaría a cada devaluacion de la tasa oficial.

Por otro lado trantandose de un proceso a dar en 11 pasos y no siendo lógico que en un año se produzca mas de una devaluacion estaríamos hablando de un decurso que se prolongaría en total por 11 años.

Ademas habría que enfrentar las incertidumbres y complicaciones de todo tipo que generan tantos y frecuentes cambios con las correspondientes modificaciones en los precios, en la contabilidad, en las estadísticas y en las cuentas nacionales.

Me remito una vez mas a que se lea y examine con detenimiento, reflexión por reflexión y paso por paso, mis propuestas presentadas en el articulo “Reforma monetaria y cambiaria con aumentos de salarios y pensiones”,  publicado en junio de este año en la revista Temas. Algunas adecuaciones, complementaciones y aclaraciones requiere pero en lo fundamental hasta el momento mantengo las ideas y sugerencias alli expuestas.

Fraternalmente,

Humberto Perez