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miércoles, 3 de enero de 2018

Turismo en Cuba: récord y expectativa

A pesar de las afectaciones dejadas por el huracán Irma en instala
ciones hoteleras la llamada industria sin chimenea, molió en grande...

IGOR GUILARTE FONG, Cubahora


A pesar de la destrucción dejada a su paso por el no bien recordado huracán Irma —equivalente a los 500 millones de dólares— y que dañó particularmente la infraestructura hotelera de cayería y de playa ubicada a lo largo de la franja norte del país, el 2017, cuya hoja acabamos de pasar en el calendario, se inscribió como un año histórico, al establecer nuevos récords para el turismo.

El meteoro pasó su escoba por Guardalavaca, Santa Lucía, los cayos, Varadero y La Habana, los principales destinos turísticos, poco antes del inicio de la temporada alta. En esos días, alrededor del 88.5 por ciento de los extranjeros de paso por Cuba estaban alojados en dichas instalaciones. Más de 10 625 viajeros debieron ser protegidos. Si bien los perjuicios materiales no fueron muy graves, se generalizó la percepción de que era imposible una recuperación inmediata, lo que hizo decrecer los indicadores de ingreso al país en los meses siguientes al impacto ciclónico.


A pesar de los pesares, ya al cierre de noviembre se había alcanzado un arribo de 4 millones 257 mil 754 visitantes internacionales. Semejante incremento se traduce en un sobrecumplimiento del 15 por ciento del plan y un 19.7 por ciento de crecimiento respecto a igual periodo en el 2016. Y las estadísticas, por supuesto, deberán crecer con los datos correspondientes a diciembre; desconocidos al momento de redactar estas líneas. Eso sí: las miras estaban centradas en cerrar el año con la inédita cifra de 4 millones 700 mil turistas, que representaría 11.9 por ciento por encima de lo planificado.

Con el 23 por ciento de los arribos, Canadá continuó en la cima del podio entre los países emisores. Sin embargo, en los últimos tiempos ha venido mostrando cierto descenso y, en consonancia, no ha cumplido los índices estimados de ingresos monetarios a partir de problemas asociados al debilitamiento de su moneda en el ámbito internacional. Ante ese escenario, los contratos del turismo en 2017 se rubricaron en dólares estadounidenses, que conllevó un encarecimiento del destino. Felizmente, otros mercados mantuvieron un comportamiento estable. Detrás de los de la bandera de la hoja de arce, se situaron los Estados Unidos —aun con el bloqueo y las retrógradas medidas de la era Trump— y los cubanos residentes allí, que sumaron 1 millón 25 mil 521 viajeros.


Mientras, los mercados tradicionales que más crecieron fueron Francia, Italia, Rusia, España, Argentina y Brasil; superando, igualmente, sus respectivos récords. Destaca el caso de Rusia, que desde el mes de agosto logró batir, con un crecimiento del 68 por ciento, la cifra histórica de paseantes en suelo antillano.

Durante la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, celebrada en diciembre pasado, el ministro de Turismo, Manuel Marrero Cruz, señaló que si bien existió un sobregiro en cuanto al número de visitantes extranjeros, el sobrecumplimiento no se reflejó de igual manera en la estancia en hoteles; además de apreciarse una ligera disminución de la estancia media en la Isla.

Como parte de la estrategia interna para aportarle mayor dinamismo y atractivo al sector, se implementaron las variantes de turismo de circuitos, eventos, aventura, naturaleza y el rural; así como la apertura de nuevos servicios asociados, instalaciones, marinas y operaciones aéreas. Fue tal el auge de laactividad de cruceros que reportó más de 397 500 visitantes.

Sobre la satisfacción del visitante, conocida a través del sistema de encuesta, quedaron en entredicho aspectos vinculados con la señalización vial, el cambio de moneda y la higiene en ciudades. Por otra parte, la relación calidad-precio del servicio, un asunto habitualmente peliagudo y que en otros momentos arrancó inconformidades, en 2017 se situó al 90.9 por ciento de aceptación. Además, buen número de turistas manifestó que recomendarían el destino Cuba a amigos y familiares, al igual que dejaron sentada su intención de repitencia.

EL AÑO QUE YA COMENZÓ

En la actualidad Cuba dispone de una planta hotelera superior a las 67 000 habitaciones, a las que se piensan agregar otras 20 000 para el año 2020, y totalizar 104 000 hacia 2030. Para ese entonces —es el anhelo expresado— deben haberse desarrollado 224 nuevas instalaciones y 32 ampliaciones, 24 proyectos de campos de golf con 11 hoteles asociados, 23 bases entre náuticas y marinas, 47 centros de recreación y aventuras.

Se cuenta, además, con 87 contratos de administración, 19 cadenas hoteleras extranjeras, 27 empresas mixtas; y 42 275 habitaciones (el 62.2 por ciento de la capacidad total del país) construidas con capital extranjero, de las cuales 87 por ciento son de categoría cuatro y cinco estrellas.

El alza de visitantes foráneos que ha venido experimentado la Mayor de las Antillas desde 2013 exige de una infraestructura capaz de responder a la creciente demanda y cada vez más acorde con los estándares globales de calidad del servicio.


De ahí que todas las proyecciones e inversiones del sector de cara al futuro, estén orientadas a lograr un turismo sostenible, y en correspondencia con la política nacional de enfrentamiento al cambio climático. En tal sentido, se han emitido regulaciones para demoler establecimientos que están en la primera línea de playa y velar porque las nuevas construcciones no tengan un impacto ambiental sobre las dunas.

Asimismo, se promueve la recuperación o conversión en hostales de inmuebles patrimoniales; al tiempo que se inserta en los proyectos el aprovechamiento eficiente de los residuos, y el ahorro energético mediante el montaje de calentadores solares, lámparas led e instalación de plantas propias para la desalinización del agua de mar.


Las inversiones, según dio a conocer el ministro Marrero Cruz en la ya citada sesión parlamentaria, se cumplen al 78 por ciento, en tanto se mantienen dificultades en los procesos inversionistas, originadas por la deficiente preparación de las obras, el atraso en los suministros de insumos y de equipos automotores. Para que se tenga una idea sobre este último aspecto, no se está recibiendo el parque suficiente para la renta de autos, situación que se prevé corregir este nuevo año, cuando comiencen a entrar 9 000 vehículos planificados.

Para la etapa anual que inicia, se encuentran en fase de negociación 95 proyectos de inversión extranjera, con posibilidades de concreción; a juicio de autoridades del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera.

La expectativa del turismo cubano es llegar en 2018, por vez primera, a los cinco millones de clientes, aparejado con el aumento de los ingresos. Se trata, sin dudas, de una cantidad ambiciosa y nada fácil, máxime, cuando la actual administración estadounidense ha puesto mayores restricciones a sus ciudadanos para que puedan viajar a la Isla. De seguro, lo que no faltará en ese empeño por conseguir nuevos récords será la voluntad de los trabajadores del sindicato del turismo y la hotelería; indiscutibles protagonistas y responsables de mantener en alza el sector más dinámico de la economía cubana; y segunda fuente de ingresos luego de la venta de servicios profesionales al exterior.

Unificación de tasas de cambio en Cuba: el olmo, las peras y el colmo

Por: Pedro Monreal González.

3 de enero de 2018

La unificación de las tasas de cambio fue abordada en la reunión del Parlamento cubano de diciembre de 2017. Se reiteró la importancia de alcanzar ese objetivo, agregándose el dato de que más de 200 especialistas, en 13 subgrupos, han estado trabajando intensamente en el tema y que, incluso, se han consultado a expertos extranjeros, aunque no quedó claro si se alcanzará la unificación de las tasas en 2018.

En cualquier caso, es muy positivo el reconocimiento de que se trata de un asunto que necesita ser resuelto lo antes posible. Un reciente artículo de Ariel Terrero, titulado “Moneda difícil”, ha comentado el tema. http://www.granma.cu/economia-con-tinta/2017-12-28/moneda-dificil-28-12-2017-23-12-37?page=1

Es un artículo interesante que, sin embargo, contiene al menos dos imprecisiones que conviene aclarar antes de que se conviertan en parte de una “leyenda” sobre la política económica contemporánea en Cuba. Una de las imprecisiones se refiere al proceso de toma de decisiones de las políticas públicas; la otra imprecisión se relaciona con la manera en que el entorno institucional condiciona la rentabilidad de las actividades económicas en la Cuba actual.

Poniéndole el cascabel político al gato económico

El artículo parece tratar de “explicar” la tardanza de la unificación cambiaria a partir de una supuesta falta de confianza que existiría entre los economistas en cuanto a sus propias capacidades para ofrecer soluciones. Ante la complejidad del problema, se limitarían a “elucubrar” fórmulas y no serían capaces de alcanzar acuerdos entre ellos.

Con todo respeto, ese es un planteamiento simplista que pudiera motivar que el lector no especializado considerase, erróneamente, que la responsabilidad por corregir la multiplicidad de las tasas de cambio en Cuba recae sobre los economistas.

Eso sería como pedirle peras al olmo, y la razón es sencilla de entender: la principal dimensión del reto de la unificación de tasas cambiarias no es técnica, sino política. Por tanto, no les corresponde a los economistas adoptar las decisiones respecto a las soluciones que se necesitan. Los economistas proponen opciones, los políticos toman las decisiones.

Es importante insistir en que la “complejidad del paso” es esencialmente de naturaleza política, y no técnica. Una unificación de las tasas de cambio que signifique la devaluación de la moneda nacional (peso cubano, CUP) respecto a la tasa oficial actual de 1 USD = 1 CUP, inevitablemente haría irrentables muchas empresas estatales. Un estudio riguroso, publicado en la principal revista económica del país, estimó en 38 por ciento el número de empresas de la muestra estudiada cuyos resultados contables se afectaría negativamente, en cuanto a su rentabilidad en divisas. Puede leerse aquí http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-16672016000400155&lng=es&nrm=iso#fn5
Mantener funcionando las empresas estatales que pasarían a ser irrentables en condiciones de una tasa de cambio única devaluada, implicaría considerar tres posibles opciones: en primer lugar, destinar miles de millones de pesos a subsidiarlas, si se decidiese que continúen funcionando en condiciones de irrentabilidad (el monto actual de subsidios empresariales, de 14,465 millones de pesos, ya es enorme); en segundo lugar, “cerrar” empresas o “racionalizar” sus operaciones, en caso de no pretender subsidiarlas o de no poder hacerlo; y en tercer lugar, una posible combinación de subsidios y de “racionalización”.
Esas decisiones consisten, esencialmente, en proporcionar respuestas a preguntas políticas, como las siguientes: ¿a quiénes se “empodera” y a quiénes se “desempodera” cuando se reasignan gastos del presupuesto para subsidiar las empresas irrentables?; ¿dónde relocalizar los miles de trabajadores resultantes del “cierre” o de la “racionalización” de empresas?; ¿cuál debería ser la escala y las reglas de funcionamiento del sector no estatal para poder absorber de manera efectiva los trabajadores desplazados de las empresas estatales?

No es difícil entender que las prioridades presupuestarias, el empleo, los salarios, y el tamaño del sector no estatal son cuestiones esencialmente políticas, no técnicas. Las soluciones, por tanto, deben venir del sistema político, no de los economistas.

No se refiere, necesariamente, a soluciones originadas en los profesionales de la política. Una propuesta de Programa de Estabilidad Económica (PEC) presentada hace poco propone establecer, provisionalmente, un órgano político consultivo compuesto, en no menos del 60 por ciento, por trabajadores estatales que laboren directamente en la producción, para facilitar vías de control obrero directo en el marco del proceso de decisiones relativos a la unificación de tasas de cambio. El Programa puede leerse aquí https://cubaposible.com/wp-content/uploads/2017/11/programa-de-estabilidad-economica-cuba0.pdf

¿Tirándole al mensajero?

No queda claro respecto a cuáles economistas se refiere exactamente el artículo, pero esa vaguedad brinda la oportunidad de hacer algunas precisiones acerca del trabajo de los economistas en relación con el tema de las tasas de cambio en Cuba.

Parecería ser que la referencia mordaz que se hace en el artículo a economistas “sesudos” indica que se trataría de los economistas que no trabajan actualmente como funcionarios de las instituciones oficiales que diseñan y aplican las políticas. Para simplificar, les llamaré economistas-académicos.

La imagen de que los economistas-académicos cubanos son “elucubradores” aquejados por una falta de confianza en sí mismos para proponer soluciones respecto a la complejidad monetaria y cambiaria de Cuba, y que, además, ni siquiera logran entenderse entre ellos, no se corresponde con la realidad.

Para empezar, no hace justicia al trabajo de análisis y a las propuestas que han realizado especialistas como Humberto Pérez, Joaquín Benavides, José Luis Rodríguez, Vilma Hidalgo, Juan Triana, Yaima Doimeadiós, Julio Carranza, Luis Gutiérrez, Pavel Vidal, Omar Everleny Pérez, o Jessica León, por mencionar algunos de los más citados.

El artículo tampoco parece querer admitir, o minimiza, que entre los economistas-académicos, y entre estos y los economistas-funcionarios, hay áreas de acuerdo sobre el tema, que obviamente coexisten con divergencias. Conviene anotar que ha existido colaboración científica, incluyendo la coautoría de publicaciones, entre economistas- académicos y economistas que se desempeñan como funcionarios, como han sido los casos de Carlos Pérez Soto, Anabel Barceló Pérez y Eduardo Hernández Roque.

La mención que hace el artículo a la “elucubración¨, en realidad ofrece la oportunidad para destacar lo meritorio que resulta el trabajo de los economistas-académicos cubanos. Por otra parte, lo de la “falta de acuerdo entre ellos” ofrece la oportunidad de destacar que el desacuerdo no solamente es un componente normal, sino sobre todo positivo, del debate científico, en cualquier campo de las ciencias.

Los economistas-académicos cubanos deben hacer su trabajo en medio de una lastimosa penuria de datos, y lo hacen razonablemente bien, aunque irracionalmente parecería exigírseles un grado de precisión analítica para la que no existen condiciones de trabajo.

La mínima disponibilidad de estadísticas oficiales publicadas no puede ofrecer una base adecuada para que los economistas-académicos (ni los sociólogos, ni los politólogos, ni los antropólogos, ni los psicólogos, ni nadie) puedan entender con precisión un sistema social complejo como el que se articula alrededor de la multiplicidad cambiaria, lo cual obviamente limita la posibilidad de proponer soluciones. Sin embargo, eso pudiera cambiar muy rápidamente si los políticos decidiesen resolver la penuria informativa que hoy retrasa el trabajo de los científicos sociales.

Háganse públicas las estadísticas empresariales que permitirían “modelar” la rentabilidad bajo diversas variantes de tasas de cambio, los datos sobre niveles de empleo y de ingresos del sector estatal, cooperativo y privado (desagregados por calificación laboral, género, etnia, territorio y edad), el coeficiente de desigualdad (índices de Gini y Palma), el índice de pobreza, el valor de la canasta básica, y la distribución precisa de los subsidios empresariales, entre otros datos necesarios, y con toda seguridad las “elucubraciones” darían paso a variantes de soluciones técnicas detalladas que pudieran ser discutidas de manera razonada.

Sería el colmo pedirles a los economistas-académicos, y a otros científicos sociales, que hagan diagnósticos y que propongan soluciones precisas sin que puedan disponer de los datos que necesitan para su trabajo. Equivaldría a pedirle a un médico que hiciera un diagnóstico cabal y que propusiera un tratamiento efectivo sin haber podido tomar la temperatura, la presión arterial, y sin conocer los resultados del análisis clínico de un paciente.

De hecho, las limitaciones estadísticas actuales que afectan el trabajo de los economistas-académicos empobrecen el propio análisis que -con mayor acceso a datos- pudieran hacer los economistas-funcionarios. El enriquecimiento de un debate entre especialistas se beneficia de la diversidad de criterios.

Una cuestión adicional: aun contando con las estadísticas relevantes, seguramente existirían desacuerdos entre los economistas, pero eso no podría ser considerado como un problema. Es lo que debe esperarse del funcionamiento de las ciencias sociales. Primero, porque no son ciencias exactas. En segundo lugar, porque esa es la manera en la que funciona el análisis económico. El conocimiento sobre la economía se produce por aproximaciones sucesivas a una realidad que se encuentra en constante cambio en sus diversas dimensiones (económica, social, política, e ideológica).

La rentabilidad no es esencialmente un problema de dualidad cambiaria 

La segunda imprecisión del artículo que debe aclararse es la relativa al presumible efecto diferenciado que tendría la multiplicidad de tasas de cambio sobre el sector no estatal (supuestamente favorecido) y sobre las empresas estatales (supuestamente desfavorecidas). Refiriéndose a las distorsiones que introduce en la economía nacional la multiplicidad de tasas cambiarias, el artículo plantea que “tales deformaciones favorecen hoy a las formas de gestión no estatales, en detrimento de las empresas estatales”.

Tal noción es incorrecta, al menos por dos razones. En primer lugar, porque lo que funciona “en detrimento” de las empresas estatales no son unas deformaciones generales -enunciadas en abstracto- que operarían mal para esas empresas y que, en cambio, funcionarían bien para el sector no estatal.

Lo que actúa “en detrimento” de las empresas estatales es una deformación muy específica que solo funciona para el caso de las empresas estatales: una tasa de cambio oficial sobrevaluada. Es decir, la deformación concreta que significa tener que operar bajo la ficción administrativa de que un peso cubano (CUP) es tan fuerte como un dólar estadounidense (USD). En realidad, el problema para una parte de las empresas estatales en Cuba no es que existan múltiples tasas de cambio en el país, sino que esas empresas estatales deban utilizar forzosamente una tasa de cambio que es “la peor de todas”.

En segundo lugar, la sobrevaluación de la tasa de cambio oficial (1 USD = 1 CUP) no opera simétricamente para todo el sector estatal. Funciona, principalmente, “en detrimento” de las empresas estatales exportadoras o de las dedicadas a la sustitución de importaciones. Una moneda nacional sobrevaluada encarece las exportaciones y abarata las importaciones. En el caso de una empresa estatal que produzca para el mercado nacional utilizando insumos nacionales, una tasa de cambio oficial sobrevaluada no debe tener un impacto significativo en su rentabilidad. Es decir, no puede hablarse -en general- de que la distorsión de una tasa oficial sobrevaluada afecte por igual a todas las empresas estatales.

Por otra parte, las actividades del sector privado operan sobre la base de una tasa de cambio cuya determinación depende, esencialmente, de las condiciones del mercado y no de un “ukase” administrativo. Se trata de la llamada tasa de cambio de CADECA, concebida para operaciones de cambio al detalle, para individuos. Como se sabe, ninguna actividad del sector privado nacional asume la forma jurídica de una empresa.

A diferencia de las empresas estatales, las actividades del sector privado expresan balances contables que incluyen una tasa de cambio (la de CADECA) que es coherente con una fundamentación económica, y no con una decisión simplemente administrativa. Naturalmente, la tasa de CADECA no refleja toda la correlación entre la oferta y la demanda de divisas del país, ni es una tasa determinada “libremente” por el mercado, pues existe seguimiento por parte del Banco Central y pueden producirse intervenciones de esa entidad reguladora en caso de que fuese necesario. No obstante, comparativamente, la tasa de CADECA parece estar económicamente mejor fundamentada que cualquier otra tasa de cambio en Cuba.

En sentido estricto, las actividades del sector privado no se ven favorecidas por una “deformación” cambiaria. Las actividades privadas funcionan con una tasa de cambio que -en términos relativos- pudiera ser considerada hoy como “la mejor de todas”.

En el caso de Cuba, las empresas estatales y las actividades privadas operan con distintas tasas de cambio. Ni las empresas estatales, ni el sector privado en Cuba, han escogido el entorno institucional dentro del cual deben funcionar. Ese entorno les ha sido “dado” por quien único puede hacerlo: el Estado. La rentabilidad de una actividad económica es el resultado de múltiples factores condicionados por ese entorno, siendo uno de esos factores la tasa de cambio.

Cualquier análisis medianamente objetivo de esos marcos institucionales permitiría entender, rápidamente, que el sector privado nacional funciona con un marco mucho más restrictivo que el que existe para la empresa estatal. El hecho de que el sector privado opere con una tasa de cambio que, al no ser una distorsión, lo “favorece”, debe ser contrastado con los numerosos factores que operan en “detrimento” del sector privado, incluyendo la rusticidad de sus formas institucionales, el inestable entorno regulatorio en que deben funcionar, y la aplicación imprevisible de cambios en las “reglas del juego”, entre otros.

Conviene anotar que la eventual adopción de una tasa de cambio única pudiera representar una devaluación respecto a la tasa de cambio oficial con la que opera hoy la empresa estatal, y probablemente la nueva tasa unificada sería distinta respecto a la tasa de cambio con la que ha funcionado hasta ahora el sector privado. Consecuentemente, una nueva tasa de cambio única pudiera producir efectos negativos no solamente para algunas (no todas) las empresas estatales, sino también para algunas (no todas) las actividades privadas.

Anotaciones finales

El artículo “Moneda difícil” parece sugerir proposiciones que no reflejan adecuadamente la realidad nacional. Es necesario rectificarlas. El entendimiento correcto del tema pudiera ser reformulado de la siguiente manera:
  • La “tardanza” de la unificación cambiaria no puede ser explicada a partir de una supuesta falta de confianza en sí mismos por parte de los economistas, que los incapacitaría para hacer propuestas y para alcanzar acuerdos. Los problemas con las decisiones que explican la “tardanza” no son esencialmente de orden técnico, sino político. Es imprescindible entender la complejidad del asunto y también es indispensable poder precisar el plano de análisis donde debe concentrarse el análisis sobre la “tardanza”: el plano político.
  • La responsabilidad por corregir las distorsiones derivadas de la multiplicidad cambiaria y de la utilización de una tasa de cambio oficial sobrevaluada corresponde, por tanto, a la esfera política, no a los economistas.
  • El trabajo de los economistas-académicos cubanos, en el tema de las tasas de cambio, ha sido encomiable cuando se considera el contexto de lastimosa penuria de datos en el que han debido trabajar. Ese entorno pudiera cambiar muy rápidamente si los políticos decidiesen resolver la penuria informativa que hoy retrasa el trabajo de los científicos sociales.
  • No existen en Cuba “deformaciones” generales en materia de tasas de cambio -mencionadas en abstracto- que simultáneamente funcionen en “detrimento” de todas las empresas estatales y que, a la vez, “favorecen” a todo el sector no estatal. Ese es un mito apoyado en un análisis extraviado.
  • En Cuba existe un sector de empresas estatales que utiliza una tasa de cambio oficial que va en “detrimento” de la rentabilidad de algunas de esas empresas (no de todas), porque se trata de una tasa de cambio divorciada de la realidad económica. Esa tasa es una “deformación”.
  • La tasa de cambio oficial no opera simétricamente “en detrimento” de todas las empresas estatales. Principalmente, funciona “mal” para las empresas exportadoras y para las que sustituyen importaciones.
  • Las actividades del sector privado utilizan una tasa de cambio distinta (la de CADECA) que las “favorece” porque es una tasa de cambio económicamente mejor fundamentada, es decir, refleja con mayor fidelidad las condiciones reales del ámbito económico (cambio minorista individual de monedas) para el cual fue establecido esa tasa. La tasa de cambio que utiliza el sector privado no es una “deformación”.
  • Si una de las tasas de cambio (la oficial) es una ficción administrativa y la otra tasa (la de CADECA) refleja condiciones de oferta y demanda, no se necesita un análisis muy elaborado para llegar a la conclusión acerca de cuál de esas dos tasas funcionaría más adecuadamente en la determinación de rentabilidades realistas.
  • La noción de que existen en Cuba unas “deformaciones” cambiarias generales -enunciadas en abstracto- que parecerían operar con una especie de prejuicio según la forma de propiedad (“malas” para lo estatal y “buenas” para lo privado), es una proposición que no cuenta con evidencia que permita validarla y que, por tanto, no debería ser propagada.
  • Es el tipo de fábula pseudo-académica que alimenta el dogmatismo de quienes niegan -en la práctica- la integralidad de un modelo económico reformado en Cuba y que defienden, en cambio, la visión de una economía cubana con “dos velocidades”: un “gran” sector de empresas estatales liderando vínculos selectivos con el capital extranjero, cooperativas y parte de la actividad privada nacional, que coexistiría con un área “zombi” -de baja productividad y de reproducción simple- formado principalmente por el tipo de trabajo por cuenta propia que hoy es autorizado en el país.

Aseguran BioCubaFarma y Minsap que se estabiliza paulatinamente la disponibilidad de medicamentos



Desde inicios del 2016, de manera conjunta el Minsap y BioCubaFarma trabajamos para dar respuesta al sistema de salud y lograr la disponibilidad de al menos un medicamento por grupo farmacológico

Autor: Lisandra Fariñas Acosta | lisandra@granma.cu

La inestabilidad que desde el pasado año ha presentado la Industria Farmacéutica en el abastecimiento al sistema de salud, y que ha provocado numerosas faltas y bajas coberturas de fármacos en la red de farmacias del país, ha hecho nuevamente del tema de los medicamentos una de las principales preocupaciones de la población cubana.

Sobre las causas que han conllevado a esta situación y las medidas y proyecciones conjuntas del sector productivo y el Ministerio de Salud Pública (Minsap) para reducir las faltas actuales, la prensa conversó con funcionarios del Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica (BioCubaFarma) y Minsap.

«De los 801 medicamentos que conforman el cuadro básico, somos responsables del 63 % de estos, es decir, que 505 medicamentos son producidos por la Industria Farmacéutica Nacional y otros 296, un 37 %, son importados de forma terminada por el Minsap. Para la distribución en la red de farmacias corresponden 370 renglones, que representan el 47 % del cuadro básico de medicamentos, de ellos 301 de producción nacional y 69 importados», apuntó Rita María García Almaguer, directora de Operaciones de BioCubaFarma.

Dra. Cristina Lara Bastanzuri, jefa del departamento de planificación y análisis de medicamentos del MINSAP. Foto: Juvenal Balán«Ello se traduce en que afectaciones en la industria repercuten directamente en la red de farmacias», ejemplificó la doctora Cristina Lara Bastanzuri, jefa del Departamento de Planificación y Análisis de Medicamentos, Reactivos y Farmacoepidemiología del Minsap.

Como causa fundamental de la inestabilidad en las entregas de medicamentos por parte de la industria al sistema de salud, García Almaguer apuntó la falta de financiamiento oportuna para pagar a los proveedores, con los cuales se negocia la adquisición de las materias primas, materiales de envases, e insumos, «teniendo en cuenta que más del 85 % de los productos que se utilizan en la producción de medicamentos son importados, y el 92 % de los principios activos, provienen fundamentalmente de mercados lejanos como China, India, y Europa; así como el 60 % de los materiales de envases».

Esta situación, dijo, derivó en «el paro de plantas durante el año 2016 y parte del 2017, pues al no disponerse de los recursos a tiempo, se detuvo la producción de algunas formas farmacéuticas que no nos permitió cumplir con el sistema nacional de salud».

Rita María García Almaguer, directora de Operaciones de BioCubaFarma. Foto: Juvenal Balán«Nuestra industria tampoco está ajena a las afectaciones del bloqueo norteamericano, que provoca elevados gastos por la no utilización del dólar en las transacciones, las dificultades en los bancos, tener que utilizar terceros países para lograr adquirir equipos, piezas de repuesto de fabricación americana, reactivos químicos y otros insumos, y adquirir las materias primas en mercados muy lejanos con largos periodos de entregas, donde los fletes muchas veces son aéreos, lo cual provoca tener que erogar más divisas de lo que cualquier otro país gastaría para poder obtenerlas».

VOLVER A LA ESTABILIDAD

Desde inicios del 2016, de manera conjunta el Minsap y BioCubaFarma trabajamos para dar respuesta al sistema de salud y lograr la disponibilidad de al menos un medicamento por grupo farmacológico, aseguró la directora de Operaciones de ese grupo.

A partir del mes de junio comenzó a entrar un volumen importante de materias primas, y en correspondencia, un grupo de medicamentos comenzaron a tener presencia en el sistema. Aun así, en agosto persistía la falta y baja cobertura, a nivel de las farmacias, de más de 20 medicamentos de tarjeta control y de medicamentos que son de alta demanda, algunos de los cuales responden a enfermedades de alta prevalencia en la población, señaló Lara Bastanzuri.

Entre ellos, por ejemplo, la especialista mencionó los diuréticos tiazídicos, que son los que comúnmente se conocen como Hidroclorotiazida y Clortalidona. «Ambos coincidieron con afectación y eso significa 1,1 o 1,2 millones de cubanos que hoy toman alguno de estos como parte del tratamiento para su hipertensión. Igual de forma intermitente se mantuvo la disponibilidad del Enalapril y el Captopril, y eso se traduce en 1,4 millones de pacientes que hoy los toman, incluso a veces combinados con los diuréticos tiazídicos. Realmente, o no se encontraban en la red de farmacias, o la disponibilidad que había era inferior a las necesidades de la población», explicó.

Esta no fue una situación que pasó por alto para el sistema de salud, sostuvo la entrevistada. «En el mes de agosto se comenzaron a realizar reuniones al más alto nivel de dirección, tomando un grupo importante de medidas para lograr resolver o por lo menos paliar la situación del desabastecimiento. A partir de ahí se logró de alguna manera resolver la situación que se tenía con un grupo de suministradores chinos, importantes en el tema de materias primas e insumos a la producción. También el Ministerio de Economía y Planificación nos asignó de forma diferenciada un financiamiento para lograr elevar la cobertura de los medicamentos de tarjeta control», señaló Lara Bastanzuri.

En ese sentido, comentó que ya arribó un primer parcial de Hidroclorotiazida, omeprazol, salbutamol y metformina. «Tendremos además disponibilidad de medicamentos importados paralelos a la entrega de la industria nacional, que ha sido una de las medidas para tratar de elevar la cobertura a nivel de farmacia».

Además, dijo, hoy se implementan acciones con el tema de la distribución, de forma priorizada y con énfasis en que cuando una farmacia reciba el medicamento, lo reciba para todos los pacientes que tiene inscritos, explicó.

Puntualizó que hoy existen diez medicamentos para los que se está importando entre 60 y 120 días de consumo. Estos son la Hidroclorotiazida, el Enalapril, el Captopril, el Nifedipino, metformina, Dinitrato de isosorbide, salbutamol, salazosulfapiridina, Omeprazol; y la Azitromicina en tableta.

«Hoy podemos decir que la industria se ha ido recuperando, mantiene estable la mayoría de sus producciones. En menor posición se encuentran las cremas, jaleas y ungüentos, las que irán de manera progresiva estabilizándose. De manera intencionada se ha ido trabajando en el programa de VIH y atención al grave, así como de oncología, en los cuales se ha logrado mantener la cobertura y entrega estable de medicamentos», señaló por su parte García Almaguer.

Luego de las grandes afectaciones, dijo la directora de Operaciones de BioCubaFarma, podemos decir que están estables hoy fármacos como el salbutamol en spray, con cobertura de más de 60 días en toda la red.

33 tesis para una reforma de la disciplina de la economía


Rethinking Economics –New Weather Institute 

Introducción
Estas 33 Tesis, elaboradas por estudiantes, economistas y académicos reunidos por Rethinking Economics y el New Weather Institute, respaldadas por importantes economistas y dirigentes políticos, como la parlamentaria británica Caroline Lucas, resumen una detallada crítica de la corriente principal de la disciplina de la economía.
Economistas de renombre como Mariana MazzucatoKate RaworthSteve Keen, junto a Sally Svenlen, estudiante de Rethinking Economics, tomaron parte en un acto presidido por Larry Elliott, jefe de la sección de Economía de The Guardian, en el que se debatieron las 33 tesis, junto a la petición de reformas.
El acto tuvo lugar el martes, 12 de diciembre, en el University College de Londres y a su término los participantes, público y estudiantes se encaminaron a las puertas de la London School of Economics donde dejaron fijadas sus Tesis y exigieron esa Reforma.
Caroline Lucas, diputada y dirigente del Partido Verde [del Reino Unido], “Rethinking Economics tiene toda la razón al afirmar que una disciplina económica mejor no sólo es posible sino esencial. Durante un tiempo ya excesivo, la corriente principal de la política ha rendido culto al altar de la economía neoliberal, como si fuera la única manera de hacer las cosas. Ese enfoque con anteojeras está claramente equivocado y es magnífico que Rethinking Economics esté ampliando el debate y vaya aportando ideas novedosas”.
Ha-Joon Chang, de la Universidad de Cambridge, y autor de 23 Things They Don’t Tell You About Capitalism and Economics: The User’s Guide [23 cosas que no te cuentan sobre el capitalismo, Debate, Madrid, 2012]: “La economía neoclásica desempeña el mismo papel que la teología católica en la Europa medieval: un sistema de pensamiento que argumenta que las cosas son lo que son porque tienen que serlo. Al igual que en la Reforma de hace quinientos años, los jóvenes economistas de  Rethinking Economics están desafiando el monopolio intelectual, apelando a un enfoque más pluralista e interdisciplinar de la economía. Se trata de una intervención extremadamente importante y oportuna en una coyuntura que bien puede ser la última ocasión de salvar de sí misma a la corriente principal de la economía, y salvar al mundo de esa corriente principal. Préstenle atención”.
Steve Keen, autor de Debunking Economics, [La economía desenmascarada, Capitán Swing, Madrid, 2015]: “La economía necesita una revolución copernicana, y no digamos ya una Reforma. La teoría del equilibrio en economía debería acabar donde acabaron los epiciclos tolemaicos en astronomía”.
Victoria Chick, profesora emérita de Economía en el University College de Londres: “En la economía de hoy, en el camino a la verdad están como mediadores sus sacerdotes. La Reforma de la economía, en estas Tesis pegadas aen las puertas de la LSE, arguye que los estudiantes deberían leer las escrituras, en toda su extensa variedad, por sí mismos. Sabrán así que el Papa (ayer Samuelson, hoy Mankiw) no es infalible y que deben buscar la verdad en la competición de las ideas”.
Sir David King, FRS: “La oportunidad de y la necesidad de repensar los modelos económicos se ve estimulada por una serie de fallos manifiestos recientes. Las grandes amenazas del cambio climático y la destrucción ecológica. La crisis financiera de la deuda de 2007/8. El aumento de las diferencias en los niveles de renta de los más pobres y los más ricos de nuestras sociedades. El control de los medios por parte de un reducido número de individuos extremadamente ricos. En este contexto, el documento de las’33 Tesis’ es un estímulo para la acción y ha de ser pero que muy bienvenido”.
Kate Raworth, autora de Doughnut Economics: “Los estudiantes de Económicas de hoy en día se enfrentan a una profunda ironía. Al comprometerse a emplear años de su vida y una gran cantidad de dinero, lo primero que descubren es que tienen que volver a redactar el programa para que se adapte a los desafíos que saben que hay por delante. Sí, la economía está en crisis y lo último que necesita es una reforma insidiosa: es hora de una reforma de gran alcance. Escuchemos a los estudiantes: son el futuro de la economía y su mejor oportunidad de volverse de nuevo algo pertinente”.
Sally Svenlen, estudiante perteneciente a Rethinking Economics: “Hace quinientos años Martín Lutero dio principio a un movimiento que alteraría hasta sus cimientos las prácticas del sistema establecido. Hay muchísima gente que labora a diario a su modo para tratar de mejorar las prácticas económicas establecidas. Hemos reunido todas estas experiencias, ideas y energies en una sola declaración sobre cómo ha de cambiar el actual establishment económico. Es difícil ignorar la verdad cuando la tienes ahí colgando de la puerta”.
Los estudiantes de Rethinking Economics han protestado en sus estudios en los últimos cinco años. Desde marcharse de clase a publicar un manifiesto para la reforma del programa académico buscando apoyos, de elaborar su propio libro de texto a escribir The Econocracy, un libro sobre la historia y argumentos del movimiento.
Rethinking Economics

33 TESIS PARA UNA REFORMA DE LA DISCIPLINA DE LA ECONOMÍA
EL MUNDO SE ENFRENTA A LA POBREZA, LA DESIGUALDAD, LA CRISIS ECOLÓGICA Y LA INESTABILIDAD FINANCIERA…
Nos preocupa que la economía esté haciendo mucho menos de lo que podría para proporcionar intuiciones que ayuden a resolver estos problemas. Esto sucede por tres razones:
Primero, en el seno de la economía se ha desarrollado un insano monopolio intelectual. La perspectiva neoclásica domina de modo abrumador la enseñanza, la investigación, la asesoría política y el debate público. Muchas otras perspectivas que podrían proporcionar intuiciones valiosas se marginan y excluyen. Y esto no tiene que ver con que una teoría sea mejor que otra sino con la noción de que el progreso científico sólo avanza por medio del debate. En el seno de la economía, este debate ha fenecido. 
Segundo, aunque la economía neoclásica haya realizado una aportación histórica y todavía resulte útil, hay enormes posibilidades de mejora, debate y aprendizaje de otras disciplinas y perspectivas. 
Tercero, la corriente principal de la economía parece haberse vuelto incapaz de autocorregirse, desarrollándose más como fe que como ciencia. Con excesiva frecuencia, cuando las teorías y la evidencia llegan a entrar en conflicto, son las teorías las que se han mantenido y la evidencia la que se ha descartado. 
Proponemos estas Tesis como desafío al insano monopolio intelectual de la corriente principal de la economía. Son ejemplos éstos de las fallas en las teorías de la corriente principal, de las intuiciones que tienen que ofrecer las perspectivas alternativas y de las formas en que un enfoque más pluralista puede ayudar a la economía a hacerse más eficaz y democrática. Es una afirmación de que es posible una economía mejor y una invitación al debate.
FINALIDAD DE LA ECONOMÍA 
1. La finalidad de la economía la ha de decidir la sociedad. Ninguna meta económica puede separarse de la política. Los indicadores de éxito representan elecciones políticas. 
2. La distribución de la riqueza y la renta son fundamentales para la realidad económica y así deberían serlo en la teoría económica.
3. La economía no está exenta de valores y los economistas deberían mostrarse transparentes acerca de los juicios de valor que hacen. Esto se aplica especialmente a esos juicios de valor que pueden no ser visibles para un ojo inexpero.  
4. La política no ‘nivela’ el campo de juego, pero lo inclina en una dirección. Nos hace falta una discusión más explícita de qué género de economía queremos y de cómo alcanzarla.
EL MUNDO NATURAL
5. La naturaleza de la economía es que se trata de un subconjunto de la naturaleza, y de las sociedades en cuyo seno surge. No existe como entidad independiente. Las instituciones sociales y los sistemas ecológicos son, por tanto, centrales y no externos a su funcionamiento.
6. La economía no puede sobrevivir o prosperar sin insumos del mundo natural. O sin los muchos sistemas de soporte vital que proporciona la naturaleza. Depende de un flujo continuo de energía y material y actúa en el seno de una biosfera de delicado equilibrio. Una teoría económica que trate el mundo natural como algo externo a su modelo no puede comprender plenamente de qué modo la degradación del mundo natural puede dañar sus propias perspectivas. 
7. La economía debe reconocer que la disponibilidad de la energía y recursos no renovables no es infinita, y el uso de estas reservas para acceder a la energía que contienen altera los equilibrios de energía agregada del planeta, ocasionando consecuencias tales como los trastornos climáticos.
8. No se puede ignorar la retroalimentación entre la economía y la ecología. Ignorarla hasta la fecha ha conducido a una economía global que opera ya fuera de los umbrales de viabilidad de la ecología que la alberga, pero requiere mayor crecimiento para funcionar. Pero la economía ha de anclarse en las constricciones objetivas de la ecología del planeta.
INSTITUCIONES Y MERCADOS
9. Todos los mercados están creados y configurados por las leyes, las costumbres y las culturas y se ven influidos por lo que hacen y por lo que no hacen los gobiernos. 
10. Los mercados son resultado de las interacciones entre diferentes tipos de organismos públicos y privados (además de las del sector voluntario y la sociedad civil). Habría que dedicarle más estudio al modo en que se organizan en realidad estos organismos y a la manera en que funcionan y podrían funcionar las interrelaciomes entre ellas.
11. Los mercados son también más complejos y menos previsibles de lo que puede implicarse de las simples relaciones de oferta y demanda. La economía necesita una comprensión más profunda de cómo se comportan los mercados, y podría aprender de la ciencia de sistemas complejos, tal como se emplea en la física, la biología y la informática.  
12. Las instituciones dan forma a los mercados e influyen en el comportamiento de los agentes económicos. La economía debe considerar por tanto las instituciones como parte central de su modelo.
13. Puesto que diferentes economías tienen diferentes instituciones, una política que funciona bien en una economía puede funcionar mal en otra. Por esta razón, entre muchas otras, resulta improbable que sea de ayuda proponer un conjunto universalmente aplicable de medidas políticas económicas que se base únicamente en la teoría económica abstracta. 
TRABAJO Y CAPITAL
14. Se puede mostrar que salarios, beneficios y retornos sobre activos dependen de un amplio abanico de factores, entre ellos el poder relativo de trabajadores, empresas y propietarios de activos, y no simplemente en su aportación relativa a la producción. La economía necesita una comprensión más amplia de estos factores con el fin de informar mejor sobre aquellas elecciones que afectan a la porción de renta recibida por los distintos grupos de la sociedad. 
NATURALEZA DE LA TOMA DE DECISIONES
15. Error, sesgo, reconocimiento de patrones, aprendizaje, interacción social y contexto son todos influencias importantes sobre el comportamiento que no están reconocidas en la teoría económica. La corriente principal de la economía necesita, así pues, una comprensión más amplia del comportamiento humano y puede aprender de la sociología, psicología, filosofía y otras escuelas de pensamiento.  
16. La gente no es perfecta y no es posible la toma de decisiones económicas ‘perfectamente racionales’. Toda decisión económica que tenga algo que ver con el futuro implica algún grado de incertidumbre no cuantificable y requiere, por tanto, tener juicio. La corriente principal de la teoría económica y la práctica han de reconocer el papel de la incertidumbre.
DESIGUALDAD
17. En una economía de mercado, la gente que dispone de las mismas capacidades, preferencias y dotes no tiende a acabar con el mismo nivel de riqueza, sujeta sólo a una variación aleatoria. Los efectos de pequeñas diferencias en la suerte o las circunstancias pueden llevar aparejados resultados enormemente diferentes para gente semejante. 
18. Los mercados muestran a menudo una tendencia a una desigualdad creciente. A su vez, las sociedades desiguales se desempeñan peor en toda una serie de indicadores de bienestar social. La corriente principal de la teoría económica podría hacer mucho más por comprender de qué modo y por qué sucede esto, y de qué forma puede evitarse.
19. La proposición según la cual a medida que un país se hace más rico, la desigualdad debe inevitablemente aumentar antes de que caiga, se ha demostrado falsa. Cualquier combinación de crecimiento del PIB y desigualdad es posible.
CRECIMIENTO DEL PIB, INNOVACIÓN Y DEUDA
20. El crecimiento es una opción política, tanto como económica. Si elegimos perseguir el ‘crecimiento’, entonces las preguntas – ‘¿crecimiento de qué, por qué, para quién, durante cuánto tiempo y cuánto es suficiente?’ – deben responderse de modo explícito o implícito.
21. La innovación no es externa a la economía, es parte inherente de la actividad  económica. Nuestra comprensión del crecimiento del PIB puede mejorar si contemplamos la innovación como algo que sucede en un ecosistema en desequilibrio en constante evolución, configurado por el diseño de los mercados y por las interacciones entre todos los agentes en su seno.
22. La innovación tiene a la vez un ritmo y un rumbo. El debate sobre el ‘rumbo’ de la innovación requiere comprender la ‘finalidad’ del diseño de políticas. 
23. La deuda privada también influye profundamente en el ritmo con que crece la economía, y sin embargo queda excluida de la teoría económica. La creación de deuda se suma a la demanda financiada por el crédito, y afecta tanto a los mercados de bienes como al de activos. No se pueden separar las finanzas y la economía.
DINERO, BANCOS Y CRISIS
24. La mayoría de la nueva moneda que circula en la economía la crean los bancos comerciales cada vez que realizan un nuevo préstamo.
25. La forma en que se crea el dinero afecta a la distribución de la riqueza en el seno de la sociedad. Por consiguiente, el método de creación del dinero debería entenderse como una cuestión política, no simplemente técnica.
26. Puesto que los bancos crean dinero y deuda, son agentes importantes en la economía. Y se les debería incluir en los modelos macroeconómicos. Los modelos económicos que no incluyen a los bancos no podrán predecir las crisis bancarias.  
27. La economía necesita una comprensión mejor de cómo se pueden crear internamente la inestabilidad y las crisis en el seno de los mercados, en lugar de tratarlas como ‘shocks’ que afectan a los mercados desde fuera.
28. La financiarización tiene dos dimensiones: las finanzas cortoplacistas y especulativas, y la economía real financiarizada. Los dos problemas han de estudiarse conjuntamente.
ENSEÑANZA DE LA ECONOMÍA
29. Una buena formación en economía tiene que ofrecer una pluralidad de enfoques teóricos a sus estudiantes. Ello debería incluir no sólo la historia y filosofía del pensamiento económico sino también un amplio abanico de perspectivas actuales, tales como las institucionales, austriacas, marxistas, postkeynesianas, feministas, ecologistas, y de la complejidad. 
30. La economía misma no debería ser un monopolio. Los cursos interdisciplinarios son claves para comprender las realidades económicas de las crisis financieras, la pobreza y el cambio climático. La política, la sociología, la psicología y las ciencias ambientales deben integrarse, por tanto, en el programa académico, sin que se las trate como adiciones inferiores a la teoría económica existente.
31. No debería enseñarse economía como un estudio neutral en valores de modelos e individuos. Los economistas tienen que estar versados en ética y política, así como ser capaces de involucrarse de modo significativo con la opinión pública.
32. Concentrarse abrumadoramente en la estadística y los modelos cuantitativos puede acabar cegando a los economistas frente a otras formas de pensar. Habría que apoyar a los estudiantes para explorar otros enfoques metodológicos, entre ellos la investigación cualitativa, la entrevista, el trabajo de campo y la argumentación teórica.
33. Por encima de todo, la economía ha de hacer más por alentar el pensamiento crítico y no premiar simplemente la memorización de teorías y la aplicación práctica de modelos. Hay que animar a los estudiantes a comparar, contrastar y combinar teorías, y a aplicarlas críticamente a estudios en profundidad del mundo real.
Publicadas en Londres la tarde del martes, 12 de diciembre, en el 500 aniversario de la Reforma, y ‘clavadas’ en las puertas de la London School of Economics.
Es un movimiento de reforma de la enseñanza de la Teoría económica que se inició en 1992 en la Universidad de Sydney y con una carta de 9 Premios Nobel de Economía a la American Economic Review. En la actualidad, este movimiento de reforma universitaria de inspiración postkeynesiana se ha extendido por numerosas universidades del Reino Unido, Francia, EEUU, Israel, Brasil, Italia y China.
Fuente:
www.rethinkeconomics.org
Traducción:
Lucas Antón

Mejoras en instalaciones y nuevos ómnibus

Foto: Juan Pablo Carreras Vidal
HOLGUÍN.–La nueva y funcional Terminal Interprovincial de Ómnibus de este territorio es un ejemplo notable de las acciones ejecutadas durante el 2017 por el Ministerio de Transporte con el propósito de mejorar la infraestructura destinada a la prestación de servicios a la población.
Lo afirmó Roberto Ricardo Marrero, director adjunto de la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE) Automotor del referido ministerio, quien añadió que las mejoras realizadas en inmuebles han estado acompañadas de la adquisición de nuevos ómnibus.
En el transcurso del año recién concluido hubo exitosas reparaciones en las terminales de Santiago de Cuba, Guantánamo y la Central de La Habana, al tiempo que continuaron las labores constructivas con el fin de terminar en el 2018 la de Sancti Spíritus.
Acerca del proyecto dirigido a renovar en cinco años el parque total de los ómnibus dedicados al servicio interprovincial de transporte de pasajeros, dijo que en el transcurso del 2017 fue posible adquirir cien nuevas unidades, de manera que se han completado 240.
En cuanto a los ómnibus viejos, precisó que se someten a reparación todos los que sean posibles en respuesta a la estrategia dirigida a abrir paulatinamente unas 15 nuevas rutas, con tramos más cortos que los cumplidos hasta ahora, decisión dictada por el largo periodo de explotación de esos medios.
La nueva terminal holguinera, que entró en funcionamiento ayer, es el resultado de una inversión cercana a los seis millones de pesos. El establecimiento posee salones de espera climatizados, incluido un pequeño local para mujeres embarazadas y madres lactantes; local para guardar el equipaje hasta el momento de abordar, cabinas telefónicas, conexión wifi y confortables habitaciones destinadas al descanso de los choferes, entre otras facilidades.