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lunes, 22 de enero de 2018

Una opinión sobre el llamado “Programa de estabilidad económica para Cuba”

Posted: 22 Jan 2018 07:49 AM PST 

Por: DrC Camilo Rodríguez Noriega *.


La oferta de un Programa de estabilidad económica para Cuba debe agradecerse, sobre todo si este ayuda a enrumbar lo que el Estado cubano viene haciendo al respecto a partir de la propuesta del VI Congreso del PCC. Primero, porque entrega un esfuerzo intelectual propositivo que está enclavado en acuciantes problemáticas de la economía nacional. Segundo, porque suma un criterio teórico a un escenario de búsqueda donde la solución definitiva es algo por encontrar y, en consecuencia, todos los análisis pueden incorporar puntos de vistas valiosos, aunque ninguno por separado pueda ser definitivamente EL ANÁLISIS y LA PROPUESTA.

Por eso es tan importante el ejercicio democrático y el equilibro del criterio desde el indisoluble nexo entre teoría y práctica para responder, entre otras cuestiones, a la necesidad indudable de asumir “un sector estatal eficiente con obreros bien remunerados, en combinación con un sector no estatal que permita que la gente produzca de acuerdo con su capacidad”. (P Monreal:Reformando a Cuba. La pugna entre economistas y la teoría del caballo muerto.

Sería tonto virar la espalda a una consideración como la del “Programa de estabilidad económica para Cuba”, siempre que de lo que se trate sea de evaluar objetivamente la situación existente, incluidos los niveles de ineficiencia económica e incluso aspectos sustanciales del modo económico en que hemos practicado la vía socialista de desarrollo, aunque en modo alguno esto suponga cuestionar la necesidad histórica latente de la continuidad de la misma, cualquiera que sean las reformas pertinentes. En ese espíritu he analizado el proyecto y, sin ser economista, creo que están planteados en el mismo varios asuntos que merecen reflexión para la acción. Los criterios que logro conformar al respecto los comparto honestamente en lo que sigue.

Precisamente porque la construcción socialista exige mucho más que economía sólida (aunque sin economía no puede haber construcción socialista pero tampoco una economía sólida genera ‘per se’ socialismo) me decido a intervenir opináticamente en el intercambio o polémica que se ha producido en torno a esta propuesta y a otros criterios.

Respecto a las consideraciones que hace el Programa sobre lo que ha de ser primero (Lo primero es lo primero)  subrayo, en concordancia con la síntesis de las ideas que allí se exponen, la importancia que tiene trabajar, como observaba Lenin, en el aseguramiento de la transición de las anteriores tareas principales a las nuevas.  Es decir, el valor de empezar por poner en práctica con eficacia lo más simple, de organizar de manera satisfactoria lo existente como premisa para preparar lo más complicado. Claro, importa hacerlo afianzando, en lo máximo factible, lo socialista logrado y gestionando todo el socialismo posible. Es ese un buen espíritu y forma parte del sentido de búsqueda en que andamos. Pero lo trazado como “lo primero” considero que está lejos de ser una tarea de plazo rápido, por disímiles razones objetivas y subjetivas, entre ellas las inscriptas en el tipo de proyecto político social que muchísimos cubanos y cubanas nos empeñamos en continuar en el flujo de condiciones existentes.

Lo anterior no niega la significación de las empresas no estatales en la estrategia de desarrollo nacional; es la conciencia de necesidad objetiva ello la que las incorpora a la política vigente. Es cierto que ha sido la empresa privada la que ha generado el mayor ritmo de empleo en la última etapa, mientras la estatal ha decrecido como hace notar el autor. No es una noticia, así estaba previsto en las bases de dicha estrategia política.

Sin dudas, el eje central (el control político del Programa por parte de los trabajadores) es válido para cualquier tipo de propiedad en que se asienten los distintos tipos de sectores económicos nacionales.
El control de los trabajadores (no únicamente obrero y, en mi criterio, sí más exactamente popular) debiera no estigmatizar, frente a la pertinencia de una comisión, el significado del total de los colectivos laborales desde sus organizaciones sindicales, campesinas y otras asociaciones, ni lo que se ha venido denominando control popular, aunque es evidente que todo ello deba ser revaluado críticamente en términos de estimular y alcanzar superior eficacia. Agregar algo paralelo obviando lo que está, por el mero hecho de ser distinto y no necesariamente novedoso, no es obligatoriamente garantía de que sea mejor y se salte ineficiencias acumuladas. En cambio, si puede generar algunos desaprovechamientos de un acumulado de actividad que debería ser incorporado críticamente. Esto sería más saludable para el conjunto de la sociedad o, más exactamente, para todo el entramado superestructural suyo reconocido constitucionalmente que debemos hacer más funcional, lo que no se resuelve apartándolo o desconociéndolo, aunque solo sea porque está ahí, aunque en mi criterio hay muchas razones más.


En el sector estatal la jerarquía del eje tiene que andar por caminos de críticas, consolidaciones, replanteos, rectificaciones, profundizaciones y creaciones.

En el sector estatal la jerarquía del eje tiene que andar por caminos de críticas, consolidaciones, replanteos, rectificaciones, profundizaciones y creaciones. En el resto de los sectores se impone fundamentalmente la creación para -y desde- las condiciones de nuestro proyecto político-social de construcción socialista. En la propuesta, este eje lo percibo estimado de un modo muy reducido, muy inferior a su real significado político, además de extremadamente empobrecido al identificarlo con la actividad de una comisión formada fundamentalmente por obreros estatales. A mi manera de ver, la comisión pudiera ser un agregado, no un sustituto, que es como logro entenderlo desde la lectura del documento..

El control político por parte de los trabajadores sugiere algo muy esencial que supera a una entidad provisional de control obrero directo como es el caso de la referida comisión, según definición del autor. La idea de una contrapartida socialista efectiva, ágil, funcional a las previsiones decisorias del Estado es buena y necesaria; nos hace cada vez más falta que ocurra de manera explícita y evidente. Eso subyace en la idea del control popular, aun cuando se considere que su práctica haya sido solo relativamente eficaz y, no pocas veces, plenamente ineficaz. También en el funcionamiento adecuado de los colectivos laborales desde el dato de realidad de que en Cuba seguimos luchando por hacer más pleno el precepto de que el sujeto fundamental del poder es una entidad colectiva y masiva: el pueblo unido y organizado ¿Qué asegura ahora que la comisión propuesta camine por mejores rutas de eficacia?

Si la comisión no sería una entidad técnica, ni se dedicaría a “estudiar” problemas sino a realizar recomendaciones políticas respecto a cada medida del Programa, según dice el autor, ¿a partir de qué base cultural realizará sus recomendaciones?, ¿cuáles serán los requerimientos para poder integrarla?, ¿cuál es el mecanismo para la integración de esta comisión?, ¿cuál será el lazo de esta comisión con los colectivos laborales organizados y del pueblo en general?, ¿es o no pertinente y legítimo ese lazo?, ¿por qué?, ¿por qué razón los trabajadores de los sectores no estatales no debieran estar si una buena parte de los trabajadores estatales se prevén, según el Programa, que pasen al sector no estatal?

El Programa se iniciaría con “la creación de las condiciones regulatorias mínimas que permitirían comenzar a establecer, en un breve tiempo, empresas cooperativas y privadas”.  El objetivo es “permitir que estas pudieran alcanzar una “masa crítica” suficiente para acomodar -en términos de empleo, ingresos y base impositiva- el inevitable impacto negativo de una devaluación de la moneda nacional sobre una parte de las empresas estatales” (Ibídem).  Es decir, las empresas privadas y cooperativas se conciben como la alternativa para asegurar socialmente una caída más suave del sector estatal.

El afán de entendimiento de esta propuesta genera la demanda de respuestas a preguntas como las siguientes:


¿acaso no se ha venido trabajando en la creación de estas empresas durante los últimos años, aun cuando sea más recientemente que se ha decidido, más o menos, llamarles según lo que son y eso, sin dudas, crea nuevas demandas institucionales, legales y funcionales?, ¿cómo acelerar ese proceso sin mayores peligros para la naturaleza político-social del proyecto revolucionario  y en atención a un entendimiento esencial de lo que el proponente ha denominado el eje central de la propuesta: el control político por parte de los trabajadores?, ¿qué cantidades y calidades económicas encierra esa “masa crítica” suficiente para acomodar el inevitable impacto negativo de una devaluación de la moneda nacional sobre una parte de las empresas estatales?, ¿qué garantías deben ofrecer esas empresas cooperativas y privadas para alivianar económica y socialmente aquella caída de parte de la empresa estatal?, ¿pueden esas empresas realmente ofrecer esas garantías?, ¿cuál ha de ser el ritmo de empleo que deberán sostener las empresas no estatales para sanear en corto plazo las plantillas de las empresas estatales, llevando al “cero desempleo neto” y generando el aprovechamiento de esos recursos laborales en la creación de valor?, ¿cuáles son las bases objetivas que permiten estimar que las empresas privadas y cooperativas realizarán esa absorción de empleo?, ¿cómo se expresará eso en las dimensiones cuantitativas y cualitativas de esas empresas?, ¿qué prácticas deberían consolidar o abandonar las incipientes empresas cooperativas y privadas según la experiencia de estos años?, ¿por qué han triunfado algunas de ellas y otras han quebrado?, ¿cuáles son los criterios sociales de éxito de este tipo de empresa en una sociedad que se empeña en construir el socialismo que le es posible?, etc. En el apartado del Programa dedicado a estas empresas no encuentro suficientes indicios de respuestas al respecto.

El ritmo adecuado que se hace necesario implica, a mi manera de ver, un manejo político de este proceso que asegure la mayor organicidad posible de estas formas económicas dentro del trazado general (no solo económico y jurídico) de construcción socialista. El autor lo sustenta al apuntar la necesidad de una “una legislación adecuada que regule la contratación laboral de acuerdo con principios de justicia social”  y las llamadas, en el Programa, “metas sociales predominantes”.
En todo caso se impone revisar la base regulatoria de la actividad de estas empresas, incluyendo no solo indicadores y relaciones económicas y la normatividad jurídica existente o debida sino también los elementos asociados a la producción, reproducción y socialización de valores sociales no capitalistas ni corporativistas y de estricta observancia de la política social y laboral del país, considerando el derecho de los colectivos laborales y de los sindicatos en su marco.

Todo esto debe estimar la participación pertinente de estos empresarios, a partir de la máxima planteada por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de que todo lo que hacemos es para continuar la construcción socialista y no para construir capitalismo. Cuestión esta que debiera presidir una suerte de prevención ideológico-axiológica, la que fuera conveniente incorporarla, de manera explícita y orgánica, en el proceso de autorización de las nuevas empresas y convertir sus premisas en objeto de control continuo, tanto como otros reguladores más explícitamente económicos y jurídicos.
En consecuencia, la búsqueda de organicidad social ha de ser para nosotros una constante histórica, como lo ha sido en cualquier sociedad.

Esta es una cuestión esencial porque tiene que ver con la naturaleza predominantemente política de la transición socialista en la que nos involucramos y, por tanto, con la suerte histórica de un proyecto político que en muchos órdenes ha sido fundante de grados históricos mayores de dignidad nacional, social y humanista del país, a pesar de las carencias y deficiencias acumuladas, gracias, en medida nada desdeñable, al soporte material generado por la empresa estatal y al esfuerzo del pueblo unido y organizado.

En consecuencia, la búsqueda de organicidad social ha de ser para nosotros una constante histórica, como lo ha sido en cualquier sociedad. Empeño este en el que economía, política, ideología, ética, cultura y sociedad han andado estrechamente enlazados. El asentamiento del capitalismo devino como proceso de encarnación de sus valores ideológicos esenciales en la estructura de propiedad que hace funcional la lógica dominante en este tipo histórico de sociedad. Todos los ajustes económicos capitalistas a lo largo de la historia han estado presididos por valores ideológicos encarnados en los valores económicos, de modo que son estos los que aparecen en su superficie. Es lógico que así sea; se trata de una sociedad históricamente establecida conforme a los códigos que la vitalizan en su singularidad.

La transición socialista cubana se esfuerza en el establecimiento de nuevas relaciones sociales que disienten procesalmente de las de tipo capitalista. Es evidente que la gran paradoja en esa lid es ¿quién vence a quién?, como sintetizaba Lenin. Por eso la política que dinamiza dicha transición debe interesarse tanto por el modo en que se resuelven los problemas prácticos como por el acumulado socialista que producen esas soluciones. No es el asunto anteponer dogmáticamente esta consideración a la realidad histórica. Es que la acción histórica la tome en consideración, pues la organicidad social durante la transición socialista seguirá siendo, como tendencia, socialistamente deficitaria y solo la superación de ese déficit dará cuenta del establecimiento histórico de una nueva y singular sociedad. Sin embargo, desconocer este asunto, dejarlo a la espontaneidad o aportar por descuido en un sentido incongruente con ese propósito son atentados reales contra la posibilidad de funcionamiento socialista, en lo posible, de lo esencial total del eje central de la propuesta.

Durante la transición socialista cubana la encarnación económica de los valores ideológicos de emancipación nacional, social y humana que la aúpan no se ha realizado suficientemente, ni siquiera en las formas asentadas en la propiedad social estatal socialista; mucho menos pueden hacerlo en la cooperativa no agropecuaria y en el sector privado. Para lograrlo no se le puede dar de lado a este asunto, es menester aprender a colocarlo en el empeño, no como agregado sino como regulador intrínseco al proceso económico en todo lo que sea factible. Ese es un acto de creación posible. No es de loco aspirar a que la empresa privada y cooperativa en Cuba se distinga de la de Nueva York o de la de Haití. Pero la aspiración debe ser construida, lo que será un empeño también para la continuidad de los ajustes históricos necesarios.

Se afirma en el Programa que la reforma de la empresa estatal y la expansión de un sistema empresarial cooperativo y privado son las dos caras de una misma moneda. Pero, tomando el símil, las dos caras de una moneda son (en su calidad monetaria) equivalentes, más exactamente univalentes, más allá de su complementación en el diseño que le da autenticidad territorial, valor legal y numismático, etc  ¿Es así como debe ser pensada la correlación sector estatal - sector no estatal en Cuba? Que no se comporten de modo antagónico ¿significa equivalencia?, ¿la rápida expansión del sector privado y cooperativo que se propone está mirando a esa equivalencia?, ¿el obstáculo solo se ve en la ineficiencia económica de parte de la empresa estatal o también en el monto económico-político general de la empresa estatal?, ¿la empresa privada y cooperativa en Cuba no tiene nada que ajustar en lo que de ella se ha visto ya?, ¿cómo contribuiría la rápida expansión de la empresa privada y cooperativa al necesario saneamiento de la empresa estatal y, por su vía, al progreso social asentado en la justicia para todos?, ¿cómo asegurarían materialmente esas empresas la extraordinaria responsabilidad material del sector estatal en la realización de la política social de la Revolución?, ¿cómo modificar el sistema tributario de modo que las empresas no estatales asuman la responsabilidad material social que tienen hoy las empresas estatales en la misma proporción en que se prevé la sustituyan en oferta de empleos y creación de valores?, ¿es acaso un asunto solo de aseguramiento material de la política social lo que se pone en juego con esta solución o también otros factores de carácter estratégico que no son estrictamente económicos, ya que la construcción socialista no es solo un asunto económico?, etc.

Es cierto que el autor precisa que “la propuesta se limita a proveer un esquema que pudiera orientar el proceso”  y que las variantes técnicas posibles “necesitan decisiones políticas que no competen a la esfera académica” (Ibídem).  No obstante, al estudiar el Programa no pueden evitarse determinadas preguntas, algunas de las cuales (y otras que se formulan antes y más adelante) pueden ser entendidas como parte del “esquema que pudiera orientar el proceso”. Algunas de estas preguntas están motivadas por el sentido desequilibrio en la ponderación del valor que se le otorga en la propuesta a las empresas privadas y cooperativas y el que se le adjudica a las empresas estatales. Respecto a estas últimas, a veces la moderación de la objetividad lleva a referirse a parte de ellas y en otras ocasiones esta mesura cede hacia el absoluto (ej: “¿cómo gestionar integralmente la principal fuerza productiva del país –sus trabajadores- ante la incapacidad de la empresa estatal para hacerlo?” ) La propia reconstrucción contextual de lo que llama “historia del caballo muerto” denota ese matiz de absolutización.

La compatibilidad e interrelación de los distintos sectores económicos -insoslayable necesidad en la que coincidimos con el autor- sitúa responsabilidades económicas y sociales en todos los sectores, para que la confluencia genere un sistema socialista de relaciones económicas (no necesariamente un único sistema de relaciones económicas socialistas) asentado en la diversidad de formas de propiedad y de gestión. Como bien subraya el proponente es improcedente concebir la batalla por el desarrollo si los diferentes tipos de empresas no se entretejen. La empresa estatal tiene el reto de la eficiencia que contribuya a asegurar materialmente también, en buena medida, el funcionamiento del resto de las formas de propiedad y estas deben aprender a asumir su responsabilidad social en una sociedad en construcción socialista, lo que es mucho más que el ajuste a un sistema tributario y jurídico-económico, favorecido por la eliminación de grandes obstáculos como la dualidad monetaria y cambiaria. ¿No sería conveniente en el análisis un deslinde entre el sector cooperativo y privado, ya que siempre se aluden entrelazados? ¿No son posibles mecanismos de fortalecimiento del binomio empresa estatal-empresa cooperativa (según los principios actuales o perspectivos de las mismas) como formas de empresas socialistas con grados diferentes de socialización, lo que sin dudas posee un extraordinario carácter estratégico? ¿No tiene ningún chance la estabilidad económica por la prevalencia de esa vía, sin negar el carácter complementario (y en ese sentido también estratégico) de la empresa privada?

Es cierto que el autor se ha ocupado en otras ocasiones de la empresa estatal, haciendo críticas y propuestas. Pero en el referido Programa (todos sabemos el significado político de un Programa) esto no se subraya con la fuerza que amerita, ya que, como reconoce en otro momento, en la empresa estatal “está el grueso del empleo, la principal fuente de ingreso familiar y el sostén de los impuestos de la nación”.

Este solo dato remarca el esencial y principal carácter estratégico de este tipo de empresa o, dicho de otra forma, su inequivalencia estratégica respecto a los otros tipos de empresas. Si la tendencia en la empresa estatal es a una deficiente o mala eficiencia económica, de acuerdo con el dato manejado y referenciado por el autor acerca de que 6 de cada 10 empresas son evaluadas de deficiente por la Contraloría General de la República ¿cuál sería el monto de ese sector no estatal? En atención a ese dato es obvio que si la solución es que el sector cooperativo y privado absorba los recursos humanos que dejarían de ser utilizados en el sector estatal (y obviamente otros bienes materiales), entonces el Programa desmantela el pilar de la base económica del proyecto político-social que se procura actualizar o reformar por razones como las que arguye el autor, entre otras.

Por demás, si “no debería considerarse como algo aceptable el desplazamiento de cientos de miles de trabajadores hacia unidades económicas con trayectorias de bajo aprendizaje tecnológico y organizativo”  ya que realmente es un serio problema económico, social, político e ideológico, ¿a qué actividades económicas deberían dedicarse las empresas privadas y cooperativas que absorberán la fuerza de trabajo proveniente de la deficiente empresa estatal para que este fenómeno antes apuntado no se reproduzca en ellas?, ¿avanzarán en todas las ramas del sector industrial?, ¿cómo juega eso con el precepto estratégico del predominio de la propiedad estatal sobre los medios de producción fundamentales, más allá de las precisiones que esta definición requiere?

Para mí las cuestiones apuntadas, de base principalmente axiológica e ideo-políticas, son esenciales y deben entrar también con carácter fundamental en el criterio no positivista de objetividad, por inseparables que son de cualquier esfuerzo de fortalecimiento de las fuerzas productivas (a partir de la premisa recalcada por el autor de que la fuerza de trabajo es la principal de estas) en unidad dialéctica con las relaciones de producción de prevalencia socialistas, incluido el saneamiento económico de cualquier tipo de empresa, subrayando, por su significación, la estatal. Ladear el análisis solo hacia esta mirada que resalto está mal. Subestimar esto, también lo está. Cualquiera de las 2 ausencias no ayuda porque desconoce el todo. Lo que está en juego es el todo. Es cierto que para abordarlo hay que ir a sus partes pero sin desconectarlas de aquel. Ser consecuentemente objetivo conmina a estimarlo.

Si para alguien todo esto es mera conversación o teque esa es su responsabilidad. En mi criterio son argumentos, como lo son los expuestos por el autor del Programa de referencia, aunque en ambos casos no estén todos los necesarios. Hay en ellos, es cierto, un fundamento doctrinal, pero ese existe en todos las ocasiones, sea uno u otro, aunque pueda parecer, o se prefiera creer, que no.
Como dice el autor, estamos frente a un asunto que es realmente práctico, precisamente por eso es también teórico e ideológico. La práctica es subjetivación de realidades al tiempo que objetivación de subjetividades, las que no solo son ideologías pero en ellas estas poseen una alta capacidad estructuradora.

*Dr. C. Filosóficas, profesor Titular de la Escuela Superior del Partido ´´Ñico López´´, vicepresidente de la sección de Ciencias Sociales de la Sociedad Económica Amigos del País.



Gramsci y Sraffa, la relación entre dos comunistas rebeldes

Por Sergio Cesaratto, Sin Permiso

La figura de Piero Sraffa es en gran parte desconocida para el público italiano, incluso los más cultos; poco más afortunada es la de Antonio Gramsci. Sin embargo, son los dos científicos sociales más extraordinarios de los que Italia puede vanagloriarse del siglo XX. El libro de Giancarlo De Vivo (En la tormenta del siglo XX - Antonio Gramsci y Sraffa entre la lucha política y la teoría crítica, Castelvecchi, 2017) hace luz sobre la interacción intelectual, política y humana que se estableció entre los dos en situaciones dramáticas en el siglo XX, como indica el acertado título del libro, que no solo está dirigido a académicos y "expertos", sino que es de gran interés para cualquier lector culto.

Gramsci y Sraffa se conocieron, como es sabido, en el Turín de la inmediata posguerra, y ambos eran discípulos de Umberto Cosmo (como Terracini y Togliatti). Los períodos más intensos de sus relaciones tuvieron lugar tanto en Turín (1919-1921) como en Roma (1924-1926). Pero nunca se interrumpió el contacto, incluso en el período de 1921-1924 en el que Sraffa primero (en Londres) y luego Gramsci (en Moscú) estuvieron ausentes de Italia. Desde Londres, Sraffa continuó colaborando con “Ordine Nuovo”. Después de la detención de Gramsci en noviembre de 1926, Sraffa sirvió de enlace con el Partido Comunista italiano en el exilio. Hasta la puesta en libertad condicional en 1934 de Gramsci, Sraffa solo pudo encontrarse con él una vez en 1927, y solo pudieron mantener correspondencia de manera indirecta a través de la cuñada del preso, Tatiana Schucht.

Sólo a partir de enero de 1935 pudo Sraffa visitar a su amigo en otras siete ocasiones. Sobre la última, a finales de marzo de 1937, Tatiana escribe (p. 17 del libro de De Vivo) que "ya es la tercera vez que Antonio recibe su visita, mañana y tarde... Su alegría me toca infinitamente, y su solicitud sincera de que el amigo escuche todo lo que quería decirle, y él mismo escuchar. Estas conversaciones es verdad que le cansan mucho, pero son para él tan importantes como el aire que respiramos".

Gramsci no será el único en experimentar una gran satisfacción en sus conversaciones con Sraffa; basta recordar sus encuentros semanales con Wittgenstein en Cambridge, y la afirmación de este último de que salía de cada conversación con Sraffa como un árbol podado. De Vivo nos da una idea de las conversaciones con Gramsci, cuyo componente humano es palpable en las palabras de Tatiana, de las que hablaremos más adelante. De Wittgenstein (y de Gramsci), Sraffa admirará el rigor de la investigación llevada al extremo: el economista admiraba sobre todo la honestidad, el rigor y la curiosidad intelectual.

Las cartas (primer capítulo)

La correspondencia de Sraffa con Tatiana es el medio con el que el economista (desde 1927 en Cambridge) se comunica con Gramsci. Recibe de la cuñada de Gramsci copia de las cartas del preso, y las remitirá al centro en el extranjero del Partido Comunista italiano en París. Sraffa sigue en persona tanto las iniciativas legales para la liberación de Gramsci (hasta el punto de atribuirse en alguna carta el título de abogado), a través de conocidos de su padre, antifascista y ex rector de Bocconi, como (aparentemente) las ilegales. A la luz de los profundos lazos entre Gramsci y Sraffa parece, por tanto, sorprendente que el papel del economista italiano fuese, como recuerda De Vivo, poco conocido durante mucho tiempo, casi oculto, y es sólo desde mediados de los años sesenta cuando comienza a emerger. Y, por desgracia, al salir a la superficie también comienzan a florecer las inferencias más variadas, a menudo no documentadas, sobre el papel de intermediario de Sraffa entre Gramsci y el Partido. En resumen, la acusación es que Sraffa había actuado como un agente del PCI, incluso de la Comintern, en estrecho contacto con Stalin y Togliatti. Desafortunadamente, algunos académicos reconocidos como Luciano Canfora se habrían prestado a este juego. La imagen que surge de la reconstrucción documental que hace De Vivo en el primer capítulo del libro es más bien el de un comportamiento extremadamente correcto de Sraffa, no solo en relación con el Partido sino, sobre todo, con su amigo en la cárcel, sin escatimar todos los esfuerzos posibles para su liberación y, al mismo tiempo, para aliviar su sufrimiento material e intelectual.

También está la cuestión de la famosa carta de Ruggero Grieco. Como tal vez los lectores sabrán, en 1928 la policía secreta fascista interceptó una carta del líder comunista exiliado dirigida a tres dirigentes presos, Terracini, Scoccimarro y Gramsci. Al mostrar que los tres eran miembros aún activos en la toma de decisiones del partido, esta carta podía ser un factor agravante de su situación en el inminente juicio ante el Tribunal Especial al que se enfrentaban. Gramsci fue inmediatamente aislado y sospechó de este descuido del Partido, volviendo sobre el tema cinco años más tarde en dos cartas a Tatiana, en las que explicaba sus atormentadas dudas de que la carta de Grieco hubiese sido enviada deliberadamente para agravar su situación. Y ¿quién, sino Togliatti? Tal era la confianza de Gramsci en Sraffa, que le pide a Tatiana que sus dos cartas sólo sean enviadas al ‘abogado' (y, por lo tanto, no al partido).

Determinar si Sraffa respetó o no la voluntad de su amigo es, pues, esencial, sobre todo cuando los buitres habituales han argumentado que este deseo no se cumplió. La reconstrucción de De Vivo, en lo que hace a este punto apasionante (aunque el libro en su conjunto lo es sin duda), documenta paso a paso, y de una manera que me parece incontrovertible, como Sraffa honró esa voluntad sin lugar a dudas. En concreto, Sraffa en los años setenta todavía estaba en posesión de las dos cartas de marras (las copias que le envió Tatiana), junto con veinte cartas sucesivas que, evidentemente, Sraffa había dejado de remitir al Partido. Un material que el Partido recibió por otros medios, en concreto de las autoridades soviéticas que heredaron los originales guardados por Tatiana. ¿Por qué Sraffa, se pregunta uno, no sólo respetó la voluntad de Gramsci de no entregar las dos cartas, sino tampoco las posteriores? De Vivo sugiere la hipótesis de que como consecuencia del incidente de Grieco (y otros "descuidos" posteriores), incluso Sraffa sospechaba cada vez más del Partido, una hipótesis apoyada en 1983 por Giorgio Napolitano, que después de la Segunda Guerra Mundial fue el vínculo entre el Partido y Sraffa. Este último, dice De Vivo, nunca rompió con el Partido (del que, sin embargo, no era miembro). Por su parte, Togliatti mantuvo deliberadamente en la sombra la figura de Sraffa durante más de treinta años, hasta el punto de manipular una carta importante de Tatiana a Sraffa, en la que relata el final de Gramsci, presentándola como dirigida "a su esposa y sus compañeros”. La actitud de Togliatti solo cambió cerca de su muerte, de manera que a mediados de los años sesenta se publicaron finalmente las dos cartas de Gramsci en las que se refería al incidente de Grieco (las que estaban en posesión de Togiatti, según se ha podido saber, no las de Sraffa), abriendo el debate en el marco de la discusión de si Gramsci pudo romper con el Partido Comunista en relación con la posición de la dirección soviética, que posteriormente apoyó la consigna de una asamblea constituyente democrática defendida por Gramsci contra la línea del Partido (al respecto ver un artículo de Leonardo Paggi de 1966 que despertó las iras de Amendola). La dirección comunista comenzó en ese momento a sospechar que Sraffa poseía más documentos de Gramsci, iniciando una caza del ratón que sólo tuvo éxito, después de mucha persuasión, en 1974, cuando Sraffa (que estaba empezando a perder la memoria) les entregó los documentos aún en su poder. Pero, como hemos dicho, dicho material estaba ya en posesión del Partido, e incluso se había publicado. En un apéndice del capítulo de De Vivo se desmontan las posteriores acusaciones de Canfora contra Sraffa en relación a la infame carta de Grieco. La pregunta es porque unos intelectuales respetables, más allá de los buitres, han tenido interés en Italia en ensuciar la figura cristalina de Sraffa. ¿Qué les molesta de Sraffa?

El materialismo de las ideas (segundo capítulo)

Sraffa mantuvo relaciones de intercambio intelectual profundas con algunos de los pensadores más brillantes de Cambridge, entre ellos el genio matemático Frank Ramsey, que murió prematuramente a los 26 años, y, por supuesto, Wittgenstein y Keynes. Por desgracia, conservamos escasos fragmentos de las largas conversaciones en las que sometían a la navaja de Sraffa sus teorías (probablemente más que a la inversa). Las conversaciones con Wittgenstein, según Amartya Sen, al que se refiere De Vivo, podían llegar a irritar en algunas ocasiones a Sraffa por su abstracción en comparación con las que tenía, más concretas, con Keynes. La distancia entre los dos economistas era naturalmente considerable, tanto en política como en economía, hasta el punto de que en 1951 Sraffa escribió a Dobb que Keynes era un "reaccionario". En realidad, dice De Vivo, a Sraffa le afectó mucho la muerte del gran economista en 1946. El genio de Sraffa se puede medir por el hecho de que Keynes consideraba un test las “extenuantes” críticas de Sraffa a los borradores de la Teoría General, y que Dennis Robertson, ex alumno de Keynes, más tarde inquisidor de la ortodoxia y revisor muy crítico de la Teoría general, agradeciese a Sraffa sus sugerencias, atribuyéndole en la práctica la autoría de gran parte de las críticas. Sraffa, “un misterio absoluto" como le define Richard Kahn (Pág. 82), un Zelig de la inteligencia, capaz de ayudar a aclarar puntos de vista opuestos, el de Keynes y los de sus críticos, en una avidez extrema de rigor.

Tampoco conocemos mucho sobre las conversaciones con Gramsci. Sin embargo, su opinión sobre Benedetto Croce es posible que les haya distanciado: Sraffa estaba decididamente a favor de la ciencia moderna, por la que tenía curiosidad, y creía que el idealismo de Croce era nocivo: "Es un hecho curioso que en la cultura de todos los italianos cultos hay un gran agujero: la ignorancia de las ciencias naturales. Croce es un caso extremo, pero típico. Los filósofos creen que, cuando han demostrado que los científicos serían dignos de suspender vergonzosamente en filosofía, su tarea ha terminado” [carta a Tania 23 de agosto de 1931, citado en la p.96).

Inicialmente interesado sobre todo en los problemas de la economía y las finanzas aplicadas (lo que lo enfrentó personalmente a Mussolini en no menor medida que Gramsci), a mediados de los años veinte Sraffa comenzó a interesarse en temas de teoría económica y se orientó a una carrera académica, lo que será la aventura intelectual de su vida y se convertirá en el desafío teórico más importante al marginalismo en el siglo pasado, junto al de Keynes. Eso no impidió que Sraffa siguiese manteniendo contactos políticos, no sólo con el Partido Comunista, sino también a mediados de los años veinte con la izquierda reformista, de Turati a Kuliscioff, de Rosselli a Gobetti. Por otra parte, Sraffa sufrió duros reproches de Gramsci y Togliatti por apoyar una línea de unidad de las fuerzas antifascistas en contraposición al sectarismo comunista, sin que por ello disminuyese la confianza del primero en él.

¿De que discutían hasta "tarde en la noche" Gramsci y Sraffa en Roma en el período 1924-1926? Inevitablemente, del estado insatisfactorio de los estudios económicos marxistas - sobre los que Gramsci emitió un severo juicio en los Cuadernos, compartido por Sraffa (p 119). Hay que recordar que sólo unos pocos años más tarde, en 1928, Sraffa comenzó a tener una idea bastante clara de la necesidad de reanudar el análisis de los clásicos y de Marx, que le absorbería en las próximas décadas. Por lo tanto, el mismo Sraffa vivía todavía el vasallaje intelectual común a muchos marxistas (pp. 104-7) en relación al marginalismo, representado en particular por la figura de Alfred Marshall, a pesar de las críticas muy severas que había formulado en dos artículos memorables en 1925 y 1926. Las discusiones de Sraffa con su amigo en la cárcel con respecto a los estudios económicos no tuvieron por otra parte grandes efectos (p. 115). Hubiera sido útil para el lector en este caso que De Vivo hubiera profundizado en las ideas que se apuntan de las cartas y en los Cuadernos, confrontándolas con interpretaciones anteriores, como las de Giorgio Lunghini (1994). Y en la interpretación del materialismo histórico, según De Vivo, los dos investigadores encontraron un terreno de elaboración común. En particular, el autor cita un pasaje de 1932 debido a Maurice Dobb, pero inspirado por Sraffa, en el que, en un punto clave, se habla de las "ideas" como "parte de la historia, que son 'hechos' de la experiencia histórica no menos que las invenciones mecánicas y [sic] las relaciones de propiedad, y entran en el proceso histórico de la misma manera que otros 'hechos'". Este "marxismo indisciplinado" de Sraffa (e indirectamente de Gramsci) fue objeto de acusaciones de "perversión idealista" de la célula del Partido Comunista de Cambridge, a las que Dobb respondió con irritación que el punto había sido inspirado por un camarada extranjero con una gran cultura marxista y mucho más involucrado en actividades revolucionarias (incluso ilegales) que los militantes de salón de la célula (p. 126).

El redescubrimiento de Marx

Como se ha señalado, De Vivo describe muy bien la situación intelectual del marxismo de los años veinte: una especie de división del trabajo en la que se aceptaba el análisis económico burgués como un análisis científico respetable de los problemas económicos concretos, relegando el marxismo a las “grandes leyes del movimiento del capitalismo”. Esta división de trabajo continuó en el PCI (y en el marxismo internacional también) más allá de los años veinte, al menos hasta la austeridad berlingueriana, cuando se abandonó el cuerno del marxismo dejando sólo el otro, la teoría económica burguesa. La economía crítica no fue materia prima fundamental del PCI, como por desgracia tampoco lo es hoy en día en su reformulación como farsa electoral. Que este fuera el camino que Sraffa recorrió hasta 1928 para liberarse del marginalismo y recuperar el punto de vista de los economistas clásicos y de Marx, en especial la teoría de la plusvalía (v. Cesaratto 2016) es objeto de controversia. En resumen, ¿Sraffa se inspiró en y se guió por Marx o recorrió un camino más complicado que culminó en una especie de redescubrimiento de Marx? La cuestión es delicada en dos aspectos. El primero, analítico en el sentido de que, como escribió el economista turinés, la vía para alcanzar una meta es a menudo más importante que el propio destino. Reconstruir y rehacer ese camino no es en realidad un mero ejercicio de historia del pensamiento, sino que significa volver sobre el proceso de catarsis de las ideas erróneas que se ramifican en todos los rincones de nuestra mente (según la famosa expresión de Keynes) y el no menos arduo de vislumbrar un nuevo punto de vista. El segundo, es más político en el sentido de que una derivación marxista directa del enfoque clásico expone a Sraffa a la acusación sutil, por ejemplo de Paul Samuelson, de haber sido un gran economista, pero desafortunadamente alentado por el deseo de validar a toda costa a Marx.

En un apéndice del segundo capítulo, De Vivo recupera lo que había defendido en algunas intervenciones científicas, en particular, nos guste o no, que fue El Capital de Marx la guía de Sraffa (en particular, el segundo volumen y el llamado cuarto volumen dedicado a la Historia de las Teorías de la Plusvalía). Evocando implícitamente el contexto esquizofrénico descrito por De Vivo, para el que en los años veinte se podía ser marxista defendiendo al mismo tiempo la validez del aparato marginalista de fijación de precios a través de las curvas de oferta y demanda; aunque más compleja es la posición de los que creen que hay una continuidad entre los famosos artículos de 1925 y 1926 de Sraffa sobre la teoría de los precios en Alfred Marshall (el marginalista más influyente) y posteriores avances. En particular, Sraffa rastrea en Alfred Marshallla la idea según la cual, con rendimientos constantes a escala, solo el coste determina el precio de los bienes. Sobre la base de esta sugerencia, Sraffa trata sucesivamente de anclar la determinación de los precios y la distribución de los elementos materiales (objetivos) desarrolladas en las teorías de la plusvalía del tardo mercantilista William Petty y los fisiócratas franceses, en lugar de en los conceptos subjetivos de "esfuerzo y sacrificio" de los marginalistas o en la teoría del valor trabajo de Ricardo y Marx (ésta último habría retenido casi un enfoque corrompido de la aproximación materialista del cálculo de la plusvalía de los autores precedentes a favor de una idea semi-ética del valor de la mercancía, ver en este sentido el estupendo ensayo de Saverio Fratini de 2016).

Una vez redescubierto este punto de vista materialista para sus ecuaciones, Sraffa retornó a Marx juzgando más amablemente la teoría del valor trabajo como el intento de Ricardo y Marx de desarrollar el enfoque de la plusvalía de manera original y fructífera , incluso dentro de los límites de esa teoría. El hecho de que, sin embargo, el valor-trabajo fuese una mala fundación, como ya sabían Ricardo y Marx, fue utilizado por uno de los fundadores del marginalismo, Boehm- Bawerk para atacar El Capital, predisponiendo la subordinación del marxismo al "más científico marginalismo”, que evoca De Vivo apropiadamente en su libro. El legado teórico más importante de Sraffa al pensamiento marxista y democrático es, por tanto, el haber roto esa subordinación y la esquizofrenia entre marxismo y marginalismo ilustrada por De Vivo. La cuestión del recorrido realizado por Sraffa en aquellos años decisivos permanece, naturalmente, abierto. Hubiera sido un enriquecimiento, en este sentido, que De Vivo hubiera mencionado la existencia de otras interpretaciones autorizadas.

Una figura molesta

Por lo tanto, la trayectoria de Sraffa es intelectualmente fascinante y está profundamente inmersa en la historia del corto Siglo XX, y en la del marxismo y la economía política. El libro De Vivo es en este sentido estricto no solo una lectura rigurosa sino absolutamente convincente. Una reflexión final sobre el impacto lamentablemente marginal de Sraffa en la cultura italiana hubiera sido interesante para el lector. La herencia de Sraffa en los estudios económicos sigue bien viva, y su escuela es una de las más vibrantes entre las heterodoxas - pero incluso en este caso, sin embargo, se ve a menudo marginada a favor de teorías menos coherentes. Los espacios para el pensamiento crítico en la economía, sin embargo, se han restringido drásticamente, y predominan los ‘bocconiani’ [de la Universidad Bocconi de Milán, “acríticos”, ndt] en todas las tendencias, a pesar de que la crisis ha demostrado dramáticamente su inconsistencia científica. El libro de De Vivo es importante en este sentido para sensibilizar a toda la cultura italiana de la necesidad de proteger la libertad de investigación económica, no sólo para defender el legado científico que es todo italiano, interdisciplinario, democrático y antifascista, sino porque sólo a partir de ahí, y del legado de Keynes, podrá surgir una nueva y más fructífera ciencia económica que supere el penoso autismo de la teoría dominante. En un momento de decadencia de nuestro país, ha llegado el momento de que Italia redescubra la talla humana e intelectual de Gramsci y Sraffa.

Transportación en ómnibus eléctrico muestra buenos resultados en La Habana

En este artículo: Energía, La Habana, Ómnibus, Transporte, Yutong
22 enero 2018 


La guagua puramente eléctrica E 12 elimina la dependencia de combustibles fósiles y no emite contaminación sonora. Foto: Alejandro Rojas

A dos meses de su puesta en funcionamiento de forma experimental, el ómnibus eléctrico E12, primero de su tipo en Cuba, muestra buenos resultados en la transportación de pasajeros en la capital cubana.

Juan Julián Caballero, director general de la Empresa Provincial de Transporte de La Habana, expresó que el ómnibus que cubre la ruta 18, con salida de la terminal Palatino, en el municipio del Cerro, goza de la aceptación de la población, pero se debe esperar que concluyan los estudios de factibilidad.

Explicó que la puesta en funcionamiento del ómnibus eléctrico es muy beneficiosa para el sistema empresarial porque reduce el empleo de combustible, lo cual contribuye al ahorro de portadores energéticos que tanto necesita el país.

Caballero anunció también que comenzará a funcionar en la ruta 18 un autobús híbrido que utiliza diesel y electricidad, debido a que ese trayecto cuenta con todas las características del protocolo de prueba.

El modelo cuenta con espejo retrovisor cubierto por una membrana calentadora eléctrica, que evita los efectos de la lluvia y resiste elevadas temperaturas, además de cámaras para la marcha atrás del vehículo y sensores de proximidad en los costados con el fin de evitar accidentes.

Los neumáticos del E12 carecen de cámara interna, lo cual garantiza que pueda recorrer hasta 30 kilómetros con una goma ponchada y sus puertas tienen incorporado un sistema sensorial que les impide cerrarsi existe un objeto o persona bloqueándolas.

Desde 2005 y hasta la fecha Yutong ha exportado a Cuba más de seis mil 880 vehículos, lo que ha permitido modernizar parte del parque automotor del país.

El pasado año este grupo internacional firmó un acuerdo cooperativo destinado a mejorar el transporte público cubano, así como la capacidad de la Isla de fabricar autobuses.

(Con información de ACN)

LOS MILLONES QUE VUELAN CON LOS CUBANOS.

(COMENTARIO DE HUMBERTO PEREZ)

22 DE ENERO DE 2018.

En estos últimos días, con el titulo que encabeza este comentario, ha circulado bastante en la prensa digital y a través de los e-mails un articulo periodístico de Fernando Ravsberg. Al articulo de marras lo reproduzco mas abajo con algunos subrayados míos 

Creo que ante esta informacion hay que recordar lo que nos dijo Marx en alguna ocasión: ¨si la esencia y la apariencia de las cosas coincidieran no haria falta la ciencia¨. 

Me veo llevado a retrotaerme a la epoca en que, como profesor joven de ¨El Capital¨ , explicaba la naturaleza y el funcionamiento del Capital Comercial tratado en el Tercer Tomo de dicha obra. 

En primer lugar haria falta disponer de una informacion que no esta en el articulo, no se obtiene a traves de las publicaciones estadisticas cubanas y no se si algun investigador y estudioso pudiera tenerlas por lo menos en parte. 

1--¿Cuál es el numero total de compradores cubanos que realizan estas compras en paises extranjeros para vender en Cuba los productos adquiridos? 

2--¿Cuántas veces, como promedio al año, un mismo comprador realiza estos viajes comerciales y compra fuera y vende dentro, es decir, cuantas operaciones completas de este tipo realiza como promedio anual? 

3--¿Cuál es el valor promedio anual por comprador? 

4--¿Cuál es el valor promedio por compra que se produce en este comercio? 

5- Por lo que se entiende de lo informado los 600 millones de USD de gastos anuales de que se habla incluyen lo que se paga por las mercancias (costo o precio mercantil), pero ademas los costos del viaje, hospedaje, transportaciones, re-envases y embalajes, fletes aereos o maritimos, comisiones u otro tipo de pagos a personal vinculado en los paises extranjeros, etc. ¿Es asi? 

Estos datos resultan necesarios para determinar la rotacion media anual del dinero o capital invertido y por lo tanto el monto real de este capital que debe ser logicamente una cifra bastante menor a los 600 millones de USD de que se habla. 

Por ejemplo, si hipoteticamente, se tratara de un solo comerciante que hiciera una compra a comienzos de año y otra a finales de año o comienzos del siguiente, es decir una sola operación en el año, necesitaría disponer efectivamente de 600 millones de capital para recorrer el ciclo completo de comercio anual, que seria un solo ciclo: compra una vez, trae lo comprado, se pasa el resto del año vendiéndolo en Cuba, recupera lo invertido y obtiene ademas una ganancia dada, y vuelve al final con los mismos 600 millones a realizar la compra del siguiente año y así sucesivamente. 

Pero si ese mismo comerciante paga en el extranjero los mismos 600 millones totales en el año pero lo hace cuatrimestralmente por partes iguales, es decir en 3 ocasiones en el año, para desarrollar su negocio necesitaría solo un capital comercial de 200 millones a los que hace rotar 3 veces en el año. Si lo hiciera cada dos meses, haría rotar su capital 6 veces y solo necesitaría desembolsar en cada ocasión 100 millones de USD y (supuestamente de los bancos del pais) solo extraería los 100 millones que invirtió en la primera vez, pues las siguientes veces se trataría de los mismos 100 millones que salen, entran, se recuperan, vuelven a salir, vuelven a entrar, etc. 

Se pudiera razonar que en definitiva, bajo una u otra hipotesis, del pais salieron los 600 millones de USD en el año, lo que solo seria cierto en apariencia. 

Y es que el capital comercial o mercantil se manifesta y existe, a traves de cada ciclo recorrido economicamente en la circulacion, en dos formas materiales distintas: comienza en forma de dinero (capital dinero), pero cuando el comerciante adquiere las mercancias que despues va a vender, ese capital se transfigura y regresa a Cuba revistiendo la forma material de productos o mercancias (capital mercantil). Este comerciante en este momento ha retornado al pais el mismo valor en divisas que saco pero en la forma material de productos. Su capital ha recorrido la fase D-M, que comenzo afuera pero que termina dentro del pais, al entrar a este y quedar dispuesto para su venta. 

Despues viene la fase de vender a los clientes (consumidores) cubanos la mercancia traida para que su capital recorra la fase final del ciclo, la fase M-D´, y se convierta de nuevo en dinero incrementado que contiene la recuperacion de lo invertido en el costo o precio de las mercancias y en los demas gastos de transportacion y comerciales en que haya incurrido, mas una ganancia mayor o menor que es de la que se apropia el comerciante. Esta fase ocurre tambien dentro del pais. 

¿A manos de quienes van a parar las mercancías traídas por el comerciante? A manos de otros cubanos que como consumidores las adquieren y con ellas satisfacen diversas necesidades. Es decir, el dinero que salio inicialmente (supuestamente de los bancos) del pais continua despues todo el tiempo dentro de este: primero en forma de mercancías aun en manos del comerciante y por ultimo en forma de bienes de consumo en manos de los consumidores. 

¿De que fuentes sale el dinero conque los consumidores cubanos le han comprado las mercancías a este comerciante? Puede ser que haya salido de un salario o una pensión pero lo mas frecuente y probable es que las hayan comprado con CUC o con CUP que hayan salido de las CADECAS cambiados por nuevas divisas que el pais ingresa de los receptores de las mismas, procedentes de remesas, turistas y otros residentes que tengan otros tipos de ingresos en divisas. Puede que en casos la compra se haya ejecutado informalmente y ¨por la izquierda¨ directamente en alguna divisa extranjera sin que haya pasado por las finanzas del pais y con frecuencia estos comerciantes no cambian en los bancos los CUC y CUP procedentes de las ventas realizada, sino que lo hacen también ¨por la izquierda¨ por los receptores de divisas en dolares, que prefieren hacerlo por esta vía para eludir en parte la multa a que esta sometida la divisa norteamercana en las CADECAS. Estas divisas en que convierte el comerciante sus ingresos, no solo son en su mayor parte la recuperación del capital inicialmente invertido, sino que ademas se trata de divisas que no han entrado en ningún momento en las arcas del Estado y son por tanto divisas frescas. 

Adicionalmente el comerciante debe haber pagado derechos de aduana e impuestos que representa ingresos para el pais, aunque sabemos que esto se burla muchas veces y que por estas vías se recibe menos de lo que se debía según lo legislado. No obstante hay que tener en cuenta que cuando incluso el comerciante paga sobornos, económicamente hablando, esta entregando esas divisas a manos de algún otro cubano que reside en el pais y esa divisa, aunque derivada de un acto ilegal y de corrupción, se queda dentro del pais aunque no en las arcas del Estado. 

Lo fundamental es entender que, aunque supuestamente, el capital inicialmente invertido por el comerciante para comenzar el primer ciclo de rotación haya salido de un banco cubano, ya las siguientes inversiones para comenzar los nuevos ciclos salen del dinero recuperado de la primera inversión o de fuentes de divisas frescas y no es una nueva salida de divisas de las arcas del pais. 

He subrayado la palabra supuestamente en varias oportunidades en que he dado por sentado que el dinero salio necesariamente de las divisas que el pais tiene en sus cuentas. Porque me inclino a pensar que la mayoría de los capitales originarios o iniciales de las actividades comerciales realizadas por cubanos a las que se refiere el articulo (y no solo en el caso de los E:U.) han salido de remesas en dinero o especie de familiares o amigos cubanos en el exterior que, a veces, ademas, son los verdaderos dueños de los negocios usando a los cubanos residentes en Cuba como sus testaferros. O han salido como una reinversion de algunos dueños de paladares o similares. O han salido de los ahorros de cooperantes cubanos en el extranjero, de los ingresos de artistas: músicos, pintores, etc. que tienen suficientes ingresos en divisas. Es difícil pesar que un cubano cuyos ingresos sean solo procedentes de sus salarios o pensiones o de los magros ingresos que tiene la mayoría de los auténticos cuentapropistas (no de los eufemisticamente llamados así pero que en la realidad son dueños de mypimes), puedan haber comprado divisas en un banco para iniciar una actividad comercial como las comentadas. 

Tengo la presunción de que la actividad comercial comentada ha representado mas que una fuga una entrada neta de divisas y de capital fresco al pais, ademas de resolver necesidades que las entidades del Estado no han logrado resolver. Deben haber resultado mas que una sangría una transfusión. 

Y tengo la impresión de que la no compresión de la esencia económica de esta actividad y el haberse guiado solo por sus apariencias es lo que llevo hace unos pocos años a los organismos decisores, a retirar licencias ( unas 20 000 si mal no recuerdo) que se habian concedido para ejecutar comercio minorista por cuenta propia, afectando innecesariamente a los que ya estaban empleados en dicha actividad y a la población consumidora que se vio privada de acceder a bienes e insumos que desaparecieron del mercado o se mantuvieron clandestinamente, que es lo que principalmente ha ocurrido. 

Considero que de lo que se trata es de autorizar estas actividades comerciales y regularlas y controlarlas debidamente e incluso ofrecer la oportunidad de que se creen asociaciones entre el sector privado y el sector estatal cooperativo que faciliten la entrada de capital fresco para financiar la mejora que el consumo de los articulos implicados en este comercio esta reclamando la poblacion. 

Espero no haberlos abrumado demasiado con esta explicacion y argumentacion y no haber resultado demasiado petulante, sobre todo ante el autor del articulo. 

Ademas, puede que algunos o muchos no esten de acuerdo con mis razonamientos. 

Por lo que no haya logrado o motive desagrado, pido disculpas. 

Humberto Perez 

Los millones que vuelan con los cubanos
Fernando Ravsberg, enero 18, 2018

Artículos de Fernando Ravsberg, Economía, En Portada, Política, Sociales
  
Un periódico español informa que decenas de miles de cubanos viajan cada año a Guyana para “importar” productos por valor de U$D 145 millones. El tráfico es tal que una aerolínea caribeña decidió establecer una ruta entre los dos países.

Es difícil confirmar la exactitud de esta cifra pero el presidente de Fly Jamaica, Ronald Reece, nos da una pista al afirmar que inician los vuelos porque “hay muchos cubanos que vienen a comprar aquí. Guyana es uno de los pocos lugares que pueden hacerlo sin una visa”.

El dinero que estos “importadores” gastan en Guyana no son pesos convertibles y mucho menos pesos cubanos. Para comprar en aquel país se necesita llegar con moneda dura, son dólares o euros que salen, de una u otra forma, de la economía nacional.

Otro tanto ocurre con Rusia, donde la afluencia de compradores de la isla es tal que en algunos mercados hay carteles en español dirigidos específicamente a los cubanos. Existe además una red de hostales para hospedarse y otra de transporte hacia los mercados.

Las aerolíneas mexicanas han intentado limitar, sin mucho éxito, la cantidad de bultos y el peso de estos. Finalmente se establecen dos colas una para los que vienen con una maleta y la otra para los que traen aires acondicionados, televisores o piezas automotrices.

En las calles de la zona franca de Panamá, se escucha constantemente el acento de la isla y en las tiendas más importantes los cubanos tienen personal exclusivamente dedicado a ellos, vendedores que conocen a la perfección las reglas de la aduana de Cuba.

Las empresas encargadas de enviar contenedores desde Panamá a la isla tienen grandes espacios con balanzas, para que los cubanos re-envasen lo que compraron hasta alcanzar decenas de paquetes con el peso máximo tolerado para no pagar impuestos al entrar a su país.

Hace un par de años ya, el gerente de la zona franca de Colón en Panamá, Manuel Grimaldo, revelaba un dato sorprendente: “Ese mercado cubano de a pie que viene a Panamá representa actualmente unos US$100 millones solo en compras dentro de la Zona”.

También a Haití viajan desde Cuba miles de personas en busca de mercancías y allí son esperados por los mercaderes con los brazos abiertos. Crearon incluso hostales para los compradores cubanos, donde el hospedaje diario con desayuno cuesta apenas U$D 10.

Entre Panamá y Guyana los cubanos se gastan unos U$D 250 millones cada año, si les sumamos Haití, Rusia y México podríamos hablar de U$D 600 millones. Esa sería la fabulosa cifra que sale de Cuba en los bolsillos de decenas de miles de personas, dedicadas a importar por cuenta propia.

En la isla esos productos no se venden en dólares sino en pesos, por lo cual se necesita volver conseguir divisas dentro de Cuba para comprar en el siguiente viaje. En pocas palabras, cada año salen cientos de millones en moneda dura, para beneficio de los comerciantes de otros países.

EEUU es parte de otra ecuación, el negocio del contrabando funciona ligado a las remesas familiares. Gran parte de los dólares que los emigrados envían se utilizan para comprar mercancías en Miami, cuya venta en la isla produce los CUC necesarios para pagar a los familiares.

La mayor parte de la mercancía entra como contrabando, sin pagar impuestos al Estado, sea porque los importadores conocen al detalle las reglas de aduana y las utilizan a su favor o porque conocen a alguien de la aduana que “trabaja” a su favor.

¡ OJO ¡Quien sostiene y alimenta este comercio es sin dudas el Estado con la escasez crónica de productos, el impuesto del 240% que se les aplica para la venta, la mala calidad de las mercancías importadas, la poca variedad e incluso el mal gusto de muchas de ellas.

Las importadoras cubanas han sido casi siempre nido de corrupción, cada cierto tiempo los directivos salen esposados de sus oficinas. Algunos exempleados reconocen haber cobrado decenas de miles de dólares en comisiones o viajes de turismo a cambio de firmar contratos.

El país necesita ordenar su comercio interno para que el grueso de las divisas se quede en la economía nacional. Ya sabemos que los particulares son más eficientes a la hora de importar, entre otras cosas porque antes de comprar hacen un estudio del mercado.

Los hay incluso que venden por catálogo y de esa forma tienen toda la mercancía colocada antes de poner un pie fuera de Cuba. Piden por email los productos y viajan a recogerlos cuando tienen un volumen que les permita costear gastos y obtener ganancias.

Hasta ahora la represión y la restricción no han logrado frenar este comercio y difícilmente podrán mientras persistan necesidades de consumo insatisfechas. Si las autoridades se proponen lograr un resultado distinto harían bien en idear soluciones diferentes.



ABUNDANDO SOBRE MI PROPUESTA DE PASOS A DAR PARA LA ELEIMINACION DE LA DUALIDAD MONETARIA Y CAMBIARÍA Y PARA EL INCREMENTO DE SALARIOS Y PENSIONES.

Por Humberto Perez

Ver este primer articulo:



ELIMINACIÓN DE LA DUALIDAD MONETARIA: PASO PREVIO A LA ELIMINACIÓN DE LA MULTIPLICIDAD CAMBIARÍA.

1—El primer aspecto sobre el que quiero abundar es el de la aparente inocua eliminación en la practica de la dualidad monetaria sin aun proceder a la modificación de las tasas cambiarias. 

Mi propuesta es llevar como un primer paso toda la contabilidad empresarial a una sola moneda desde los registros primarios convirtiendo los actuales registros, cuentas y operaciones internas en CUC a moneda nacional (CUP) simplemente multiplicando lo contabilizado en CUC por la tasa que se este utilizando actualmente en la empresa dada: 1x1, 1x2, 1x10, etc.

En definitiva hoy todas las entidades componentes del sistema empresarial actual en algun punto o instancia de su estructura organizativa deben consolidar sus balances contables en CUP, para obtener un resultado unico del trabajo de la entidad , para tributar al Presupuesto y a los fines de las Cuentas Nacionales.

Al partir de que toda la contabilidad de las empresas habra sido llevada a una sola moneda (el CUP) desde los registros primarios, e incluyendo a sus cuentas bancarias (excepcion hecha de las empresas extranjeras y empresas mixtas), considero que los precios interempresariales se pueden actualizar al establecer la nueva tasa de cambio, llevando el valor y precio de todos sus costos importados a CUP a partir principalmente de sus actuales costos en CUC multiplicados por la nueva tasa de cambio en sustitucion de la tasa actualmente utilizada, como bien tu propones.

Logicamente, al aplicarse una nueva tasa de cambio, se producira una consecuencia eslabonada desde los nuevos precios incrementados a los que las empresas importadoras venderan sus importaciones a las empresas productoras que inician la cadena de clientes nacionales. Dicho efecto, de manera ramificada se trasladara secuencialmente por estas ultimas a traves de sus nuevos precios mayoristas tambien aumentados, a todas las demas empresas consumidoras indirectas de productos importados que formen parte de la cadena, estableciendose un efecto ¨domino¨. 

Creo que si partimos de que el camino a recorrer comience por las empresas primeramente afectadas por el incremento de los precios de los insumos y demas recursos productivos de origen importado (las que dan inicio a la cadena), se puede lograr en corto tiempo conocer el efecto de la nueva tasa de cambio en todas las empresas de la economia nacional, aun antes de esta ser aplicada en la practica interempresarial.

El efecto ¨domino¨ interempresarial que se producira y que mas arriba menciono, sera factor determinante en el proceso de actualizacion de costos y precios en todo el sistema empresarial. Los demas costos: salarios, insumos de origen no importado o que simplemente no hayan experimentado el efecto ¨domino¨, asi como la depreciacion ya estaran denominados en CUP despues de dado el primer paso. Igualmente lo estaran las demas cuentas del Activo y el Pasivo del Balance General.

Sin dejar de ser complicado, me parece que el camino que propongo es relativamente simple y si demasiados compoentes tecnicos complejos a utilizar. Cuando a comienzos de los años 80 del siglo pasado se hizo una Reforma General de Precios Mayoristas en un plazo relativamente corto, no se disponia de los dispositivos tecnicos informaticos y los metodos y procedimientos tecnologicos y economico matematicos conque hoy se cuenta.

Manteniendo constantes los demas factores, la devaluacion del CUP debe provocar una tendencia hacia la irrentabilidad en las empresas netamente importadoras y en las netamente exportadoras una tendencia a una mayor rentabilidad e incluso super rentabilidad. Por ello, despues de conocidos sus efectos en el sistema empresarial en su conjunto y en las diferentes empresas es que se podra disponer de la informacion que permita conocer hasta que punto se pueden lograr las compensaciones internas suficientes mediante el uso del sistema impositivo adecuado, de los subsidios, correcciones de precios, correccion de la tasa, etc., para reducir el numero de las empresas que resulten irrentables sin perspectivas y cuales pudieran serlo solo temporalmente e ir estabilizando un sistema de precios interempresariales que permita un funcionamiento normal de la economia estatal, una ganancia media logica, una transparencia contable y estadistica adecuadas, asi como mecanismos de gestion y motivaciones suficientes en los cuadros, funcionarios y trabajadores en general.

En lo relativo al mundo economico del sector no estatal, de las personas naturales y del mercado minorista tambien considero que seria recomendable la eliminacion del CUC.

En los mercados minoristas de productos y servicios ya actualmente se estan usando indistintamente el CUC y el CUP. Los precios, explicita o implicitamente, estan nominados y manejados en la practica en las dos monedas mediante una equivalencia que oscila alrededor de 1 CUC=24 CUP. A veces la transaccion se realiza a 1x25, a veces a 1x23.

En las CADECAS las personas que presentan divisas extranjeras al cambio, reciben CUC pero en el mismo acto pueden cambiar por CUP los CUC que reciben dandose por tanto una operación intermediaria totalmente innecesaria. En estos dias, por ejemplo, quien haya presentado 100 francos suizos ha recibido 100 CUC y si ha presentado 100 euros recibiria 118 CUC. Pero sin apartarse de la ventanilla si le entrega a la cajera los 100 CUC recibidos a cambio le entregan 2400 CUP y, si es el caso de los 118 CUC le entregaran 2832 CUP. ¿Por qué no haberle entregado directamente esto ultimo sin pasar por el paso anterior? Es decir el CUC puede sin dudas eliminarse y ahorrar recursos y tiempo.

La eliminacion del CUC como un primer paso en mi criterio cumple un objetivo similar al que es necesario y aconsejable cumplir cuando en algun lugar se va a ejecutar la construccion de un edificio u otro inmueble. Lo primero que se hace es desbrozar el terreno, limpiarlo de basuras, arbustos, yerbas, piedras sueltas, etc. y dejarlo limpio antes de comenzar a fundir los cimientos.

Adicionalmente, si tenemos en cuenta que junto al cambio de la tasa para las relaciones interempresariales tambien se prevee un posible cambio de la tasa de cambio para la poblacion, es logico que pueda manifestarse cierta tendencia a la especulacion con cambios informales por encima o por debajo de la nueva tasa oficial que se establezca, y ello seria facilitado con la existencia de las dos monedas pues se haria sin violar ninguna legislacion ya que se estaria produciendo un cambio entre dos monedas ambas con curso legal. Si se elimina el CUC, el cambio informal se convertiria en ilegal pues se trataria del cambio de una unica moneda con circulacion legal (el CUP) con otras monedas de curso ilegal puesto que tendria que hacerse con las divisas extranjeras cuya circulacion estaria prohibida.

EL NECESARIO INCREMENTO DE SALARIOS Y PENSIONES.

2—El otro aspecto es el referido al necesario aumento lo mas inmediato posible de los salarios estatales y de las pensiones que, hoy es reconocido, no alcanzan para vivir lo que, por tanto, conlleva la aceptacion implicita y la tolerancia de las llamadas acciones ¨por la izquierda¨ o ¨buscas¨ por parte de trabajadores asalariados estatales y pensionados para poder super vivir o lo que es lo mismo, dicho sin eufemismos, a que proliferen los desvios de recursos, las apropiaciones indebidas y es caldo de cultivo objetivo para la corrupcion generalizada a la vez que paradojicamente se predican altos valores eticos y se persigue y castiga a los violadores. 

Esta situacion ademas conlleva que no haya estimulo ni motivacion para producir mas, aumentar la productividad y la eficiencia en general, para aumentar la calificacion y permanecer en el sector estatal, para ocupar puestos de responsabilidad creciente, para evitar la emigracion de la fuerza de trabajo calificada hacia el sector no estatal y/o hacia el extranjero.

Enfrentar y resolver este problema con la maxima urgencia posible es algo insoslayable tanto desde el punto de vista economico, como desde el ideologico y politico, si no queremos perder el carácter socialista de la Revolucion y por tanto a la propia Revolucion.

Cierto es que el salario tiene una alta participacion en los costos de produccion de las empresas, que darse a la tarea de elaborar y aplicar una Reforma Salarial como es debido resulta una tarea complicada y demorada mucho mas cuando, según las informaciones de que dispongo, los frentes de recursos humanos y de organización del trabajo en los organismos y empresas se han desmantelado y debilitado de manera preocupante, no disponiendo en estos momentos quizas de los cuadros y tecnicos suficientemente preparados para asumir la tarea. 

Cierto es tambien que cualquier aumento de salarios y pensiones tiende a ser inflacionario sino esta respaldado por aumentos en la produccion y en general en la oferta del mercado minorista.

Pero tan cierto como lo anterior es que si los trabajadores no ganan lo suficiente para vivir con los ingresos derivados de su trabajo, no trabajan bien o no trabajan, no habran los necesariso aumentos de la produccion y de la productividad. Frentes como los de la educacion y la investigacion cientifica sufren la perdida constante de personal calificado, se produce malestar y disgusto politico en las masas llamadas a ser el primer sosten de la Revolucion y, como ya dijimos, proliferan las ilegalidades y la corrupcion.

Esperar a que primero aumenten la produccion y la productividad, a que hayan las suficientes inversiones incluyendo las de fuentes extranjeras, a que estas se ejecuten, maduren y conduzcan a resultados suficientes en la oferta como paso previo, a que aparezcan los financiamientos externos y las reservas en divisas que soporten un aumento de los salarios y pensiones es, a partir de la marcha de la economia en los ultimos años y de sus perspectivas para los proximos, esperar por las calendas griegas. Nos encotramos ante el dilema de decidir si lo primero debe ser la gallina o deben ser los huevos.

Por ello debe acudirse a buscar la forma de exprimir lo que ofrecen los factores actuales de la situacion sin esperar por crecimientos y aumentos de recursos y oferta que no se divisan en el horizonte, y tomar medidas urgentes para crecer y no despues de crecer.

Algunos riesgos y traumas deben ser enfrentados pero en mi opinion no queda mas remedio que correrlos y enfrentarlos. Comparto lo que expresan los proverbios chinos que utilizas como exergo de tu articulo.

De ahí mi propuesta de reducir la tasa de cambio de CADECA para todos los que reciben divisas de la actual de 1x24 tal vez a una de 1x15 o cuando menos de 1x18. Ello afectara a una parte minoritaria de la poblacion para transferir esa capacidad de compra minorista hacia los trabajadores estatales y los jubilados en forma de aumentos de sus salarios y sus pensiones sin que con ello tenga que aumentar la actual oferta de bienes y servicios y manteniendo la actual masa total de dinero en circulacion sin provocar inflacion.

Si tomamos el ejemplo de cualquier persona que hoy reciba determinado ingreso por jubilacion o como salario y que ademas recibe algunos ingresos en divisas por remesas, propinas u otras fuentes, puede ilustrarse la logica de esta propuesta. 

Un jubilado que reciba como pension un monto equivalente a la media actual que es de 270 CUP mensuales y que ademas reciba cada mes una remesa promedio de 81 CUC, al convertirlos en CUP a la tasa de 1x24 le arrojara un ingreso adicional de 1944 CUP , por lo cual dispone de una demanda solvente total de 2214 CUP mensuales para adquirir productos y servicios.

Aplicada una tasa de Cambio en CADECA de 1x15, los 81 CUC de la remesa le representaran solo 1215 CUP mensuales (729 CUP menos que antes). Pero si esa reduccion se utiliza para aumentarle la pension a un minimo de 1000 CUP, que es mi propuesta hipotetica de incremento, se le estara compensando la afectacion por la reduccion de la tasa de cambio y mantendra una demanda solvente mensual total igual a la anterior.

Su caso no influye ni en la necesidad de una oferta mayor ni en una posible subida de los precios y tarifas. Esto que se ilustra con un ejemplo individual es lo mismo que ocurrira cuando la reduccion de la tasa y los aumentos de salarios y pensiones se practiquen en escala social siempre que haya un equilibrio entre lo que se reduce de emision monetaria a traves de las CADECAS y lo que representan los aumentos de los salarios y pensiones.

Como un dato de referencia se pudiera tener en cuenta que, según algunos estudios y estimados hechos por investigadores de la situacion economico social en Cuba, se calcula que un 65% de la poblacion del pais es bebeficiaria de remesas, o sea unos 7,3 millones de los 11,2 millones de habitantes que tiene el pais.

Si las remesas anuales estimadas son de unos 3 000 millones de CUC, ello significaria una media por persona de unos 410 CUC al año para un per capita mensual de unos 34 CUC, equivalentes a unos 816 CUP a la tasa de 1x24 y a unos 510 CUP mensuales a la tasa de 1x15, o sea unos 306 CUP menos cada mes al cambiar la tasa. 

Pero se propone un aumento de 730 CUP en la pension minima, de 775 CUP en el salario minimo (llevando ambos minimos a 1000 CUP mensuales) y un salario medio resultante que representaria unos 750 CUP por encima del actual.

De estas cifras y datos pudiera derivarse que el segmento de los que serian afectados por la rebaja de la tasa pero a la vez compensados por los aumentos de sus ingresos en CUP. resulte significativamente mayoritario dentro del pueblo en general e incluso dentro de los que reciben remesas y otros ingresos directos en divisas, y los que resultarian afectados serian una minoria que hasta ahora han tenido y tienen una situacion economico social relativamente privilegiada y en casos altamente privilegiada.

Y no se puede negar que esto seria una politica de choque para esa minoria que, aun asi conservaria ingresos suficientes y se mantendria amparada por los sevicios sociales del pais. 

Pero se corresponderia con la politica de justicia social que siempre ha aplicado la Revolucion al beneficiar a una mayoria traumitazada y viviendo en bajo politcia de choque cronicamente durante muchos años con ingresos insuficientes para vivir; representaria un detente a la creciente desigualdad social que se ha venido y se sigue produciendo y un freno a las ventajas relativas de que hoy disfruta el sector productivo no estatal y a la acumulacion de riquezas en sus manos, sin nunca caer en un igualitarismo utopico y desmotivante y sin dejar de retomar y reforzar el proceso de desarrollo de este sector no estatal hoy sometido a demoras, trabas burocraticas y organizativas y a prejuicios que no le permite desempeñar el papel positivo y dinamizador que esta previsto juegue en el desarrollo de nuestra economia.

El total de salarios y pensiones pagados actualmente se eleva a una cifra anual de aproximadamente unos 35 mil millones de CUP. El rebajar la tasa en las CADECAS a 1x15 podria significar una reduccion de la emision monetaria por esta via y por tanto de la demanda solvente de los que reciben divisas directamente, por aproximadamente unos 30 mil millones en un año. Suficiente para financiar un aumento de mas de un 80% de los salarios y pensiones tan solo en el primer año, sin que se altere la cifra de la demanda solvente total ni por tanto se genere inflacion ni se requieran aumentos en la produccion y la oferta.

Por ello soy partidario de proceder a incrementar de manera ordenada y logica los salarios estatales y las pensiones aunque no se pueda proceder de momento a la aplicación de una Reforma Salarial con todo el rigor que es requerido y a la que no se debe renunciar, como parte fundamental de un sistema integral de ingresos de nuestros trabajadores que sea justo, que los motive y que les permita vivir decentemente con el fruto legal de su trabajo.

Y un incremento de salarios en el sector estatal lleva a un aumento de los costos salariales en dicho sector y es un factor a tener en cuenta en la determinacion de la Reforma de Precios Mayoristas que se exige.

Humberto Perez
21-01-2018