Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
El 8 de octubre próximo es la fecha fijada para que comience en La Habana el proceso relacionado con el experimento de transporte de pasajeros a partir de un sistema de 26 piqueras y 23 rutas asociadas, con una serie de incentivos económicos y fiscales a la par de regulaciones para los porteadores privados que se acojan a la iniciativa.
En rueda de prensa este jueves, la viceministra de Transporte, Marta Oramas, dijo que el servicio de transportación que brindan los trabajadores por cuenta propia “es hoy complementario, alternativo y necesario”.
“Todos sabemos que la demanda es insatisfecha, y por ello es imprescindible ordenar los servicios de transportación de pasajeros en el país. Atendiendo a los reclamos de la población, en cuanto a la calidad y los precios que hoy tienen estos servicios, el estado técnico de los vehículos que se usan para brindarlos y las desviaciones manifiestas en la gestión del combustible, se ha decidido desarrollar este experimento”, explicó.
El objetivo principal, añadió Oramas, “es buscar un equilibrio entre los intereses del pueblo, los de los transportistas que decidan participar, y los del Estado y el Gobierno”.
La iniciativa se desarrollará en la capital, y a ella se pueden adherir transportistas con vehículos de los tipos auto, jeep, panel y microbús con capacidad para entre cuatro y 14 pasajeros, que hoy son un total de 6 119 titulares de licencias de operación de transporte.
Para el sistema de rutas se han tenido en cuenta premisas como el acercamiento de la población a los centros asistenciales, que se vinculen con otros transportistas (estatales, cooperativos) y que incluyan nudos de intercambio poblacional.
Actualmente están operativas 14 de las 23 rutas, la primera de ellas abierta en marzo de 2017, y funcionan 18 de 26 piqueras previstas. “Se han comenzado a gestionar con el objetivo de monitorearlas y poder apreciar su funcionamiento, las preocupaciones, comentarios y sugerencias que nos llegan de la población, con el fin de perfeccionar lo más posible el experimento para cuando finalmente se ponga en vigor”, dijo la viceministra.
El precio del servicio será de cinco pesos el pasaje en tramos de hasta ocho kilómetros. Según explicó Oramas, “si un pasajero comienza su viaje en un punto de un tramo y termina en un punto de otro tramo, el precio del pasaje es la suma de los tramos que ha recorrido. Es el mismo principio que hoy funciona en los servicios en ruta que están operando en la capital”.
Los transportistas tendrán varios incentivos para participar en el experimento. El combustible que consumen tendrá precios diferenciados, adquirido mediante tarjeta magnética, a razón de 2 CUP el litro de diésel, 10 CUP el litro de gasolina motor, 13 CUP el litro de regular, y 16 CUP el litro de especial.
Igualmente, el experimento prevé la posibilidad para los porteadores participantes de adquirir partes y piezas en un mercado mayorista de acuerdo con la disponibilidad estatal.
La Resolución 195/2018 del Ministerio de Finanzas y Precios indica que “las entidades estatales forman los precios de venta mayorista de las herramientas, partes, piezas y accesorios” para los vinculados al experimento “(…) aplicando un descuento del veinte (20) por ciento del precio minorista”, una disposición que aparece de forma general en la Resolución 194/2018 de ese organismo.
Oramas precisó que “se prevé fundamentalmente la planificación de los recursos más gastables en el servicio, que son las baterías y los neumáticos”.
Paralelamente, dijo, el Ministerio de Transporte desarrolla un plan para la habilitación de una red de talleres que comprende más de 30 instalaciones en la capital, “a los cuales estos porteadores privados, en su momento y de manera organizada, de acuerdo con el servicio que se brinde allí, también tendrán la posibilidad de acceder”.
Como regulación, estarán obligados a cumplir con consumos mínimos y máximos de combustible de acuerdo con el tipo de vehículo, su capacidad y la clase de combustible, que se especifican en la resolución 175/2018 del Ministerio de Transporte, publicada en la Gaceta Oficial No. 35.
“Se establece un consumo mínimo obligatorio. Un consumo anual, distribuido por meses, que el transportista tiene que cumplir en el servicio autorizado, en la ruta contratada con el operador Empresa Provincial de Transporte”, señaló la viceministra.
Los titulares de licencias de operación de transporte podrán, igualmente, acogerse a las modalidades de taxis libres o clásicos o de alto confort.
En el caso de los taxis libres, estos operarán bajo el principio de oferta y demanda, sus precios no estarán regulados “y no podrán interferir, no podrán gestionar pasaje en las rutas asociadas a este sistema de piqueras, y tampoco interferir en los servicios de alto confort o clásico. Este último es todo el servicio que se desarrolla a cualquier lugar del país, a cualquier destino, desde las piqueras exclusivas para el turismo, en hoteles, en casas de renta, en centros feriales, centros comerciales, desde la propia agencia de taxis”.
Hasta la entrada en vigor del experimento, a inicios de octubre, transcurrirá una etapa de capacitación y preparación, de aseguramiento para su instrumentación.
Ese proceso previo en agosto y septiembre, aclaró Oramas, incluirá “el contacto directo con los 6 119 porteadores privados, algo que vamos a hacer de una manera diferenciada, en grupos de veinte, para poder compartir con ellos y explicarles detalladamente en qué consiste el experimento para que puedan decidir si se acogen a él o continúan brindando el servicio de taxi libre”.
En el transcurso de los cuatro meses desde su puesta en vigor en la capital, el experimento se extenderá a las provincias de Mayabeque y Artemisa, y se añadirá en La Habana un segmento de titulares de licencias con medios de capacidades que no están entre cuatro y 14 pasajeros. Luego, en el transcurso de un año, debe extenderse al resto del país, ajustado a las características de cada territorio, “siempre en función y en interés públicos, porque esto es un servicio público”, recalcó la funcionaria.
Adecuaciones tributarias
Presente en la rueda de prensa este jueves en el Ministerio de Transporte, Vladimir Regueiro, director de Políticas Fiscales del Ministerio de Finanzas y Precios, explicó que los estudios realizados para acometer el experimento incluyeron los índices de explotación de los vehículos, y los indicadores económicos y financieros que marcan estas actividades, entre otros.
En el campo de los índices de explotación, se estudiaron parámetros objetivos como el consumo de medios gastables (combustible, neumáticos, baterías), con base en estudios que venía realizando desde hace años en este tema la Oficina Nacional de Administración Tributaria, específicamente en la capital.
Según las adecuaciones tributarias introducidas, se reconocerá al momento de presentar la declaración jurada, como gasto deducible, el descuento de todo el combustible (100%) que haya adquirido el titular de la licencia mediante la tarjeta magnética (habilitada por FINCIMEX previo contrato) en la red de servicentros.
Para la comprobación de los gastos en combustible a través de los servicentros ya se establecieron mecanismos de intercambio de información entre FINCIMEX y la Oficina Nacional de Administración Tributaria.
En adición al descuento del 100% del combustible, se podrá deducir hasta un 40% de los otros gastos de la actividad. De ese porcentaje, solo se deberá justificar el 50%. “O sea -aclaró Regueiro-, se deberá justificar solo el 20% de los gastos de la actividad diferentes del combustible”.
“Un elemento fundamental en este experimento, es que se ha logrado definir cuál es el nivel de ingreso mínimo que genera la actividad a partir del consumo de combustible y otros gastos asociados a la actividad. Cada vez que se consume un litro de combustible, en uno de estos vehículos que está en una ruta, y del cual conocemos los tramos, tarifas establecidas, capacidades de transportación, se puede determinar cuál es el ingreso mínimo que puede tener ese transportista al ofrecer el servicio”, explicó.
“Eso permite determinar el impuesto que, como mínimo, debe pagar. Por eso en esta resolución se establece una categoría que se denomina ‘índice de ingreso bruto por litro’, lo cual se traduce en decir cuánto ingreso ha generado cada vez que ha gastado un litro de combustible”, dijo.
Añadió que “en todas las modelaciones que se hicieron por rutas, por tipo de combustible que se usa y tipo de vehículo, para establecer los índices básicos para garantizar una adecuada recaudación del impuesto, se consideraron niveles de explotación del vehículo mínimos, en las condiciones más básicas de la prestación del servicio”.
“Estamos hablando de que no esté disponible el medio o no se trabaje todos los días del mes; el coeficiente de disponibilidad técnica es más bajo que el exigido para condiciones óptimas de explotación. También en condiciones mínimas en el intercambio de pasajeros”, precisó.
Igualmente, hay una medida de estímulo: la concesión de bonificaciones en el pago del impuesto (una reducción de 10-20% de la base imponible para el cálculo del impuesto a pagar al cierre del año, al presentar la declaración jurada) para quienes cumplan determinados requisitos:
-Que el valor de ingresos que declaren sea superior en al menos 2% al definido como mínimo,
-No tener incumplimientos en otros tributos a la ONAT,
-No haber cometido infracciones de tránsito o violaciones al prestar el servicio.
Para esta actividad es una obligación la habilitación de cuentas bancarias fiscales (en pesos cubanos, y con un saldo mínimo de tres cuotas fijas mensuales a cuenta del impuesto sobre los ingresos personales), que van a permitir adquirir el combustible a través de FINCIMEX en los servicentros y otros recursos suministrados en la modalidad mayorista por empresas estatales.
“Es una medida de control que se establece para lograr mayor transparencia en todas estas operaciones. Es también garantía para la administración tributaria, y facilita las operaciones de ese transportista con el resto de los trabajadores por cuenta propia”, dijo Regueiro.
Otros puntos del experimento
–El proceso del titular de licencia para entrar al experimento comienza con la revisión técnica (si no la tiene), la apertura de cuenta bancaria fiscal, firma de contrato con FINCIMEX y solicitud de tarjeta magnética para combustible, solicitud de licencia de operación de transporte según el servicio que va a ofrecer (en el municipio de residencia).
–La licencia de operación de transporte no sólo dirá, por ejemplo, “taxi en ruta”, sino que especificará la ruta específica en que opera. Esa ruta es la que va a contratar con la Empresa Provincial de Transporte, que es la operadora del sistema.
-Cada municipio puede renovar las licencias a sus residentes en las rutas que pasan por su territorio.
-A partir del 8 de octubre se publicarán las 23 rutas y sus características en la prensa.
-Este experimento tiene cinco normas fundamentales que lo sustentan: dos normas del Ministerio de Finanzas y Precios (195/2018 y 197/2018, un acuerdo (el 99) del Consejo de la Administración Provincial, y las resoluciones 174 y 175 de 2018 del Ministerio de Transporte. Todas estas normas, para este experimento, entran en vigor el 8 de octubre. El resto de las
normas para el Trabajo por Cuenta Propia entran en vigor el 7 de diciembre.
-Precisiones y requisitos adicionales para los titulares de licencias de operación de transporte y sus trabajadores contratados para la prestación en La Habana del servicio de transportación de pasajeros en taxis ruteros o servicio de taxis libre, con capacidades de entre cuatro y 14 pasajeros, aparecen en la Resolución No. 175/2018 del Ministerio de Transporte, también accesible en Gaceta Oficial No. 35).
–El sistema será operado por una entidad estatal, designada por el Consejo de Administración de La Habana: la Empresa Provincial de Transporte. Será la empresa que establezca relaciones contractuales con todos los porteadores privados.
–Al igual que los de ruta, los taxis libres tienen un consumo mínimo, no modelado por ruta, sino por kilometraje promedio diario, por tipo de medio y de combustible, y con un uso de tiempo-mes de un 75%. El precio del combustible es el de CUPET.
-Tanto las piqueras (casetas con el letrero “Piquera de servicio en ruta”) como los vehículos que van a circular en esas rutas (pegatina amarilla con caracteres en negro) estarán señalizados visualmente. También lo estarán los taxis libres (pegatina blanca con caracteres en negro).
-Los datos sobre consumo mínimo mensual de combustible (litros), ingreso bruto mínimo por litros (pesos cubanos), ingresos brutos mínimos mensuales, e impuesto sobre los servicios mensual mínimo a pagar pueden encontrarse en el Anexo 1 de la Resolución 195/2018 del Ministerio de Finanzas y Precios, que aparece en la Gaceta Oficial No. 35, publicada el pasado martes, y de la que incluimos el PDF al final de esta nota).
-Una medida establecida con carácter general y también aplicable a este experimento es la eliminación de la exención del no-pago por el uso de fuerza de trabajo de hasta cinco empleados. A partir de ahora, deberá pagarse el impuesto incluso por la contratación de un solo trabajador. Entre otras condiciones, ha disminuido la cuantía a pagar, que es solo del 5%.
-Recordar que, según las regulaciones publicadas esta semana, las tres modalidades de taxis (en ruta, libre y de alto confort o clásico) son excluyentes. Igualmente, las licencias de operación de transporte vuelven a tener extensión municipal, provincial o nacional.