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jueves, 27 de septiembre de 2018

Encuentro con empresarios agrícolas estadounidenses

Por Opciones

Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, se reunió hoy con empresarios agrícolas estadounidenses y destacó cómo ese es uno de los sectores que más defiende las relaciones de la nación norteña con la isla.

Una información de prensa Latina, fechada en Nueva York, destaca que el mandatario cubano manifestó que aunque el tiempo en esta visita a la Asamblea General de la ONU es muy apretado, tenía mucho interés en este encuentro y en trasladar un mensaje de paz, unidad, comprensión, y también de convocatoria.

El agrícola es uno de los sectores con los que Cuba ha tenido alguna posibilidad, muy limitada, para sostener un intercambio económico y comercial en este país, recordó.

Incluso, en un momento se importó de las producciones agropecuarias de Estados Unidos más de mil cien millones de dólares en un año, detalló.

Según explicó el gobernante, esta cifra bajó debido al recrudecimiento del bloqueo norteamericano contra la isla, que impone pagos en efectivo y limita las cantidades.

A pesar de las medidas tomadas por la nueva administración de la Casa Blanca, seguimos abiertos al diálogo, dijo y señaló que hay muchas razones que muestran el interés del pueblo norteamericano y el de la isla, y de los cubanos residentes en Estados Unidos, que desean vínculos entre ambos países.

El retroceso en el restablecimiento de las relaciones solo está vinculado con intereses de una minoría que -lucrando con la política- trata de frenar los acercamientos, subrayó.

Por ello, el Presidente cubano ratificó ante los empresarios agrícolas estadounidenses que Cuba viene con un mensaje de diálogo, siempre que sea sobre una base de respeto, sin condicionamiento y sin imposiciones.

Habló de la influencia que puede tener el sector agrícola en el reclamo por el fin del bloqueo, tomando como referencia la manera como ese grupo negocia o muestran inconformidad con las restricciones del cerco.

'Para nosotros es muy importante que personas como ustedes puedan visitar Cuba, podamos conversar, podamos intercambiar para que se conozca realmente nuestra realidad', dijo.

A partir de eso se puede ir creando la fortaleza y la construcción de unidad que permita acabar con el bloqueo, consideró.

Cuba importa anualmente más de dos mil millones de dólares en alimentos desde países que están a enorme distancia y eso encarece todo, observó Díaz-Canel, y ofreció información sobre las potenciales del mercado de la isla.

Un intercambio con el sector agrícola norteamericano también permitiría la transferencia de tecnología e incrementar algunas producciones locales, y más adelante podría ampliarse al orden científico y tecnológico, de forma mutuamente beneficiosa, afirmó el mandatario cubano en el encuentro con empresarios.

Esta cita, celebrada en la sede de la misión de Cuba ante la ONU, estuvo organizada por la Coalición Agrícola de Estados Unidos para Cuba (Usacc) y por la Asociación Nacional de Departamentos Estaduales de Agricultura (Nasda). (Tomado de ACN)

MEJORAS PRODUCTIVAS Y DESARROLLO VÍA SATÉLITE. Comentario de HHC


Por Fernando Hisas, Laura Frulla y Pablo Angelelli

El Satélite Argentino de Observación con Microondas, o SAOCOM, estará muy pronto en el espacio, marcando un hito tecnológico en Argentina y también en América Latina y el Caribe. Se trata del proyecto más importante llevado a cabo por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) de Argentina, que requirió más de 10 años de trabajo y una inversión superior a los 300 millones de dólares, la cual fue parcialmente financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El SAOCOM 1a es un dispositivo de más de tres toneladas, con casi 4,7 metros de alto y 1,2 metros de diámetro que será puesto en órbita el 6 de octubre próximo. Y, junto a otro satélite similar (SAOCOM 1b) que se lanzará al espacio a fines de 2019, será parte de una constelación de satélites única en el mundo, la cual incluirá otros cuatro satélites de la Agencia Espacial Italiana. Este sistema denominado SIASGE (Sistema Ítalo-Argentino de Satélites para Gestión de Emergencias) permitirá observar la Tierra prácticamente en tiempo real, generando datos útiles para mejorar los procesos de toma de decisiones productivas y la gestión de emergencias.


El SAOCOM 1a será puesto en órbita el 6 de octubre por un cohete Falcon 9 de la compañía SpaceX desde la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Foto: Gentileza del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva

Los satélites SAOCOM cuentan con un único instrumento para recoger información, una antena o Radar de Apertura Sintética (SAR por sus siglas en inglés) polarimétrico que opera en la porción de las microondas del espectro electromagnético (particularmente en la banda L). Esta antena fue diseñada para detectar la humedad del suelo y proveer información en cualquier condición meteorológica u hora del día, porque su frecuencia de microondas atraviesa las nubes. Este aspecto es sumamente importante, ya que en el área donde se espera obtener información validada y de manera operativa, que corresponde a las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, parte de La Pampa y Buenos Aires, está nublada el 60% del tiempo.

El diseño y construcción de los satélites SAOCOM es resultado de un increíble esfuerzo de colaboración internacional en el cual participaron técnicos y expertos de instituciones especializadas y empresas de al menos 7 países. La empresa argentina INVAP fue responsable de la plataforma de servicios, de la electrónica central del radar y de la integración y testeo de los satélites. La Comisión Nacional de Energía Atómica (CONEA) hizo el desarrollo y construcción de los paneles fotovoltaicos que alimentan el satélite y desarrolló y construyó la antena del radar. Las agencias espaciales de Italia, de Europa, Canadá y la NASA también hicieron aportes relevantes, al igual que una docena de pymes tecnológicas argentinas.

Satélite argentino SAOCOM: mejoras productivas y desarrollo científico-tecnológico

“Gracias al trabajo de un conjunto de cientos de científicos de todo el país vamos a lanzar al espacio un nuevo satélite. Esta es la manera en que nuestro sistema científico tecnológico trabaja para mejorar la calidad de vida de los argentinos, transfiriendo su conocimiento para ayudar a que el país tenga sectores productivos cada vez más competitivos”.
Mauricio Macri, presidente de Argentina
(9/8/2018 – Presentación del SAOCOM en Museo Casa Rosada)

Los conocimientos que adquirieron los técnicos, científicos y empresas participantes del proyecto SAOCOM, así como los laboratorios, equipamiento y tecnologías especializadas que fue necesario desarrollar, dejan mejor preparada a la Argentina para producir y exportar bienes y servicios altamente sofisticados.


Antena o Radar de Apertura Sintética (SAR por sus siglas en inglés), principal instrumento del SAOCOM. Foto: Gentileza del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva

A modo de ejemplo, el conocimiento adquirido en el desarrollo de la antena SAR, le ha permitido a la industria argentina poder desarrollar, construir e instalar en más de 20 aeropuertos argentinos un Radar Secundario Monopulso para dar seguridad y eficiencia al control del tránsito aéreo. Asimismo, ha permitido desarrollar e instalar las primeras unidades de un Radar Primario 3D de alta potencia para control de fronteras y desarrollar un radar meteorológico para cubrir las necesidades del país.

Un aspecto novedoso del proyecto SAOCOM fue que, en paralelo al diseño y construcción de los satélites, se desarrollaron un conjunto de aplicaciones o procesadores dedicados a la agricultura e hidrología. Estas aplicaciones toman como insumo los datos de los mapas de mapa de humedad de suelo que generarán los satélites SAOCOM y generan diversos productos de información para mejorar los procesos productivos agrícolas y la gestión de desastres naturales. Estos productos generarán importantes ganancias de productividad en la agricultura argentina y otros sectores productivos.

¿Para qué se usarán los datos del SAOCOM?

Algunas de las principales aplicaciones de los datos obtenidos serán:

Brindar soporte en el proceso de toma de decisión a los productores agrícolas, en relación a siembra, fertilización y riego.

Brindar mapas de riesgos de enfermedades en los cultivos, como la fusariosis en el trigo.

Detectar derrames de hidrocarburos en el mar.

Mejorar la gestión de riesgos y emergencias hidrológicas, potenciando la capacidad de modelación hidrológica y de pronóstico, de manera de minimizar las pérdidas económicas por inundaciones.

Desarrollar nuevas aplicaciones para abordar desafíos regionales: agricultura, manejo de espejos de agua, prevención de incendios y control de epidemias.

Por ejemplo, técnicos de la CONAE y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) desarrollaron varias aplicaciones para dar soporte a las decisiones de siembra, fertilización y fumigación para cultivos tales como soja, trigo, maíz y girasol. Otro equipo de la CONAE y el Instituto Nacional de Agua desarrolló una aplicación para el manejo de emergencias hidrológicas. Para validar estas aplicaciones se implementó y se mantendrá durante toda la vida útil de la constelación SAOCOM (aproximadamente 7 años), una importante red operativa de estaciones de medición instalados en el terreno, con más de 100 sensores distribuidos entre las cinco provincias de la Región Pampeana ya mencionadas, que continuamente y cada 5 minutos miden humedad de suelo, temperatura, salinidad y permitividad, enviando esa información a nuestra Estación de Recepción y Procesamiento de Datos de Falda del Carmen (Córdoba) vía celular.

Un estudio realizado por el BID para las aplicaciones agrícolas que se implementarán a partir del SAOCOM mostró que los beneficios asociados a las mejoras esperadas en la productividad agrícola superan con creces los costos de la construcción y operación de los satélites. Es decir, se trata de un proyecto muy rentable socialmente.

Pero los beneficios del SAOCOM irán mucho más allá del territorio argentino. En efecto, varios países de la región, incluyendo a Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia, México, Ecuador y Argentina, con el apoyo del BID, están llevando adelante un proyecto colaborativo para desarrollar nuevas aplicaciones que usaran los datos del SAOCOM para abordar desafíos de la agricultura, el manejo de espejos de agua, la prevención de incendios y el control de epidemias. Estas aplicaciones estarán disponibles muy pronto para los usuarios en una plataforma denominada Sistema Integral Regional de Información Satelital (SIRIS).

“Este satélite tiene dos características muy específicas: observa la Tierra, pero además muestra de lo que es capaz Argentina. Un satélite girando en el espacio demuestra que nuestro país tiene esa capacidad tecnológica y plantea un ideal de país donde el conocimiento es el que genera riqueza” Lino Barañao, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (9/8/2018 – Presentación del SAOCOM en Museo Casa Rosada)

El proyecto SAOCOM es un ejemplo de la importancia de la apuesta estratégica que hace un Estado Nacional en ciencia, tecnología e innovación, y cómo esa inversión se multiplica, logrando potenciar y mejorar la productividad de diversos sectores, probablemente impensados al momento de tomar la decisión de la inversión inicial. Los resultados están a la vista: desarrollo científico, oportunidades de exportación de alto contenido tecnológico y un amplio conjunto de aplicaciones para resolver problemáticas productivas y sociales.
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POR FERNANDO HISAS

Fernando Hisas se desempeña actualmente en la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) como Gerente de Proyectos y como Responsable Argentino del Sistema SIASGE. Previamente a su posición actual, se ha desempeñado como Gerente de Gestión Tecnológica, y como Gerente de Relaciones Internacionales y Planificación, participando desde esos roles en el desarrollo de las misiones satelitales SAC-A, SAC-B, SAC-C, SAC-D, y actualmente SAOCOM y SABIAMAR. Antes de CONAE, trabajó en INVAP S.E., ocupando el cargo de Jefe de la División Electrónica. Fernando es egresado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires en 1982, donde además ha ejercido la docencia.


POR LAURA FRULLA

Actualmente se desempeña en la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) como Investigador Principal de la Misión SAOCOM y del SIASGE, y en este marco es responsable del Grupo de Desarrollo de Productos y Aplicaciones, donde se genera, entre otros, los productos dedicados a Agricultura e Hidrología a obtener a partir de los datos de la Misión, desarrollados con soporte del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y del Instituto Nacional del Agua (INA) respectivamente. Antes de ingresar a CONAE se desempeñó como investigadora de la Carrera del Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), siempre abarcando las temáticas de sensores ópticos, térmicos y de radar y el uso de las diferentes técnicas de procesamiento de imágenes. Laura posee el título de doctor en Ciencias Físicas por la Facultad Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, en donde además se desempeñó como docente.


SEPTIEMBRE 27, 2018

AUTOR INVITADO

Este espacio está abierto para expertos de los sectores público, privado, académico y de organismos multilaterales para que enriquezcan la discusión con sus aportes.


PABLO ANGELELLI

Pablo Angelelli es Especialista Líder en la División de Competitividad e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Santiago de Chile. Desde el año 2000, cuando se incorporó al BID, ha liderado el diseño e implementación de programas de préstamo y cooperación técnica en distintos países de América Latina, en áreas como innovación empresarial, desarrollo científico y tecnológico, emprendimiento y capital humano avanzado. Pablo es autor de numerosos artículos y capítulos de libros en temas de pequeña y mediana empresa, innovación y emprendimientos de base tecnológica. Antes de ingresar al Banco trabajó en el Ministerio de Economía de Argentina, en la ONG FUNDES y en la Universidad Nacional de General Sarmiento. Es licenciado en Economía de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina y ha realizado dos maestrías: una en Políticas Públicas en la George Washington University y otra en Economía y Desarrollo industrial en la Universidad Nacional de General Sarmiento.

Comentario HHC: ¿ Cuándo tendremos un satélite en Cuba?. Debemos pensar en grande y darles todas las posibilidades a nuestros profesionales de desarrollar todo su potencial de conocimiento. 

Una de las cosas que debería hacerse es crear un Comité Nacional de Productividad (CNP), un órgano consultivo del gobierno, cuyo objetivo es recomendar políticas y proyectos concretos que permitan aumentar y democratizar la productividad en Cuba.

Igualmente hay tener una base de datos actualizada constantemente,  para medir la productividad de todos los sectores de la economía cubana,  y su comparación con los existentes en el resto del mundo, que sean los punteros.

Es importante conocer los índices de pobreza, pero más  es saber nuestras reservas de productividad en cada sector y como ir aprovechando las mismas con recursos propios y extranjeros, con la iniciativa personal de todos y cada uno de los cubanos, y la experiencia foránea que sea válida para nuestro país. 

Algunos proyectos e implementaciones  se requerirán de dinero en cantidades  que  quizás no cuenta hoy en día nuestro gobierno, pero los cubanos hemos demostrado que si nos dejan producir, invertir y gestionar se obtienen resultados, tanto dentro de Cuba como en el extranjero donde muchas veces empezamos desde cero. 

El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en los años mas duros del Periodo Especial, con la peor carencia de recursos que hemos tenido, por la abrupta caída del campo socialista ( 85 % de nuestro comercio exterior de entonces), diseñó , previó y ejecutó todo lo que hoy tenemos de ingresos en materia de Biotecnología y Salud, eso es un solo sector, pero ese es el espíritu que nos hace falta, que existan muchos " Fidel " multiplicados en el pueblo, pero extendido a TODA la ECONOMÍA, y dándole la oportunidad mediante un vínculo estado-privado o privado  a todos y cada uno de los cubanos de ejecutar todos los proyectos que lleven a un incremento de la productividad.

Propiedad y democracia. ¿Qué trae la nueva Constitución?




Foto: Kaloian.

27 septiembre, 2018 

Por:

El Anteproyecto de nueva Constitución establece la preeminencia de la propiedad social y de la empresa y la planificación estatales como marcas del nuevo modelo socialista que propone regular para Cuba.

El texto reconoce por vez primera desde 1976 la existencia del mercado y de la propiedad privada. Con ello, permite transitar hacia un modelo de “complementariedad” entre diversas formas de propiedad y relaciones de producción, o, en cierto sentido, hacia la noción de una economía “mixta”.

Dentro de Cuba, la discusión sobre la propiedad privada, al parecer, se ha enfocado más en evitar su concentración, y en la desigualdad que genera.

Varios especialistas han analizado ya la regulación de la propiedad en el Anteproyecto, y mostrado sus ventajas y sus problemas. Pero se ha hablado menos sobre cómo ampliar la defensa democrática de la propiedad: esto es, sobre la consagración de derechos a la propiedad, ante la propiedad y del acceso a la propiedad.

Concentración de la propiedad y degradación de la democracia

La concentración de poder económico ha sido identificada como enemiga de la libertad de las mayorías por un amplio número de corrientes políticas. El marxismo es enfático en ello, pero está lejos de ser una voz en el desierto.

Adam Smith deploró que los grandes propietarios pudiesen reservar “el ejercicio de la libertad natural a un contado número de personas”, puesto que ello “amenazaba la seguridad de la sociedad entera”. John Locke defendió límites a la apropiación legítima de propiedad: algo podía ser apropiado siempre “que de esa cosa quede una cantidad suficiente y de la misma calidad para que la compartan los demás”.

No obstante, la actual concentración de la propiedad es un hecho tan real como la degradación de la democracia que genera. El informe de OXFAM sobre la desigualdad prueba que el lema “una economía al servicio del 1%” no es una invención de adolescentes inadaptados con terror a la globalización, sino el retrato de un mundo extraordinariamente injusto, cuya vigencia no sacrifica solo la democracia, sino también la posibilidad del desarrollo.

La preocupación existente en Cuba sobre la concentración de la propiedad coincide con uno de los campos más problemáticos de la vida política contemporánea a nivel global. Ahora, la conciencia del problema no arroja claridad automática sobre sus soluciones. El Anteproyecto constitucional muestra contradicciones en torno a ello.

Foto: 

Kaloian.

Derecho a la propiedad y también derecho al acceso a la propiedad

El principio central recogido por el Anteproyecto es que todas las formas de propiedad tienen un fin social: otorgan derechos pero también exigen deberes.

Es el punto de partida irrenunciable para una concepción democrática sobre la propiedad. Sin embargo, quizás es conveniente atender otros de sus ítems.

Un derecho históricamente defendido por sectores populares, el del acceso a la propiedad, no aparece aludido. La Constitución ecuatoriana lo consagra de este modo: “El derecho al acceso a la propiedad se hará efectivo con la adopción de políticas públicas, entre otras medidas.” Esa redacción abriría en Cuba las puertas a impulsar desde el Estado políticas públicas de acceso a la propiedad a favor de los desposeídos de ella.

La reacción internacional ante la ingente concentración y polarización de la propiedad —por ejemplo en tierras y en patentes sobre el patrimonio natural— está dando lugar hoy a un reverdecimiento de ideas “comunistas” en varias partes del globo, en su sentido originario de “defensa del común”.

La reflexión sobre los bienes comunes es relevante para Cuba. Busca evitar conflictos generados por la propiedad privada pero también por su gestión estatalista. Para esta última, ofrece soluciones a la expropiación burocrática de la propiedad social, un mal persistente de la experiencia cubana.

Marta Moreno, asesora de la Comisión Redactora del Anteproyecto, acaba de reconocerlo, pero es algo infinitamente repetido en el país: “es importante lograr ese sentido de pertenencia sobre los medios fundamentales de producción, para que no se siga percibiendo este concepto como algo ajeno.” Sin embargo, las soluciones propuestas no parecen estar a la altura de un problema acumulado en décadas por la gestión cubana.

El Anteproyecto enfatiza la gestión estatalista —no pública ni común— de la propiedad. A través de ella, el Estado que debe ser agente —representante—, se convierte en principal. Le permite operar, en la práctica, como propietario.

Foto: 

Kaloian.

Confusión entre lo público, lo estatal, lo gubernamental

La propuesta constitucional habla siempre de empresa estatal, no de empresa pública. En Cuba se suele confundir lo público con lo estatal, y lo estatal con lo gubernamental. Actualmente, una noción de “empresa pública” la asocia con vastos conglomerados con gran número de accionistas-propietarios, tipo Apple IC. o Exxon Mobil Corporation (XOM).

Pero lo “público” se defiende también por otro lugar: lo que pertenece a todos los miembros de la sociedad. Con ello, se asegura que el Estado no es el único actor en la solución de problemáticas públicas, se insiste en la necesidad de buscar soluciones junto a otros actores sociales y se precisa la necesidad del control social sobre la propiedad “de todos”.

El Anteproyecto prohíbe la concentración de la propiedad privada, pero no su concentración en un actor estatal exclusivo, y omite regular garantías de autotutela (autogestión, cogestión, cajas de ahorro, empresas comunitarias, comunas y otras formas asociativas guiadas por los valores de cooperación y solidaridad). Tampoco menciona temas de economía doméstica, trabajos individuales autónomos (no confundir con el cuentapropismo), microemprendimientos, ni redes populares de productores o de abastecimientos.

Por lo mismo, no explora principios de la conocida como “Economía Social y Solidaria”, corriente que se viene extendiendo en varios países con posibilidades reconocidas para enfrentar cuestiones perentorias como el empleo y la provisión de servicios, y promover la inclusión y la cohesión social.

El Anteproyecto prefiere eliminar la prohibición de la “explotación del hombre por el hombre” antes que ampliar los instrumentos en manos de los trabajadores para defender sus derechos laborales. No reconoce derechos políticos como el de huelga, no impulsa el poder sindical ni alguna otra forma de autoorganización obrera ni menciona la palabra “pobreza”.

Respecto al empleo estatal, el Anteproyecto no mejora la democratización del ámbito laboral —de hecho, regula menos en términos de participación de los trabajadores en el proceso productivo que la Constitución vigente— ni impone regulaciones sobre salario mínimo ni protecciones frente a la pérdida “económica” de salario real.


Foto: Kaloian.
Riqueza y propiedad

En la discusión parlamentaria sobre la concentración de la propiedad se ha diferenciado entre riqueza y propiedad, a favor de regular solo esta última. El argumento, por momentos, parece manejarse en términos de riqueza “buena” —la proveniente del talento de deportistas y músicos— frente a la “mala”, que en algunas voces parecería ser la de los “emprendedores” o cuentapropistas.

En Cuba se regula la riqueza por la vía del sistema tributario establecido desde 1994. Sin embargo, el actual debate no ha conseguido llevar al Anteproyecto los principios del sistema tributario deseable para el país. El Anteproyecto solo menciona los tributos al regular la capacidad de la Asamblea Nacional de establecerlos o extinguirlos (Art.103, m).

La discusión sobre principios tributarios como los de generalidad, progresividad, eficiencia, simplicidad administrativa, irretroactividad, equidad, transparencia, suficiencia recaudatoria, y sobre la prioridad que podrían tener los impuestos directos y progresivos, acaso sea más necesario para regular —no arbitrariamente— la riqueza, que los alegatos sobre el salario de un pelotero contratado en Japón. Dicho sea de paso, ese debate ignora que la riqueza —legítima— proveniente del “talento” se ha obtenido en mercados capitalistas de la música y del deporte.

Mientras se alude al “talento”, han quedado sin propuesta de regulación configuraciones institucionales imprescindibles sobre los mercados. Por ejemplo: el derecho de todos los actores económicos a acceder en iguales condiciones a los mercados de sus producciones e insumos, la regulación de la competencia, la prohibición de prácticas monopólicas (por parte de cualquier tipo de propiedad), los principios de la protección a los consumidores y las políticas públicas de contratación económica.

Con el debate sobre el “talento” se extravía el sentido de la argumentación marxista sobre “expropiar al expropiador”. Marx no defendió expropiar a tal músico, deportista o cuentapropista. El autor de El Capital defendió combatir la acumulación de poder capaz de privar a los demás de la capacidad de gobernar su propia vida, y de impedir a la sociedad poder construir colectivamente el orden político en que vive.

Lo dicho por Marx significa más un alegato contra el monopolio de poder económico y político, proveniente de cualquier forma de propiedad, que un llamado a diferenciar entre músicos y dueños de paladares.

He contado en otra parte esta anécdota, pero cabe repetirla: un héroe de la insurrección de los 1950 se dedicó en los 90 a ser taxista privado. Sus compañeros se asombraron: “cómo tú, un héroe, te has convertido en taxista”. Su respuesta fue: “yo hice la Revolución contra Batista, no contra los taxistas”.

El socialismo no es más socialista por tener menos sino por tener más propietarios. Por hacer de cada ciudadano el propietario de las condiciones de reproducir su vida. Si la propiedad es poder y el poder es propiedad, la Constitución puede decir mucho más en este aspecto en favor de las mayorías.



Otros análisis recientes sobre la regulación de la propiedad en el Anteproyecto de Constitución.
Ricardo Torres: Los “fundamentos económicos” de la nueva constitución (Progreso Semanal)