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sábado, 16 de febrero de 2019

Presidente cubano aboga por más eficiencia en la administración pública

Publicado el 16 febrero, 2019 • 18:36 por Jorge Pérez Cruz

Al resumir la visita gubernamental a la provincia de Las Tunas, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, abogó por más eficiencia en la administración pública y en la gestión de gobierno en todos los ámbitos del país y a todos los niveles.


Dijo que esa aspiración tiene que ver con el estilo de trabajo de los cuadros, y se sustenta en su accionar proactivo, en la lucha constante contra la burocracia y las trabas, la vinculación estrecha con la base y la rendición de cuenta de su gestión ante la población y las estructuras de gobierno, porque “eso da desarrollo y posibilidades de superar obstáculos”, enfatizó.

En otra parte de su intervención refirió la necesidad de potenciar el encadenamiento de cada producción con la economía nacional, la sustitución de importaciones, las exportaciones, la inversión extranjera y el sector turístico.

Enfatizó que el Turismo es hoy una de las fuentes más importantes de exportación de servicios, incluso en fronteras, pero “no hemos sido capaces de inyectarle con producción nacional las cosas que necesita”, lo que genera un gasto de 67 centavos por cada dólar de ingreso.

Reiteró la importancia de la comunicación social, “tenemos que comunicarnos, explicar las cosas, argumentar, compartir y desarrollar ideas” dijo y significó el rol de la investigación científica aplicada a los principales problemas que tenemos, hay que llevarlos a la investigación científica para “que nos dé, innovación, nos dé solución, por eso estamos vinculando los ministerios a las universidades, que son centros de pensamiento, de opinión y de liderazgo en los territorios”.

Argumentó que así mantienen actualizadas a esos centros de altos estudios en torno a los principales programas y proyecciones y, por otra parte, estas instituciones explican cuáles son sus potencialidades de investigaciones y desarrollo en esos temas.

Retomó asuntos relacionados con la informatización de la sociedad para llegar al gobierno electrónico y al comercio electrónico, que “no es solo llegar a los portales desde los que vamos a interactuar con la población, pues lo más importante, por los beneficios que genera, es distinguir todos los procesos internos y externos de nuestras instituciones e informatizarlos”, esclareció.

Ese encuentro estuvo antecedido por una intensa jornada de intercambio con directivos y la población de los municipios de Las Tunas y Puerto Padre, visitados por el Presidente Cubano, donde recibió muestras de apoyo a su gestión como exponente de continuidad de la obra de la Revolución.

En la ciudad capital sostuvo encuentros con trabajadores del Laminador 200-T y Metunas, donde actualmente ejecutan dos importantes inversiones vinculadas con programas estratégicos de desarrollo del país, la sustitución de importaciones y con proyecciones exportadoras.

Estuvo, además, en varios sitios que exhiben acciones transformadoras en beneficio de la población y la Universidad acompañado de varios ministros y en fraternal intercambio resaltó el decisivo papel que la academia debe jugar en los proyectos locales.

El preuniversitario Calixto García, el hospital pediátrico y el central Antonio Guiteras lo recibieron en Puerto Padre y en la industria conoció la marcha de la actual zafra azucarera y convocó a elevar los niveles de eficiencia y a esfuerzos extraordinarios para cumplir el plan de producción y hacer aportes a la provincia y la nación.

En tanto, los sureños territorios de Colombia, Amancio y Jobabo fueron visitados por Salvador Valdés Mesa, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, quien departió con dirigentes del Partido y Gobierno y con trabajadores de los centrales Colombia y Amancio Rodríguez, y el polo productivo Melanio Ortiz (Jobabo).

A Díaz-Canel lo acompañaron, además, Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la CTC; cuatro vicepresidentes, 14 ministros, dos viceministros primero, cuatro jefes de entidades nacionales, y siete funcionarios de enlace de la Secretaría del Consejo de Ministros y la Oficina de Atención a las provincias, subordinadas al primer Vicepresidente, creadas con el objetivo de tener una relación más directa del Gobierno Central con los gobiernos provinciales y municipales.

Amazon se prepara para ser el nuevo gigante del negocio militar

La empresa de Jeff Bezos aloja datos ultra secretos de la CIA e impulsa el sistema de manejo de casos del Servicio de Migración de EEUU 

Ahora se está preparando para hacerse cargo de un proyecto del Pentágono de 8.700 millones de euros 

El dueño de Amazon, que también controla The Washington Post, tira patriotismo: "Este es un país maravilloso y necesita que lo defendamos"
Levi Pulkkinen, el diario

Comenzó vendiendo libros. Luego se sumaron los aparatos eléctricos, alimentos y asistentes virtuales con voz de mujer. Pero la próxima expansión de Amazon cogerá a los consumidores por sorpresa. Amazon aspira a convertirse en un gigante del sector militar.

En un futuro no tan lejano, los soldados estadounidenses podrían utilizar los sistemas controlados por Amazon para intercambiar datos de inteligencia, enviar pedidos y pedir ayuda. Los softwares de Amazon podrían utilizarse para registrar material obtenido por drones y localizar a hombres o mujeres buscados. Los intendentes del Departamento de Defensa podrían utilizar la tecnología de Amazon para distribuir municiones y provisiones.

Para Jeff Bezos, no se trata de si a los clientes les molestarán las ambiciones militares de la empresa, o si grupos de defensa de las libertades civiles protestarán. Para el fundador de Amazon, es una cuestión de patriotismo.

"Este es un país maravilloso y necesita que lo defendamos", dijo Bezos en octubre en una cumbre organizada por la revista WIRED. "Si las grandes empresas tecnológicas le damos la espalda al Departamento de Defensa, el país estará en problemas".

Ahora, Amazon es el principal aspirante a un contrato de 10 años para llevar adelante un proyecto de 8.700 millones de euros para acelerar el paso del Pentágono a la computación en la nube. El Pentágono afirmó que el objetivo de la Iniciativa Conjunta de Infraestructura de Defensa –conocida por sus siglas en inglés, que remiten a la Guerra de las Galaxias, "Jedi"– es incrementar la "capacidad letal" de Estados Unidos reemplazando sus anticuados y fragmentados sistemas informáticos.

La mayoría de los analistas consideran a Amazon el aspirante más potente para el contrato Jedi, que se espera que se firme a principios de 2019, en parte porque la división de Servicios Web de Amazon (AWS) ya domina el mundo de la computación en la nube en Estados Unidos. Una estimación de 2017 concluyó que la división de AWS controlaba más de la mitad de todo el mercado de computación en la nube del mundo. AWS aloja datos ultra secretos de la CIA, ofrece apoyo a agencias gubernamentales, desde el Departamento de Justicia hasta la Nasa, impulsa el sistema de manejo de casos de los servicios de Migración nacionales y guarda cientos de millones de documentos de identidad.

Se espera que el Jedi lleve tecnología moderna a un sistema destartalado. Una auditoría realizada en noviembre concluyó que "fallos sistémicos" en las redes del Departamento de Defensa facilitan los hackeos y que los sistemas administrativos del departamento estaban tan desorganizados que no podían ni siquiera ser auditados. Jedi es el primer paso hacia un sistema que se encargará de tareas tan diversas como las comunicaciones en el frente de batalla, el manejo de historiales médicos y la planificación del calendario de defensa.

El sistema acabado moverá petabytes de datos entre todos los continentes, excepto la Antártica. Los miembros del sistema de "ventaja táctica" estarán equipados con robustos aparatos que les permitirán entrar a la nube. Se implementarán centros modulares de datos para conectarse con las bases. El Pentágono espera que estos puedan operar en el espacio exterior.

Si Amazon obtiene el contrato Jedi y otro contrato para abrir un portal de comercio electrónico para el gobierno, la empresa pasará "de ser un pequeño jugador a convertirse en uno de los 10 contratistas más importantes del gobierno nacional, con potencial para ser uno de los mayores en un plazo relativamente corto", aseguró Steven Schooner, profesor de derecho de adquisiciones del gobierno en la Universidad George Washington.

Amazon no tiene reparos por irrumpir de esta manera en el sector público. "Estamos convencidos de que las comunidades de defensa, inteligencia y seguridad nacional se merecen acceso a la mejor tecnología del mundo y estamos comprometidos a apoyar la importante misión de proteger a nuestros ciudadanos y a nuestro país", dijo un portavoz de Amazon, respondiendo a un pedido de comentario de the Guardian.

La idea de que Amazon debe defender a Estados Unidos puede verse como una extensión lógica de la misión que Bezos dejó en claro en una carta de 1997 a sus accionistas. Amazon tiene como objetivo reinventar sistemas disfuncionales que no están ofreciendo un buen servicio, desde la distribución de libros hasta la entrega a domicilio o las redes informáticas.

"Seguiremos enfocándonos incansablemente en nuestros clientes", escribió Bezos. "Tomaremos decisiones de inversiones audaces cuando veamos la probabilidad suficiente de ganar ventajas de liderazgo de mercado".

Bezos no es el primero de su familia en participar del sector de defensa. Una gran influencia en su niñez fue su abuelo Lawrence Preston Gise, a menudo descrito en los artículos de la prensa como Bezos lo conoció: un granjero ganadero semi-jubilado que le enseñó a su nieto cómo castrar toros. Pero Gise también se ganó la vida como investigador y gerente de defensa durante los primeros años de la Guerra Fría y terminó a cargo de la oficina de la Comisión de Energía Atómica en Nuevo México, que llevó adelante los programas nucleares militares y civiles de Estados Unidos hasta los años 70.

Las grandes empresas tecnológicas y la industria militar han estado conectadas desde la Segunda Guerra Mundial, cuando el departamento de defensa financió el desarrollo del primer ordenador completamente digital, señaló Margaret O’Mara, profesora de Historia de la Universidad de Washington. Esa conexión se profundizó a medida que la inversión militar ayudó a desarrollar software, redes, aprendizaje automático e inteligencia artificial. "Todo tiene ADN militar", afirmó O’Mara.

AWS se presentó por primera vez en los círculos de la seguridad nacional en 2013, cuando lanzó una red en la nube de 522 millones de euros para la CIA y otras agencias de inteligencia estadounidenses.

John Wood, director ejecutivo de Telos, una empresa de seguridad informática con base en Virginia, relacionó el contrato con el "disparo que se oyó en todo el mundo".

"La CIA, que podría decirse que es la organización más preocupada por la seguridad en todo el mundo, decidió que van a trasladar todo a la nube", dijo Wood. "Eso hizo que todo el resto del mundo prestara atención y se preguntara ‘si ellos lo consideran seguro, ¿por qué nosotros no?’"

Docenas de agencias, desde el FBI hasta la Oficina de Protección Financiera del Consumidor y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa, ahora utilizan los AWS.

Mal uso de la tecnología
Los críticos temen que las grandes empresas tecnológicas que se meten en cuestiones de seguridad nacional estén conformando un "complejo nube-industrial" y que estas tecnologías sean mal utilizadas por las fuerzas armadas o la policía. Un ejemplo de esto ha sido el software de reconocimiento facial con inteligencia artificial.

El intento de Amazon de venderle su software de reconocimiento facial, Rekognition, al Servicio de Migración y Aduanas de Estados Unidos (Ice) generó protestas de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), un pequeño grupo de accionistas y un centenar de empleados. Bezos no se dio por vencido. Los equipos de ventas de AWS también han intentado vender Rekognition en eventos de la industria de defensa.

Amazon se negó a aclarar qué agencias utilizan Rekognition, si es que alguna lo hace. De todas formas, lo que queda claro para los analistas es el deseo de AWS de hacer negocios en el área de defensa y los cuerpos de seguridad.

"Es común que intenten vender estas tecnologías en las ferias comerciales", afirmó Shankar Narayan, de la oficina de la ACLU en Washington, que en enero pasado presentó una demanda contra Amazon, Google y Microsoft para que dejen de venderle software de reconocimiento facial con inteligencia artificial al gobierno de Estados Unidos. "Le dieron una prueba del software al Ice y el FBI también lo está probando".

Amazon asegura que Rekognition puede detectar rifles Kalashnikovs y rostros de una lista de vigilancia seleccionada por el usuario, casi en tiempo real. El software de reconocimientos de imágenes acelera muchísimo la revisión de material de vídeovigilancia. Durante una conferencia organizada por Amazon en 2018, Christine Halvorsen, subdirectora del área de contraterrorismo del FBI, afirmó que los analistas que revisaron los vídeos de la masacre de Las Vegas de 2017 habrían hecho el trabajo en un día si hubieran tenido el software Rekognition. Pero les llevó semanas rastrear los movimientos del tirador.

Microsoft y Google han reconocido, a diferente nivel, las preocupaciones que esta nueva tecnología despierta en relación con las libertades civiles y los derechos humanos. Sin embargo, Amazon se ha negado a abordar la dimensión moral de su trabajo en el área de seguridad nacional.

"Amazon se ha diferenciado por ser una empresa que no reconoce tener ninguna responsabilidad y que realmente se ha esforzado por venderle estas tecnologías al gobierno, las fuerzas armadas y los cuerpos de seguridad", dijo Narayan.

La empresa "mayormente se ha limitado a la postura que articuló su fundador, que es que la sociedad supuestamente tiene una ‘respuesta defensiva’ hacia las nuevas tecnologías como estas y que las cosas se van a ir arreglando solas", remarcó Narayan. "Esa postura se apoya en gran parte en los privilegios que disfrutan y no tiene en cuenta el impacto inmediato que estas tecnologías tienen en las vidas de las personas".

Amazon se negó a comentar las declaraciones de la ACLU.

La mayoría de los analistas consideran a Amazon como el aspirante con más posibilidades de ganar el contrato Jedi. La competencia ha sido fuerte. Los rivales de Amazon –Oracle, IBM y Microsoft– se han quejado, hasta ahora sin éxito, de que los requisitos del contrato favorecen injustamente a Amazon.

Oracle, un gigante tecnológico de California, presentó en diciembre una demanda contra el gobierno estadounidense. Los abogados de Oracle han sugerido que autoridades del departamento de Defensa vinculados al AWS modificaron el contrato para favorecer a Amazon. Llamativamente, el director general del AWS, Deap Ubhi, fue durante un año director de productos del Servicio Digital de Defensa, la división tecnológica del Pentágono. En este momento, el Pentágono está revisando la forma en que Ubhi desarrolló el contrato Jedi.

El impacto del contrato Jedi traerá cola. Neil Gordon del Proyecto de Supervisión del Gobierno, un grupo de vigilancia que analiza los contratos que redacta el gobierno estadounidense, dijo que el Jedi podría darle al ganador del contrato una ventaja a largo plazo en lo que concierne a la relación del gobierno estadounidense con la computación en la nube: "Un monopolio sobre esta área que podría durar muchos años"

HORIZONTE VENEZOLANO

Por Jorge Gómez Barata

Para alquilar un coche suele hablarse con el cochero, nunca con el caballo. Tal vez por eso los días 26 de enero y 11 de febrero, en Nueva York, el canciller venezolano Jorge Arriaza se reunió dos veces, en total durante cinco horas, con Elliott Abrams, antes de que con Juan Guaidó que, aunque está más cerca, es menos asequible.

El único consenso en torno a la situación política y económica en Venezuela es que no existe consenso para encontrar paliativos a una peligrosa situación interna con potencial para provocar una tragedia regional de connotaciones globales. Otro ítem establecido parece ser que, debido a la intromisión de Estados Unidos y las recurrentes apelaciones a la ONU, el conflicto ha perdido su carácter originalmente nacional.

La pregunta del momento es: qué hacer para desactivar la peligrosa situación creada en Venezuela donde el gobierno constitucional encabezado por Nicolás Maduro y la oposición, que también es constitucional, apoyada por Estados Unidos, avanzan en ruta de colisión hacia un choque frontal, evitable únicamente si uno o los dos adversarios dan pasos al costado y ofrecen un chance, no solo al diálogo, sino a la negociación, que no son lo mismo.

En este caso, resulta evidente que el gobierno y la oposición por si solos no están en condiciones de negociar un acuerdo que ponga fin a las tensiones internas. Entre otras cosas, no están presentes elementos del ABC de cualquier transacción política para lo cual se requiere de interlocutores legítimos que se reconozcan y respeten mutuamente y estén habilitados para llegar a acuerdos y asumir compromisos vinculantes.

La situación creada con la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de 2016, que colocó en desacato a la Asamblea Nacional controlada por la oposición e invalidó sus acciones y que en enero del presente año resolvió retomar sus competencias, declarando nula la elección de Nicolás Maduro a quien considera “usurpador”, designando a un “presidente encargado”, da lugar a una total incomunicación.

Mientras el gobierno no reconozca las competencias de la Asamblea Nacional y esta no acate al gobierno, será imposible el diálogo ni podrá llegarse a acuerdo alguno. La descalificación mutua es el obstáculo que es preciso remover para poder avanzar.

Asumiendo que, tanto el presidente Maduro como la Asamblea Nacional (en desacato) han sido electos por el pueblo, es posible pactar un “borrón y cuenta nueva”, restableciendo la legitimidad de ambos poderes del estado. En cualquier caso, que un presidente cohabite con un Parlamento dominado por la oposición no es ninguna novedad.

Un arreglo así pudiera significar una especie de desenganche de los contendientes y un armisticio temporal, automáticamente excluiría a los Estados Unidos que deberían levantar o como mínimo declarar una moratoria a las disposiciones respecto a la empresa CITGO y al embargo al comercio petrolero venezolano, lo cual devolvería al conflicto su génesis, identidad y dimensión nacional.

Semejante entendimiento, desactivaría la opción militar, silenciaria al Grupo de Lima y devolvería a los venezolanos la capacidad para ventilar entre ellos sus propios asuntos, en primer lugar, las prerrogativas para elegir sus parlamentarios y gobernantes. El riesgo es para todas las partes. Tal vez la oposición pierda la Asamblea y el chavismo, que tantas veces ha ganado, pudiera renovar la apuesta.

Opciones existen, ignorarlas puede ser a la vez, suicida. Luego les cuento más. 

Allá nos vemos.

16/02/2019
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El presente artículo fue publicado por el diario ¡Por esto! Al reproducirlo indicar la fuente.