La Encuesta Nacional de Migraciones revela quiénes son, por qué cambiaron su residencia y cuáles tendencias surgieron tras la reforma migratoria de 2012.
“Irse”, “se fue”, “sin retorno”, “para siempre”… Estas y otras frases que durante décadas acompañaron a la emigración cubana han ido desapareciendo del lenguaje cotidiano de la isla caribeña en los últimos cinco años.
La promulgación en octubre de 2012 del Decreto Ley 302 Modificativo de la Ley de Migración No. 1312 (1976) y de un conjunto de decretos y resoluciones complementarias para su implementación, sentó las bases para un cambio radical: la eliminación del requisito de permiso de salida para los viajes al exterior de la población cubana; la extensión a 24 meses del tiempo en que una persona puede residir fuera de Cuba por motivos personales sin ser considerada residente permanente y la regularización de la posibilidad del retorno de quienes desean regresar a vivir en su país de origen.
¿Cuál ha sido el impacto de esas medidas? ¿Qué tendencias caracterizan hoy los procesos migratorios? ¿Quiénes están viajando? ¿Quiénes deciden radicarse en el exterior? ¿Qué motivan las salidas y retornos múltiples a la isla? ¿Cómo fluye la ayuda desde y hacia Cuba?
A estas y otras preguntas responde la Encuesta Nacional de Migraciones (ENMIG 2016-2017), la primera de su tipo que se realiza en el país desde 1995. La investigación del estatal Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas, incluyó como elemento novedoso el estudio de las migraciones externas.
Un total de 86.658 personas de 15 años y más, residentes en 42.501 viviendas en todo el país, fueron entrevistadas para la muestra. Con el título “Migraciones a nivel de estratos de asentamientos: resultados principales en la Encuesta Nacional de Migraciones”, el informe publicado en enero de 2019 en el sitio web de la ONEI aclara que los cuestionarios se aplicaron a jefes de hogar o sus cónyuges.
En el caso de la migración externa, se propuso estudiar tanto la “movilidad de las personas” desde y hacia la isla, como la residencia temporal o permanente en el exterior en dos períodos: los cinco años previos a la reforma migratoria (2008-2012) y los próximos años hasta el momento de la encuesta (2013-2016). El 2008 se tomó como punto de partida por coincidir con el impacto de la tormenta tropical Fay y los huracanes Gustav, Ike y Paloma, que podían ser fácilmente recordados por la población.
Aunque la decisión de emigrar definitivamente de Cuba sigue siendo válida o la única opción para un grupo importante de personas, la ENMIG encontró un panorama más diverso al de décadas anteriores. La emigración, vista como la búsqueda de una residencia única y permanente en otro país, va cediendo paso a una amplia gama de movimientos que responden a los más diversos motivos: desde tener un contrato de trabajo, hacer compras para un negocio personal, cuidar a un familiar enfermo o ir de paseo o turismo.
La estadística continua, que cada año publica la ONEI en el Anuario Demográfico de Cuba, muestra saldos migratorios negativos desde 1960, con la única excepción de los años 2013 y 2014. En un claro impacto de la reforma migratoria de 2012, en esos años se reportan por primera vez saldos positivos de 0,3 y 0,2 por 1.000 habitantes, respectivamente. A partir de 2015, el saldo vuelve a ser negativo pero en valores inferiores a los momentos previos a la reforma: – 4,2 en 2012 contra – 2,3 en 2017.
Residencia en el exterior
Un total de 240.042 personas decidieron vivir temporal o permanente fuera de Cuba desde enero de 2008 a la fecha en que fue levantada la encuesta nacional. El 77 por ciento, 184.618 individuos, residía fuera de Cuba de manera permanente y el resto, 55.424, de manera temporal.
Aunque la cifra de residentes permanentes en el exterior supera significativamente a quienes residen temporalmente, el mayor impacto de la reforma aparece en esta segunda modalidad: el 84 por ciento de las salidas temporales que se producen desde 2008 se concentran después del 2013, año de la entrada en vigor del Decreto Ley 302. En el caso de las salidas permanentes, 49 por ciento de ellas se produjo antes de la reforma y 51 por ciento después.
Personas que salen para residir en el exterior por intereses propios (2008-2016)
Fuente: Elaborado por la Redacción IPS Cuba a partir del Cuadro 6 del informe Migraciones a nivel de estratos de asentamientos: resultados principales en la Encuesta Nacional de Migraciones ENMIG (Centro de Estudios de Población y Desarrollo, ONEI, octubre 2018)
De acuerdo con la información brindada por las personas encuestadas, 22.900 personas que residen temporalmente en el exterior, habían venido en varias ocasiones al país. A partir de la encuesta, se ha podido estimar la movilidad circular externa desde el año 2012 en el entorno de las 70.000 personas.
¿Quiénes son estas personas?
-135.988 hombres y 104.054 mujeres. Ellas predominan entre quienes residen temporalmente (M: 29.238; H: 26.186) y ellos entre las residencias permanentes (H: 109.802; M: 74.816).
-La mayoría procede de ciudades de 50.000 habitantes o más y de La Habana.
-Las personas del ámbito rural se encuentran en minoría, representando menos de 10 por ciento.
-75 por ciento de quienes residen temporalmente y 88 por ciento de quienes lo hacen de manera permanente se encuentran entre 15 y 49 años de edad.
-Las mujeres superan a los hombres en el grupo de 50 años y más que vive temporalmente en el exterior.
-El 85 por ciento de las personas menores de 40 años y el 80 por ciento de las que tienen 40 años y más tienen nivel educacional medio o superior.
-El 64 por ciento de las personas tenía empleo antes de viajar, el dos por ciento buscaba trabajo y el tres por ciento estaban jubiladas.
-La estructura por color de la piel se divide en 77 por ciento de personas blancas, cinco por ciento negras y 18 por ciento mestiza.
-Las mujeres que viven en el exterior desde el año 2008 a la fecha de la encuesta, muestran una paridez media menor que las mujeres de 15 a 49 años residentes en Cuba.
-59 por ciento de los hombres y 45 por ciento de las mujeres que decidieron vivir fuera de Cuba lo hicieron “para mejorar económicamente”.
-Para las mujeres “acercarse o visitar a la familia”, “apoyar o cuidar familiares” y “ayudar a su familia aquí” alcanza 35 por ciento de los motivos, razones que en los hombres ocupa apenas el 21 por ciento.
-La población de 15 años y más encuestada opina que la decisión de residir fuera de Cuba responde a: motivos económicos, laborales y de superación (43 por ciento); condiciones de vida y acceso a servicios (12 por ciento); motivos familiares (36 por ciento), entre otros.
Viajes de ida y vuelta
El informe de la ENMIG 2016-2017 reconoce que las “nuevas regulaciones migratorias cubanas han facilitado las salidas de residentes permanentes hacia el exterior”.
Según datos presentados en la XIII Edición de la Serie de Conversaciones Cuba en la Política Exterior de los Estados Unidos de América (La Habana, 2014), citados por la encuesta, entre el 14 de enero de 2013 y el 30 de noviembre de 2014 un total de 346.295 personas realizaron 602.605 viajes al exterior. El 53 por ciento eran mujeres y 35 por ciento tenía entre 40 a 59 años de edad.
La encuesta indagó sobre los viajes realizados en los últimos cinco años y el principal objetivo de la última salida al exterior. Entre los principales hallazgos aparece:
-Cuatro por ciento de los hombres (197.662) y cinco por ciento de las mujeres (215.029), de 15 años y más, ha realizadoal menos un viaje al exterior durante los últimos cinco años previos a la encuesta.
-Mientras casi ocho por ciento de la población residente en La Habana ha viajado (137.516 personas), la cifra no supera 1,4 por ciento de la población rural.
-Algo menos de 70 por ciento de las personas que viajaron proceden de La Habana y de ciudades de 50.000 habitantes y más.
-Se constata un ligero predominio de mujeres, con excepción del estrato rural donde predominan algo más los hombres.
-Del total de 412.691 personas que respondió haber viajado en los últimos cinco años, 157.771 cumplía una misión oficial de trabajo o estudio y 254.920 lo hizo por decisión propia.
-Entre los principales motivos declarados del último viaje personal están: visitar familiares (35 por ciento), pasear o como turista (11 por ciento), hacer una gestión de negocio propio (6 por ciento), cumplir un contrato de trabajo (6 por ciento) o realizar estudios de interés personal (1 por ciento).
-Los hombres viajan más que las mujeres en gestiones de negocio (H: 8 por ciento; M: 4 por ciento) y para cumplir un contrato de trabajo (H: 9 por ciento; M: 4 por ciento).
-Las mujeres viajan más que los hombres para visitar familiares (M: 42 por ciento; H: 29 por ciento) y para pasear o como turista (M: 12 por ciento; H: 10 por ciento).
Migración de retorno
Según el Censo de Población y Viviendas 2012, 809 personas en todo el país respondió haber residido anteriormente en otro país: 52 por ciento eran mujeres, 33 por ciento procedía de Estados Unidos y 16 por ciento de España.
La ENMIG cita, además, datos de la Dirección de Identificación, Inmigración yExtranjería publicados en la Revista Novedades en Población (No.21, enero-junio 2015). Según esa fuente, hasta 2014 un total de 9.400 personas habían retornado a Cuba, de las cuales 60 por ciento eran hombres y 70 por ciento tenía de 17 a 59 años.
Al indagar sobre el retorno o repatriación en los últimos cinco años, la ENMIG entrevistó a 1.689 personas que volvieron para residir en Cuba, 45 por ciento del total de 3.748 migrantes que regresaron en ese período, 47 por ciento desde Estados Unidos. Según la encuesta, 56 por ciento son hombres, 68 por ciento de ellos de 50 años y más. En el caso de las mujeres, 52 por ciento era menor de 50 años.
El informe publicado no brinda información sobre los motivos del retorno.
Familia y redes de apoyo
Teniendo en cuenta que la experiencia migratoria de terceros, especialmente si son de la familia, puede contribuir a la decisión de emigrar, la ENMIG indagó sobre quién tiene familiares en el exterior, el grado de parentesco y las redes de apoyo de uno y otro lado.
-El 38 por ciento de la población de 15 años y más, algo más de 3.547.000 personas, tiene familiares en el exterior.
-Esta proporción asciende al 42 por ciento de la población de 15 años y más residente en La Habana, al 41 por ciento de la residente en ciudades de 50.000 personas y más y al 40 por ciento del resto urbano. Apenas el 28 por ciento de la población rural tiene familia en el exterior.
-Las proporciones de población femenina con familiares en el exterior son más altas que las de la población masculina en todos los estratos estudiados por la encuesta, según lugar de residencia.
–Dos por ciento de la población de 15 años y más tiene a su cónyuge residiendo fuera de Cuba, 12 por ciento un hijo, hija o hijastra (o), 20 por ciento tiene hermanas o hermanos y cinco por ciento madres, padres o suegros (as). Para el 57 por ciento son otros parientes.
-918 hombres por cada 1.000 mujeres tienen familiares en el exterior.
-De la población de 15 años y más con familiares en el exterior, 71 por ciento se declaran de color de la piel blanca, 22 por ciento mestiza y ocho por ciento negra.
-De la población de 15 años y más sin familiares en el exterior, 58 por ciento se declaran de color de la piel blanca, 13 por ciento mestiza y 28 por ciento negra.
Ayuda dentro y fuera de Cuba
La ENMIG estudió las redes de apoyo que forman las personas tanto en Cuba como en el país de destino.
-37 por ciento de quienes decidieron residir temporal o permanentemente en el exterior, recibió diversos tipos de ayuda antes de partir de familiares, amistades o personas conocidas: 90 por ciento en forma de contactos y comunicaciones; 36 por ciento recibió dinero de residentes en Cuba; 100 por ciento recibió dinero desde otro país y 82 por ciento tuvo apoyo para los trámites de viaje.
-58 por ciento de quienes decidieron residir temporal o permanentemente en el exterior, recibió ayuda a su llegada en el país de destino: 77 por ciento en contactos y comunicaciones; 14 por ciento recibió dinero desde Cuba; 48 por ciento tuvo ayuda del gobierno del país receptor y 100 por ciento contó con alojamiento.
Intercambio de ayuda
La investigación permitió conocer que, “contrario a lo que se puede esperar”, 73.480 personas que están viviendo en el exterior de forma temporal o permanente (32 por ciento del total), reciben ayuda desde su hogar de origen en forma de dinero o medicamentos. El apoyo también se expresa a través del viaje de personas desde la isla para asistir a quienes precisan algún tipo de cuidado.
En tanto, 178.784 personas, 77 por ciento del total de las personas que se encuentran viviendo en el exterior, envían algún tipo de ayuda a sus hogares de origen en Cuba: efectivo, medicamentos u otros productos.
¿Cómo se emplea el dinero recibido en Cuba?
(% de personas que declaran cada forma de uso)
Fuente: Elaborado por la Redacción IPS Cuba a partir del Cuadro 15 del informe Migraciones a nivel de estratos de asentamientos: resultados principales en la Encuesta Nacional de Migraciones ENMIG (Centro de Estudios de Población y Desarrollo, ONEI, octubre 2018).
Emigración potencial
Entre los propósitos de la investigación se encontraba obtener información sobre las perspectivas de emigrar hacia el exterior entre la población cubana.
Sin embargo, la aplicación de la ENMIG coincidió con la firma el 12 de enero de 2017 de la Declaración Conjunta entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba sobre la eliminación de la política especial de parole para las personas que llegaban a territorio estadounidense procedentes de la isla –más conocida como política “pies secos-pies mojados”-, así como el programa de admisión provisional para profesionales cubanos de la salud, en terceros países.
Según el informe publicado por la ONEI, este acontecimiento “introdujo un sesgo complejo de evaluar” y obstaculizó la obtención de resultados.
A partir de la información levantada, la encuesta considera que el solo hecho de que cerca de 40 por ciento de la población de 15 años y más tenga familiares fuera del país y que más de 560.000 personas tengan hijos o cónyuges residiendoen el exterior, “se convierte en un condicionamiento importante para el mantenimiento de fuertes flujos migratorias entre Cuba y el exterior de carácter temporal o definitivo”. (2019)