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martes, 23 de abril de 2019

¿“Falta de recursos” naturales en Cuba?


Por: José R. Oro

  

La planta de cemento de Cienfuegos combina los recursos naturales, la capacidad de procesamiento, estar cerca de un puerto internacional y personal bien calificado. Foto: Radio Rebelde.
Con frecuencia se hace referencia a Cuba como un país pequeño y de escasos recursos naturales, lo cual a fuerza de repetirse se ha convertido en un axioma para algunos. No faltan quienes afirmen que esa supuesta “falta de recursos” constituye una limitante para construir una sociedad socialista próspera, sostenible y humana (y en general para una auténtica sostenibilidad de la nación cubana).
En realidad, nuestro país posee una razonable cantidad de recursos naturales, que junto a los recursos geográficos y humanos, son un fundamento balanceado para lograr tan alta aspiración. El objetivo del presente artículo es explicarlo brevemente, desmantelar este intento sutil de “desanimar” a los cubanos, sugiriendo que el desarrollo del país es inalcanzable con nuestros propios recursos y de la necesidad de depender de otros países.
Nada más incorrecto. Esta situación ha alcanzado recientemente su clímax, cuando muchos medios y analistas afirman que, sin los recursos de Venezuela (sobre todo en petróleo), Cuba estaría imposibilitada de sostener su economía. Y hay una enorme insistencia y frecuentes comentarios acerca de las limitaciones de Cuba para ser sostenible y desarrollarse.
Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de “recursos naturales”? Se denominan recursos naturales aquellas riquezas proporcionadas por la naturaleza sin alteraciones por parte del ser humano. Desde un punto de vista económico-social, los recursos naturales son valiosos para la sociedad por contribuir a su bienestar y a su desarrollo de manera directa y tangible (materias primas, minerales, alimentos) o menos directa y económicamente palpable (radiación solar, viento o precipitaciones, por ejemplo).
La posición geográfica y el entrenamiento y educación de la población (en este último caso es un recurso “formado o desarrollado”, no natural) son elementos integradores para que estos recursos se conviertan en valores tangibles y fuerzas motrices del desarrollo acelerado de la economía.
La relativa escasez o abundancia de los recursos naturales y su influencia en el progreso de un país es un tema complejo y el nivel de desarrollo de muchos países o entidades (Holanda, Israel, Singapur, Hong Kong, Macao, Taiwán, Corea del Sur, etc.) no depende de una profusión de tales riquezas. Otros países, en cambio, disponen de considerables recursos naturales y no son proporcionalmente desarrollados.
Afirmar que Cuba es un país “pobre en recursos” y que es incapaz de desarrollarse frente a la terrible agresión que es el bloqueo, es una total falacia. La Isla posee una notable combinación de potenciales naturales no renovables y renovables, de recursos derivados de su posición geográfica y de sus recursos humanos.

Tipos de recursos, en general; y de Cuba, en particular


Las lateritas de níquel y cobalto son la principal riqueza en minerales metálicos de Cuba. Foto: Manuel Valdés Paz/ Trabajadores.
Comúnmente, los recursos naturales se clasifican en no renovables y renovables. Los no renovables son aquellos que no pueden ser regenerados a una escala tal que pueda sostener su tasa de consumo, los que frecuentemente existen en cantidades fijas, pues la naturaleza no puede restablecerlos en plazos geológicos breves.
Algunos de los recursos no renovables son: el carbón, petróleo y gas natural, minerales metálicos y no metálicos, y los depósitos de agua subterránea en acuíferos confinados. Cuba los posee todos (excepto carbón), en mayor o menor medida
Los recursos renovables son aquellos que no se agotan con su utilización, ya que vuelven a su estado original o se regeneran a una tasa mayor a la que disminuyen mediante su uso lo que permite la sostenibilidad de dichos recursos. Dentro de esta categoría de recursos renovables encontramos las aguas superficiales e incluso subterráneas en acuíferos que se recargan naturalmente, la biomasa, bosques (incluso matorrales como los marabuzales), viento, radiación solar, energía hidráulica, OTC, mareas, productos de agricultura y desechos o residuos de actividades agrícolas entre otros. En el caso de la radiación solar, las mareas, el viento e incluso si se opera adecuadamente, la energía hidroeléctrica, son recursos que no corren peligro de agotarse en un plazo previsible.
Cuba dispone de una combinación ganadora de recursos, hay que aprovecharlos sabiamente y con sostenibilidad:
Recursos naturales:

Este mapa muestra el enorme potencial bioeléctrico de Cuba.
  • Recursos no renovables: De ellos los metálicos y relacionados: níquel, cobalto, zinc, plomo, cobre, cromita, manganeso, colas negras, colas rojas y otros subproductos, metales en menor escala (oro, plata, wolframio, hierro, bauxita, etc.). No metálicos: Materiales de construcción (incluyendo materias primas para el cemento), zeolitas, mármoles, caolín, yeso, puzzolanas y minerales para vidrio y cerámica. Combustibles: Petróleo, gas y biomasa. Aguas Minerales de manantial como semi-renovables.
  • Recursos renovables: Aguas superficiales, alta radiación solar por metro cuadrado, vientos (principalmente alisios en el nordeste del país) para aerogeneradores), suelos cultivables, sal común/otros tipos (marina – evaporación, incluye subproductos), etc. Cuba dispone de considerables recursos hidrológicos, de radiación solar, energía eólica y de uso de la biomasa con distintos fines, los cuales han sido bastante estudiados. Vale la pena observar que entre las áreas con más potencial para energías renovables están provincias del oriente del país como Las Tunas y Guantánamo, con menor desarrollo respecto a otras regiones.
Recursos relacionados con la ubicación geográfica, dado por la posición del país (y/o regiones):

Privilegiada posición geográfica de Cuba. Croquis: José R. Oro
  • Países como Singapur en el estrecho de Malaca con un elevado % del tráfico marítimo mundial, Panamá conectando los dos principales océanos, Hong Kong, y otros, basan su desarrollo no en la abundancia de sus recursos naturales, sino en la excelencia de su posición geográfica. Cuba la “llave del golfo” es uno de los países que disponen de tal recurso en un orden de magnitud que influye de manera determinante en el potencial económico nacional y su atractivo para la inversión internacional. Los puertos de la costa sur de Cuba como Santiago y Cienfuegos, están frente por frente al Canal de Panamá y del futuro Canal Interoceánico de Nicaragua. Los de la costa norte una enorme capacidad para el comercio con América del Norte y con toda la cuenca Atlántica en general. El potencial geográfico para la Industria turística es enorme, ya que Cuba se encuentra situada en el mismo centro de las Américas, con una magnifica y variada oferta que incluye playas y otras bellezas geográficas, historia, cultura, salud y seguridad para los visitantes.
Recursos humanos:
  • Es un elemento fundamental para el desarrollo económico de un país. Los recursos humanos con que cuenta Cuba le dan una enorme capacidad de inserción en el mundo y constituyen una ventaja en la actualización de su modelo económico, Cuba es una referencia mundial en educación, como todos sabemos. Población económicamente activa: 4,4 millones de personas, con una tasa de desempleo de solo el 3 %. Con un alto nivel técnico y profesional, más del 18 % de la población económicamente activa es universitaria.
  • Con cerca del 13% del PIB invertido en este sector, ningún otro país del mundo, incluidos los más desarrollados, iguala a la Isla del Caribe, que ha hecho de su política social un modelo para las naciones en vía de desarrollo. Timor Leste y Dinamarca siguen a Cuba, con un 11,3% y un 8,7% del PIB, respectivamente, dedicado a la educación. A guisa de comparación, Estados Unidos invierte apenas un 5,4%, o sea dos veces menos que Cuba, y Canadá un 5,5%. En cuanto a América Latina, Bolivia ocupa el segundo puesto detrás de Cuba con un 7,6%, mientras que México y Argentina le destinan respectivamente un 5,2% y un 5,8%. Esto garantiza la continuidad de la capacitación técnica de los cubanos. En las próximas entregas se discutirá más detalladamente el tema de los recursos humanos de Cuba y su capacitación, entre otros componentes del desarrollo.

Un ejemplo del potencial humano de Cuba se puede observar en esta tabla de la ONEI.
Y de los recursos naturales del archipiélago continuamos hablando hoy. Cuba cuenta con una compleja estructura geológica, con diferentes tipos de minerales o  “especialización metalogénica”—recursos no renovables— (1). Entre los principales recursos minerales metálicos están el níquel, cobalto, hierro (principalmente en las colas negras de Nicaro), cobre, plomo, zinc, oro, plata, manganeso, wolframio y cromo.
Las colas negras en Nicaro (y también en la planta “Che Guevara” en Punta Gorda, Holguín), las colas rojas de Moa, y residuales a ser reprocesados en El Cobre, Matahambre y, en menor escala, otras antiguas minas, abren un nuevo frente de potencial desarrollo. El potencial para minerales del grupo del platino está aún por evaluar, como también el Molibdeno y las Bauxitas.
En el caso de las denominadas rocas y minerales industriales (RMI) o minerales no metálicos, Cuba dispone en mayor o menor escala de recursos de arcillas de varios tipos: asbestos, arenas, arenas cuarzosas, barita, basaltos, bentonita/montmorillonita, calizas, cuarcitas, cuarzos, caolín, cianita, calcarenitas, feldespatos, fosforita, granates, gabros, grafito, mármoles, magnesita, materias primas para cemento, micas, olivino, piedras semipreciosas, pigmentos naturales, piroxenos, roca ígnea para la construcción, sal gema, serpentinas, talco, tobas, turba, wollastonita, yeso y zeolitas.
El país posee un considerable potencial para petróleo y gas aun en desarrollo, y una producción de más de 3,5 millones de toneladas de crudo y de unos mil millones de metros cúbicos de gas natural que cubre alrededor del 40% de la demanda nacional, tanto energética como de combustibles.
Una característica de Cuba es la yuxtaposición de distintas estructuras geológicas, cada una con su propio surtido de recursos minerales, en un área comparativamente reducida. En otras regiones del planeta, no es común ver tantos diferentes complejos rocosos, tampoco presentan tal variedad de recursos.

Diversidad geológica de Cuba. Mapa: Israel Cruz.

Potencial del petróleo y gas en el Golfo de México

Apenas unos pocos años después de iniciados los estudios las prospecciones realizadas en varios pozos en la Zona Económica Exclusiva de Cuba en el Golfo de México (ZEEC-GOM) han encontrado potenciales importantes de crudo. Los estudios geológicos efectuados por Cuba calculan la existencia de reservas petroleras equivalentes a 22 000 millones de barriles en aguas ultraprofundas de su Zona Exclusiva, mientras otras estimaciones (entre ellas las del Servicio Geológico de los EE.UU.) reducen esa potencialidad a entre 5 000 y 9 000 millones de barriles, cuantía excelente de cualquier manera, que pondría hoy a Cuba en el lugar 23 del mundo por reservas petrolíferas.

Enorme potencial en petróleo y gas en las aguas profundas del Golfo de México, en proceso de evaluación. Mapa: Cupet.

Recursos renovables

Cuando hablamos de los recursos renovables, muchas veces pensamos solo en el aspecto energético de ellos, pero no se limita a este sector. Para el archipiélago, las aguas superficiales juegan un papel enorme y la posibilidad de instalar potabilizadoras de agua de mar, una materia pendiente para el presente y también el futuro. El uso adecuado del suelo no puede ser más importante para el desarrollo del país. La cuantía de recursos renovables de Cuba es suficiente para sus necesidades de desarrollo sostenible. Empezando por el sector energético, a continuación presento brevemente la riqueza de recursos de este tipo que Cuba posee.

Energía solar


Radiación solar horizontal. Mapa: GHI Solar Maps/2014.
  • El promedio anual cubano de sol es de 1 700 h y la radiación solar de 5.0 kWh/m² al día o 1.825 kW/m² anuales.
  • Secadores solares multipropósito han sido desarrollados (Modelo SecSol), con capacidades de 150, 270 y 405 m3/año.
  • Cocinas solares y destiladores han sido también construidos, pero el número instalado es aún insuficiente.
  • Unos 3,991 sistemas de calentamiento de agua, fueron importados y montados; solo el sector del turismo tiene 2 638 instalaciones en 6 325 habitaciones, con un ahorro de 5 700 MWh/año, y un potencial para ¡decuplicar! esa cifra.
  • Cuba gasta entre 529 y 791 GWh/año en el calentamiento de agua de 4,5% a 7% de la generación anual de electricidad, principalmente en el horario pico.

Energía eólica


Potencial eólico instalable en Cuba, tomado de “Mapa del Potencial Eólico de Cuba”, de Rolando Soltura Morales y Alfredo Roque Rodríguez.
  • El uso de molinos de viento para el bombeo de agua es muy común en Cuba desde principios de1900.
  • Con respecto a la generación de energía, hasta la fecha, varios parques eólicos, relativamente pequeños, han sido instalados en Cuba, en la Isla de Turiguanó dos turbinas de 225 kW cada una; en Los Canarreos, municipio Isla de la Juventud, con seis turbinas de 275 kW cada una.
  • Un tercer parque eólico está localizado en Gibara, provincia de Holguín, y tendrá seis turbinas de 850 kW. El potencial de la costa nordeste de Cuba excede los 600 MW.

Biomasa

  • La biomasa constituye hoy alrededor de un 90% de la producción de electricidad de fuentes renovables en Cuba, en la industrias del azúcar, la madera, el café, el arroz y otras fuentes como las leñas (incluyendo al marabú), el biogás etc.
  • Hoy existen alrededor de sesenta centrales en operación con una cosecha de caña de entre 12 y 15 millones de toneladas, el bagazo constituye el 23 % del peso total de la caña, generando entre 2.76 y 3.45 millones de toneladas de bagazo en la últimas zafras.
  • La producción anual de electricidad a partir de bagazo ha fluctuado de 994,2 GWh en el 2000 y se ha mantenido por debajo de esa cifra desde entonces. Generalmente la electricidad generada se usa en un 80% -85% para el consumo de los propios centrales y un 15% – 20% se entrega al SEN.
  • La planta de biomasa en Ciro Redondo (60 MW) ya está en avanzado proceso de construcción con inversionistas británicos, a un costo de 186 millones de USD. La producción de etanol combustible apenas comienza en Cuba con un considerable potencial en ese rubro.
Otras fuentes de biomasa son las leñas combustibles. El marabú constituye cada vez más la principal fuente de leña combustible; la industria de la madera (aserrín) produce unas 700 toneladas (t) anualmente. La industria del café aporta alrededor del 20% del peso del grano en un residuo denominado cascarilla, que representa de unas 5 mil 600 a 6 mil t de cascarilla u 800 equivalentes de petróleo. La industria del arroz genera en cascarilla de arroz unas 3 mil toneladas por año o 1 200 t equivalentes de petróleo.
El uso del biogás fue introducido en Cuba a principios del 1940 en la fábrica de cerveza del Cotorro. El potencial es interesante, como lo demuestra la planta localizada en la destilería  “Heriberto Duquesne”, en Remedios, Villa Clara, con un reactor de 3 mil 300 m³ y una capacidad de producción de 6 000 m³ de biogás y 4 t de biofertilizantes por día.

Energía hidroeléctrica

Más de 180 plantas hidroeléctricas han sido construidas en Cuba, de ellas, 137 son micro hidroeléctrica (hasta 50 kW, 35 minihidroeléctricas (50-500 kW), siete pequeñas centrales hidroeléctricas (PCHE) (500-5 000 kW) y una central hidroeléctrica mediana en Hanabanilla, Cienfuegos, con una capacidad instalada de 43 MW.
La capacidad total instalada en los ríos cubanos es de unos 70- 100 MW y el promedio anual de producción de energía eléctrica es de más de 200 GWh, con una sustancial capacidad de crecer, sin dejar de tomar en cuenta las reiteradas sequías que la isla ha de enfrentar.
Otras fuentes renovables de energía son la energía marina, explorada por primera vez en Cuba, en 1930 en la bahía de Matanzas, por el científico francés George Claude, y las tecnologías del hidrógeno y las celdas combustibles que están aun en sus estadios iniciales en Cuba, teniendo una característica muy interesante, que es la producción de hidrógeno a partir de energía solar o eólica, para usarlo como combustible, combinando el uso de dos recursos renovables.

Recursos renovables no energéticos

Cuba dispone de unos 3 mil metros cúbicos de agua por habitante anualmente, que es una cifra satisfactoria. Por ejemplo, Israel recibe 252 metros cúbicos de agua por habitante. Es decir, Cuba disfruta de unas 12 veces más agua per cápita que Israel.
Cuba tuvo durante 2017 un déficit estimado de 900 millones de metros cúbicos de agua en total, de los cuales solo cerca de 100 millones de metros cúbicos faltan para el suministro a la población y el resto mayormente para el sector agropecuario, principalmente arroz y caña de azúcar. Asimismo, el principal problema del agua son las pérdidas de todo tipo. Además hay un gigantesco potencial relacionado con el uso del agua de mar en descargas sanitarias, el reciclaje de aguas usadas y, por supuesto, la potabilización de agua de mar como se realiza en Santiago de Cuba. La acuicultura tiene un gran potencial solo parcialmente utilizado. Se puede obtener mucho más de la pesca en las aguas de la zona económica marina cubana y de la plataforma insular.

¿Escasez o abundancia de recursos naturales?, criterios para la cuantificación en Cuba

La economía cubana crece a un ritmo menor que el deseado, sobrepasando inmensos retos como el cruel bloqueo, desastres naturales y un proceso de tránsito del modelo económico. La nueva Constitución abre los espacios legales necesarios para potenciar los recursos naturales del país
Como se observa, Cuba dispone de cantidades sustanciales de recursos naturales, de una posición geográfica muy privilegiada y de personal calificado, que son la  “tríada “ que permite que estos recursos sean convertidos en valor para el pueblo. El país tiene además la capacidad y la motivación de tener el impacto ambiental bajo un control estricto, pero prudente, y hacer un uso racional de los recursos, tomando en cuenta los cambios climáticos y la lógica en el consumo de energía, entre otros.
El cruel bloqueo trata de asfixiar económicamente a Cuba, trata de desanimar al pueblo y de convertir en una “verdad irrebatible” que Cuba  “carece” o es “pobre” en recursos naturales, y que dependerá siempre de otros países para su desarrollo y sostenibilidad. Tal afirmación no es solo falsa, sino un deliberado y desesperado intento de socavar las esperanzas de nuestro pueblo. ¡Otra gran mentira anticubana!
Nota:
(1) Mapa metalogénico de la República de Cuba a escala 1:250,000: Base de datos de los depósitos. Xiomara Cazañas Díaz et al. Instituto de Geología y Paleontología, La Habana, Cuba. (2013)

Lecturas recomendadas sobre el tema de los recursos y su uso:

  1. Estado y perspectivas de las energías renovables en Cuba. José Antonio Suárez Rodríguez, Pedro Aníbal Beatón Soler. Centro de Investigaciones de Energía Solar, Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
  2. Recursos naturales. Luis A. Fournier Origgi. Editorial Universidad Estatal a Distancia, San Jose de Costa Rica, 2003
  3. Debaten en Cuba sobre energía fotovoltaica.
  4. Cuba hacia 100% con energías renovables, Moreno Figueredo.
  5. La geografía de los recursos naturales en Cuba: potencial natural y combinaciones territoriales, Ana María Luna Moliner.
  6. Moreno, C., Energía eólica, La Habana, Editorial Cubasolar, págs. 9-20, 2006.
  7. Grogg, P.,Caña de azúcar: la primera fuente renovable Inter Press Service News Agency, Septiembre 8, Cuba, 2007.
  8.  González, O., “Construyen en destilería avileña planta de biogás “, Granma, La Habana, Mayo 7, 2007, pág. 2
  9. Programa de hidrógeno y celdas combustibles en Cuba. XV Forum Nacional de Ciencia y Técnica, Habana, Febrero 16, 2007.
  10. Rol de la energía eólica en la reducción de gases de efecto invernaderoen el sistema eléctrico cubano. Dr. David Pérez Martín, Lic. Ileana López López y M.Sc. Belkis Soler Iglesias
  11. Atlas Eólico de Cuba. INSMET
  12. Brasil profundiza sus negocios con la industria azucarera cubana
  13. World Energy Resources: Solar World Energy Council 2013
  14. Agua de mar en descargas sanitarias: ¿una solución para Cuba?
  15. Sequía y agricultura: Gestión del agua para la seguridad alimentaria.
  16. La hidroenergía en Cuba, XV Forum Nacional de Ciencia yTécnica, Habana, Febrero 16, 2007.

Avanza saneamiento en Calimete tras derrame de petróleo en el central Jesús Rabí

En este artículo: AZCUBA, Cuba, Derrame de Petróleo, Fotografía, Matanzas, Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (CITMA)
23 abril 2019 
Progresa saneamiento ante derrame de hidrocarburo en central Jesús Rabí.
“El 74,6 por ciento de los 268 000 litros de petróleo derramados el sábado último en predios del central azucarero Jesús Rabí fue recolectado, y progresan las labores de saneamiento del área”, confirmó Orlando Vandrell, funcionario del Grupo AZCUBA en Matanzas.
En declaraciones a la ACN el director de desarrollo e inversiones de AZCUBA en el territorio confirmó que se recogieron 200 mil litros del combustible, esparcidos al producirse una avería en un depósito que alimentaba a la destilería ubicada en las inmediaciones del ingenio.
Diamela Bello Valdés, jefa de sala de análisis del central, explicó que del total recuperado, 192 000 litros poseen parámetros de calidad adecuados para el uso, y 8 000 afectados por contaminación se trasladaron a Santa Cruz del Norte, municipio de Mayabeque con notable tradición en la industria petrolera.
“La fábrica de derivados del central Jesús Rabí, y la destilería José Antonio Echeverría en el municipio de Cárdenas, se incluyen entre los destinos donde se empleará en los procesos productivos el petróleo rescatado”, añadió Bello Valdés.
Confirmó la funcionaria que el accidente no afectó el proceso de molienda en la fábrica azucarera, cuya puesta en marcha en noviembre último marcó el inicio de la zafra 2018-2019 en el territorio.
Ángel Alfonso, especialista de la delegación en la provincia de Matanzas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), informó que hasta el momento no hay contaminación de las aguas y se valora el impacto ambiental.
Como alternativa para aprovechar el hidrocarburo derramado, a lo largo del sendero contaminado en la comunidad Jesús Rabí, se mezclará con rocoso para su uso como impermeabilizante en los caminos cañeros de la zona.
(Con información de ACN)

POLITICAS ABORDADAS DESDE LA PARTICIPACION CIUDADANA


Por Rafael Alhama Belamaric 

Ya los convencionalismos y los modos de hacer de costumbre y la manera arcaica de entender las cosas, no tienen la dinámica necesaria para superar la acumulación de decisiones sobre temas inaplazables, sin respuesta, o con propuesta de soluciones que se repiten, por lo tanto, no-soluciones. 

Esto es válido incluso fuera de situaciones de crisis, pero sobre todo, es válido para todas las partes involucradas. Lo primero que se debe recordar es que crísis no es sinónimo de desastre, catástrofe, o situación de emergencia, aunque muchas veces los autores lo traten así. No es objeto entrar en un análisis diferencial. 

Sólo recordar que toda crísis va acompañada de “amenaza“, “presión de tiempo“, “incertidumbre“, e “insuficiencia de recursos“. 

Esto, en el momento y el contexto actuales, puede abarcar y debería entenderse desde los escenarios, pasando por estrategias, hasta las políticas, objetivos, acciones, y sobre todo, actores. Las complejidades actuales nada tienen que ver con ningun momento anterior. La prospectiva se convierte en instrumento indispensable. 

De manera que visualizar, entender, plantear y llevar a cabo aplicaciones en dinámica, con nuevos modos, con mecanísmos de intermediación, de comunicación, de relaciones políticas, institucionales, nuevos, para el contexto actual, sin rigidezes de pensamiento, es absolutamente necesario. 

Si un grupo de especialístas llevan mucho más de una década hablando y escribiendo de la imperiosa necesidad de “gestionar los procesos de cambio“, que no se trata sólo de hacer un organigrama, diagrama, o calendario, con objetivos y responsables, todo encerrado en un estrecho marco conocido y asumido, sino de buscar y combinar estrategias a escala de corto plazo 

Los nuevos valores, o valores “preteridos“, como lo es la “participación“ de distinto tipo, llevan también nuevas necesidades y forma de establecer las prioridades. Y , entre las nuevas necesidades, no cabe duda, están los nuevos valores, y entre los nuevos valores, está “ la participación“ con mayúscula, de la cual se ha escrito suficiente en las últimas dos décadas. Y la cualidad de estas fijará las prioridades. 

En el pasado reciente, cuando comenzaron procesos complejos, a manera de ejemplo, el de Perfeccionamiento Empresarial, que debía abarcar más temprano que tarde a toda la sociedad, y de ninguna manera encerrarse dentro del marco de la empresa, se escribieron cientos de páginas y se desarrollaron cientos de horas en eventos, alertando y haciendo propuestas concretas, para que este no se entendiera y llevara a cabo, como un proceso técnico. La gestión de cambio, de ninguna manera puede ser privativa de técnicos. 

Era, y debió tratarse como un “cambio de políticas“ y como un “proceso profundamente social“, que más allá de retóricas comunicativas, y emociones, necesitaba incorporar vías, mecanísmos e instrumentos de gestión con estrategias a corto y medio plazo, de implicación ciudadana, de “proximidad“, y no de “evitación“. 

Esto, como otros procesos aún más recientes, son lecciones que no deben pasar de larga, sino que deben marcar el punto de inflexión. 

Las crisis son constantes en la historia humana, y nuestra sociedad bien lo sabe. No es posible pensar que será esta, o la siguiente, pasajera o última, porque esta, o éstas, se hacen cada vez más globales. Incluso cuando parece que es más propia, abarca a muchos, se hace multidimensional. 

La participación, nuevos valores, prioridades, gestión de cambio social y político, se excusan, sobre todo en tiempo de crísis, con los “recursos disponibles“. Es decir, es casi una fórmula, que sigue inalterable, escrito hace mucho, desde luego, bajo otros preceptos, mandamientos, principios o normas, hasta hoy aplicado una y otra vez; crísis, crísis de recursos disponibles-decisión central-más centralización. 

De la misma manera entonces, se entiende la gestión de cambio, las prioridades, y se lleva a cabo, centralmente, con número limitado de implicados. Pero, ¿no sería factible manejar la crísis desde la proximidad, o el nivel más próximo a la solución, a la decisión, a la capacidades existentes de planificación, evaluación, (re)distribución; a las prioridades? 

Desde la centralidad, un pan siempre será un pan, que se podrá mejor o peor repartir, pero no dejará de ser más o menos un pan. Si la estrategia, políticas, acciones se acercan a los actores, este pan podría convertirse, no sólo en mucho más que un pan, sino que le otorga al proceso una nueva legitimidad. 

Por supuesto, que de esta manera, esta gestión de cambio, implica nuevas relaciones sociales y políticas. Lo que está claro es que ni un sólo actor ni un sólo nivel, puede solucionarlo. Esta sería una manera de pensar dialéctica. 

Hace tirempo ya, la toma centralizada de decisiones en tiempo de crisis esta cuestionada, más cuando se trata de estructuras burocráticas, lentas de por sí ante respuestas necesarias, de manera que los modelos alternativos buscan otras vías más funcionales que superen la disfuncionalidad central. 

Confianza es palabra de orden, es un concepto tan importante para llevar a cabo cambios tanto a nivel organizacional como de la sociedad. Es fundamental, sobre todo en casos cuando las tareas o acciones son abarcadoras e integrales como para que los acometa y solucione un sólo actor. 

Con la especialización alcanzada en nuestra sociedad, por tanto, diferenciación, es decir, la preparación cultural, científica y técnica de la población, los integrantes de cualquier tipo de organización, a cualquier nivel, dependen más unos de otros. Esto les otorga una nueva cualidad tanto en su comportamiento como en la búsqueda de soluciones. 

La comunicación también se convierte en factor importante, sobre todo para la creación de espacios de diálogo y de cooperación, para el establecimiento de metas comunes entre personas con diferentes expectativas. 

La integración de todo el potencial científico y técnico, de toda la comunidad científica, también necesita de “proximidad“. Es otro factor imprescindible a tener en cuenta a nivel de municipio, comunidad, territorio. Ni siquiera el marco o relaciones de integración empresa-universidad, que a pesar de todo lo dicho, sigue haciendo vida separada, es suficiente. La fundición de estos, la cascada de busqueda de soluciones a nivel de comunidad no se acaba de realizar en la medida necesaria. 

Que no existe una situación ideal de preparación para la crisis, que evite situaciones de tensión, sobre todo entre situaciones potenciales y las prioridades de manejo de crísis, las necesidades de mayor y cada vez mayor integralidad para enfrentarlo, y las reales fragmentaciones institucionales y sus capacidades para una planificación activa, que vaya más allá de preparación simbólica, debe quedar claro. 

Pero en esa misma medida, debe quedar claro que se necesitan nuevos espacios con aceptables grados de apertura para las estrategias de corto y medio plazo que supere el estado de cosas y se conecte más a los problemas de fondo, “rápido e inteligente“, como dice Joaquin Benavides. 

Queda en los líderes políticos, de los sistemas de planificación y gestión de crisis, e igualmente dentro de la comunidad científica y profesional, la responsabilidad de que los procesos de los cambios propuestos, se inicien lo antes posible, pero adaptado el sistema y métodos apropiados.

El capitalismo y sus límites

Por José Blanco, La Jornada

Sin fallar, cada día es posible leer –prácticamente desde hace dos años–, artículos, ensayos académicos y numerosos libros acerca de la inminencia de una nueva crisis capitalista internacional que se montará sobre los nunca recuperados niveles de ingresos existentes antes del estallido de 2007-2008, tanto de los asalariados como de las clases medias. El futuro de la globalización neoliberal es cada vez más negro; sobre todo para los excluidos de siempre. Las olas de los desastres se cebarán sobre una sociedad mundial azotada por la forma de la recuperación de la crisis originada en aquellos años: la economía mundial ha permanecido en una zona de crecimiento contigua al estancamiento, mientras el valor creado se concentraba de modo sin precedente en el 1% y aún más en el 0.01%.

Crecimiento lento y generación de desigualdad como nunca en la historia sólo se hacen posibles porque a la desigualdad natural, propia de la explotación capitalista, se ha añadido la ingente traslación de valor hacia los grandes empresarios y sus ejércitos de chief executive officers.

El capitalismo no es más un modo de producción con futuro. Sus contradicciones se ensañan con las grandes mayorías en todas las sociedades del mundo y en el hábitat mismo de la humanidad. Si el capitalismo continuara reptando en los niveles de crecimiento de la última década, socavaría su existencia misma: este régimen económico hizo del crecimiento un modo de existencia al automatizar –por así decirlo– en el largo plazo, el proceso de inversión; pero si creciera como alguna vez lo hizo, en nuestro tiempo atentaría de peor manera contra su existencia porque su perfil tecnológico arremete aún más profundamente que en el pasado contra la naturaleza. Por si fuera poco, el enloquecido consumismo planetario está también en la raíz de la depredación del mundo natural compatible con la vida humana. Con un daño profundo al planeta, ni el capitalismo ni la vida misma son posibles.

Como nunca en el último siglo, el capitalismo ha agotado su tendencia progresista de desarrollo de las fuerzas productivas. Marx y Engels escribieron en el Manifiesto del Partido Comunista largamente sobre el papel revolucionario de la burguesía respecto al desarrollo vasto de las fuerzas productivas. Ese desarrollo habría de ser su misión histórica. Hoy el modo de producción capitalista atenta en contra de sí mismo.

Insistamos: el capitalismo demanda una base productiva y un consumo de bienes en incesante expansión, en crecimiento infinito: tal locura busca lograrse mediante una constantemente mayor explotación de los bienes naturales planetarios: esa necesidad imperiosa resulta, hoy está claro, insostenible. Debido a esta realidad, el crecimiento sostenido no podría lograrse sino con una reducción drástica y permanente de los niveles de producción y de consumo, lo que contradice directamente la lógica de crecimiento que impulsa al capitalismo, basada en la tasa de ganancia del capital privado (aunque hay agencias internacionales empeñadas en mantener la utopía del crecimiento sostenido). El modo de producción capitalista, además, enfrenta los límites de crecimiento señalados cuando la inmensa mayor parte de la sociedad planetaria no alcanza un nivel de vida (alimentación, salud, educación, vestido y vivienda) medianamente decente. Es claro, ese nivel de vida no será alcanzado en el marco de relaciones sociales establecidas por el capitalismo.

Los límites al crecimiento económico capitalista indican que cada vez en mayor medida la fuente de rentabilidad capitalista se halla en el trasvase de valor hacia los grandes capitales desde todos los puntos de la economía planetaria. La continuación de ese hecho de extrema brutalidad no tiene otro resultado sino el crecimiento permanente de la desigualdad social en todo el planeta.

Transformar esa realidad implicaría la creación de un capitalismo de rentabilidad baja y estancada. Eso sólo podría ocurrir con un formidable cambio en la correlación de fuerzas entre el capital y todos los sectores a los que mantiene sujetos por la dominación. Una correlación de fuerzas donde todos los sectores explotados por el capital ganaran el poder del Estado. Alcanzar tal cambio implica un dilatado proceso de reforma cultural tal que los dominados desechan los valores ahora difundidos por las escuelas, las iglesias, los medios de comunicación, las universidades, el cine y el teatro, los valores de la cultura dominante. Con un cambio de tal magnitud, los sectores dominados estarían muy cerca de abandonar este modo de producción explotador y depredador del planeta.

Los límites del capitalismo son actuales; pero la transformación social no puede ocurrir porque el proceso político de la liberación tiene sus propios tiempos: no son los de la economía. La mayor tarea política actual de los estratos dominados es minar los peores aspectos del presente: los de la globalización neoliberal. En esa lucha está su aprendizaje histórico.