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jueves, 16 de mayo de 2019

Tucídides, Trump y la guerra con China

Por Alejandro Nadal, La Jornada

Entre flotas con portaviones y aranceles de castigo, la administración Trump amenaza a China. Quiere doblegar su poderío económico y frenar su influencia creciente en asuntos internacionales. La República Popular China ya es considerada adversario por el complejo militar-industrial de Estados Unidos y los principales medios de información de ese país repiten a coro el mensaje.

Los tambores de guerra se escuchan, y la evolución de los acontecimientos podría anunciar un conflicto bélico entre China y Estados Unidos en el futuro. El análisis de Tucídides sobre la guerra del Peloponeso es más relevante que nunca para el análisis de la coyuntura actual. La lección más importante en su obra es que la principal causa de la guerra es el factor emocional: el temor y la desconfianza.

China es percibida como adversario, porque Washington sabe que su supremacía no puede durar para siempre. La economía estadounidense puede todavía ser la más grande del mundo (dependiendo de la métrica), pero no necesariamente es la más fuerte. Su poderío depende, en buena medida, del papel que juega su divisa en el sistema monetario internacional. Sin embargo, el déficit comercial crónico es un claro indicador de algunas debilidades de la economía de Estados Unidos.

Del total de las exportaciones estadounidenses de bienes y servicios, las de manufacturas de alta tecnología (computadoras, aviones, máquinas herramienta y robots industriales, equipo científico, etcétera) representan 20 por ciento del total. A pesar del alto grado de complejidad de estos productos, Estados Unidos ya enfrenta una fuerte competencia internacional en estos rubros. En contraste, las exportaciones de servicios, entre los que se encuentran los servicios financieros, representan 33 por ciento de las exportaciones totales. Es claro que buena parte de esas ventas al exterior de servicios no se llevarían a cabo si el dólar estadounidense no fuera todavía la moneda hegemónica.

La guerra comercial de Trump contra China se inició en febrero de 2017, con aranceles de 30 y 20 por ciento sobre dos categorías de productos. A lo largo de ese año se fueron imponiendo aranceles a muchos otros productos, y China comenzó a responder con medidas compensatorias. Hoy se han interrumpido las conversaciones que se suponía llevarían a un nuevo acuerdo y el conflicto se ha intensificado. Estados Unidos ha impuesto nuevos aranceles de 25 por ciento sobre 200 mil millones de dólares de importaciones chinas, y Pekín ha anunciado que aplicará medidas compensatorias equivalentes.

¿Cuáles son los objetivos de Washington en esta guerra comercial? En el primer año de la guerra comercial el déficit comercial de Estados Unidos con China se incrementó 11 por ciento (pasó de 375 a 419 mil millones de dólares entre 2017 y 2018). Puede que el déficit se reduzca en los años siguientes, pero eso dependerá de muchos factores y también podría acarrear costos para los consumidores y empresas estadounidenses.

Los negociadores de Estados Unidos saben muy bien que el déficit bilateral no se va a reducir de manera significativa y que tampoco van a regresar las empresas que se fueron a China por sus bajos costos de mano de obra. Para ellas todavía quedan por explotar los paisajes demográficos de Vietnam, Cambodia e Indonesia. Entonces, ¿qué busca Washington con su belicosidad comercial?

Un indicio revelador está en las razones por las que la semana pasada se rompieron las negociaciones entre ambos países. Washington ha acusado a Pekín de renegar sobre los acuerdos a los que había llegado hacía meses. Esos convenios tienen más que ver con la política industrial y tecnológica de China, así como su legislación sobre propiedad intelectual. En este terreno, a Estados Unidos le gustaría doblegar al gigante asiático para mantener un predominio tecnológico que cada vez es más precario.

En el año 433 antes de nuestra era, Atenas impuso a la ciudad de Mégara una serie de severas sanciones económicas que amenazaban con asfixiarla. Ese decreto fue determinante y Esparta sintió que confirmaba sus peores temores sobre los designios de los atenienses para incrementar su poderío e influencia. El conflicto se presentó como inevitable y se desató la segunda guerra del Peloponeso, que terminó con la derrota de Atenas en 404 antes de nuestra era. El costo de la guerra fue terrible y Grecia nunca volvió a gozar de la autonomía que tuvo durante la era clásica. Para Tucídides, en su Guerra del Peloponeso, el factor emocional del miedo y la desconfianza fue la causa más verdadera de esa terrible guerra.

Hoy, la política de Washington frente a Pekín sigue el mismo derrotero. Miedo y desconfianza. ¿Preferirá Estados Unidos hundir al mundo en un conflicto nuclear antes que perder su hegemonía? Difícil responder, pero una cosa es cierta: la profecía de una guerra se cumplirá si Estados Unidos no abre el espacio que Pekín siente necesitar como potencia emergente. De adversario a enemigo no hay más que un solo paso.

Sobresale en Ciego de Ávila aporte de minindustrias

Creado el Jueves, 16 Mayo 2019 15:31 | Alden Hernández Díaz | Fotos: Archivo ACN

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Ciego de Ávila, 16 may (ACN) La iniciativa de las minindustrias en Ciego de Ávila cada vez se consolida más en la sustitución de importaciones, la generación de empleo en comunidades rurales, aporte al autoabastecimiento local y la creación de encadenamientos productivos que benefician la economía nacional.
Wilver Bringas Fernández, director general de la Empresa Agroindustrial Ceballos, destacó que las 18 pequeñas fábricas asociadas a esa entidad aportan más de seis mil toneladas de productos terminados anualmente.
Con el procesamiento industrial de variedades de frutas y hortalizas, estas se convierten en jugos, néctares, pulpas, mermeladas, pastas, purés, encurtidos y dulces en barra y almíbar, y otras conservas, las cuales sobresalen por su calidad y presentación, comercializadas con el sello D´Cballos para diferentes destinos.
En el desarrollo de la experiencia avileña prima la implementación de los encadenamientos productivos con la siembra en el lugar, la cosecha y posterior beneficio de las producciones agrícolas que ya se encuentran contratadas con antelación para la venta a la población o el turismo.
Uno de los ejemplos más destacados en el quehacer es el del campesino Alexander Ramírez Marrero, quien en su minindustria La Candelaria se distingue por la elaboración de dulce de coco en almíbar, ¡ aunque también produce otros alimentos como jugos, cascos de guayaba, puré de tomate y mermeladas.
En su finca, el pequeño agricultor fomenta plantaciones de mamey, limón, coco, mango, naranja, marañón, guayaba cotorrera, anón, mandarina, y algunas poco frecuentes como la acerola, melocotón y la pitanga, frutas frescas que también vende a instalaciones hoteleras ubicadas en la cayería norte de Ciego de Ávila.
Ramírez Marrero emplea buenas prácticas agroecológicas en sus tierras, lo que implica calidad en la producción y estar en armonía con el medio ambiente, pues no utiliza fertilizantes químicos, explota el policultivo y la siembra intercalada.

Acuicultura, una de las vías más rápidas para producir alimentos.




Foto: Freddy Pérez Cabrera
SANTA CLARA. —El país necesita potenciar todas aquellas inversiones que generen alimentos y proteínas para la población en el plazo más breve posible, como es el caso de la acuicultura, destacó aquí el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien recorrió este jueves la UEB INDUVILLA, perteneciente a la Empresa Pesquera de Villa Clara, donde se elabora una amplia gama de productos de alta demanda.
En recorrido por la entidad, y en compañía de los ministros de la Industria Alimentaria, Iris Quiñones; y de la Economía Alejandro Gil, el mandatario se interesó por la calidad y variedad de los surtidos y su aceptación por el pueblo, de lo cual pudo conocer que la demanda superaba ampliamente la oferta.
Al respecto, Díaz-Canel indagó con René Peña Carrazana, director de la entidad, acerca de qué más podía hacerse para incrementar la presencia de pescado frescos y sus derivados en las pescaderías de Villa Clara, a lo cual el directivo respondió que la principal limitación eran los alevines y el estado de algunos embalses, la mayoría de los cuales se encuentran en desuso.
Sobre el tema, el presidente llamó a rescatar la cultura acuícola del territorio; utilizar los canales, forjar mini industrias para el procesamiento del pescado, expandir las experiencias positivas que hay en el país en materia de aplicación de extensores y vincularse a los centros científicos que puedan aportar soluciones a este asunto.
Iris Quiñones Rojas, ministra de la Industria Alimentaria, explicó al dignatario, algunas de las acciones que se llevan a cabo para fomentar la producción acuícola, entre ellos el cultivo de peces en jaulas y otras alternativas encaminadas a contar con mayor cantidad de alevines.
Los máximos dirigentes político y gubernamental de la provincia, Julio Lima Corzo y Alberto Lopez Díaz, respectivamente, acompañaron al presidente de los Consejos de Estado y de Ministros durante la visita.  


Impulsan en Holguín técnica de inseminación artificial en la ganadería vacuna


Creado el Jueves, 16 Mayo 2019 15:38 | Alfredo Carralero Hernández |Foto: Archivo
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Holguín, 16 may (ACN) La inseminación artificial en la ganadería ocupa actualmente una de las prioridades dentro de los programas de desarrollo de esta rama en la provincia de Holguín como uno de los indicadores que contribuyen por esa vía al mejoramiento genético de la masa vacuna.

   Esta variante reproductiva comienza a rehabilitarse en el sector pecuario del territorio bajo las exigencias de lograr mayor vitalidad en los rebaños y de hecho incrementar los niveles de producción de carne y leche  que contribuyan a reducir a la vez los niveles de importación del país en ambos renglones alimenticios.

  El programa de revitalización de esa tecnología que ahora comienza a tomar auge en Holguín se lleva a cabo mediante el desarrollo de cursos de inseminación artificial en la escuela de desarrollo de programas agropecuarios de Velasco en el municipio de Gibara, donde días atrás se graduó el primer grupo luego de cuatro meses de duración.

   La formación técnica en esta especialidad continuará su programa con jóvenes, seleccionados en su mayoría de las propias entidades ganaderas y en la mayoría de los casos de hijos de trabajadores de la rama de forma que exista una vinculación más directa en dicha actividad.

   Legna Ravelo Fombellida, subdelegada de ganadería en la dirección provincial de la agricultura, refirió a la ACN que la reanimación del programa de inseminación artificial se debe a la necesidad de elevar los índices de gestación en las vacas a través del empleo del semen de ejemplares machos con mayor efectividad en el proceso reproductivo.

  Actualmente los resultados de gestación por la monta directa, señaló, son bajos y es preciso incrementarlo donde la inseminación desempeña un rol decisivo en ese frente de la reproducción vacuna.

  Las entidades pecuarias de Holguín, destacó, deben registrar para lograr ese propósito no menos del 52 por ciento de las vacas gestadas por esa vía, propósito factible de lograr con el incremento de los técnicos necesitados para tal empeño junto al completamiento de la plantilla de fisiopatólogos como personal especializado en esa materia.

 A esto se une, argumentó la directiva, la necesidad de completar la red de equipos y medios que intervienen en las labores de inseminación, como termos refrigerantes y potenciar por encima de todo la base alimentaria del ganado que se traduzca en el peso exigido por animal a fin de que haya mayores rendimientos, tanto de leche, como de carne.

Presidente cubano en Villa Clara, segunda jornada de visita gubernamental

Por: Yunier Javier Sifonte Díaz
El presidente cubano visitó una institución líder en la salud de la provincia. El presidente cubano visitó una institución líder en la salud de la provincia. Foto: Presidencia de Cuba.
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, continúa junto al Primer Vicepresidente cubano, Salvador Valdés Mesa, y el Consejo de Ministros, su visita de Gobierno a Villa Clara.
El recorrido de este jueves inició en el Cardiocentro Ernesto Che Guevara, una institución insigne de la provincia y líder en el país en el tratamiento a las enfermedades del corazón.
Allí Díaz-Canel conoció sobre la inversión para ampliar el centro y las proyecciones para los próximos años. Asimismo, indagó sobre la calidad de la atención médica y dialogó tanto con pacientes como con los trabajadores del lugar.
En su intercambio con el personal de salud, el Presidente cubano dijo que el Cardiocentro es el resultado de un arduo trabajo y de “sueños con los pies en la tierra que lo han convertido en un baluarte de la medicina del territorio y del país”. Más tarde, compartió con pobladores reunidos en las afueras del lugar y brevemente comentó sobre el desarrollo de la visita.
Otro punto del recorrido estuvo en la Unidad Empresarial de Base Induvilla, dedicada a la producción de alimentos derivados de la pesca. Allí Díaz-Canel recibió detalles sobre las líneas de producción y las alternativas para mantener los surtidos en las pescaderías de la provincia.
Según un reporte del periódico Vanguardia, el centro cuenta con nueve unidades de producción y envía sus surtidos a los centros de comercialización del territorio, al turismo y a la canasta básica. Durante la visita, el presidente cubano llamó a optimizar el aprovechamiento de los espacios disponibles para la cría de peces, así como a fortalecer la acuicultura y elevar la producción de alimentos.

¿Cómo marcha la implementación de la Política de la Vivienda en Villa Clara?

Díaz-Canel llamó a eliminar la burocracia y trabajar con sensibilidad para resolver uno de los problemas que más preocupan al pueblo cubano. Foto: Presidencia de Cuba.
Más tarde, el también miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, analizó la marcha de la implementación de la Política de la Vivienda, así como la entrega de subsidios para esos fines.
En el encuentro, Díaz-Canel llamó a eliminar la burocracia y trabajar con sensibilidad para resolver uno de los problemas que más preocupan al pueblo cubano.
Asimismo, dijo que el Estado cubano labora para garantizar los recursos necesarios y llamó a que los subsidios se ejecuten sin demoras. A su vez, pidió que Villa Clara mejore su sistema de trabajo y se mantenga la atención a los subsidiados, sobre todo en el seguimiento hasta que terminen su vivienda.
En el encuentro trascendió que todavía dos municipios no cumplen con el objetivo de ejecutar una viviendas diarias. A su vez, se destacó que todavía falta por perfeccionar el apoyo de empresas del territorio en la construcción de viviendas, así como la existencia de problemas en la producción de ladrillos, prefabricados y áridos.
Según informaciones divulgadas por el sitio web de la Presidencia de Cuba, en Villa Clara existen células básicas inconclusas desde el 2012, un tema que es necesario superar en el menor tiempo posible.
Díaz-Canel dijo que es esencial tener lista toda la documentación de la viviendas que se ejecutarán al año próximo. Asimismo, señaló la importancia de no dar por concluida ninguna hasta que no reciba el certificado de habitable.

¿Qué temas se trataron en la reunión resumen?

Esta segunda visita de Gobierno a Villa Clara cerró con una resumen presidido por Miguel Díaz-Canel y el Primer Vicepresidente cubano, Salvador Valdés,así como por otros 16 miembros del Consejo de Ministros y Presidentes de instituciones como BioCubaFarma, Azcuba, el ICRT o el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
El encuentro inició con la lectura por Alberto López Díaz, Presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular, del informe sobre los resultados del cumplimiento de las indicaciones de la visita anterior, así como el cumplimiento de los planes económicos de la provincia y en los programas de educación, construcción de viviendas, abasto de agua y enfrentamiento a las ilegalidades.
Según dijo, la visita de Gobierno a Villa Clara incluyó 160 entidades económicas, sociales, gastronómicas y de cultura. En total participaron 5 Vicepresidentes y 19 Ministros.
En la reunión resumen participan las principales autoridades de la provincia. Foto: Presidencia de Cuba.
Luego, Rodrigo Malmierca Díaz, Ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, explicó la estrategia para elevar la venta de producciones locales en el mercado internacional. Según dijo, la provincia tiene productos con potencialidades para la exportación.   
Por su parte, Gustavo Rodríguez Rollero, Ministro de la Agricultura, llamó la atención sobre la necesidad de aumentar la capacidad para almacenar producciones, así como usar la ciencia y la innovación para conseguir mejores cosechas.
Específicamente sobre la agricultura de precisión, un tema visto por Díaz-Canel en su visita a la Universidad Central, explicó que el desarrollo de la robótica permite generalizar esas experiencias.
Mientras, el Ministro de la Construcción, René Mesa Villafaña, abogó por buscar alternativas para la construcción de techos y controlar la ejecución de los presupuestos y los subsidios. Mientras, Salvador Valdés Mesa pidió aprovechar todas las inversiones posibles para producir alimentos.
Roberto Morales Ojeda, Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, explicó la necesidad de mejorar la atención primaria de salud para reducir el número de pacientes que llegan a los hospitales. A su vez, recalcó la importancia de prestar atención a la situación epidemiológica de la provincia para minimizar el impacto de enfermedades infecciosas.
Igualmente enfatizó la necesidad de incrementar en Villa Clara las instituciones de ciencia, innovación y tecnología, la formación doctoral, la cobertura docente y la atención a las carreras pedagógicas. En esos aspectos, señaló a la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas como un ejemplo a seguir.
Sobre las acciones para estabilizar el abasto de agua, Antonio Rodríguez Rodríguez, Presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, informó que se trabaja en la supresión de salideros, la eliminación de conexiones ilegales en las conductoras y la sustitución de algunos tramos y válvulascon las mayores afectaciones.
Asimismo, se debe trabajar aun en el cumplimiento de los mantenimientos preventivos, la eliminación de pérdidas por conducción y el control de las operaciones para evitar desorganización o demoras.
En la reunión resumen sobre la segunda visita de Gobierno a Villa Clara, Alejandro Gil, Ministro de Economía, recalcó tres de los elementos fundamentales para obtener un crecimiento efectivo en nuestra economía: exportar productos con más valor agregadoimportar menos sin que eso traiga decrecimiento económico, y ejecutar inversiones que se puedan pagar con sus propios rendimientos.
Igualmente, en el encuentro se dieron a conocer algunos de los detalles más actuales del panorama económico del territorio.
  • Entrega de dos minindustrias para el procesamiento de frutales.
  • Incumplimiento de los planes de producción de tabaco.
  • Inversiones en la fábrica de pienso Chichí Padrón, el Molino secadero de arroz Batalla de Santa Clara y la Planta de Biofertilizantes y Bioplaguicidas.
  • Existen potencialidades para incrementar la exportación de miel, carbón, tabaco, oro y sacos de polipropileno.
  • Es necesario potenciar los encadenamientos con empresas exportadoras para llevar los productos del Centro de Bioactivos Químicos al mercado internacional.
En sus palabras de cierre, Miguel Díaz-Canel Bermúdez comentó algunas de las experiencias en cada uno de los lugares visitados y resaltó la importancia del contacto con el pueblo. Asimismo, llamó a trabajar con eficiencia y a no ceder ante las adversidades o los problemas que se presenten.

Vicepresidentes y Ministros recorren centros económicos y sociales en Villa Clara

Por su parte, otros Vicepresidentes cubanos y miembros del Consejo de Ministros también cumplen este jueves un amplio programa en su visita de Gobierno a Villa Clara.
Así, Inés María Chapman estuvo en la Subdirección Técnica de Planificación Física y en la planta potabilizadora de agua Ochoita, encargada de sostener buena parte de la entrega del líquido en la zona sur de la ciudad.
En ambos lugares la Vicepresidenta de los Consejos de Estado y de Ministros llamó a ejecutar mantenimientos preventivos y a elevar la cultura del detalle como elementos claves en pos de la sostenibilidad de proyectos.
Mientras tanto, Ulises Rosales del Toro estuvo en la Delegación Provincial de la Agricultura para analizar la marcha del programa ganadero en el territorio.Durante el encuentro, el Vicepresidente del Consejo Ministros chequeó los planes para garantizar la disponibilidad de pastos y forrajes y para aumentar la cría de ganado mayor.
Asimismo, el General de División Samuel Rodiles Planas, Presidente del Instituto de Planificación Física, chequeó la confección del catastro de la provincia.Según dijo, Villa Clara está en condiciones de finalizar el Catastro Urbano para 2021.
Díaz-Canel en el Cardiocentro Ernesto Che Guevara, institución líder en la salud en Villa Clara. Foto: Presidencia de Cuba.

Lenin y el estancamiento debido al monopolio



En una nota anterior (aquí) sostuve que en El imperialismo fase superior del capitalismo, Lenin no presenta datos para sustentar su afirmación de que en los países capitalistas adelantados existía una tendencia al estancamiento económico. En su lugar, sostiene dos argumentos a partir de los cuales deduce que debía imponerse esa tendencia. El primero de ellos se basa en el predominio del precio de monopolio, lo cual anularía el impulso al cambio tecnológico. El segundo sostiene que existía un límite a la acumulación del capital, a causa del bajo poder de consumo de las masas trabajadoras y campesinas. En esta nota examino el primer argumento, y la consecuencia más general del enfoque estancacionista.

Competencia y acumulación del capital en la teoría de Marx

La explicación de la tendencia al estancamiento por el monopolio es presentada por Lenin en el capítulo 8 de su famoso folleto. Recuerda que “la base económica más profunda del imperialismo es el monopolio”, el cual surgió del capitalismo y está “en contradicción” con la producción mercantil y la competencia. Y agrega: “… como todo monopolio, el monopolio capitalista engendra inevitablemente una tendencia al estancamiento y la decadencia. En la medida en que se fijan, aunque sea momentáneamente, precios monopolistas, desaparecen en cierta medida los factores que estimulan el avance técnico y, en consecuencia, cualquier otro avance, surgiendo así, además, la posibilidad económica de retardar deliberadamente el progreso técnico” (p. 61).

De manera que en este pasaje se da por sabido que los precios monopolistas hacen desaparecer los factores que impulsan al desarrollo de las fuerzas productivas bajo el capitalismo. Una idea que expresa Marx cuando se refiere a la competencia: “La libre competencia impone las leyes inmanentes de la producción capitalista, frente al capitalista individual, como ley exterior coercitiva” (Marx, 1999, t. 1, p. 326; énfasis agregado). Es que la competencia está detrás del incremento de la explotación del trabajo, del cambio tecnológico, del aumento de la escala de producción y de la productividad: “La lucha de la competencia se libra mediante el abaratamiento de las mercancías. La baratura de éstas depende, ceteris paribus, de la productividad del trabajo, pero ésta, a la vez, de la escala de la producción” (Marx, 1999, t. 1, p. 778).

De ahí el impulso a acumular, y a producir plusvalía en escala ampliada. “Esto [el impulso a acumular y producir más y más plusvalía] es una ley para la producción capitalista, dada por las constantes revoluciones en los métodos mismos de producción, la desvalorización del capital existente… la lucha competitiva generalizada y la necesidad de mejorar la producción y expandir su escala, solo como medio de mantenerse y so pena de sucumbir. Por ello hay que expandir constantemente el mercado…” (t. 3, p. 314; énfasis agregado).

En cambio, en un escenario de dominio del monopolio, este controla y limita la producción, de manera que la presión de la competencia no se impone a las empresas; lo cual, a su vez, es clave para que exista el precio de monopolio. Por eso Marx plantea que si la concentración del capital terminara por anular la búsqueda de las plusvalías extraordinarias, desaparecería el impulso a la acumulación: “Y en cuanto la formación de capital cayese exclusivamente en manos de unos pocos grandes capitales definitivamente estructurados, para los cuales la masa de la ganancia compensara la tasa de la misma, el fuego que anima la producción se habría extinguido por completo. En ese caso, la producción se adormecería” (t. 3, p. 332; énfasis agregado).

Subrayo que una situación tal implicaría, necesariamente, un importante grado de control de los precios y de la producción por parte de esos “grandes capitales definitivamente estructurados”. Es lo opuesto a la idea –contenida en El Manifiesto Comunista, o en los capítulos de El Capital dedicados a la acumulación- de que el capitalismo tiene un impulso a aumentar la producción, y la acumulación, por encima de cualquier límite. Por eso, según este enfoque, la producción no se “adormece”, sino lleva a la sobreacumulación y al estallido de crisis por sobreproducción. En otros términos, la crisis se produce por el estallido de las contradicciones que alberga el desarrollo de las fuerzas productivas –en particular, la contradicción entre el objetivo de la acumulación, valorizar el capital; y el medio para lograrla, la producción creciente de valores de uso. Una situación en la cual las leyes de la acumulación se le imponen a los capitales de manera objetiva.

Ley del valor y estancamiento

Como se ha apuntado en el apartado anterior, en la teoría de Marx la competencia juega un rol central en el desarrollo de las fuerzas productivas y los mercados. Por eso, la tesis central de la que Lenin deriva la tendencia al estancamiento decía que a fines de siglo XIX la competencia estaba dando lugar, de manera creciente, a los monopolios. Estos últimos controlaban la producción y, en consecuencia, tenían poder para fijar los precios; por eso Lenin habla de precios de monopolio y de ganancias de monopolio.

Lo cual implica un fuerte factor subjetivo, que no está presente en un escenario de libre competencia. Hilferding –en quien se apoya Lenin- es claro al respecto: “La ley objetiva del precio solo se impone… a través de la competencia. Cuando las asociaciones monopolistas eliminan la competencia eliminan con ella el único medio con que pueden realizar una ley objetiva del precio. El precio deja de ser una magnitud determinada objetivamente; se convierte en un problema de cálculo para los que lo determinan voluntaria y conscientemente; en lugar de un resultado, se convierte en un supuesto; en vez de algo objetivo, pasa a ser algo subjetivo; en lugar de algo necesario e independiente de la voluntad y la conciencia de los participantes se convierte en una cosa arbitraria y casual. La realización de la teoría marxista de la concentración, la asociación monopolista, parece convertirse así en la eliminación de la teoría marxista del valor” (p. 257). En el mismo sentido, Lenin afirma que la acción de la ley del valor sufre una transformación: Cita aprobatoriamente a un profesor alemán, quien sostenía que se estrechaba el campo de acción de las leyes económicas “que funcionan automáticamente”, y se ensanchaba “el de la regulación consciente” de precios y producción. Por eso los mercados de capitales –las Bolsas de valores- estaban pasando a la historia.

En consecuencia, bajo dominio de los monopolios, los superbeneficios no tienen como fundamento (o como principal fundamento) las plusvalías extraordinarias posibilitadas por el cambio tecnológico, sino las transferencias de valor desde las ramas en las que predomina la libre competencia, o desde las colonias, a los trusts, carteles y combinaciones. De ahí el énfasis de Lenin en el carácter “parasitario” de la burguesía de los países adelantados, que viviría de la exportación de capitales y del “corte de cupón” (p. 76); y también su énfasis en la explotación “de países” (véase nota anterior). La no referencia a las plusvalías extraordinarias “a lo Marx”, y a las plusvalías relativas en los países adelantados, no es por lo tanto un “lapsus” de Lenin, sino el resultado natural de una concepción global.

La tesis de un giro cualitativo del capitalismo

Las transformaciones descritas significaban, a ojos de Lenin, un giro cualitativo, que autorizaba a hablar de una nueva etapa del capitalismo. Una idea que se repite una y otra vez en El imperialismo…:

La libre competencia pertenece al pasado (p. 7).

La competencia se transforma en monopolio (p. 13).

En la época de Marx, para la mayor parte de los economistas la competencia era una “ley natural”. Esto ya no es así (p. 14).

El gran auge de fines del siglo XIX y la crisis de 1900-1903 ya transcurre bajo la égida de los monopolios. Los carteles se convierten en el fundamento de la vida económica (p. 15).

Los cárteles pactan entre ellos las condiciones de venta, los plazos de pago, etc. Se reparten los mercados. Deciden la cantidad de productos a fabricar. Fijan los precios (p. 15).

La competencia se convierte en monopolio (p. 16).

La innovación “ya no tiene nada que ver con la antigua libre competencia de patronos dispersos, que no sabían nada los unos de los otros y que producían para un mercado desconocido” (p. 16).

La sustitución del viejo capitalismo, donde imperaba la libre competencia, por el nuevo, donde reina el monopolio, la expresa, entre otras cosas, la disminución de la importancia de la Bolsa (p. 24).

El campo de acción de las leyes económicas que funcionan automáticamente se estrecha… y el de la regulación consciente a través de los bancos se amplía extraordinariamente (afirmación de un profesor alemán, citada aprobatoriamente, p. 25).

El viejo capitalismo, el capitalismo de la libre competencia, con su regulador absolutamente indispensable, la Bolsa, está pasando a la historia. En su lugar ha surgido un nuevo capitalismo, con los rasgos evidentes de algo transitorio, que representa una mezcolanza de libre competencia y monopolio (p. 25).

La utilización por parte de los monopolios de sus relaciones para las transacciones reemplaza a la competencia (p. 40).

Desde una perspectiva económica, lo esencial de este proceso es la sustitución de la libre competencia capitalista por el monopolio capitalista (p. 54).
Los monopolios surgen de la competencia, pero no la eliminan, “existen por encima y al lado de ella, engendrando así contradicciones, fricciones y conflictos agudos e intensos (p. 54).

El monopolio capitalista no puede eliminar del todo y por un tiempo prolongado la competencia en el mercado mundial (…) Pero la tendencia al estancamiento y la decadencia, inherente al monopolio, sigue a su vez operando (p. 61; énfasis añadido).

El contexto: el debate sobre el derrumbe y crecimiento del capitalismo

La idea de que en el capitalismo de fines de siglo XIX, principios de siglo XX, predominaba la tendencia al estancamiento, o al adormecimiento de la economía, va acompañada de la afirmación de que, “en conjunto, el capitalismo crece con una rapidez incomparablemente mayor que antes” (p. 76). Como hemos señalado en la nota anterior, el producto por habitante en los países adelantados creció un 76% promedio entre 1870 y 1913. La frase de Lenin parece entonces reflejar este hecho. Pero si de conjunto el capitalismo crecía “con una rapidez incomparablemente mayor que antes”, ¿en qué se expresaba el “estancamiento” o “adormecimiento” del capitalismo? Lenin no lo aclara. Tampoco lo hicieron sus epígonos.

En cualquier caso, todo indica que el problema que subyace a estos planteamientos contradictorios era el mismo que ya había enfrentado la Segunda Internacional, a partir del fuerte crecimiento del capitalismo desde mediados de los años 1890. Es que el socialismo había caracterizado que la crisis económica que había comenzado en 1873, y se había extendido a lo largo de los 1880, significaba que el capitalismo había entrado en una era en la cual las crisis serían “cada vez más importantes y devastadoras”. Como diría luego Bernstein, la idea era la de una curva cuyos descensos se hacían cada vez más prolongados y cuyas elevaciones cada vez más cortas (véase Bernstein, p. 310). Por eso, cuando se produjo la fuerte recuperación de las economías en la última década del siglo XIX, Bernstein sostuvo que no se habían cumplido las hipótesis del marxismo, y que desde 1891 la curva de coyunturas era más bien ascendente, que descendente. Sostenía también que se debilitaban los factores que promovían las crisis, y que era necesario abandonar la idea “de una gigantesca catástrofe económica que colocaría a la sociedad moderna ante la ruina inmediata, ante el derrumbe total” (p. 312). En su visión, esa posibilidad disminuía “progresivamente”.

Aunque no lo podemos desarrollar ahora, digamos que la respuesta del ala “ortodoxa” a Bernstein –y a los que compartieron sus puntos de vista- estuvo principalmente a cargo de Kautsky, quien por entonces era considerado la máxima autoridad teórica del socialismo. Básicamente, Kautsky sostuvo que la razón última de las crisis capitalistas era el subconsumo de las masas, y que llegaría un punto del desarrollo capitalista en el cual la sobreproducción se volvería crónica, y la depresión sería continua (véase pp. 232-3). De manera que las crisis serían cada vez más prolongadas, y las recuperaciones cada vez más débiles y cortas. La idea de Lenin sobre la tendencia al estancamiento parece encajar en esta tradición de la “ortodoxia”.

La naturaleza del giro teórico

Lo planteado en los apartados anteriores permite entender la naturaleza del cambio de enfoque operado con la tesis del estancamiento por dominio del monopolio y el subconsumo. En este punto, recordemos que el marxismo, y también las corrientes críticas y heterodoxas, se oponen a la idea contenida en la ley de Say, de que la acumulación capitalista puede proseguir indefinidamente sin crisis, provisto que las producciones de las diferentes ramas guarden la proporción correcta. Como afirmaba Rosa Luxembugo, Say-Ricardo procuraban demostrar la imposibilidad de las crisis y la factibilidad de un desarrollo ilimitado de la acumulación. En oposición a este enfoque, seguía Rosa Luxemburgo, los teóricos del subconsumo (Sismondi, Rodbertus) trataron de probar la imposibilidad de la acumulación a consecuencia de las crisis.

Podemos agregar que la misma perspectiva es adoptada por los que defienden la tesis del estancamiento crónico debido al dominio del monopolio. En oposición a estos dos enfoques, la teoría de Marx sostiene que las crisis periódicas demuestran que no son sino formas de movimiento de la reproducción capitalista (véase Luxemburgo, p. 202). Por eso, la teoría explica por qué la expansión incuba en su seno las causas de la crisis; y por qué las crisis preparan las condiciones –si la clase obrera no encuentra la salida revolucionaria- para que vuelva la acumulación. Puede verse entonces el giro teórico operado por la tesis del estancamiento: en este encuadre, el problema a explicar no es por qué ocurren, necesariamente, las crisis, sino por qué pueden existir períodos de alto crecimiento, dada la tendencia al estancamiento, o adormecimiento, de la producción capitalista.

La actualidad del debate

En las décadas que siguieron a la publicación del Imperialismo… el enfoque estancacionista –por el dominio de los monopolios y/o el subconsumo- prevaleció en la izquierda radical. Así, lo encontramos, entre otros, en Trotsky y muchos partidos trotskistas; en Sweezy; en los teóricos de la dependencia; y se mantiene en amplios sectores de la izquierda.

Pero la tesis estancacionista no encaja con la realidad del desarrollo capitalista. Volvemos entonces con algunos datos. Por empezar, y como ya mencionamos, el crecimiento de la economía mundial entre 1870 y 1913 (período de consolidación del monopolio, según la tesis habitual) fue mayor que en el medio siglo anterior (período de libre competencia): el producto mundial por persona creció, entre 1870 y 1913, a una tasa anual promedio del 1,3%. Entre 1820 y 1870 lo había hecho al 0,5% anual.

Por otra parte, la tasa de crecimiento del producto global por persona, entre 1870 y 1913, fue aproximadamente igual a la tasa del último cuarto del siglo XX. Un crecimiento mucho menor que en las décadas del boom de la segunda posguerra –cuando el producto mundial por habitante creció al 3% anual-, pero que no por ello refleja estancamiento (los datos son de Maddison, 2001). Pero además, en una perspectiva más larga, entre 1960 y 2016, el crecimiento anual del producto por habitante, a nivel mundial, fue del 2,1%; bastante mayor al del período 1870 – 1960, que fue del 1,3% (tomado del sitio Maddison Proyect Database). Por supuesto, estos crecimientos fueron acompañados de profundas crisis económicas, ya fuera globales, regionales o de países. Por caso, las crisis mundiales de sobreacumulación (y sobreproducción) de los 1870, de los 1930, de 1974-5, o (aunque de menor intensidad), la de 2007-9; o la larga crisis y estancamiento de Japón, iniciado a comienzos de los 1990. Todo parece indicar que estos desarrollos se explican mejor con la tesis de Marx, que con el enfoque estancacionista.

Textos citados:

Bernstein, E. (1982): Las premisas del socialismo y las tareas de la Socialdemocracia. Problemas del socialismo. El revisionismo en la socialdemocracia, México, Siglo XXI.

Hilferding, R. (1974): El capital financiero, Madrid, Tecnos.

Kautsky, K. (1983): “Teorías de las crisis”, en L. Colletti El marxismo y el “derrumbe” del capitalismo, México, Siglo XXI, pp. 189-236.

Lenin, V. I. (s/fecha): El imperialismo, fase superior del capitalismo, Madrid, Fundación Federico Engels.

Luxemburgo, R. (1967): La acumulación del capital, México, Grijalbo.

Maddison, A. (2001): The World Economy, A Millennial Perspective, Paris, OCDE.
Marx, K. (1999): El Capital, México, Siglo XXI.



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