Otras Paginas WEB

miércoles, 26 de junio de 2019

Cuba denuncia por qué perdió en un año más de 400 millones de pesos en la agricultura

Foto: Internet
Entre abril de 2017 y marzo de 2018, el bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba causó pérdidas por el monto de 413 793 000 dólares a la agricultura cubana, declaró el ministro cubano del sector, Gustavo Rodríguez, ante la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En la reunión trascendió que esas divisas le hubieran servido a Cuba para la reinversión en infraestructuras que redunden en la seguridad alimentaria.
Según reportó Prensa Latina, Rodríguez destacó la voluntad del Gobierno cubano para proseguir con el subsidio a una inmensa cantidad de alimentos, los cuales garantizan la canasta básica normada a amplios sectores de la población cubana.
El Ministro recordó que tras el desplome del campo socialista, además de producirse una descapitalización de la agricultura, se recrudeció el bloqueo estadounidense a la Isla, determinando la carencia de tecnologías y divisas para la creación de una respuesta inmediata a los problemas.
Se precisó que un plan ambicioso se lleva adelante desde las instancias del Ministerio de la Agricultura de Cuba, que comprende la mejoría de oportunidades en el campo, así como un incentivo mayor a quienes trabajen la tierra. Se prevé también el fortalecimiento de los programas de la agricultura urbana, así como el autoabastecimiento municipal a partir de la liberación de las fuerzas productivas.
Se destacó, además, el reconocimiento de la FAO a las cifras de nutrición ofrecidas por Cuba, así como la voluntad de trabajo en conjunto entre ambas instancias, para mejorar el parque tecnológico de la agricultura en la Isla y la asistencia oficial que la organización internacional ofrece.

Proyecto crea las bases para la certificación agroecológica en Cuba

Especialistas aseguran que también gran parte de la agricultura familiar sigue este modelo, que se extendió en el agro cubano de forma casi obligatoria luego de la abrupta pérdida de insumos de la agricultura convencional provocada por la crisis económica iniciada en 1991.

Parte del equipo de La Ignacita a las puertas de la pequeña fábrica, donde tienen prioridad las mujeres en situación vulnerable para acceder a un empleo digno en su propio municipio, en San Miguel del Padrón, en la periferia de la capital cubana.
Foto: Ivet González/ IPS
LA HABANA, 26 jun 2019 (IPS) – Marta Cairo coloca una gruesa capa de ramas de almacigo sobre una caja de mangos, para que maduren rápido y puedan procesarlos en la pequeña fábrica de conservas La Ignacita, en el municipio de San Miguel Padrón, en la periferia de la capital de Cuba.
“Aquí no utilizamos madurador para el mango. Todo lo que comercializamos está libre de elementos contaminantes”, explicó esta agrónoma que defiende la necesidad de “hacer extensivo el trabajo de la agroecología en el país” y lograr un reconocimiento diferenciado de las ecofincas y los alimentos sanludables.
Encargada de la comercialización en La Ignacita,  Cairo conversó con IPS en la parcela donde se erige la fábrica,  edificada gracias al Proyecto de Apoyo a una Agricultura Sostenible en Cuba (PAAS), destinado a crear cadenas de valor en las cooperativas cubanas y un sistema participativo de garantía agroecológica.
Con el apoyo financiero de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación y la oenegé holandesa Hivos, el Ministerio de la Agricultura y la no gubernamental Asociación de Técnicos Agrícolas y Forestales (Actaf) implementaron una primera fase del PAAS entre 2013 y 2017 y desde el año pasado siguen con la segunda, que culminará en 2022.
En la primera etapa, la iniciativa benefició a 18 unidades productivas ecológicas, en especial cooperativas, de ocho provincias cubanas, gracias a lo cual 630.000 personas accedieron a 6.000 toneladas de alimentos saludables.
Desde 2018, han aumentado hasta 22 entidades agrícolas en 11 de las 15 provincias cubanas.
A pesar de contar con un movimiento agroecológico de 30 años, Cuba carece todavía de una certificadora nacional para este tipo de alimentos, al punto que debe contratar servicios de empresas extranjeras para avalar las exportaciones orgánicas que realiza como las de azúcar y miel de abeja.
El equipamiento de La Ignacita, una pequeña industria procesadora de frutas y hortalizas de la periferia de La Habana, lo aportó el Proyecto de Apoyo a una Agricultura Sostenible en Cuba (PAAS), que busca cerrar ciclos productivos y certificar fincas y productos ecológicos en varios municipios de Cuba.
Foto: Ivet González/ IPS
“Llevamos frutas ecológicas a un mercado y nos la pagan igual que otras”, puso como ejemplo Luis Enrique Vivanco, el propietario de las cinco hectáreas de la parcela de La Ignacita.
Eso pese a que “llevan un tiempo mayor de producción que las que no lo son”, abundó a IPS el integrante de la Cooperativa de Créditos y Servicios “Manolito Domínguez”.
“Estamos tratando de que se valore lo ecológico, pues no tenemos contacto con químicos, y dar un mensaje a la población de que la fruta ecológica es la más saludable”, continuó el productor. “Queremos certificar una compota con mango ecológico”, añadió.
Mediante manejos amigables para la naturaleza, los seis trabajadores de esta finca obtienen cada año 33 toneladas de frutas y vegetales, que abastecen mercados locales y la pequeña fábrica que procesa más de 18 productos, como dulces, jugos y vinagres, que se venden en el mismo municipio.
La miniplanta también procesa materia prima de los 62 asociados de la cooperativa y de otras de los municipios vecinos de Guanabacoa y Cotorro.
A la entrada de la parcela se ubican las instalaciones cuidadas y pintadas de la industria, que da empleo a otras 20 personas, a las que se suman otras temporales durante los picos de cosechas.
“Hemos tenido problemas con productores que usan madurador… ese químico corrompe la pulpa hasta luego de cocinada y debemos botarla”, detalló Vivanco.
“La población sigue nuestros productos en conserva y ya conoce la marca La Ignacita, que está registrada”, abundó. “Faltaría la parte de la certificación ecológica”, dijo, sobre un asunto pendiente que es decisivo para los productores y los consumidores.
Con un alcance por precisar, algo que mejoraría con la certificación de fincas, se conoce que están bajo manejos ecológicos las pequeñas parcelas, huertos y patios productivos del programa de Agricultura Urbana y Suburbana, con 14 por ciento de las tierras agrícolas del país, que suman 6,3 millones de hectáreas.
Especialistas aseguran que también gran parte de la agricultura familiar sigue este modelo, que se extendió en el agro cubano de forma casi obligatoria luego de la abrupta pérdida de insumos de la agricultura convencional provocada por la profunda crisis económica con la que convive este país insular caribeño desde 1991.

Latas de mermelada de mango esperan para ser embaladas en la pequeña fábrica de conservas La Ignacita, que produce una tonelada de pulpa de frutas diaria a partir de una producción libre de agroquímicos, con lo que reduce las pérdidas de cosechas de su cooperativa, situada en San Miguel del Padrón, un municipio periférico de la capital cubana.

Foto: Ivet González/ IPS
Según cifras oficiales, 43,5 por ciento de las tierras aptas para la agricultura están en manos de cooperativas mientras 24 por ciento es manejada por pequeños agricultores.
“El principal objetivo de PAAS es apoyar la seguridad alimentaria a nivel local”, explicó Pedro Gavilanes, especialistas de Actaf y del proyecto, que contribuye a la urgencia nacional de satisfacer la demanda y reducir así las importaciones de hasta 70 por ciento de la alimentación de los 11,2 millones de habitantes.
Las cooperativas reciben apoyo para crear cadenas, de modo que “todos los procesos de producción, insumos en fincas, producción primaria, su procesamiento y comercialización ocurran a nivel local”, apuntó a IPS este agrónomo, para quien lograr un sistema participativo de garantía (SPG) agroecológica es parte del valor agregado.
El PAAS replica en los municipios experiencias de otros países, donde a nivel local se han creado sistemas de garantías agroecológicas, que logran inspecciones a las ecofincas por parte de entidades locales para crear confianza entre productores y consumidores.
“Este SPG, cuando se culmine, funcionará para el nivel local”, reveló Gavilanes. A su juicio, resulta viable comenzar por un sistema local, armado por “las mismas estructuras del municipio, productores, las universidades, vecinos de la comunidad y medios de comunicación, además de educación y salud pública”.
“Nos dimos cuenta que no nos debíamos ceñir solo a lo orgánico, es decir, a los productos, sino lograr también una certificación agroecológica, de los procesos en la finca”, apuntó el especialista, sobre un aspecto del proyecto que ya cuenta con una metodología y los primeros grupos de productores.
Los SPG agroecológicos deben estar implementados a escala municipal en 2022, cuando aspiran tener las primeras fincas certificadas y darles visibilidad. “A partir de ahí, dependería de las autoridades agrícolas llevar la certificación a otros niveles”, detalló.
No obstante, el PAAS aportaría un sistema que puede ser replicado por otros municipios cubanos y facilitaría la creación de una certificadora agroecológica nacional o al menos una línea específica dentro de la estatal Oficina Nacional de Normalización, que se dedica a las certificaciones.
El proyecto creó siete pequeñas industrias para frutas y dos centros de procesamiento de hortalizas, que redujeron las pérdidas postcosechas, junto a una cadena para miel de abeja y otra para oleaginosas.
Ahora se fortalece lo ya implementado y se trabaja en encadenamientos para el pollo y el ganado caprino, además de trabajar en la incorporación de las energías renovables dentro de las cooperativas y los procesos productivos, para propiciar la sostenibilidad desde las mismas fincas agropecuarias.
El empoderamiento de la mujer rural y la equidad de género se incluyen también en el proyecto.
Entusiasmada, la operaria de la fábrica La Ignacita, María Esther Cobas, dijo que a sus 48 años este es su primer empleo fuera del hogar. “Trabajo aquí desde hace poco, porque con el pico de producción contrataron a más personas”, amplió antes de contar que también es la primera vez que ha oído hablar sobre agroecología.

Facebook invade los circuitos monetarios

Por Alejandro Nadal, La Jornada

Facebook ha anunciado que lanzará su versión de moneda digital el próximo año. El sistema bancario internacional encuentra inquietantes los planes del gigante de las redes sociales. La irrupción de Facebook en el ecosistema financiero podría ser el anuncio de cambios importantes.

La idea de crear una moneda digital es algo natural para Facebook, empresa que hoy cuenta con más de 2.6 mil millones de usuarios. Se calcula que pronto la mitad de la población mundial podría tener una página en Facebook y con esa red de usuarios el proyecto de introducir una criptodivisa adquiere enorme importancia. Mark Zuckerberg, el mandamás de Facebook, ya tiene nombre para su divisa: Libra.

Zuckerberg describe la Libra como un simple medio de pago que beneficiaría a centenares de millones de personas que hoy no cuentan con servicios bancarios. Pero Facebook y Zuckerberg no tienen buena fama cuando se habla de ética. Facebook ya es propietaria de otras grandes plataformas digitales, como Whatsapp e Instagram, lo que no permite pronosticar nada bueno en materia de concentración y poder económico. Además, Facebook ha sido responsable de la venta no autorizada de datos privados de sus usuarios en el pasado. Hoy, la empresa está en espera de que se resuelva una demanda en su contra por la Comisión Federal de Comercio, que podría resultar en una multa de 5 mil millones de dólares (mmdd).

Nada de esto parece frenar las ambiciones de Zuckerberg. El proyecto de la Libra ha recibido el apoyo de una constelación de 28 empresas, que incluye a MasterCard, Visa, PayPal, Uber, Spotify, eBay y Vodafone. Esta asociación será el motor y verdadero regulador de la Libra, y cada uno de sus miembros será el centro de un nodo de la cadena de bloques (similar a la tecnología del Bitcoin). La descentralización del sistema es presentada como una ventaja, algo así como un valor democrático, pero en realidad sirve para evadir el escrutinio de la regulación bancaria. Con razón el Banco de Pagos Internacionales ha sonado la alarma y se manifiesta en contra de esta invasión del ecosistema bancario.

En economías subdesarrolladas, en las que la mayoría de la población no tiene acceso a servicios bancarios, los sistemas de pagos con medios digitales ofrecen un atractivo importante al facilitar todo tipo de transacciones. La publicidad señala que la Libra será una simple ficha digital que cualquier usuario podrá comprar (con sus dólares, euros, yenes o pesos) y utilizar en sus intercambios. Pero nunca menciona que el servicio no es gratuito. Las comisiones serán un monto despreciable de cada transacción (por ejemplo, fracciones de centavos), pero el volumen de operaciones es astronómico y la suma de ganancias será gigantesca.

La gran diferencia de Libra con criptodivisas como Bitcoin y Ethereum es que la aceptación será fácil de lograr, dada la base de usuarios que constituye el principal activo de Facebook. El monstruo de las redes sociales obtuvo el año pasado beneficios por más de 55.8 mmdd, la gran mayoría proveniente de ventas de publicidad. Pero la empresa ya opera un pequeño sistema de pagos que le proporciona ganancias modestas (2 por ciento del total de sus ganancias en 2018). Se calcula que si el sistema de la Libra se desarrolla como se ha planeado, los ingresos anuales de Facebook por comisiones muy bien podrían rebasar 20 mmdd.

El valor de la Libra estará vinculado con una canasta de monedas y será cercano a la paridad con el dólar o el euro. Pero lo que nunca se ha aclarado es el mecanismo que permitirá regular el valor de la Libra una vez que arranquen las operaciones. La cantidad de Libras en circulación será función de los saldos en las cuentas de los usuarios, lo que introduce un factor de incertidumbre procíclica en la regulación de la Libra. Al igual que los bancos centrales, Facebook verá que la creación de Libras será un fenómeno endógeno que no controla.

Uno de los grandes problemas de otras criptomonedas ha sido la volatilidad de su valor. Bitcoin fue inicialmente presentado como simple medio de pago, pero muy rápidamente se convirtió en vehículo para la especulación. Y esa mutación es normal: un objeto susceptible de cumplir la función monetaria de medio de pago debe tener un precio positivo (poder de compra). La expectativa de su aceptación generalizada le confiere la cualidad de ser reserva de valor y lo convierte en un activo. La Libra, como cualquier activo y al igual que el Bitcoin, será objeto de especulación en un espacio paralelo al mercado mundial de divisas.

El sistema bancario internacional mantiene prudente silencio frente al nacimiento de la Libra. Hoy, los bancos centrales no controlan la oferta monetaria y el nuevo instrumento de Facebook hace patente esta falta de autoridad. Los bancos comerciales privados resienten la presencia de este intruso, que sólo quiere un pedazo del pastel ligado al privilegio de la creación monetaria. No cabe duda, Facebook abrirá un nuevo capítulo en la historia del capital financiero.

El legado de Marta Harnecker.


Por:  Tony López R.

Chilena por nacimiento, pero latinoamericana y antimperialista por acción y convicción.  Marta, al morir el pasado 14 de junio, nos ha dejado un rico legado, que no solo se encuentran en sus 100 obras escritas, teóricas y prácticas sobre el movimiento popular y social. También por su pedagógica forma de enseñar y de trasmitir sus ideas y pensamiento revolucionario a sus interlocutores, siempre partiendo de combatir los dogmas y los sectarismos.

Proveniente de una familia de clase media chilena, de origen alemán, Marta fue educada en escuelas católicas, hasta que se fue a Francia becada a estudiar a la Ècole Normal de Paris, allí conoció al eminente académico marxista francés Louis Althusser, que influyo notablemente en el pensamiento político y filosófico contemporáneo, quien fue su mentor y de esa Escuela e influencia, marxista sin dogma se formó, también se desempeñó como periodista y psicóloga.

Luego de su regreso de Francia,  se integró a trabajar desde las filas del Partido Socialista por el triunfo de la Unión Patriotica y la presidencia de Salvador Allende, hasta el golpe de estado el 11 de septiembre de 1973 y con él golpe, su exilio en Cuba, donde formo su familia y residió por más de 30 años.

En su quehacer periodística e investigadora social, realizó importantes entrevistas, a destacados dirigentes revolucionarios latinoamericanos, entre ellos al comandante jefe del FSLN, Daniel Ortega, al salvadoreño Shafit Handal, comandante miembro de FMLN y al comandante Carlos Pizarro, dirigente del M-19 y candidato a la presidencia de Colombia, asesinado por el paramilitarismo en Bogotá. Cuyas publicaciones fueron de mucho interés para la opinión publica de nuestra región.

Era las primeras décadas de la mitad del siglo pasado, cuando se produjeron las divisiones en el movimiento revolucionario internacional, ella vivió junto a sus compañeros parisinos los debates entre el llamado eurocomunismo y el socialismo real, los comunistas franceses e italianos, eran entre otros los más radicales en las críticas al llamado Socialismo Real, que era encabezado por el PCUS y que provocó fuertes diferencias y divisiones en el  movimiento comunista internacional, muy especialmente en América Latina. Que se agudiza años más tarde cuando se produjo la desaparición de la Unión Soviética y el llamado campo socialista.

Es en ese escenario que Marta, estudia y desarrolla su trabajo académico y cuando fruto de sus experiencias, pública su primer libro, Los Conceptos Elementales del Materialismo Histórico, en 1969 por la editora Siglo XXI. Tal como señala su colaboradora y amiga Ximena de la Barra, en este libro “estudiantes, militantes revolucionarios y estudiosos en el mundo entero han encontrado en lenguaje sencillo y motivador un instrumento teórico que les permita el estudio crítico del marxismo”.

“Su intención era entregar los conceptos teóricos necesarios para el conocimiento científico de la realidad concreta, sin el cual sería imposible intentar transformarla”. Muchos leímos y estudiamos este y otros libros y documentos elaborados por ella, que nos sirvieron de herramienta teórica y práctica en nuestro trabajo político, solidario e internacionalista.

A través de mi jefe, el comandante Manuel Piñeiro, (su esposo) conocí a Marta a fines de la década del 70, con ella sostuve muchísimas y largas charlas, siempre me impresionó su alto nivel académico, su modesta y pedagógica forma de trasladar sus conocimientos y su firmeza al defender sus posiciones políticas y filosóficas, en las controversias no era avasalladora o aplastante, sino prudente en su exposición y firme en su contenido, que te convencían.

Era critica, de lo que estimaba no favorecía al proyecto revolucionario cubano, lo hacía con franqueza, honestidad y desde posiciones revolucionarias, defensora del pensamiento político de Fidel y el Che. Cuba siempre era para ella un ejemplo de trabajo en favor de la educación, la salud, la cultura y lo social y así lo trasladaba en sus conferencias y foros internacionales.

Era anti dogmática y para nada sectaria, de allí que los marxistas ortodoxos la cuestionaran, pero tenia un arma muy importante, que era su alto nivel de conocimiento, conocimiento que llevaba a la práctica, en su trabajo comunitarios, como los desarrollados en los barrios cubanos, venezolanos, brasileños.  Su trabajo de educación popular fue muy importante, por sus vínculos con las masas, que la diferenciaba de los burócratas ortodoxos, que desde las alturas deciden por los demás.

Marta era sencilla y para nada interesada, no hay duda de que era una mujer de mucho carisma, aparentemente impositiva, pero cuando te sentabas a dialogar con ella, sentías que su conducta era todo lo contrario a lo que parecía, porque compartía con sencillez sus vastos conocimientos, valiente, detestaba a los oportunista e hipócritas, en el fondo muy generosa, noble, una incansable luchadora por la causa revolucionaria de los pueblos de nuestra América, así lo hizo patente, pues aún, con una despiadada enfermedad que le aquejaba, no dejo de trabajar hasta su último aliento.

El centro, Memoria Popular Latinoamericana (MEPLA) creado, equipado y financiado por Marta en 1991, desplegó una importantísima labor educativa en Cuba, especialmente en la provincia de Villa Clara, mientras que, en Brasil, fue muy notoria y sobresaliente su actividad en el Estado de Espíritu Santo según reconoce el Partido del Trabajo (PT) y el gobernador de ese Estado.

En su condición de educadora social y en el permanente aprendizaje con los pueblos de nuestra región, desarrolló trabajos investigativos e impartió conferencias magistrales en diversos países, entre ellos Argentina, Nicaragua, Brasil, Bolivia, Ecuador, El Salvador, Uruguay, y se radicó por unos años en Venezuela donde mantuvo una importante relación de trabajo y asesoría, con el presidente Hugo Chávez.

Su alumno Miguel Alejandro Hayes en una nota publicada en la Joven Cuba, la caracterizaba así: “la pureza” de la diplomacia que linda con la indiferencia burguesa, esa que intenta quedar bien con todos, no era su conducta.” Ella tenia la firmeza que necesita un revolucionario   para hacer valer sus posiciones y defenderlas en medio de la diversidad.”

“Después de todo, era difícil de convencerla de lo contrario de lo que pensaba, -cabezadura, en buen cubano-. Cuando se decidía por la importancia de una idea, no había quien se la quitara”.

Así era Marta Harnecker, una convencida de que son los pueblos y sus líderes vinculados a las masas, los que llevaran a sus países a un mundo mejor y posible con un socialismo participativo, ahí está su legado, no ha muerto, ella vive en su obra.  El pueblo cubano la recordara como una incansable luchadora y una firme defensora del socialismo.

(*) Periodista, politólogo y analista internacional. 
La Habana, Cuba, 25 de junio de 2019.  20:30 hrs.