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jueves, 25 de julio de 2019

Pescadores de Cuba esperan por la aplicación de nueva ley

Por primera vez este sector contará con un marco regulatorio con rango de ley, aprobada por el Parlamento el 13 de julio.

Raidel León sostiene una sarta de pargos que acaba de capturar en las cercanías de la bahía de Gibara, una pequeña ciudad costera del este de Cuba, donde los involucrados en la actividad pesquera esperan que la nueva ley para el sector flexibilice sus restricciones.
Foto: Jorge Luis Baños/IPS
GIBARA, Cuba, 25 jul 2019 (IPS) – Aguas turbias por la mezcla del mar y las desembocaduras de los dos ríos que conforman la bahía de Gibara, un municipio costero del este de Cuba, donde atracan 53 embarcaciones de mediano y pequeño cabotaje de la Base de Pesca Deportiva Pepín Infante.
Como otros en el resto del archipiélago cubano, este centro dispone de 23 barcos a motor y 30 botes y es operado por 272 pescadores privados, que con métodos artesanales y permitidos como el palangre salen a alta mar a capturar peces, como la aguja (Belone belone), de los cuales deben vender una parte al Estado, mientras la otra queda para su libre comercialización y autoconsumo.
Antes de salir el sol, el dueño del maltrecho bote llamado Papillo saca el agua que durante la noche se coló en la embarcación por las rendijas del casco deteriorado. “El Papillo sale más allá en la bahía y con él alimenta a su familia”, explicó a IPS el responsable de la base, Francisco Catalán, mientras recibe a los primeros pescadores del día.
Debido al deterioro de la flota pesquera estatal desde el inicio, en 1991, de la persistente crisis económica que se prolonga hasta la actualidad, los pescadores artesanales componen el rostro más visible para la población de 11,2 millones de habitantes de esta actividad, que por primera vez este año contará con un marco regulatorio con rango de ley.
“Estamos locos por saber (el texto definitivo de la ley)”, dijo Catalán, que aguarda expectante la publicación en la Gaceta Oficial de la República de la norma que fue aprobada por el parlamento el 13 de julio, y cuya entrada en vigor se conocerá solo entonces.
“Esperamos más apertura pero algunas personas dicen que vendrán más restricciones”, comentó.
Entre los principales objetivos de la ley, las autoridades reiteran el ordenamiento del sector para un manejo sostenible del recurso pesquero en la plataforma marítima cubana, de 50.000 kilómetros cuadrados.
En el último quinquenio, las 54 especies que se pescaban en ese espacio se redujeron en 44 por ciento y las capturas en 70 por ciento.
Las causas de este descenso se remontan, según especialistas, a que Cuba pescó de más en las improductivas aguas del Caribe durante los años 60, 70 y 80 del siglo XX. Solo en 1985 la flota cubana capturó 78.000 toneladas en la plataforma. Hoy afectan además la contaminación, el aumento de la temperatura del mar y de la salinidad.
Ante la caída del rendimiento pesquero, un problema de alcance mundial, las autoridades cubanas anunciaron que la nueva ley responde a los códigos y convenios internacionales para una pesca responsable firmados por este país caribeño, prioriza la conservación y reconoce a los trabajadores privados del sector, que cuenta también con empresas estatales y cooperativas.
De los agotados recursos acuáticos cubanos, viven 3.376 pescadores comerciales estatales y 245 pescadores para autoconsumo; junto a 18.638 que realizan la pesca comercial privada y otros 17.600 la deportiva. Además, otras 2.500 personas faenan de forma ilegal, hasta sobre balsas armadas con neumáticos y otros elementos precarios.
Cuatro tripulantes salen a su cotidiana faena pesquera en la pequeña embarcación Pepe, desde un muelle de la bahía de Gibara, en el municipio de la provincia de Holguín, en la región del Oriente cubano.
Foto: Jorge Luis Baños/IPS
En tanto, a la base en Gibara llegan otros cuatro pescadores, saludan a Catalán y sacan sus enseres de una caseta desvencijada. Uno de ellos es Armando Cueto, el propietario de una embarcación a motor bautizada como Pepe. “Esta zona de pesca es muy mala, no depende de la embarcación ni de los recursos”, lamentó Cueto, mientras aprovisionaba el barco.
“Nos dedicamos a pescar pargos (Lutianus) porque las corridas (cardúmenes) son muy malas en este tiempo. Los mejores días se capturan de 15 a 30 libras (de siete a 14 kilogramos), pero los peores, cinco libras (dos kilogramos). Eso no es rentable”, dijo antes de zarpar con su tripulación, que añora cuando podía pescar en otras zonas de la plataforma.
La base, que es la única entidad pesquera del municipio de 71.000 habitantes, padece el descenso del número de asociados y de los ingresos para mantener las instalaciones. “Esto es particular, no es del Estado”, explicó Miguel Téllez, que cuida el lugar en las noches y desde hace tres meses no sale a pescar debido a las regulaciones.
“No tengo embarcación y dependo de que alguien me lleve”, explicó. “Si no eres patrón o propietario no puedes montarte en ninguna embarcación… antes cualquiera podía prestarte un bote sin problemas”, lamentó el pescador, rodeado de sus dos perras que jugueteaban en la arena.
Aunque se desconoce el alcance de la nueva ley, que fue analizada con comunidades y pescadores, las autoridades observan un reto en la situación de los 168 asentamientos pesqueros, en especial donde son muy escasas las alternativas de empleo en otras ramas.
Trascendió que la norma define con mayor claridad las modalidades permitidas, como por ejemplo, independiza la pesca deportiva de la recreativa.
Un grupo de hombres lanza los anzuelos de sus cañas de pesca, desde un muro del malecón de La Habana, en una imagen habitual en la capital cubana.
Foto: Jorge Luis Baños/IPS
“La pesca artesanal desempeña un rol fundamental en la seguridad alimentaria, el alivio de la pobreza y el desarrollo de economías locales”, dijo, en entrevista con IPS, Alejandro Flores, oficial principal de Pesca y Acuicultura de la oficina para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El experto recomienda fortalecer este tipo de pesca, “estableciendo límites de acuerdo con la capacidad biológica de los recursos y promoviendo prácticas sostenibles, así como su integración a las estrategias de desarrollo rural territorial”, en especial elevar el valor agregado, los encadenamientos y la participación de mujeres y jóvenes.
Esta agencia de las Naciones Unidas promueve alternativas diversas para reducir la presión sobre los recursos pesqueros globales. Según el último informe al respecto de la FAO, publicado en 2018, el porcentaje de poblaciones de peces capturados de forma insostenible pasó de 31 por ciento en 2013 a 33 por ciento en 2015.
“La vulnerabilidad del recurso es propiciada por dos factores: uno extrínseco, que es el cambio climático y sus efectos; y otro intrínseco, relacionado con el sistema de medidas de ordenamiento y aplicación de las normas establecidas para garantizar la sostenibilidad”, puntualizó Flores desde la oficina regional de la FAO en Santiago.
Según las autoridades cubanas, la entrada en vigor de la nueva ley permitirá la implementación de la Política Nacional de Pesca, que fue aprobada el 28 de febrero de 2017 por el Consejo de Ministros, con vistas además a revertir el bajísimo consumo per cápita de pescado de la población cubana.
La última estadística pública al respecto indicó que, en 2014, el consumo por habitante de pescado de Cuba fue de 4,3 kilogramos. La FAO calculó en su informe de 2018 que América Latina tiene el menor consumo de esta proteína en el mundo, con 9,8 kilogramos por persona cada año.
La estrategia cubana busca duplicar la producción acuícola, de 23,2 toneladas obtenidas en 2016 a 49.376 toneladas en 2030.
Además, tiene la meta de mantener la cuota de capturas en la plataforma en 12.000 toneladas anuales de pescado y cifras no divulgadas de camarón y langosta, junto con potenciar algo la maricultura, que aporta 5.000 toneladas de camarones.
A media mañana en Gibara, el Pepe regresa a la bahía, que acoge también a embarcaciones de recreo y otras que transportan personas a pequeños asentamientos costeros.
Al desembarcar en el estrecho muelle, uno de sus tripulantes, Raidel León, muestra una sarta con 15 pargos rojos. “Hoy fue un día bueno”, evaluó con una sonrisa el pescador..
Casi 25 por ciento de las aguas costeras del archipiélago cubano pertenecen a áreas protegidas, como parte de las políticas proteccionistas de su fauna y flora altamente endémica.
El Fondo de Defensa Ambiental, una oenegé internacional  que apoya en ese sentido a Cuba, resaltó el enfoque de conservación de la nueva ley de pesca.

De la economía del socialismo a la planificación ecológica

Por  Michael Husson

La reflexión sobre un cálculo económico que permita tener en cuenta las restricciones ambientales podría alimentarse ventajosamente de debates ya antiguos sobre la economía del socialismo.

El libro de Eugène Préobrajensky, La nueva economía, va a ser objeto de una nueva edición. La redacción de una nueva introducción a esta obra ha revelado una posible continuidad entre las antiguas teorías del socialismo y la elaboración de un ecosocialismo.

En su libro, publicado en 1926, Preobrazhensky buscó plantear en términos teóricos los principios operativos de una economía socialista. Plantea esta hermosa fórmula: "en el campo de la ciencia, la economía política da paso a la tecnología social, es decir, a la ciencia de la producción socialmente organizada". Preobrazhensky se refiere a los pocos pasajes en los que Engels, en el Anti-Dühring, y Marx, en El Capital, esbozan una organización social en los que "los productores asociados regulan racionalmente sus intercambios con la naturaleza, la controlan conjuntamente en lugar de ser dominados por su potencia ciega y logran estos intercambios gastando el mínimo de fuerza y ​​en las condiciones más dignas, más en conformidad con su naturaleza humana"1/.

Pero en una economía en transición al socialismo, como sobre la que reflexiona Preobrazhensky, todavía se está en el "imperio de la necesidad". Las "leyes de la actividad social" no se suprimen, sino que se transforman en el sentido de un control de la sociedad sobre sus objetivos y prioridades.

Un ejemplo un poco reductor de Preobrazhensky

Sin embargo, el ejemplo concreto que da Preobrazhensky para contrastar el funcionamiento diferente de estas leyes es probablemente un poco limitado. Se inicia a partir de un aumento de la demanda de zapatos de cuero. En el régimen capitalista, explica, el ajuste entre la oferta y la demanda se hace posteriormente, pero afortunadamente, "la desproporción en una dirección u otra es la regla". Por otro lado, en una economía planificada, este aumento de la demanda se registrará "previamente", no a través del mercado, sino gracias a las "columnas de cifras de la contabilidad socialista (...) que se han elevado al conocimiento de los centros planificadores".


Esta presentación es bastante insuficiente, y se estaría casi tentado de burlarse de tales ilusiones al evocar los puestos vacíos de las tiendas soviéticas. Obviamente, esta sería una lectura anacrónica, bastante estéril e injusta porque el libro de Preobrazhensky es, por otra parte, de gran riqueza.

Aquí es mejor hacer un bosquejo de la discusión a partir de las deficiencias reveladas por esta demostración de Preobrazhensky, aprovechando los debates posteriores sobre el socialismo. La debilidad de su razonamiento radica principalmente en la elección de un bien de consumo. Que su precio pueda fluctuar en el mercado es fundamentalmente un aspecto secundario de la crítica que puede dirigirse al capitalismo. La crítica esencial debe ser más fundamental y estar relacionada con el hecho de que una clase social tiene el privilegio, conferido por la apropiación del excedente, de definir las prioridades sociales. Al optar por invertir en esta o aquella área, los capitalistas deciden sobre la trayectoria de la sociedad y la modelan de acuerdo con sus propios intereses. La otra característica fundamental del capitalismo es, obviamente, transformar a las y los trabajadores en proletarios y someterlos a los deseos de los patrones. Pero, en cualquier caso, es curioso que la prueba de Preobrazhensky se limite al equilibrio entre la oferta y la demanda a corto plazo, mientras que la diferencia real entre capitalismo y socialismo se encuentra potencialmente en su diferente dinámica.

Precio y mercado: ¿qué cálculo económico?

Sin embargo, podemos continuar la reflexión sobre los bienes de consumo. Preobrazhensky plantea una pregunta teórica exigente al preguntarse si los precios y los mercados aún deben existir en una economía socialista plenamente desarrollada. Para él, esta pregunta parece ser equivalente a otra, que consiste en preguntar si la ley del valor continuará prevaleciendo o debería desaparecer.

Esta doble pregunta plantea la cuestión de qué significa exactamente la "ley del valor". La respuesta más básica es que la ley del valor, tal como la entiende Marx, establece que el valor de una mercancía depende de la cantidad de trabajo socialmente necesario para su producción. Por extensión, implica, como corolario, que la acumulación de capital está orientada por la búsqueda de su valorización máxima.

La conclusión lógica es que la ley del valor solo puede decaer "en una atmósfera de abundancia", por usar la expresión de Mandel en su introducción al libro de Preobrazhensky. En la medida en que la elaboración de un modelo de socialismo no puede basarse en la hipótesis de la abundancia, significa que la ley del valor no está abolida, y que la necesidad de un cálculo económico permanece, pero basada en otro modo de definición de las opciones sociales.

Preobrazhensky podría haber citado otro pasaje del Anti-Dühring, donde Engels da algunas indicaciones: "Por supuesto, la sociedad estará obligada a saber incluso cuánto trabajo se necesita para producir cada objeto de uso. Tendrá que elaborar el plan de producción de acuerdo con los medios de producción, de los cuales las fuerzas de trabajo son especialmente parte. Estos son, a fin de cuentas, los efectos útiles de los diversos objetos de uso, medidos ​​entre sí y en relación con las cantidades de trabajo necesarias para su producción, que determinarán el plan. La gente resolverá todo muy simplemente sin la intervención del famoso valor"2/.

La "ponderación de los efectos útiles" permitirá, por lo tanto, prescindir del “famoso valor", pero seguirá siendo necesario saber "cuánto trabajo es necesario para producir cada objeto de uso". El cálculo económico no desaparece pues, y el "famoso valor" en cuestión aquí se refiere a la forma en que el capitalismo asigna los recursos de acuerdo con sus intereses privados.

Así pues es obligado compartir la posición del economista polaco, Wlodzimierz Brus, quien propuso "rechazar resueltamente" la asimilación entre categorías mercantiles y monetarias y la ley del valor: "cuando el Estado modela, por medio del plan, las proporciones de la producción social y los precios, el hecho de que se manifiesten las categorías monetarias y de mercado ya no puede definirse como un "uso de la ley del valor", particularmente si las relaciones de precios se desvían de las relaciones de valor no como un fenómeno accidental y momentáneo, sino como el efecto de una política consciente"3/.

Kantorovich y la maximización del bienestar

Leonid Vitalievich Kantorovich (1912-1986) fue un matemático y economista ruso (el único que recibió el "Premio Nobel" de economía en 1975). Formalizó en términos matemáticos las modalidades de este nuevo cálculo económico: el "programa" de una economía socialista apunta a producir, con los recursos disponibles, la mayor cantidad posible de una variedad de productos de acuerdo con proporciones fijadas directamente por la sociedad y que expresan sus preferencias. El principio de "rentabilidad", y por lo tanto el cálculo económico, no desaparece, pero su papel está subordinado: "en la sociedad socialista, una rentabilidad elevada no debe ser un objetivo en sí mismo (como en el capitalismo) sino un medio de lograr el mejor resultado o el mínimo de gastos, para el conjunto de la sociedad. En consecuencia, las aplicaciones de este principio [la] subordinación a las exigencias de la mejor realización de los objetivos del plan general”4/.

 
Este proceso de maximización lleva al cálculo de pseudoprecios que Kantorovich llama "valoraciones objetivamente determinadas" que juegan un papel diferente que los precios en el capitalismo. En el capitalismo, la "señal del precio" es un indicador de rentabilidad; en el socialismo es un indicador de utilidad social. La diferencia esencial entre capitalismo y socialismo, por lo tanto, reside en el modo de asignación de recursos, y principalmente en la asignación del excedente. Esta diferencia no se ha entendido, y Kantorovich ha sido presentado erróneamente como una especie de teórico del óptimo soviético, por ejemplo, por Pierre Naville5/.

No son solo las modalidades de cálculo económico las que cambian, sino su función misma. Bajo el capitalismo, es el requisito de la maximización del beneficio lo que determina hacia qué sectores la economía va a dirigir el esfuerzo de inversión: las prioridades de desarrollo social son limitaciones para el cálculo económico (aunque sigue siendo necesario que las mercancías producidas correspondan a una demanda social). Por el contrario, el socialismo se define como el control ejercido por el conjunto de la sociedad sobre sus propias prioridades, a las que el cálculo económico ahora está subordinado.

En una sociedad racional, la necesidad ya no sería una condición vacía de contenido que garantice la realización del valor: la intensidad de la necesidad define una jerarquía en línea con las prioridades de la sociedad. En el capitalismo, por el contrario, el objetivo es la maximización del beneficio, y la proporción en que se ofrecen los diferentes bienes es un subproducto, y no una restricción, del proceso de maximización.

La democracia social, principio de regulación de la economía socialista.

A pesar de su formalismo, la presentación de Kantorovich tiene la ventaja de resaltar la disociación que presupone el modo de funcionamiento de la economía socialista. Sus objetivos están determinados de alguna manera extraeconómicamente, en oposición a las leyes del mercado capitalista que, al mismo tiempo que aseguran la regulación, modelan sus propios fines en un proceso que no está controlado socialmente.

La posibilidad misma de esta disociación se basa en lo que podría llamarse la hipótesis de la democracia socialista: para funcionar de acuerdo con esta lógica superior, la sociedad debe haber tenido los medios para objetivar sus propias elecciones colectivas a través de un plan aprobado democráticamente, ya que de lo contrario el cálculo económico funcionará en base a datos falsos. Incluso sin mencionar la dictadura burocrática, el fracaso económico de los países de Europa del Este se debe fundamentalmente al hecho de que se suprimieron los mecanismos que permiten al capitalismo funcionar, sin poner en marcha lo que es la condiciones necesaria de existencia del socialismo, es decir, la democracia social6/.

La razón por la que la economía desempeña un papel desmesurado en el sistema capitalista es porque que no se limita a seleccionar los medios, sino que contribuye centralmente a revelar, seleccionar y calibrar los fines, mientras que el socialismo correspondería a una reducción de la esfera de la economía, rigurosamente limitada a una función de ajuste de los medios a los fines determinados en otros lugares. Preobrazhensky había insistido particularmente en este cambio, cuando explica: "Con la desaparición de la ley del valor en el ámbito de la realidad económica, también desaparece la vieja economía política. Una nueva ciencia ocupa ahora su lugar, la ciencia de pronosticar la necesidad económica en economía organizada, la ciencia de obtener lo que se necesita de la manera más racional. Es una ciencia muy diferente, es la tecnología social, la ciencia de la producción organizada, del trabajo organizado, la ciencia de un sistema de las relaciones de producción en el que las regulaciones de la vida económica se manifiestan bajo nuevas formas, donde ya no hay objetivación de las necesidades humanas, donde el fetichismo de la mercancía desparece con la mercancía”7/.

El problema de la eficacia de una economía socialista no es, por lo tanto, técnico-económico, sino eminente y directamente político. Las prioridades que la sociedad se establece a sí misma se determinan de forma extraeconómica y se imponen como objetivos a las leyes de la técnica económica, mientras que, por el contrario, los fines sociales del capitalismo solo aparecen después posteriormente, como un subproducto de las transacciones mercantiles. La democracia es, por lo tanto, la condición misma del funcionamiento de una organización social de este tipo, y esta concepción conduce a plantear de forma diferente la articulación entre plan y mercado.

Por la planificación ecológica

Este enfoque adquiere hoy una legitimidad adicional, cuando se introducen las restricciones ecológicas. Se podrían retomar aquí los términos de la programación lineal para decir que el criterio de maximización del beneficio conduce a valores que no garantizan el cumplimiento de ciertos estándares ecológicos. El capitalismo pretende tenerlos en cuenta formando pseudomercados o modificando las señales de precios.
Los modelos económicos, incluso los modelos "climáticos", razonan en términos de coste-eficacia8/. Ellos "estiman los beneficios sociales netos del dinero gastado en la acción climática, y luego comparan estos beneficios con los que la humanidad podría haber obtenido invirtiendo ese dinero en otro instrumento financiero de bajo riesgo, como los bonos del Estado9/". Ese tipo de cálculo lleva a valoraciones como ésta: "La pérdida económica neta de un calentamiento de 3 grados es del orden del 0,25% del ingreso nacional para los Estados Unidos". Es cierto que esta evaluación aberrante se remonta a 199210/, pero su autor, William Nordhaus, nunca cuestionó su deficiente metodología y, sin embargo, recibió el "Premio Nobel" de economía en 2018.

Esta pseudomonetarización del medio ambiente puede modular en el margen el principio de la maximización del beneficio, pero fuera de toda proporción con la escala de las reducciones de emisiones a realizar. Es por eso que Servaas Storm tiene doblemente razón: primero cuando acusa a los economistas de bloquear el progreso en el cambio climático, pero también cuando afirma que el crecimiento verde es una ilusión, en un artículo que es una síntesis notable sobre este tema11/.

El propósito de esta revisión rápida ha sido el de mostrar que los debates sobre la planificación socialista, que casi han desaparecido hoy, deben reanudarse, ya que el desafío climático les otorga una nueva relevancia. A nivel teórico, ciertamente muy abstracto, la necesidad de luchar contra el calentamiento global plantea la cuestión de otro cálculo económico susceptible de incorporar correctamente las restricciones ambientales. Puede ser el momento de abrir los viejos dossiers y darse cuenta de que el subdimensionamiento de las políticas actuales reenvía directamente a la negativa ideológica a una planificación que alteraría la lógica del beneficio.

Traducción: viento sur
Notas
1/ Karl Marx, El Capital, Libro, capítulo 48.
2/ Friedrich Engels, Anti-Düring, [1878], Editions sociales, 1963, p. 349 [disponible en https://www.fundacionfedericoengels.net/images/PDF/engels_antiduhring_interior.pdf]
3/ W?odzimierz Brus, Problèmes généraux du fonctionnement de l’économie socialiste, 1968 [1964]; The Market in a Socialist Economy , 1972. Citado por Catherine Samary, Plan, marché et démocratie. L’expérience des pays dits socialistes, IIRF, Cahiers d’études et de recherche n°7/8, 1988.
4/ Leonid Kantorovitch, Calcul économique et utilisation des ressources, Dunod, 1963, p.20.
5/ Pierre Naville, “Kantorovitch et le retour à Pareto”, en Le nouveau Léviathan, tome 3, 1970.
6/ Catherine Samary, Plan, marché et démocratie. L’expérience des pays dits socialistes, Cahiers d’études et de recherche, IIRF, 1988. De forma menos teórica, Francis Spufford describe dans Red Plenty (Faber & Faber, 2010) como las estructuras burocráticas impidieron que las construcciones teóricas de Kantorovitch – uno de los personajes de esa novela – se hiciesen reales.
7/ Eugène Préobrajensky, La nouvelle économique, EDI, 1966, p.98 [La nueva economía, Ediciones Ariel, 1970, disponible en https://elsudamericano.wordpress.com/2017/09/18/la-nueva-economia-por-eugeny-preobrazhenski/].
9/ Servaas Storm, “Are Economists Blocking Progress on Climate Change?”, INET, June 24, 2019.
10/ William D. Nordhaus, “An optimal transition path for controlling greenhouses gases”, Science, 20 november 1992.
11/ Enno Schröder & Servaas Storm, “Why “Green Growth” Is an Illusion”, INET, Dec 5, 2018. resumen de: “Economic Growth and Carbon Emissions: The Road to ‘Hothouse Earth’ is Paved with Good Intentions”, Science and Engineering Ethics n°23, 2017.

Piden a Congreso de EE.UU. eliminar restricciones de viajes a Cuba

 25 julio, 2019 Prensa Latina


Un proyecto de ley dirigido a vetar las restricciones de viajes a Cuba será presentado hoy ante el Congreso, esfuerzo que será imitado el lunes ante el Senado. /Fotocomposición: Prensa Latina

La representante demócrata Kathy Castor llamó al Congreso estadounidense a eliminar las restricciones de viajes a Cuba, con motivo del anuncio hoy de un proyecto de ley sobre la libertad de visitar la isla.

En un comunicado difundido por la coalición Engage Cuba, la legisladora por Florida manifestó que los miembros del Capitolio deben actuar y poner fin a las prohibiciones de viajes impuestas al derecho de los norteamericanos a viajar, estudiar, adorar e interactuar con otras personas del mundo en cualquier lugar, incluido el país caribeño.

Castor manifestó que Estados Unidos logró avances importantes para conectar a las familias durante la administración de Barack Obama (2009-2017), pero sostuvo que bajo el actual Gobierno, del republicano Donald Trump, se han agregado gastos y burocracia a los viajes que son perjudiciales y complicados.

“Aliento a las iglesias, universidades y organizaciones artísticas a que sigan construyendo vínculos entre el pueblo estadounidense y el pueblo cubano”, manifestó.

Engage Cuba celebró en su declaración que los congresistas Jim McGovern (demócrata) y Tom Emmer (republicano) introducirán este jueves una legislación en la Cámara de Representantes para eliminar todas las limitaciones a los viajes de Estados Unidos a Cuba.

A su vez, el senador de la fuerza azul Patrick Leahy, junto con 45 copatrocinadores de los dos partidos, presentará el próximo lunes una propuesta idéntica en el Senado.

El proyecto busca poner fin a cualquier prohibición a los viajes a Cuba por parte de ciudadanos estadounidenses y residentes legales, y levantar también las restricciones a las transacciones relacionadas con dichos viajes, como las bancarias.
Facilitar una relación de beneficio mutuo

Bajo las leyes actuales, quienes van a Cuba deben cumplir con los requisitos de al menos una de las doce categorías generales de licencias del Departamento del Tesoro, como visitas a familiares, investigación profesional o académica, y actividades religiosas.

La administración Trump endureció aún más esas limitaciones en junio último, al eliminar la popular categoría de viajes educativos grupales pueblo a pueblo, y vetar la salida de cruceros hacia la isla.

Cuba representa una oportunidad única para construir un nexo económico que respalde una gama de intereses de la industria, la agricultura y la seguridad de Estados Unidos, expresó Emmer, quien resaltó la importancia del proyecto con el fin de ‘facilitar una relación entre dos naciones que tienen mucho para beneficiarse mutuamente’.

McGovern, a su vez, sostuvo que las restricciones son solo una reliquia de la Guerra Fría que sirve para aislar a Estados Unidos de sus aliados y socios en la región.

Es hora de que escuchemos a la mayoría de los estadounidenses, cubanoamericanos y cubanos que no apoyan la prohibición de viajes, y nos deshagamos de ella de una vez por todas, apuntó.