Otras Paginas WEB

martes, 19 de noviembre de 2019

Las tiendas recaudadoras de divisas en Cuba y sus aspiraciones

Sin una reforma financiera que se haga acompañar de una reforma productiva seria, va a ser difícil salir de la crisis por la que Cuba atraviesa.




Corrían los primeros años de la década del 90 del siglo pasado y Cuba se adentraba en el llamado Período Especial en Tiempo de Paz. Para resistir y salir de la profunda crisis, las autoridades cubanas, especialmente Fidel Castro, anunciaban que se priorizarían las inversiones en determinados sectores estratégicos, entre ellos el turismo y la biotecnología.

Pero ambos requerían una importante inversión y demorarían en dar ingresos. Había entonces que buscar algún modo de captar divisas de manera más veloz. Y ahí apareció, en 1993, la despenalización de la tenencia de divisas extranjeras y la autorización para que la población adquiriera en tiendas en divisas los productos necesarios que ya estaban en falta en el circuito de ventas en moneda nacional (CUP). Se explicó que había mucha gente con divisas en su poder y que, simplemente, se estaba legalizando lo que ya era una realidad. Pero la motivación de recaudar divisas procedentes de las ayudas familiares tampoco se ocultaba.

Paralelamente, surgieron las Casas de Cambio, conocidas como CADECA, especialmente para que una parte de la población pudiese canjear las divisas que le habían enviado, adquirir CUP y así combatir el mercado negro en divisas. En aquel entonces, para hacer compras en las tiendas de divisas no era necesario canjearlas en CADECA por CUC. En las tiendas minoristas circulaba libremente el dólar, y más tarde hasta el euro en algunos polos turísticos. Durante esa época también se autorizó la posibilidad de abrir cuentas en divisas en bancos cubanos.

En Cuba había un referente de la existencia de tiendas en divisas, en las que solamente podían comprar los visitantes extranjeros: las tiendas en los hoteles conocidas como tiendas Caracol, aunque existían otras como Cubalse. También antes de los años 90 existieron billetes que permitían comprar en esas tiendas. Eran de diferentes colores: los había carmelitas, que recibían los estudiantes extranjeros en Cuba, o rojos para quienes estaban autorizados a estar en el extranjero por misiones o estudiando, entre otros. Se canjeaban en algunos bancos, sobre todo en el Banco Financiero Internacional (BFI): se entregaba la moneda extranjera y a uno le devolvían esos bonos.

Desde el principio se fijaron precios elevados para sus productos en relación con el precio de compra a los proveedores. Se afirmaba que era una medida necesaria en tiempos difíciles, si bien se reconocía que se creaban diferencias sociales entre quienes tenían acceso a las ayudas familiares y quienes no. También se defendía que los precios serían elevados como una forma de recaudación de divisas, que se extraerían –a través de los precios– desde los bolsillos de los pocos que tuvieran acceso a ellas, pero distribuyéndose la elevada ganancia en beneficio de todo el pueblo mediante los planes sociales y otras vías de redistribución de la riqueza.

En otros términos, tuvo que admitirse un retroceso o una brecha en la interpretación de la justicia social, lo cual se compensaba con un fuerte y rápido ingreso de divisas frescas y necesarias. Esta medida tuvo apoyo de la población, ya que la parte más favorecida con las ayudas familiares (la minoría) ayudaría a la población sin acceso a las divisas (la mayoría).

Subrayo la palabra “recaudación” porque llegó a convertirse en el principal objetivo. A las tiendas se les empezó a llamar “tiendas recaudadoras de divisas”. Después de reconvertir a las tiendas de Cubalse de locales especializados en atender a extranjeros –diplomáticos, turistas y otros– a espacios para cualquier cliente, y de extender también el alcance y objeto social de la Corporación CIMEX, el sistema empresarial de las Fuerzas Armadas creó su propia red de tiendas. Las nombraron TRD o Tiendas Recaudadoras de Divisas. Por consiguiente, se pasó a conocer a las TRD como todas las tiendas de divisas del país, no solo a las que tenían ese nombre y pertenecían al Sistema Empresarial de las FAR.

En la discusión académica o técnica, e incluso popular, se debatió mucho acerca de que si se bajaban los precios –es decir, si se reducían las tasas de precios superior al 240 %–, se vendería más o se ayudaría más a la población; también se discutían otras posibles medidas de carácter económico sobre estas tiendas. Vender más no ha sido el sentido, sino recaudar más por cada unidad de producto comercializado –aunque también es justo reconocer que hace tiempo se vienen aplicando coeficientes menores para algunos productos de primera necesidad como el pollo.

Y si además estas tiendas son casi monopolistas porque aunque pertenezcan a diferentes grupos empresariales, todas finalmente pertenecen al Estado, y especialmente a GAESA, están obligadas a fijar los precios mediante el Ministerio de Finanzas y Precios, pues menos incentivos se tienen para bajar precios, toda vez que la población se ve casi obligada a comprar sus productos en esas tiendas, al precio que sea, a menos que sea algo prescindible, porque no se pueden adquirir en otros circuitos.

De ahí también la prohibición de que los cuentapropistas vendan sus productos importados, o a que empresas mixtas o extranjeras obtengan licencias para ventas minoristas. Surgiría la competencia y sería imposible poder aplicar, sobre los precios de compra, coeficientes que superarían muchas veces el 240%.

Pero a partir de esa misma concepción primaria se han visto las contradicciones intrínsecas de estas tiendas recaudadoras de divisas:

• Por un lado, el precio elevado, ya que supuestamente allí comprarían unos pocos “privilegiados”. Eso fue así al inicio, pero en la medida que pasó el tiempo, una parte de los trabajadores empezó a recibir estímulos en CUC. Sin embargo, muchas veces en esas tiendas solo se pueden satisfacer necesidades básicas. O sea, toda la población, de una forma u otra, adquiere sus productos allí y antes de beneficiarse de la redistribución posterior de la riqueza, inicialmente debe desembolsar recursos y pagar precios elevados, incluso para adquirir muchos productos de primera necesidad. Primera contradicción: los planes sociales, en parte llevados a cabo con ayuda de las divisas recaudadas vs. la satisfacción de productos de primera necesidad de casi toda la población. Hay un elevado porcentaje de cubanos que, de una manera u otra, tienen acceso a divisas. De ahí el afán de la cadena TRD de convertirse en la tienda del barrio, incluso con el quiosco pequeño y de fácil acceso para productos de primera necesidad.

• Por otro, el interés de recaudar: mientras más, mejor. Debe tenerse en cuenta, además, la prohibición de vender o comercializar diferentes productos o servicios porque supuestamente se incrementaría la desigualdad dentro de la población. O sea, la desigualdad como algo menos problemático si una parte de la población pudiera comprar carne de res, cerveza, automóviles y otra no; pero la desigualdad sería inadmisible si los primeros pudieran alojarse en hoteles, comprar carros o tener teléfonos celulares, y los segundos no. No importa si el nivel de recaudación quede afectado por las medidas restrictivas, y de paso se violen leyes si la población no puede acceder en su propio país a servicios y productos ofrecidos a extranjeros, en la misma moneda permitida para todos o “despenalizada”.

Con el tiempo, aun cuando ya todo el que tenga recursos puede adquirir un celular –de hecho, ya hay más números de teléfonos celulares que de telefonía fija–, ¿cuánto dinero dejó de ganar todo ese tiempo la empresa estatal de comunicaciones? Esto también es válido para otros productos y servicios antes prohibidos. Muchas de estas contradicciones siguen existiendo. Incluso han surgido otras nuevas:

• Con la crisis que sobrevino después de los años 2000 y la falta de divisas, aparece la necesidad de crear mecanismos de autorización de compras por importaciones con el interés de controlar mejor las escasas divisas y limitar las importaciones a lo estrictamente necesario. Para lo anterior, y para mejorar la disciplina de pagos y reducir la posibilidad de volver a incurrir en impagos de las deudas comerciales contraídas, surgieron los Comités de Aprobación de Divisas y sus aprobaciones de contratos bajo diferentes siglas (NA –Número de Aprobación; o IP – Instrucción Permanente). Después aparecieron los CL (¿Carta, o Control, o Capacidad de Liquidez?), FP (Fondos Propios) y otras siglas para aprobaciones de importación bajo el paraguas de las divisas de la caja central del Estado. Pudieran parecer esquemas provisionales para atajar crisis inmediatas hasta volver a la normalidad.

Pero ahí han quedado, durante demasiados años ya, muchas de estas siglas, incomprendidas por cualquier economista y por exportadores extranjeros nuevos e inexpertos en el mercado local. ¿Qué contradicción hay en este punto con las TRD? Lo explicaremos recordando los Lineamientos, los planes aprobados, los diferentes llamamientos, etc., en los que siempre se afirma que lo primordial consiste en estimular las exportaciones y sustituir las importaciones para enfrentar la escasez de divisas.

A la industria nacional –sea 100% cubana o de capital mixto–, le cuesta trabajo obtener los CL que necesita, pero las TRD los obtienen para importar los mismos productos que pueden ser producidos por la industria nacional: cervezas, refrescos, mayonesa u otros de la industria alimenticia o de la ligera.

En un comienzo las TRD no solo se convirtieron en un camino para que la población pudiera satisfacer sus necesidades, sino que venían estimulando a la industria nacional. Esta vio la posibilidad de vender su producción en divisas sin complicarse con costosas y difíciles exportaciones. Con ello ayudaban a sustituir importaciones. Incluso CIMEX estaba ayudando a financiar la compra de materias primas para determinadas industrias nacionales, cobrándose la financiación con el resultado de las ventas finales a través de sus tiendas –por ejemplo, la fábrica de conservas La Conchita.

El surgimiento del mecanismo de los CL hizo imposible esta beneficiosa práctica, y no solo de financiación. No se ha creado un mecanismo ágil para ceder o traspasar CL aprobados para las TRD a favor de la industria nacional, para que adquieran materia prima para sus producciones. Si la prioridad es la recaudación, cabe suponer que se recaudaría más si el producto vendido fuera de producción nacional en vez de importado. ¿Realmente es más beneficiosa la importación para la balanza de pagos del país que la producción nacional? ¿Sustituir importaciones ya no es la prioridad real? ¿Ha quedado entonces como una frase vacía de contenido?

La crisis financiera cubana ha hecho que las importadoras exijan cada vez más a los exportadores extranjeros la ampliación del crédito comercial para pagar a plazos de hasta 360 días desde la fecha de embarque. Ante un mayor riesgo crediticio y un mayor plazo de financiación, los precios de importación se incrementan. Ese sobrecosto de la financiación es incluido en la base de cálculo a la hora de aplicar el coeficiente para cada producto (el famoso 2,40, u otro) y obtener el precio final de venta en las tiendas. Aunque la población sigue pagando al contado, cada vez paga más caro los productos que adquiere porque las TRD pagan sus importaciones de forma cada vez más aplazada y, por tanto, más cara, aunque se reconozca que el poder adquisitivo de los cubanos no es muy elevado.

La nueva ley de emigración de 2013 le dio la posibilidad a muchos ciudadanos de viajar al exterior y regresar con productos importados. Muchas veces para suplir necesidades propias, pero casi siempre con un excedente puesto a la venta (el viajero obtiene una ganancia que cubre los costos del viaje). Aun cuando la Aduana establece controles –cupos por productos, límites por valores, aranceles, etc.– para frenar la importación con carácter comercial, esta práctica adquiría cada vez mayor alcance. Y entonces la población descubrió que los particulares, quienes adquieren solo 1/2 productos de cada tipo, de manera no mayorista, tienen que pagarse un pasaje ida y vuelta, estancia en hostales, manutención de unos días, embalaje, transportación en contenedores agrupados y otros costos. Al final lograban vender equipos como TV, refrigeradores, motos, etc. poniendo en jaque a las TRD al vender sus productos más baratos que las tiendas del Estado.

La pregunta obvia era cómo es eso posible, si las TRD compraban contenedores enteros, que pueden comprar (en teoría) directamente a fabricantes. Muchas veces no hay ni hay que viajar para compras periódicas: pueden contratarse barcos, contenedores enteros o fletes más económicos para sus mercancías. Y las conclusiones eran también obvias: o las importadoras no son eficientes comprando o la corrupción u otros vicios en el aparato de compras era elevado. O el coeficiente para calcular el precio final de venta es muy elevado y debería ser revisado. O el elevado plazo de pago de las importaciones lo estamos pagando los compradores finales. O una mezcla de todo lo anterior, junto con otras razones. Al final, los productos se estancaban en las tiendas y no se vendían con buena rotación.

El establecimiento de coeficientes homogéneos para calcular precios y la consiguiente venta a precios elevados no siempre trajeron como resultados mayores recaudaciones cuando el objetivo era justamente ese. Como se sabe, las utilidades no solo se obtienen de la diferencia en precios entre la compra y la venta.

La lenta rotación de un producto puede traer como consecuencia seis problemas:

1) que se acerque la vida útil del producto y haya que rebajar su precio de venta o incluso darle de baja por estar vencido o con obsolescencia tecnológica;

2) hay que tener superior capacidad de almacenamiento y los almacenes también cuestan recursos;

3) el abarrotamiento de almacenes con mercancía ociosa o de lento movimiento impide hacer compras de otras mercancías en falta;

4) mayor probabilidad de extravíos o robos, roturas y otras mermas;

5) necesidad de mayor capital de trabajo si se acerca la fecha de pago de la mercancía adquirida sin haberse podido vender y cobrar;

6) la reducción de la ganancia esperada y de la eficiencia en la contratación debido al valor del dinero en el tiempo.

Otra de las contradicciones actuales es la siguiente: el país tiene escasez de recursos financieros y por ello reduce todo tipo de importaciones. Incluso en las destinadas a las TRD se observan por momentos desabastecimientos de productos en tiendas. La lógica indica que si los productos en esas tiendas se venden al contado, en CUC, se compran con pago aplazado y se obtienen elevadas ganancias sobre las ventas, con más razón hay que vender más en este tipo de tiendas para recaudar más fondos líquidos. ¿No se crearon las tiendas, precisamente, en otra época de crisis, para recaudar las divisas necesarias? ¿El objetivo no era vender para recaudar más? Para algunos, las TRD ya no son recaudadoras de divisas, sino que recaudan CUC (pesos locales), mientras las importaciones hay que pagarlas en divisas y no hay suficientes divisas para adquirir productos para las TRD.

Entonces, ¿la actividad de las TRD ya no resulta beneficiosa para el país o para su balanza de pagos en divisas? ¿Con ese coeficiente de alrededor de 2,4 o más? Por eso es lógico que los particulares siguieran importando mercancías desde Panamá, Haití, Rusia, o cualquier otro lugar para la venta porque así le estarían quitando un peso al Estado al eliminar la “desagradable” necesidad de que las TRD importaran esos productos y los pagaran en divisas.

En cuanto al CUC recaudado en las TRD, se supone que una parte saliera del canje de divisas en CADECA, tanto de las ayudas familiares como de los recursos de turistas extranjeros, de la actividad por cuenta propia, de las gratificaciones de trabajadores en firmas extranjeras o embajadas, del gasto de los extranjeros radicados en Cuba, etc. Es decir, tenía un respaldo en divisas y mientras más se vendiera en CUC, más divisas obtenía el país a través de CADECA, los bancos y las tramitadoras de remesas de ayudas familiares.

Un contra argumento es que hay mucho CUC en la calle sin respaldo en divisas, obtenidos de la maquinita de imprimir papeles. Mientras más se venda en CUC, habría más necesidad de divisas que no se contaba para pagar por los productos comercializados en las TRD.

¿Podría calcularse la cantidad en CUC en circulación, no obtenida de la venta de divisas en CADECA o derivada de cuentas en divisas de entidades extranjeras o de remesas del exterior?

Pueden existir dos vías: 1) las compras de CUC en CADECA, con pesos CUP a un tipo de cambio elevado, a 25 por 1, y los salarios no están en niveles tan altos como para afirmar que una parte excesiva de ellos se destina a este fin; y 2) los esquemas de estimulación en CUC de determinadas empresas –pero es un esquema no presente en todas las empresas del país. La media suele ser de unos 15.00 CUC por trabajador al mes, de los cuales probablemente una parte es convertida en CADECA a pesos no convertibles (CUP), además de que los fondos suelen salir de las cuentas de las empresas que generan utilidades en divisas o exportando o sustituyendo importaciones.

¿Estos dos motivos pone en tensión el esquema de ventas de las TRD? ¿Hay otros motivos de emisión de CUC sin respaldo en divisas? Si existen, y por ese motivo se teme una mayor importación sin respaldo en divisas, habría que eliminar las causas de la impresión de CUC sin respaldo. O, en última instancia, se deberían volver a instaurar las ventas en las TRD en monedas duras de verdad, USD y/o EUR.

Se perdería algo de control de las divisas, como el que se obtuvo al instaurarse la obligatoriedad de la circulación del CUC en las TRD. Volver a la circulación del USD (las autoridades no reconocen que es una dolarización, aunque parcial) era preferible que entorpecer el comercio de mercancías en las TRD porque, supuestamente, no hay divisas para las importaciones. Se podría decir: ¡qué contradicción más grande! Hay que limitar la recaudación en las tiendas recaudadoras en CUC porque recaudan menos de lo que gastan. Por otra parte, es creciente la salida de capitales, especialmente dólares, por parte de personas naturales para invertirlos en otras economías y comercializarlos en Cuba. Estas personas se benefician por sus importaciones, pero la población tenía que pagar elevados precios, si bien por debajo de los del Estado en sus llamadas tiendas recaudadoras.

Si con una dualidad monetaria y cambiaria que a pesar de todos los problemas que acarrea, al menos evita a la actividad en divisas “contaminarse” con la actividad inflacionaria en CUP existen estas contradicciones y problemas, ¿qué pasaría cuando se unifiquen ambas monedas? No es que esté en contra de la unificación monetaria. El punto consiste en que, si se hace mal, el remedio puede ser peor que la enfermedad. Si hasta lo más sencillo –comprar y vender en monedas con el mismo tipo de cambio, sin competencia y con elevados márgenes–, no sale del todo bien, ¿qué se dejaría para una unificación monetaria mal concebida?

Por último, sin una reforma financiera que se haga acompañar de una reforma productiva seria –es decir, que incentive la producción del país por todas las formas productivas (estatales, privadas, cooperativas) aprobadas–, va a ser difícil salir de la crisis por la que Cuba atraviesa.

( Tomado de OnCuba)

Investigación del Wall Street Journal confirma que Google maneja una lista negra de censura



Una investigación del Wall Street Journal ha confirmado muchas de las acusaciones centrales hechas en 2017 por el World Socialist Web Site sobre la censura en línea de Google.

En un extenso artículo publicado el viernes, el Journal concluye que, a diferencia de las repetidas afirmaciones de Google, la empresa mantiene una lista negra de sitios web e interviene directamente para manipular ciertos resultados de búsqueda.

El 27 de julio de 2017, el World Socialist Web Site reportó que los cambios en los algoritmos de Google llamados internamente “Proyecto Búho” habían recortado drásticamente el tráfico a sitios web izquierdistas, contra la guerra y progresistas.

Estas afirmaciones estuvieron basadas en las declaraciones públicas de Google de que buscaría “promover contenido de mayor autoridad” y relegar “puntos de vista alternativos”. El WSWS también utilizó datos más detallados de los sistemas analíticos propios y datos provistos por otros sitios web, así como estimadores públicos en línea de tráfico y búsquedas.

Con base en estos datos, el WSWS concluyó que Google estaba utilizando una lista negra de medios noticiosos de oposición, cuyo principal impacto fue restringir el acceso a páginas web de izquierda y contra la guerra.

El WSWS fue el blanco central de esta iniciativa. Como explicamos, “Google ha cortado los lazos entre el World Socialist Web Site y los 45 términos más populares de búsqueda que previamente dirigían a sus lectores al WSWS. La censura física implementada por Google es tan extensa que, de los 150 términos de búsqueda que, tan tarde como abril de 2017, conectaban al WSWS con lectores, 145 ya no lo hacen del todo”.

El 25 de agosto de 2017, David North, el presidente del Consejo Editorial Internacional del WSWS, publicó una carta abierta a Google afirmando:


Una censura de esta magnitud equivale a construir una lista negra política. La obvia intensión del algoritmo empleado por Google es bloquear las noticias que la compañía no quiere reportadas y suprimir las opiniones con las que no concuerda. El manejo de listas negras políticas no es una práctica legítima dentro de las prerrogativas de Google como una empresa comercial. Es además un abuso flagrante de un poder monopólico y un ataque contra el derecho a la libre expresión.

Estas afirmaciones se han visto dramáticamente confirmadas por la investigación del Wall Street Journal, cuyo reporte concluye:


A pesar de negarlo públicamente, Google mantiene listas negras para eliminar ciertos sitios web y prevenir que otros aparezcan en ciertos resultados. Estos pasos son distintos a aquellos que bloquean los sitios de acuerdo con leyes estadounidenses y extranjeras, como aquellas que muestran abuso infantil o que infrinjan derechos de autor, y a los cambios diseñados para relegar spam, los cuales intentan engañar el sistema para aparecer en los resultados más altos.

El reporte procede a corroborar su acusación de que las acciones de la empresa contradicen sus declaraciones públicas:


Google ha dicho rindiendo testimonio ante el Congreso que no utiliza listas negras. Cuando le preguntaron en una audiencia en 2018 si Google ha puesto en una lista negra a una “compañía, grupo, individuo o medio… por razones políticas”, Karan Bhatia, el vicepresidente de Google para políticas públicas, respondió: “No, señora, no utilizamos ni listas negras ni blancas para influenciar nuestros resultados de búsqueda”, según el transcrito.

Pero la investigación del diario concluyó que Google acepta “lo que la empresa llama ‘acciones manuales’ contra sitios web específicos” añadiendo, “La empresa también podría colocar a un sitio web en una lista negra o eliminarlo completamente”.

El reporte del Journal argumenta que Ben Gomes, “uno de los primeros ejecutivos de búsquedas de Google” fue uno de los primeros en abogar por una intervención directa y manual en los términos de búsqueda. Fue Gomes que anunció lo que se conocería como el “Proyecto Búho” en una publicación de blog del 25 de abril de 2017 bajo el título, “Nuestras últimas mejoras de calidad para Búsquedas”.

En esa publicación de blog, Google afirmó que sus esfuerzos para promover sitios noticieros “de autoridad” eran una extensión de sus intentos previos para combatir los intentos para “engañar nuestros sistemas para aparecer más alto en los resultados de búsqueda”. Pero la investigación del Wall Street Journal revela que esto fue un fraude total.

“Existe esta idea de que los algoritmos de búsqueda son todos neutrales y salen y exploran la web y vuelven y muestran lo que encontraron, y todo eso es una total mentira”, cita el diario a un exejecutivo anónimo. “Google trata con casos especiales todo el tiempo”.

El reporte documenta cómo es que la empresa mantiene sus listas negras:


Los ingenieros conocidos como “mantenedores” están autorizados para hacer y aprobar cambios en las listas negras. Se necesitan al menos dos personas para hacer esto; una persona hace el cambio, mientras la segunda lo aprueba, según una persona familiarizada con el tema.

El Journal revisó un borrador de un documento de política de agosto de 2018 que resume cómo los empleados de Google deben implementar una lista negra “antidesinformación” para bloquear que aparezcan ciertos publicadores en las Noticias de Google y otros productos de búsqueda.

El reporte continúa:


La cultura de Google de rehusarse públicamente a las demandas de cambiar los resultados se ha disminuido, según empleados actuales y antiguos. Hace pocos años, la empresa desmanteló un equipo global enfocado en cuestiones de libre expresión que, entre otras cosas, publicitaba las batallas legales de la empresa para combatir los cambios a sus resultados de búsqueda, en parte porque Google ha perdido varias de esas batallas en la corte, según una persona familiarizada con el cambio… “La libertad de expresión ya no era la ganadora”, dijo esta persona.

La investigación del Wall Street Journal suscita serias interrogantes sobre la cobertura de la censura de Google en el New York Times. Después de publicar un reporte el 27 de septiembre de 2017 en la primera plana de su sección de negocios sobre la carta abierta del WSWS oponiéndose a la censura de Google, incluyendo una entrevista con David North, el Times intentó desacreditar las acusaciones de que Google estaba llevando a cabo una censura política.

En un artículo posterior, Daisuke Wakabayashi, quien entrevistó a North, buscó restarle importancia al régimen de censura de Google, haciendo eco de las negaciones parciales de la empresa sin realizar ninguna evaluación seria de los hechos. Wakabayashi escribió: “Google dijo que la ideología política no era un factor en ningún aspecto de sus resultados de búsqueda. Google dijo que, si un usuario es conservador o liberal, eso no forma parte de la información recolectada por la empresa y que no categoriza páginas web según inclinaciones políticas”.

Esto también era un fraude. La naturaleza de la definición de Google de sitios web “de autoridad” claramente era política.

En 2018, Google estableció su “iniciativa de noticias” para “Limpiar noticias falsas”, como lo reportó el New York Times. Sus socios eran el New York Times, el Washington Post y el Guardian, todos los cuales publicaron las falsedades del Gobierno de Bush sobre las supuestas “armas de destrucción masiva” en Irak, en medio de un sinfín de otras mentiras.

Las declaraciones de Google sobre promover medios noticieros “de autoridad” se refieren a la promoción de medios noticiosos que apoyan la política exterior estadounidense y las mentiras que la apuntalan. Esto es porque, como lo indica el Journal, “las búsquedas son un juego de suma cero: un cambio que ayude a promover un resultado inevitablemente degrada otro”.

Aparte del reporte inicial del New York Times y el reporte de Matt Taibbi del Rolling Stone, la vasta mayoría de medios noticieros corporativos simplemente ignoraron el reportaje del WSWS.

Cabe notar que, antes de ser silenciado y arrestado, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, escribió una carta a un evento en línea organizado por el WSWS advirtiendo sobre los peligros de la censura en línea. Declaró:


Si bien el Internet ha provocado una revolución en la capacidad de las personas para educarse a sí mismas y a los demás, el fenómeno democrático resultante ha sacudido a las élites políticas existentes hasta su núcleo. Google, Facebook y sus equivalentes chinos, integrados social, logística y financieramente en las élites existentes, han procedido a establecer el control del discurso… Aplaudo al WSWS por generar consciencia sobre este fenómeno.

En los tres años desde que Google anunció sus esfuerzos para enterrar los “puntos de vista alternativos”, la campaña de censura de las principales corporaciones tecnológicas tan solo se ha intensificado. En múltiples depuraciones masivas, Facebook y Twitter han eliminado cuentas y páginas izquierdistas con millones de seguidores.

El mes pasado, Twitter anunció que prohibiría todos los anuncios políticos en su plataforma, mientras que Facebook, pese a las declaraciones de Mark Zuckerberg de que no emprendería censura política, anunció que eliminaría cualquier publicación que incluya el nombre del “denunciante” de la CIA en el juicio político de Trump.

El motivo para estos esfuerzos intransigentes de censura política promovidos por todas las facciones de la élite política es su temor al crecimiento de la oposición en la clase obrera de todo el mundo, lo cual está vinculado a una audiencia cada vez más grande para el socialismo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 18 de noviembre de 2019)

Andre Damon

La batalla de Cuatro Caminos: Por la decencia y contra la indisciplina social. Comentario HHC

Por: Randy Alonso Falcón, Oscar Figueredo Reinaldo



Captura de pantalla de imágenes captadas dentro del Mercado de Cuatro Camino.
Pocos pueden dar crédito a las imágenes que circulan en las redes sociales de lo acaecido en el Mercado de Cuatro Caminos en La Habana.
El pasado 16 de noviembre de 2019, se abrieron las puertas de esa emblemática instalación a casi un siglo de su fundación y luego de cuatro años de intensos trabajos de restauración por parte de la Corporación CIMEX, para homenajear a La Habana en su aniversario 500.
Pero como mismo se abrieron, con grandes expectativas y deseos de brindar un servicio de calidad, debieron ser cerradas el mismo día por inaceptables hechos de vandalismo, indisciplina, robo e indecencia perpetrados por personas inescrupulosas cuyas razones dudosas para tanto desperdicio dejó un mal sabor a todos aquellos, trabajadores y clientes, que estuvieron presentes el pasado sábado.
Entre los daños económicos provocados a la instalación se cuentan la rotura de tres puertas enrollables, un paño de puerta de cristal y barreras de circulación estimando un costo de más de 2.000 USD. Mientras que desde el punto de vista comercial se han incurrido en pérdidas de aproximadamente 5. 000 CUC, según información brindada por CIMEX a Cubadebate.
Entre las áreas más afectadas se encuentran en el primer piso las familias de alimentos y aseo, principalmente bebidas, confituras, pastas, conservas cárnicas y granos. Se identificaron latas perforadas y cajas abiertas de productos cuyo contenido fue arrojado al suelo, muchos de ellos medianamente ingeridos en el propio local o robados, otros lanzados al aire ante la mirada atónita de dependientes y clientes por igual.
A su vez, en el segundo piso fueron derramadas pinturas, y sustraídos del local plásticos, alfombras, ajuares de casa, tomacorrientes, productos de cerrajería, entre otros. Ello acompañado del ruido ensordecedor de gritos y golpes en los cristales que conforman las paredes de las áreas de ferretería, ajuares, útiles del hogar y electrodomésticos, en casi un 70 por ciento.
Aunque para algunos el desabastecimiento de determinados productos es la causa de dichas actitudes, esta situación no justifica la destrucción de los bienes públicos y muchos menos puede ser el paraguas para el vandalismo o el robo. ¿Dónde ha quedado la decencia?
Otros se cuestionan, ante la masividad de población que acudió al lugar, si realmente se siguió la mejor estrategia comercial de concentrar en un solo sitio productos de alta demanda o si se crearon las condiciones para recibir a tantos clientes.
Según explicaron a Cubadebate directivos de la Corporación CIMEX, la avalancha del primer día no los tomó por sorpresa, “por lo que no solo estuvieron presentes los 550 trabajadores del centro comercial si no un refuerzo de más de 250 especialistas de las diferentes áreas para garantizar el funcionamiento de las actividades que intervienen en el proceso comercial”.
Al decir de Amalia Serret, Jefa del Departamento de Comunicación, el centro comercial no presentó incidencias en su puesta en marcha desde el punto de vista constructivo o de comercialización, no obstante, la indisciplina social, actos vandálicos y robos perpetrados por personas inescrupulosas atentaron contra el buen funcionamiento de la instalación.
“Lo más penoso para CIMEX no fueron siquiera los daños materiales, sino los daños provocados a los trabajadores que dedicaron años con compromiso y responsabilidad para rescatar esta edificación tan emblemática para nuestra ciudad. Muchas son las especulaciones en las redes sociales, principalmente orientadas hacia la desorganización y el desabastecimiento, pero suponiendo entonces que el objetivo era adquirir productos, ¿qué conllevó entonces al destrozo, robo desmesurado y agresión al personal que se encontraba brindando el servicio? Una pregunta para reflexionar”, concluyó.
Lo ocurrido en Cuatro Caminos es totalmente inadmisible en nuestra sociedad. Los vándalos no pueden imperar por sobre un pueblo honesto, trabajador, decente, sacrificado. Los acaparadores no pueden prevalecer si actuamos con valentía, sistematicidad y energía. La indisciplina social y el vandalismo son caldo de cultivo para fomentar el caos social y la contrarrevolución.
A las personas detenidas por los execrables hechos se les debe aplicar la justicia con todo rigor y deben pagar por los cuantiosos daños ocasionados. No puede haber mano suave cuando se trata de la tranquilidad de nuestro pueblo y del cuidado de la propiedad social.
La Corporación CIMEX debe sacar lecciones de lo ocurrido y replantearse la estrategia de funcionamiento de un centro tan amplio, novedoso y complejo para garantizar su adecuada y necesaria actividad.
Nuestras autoridades deberán reforzar el apoyo a este establecimiento con fuerzas del orden en esta etapa inicial de reapertura.
Nuestro pueblo deberá combatir enérgicamente todo acto de indisciplina espontánea o provocada, porque en su fuerza y combatividad radica la fuerza misma de la Revolución.
Que el sábado de Cuatro Caminos sea sólo un mal episodio y no una práctica repetida. El combate por la decencia y los mejores valores sociales tiene que ser divisa irrenunciable de nuestro actuar diario.

Gran afluencia de clientes durante el día de apertura del mercado.

Un paño de puerta de cristal totalmente destruído. Foto: Cimex.

Restos de la puerta de cristal. Foto: Cimex.

Productos dañados o consumidos dentro del local. Foto: Cimex.

Varios productos fueron sustraídos y desparramados por los locales de Cuatro Caminos. Foto: Cimex.
Parte de la pintura en venta fue dañada. Foto: Cimex.

Comentario HHC: Si, hay problemas de decencia, educación formal, de valores, etc . La asignatura de Cívica debería establecerse para todos, tanto en las escuelas como en los medios de comunicación, digo mas debe ser requisito para empezar en un trabajo mediante pruebas de suficiencia.  

Espero además que existieran cámaras de seguridad y a los responsables, no los metan presos, sino que les cobren los daños ejemplarmente.

Adicionalmente,  si tuviéramos mercado mayoristas ( una especie de Costco y Sams Club) para los cuentapropistas y demás  en Berroa, Zona del Mariel o donde entiendan ¿ No ayudaría un poco? ¿ Podemos no empezar un hotel y dedicar ese dinero al abastecimiento de todas las tiendas existentes de modo sostenido? . 

¿ Podemos cumplir con los acuerdos de los Congresos del PCC y los Lineamientos?


Aumenta el turismo ruso en Cuba. Comentario HHC

Creado el Lunes, 18 Noviembre 2019 18:34 | Mariley García Quintana
0705-turismo-cuba-caribe.jpg
La Habana, 18 nov (ACN) La Federación Rusa continúa afianzándose como uno de los principales emisores de visitantes hacia Cuba, a pesar de las constantes restricciones del gobierno norteamericano para frenar el desarrollo de la industria del ocio en la mayor de las Antillas.
Aun cuando debido  a las prohibiciones de la entrada de cruceros a los puertos cubanos, las multas a entidades hoteleras y las amenazas a las compañías que invierten en este sector en Cuba han reducido hasta octubre del 2019 en un 7,9 % la entrada de visitantes con respecto a igual período del año anterior, lo cierto es que la comunidad rusa continúa apostando por Cuba como destino seguro para vacacionar en familia.
Y es que según publicó recientemente la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), en el décimo mes de este año, 124 mil 881 turistas del gigante euroasiático han llegado hasta el archipiélago cubano, cifra que supera en más de 20 mil a los 104 mil 107 arribados en igual mes del 2018.
Con el objetivo de que esas cifras sigan en aumento, el pasado mes de septiembre, durante la edición de la feria turística OTDYKH/Leisure, que se celebra anualmente en Moscú, Michel Bernal, director comercial del ministerio cubano de Turismo, reiteró a la agencia Sputnik que Rusia será el país invitado de honor en la venidera edición 40 de la feria de turismo FITCuba, a celebrarse en el 2020, el evento más importante del sector.
En ese sentido, el embajador cubano ante el Kremlin, Gerardo Peñalver Portal, sostuvo en una conversación con Radio Sputnik que Rusia es el mercado emisor que más crece y se mostró convencido de que el año en curso se cerrará "con un crecimiento en torno a un 15%".
A ello se le suma los recientes vuelos de aerolíneas rusas que comenzaron a llegar hasta varias ciudades cubana, ese es el caso de la Nordwind Airlines, directamente desde Moscú y hasta la ciudad de Camagüey, la Rusia Royal Flight hacia la ciudad de Holguín, así como el aumento de los viajes de esta última compañía con destino a Varadero.
De acuerdo con el incremento sostenido de viajeros rusos a Cuba, expertos estiman que en un futuro pudieran ocupar un lugar destacado junto a Canadá y mercados emisores europeos  tan importantes como Francia, Inglaterra o España.

Comentario HHC:  Hay que señalar que al cierre de Octubre Rusia es el único pais que crece en relación al 2018 un +20.0% , ademas de la Comunidad Cubana en el exterior con +4.6 % , el resto de los paises decrecen.

En cuanto a las potencialidades de Rusia  hay que tener en cuenta dos aspectos: el volumen de visitantes rusos representan apenas el 3.5 % del total de visitantes  y segundo,  no es que pudieran ocupar en estos momentos ya sobrepasaron a España, Inglaterra e Italia con el descenso que han tenido estos tres paises este año; ya aspirar como Canadá tendrían que crecer  siete veces el numero de visitantes rusos, pero si podían posicionarse en  4to lugar si siguieran creciendo, hoy ocupa el 7mo lugar y es un mercado importante.

Crece índice ocupacional de hoteles Cubanacán en Santa Clara. Comentario HHC

Creado el Martes, 19 Noviembre 2019 13:03 | Luz María Martínez Zelada
1119-cubanacan-los-caneyes-hotel.jpeg
 Santa Clara, 19 nov (ACN) Los hoteles del grupo Cubanacán en esta ciudad observan un gradual ascenso del índice ocupacional, con un pronóstico de un 80 por ciento durante la temporada alta turística internacional, que comenzó este mes, con atracción hacia la historia y la cultura locales.

    Francia, Alemania, Italia y Holanda resultan entre los principales mercados emisores de viajeros hacia las instalaciones hoteleras, a los que se incorporan, con  vitalidad, los provenientes de la Federación Rusa.

   Yeidi Fabelo Machado, directora comercial de Cubanacán en la urbe del centro de Cuba, declaró a la ACN que en los indicadores del aumento de visitantes inciden la consolidación de recorridos por circuitos que incluyen los hoteles Los Caneyes y La Granjita.

     Recorridos de grupos numerosos, promovidos por Gaviota desde el polo turístico Cayo Santa María, incluyen a las instalaciones de Cubanacán e inciden también en los ascensos.

     Resulta significativo, en esta ocasión, las subidas de las ventas online, principalmente para los alojamientos El Central y América, ambos ubicados en el centro histórico de la urbe y con una situación privilegiada para conocer edificaciones patrimoniales y disfrutar de manifestaciones artísticas, agregó.

      Fabelo Machado significó que existe una positiva respuesta a las acciones promocionales encaminadas a elevar la presencia de los hoteles del grupo turístico en las redes sociales.

     Los atractivos de una ciudad con 330 años de fundada, con  edificaciones plenas de valores arquitectónicos, un rico desarrollo cultural y una posición favorable para continuar camino al oriente o el occidente de Cuba, son incentivos importantes para los turistas.

Comentario HHC: He resaltado en negritas lo relevante, esperemos que no fuera por una rebaja de precios, y si así es, que se garantice la calidad y la ocupación hasta el punto que puedan elevar los mismos en el futuro próximo.  

No hay que olvidar que estamos en temporada ALTA, pero no deja de ser destacado que se alcancen esos niveles de ocupación. 

El turismo NO es una industria

Por Michael Moya Calderón*

Me es un poco preocupante cada vez que escucho discursos políticos, de gerentes de empresas, académicos, estudiantes, representantes de grupos conservacionistas, guías turísticos, medios de comunicación entre muchos otros actores relacionados directa e indirectamente con el ámbito turístico referirse a esta actividad como “industria”. Y aunque por muchos lamentables y penosos ejemplos en donde la naturaleza ha sido claramente usada, saqueada, explotada y manufacturada al antojo del ser humano para su “aprovechamiento turístico” (acá si podríamos debatir sobre si es o no industria) lo cierto del caso es que estoy seguro que la manera en como muchos se refieren a la “industria turística” o “industria sin chimeneas” (para referirse a modalidades como el ecoturismo) no lo están haciendo necesariamente en un sentido crítico, y esto me mueve a plantear esta aclaración necesaria, tomando como referente a dos de los pocos que se han atrevido a hacerla como son los maestros Roberto Boullón y Antonio Torrejón.

Resultados inquietantes

Al realizar una búsqueda simple en Google sobre el término “Industria turística”, realmente asombra la gran cantidad de entradas que es posible encontrar (2.100.000), desde agencias de viajes, noticieros, slogans, planes estratégicos, cursos y cientos de opciones más. Algunos ejemplos:

Noticias de Industria turística
La sostenibilidad clave de la industria turística
Los retos de la industria turística 4.0
Definición Industria turística
Curso sobre el desarrollo de la industria turística
Soluciones TIC para la industria turística

Si dirigimos una búsqueda más específica orientada a las de bases de datos sobre publicaciones científicas utilizando Science Direct (noviembre ,2019), por medio de las palabras clave: “Tourism Industry” los resultados son llamativos:
Arroja un total de 13.365 resultados entre artículos científicos, capítulos de libros, comunicaciones cortas, revisiones de libros entre otras modalidades de publicación.

2019 es el año donde más se ha publicado con respecto a este tema, un total de 1.102 publicaciones.

Lo anterior nos muestra que al parecer no es muy común el cuestionamiento sobre si el turismo es industria o no, cada uno de ustedes puede comprobarlo citando brevemente en algún buscador en la web.

Es muy común en los discursos políticos e incluso en las academias referirse a la descripción tornada slogan de la “Industria sin Chimeneas” (“smooke-free” industry) para nombrar al “ecoturismo” como una modalidad turística con el mínimo de impacto negativo (desearía pensar que es un sentido metafórico, pero al ver contendidos de discursos y textos me entero que la situación es más grave de lo pensado). Y bueno, es acá donde da comienzo una cadena de errores que quisiera aclarar en esta publicación con la finalidad de que podamos reflexionar en torno a esto.

El turismo no es una industria: aclaración: Colin Clark (1940) (Citado por Boullón, 2006) propone una clasificación para reducir los sectores de la economía en 3 grandes grupos: 1-Primario, 2-Secundario, 3-Terciario. Vamos a describir algunas de sus principales características:

Primario: abarca las actividades que se ocupan de la producción de materias primas, tomándolas de la superficie de la tierra, o extrayéndolas de sus entrañas, como sucede con la minería; o bien explotando las capacidades y energías propias de nuestro planeta para obtener productos naturales como es el caso de las actividades agropecuarias (Boullón, 2006). Las cinco principales actividades primarias son agricultura, ganadería, pesca, minería y explotación forestal. Astudillo (2012) lo conceptualiza como las actividades económicas que están relacionadas con la obtención de productos procedentes del mar, la tierra o el aire.

Secundario: utiliza o aprovecha los productos generados en el sector primario, con la finalidad de generar otros bienes. Es el sector de la economía que comprende las industrias manufactureras y otras actividades similares: construcción, generación de energía (Astudillo, 2012).

Terciario: incluye todas aquellas actividades relacionadas con los servicios (producción de servicios), los cuales en cierta medida son indispensables (en nuestra actualidad) para llevar a cabo actividades de tipo primarias y secundarias. Astudillo (2012) cita como ejemplos el comercio, la educación, la salud, la banca, las finanzas, el transporte, las comunicaciones, así como los servicios sociales y personales. 

Veamos un ejemplo para comprender mejor esto de los sectores de la economía con algo que tanto me gusta como es el café:

Juan siembra café en su finca, por lo tanto esta es una actividad de tipo primario (agricultura). Juan decide vender parte de su cosecha a una empresa que posee una marca de café para que esta lo manufacture y lo venda en el mercado nacional (actividad secundaria: transformar el producto primario en manufacturas). Por último, la empresa que compró y manufacturó el café producido por Juan debe contratar una empresa para transportar el café hasta los puntos de venta, es decir la empresa de transporte y sus empleados se encargan de realizar una actividad de tipo terciaria.

Como resultado de las buenas prácticas ambientales que Juan lleva a cabo en su finca fue considerado para ser uno de los eslabones de un itinerario turístico de una agencia de turismo, cada tres días Juan lleva a cabo un “Coffee Tour” donde le muestra a los turistas el proceso de recolección y procesado del café para finalmente culminar con una degustación del producto. El transporte de los turistas así como el tour guiado llevado a cabo por Juan son servicios que se le brindan al turista, en ningún momento hay transformación de bienes como sí lo hace la industria.

¿Qué sucede con el turismo?, ¿Por qué no es actividad primaria?

Aunque el turismo utiliza los atractivos naturales, no los extrae (como la minería) ni los produce (como la agricultura); por lo tanto, el turismo no “explota” los atractivos naturales, sólo los “usa”, a través de las visitas que hacen los viajeros para disfrutar de las curiosidades de la naturaleza (Boullón, 2006). De hecho el turismo está categorizado como uno de los servicios ecosistémicos de tipo cultural, es decir su aprovechamiento es intangible, no consuntivo.

¿Por qué el turismo no es una actividad secundaria?

Si el aprovechamiento del recurso natural se lleva a cabo de una manera intangible, es decir no hay apropiación, posesión como tal, no podríamos pensar en su manufactura. Boullón (2006) aclara que para poder clasificarlo dentro del sector primario este debería ser producto ya sea de la industria o de la construcción, y ante esto aclara lo siguiente: el hecho de que el edificio de un hospital haya sido producido a través del sector de la construcción no debe inferirse de ello que el ejercicio de la medicina pertenece al sector secundario, es obvio, y nadie lo discute, que deba clasificarse como un servicio, es decir como una actividad del sector terciario. Aplicando el mismo razonamiento al turismo nos damos cuenta que si bien utiliza hoteles, restaurantes y agencias de viajes; ello tampoco significa que lo que ahí se realiza sea el producto de las empresas que se ocuparon de construir los edificios donde funcionan (Boullón, 2006).

Aporta Torrejón (2015): La industria transforma bienes, el turismo no.

Queda más que claro, las razones del por qué es el turismo es una actividad del sector terciario, donde se llevan a cabo actividades comerciales y de servicios, donde se hace uso de bienes producidos tanto por el sector primario como secundario. 
Diferencias entre Turismo e Industria

Torrejón (2015) quien ha sido uno de los detractores del llamar industria al turismo en su disertación: El Turismo no es una Industria – Diferencias entre Turismo e Industria hace mención a 18 puntos que diferencian la industria del turismo

El producto turístico no se puede tocar antes de comprarlo, el industrial sí.
El producto turístico no tiene características tangibles, el industrial sí.
El producto turístico está en la imaginación del cliente, el industrial no.
El producto turístico depende de las multi atenciones, el industrial no.
El producto turístico depende del personal en contacto, el industrial no.
El producto turístico depende del entorno, el industrial no.
El producto turístico depende del tiempo meteorológico, el industrial no.
El producto turístico no tiene post-venta, el industrial sí.
El producto turístico no se puede almacenar (no tiene stocks), el industrial sí. 
El producto turístico depende de los otros clientes, el industrial no
En el producto turístico no se puede precontrolar, en el industrial sí.
El producto turístico es estacional, el industrial no.
El producto turístico depende de la seguridad ciudadana, el industrial no.
El producto turístico depende de los atractivos naturales, el industrial no.
El producto turístico depende del medio ambiente, el industrial no.
El producto turístico depende de la variedad y calidad del ocio, el industrial no.
El producto turístico depende de la amplitud de horarios, el industrial no.
El producto turístico se fabrica y sirve conjuntamente, el industrial no.

Fuera del tono metafórico con el que muchos llaman al turismo en su sentido amplio “Industria sin Chimeneas”, estamos ante un claro error que se propaga en todas direcciones en el ámbito turístico, de marketing, educativo y político.

Para cerrar, Boullón (2006) concluye que:

(…) el turismo es una forma de consumir, algo así como un canal al que confluye una demanda especial de muchos tipos de bienes y servicios elaborados por otros sectores, más el consumo de algunos servicios especialmente diseñados para satisfacer necesidades propias de los viajeros. Por tanto, el turismo pertenece al sector terciario, y no al secundario, como debería ser para que se le pudiera catalogar como perteneciente a la industria.
Aclaración: No confundir entre la opinión presentada en esta publicación y el Turismo Industrial como modalidad turística que implica visitas a empresas y al patrimonio histórico industrial, sobre la cual podremos hablar en otra ocasión.

Bibliografía: 

Boullón, C. (2006). Planificación del espacio turístico. 4a ed. México: Trillas, 245 p.
Astudillo M. (2012). Fundamentos de Economía. México: UNAM, Instituto de Investigaciones Económicas: Probooks, 192 p. 
Torrejón, A. (2017). El Turismo no es una Industria – Diferencias entre Turismo e Industria. Centro Cultural General

 *Profesional en Análisis de Información Geoespacial (CENTROGEO), Turismo Ecológico y Máster en Desarrollo Sostenible (UCR), actualmente doctorando en Ciencia y Tecnología Ambiental (ICTA-UAB). Docente e investigador de la Universidad de Costa Rica (UCR), consultor en desarrollo sostenible (Bursera Consultores) y coordinador del programa de gestión de proyectos de la Fundación Bosque Nuboso de Occidente (FUBNO). Miembro en: Tourism and Protected Areas Specialist Group (TAPAS), UICN.