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lunes, 6 de abril de 2020

Coronavirus en el mundo y Cuba 06.04.2020. Comentario HHC







"Al cierre del día de ayer, en Cuba se encuentran ingresados para vigilancia clínico-epidemiológica mil 718 pacientes. Otras 18 mil 434 personas se vigilan en sus hogares, desde la Atención Primaria de Salud.
Para COVID-19 se estudiaron 764 casos, resultando 30 muestras positivas (3.92 %). El país acumula 5 mil 998 muestras realizadas y 350 positivas. Por tanto al cierre del día de ayer se confirmaron 30 nuevos casos, para un acumulado de 350 en el país.
Los 30 casos confirmados fueron 29 cubanos y un extranjero procedente de Tanzania. De los 29 cubanos diagnosticados uno tiene fuente de infección en el extranjero (Estados Unidos),  fueron contactos de casos confirmados 17, contactos de viajeros procedentes del exterior 9 y con fuente de infección no precisada 2."
Llegamos a 350 casos confirmados, se siguen acumulando casos, pero a un ritmo menor ( 8 días consecutivos) , 30 nuevos casos (+ 9.38 % ) que con el acumulado (+20.81%) esto es positivo. Es evidente que en la medida que se baje el ritmo de crecimiento llegaremos a punto de inflexión descendente. Observese  el gráfico # 2 como la linea de tendencia del % de crecimiento es un poco más descendente. Para que esta tendencia retroceda  tendrían que darse confirmación de casos a partir de mañana,  consecutivos en el número de 37 en adelante, algo que es posible  con el muestreo rápido masivo  con los asintomáticos , pero esperemos que continúe esta tendencia descendente en el ritmo, aunque aumente el número de casos totales.
Se incremento en una persona los fallecidos y hay 6  en estado crítico, lo que puede incrementar el número de muertos en los próximos días. Al tiempo que e precisó por las autoridades que el " Medicamento homeopático PrevengHo-Vir “no evita el contagio con el virus” y que " “Los expertos precisan que hasta dentro de un mes puede haber un pico arriesgado”, y que se dará la información precisa tan pronto se tenga."

Según la tendencia actual empleando solo este estadígrafo,  esto debe ocurrir entre el 28 al 30 de abril, pero esto es estadística simple, la vida es mas compleja e impredecible, esperemos. 
Esto coincide con los períodos de dos a tres meses que se han comportado en otros paises. Confiamos en nuestros médicos y nuestro gobierno.
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El mundo llegó a 1 345 048 casos confirmados, y Estados Unidos sigue siendo el centro mundial de los países con 366 614 enfermos, por  31 090 nuevos casos  y  1 172 muertos en un día. El Presidente Trump volvió a decir que esta semana sera muy fuerte, al tiempo que sigue haciendo campaña  electoral con anuncios  triunfalistas , que la realidad y los hechos le han desmentido.  Las tasa de confirmados y de fallecidos sigue ascendiendo, si  bien es menor que el  los paises que ocupan del 2do a 5to lugar en el mundo en la tasa de fallecidos.

Cuba ascendió un lugar, al 90 , en el ranking por países de mayor número de casos con los nuevos 30, y ascendió de 2.50 a 2.57 en la tasa de fallecidos. 

El desempleo de EE. UU. se acerca a los niveles de la Gran Depresión

Por Nick Beams
6 abril 2020

Las cifras de pérdida de empleo de estados Unidos para marzo, que muestran que los empleadores redujeron la fuerza laboral en 710.000 personas, son sólo el comienzo de lo que se perfila como el colapso más profundo del mercado laboral desde la Gran Depresión, uno, además, que se está produciendo a un ritmo mucho más rápido.

Los datos oficiales de marzo son una subestimación significativa porque se basan en encuestas realizadas en las dos primeras semanas del mes, antes de que se establecieran cierres generalizados. Desde entonces, unos 6 millones de personas solicitaron prestaciones de desempleo esta semana además de los 3,3 millones que presentaron reclamaciones hace dos semanas.

La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, sigla inglesa) dijo que el informe reflejaba "algunos de los primeros efectos" de la pandemia y que no era posible "cuantificar con precisión" sus efectos completos a lo largo del mes.

Pero a pesar de que los últimos datos son una subestimación, sin embargo, expresan la velocidad de la crisis. Se perdieron más puestos de trabajo que en cualquier mes desde los peores días de la recesión de 2007-2009. La tasa de desempleo para marzo aumentó a 4,4 por ciento desde 3,5 por ciento en febrero, el mayor aumento de un mes desde enero de 1975.

Más de la mitad de las pérdidas de puestos de trabajo, 417.000, fueron en restaurantes y bares, entre las primeras áreas afectadas por las paradas. Las pérdidas de puestos de trabajo superan todas las ganancias de los últimos dos años.

Los hoteles y otras áreas de hostelería registraron 42.000 pérdidas de puestos de trabajo. Los minoristas redujeron 46.000 puestos de trabajo, el empleo en el cuidado de la salud bajó 43.000. La producción fabril perdió 18.000 puestos de trabajo y la construcción de 29.000.

Un informe en el Wall Street Journal decía que la situación real era mucho peor de lo que indicaban las cifras principales. Era probable que 3 millones hubieran perdido sus puestos de trabajo, con las malas noticias que apenas empezaban.

Aunque discreto, el artículo describió el informe de empleo como "sorprendentemente sombrío". Señaló que, en promedio, los economistas sólo esperaban una "pérdida modesta de 10.000 puestos de trabajo".

El informe BLS mostró que el número de desempleados aumentó en 1,35 millones de febrero a marzo. Pero esto también puede ser una subestimación, ya que aquellos que han renunciado a buscar trabajo, porque no hay puestos de trabajo disponibles, no están incluidos en la tasa de desempleo. El número de personas que se consideran empleadas disminuyó en 3 millones.

Las previsiones de Oxford Economics son que Estados Unidos habrá perdido 27,9 millones de puestos de trabajo para mayo y la tasa de desempleo habrá disparado hasta el 16 por ciento. Esto significa que en el espacio de sólo unas semanas toda la expansión del empleo desde 2010 habrá sido eliminada.

La Oficina de Presupuesto del Congreso ha dicho que la tasa de desempleo superará el 10 por ciento en el segundo trimestre.

El rápido aumento de las cifras de desempleo en los Estados Unidos es sólo una expresión de la caída de la economía mundial en una profunda recesión, si no de depresión. Se hablaba de una recuperación en forma de V y un fuerte rebote, común hace justo un mes. Este pronóstico ha desaparecido.

Hoy, el Financial Times informó: "La pandemia de coronavirus y el bloqueo impuestos a ambos lados del Atlántico han empujado a la economía mundial a la recesión más pronunciada desde la Gran Depresión".

Se llegó a esta conclusión en base a los datos sobre puestos de trabajo en los Estados Unidos y el último índice de gestores de compras (PMI, sigla en inglés) para el sector de los servicios de la economía del Reino Unido. Con un nivel de 50 que indica que no hay expansión ni contracción, cayó de 53,2 en febrero a 34,5 en marzo.

IHS Market, que lleva a cabo las encuestas, dijo que fue la caída más rápida en el sector de los servicios desde que comenzó a realizar las encuestas en 1996.

Los datos PMI en toda Europa han disminuido en unos 20 puntos, lo que indica que los niveles de actividad empresarial están por debajo de los alcanzados en la peor etapa de la crisis financiera mundial de 2008-09. Un conjunto de datos PMI en Italia alcanzó el nivel más bajo registrado con 17,4.

Al hablar en una presentación conjunta en televisión con la Organización Mundial de la Salud, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, dijo: "Esta es una crisis como ninguna otra. Nunca en la historia del FMI hemos sido testigos de que la economía mundial se detuvo tanto. Es mucho peor que la crisis financiera mundial".

Advirtió que así como COVID-19 ha afectado más a las personas con condiciones preexistentes, el impacto económico afectaría al peor número de afectados por las economías más débiles.

La demanda de financiación del FMI se ha disparado. "De hecho, nunca en los 75 años de historia de nuestra institución han encontrado tantos países necesitados de financiamiento de emergencia: 85 países se han acercado a nosotros hasta ahora, todo a la vez", dijo.

Los activos de las llamadas economías de mercados emergentes están siendo objeto de dumping en una escala nunca antes vista. Según el Instituto de Finanzas Internacionales, los inversores extranjeros han retirado 95.000 millones de dólares de acciones y bonos en el período transcurrido desde el 21 de enero. Se trata de una tasa de retirada cuatro veces más rápida que la que tuvo lugar en la crisis financiera mundial.

La caída de los precios del petróleo y de las materias primas es un factor importante en la crisis, ya que los productores de América Latina y África han visto la caída de los precios de cerca de 70 dólares el barril a entre 20 y 30 dólares.

Y los recortes de empleo en restaurantes, bares, hoteles y la industria hotelera de las principales economías están enviando ondas de choque en todo el mundo. Una gran parte de la fuerza de trabajo en estas zonas son trabajadores nacidos en el extranjero que envían remesas a sus familias en sus países de origen en África, Asia y Oriente Medio. Estas remesas se están secando, poniendo una nueva presión sobre las reservas de divisas.

Está por venir mucho peor, ya que las principales agencias de calificación se mueven los bonos para revisar a la baja corporativos de los mercados emergentes y otros activos financieros. Ayer, Fitch recortó su calificación sobre la deuda de la petrolera estatal mexicana, Pemex, al nivel de bono basura y pronosticó que la compañía tendría una brutal pérdida entre $15 y $20 mil millones para el año.

Si otras agencias de calificación siguen a Fitch, entonces los inversionistas que están obligados a mantener sólo la deuda de grado de inversión se verán obligados a vender. Esto podría desencadenar turbulencias en el inestable mercado de bonos basura que va más allá de Pemex y el petróleo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 4 de abril de 2020)

Cepal vaticina serios efectos de la Covid en Latinoamérica

Periódico 5 de Septiembre

Alicia Bárcena, directora ejecutiva de la Cepal, ha señalado la necesidad de un nuevo modelo de desarrollo para encarar las serias dificultades que a futuro enfrentarán América Latina y el Caribe por la pandemia de Covid-19 .

En una columna de opinión la alta funcionaria de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) apunta que esta es la mayor crisis humana y de salud que ha encarado la Humanidad, con profundas implicaciones económicas y sociales, pero en la cual el centro de las decisiones debe ser salvaguardar la salud y el bienestar de las personas.

Advierte que el impacto económico para la región responde a la declinación de la actividad de los principales socios comerciales, la baja en el precio de las materias primas, la interrupción de las cadenas globales de valor; la baja aguda en el turismo que afecta sobre todo al Caribe y empeoramiento de las condiciones financieras.

Recuerda Bárcena que si en diciembre la Cepal preveía para la zona un pobre crecimiento de 1,3 por ciento, hoy, una aproximación conservadora plantea que registrará un crecimiento negativo de -1,8 por ciento, con mayores caídas en algunas naciones.

Asimismo el valor de las exportaciones regionales podrían caer en -10,7 por ciento, lo que augura un gran aumento en el desempleo y la informalidad laboral y pasar de los actuales 186 millones de pobres a 220 millones, y de 67,5 millones de latinoamericanos y caribeños en pobreza extrema a 90,8 millones.

Además la región muestra sistemas de salud fragmentados y sin cobertura universal donde más del 47 por ciento de la población no tiene acceso a la seguridad social.

Bárcena plantea que en la actual situación se necesita un estímulo fiscal masivo para apuntalar los servicios de salud, proteger los ingresos y los empleos, mantener la provisión de medicamentos, comida y energía, garantizar el cuidado médico de todos quienes lo requieren y financiar la protección social a los sectores más vulnerables.

La Cepal llama igualmente al levantamiento urgente de las sanciones y bloqueos unilaterales, que dificultan a poblaciones enteras el acceso a bienes y servicios, y subraya que ‘las consideraciones humanitarias están hoy por sobre cualquier diferencia política. La salud no puede ser rehén de rencillas geopolíticas’.

Esta crisis sanitaria ha expuesto la fragilidad de la globalización y del modelo en el que se sostenía y por tanto debe ser reformada, advierte Bárcena.

Por ello, concluye que la pandemia ‘entraña el potencial de transformar la geopolítica de la globalización, pero es también una oportunidad para relevar los beneficios de las acciones multilaterales y abrir espacio al necesario debate sobre un nuevo, sostenible e igualitario modelo de desarrollo’.

Sesenta años de genocidio contra un pueblo: Del Memorando de Mallory a los tiempos de pandemia

Por: Redacción de Cubadebate
Publicado en: Bloqueo contra Cuba
6 abril 2020 


Hace hoy 60 años que el gobierno de Estados Unidos dejó sentado por escrito los fundamentos de su genocida política contra Cuba. El seis de abril de 1960 Lester D. Mallory, Vice Secretario de Estado Asistente para los Asuntos Interamericanos, en un memorándum secreto del Departamento de Estado definía:

“La mayoría de los cubanos apoyan a Castro… el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales… hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba… una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.

La estrategia, desde entonces, ha consistido, no solo en llevar hambre y miseria al pueblo cubano, sino también y sobre todo, en hacer ver que la causa de tales desventuras ha estado siempre en la ineficiente gestión del gobierno cubano y no en las “sanciones” de Washington.

De ahí que quienes, deliberadamente o por ignorancia, restan importancia al bloqueo, o simplemente lo consideran un pretexto de las autoridades cubanas para justificar sus propias deficiencias y errores, se convierten en cómplices de esta política de EEUU.

El bloqueo a Cuba parece irracional, pero no lo es tanto si se le entiende como medio para el logro de un objetivo criminal definido: frustrar la voluntad a de la mayoría de los ciudadanos de un país empeñada en ejercer la soberanía de su patria.

Además, el bloqueo contra Cuba tiene la característica de que incluye la persecución, a veces despiadada, de quienes intentan evadirlo en cualquier terreno, incluso en los más inusitados.
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En estos tiempos en que Cuba lucha por la vida de sus ciudadanos y apoya la batalla internacional contra la terrible pandemia de la COVID-19, el bloqueo se muestra en toda su crueldad y carácter genocida. Prohibirle a una empresa transportista traer a esta nación caribeña medios de protección, insumos médicos y pruebas diagnósticas desde China, que pueden salvar a seres humanos, son la mejor demostración de que lo que menos le interesa a Washington son los derechos y la realización del pueblo cubano.

El Bloqueo mata.

Desde todo el mundo se oyen voces de condena a esa irracional política. Suma la tuya en solidaridad con el pueblo cubano.

La mutación china o sobre la “desweberianización” del capitalismo

Podríamos decir, que la escena chino-estadounidense redunda similar a la que Gramsci gustaba de caracterizar para pensar el problema de la “hegemonía”: como en el Despotismo Ilustrado en el que el monarca aún estaba vigente, pero enteramente desfondado de la efectividad del poder de la emergente burguesía, así también, en el escenario de los imperialismos actuales sucede como si los EEUU mantuviera su posición de monarca, pero cada vez más debilitado por la penetración reticular china.

Rodrigo Karmy Bolton, El Desconcierto

La mutación del coronavirus constituye un fenómeno menor en comparación con la mutación geopolítica que estamos presenciando. Los EEUU han quedado fuera de juego ante la proyección china que se ha apropiado de la noción de “humanidad” enviando misiones de “ayuda” (junto a rusos y cubanos) a diferentes países para contener la propagación virológica. Hasta ahora, la noción de “humanidad”, término imperial por excelencia, había sido el pivote de toda la articulación imperial por parte de los EEUU. Solo ellos podían decidir resolver un asunto de la “humanidad” y no simplemente de los EEUU. Hoy han sido los chinos quienes se han proyectado salvar a la “humanidad”.

Trump asumió la fórmula malthusiana de “hacer vivir” a los suyos y “dejar morir” al resto, sin capacidad de articular un orden, una escena o una política universal que vaya más allá de los muros fronterizos que ficticiamente separan a EEUU del “contagio” latinoamericano. Digámoslo al revés: los únicos que han hecho una verdadera política imperial han sido los chinos. Sin planificación alguna, pero con un trabajo silencioso por el que el capital viene penetrando reticularmente las diferentes economías del mundo, los chinos entendieron la dimensión geopolítica que se jugaba en la coyuntura abierta por el “coronavirus” y asaltaron el kairós de la situación. En eso ha consistido su inteligencia política, hipotecando el largo plazo para relevar la posición imperial de los EEUU.

Por cierto, ello implica una mutación decisiva en el campo de los órdenes de dominio: en esta coyuntura EEUU ha sido incapaz de velar por Europa y, en ese sentido, se ha roto o, al menos debilitado el pacto erigido inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, según el cual, los EEUU velan por Europa de la posibilidad de que el fantasma ruso pueda ingresar en ella y dominarla. Hoy hemos visto a médicos rusos desembarcando en vehículos militares en Italia y todo comienza a funcionar como un prolegómeno –cuya extensión resulta incierta- a la nueva realidad geopolítica.

Ninguna de estas transformaciones se debe al “coronavirus”, pero sí a la posibilidad que abrió. Esa puerta estaba ahí para ser usada por cualquiera. Pero fueron los chinos quienes, después de su agonía en Wuhan, ingresaron en ella para consolidar el trabajo que han venido haciendo hace ya demasiado tiempo y cuyo objetivo debería terminar en arrebatar a los EEUU la hegemonía financiera sobre la divisa global que abra nuevos circuitos del capital que no le rindan pleitesía al dólar, sino al yuan. Cuando ello se consolide, definitivamente entraremos en la fase de “desweberianización” del capitalismo global, esto es, un estadio que no requiere del ethos de la subjetividad liberal como pivote para su realización. Porque, quizás, el capitalismo constituye un modo de producción que no necesita de una cultura en particular para desplegarse.

Toda la tradición “weberiana” que circunscribió el origen del capitalismo a una cierta “ética protestante” y, por tanto, a una investidura “liberal” ha comenzado a ser cuestionada. Hamid Dabashi, por ejemplo, insiste en que su surgimiento no se debió a una “cultura” en particular pues, tal como planteara Marx, éste habría sido desde siempre trasnacional; de otro modo también Samir Amin quien intentó reconstruir la historia del capitalismo más allá del paradigma eurocéntrico que forjó Weber mostrando cómo éste habría encontrado su terreno fértil en un sistema tributario que, antes de 1492, provenía de China y la célebre ruta de la seda.

En cualquier caso, la coyuntura del coronavirus ha abierto el problema de la “desweberianización” del capitalismo a partir de la cual éste puede iniciar una nueva etapa en su deriva global sólo si supera al individualismo que constituyó su motor de tantos siglos. En esta perspectiva, la sombra china se abalanza para relevar a los EEUU y la coyuntura virológica les ha proyectado en su vocación universal del humanismo dispuesta a ayudar al resto de las naciones afectadas por el mal.

Es evidente que antes de la coyuntura virológica, habíamos contemplado la “guerra comercial” y seguramente veremos otros episodios cada vez más agudos una vez que la asonada virológica pase.

Ningún evento importante en la historia acontece de la noche a la mañana, siempre deviene un proceso silencioso o no, explícito o implícito que baraja los naipes del destino. Hoy que el FMI ha anunciado la existencia de una “recesión” de la economía mundial ¿será el capital chino el que la salvará? ¿Tendremos que esperar un “Plan Marshall” chino para el mundo post-coronavirus?

Sin embargo, la constatación radical es que no hay proyecto. El relevo imperialista de una China capaz de desweberianizar al capitalismo representa su consumación antes que su interrupción o transformación. En este sentido, a diferencia de una cierta izquierda nostálgica de la guerra fría, resentida del imperialismo norteamericano, no alcanzo a ver cómo China podría modificar lo que en ella aparece con una fuerza decisiva en que la Big Data y toda una serie de regímenes de “regulación” gubernamental acusan recibo de un desarrollo mucho más intenso que culmina definitivamente en la recusación de pliegues posibles.

Un capitalismo exento de pliegues, como una maquinaria ciega y exenta de cualquier interrupción. El individualismo moderno –con todas sus derivas que fueron desde el tomismo al liberalismo y de éste último al neoliberalismo contemporáneo- fue el contorno a partir del cual esa maquinaria funcionó por 500 años.

El alzamiento chino constituirá la superación de las diferentes formas de individualismo por un capitalismo exento de pliegue. Pero ello no se debe a la actualización de una cierta tradición cultural “asiático” u “oriental” tal y como calificaría el discurso orientalista tan constitutivo a cierta episteme filosófica, sino a la misma tendencia desarrollada en el bendito y sagrado “Occidente” en la que Cambridge Analytica o el espionaje de poblaciones enteras inauguradas por la NSA y sus programas informáticos son tan sólo los síntomas de una racionalidad que ha abierto otra etapa en el desarrollo capitalista donde la individualidad cada vez más acusa recibo de su propio absurdo en la medida que, al igual que la caracterización que hubiera hecho Freud en torno al “yo”, aparece gobernada por fuerzas absolutamente exentas de control.

Porque no obstante sus diferencias, los casos de Edward Snowden y de Jullian Assange expresan exactamente la tendencia hacia la desweberianización del capitalismo que, sin embargo, no será consumada por el eje euroatlántico sino por la irrupción del dominio chino en todas las esferas de la tierra.

A esta luz, no se trata entonces de una suerte de “choque de civilizaciones” entre el mentado “confucianismo chino” y el “cristianismo occidental”, ni menos aún entre el “autoritarismo estatal” y el “individualismo liberal” como si ambos no fueran términos co-pertenecientes a una misma historia de poder. Más bien, se trataría de las contradicciones inmanentes al capitalismo global que ya ha comenzado el proceso de desweberianización dentro de la misma “cultura” que supuestamente hace gárgaras en su defensa.

El triunfo del capitalismo corporativo deviene el factum de lo que aquí me parece que está en juego y en él, el Partido Comunista Chino adquiere la eficacia de una corporación político-financiera decisiva, perfectamente adecuada al régimen de veridicción prevalente. Solo ella parece poder dar el salto revolucionario a la nueva etapa del capitalismo sin pliegues, a su desweberianización.

Podríamos decir, que la escena chino-estadounidense redunda similar a la que Gramsci gustaba de caracterizar para pensar el problema de la “hegemonía”: como en el Despotismo Ilustrado en el que el monarca aún estaba vigente, pero enteramente desfondado de la efectividad del poder de la emergente burguesía, así también, en el escenario de los imperialismos actuales sucede como si los EEUU mantuviera su posición de monarca, pero cada vez más debilitado por la penetración reticular china.

En esta vía, EEUU comienza a parecer como máscara de un poder formal que dependerá de manera cada vez más frecuente del poder real chino: la divisa norteamericana se mantiene sin duda, pero gracias al impulso de la economía china. Quizás, ello resuma el proceso que está en curso y que la emergencia virológica ha visibilizado. Si bien los EEUU siguen siendo la potencia militar más importante del planeta, ello no se traduce, sin embargo, en una incidencia política que pueda imponer un orden preciso, sino es a partir de la producción del “caos”: la guerra civil global.

Porque la reticularidad de la economía juega en el campo en el que la lógica militar tiende a quedar permanentemente sobrepasada: el dominio económico domina al dominio militar. Y los EEUU saben que no pueden soltar la hegemonía del dólar, aunque saben que éste depende cada vez más de la economía china: el dólar es cada vez más un espejismo especulativo; la economía china, en cambio, una realidad que penetra silenciosa y reticularmente.

El posible relevo imperialista implica, más bien, una mutación decisiva en el campo del capitalismo global: un nuevo imperialismo no modificará la estructura del Imperio sino que más bien la radicalizará en un proceso ya en curso hace mucho que podríamos calificar de “desweberianización”. A diferencia de Alexandre Kojève que veía con sumo interés la irrupción del maoísmo como umbral chino del “fin de la historia” quizás sea China quien hará de dicho fin el momento más refinado del Imperio. El filósofo que contempla hacia atrás el fin ¿será un filósofo chino?

(Jaque al Neoliberalismo)