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martes, 12 de mayo de 2020

Avanzan renovaciones del turismo en Holguín



12 may. En la provincia de Holguín, al Oriente de Cuba, autoridades del sector turístico aprovechan el receso necesario de las operaciones para avanzar en distintas inversiones previstas para el 2020.

Según informó Eddy Santos, delegado del Ministerio del Turismo en la región, actualmente están en ejecución más de 1 500 acciones de mantenimiento, con el fin de mejorar el producto para su reapertura, luego de la recuperación del contexto nacional e internacional tras la crisis sanitaria generada por la Covid-19.

Entre las labores de reparación y conservación se intensifican las realizadas en sistemas eléctricos e hidráulicos, áreas verdes y en las habitaciones para mejorar su confort y recuperar las que están fuera de orden.

Santos enfatizó en el avance constructivo del hotel Iberostar Selection Almirante, el cual será el más grande y el primer cinco estrellas en la famosa playa de arena blanca Guardalavaca, localizada a unos 62 kilómetros de la ciudad cabecera.

Igualmente, en fase de terminación se encuentra el Saratoga, instalación de turismo de ciudad de alto lujo y que será operada por la cadena de Hoteles E, del grupo turístico Cubanacán. El hotel se erige en el casco histórico de Holguín, cuya primera parte tendrá 12 habitaciones, mientras que en una segunda etapa el proyecto de ampliación lo llevará hasta más de 50 dormitorios con varios servicios incluidos, entre ellos jardín y piscina en el techo, a partir del rescate y adaptación de dos locales coloniales aledaños al edificio patrimonial.

A estas inversiones se une la reparación capital de la piscina del Pernik, insigne centro de alojamiento de la cadena Islazul en esta provincia, la cual una vez terminada dispondrá de todos los requerimientos exigidos por las normas internacionales.

El delegado del MINTUR enumeró, además, las labores que se realizan en el centro de buceo de Guardalavaca y en cuatro bases de Campismo Popular, situadas en localidades de los municipios Antilla (Antillita y Barrancones), Mayarí (Playa Morales) y Frank País (Carenerito).

Todos los trabajadores empleados en las obras se aseguran de cumplir con las medidas de protección y esperan una pronta recuperación de este importante sector de la economía a nivel internacional.

Procura Cuba la alimentación animal con fuentes nacionales

Por ALIANET BELTRÁN ÁLVAREZ | FOTO: ACN 12 MAYO 2020


La Habana, 12 may (ACN) La alimentación animal en Cuba depende hoy, en parte, de materias primas importadas, y ante el incremento de medidas coercitivas y las tensiones en el comercio exterior debido a la COVID-19, desde la isla se trazan estrategias para incrementar la producción con fuentes nacionales.

Jorge Luis Jiménez Delgado, director general de ganadería del Ministerio de la Agricultura (MINAG), explicó a la Agencia Cubana de Noticias que, aunque siempre hay productos que el país tiene que importar como la soya y el trigo, se trata de satisfacer el requerimiento nutricional de los animales con alternativas locales.

El objetivo es que la ganadería sea menos dependiente de productos importados como el maíz o el millo para la elaboración del pienso, y se utilicen otros como el palmiche y la yuca que permitan solventar el déficit, destacó.

Para ello se hace un levantamiento de los módulos pecuarios existentes con el fin de rescatarlos y que cada unidad cuente con los animales, recursos y medios necesarios para satisfacer la demanda alimentaria de sus trabajadores, los familiares de estos y los habitantes donde esté enclavado el centro, refirió.

Suplir la fuente de alimentos es uno de los propósitos del programa de siembra de plantas proteicas, el cual tiene un plan de nueve mil hectáreas a cultivar este año y que busca, en una primera etapa, suministrar cinco kilogramos por animal, destacó.

El rescate de las plantas de pienso líquido es otra de las estrategias del MINAG, con ellas se aprovechan los desechos de alimentos de sectores como salud pública, educación y del turismo, una vez que se recupere, destacó Jiménez Delgado.

Hay actualmente en funcionamiento seis centros de este tipo en provincias como Cienfuegos, Artemisa y Villa Clara, agregó.

Además existen 200 plantas en el país que producen alimentos para animales como piensos secos, y otros derivados de los subproductos de Azcuba (mieles, bloques multinutricionales), de la industria molinera y de las fuentes propias de la agricultura.

Con el fin de aprovechar las materias primas locales se realizan formulaciones en dependencia de la disponibilidad de cada región del país, por ejemplo se lleva a cabo por el MINAG un levantamiento de las principales palmares para precisar qué cantidad de insumos se requieren para la recolección de palmiche.

Jiménez Delgado resaltó como experiencias positivas en la producción de alimento animal la de la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro en Sancti Spíritus que destina 150 hectáreas para la siembra de estos y que posee una minindustria para su procesamiento.

Elogió además la labor de la Empresa Pecuaria El Tablón, en Cienfuegos, la cual cuenta con fábricas de pienso seco y líquido; y de la Agroindustrial de Granos Ruta Invasora, por su trabajo en lo referente a la avicultura y cunicultura.

Cómo crear una depresión pandémica

Opinion Columnist

Abrir la economía demasiado pronto puede ser contraproducente.

La semana pasada, la Oficina de Estadísticas Laborales validó oficialmente lo que ya sabíamos: apenas unos meses después de la crisis de Covid-19, Estados Unidos ya tiene un nivel de desempleo en la Gran Depresión. Pero eso no es lo mismo que decir que estamos en una depresión. No sabremos si eso es cierto hasta que veamos si el desempleo extremadamente alto dura mucho tiempo, digamos un año o más.

Desafortunadamente, la administración Trump y sus aliados están haciendo todo lo posible para que sea más probable una depresión a gran escala.

Antes de llegar, una palabra sobre ese informe de desempleo. Tenga en cuenta que no dije "el peor desempleo desde la Gran Depresión"; Dije "un nivel de Gran Depresión", una declaración mucho más fuerte.

Para entender por qué dije eso, debe leer el informe, no solo mirar los números de los titulares. Una tasa de desempleo del 14.7 por ciento es bastante horrible, pero la oficina incluyó una nota que indica que las dificultades técnicas probablemente hicieron que este número subestimara el desempleo verdadero en casi cinco puntos porcentuales.

Si esto es cierto, actualmente tenemos una tasa de desempleo de alrededor del 20 por ciento, que sería peor que todos, excepto los peores dos años de la Gran Depresión. La pregunta ahora es qué tan rápido podemos recuperarnos.

Si pudiéramos controlar el coronavirus, la recuperación podría ser muy rápida. Es cierto que la recuperación de la crisis financiera de 2008 tomó mucho tiempo, pero esto tuvo mucho que ver con los problemas que se habían acumulado durante la burbuja inmobiliaria, en particular un nivel de deuda familiar sin precedentes. Parece que ahora no hay problemas comparables.

Pero controlar el virus no significa "aplanar la curva", lo cual, por cierto, lo hicimos, logramos frenar la propagación de Covid-19 lo suficiente como para que nuestros hospitales no estuvieran abrumados. Significa aplastar la curva: reducir el número de estadounidenses infectados, luego mantener un alto nivel de pruebas para detectar rápidamente nuevos casos, combinados con el rastreo de contactos para que podamos poner en cuarentena a aquellos que pueden haber estado expuestos.

Sin embargo, para llegar a ese punto, primero deberíamos mantener un riguroso régimen de distanciamiento social durante el tiempo que sea necesario para reducir las nuevas infecciones a un nivel bajo. Y luego tendríamos que proteger a todos los estadounidenses con el tipo de pruebas y rastreo que ya está disponible para las personas que trabajan directamente para Donald Trump, pero casi nadie más.

Aplastar la curva no es fácil, pero es muy posible. De hecho, muchos otros países, desde Corea del Sur hasta Nueva Zelanda para, créanlo o no, Grecia ya lo han hecho.

Reducir la tasa de infección fue mucho más fácil para los países que actuaron rápidamente para contener el coronavirus, mientras que la tasa aún era baja, en lugar de pasar muchas semanas en negación. Pero incluso los lugares con brotes severos pueden reducir su número si permanecen en el curso. Considere la ciudad de Nueva York, el epicentro original de la pandemia de EE. UU., Donde el número de nuevos casos diarios y muertes son solo una pequeña fracción de lo que fueron hace unas semanas.

Pero tienes que mantener el rumbo. Y eso es lo que Trump y la compañía no quieren hacer.

Durante un tiempo parecía que la administración Trump estaba, por fin, dispuesta a tomar en serio a Covid-19. A mediados de marzo, la administración introdujo pautas de distanciamiento social, aunque sin imponer ninguna regulación federal.

Pero últimamente, todo lo que escuchamos de la Casa Blanca es que necesitamos reabrir la economía, a pesar de que no estamos cerca de donde deberíamos estar para hacerlo sin correr el riesgo de una segunda ola de infecciones.

Al mismo tiempo, la administración y sus aliados aparentemente están en contra de proporcionar la ayuda financiera que nos permitiría mantener el distanciamiento social sin dificultades financieras extremas. Extender los beneficios de desempleo mejorados, que vencerán el 31 de julio? "Sobre nuestros cadáveres", dice el senador Lindsey Graham. ¿Ayuda a los gobiernos estatales y locales, que ya han despedido a un millón de trabajadores? Eso, dice, Mitch McConnell, sería un "rescate del estado azul".

Como Andy Slavitt, quien dirigió Medicare y Medicaid bajo Barack Obama, lo expresa, Trump se rinde. Ante la necesidad de hacer su trabajo y hacer lo necesario para aplastar la pandemia, simplemente se rindió.

Y este retiro de la responsabilidad no solo matará a miles. También podría convertir la caída de Covid en una depresión.

Así es como funcionaría: en las próximas semanas, muchos estados rojos abandonan las políticas de distanciamiento social, mientras que muchas personas, siguiendo las señales de Trump y Fox News, comienzan a comportarse de manera irresponsable. Esto lleva, brevemente, a cierto aumento en el empleo.

Pero muy pronto se hace evidente que Covid-19 está fuera de control. La gente se retira a sus hogares, digan lo que digan Trump y los gobernadores republicanos.

Así que estamos de vuelta donde comenzamos en términos económicos, y en peor forma que nunca en términos epidemiológicos. Como resultado, el período de desempleo de dos dígitos, que podría haber durado solo unos pocos meses, continúa y continúa.

En otras palabras, la búsqueda de Trump de una salida fácil, su falta de paciencia por el arduo trabajo de contener una pandemia, puede ser precisamente lo que convierte una depresión grave pero temporal en una depresión en toda regla.

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Paul Krugman ha sido columnista de opinión desde 2000 y también es profesor distinguido en el Centro de Graduados de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Ganó el Premio Nobel de Ciencias Económicas 2008 por su trabajo en comercio internacional y geografía económica. @PaulKrugman

LA OMT PONE EN MARCHA UN PROGRAMA DE ASISTENCIA TÉCNICA PARA LA RECUPERACIÓN DEL TURISMO

ALL REGIONS

  • 12 MAY 2020
La Organización Mundial del Turismo (OMT) ha puesto en marcha un Programa de Asistencia Técnica para la Recuperación del Turismo que ofrece orientación a los Estados Miembros en relación con la respuesta a la COVID-19. El programa se estructura en torno a tres pilares principales: recuperación económica, marketing y promoción y fortalecimiento institucional, y creación de resiliencia.
La Organización Mundial del Turismo ha identificado tres posibles escenarios para el turismo, uno de los sectores económicos y sociales más duramente golpeados. Según la evolución en las restricciones de viaje en los próximos meses, la llegada de turistas internacionales podría caer entre el 60% y 80% en 2020.
Esto podría traducirse en una pérdida de ingresos por exportaciones del turismo de entre 910.000 millones y 1,2 billones de dólares de los EE.UU. poniendo en  riesgo entre 100 y 120 millones de empleos. A nivel social, las repercusiones sociales podrían ser igualmente desafiantes para muchas sociedades en todo el mundo.
Debemos apoyar al sector turístico ahora con medidas reales a la vez que nos preparamos para que cuando se recupere sea más fuerte y más sostenible

En este contexto, la Organización Mundial del Turismo ha preparado el Programa de Asistencia Técnica para la Recuperación del Turismo de la COVID-19, que aspira a ayudar a los gobiernos, al sector privado y a los organismos de donantes a afrontar esta emergencia socioeconómica sin precedentes. 
El secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, afirma: «Debemos apoyar al sector turístico ahora con medidas reales a la vez que nos preparamos para que cuando se recupere sea más fuerte y más sostenible. Los planes y programas de recuperación del turismo se traducirán en puestos de trabajo y crecimiento económico, no solo en el propio sector turístico, sino en el conjunto de la sociedad. Este programa de apoyo ayudará a los gobiernos y a las empresas a poner en práctica las recomendaciones para la recuperación».

Llamamiento a la acción: medidas económicas, promocionales e institucionales

Junto con el conjunto de recomendaciones que ha difundido ya la OMT como llamamiento a la acción para mitigar el impacto socioeconómico de la COVID-19 y que cuentan con el respaldo del Comité Mundial de Crisis para el Turismo de la OMT, el programa ha identificado tres ámbitos potenciales de intervención para acelerar la recuperación del turismo: el económico, el promocional y el institucional.
El Programa de Asistencia Técnica para la Recuperación del Turismo de la COVID-19 aboga por la introducción de políticas y medidas para estimular la recuperación económica del sector turístico. Paralelamente, deberían llevarse a cabo evaluaciones de necesidades y planes nacionales específicos para la recuperación del turismo, entre otras medidas. 
En términos de marketing y promoción, la OMT está lista para proporcionar asistencia técnica con el fin de identificar mercados que puedan ayudar a acelerar la recuperación, abordando la diversificación de productos y (re)formulando estrategias de marketing y actividades de promoción
El tercer pilar, el fortalecimiento institucional y la creación de resiliencia, apunta en particular a mejorar las alianzas público-privadas y promover esfuerzos colaborativos para la recuperación del turismo, así como a mejorar las capacidades de gestión de crisis y recuperación.

Turismo para el desarrollo sostenible

El apoyo técnico ofrecido por la OMT se ha concebido para ayudar a los Miembros a trabajar con la vista puesta en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Varios de estos objetivos están directamente relacionados con el turismo, especialmente los ODS 8, 12 y 17 sobre «trabajo decente y crecimiento económico», «consumo y producción sostenibles» y «alianzas para los Objetivos».
La OMT está trabajando también como parte de una respuesta más amplia de las Naciones Unidas a la COVID-19, haciendo hincapié en el papel que el turismo puede tener en la protección de los países en desarrollo y de los miembros más vulnerables de la sociedad frente a los peores impactos de la actual crisis.

Economía capitalista y política de muerte

12 mayo 2020

Desafiando la abrumadora oposición popular, el Gobierno de Trump, la mayoría de las autoridades estatales, las empresas multimillonarias y los intereses financieros de Wall Street están impulsando los planes de una pronta reapertura de la economía estadounidense.

La industria automotriz está encabezando la embestida para imponer un regreso prematuro y mortal al trabajo. Se doblegando ante las masivas presiones políticas y económicas, la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer ha sancionado la reanudación de la producción hoy en las proveedoras de autopartes y las ferreterías. Las principales empresas automotriz tienen la intención de reanudar la producción en el estado la próxima semana.

Honda reanudó la producción hoy en todo EE.UU. y Canadá. Esto incluye las plantas en Ohio, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Indiana, Georgia y Alabama.

El gobernador de California, Gavin Newsom, permitió que las empresas manufactureras, los almacenes e instalaciones de logística, reabrieran el viernes pasado.

El Florida, Texas y varios otros estados, los servicios de ventas minoristas y consumo, incluyendo los salones de estética y barberías, han abierto o lo harán en los próximos días. Missouri ha autorizado la apertura de todos los negocios y permitirá conciertos públicos.

Los intentos para contener la pandemia dentro de EE.UU. han prácticamente colapsado. El Gobierno de Trump está implementando una política de facto de “inmunidad de rebaño” que resultará en los próximos meses en decenas de miles —y posiblemente cientos de miles— de muertes que se pudieron prevenir por medio de las medidas apropiadas para contener la propagación de la pandemia.

Pero el Gobierno de Trump, tras haber retirado todo el apoyo estadounidense a las operaciones de la Organización Mundial de la Salud, está saboteando activamente los esfuerzos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, sigla en inglés) para limitar, si bien moderadamente, el regreso al trabajo inmediato que exigen las empresas.

La reapertura de las fábricas y otros centros de trabajo se produce mientras la pandemia sigue saliéndose de control. Durante el fin de semana, las muertes por COVID-19 en EE.UU. superaron las 80.000. Durante los primeros 10 días de mayo, la cifra de muertes aumentó más de 15.000. Más allá, mientras el virus se extiende en la población, la enfermedad está manifestando nuevos síntomas y ampliando la afectación a distintas capas de víctimas.

Los doctores, que tuvieron dificultades en marzo y abril para contrarrestar el ataque del COVID-19 al sistema respiratorio, han descubierto en semanas recientes que el virus también ataca los riñones, el cerebro, el sistema circulatorio y los músculos.

El acontecimiento más escalofriante ha sido la aparición de una enfermedad mortal en niños pequeños, cuyos síntomas se parecen a la enfermedad Kawasaki y que ha sido vinculada en definitiva con el COVID-19. Los epidemiólogos reportan que el periodo de incubación en los niños parece ser de dos a cuatro semanas. Esto significa que los niños infectados en abril se enfermarán seriamente en las semanas siguientes.

Los padres, a quienes les habían asegurado que los niños no estaban bajo amenaza por la pandemia, se mostrarán sumamente preocupados por este nuevo peligro. Los trabajadores siendo obligados a regresar a sus trabajos ahora tienen que enfrentar la muy real probabilidad de que, si se infectan en el trabajo, podrían transmitirles la enfermedad a sus hijos, con consecuencias horribles.

El grado de imprudencia e indiferencia criminal del Gobierno de Trump hacia la población se pone de relieve por el hecho de que el virus está arrasando el ala occidental de la Casa Blanca.

Un valet personal de Trump salió positivo. Katie Miller, la secretaria de prensa del vicepresidente Mike Pence y esposa de uno de los principales asesores de Trump, el fascista Stephen Miller, también salió positivo. Los tres oficiales de mayor rango en la mesa de trabajo sobre el coronavirus de la Casa Blanca —el Dr. Anthony Fauci, el Dr. Robert R. Redfield y el Dr. Stephen Hahn— están en una autocuarentena tras estar expuestos a individuos infectados.

Se ha reportado que Trump hizo un berrinche cuando le informaron que pudo haber estado expuesto al virus. Según el Washington Post, Trump “se molestó cuando descubrió que la Sra. Miller había salido positivo y se ha irritado cada vez más cuando las personas se acercan demasiado a él…”.

El Post añade, “El descubrimiento de dos empleados infectados ha instado a la Casa Blanca a intensificar los procedimientos para combatir el virus, solicitándoles a más miembros del personal que trabajen desde la casa, aumentando el uso de mascarillas y vetando más rigurosamente a las personas que ingresan en el complejo”.

La situación en la Casa Blanca expone la hipocresía y el engaño arraigados en intereses y privilegios de clase que caracterizan todos los aspectos de la respuesta del Gobierno de Trump a la pandemia. Mientras se ve incapaz de prevenir la propagación del virus en la Casa Blanca, el edificio con las protecciones más severas del mundo, el Gobierno exige que los trabajadores ordinarios estadounidenses regresen a sus trabajos donde los procedimientos son mínimos o inefectivos en cuanto a prevenir transmisiones. Aquellos que trabajan en la cercanía del presidente tienen órdenes de trabajar desde casa —un privilegio no disponible para millones de trabajadores—.

Las declaraciones y acciones de Trump son propias de una personalidad sociópata. Pero sus políticas están siendo impulsadas por los intereses de la élite corporativo-financiera. La demanda de “reabrir la economía”, una frase utilizada para legitimar una política criminal, no significa más que reanudar la explotación irrestricta de la clase obrera, sin importar el costo en vidas humanas.

El Washington Post, propiedad del dueño de Amazon, Jeff Bezos, reconoce descaradamente que el Gobierno de Trump les está “solicitando a los estadounidenses que acepten una propuesta devastadora: que una acumulación gradual y diaria de muertes aisladas es el costo sombrío de reabrir la nación”.

De hecho, no les está solicitando, sino les está ordenando que regresen a trabajar en condiciones que resultarán en pérdidas masivas de vidas. En la última encuesta Pew, publicada a fines de la semana pasada, dos terceras partes de los encuestados declaró oponerse a una reapertura prematura de la economía.

En una declaración editorial típicamente cínica, bajo el título “La catástrofe del cierre económico”, el Wall Street Journal pregunta, “Bueno, después del horrendo reporte sobre empleo del viernes, ¿cuánto te gusta el cierre ahora?”. La premisa detrás de esta pregunta cargada es que decenas de millones de estadounidenses se verán sumidos en la pobreza y sufrirán hambre a menos que regresen a trabajar. No existe otra opción.

En respuesta al Wall Street Journal, el Partido Socialista por la Igualdad plantea otra interrogante: a la luz de la pérdida catastrófica de vidas y la devastación social que afectan a millones, ¿cuánto te gusta el rescate corporativo ahora?

Desde las primeras etapas de la pandemia, la respuesta del Gobierno de Trump ha estado definida por los intereses de la oligarquía corporativo-financiera. La prioridad del Gobierno ha sido salvar las inversiones de Wall Street y la riqueza capitalista, no las vidas humanas. De hecho, estos dos objetivos —proteger a los rentistas y especuladores de Wall Street o combatir la pandemia y proteger al pueblo trabajador— son totalmente incompatibles.

Esta fundamental contradicción socioeconómica, el conflicto irreconciliable entre la clase capitalista y la clase obrera, se refleja más obscenamente en la correlación entre el número de muertos, desempleados y empobrecidos, en una columna del balance, y el explosivo aumento en los precios de las acciones en Wall Street, en la otra columna.

Desde la aprobación del rescate multibillonario a fines de marzo, el índice Dow Jones Industrial Average ha aumentado aproximadamente 35 por ciento. El índice Nasdaq alcanzó su máximo en el 2020. Durante los primeros diez días de mayo, mientras la cifra de muertes aumentó en 15.000, el Dow ganó 600 puntos.

Cuánto más terribles los reportes de muertes y sufrimiento humano, más positiva la respuesta en los mercados capitalistas. El contraste entre “Wall Street” y “Main Street” es tan extremo que la prensa financiera lo comenta ampliamente.

La razón del aumento explosivo en los precios bursátiles es bien conocida. El Gobierno de Trump, con el apoyo unánime de los legisladores republicanos y demócratas, incluso el senador Bernie Sanders, asignó varios billones de dólares para salvar Wall Street.

Explicando la euforia en Wall Street, el medio de autoridad Economist escribe en su más reciente número:

En gran medida, el humor mejorado se debe a la Fed [Reserva Federal de EE.UU.], la cual ha actuado más dramáticamente que cualquier otro banco central, comprando activos a una escala nunca imaginada. Se comprometió a comprar aún más deuda corporativa, incluyendo bonos “basura” con alto rendimiento. El mercado de nuevas emisiones de bonos corporativos, que se congeló en febrero, ha reabierto con un estilo espectacular. Las empresas han emitido 560 mil millones de dólares en bonos durante las últimas seis semanas, duplicando el nivel normal. Incluso las quebradas empresas de cruceros han podido acumular efectivo, si bien a un precio más alto. Se previno una cascada de bancarrotas de grandes firmas. El banco central ha efectivamente puesto un soporte para el flujo de cajas de las EE.UU. Inc. El mercado bursátil ha entendido la señal y subido.

Tras derrochar y seguir derrochando sumas ilimitadas de dinero para salvar a la élite gobernante —y así aumentando masivamente la deuda nacional— el Gobierno de Trump, la élite política y la prensa capitalista exigen que las masas obreras vuelvan al trabajo. No hay dinero para combatir la pandemia y apoyar a los desempleados. El Wall Street Journal cita con aprobación las palabras del gobernador demócrata de Nueva York, Andrew Cuomo: “El Gobierno ha hecho todo lo que pudo”.

De hecho, no ha hecho nada. La exigencia del Gobierno de Trump de un regreso al trabajo deja en claro que el combate contra la pandemia no solo debe ser librado en el frente médico. La clase obrera se enfrenta, ante todo, a una lucha política y social contra el capitalismo.

Combatir la pandemia exige avanzar un programa socialista irreconciliablemente opuesto a los intereses económicos de la clase capitalista y el sistema capitalista en su conjunto.

Ante una crisis nacional y global sin precedentes, e incontables millones de vidas en juego, los intereses de la clase obrera —la gran mayoría de la población— solo pueden ser avanzados poniendo fin a la dictadura financiera sobre las políticas sociales y la reasignación de los recursos económicos sobre la base de una reorganización socialista de la vida económica.

En esta situación crítica, el Partido Socialista por la Igualdad presenta las siguientes demandas:

El rechazo de todas las demandas por un regreso al trabajo hasta que la propagación de la pandemia se detenga y que se implementen condiciones seguras y salubres en los centros laborales.

La provisión de un ingreso mensual para todas las familias, en una cantidad suficiente para garantizar un nivel de vida decente hasta que sea posible regresar a trabajar. Este ingreso debe ir complementado por la suspensión de todos los pagos de hipotecas, rentas, intereses, servicios públicos y la cancelación de toda la deuda estudiantil.

La entrega de suficiente ayuda a las empresas pequeñas para mantener su viabilidad económica y los salarios y prestaciones de sus empleados hasta que se reanuden las operaciones.

La abrogación de la Ley CARES y el regreso de todos los fondos entregados a las instituciones financieras y empresariales privadas.

La expropiación de todas las instituciones financieras y empresariales grandes y su transformación en servicios públicos controlados democráticamente.

Un aumento masivo de la tasa impositiva a al menos 90 por ciento sobre los salarios y todo el ingreso derivado de inversiones especulativas que coloquen a los individuos en el cinco por ciento de salarios más altos.

El desmantelamiento del socialmente destructivo complejo militar-empresarial y la desviación de su masivo presupuesto a propósitos socialmente progresistas.

Este programa no puede realizarse por medio de los partidos políticos y las estructuras institucionales existentes de la clase capitalista. Se necesita luchar por él a través de la movilización política independiente de la clase obrera. El propósito de este programa no es reformar el sistema capitalista, sino reemplazarlo con un sistema económico socialista basado en las formas democráticas de gobierno creadas por la clase capitalista en el curso de la lucha.

Ante todo, en la lucha por este programa, la clase obrera estadounidense necesita pedir activamente el apoyo de los trabajadores de todo el mundo, quienes son sus aliados naturales en la batalla contra el capitalismo global. La pandemia, que afecta a los trabajadores de todos los países, demuestra la necesidad de la unificación de la clase obrera internacional en la lucha global por el socialismo.

El Partido Socialista por la Igualdad está participando en las elecciones nacionales de 2020. Sus candidatos a presidente y vicepresidenta —Joseph Kishore y Norissa Santa Cruz— utilizarán la oportunidad ofrecida por esta campaña para luchar por este programa revolucionario socialista.

Llamamos a todos los trabajadores, jóvenes, lectores del World Socialist Web Site y simpatizantes del Partido Socialista por la Igualdad a involucrarse activamente en esta crucial lucha, sobre la cual depende el futuro de la humanidad.

(Publicado originalmente en inglés el 11 de mayo de 2020)

David North

Reino Unido ve ‘probable’ un verano sin viajes al extranjero


Su secretario de Salud, Matt Hancock, ve posible que la temporada de vacaciones al extranjero se cancele

Reino Unido es, de lejos, el primer mercado emisor de turistas hacia España

El Gobierno de Reino Unido, cuyas últimas manifestaciones suelen ir cargadas de una alta dosis de pesimismo, vuelve a lanzar un mensaje desmoralizador para la industria turística. Su secretario de Salud, Matt Hancock, ha reconocido en una entrevista concedida a This Morning, de ITV Channel, que la temporada de vacaciones al extranjero “probablemente” se cancele este verano.
Según sostiene, la pandemia de Covid-19, que se está cebando con especial crudeza con Reino Unido, podría provocar la paralización absoluta del que a día de hoy es la primera potencia emisora de turistas hacia España. De los 82,7 millones de viajeros recibidos en 2019, un total de 18 millones procedían de este mercado, que aventajó en cerca de siete millones a sus más inmediatos perseguidores, Alemania y Francia (ambos con poco más de 11 millones de entradas).
“El distanciamiento social deberá mantenerse por algún tiempo”, por lo que “la conclusión de esto es que es poco probable que grandes vacaciones internacionales sean posibles para este verano”, apunta.
Como ha publicado Preferente, el primer ministro británico, Boris Johnson, planea introducir una medida que supondría la estocada definitiva para los flujos turísticos (Golpe del Reino Unido: 14 días de cuarentena para los viajeros). Pretende establecer una cuarentena de 14 días para los viajeros internacionales que aterricen en Reino Unido.
Echando la vista atrás, cabe recordar que el secretario de Transporte del país, Grant Shapps, recomendó directamente a los ciudadanos británicos que no reservaran vacaciones de verano hasta que se produjese una relajación de las reglas de distanciamiento social. “Yo no voy a reservar unas vacaciones de verano en este momento”, dijo en declaraciones a la BBC el pasado 17 de abril.