CENTRO DE INVESTIGACIONES DE LA
ECONOMÍA MUNDIAL. CUBA
Banco Asiático de Desarrollo
(BAD) estima que la economía mundial podría sufrir pérdidas de 8,8 billones de
dólares debido a la Covid-19, según reportes de Prensa Latina. Según esta fuente, las
pérdidas económicas en Asia y el Pacífico pueden oscilar entre 1,7 billones de
dólares (un billón equivale a un millón de millones), en un escenario de
contención de tres meses. El impacto sería de 2,5 billones de dólares, en otro
escenario de seis meses. Además se actualizan las conclusiones presentadas en
la edición de abril de este año del reporte Asian
Development Outlook (ADO)2020.
La pandemia podría empujar a
la extrema pobreza a entre 60 y 80 millones de personas, 49 millones de ellas
sólo en 2020, de acuerdo con un reporte conjunto de 36
organizaciones internacionales lanzado por el Comité para la Coordinación de Actividades Estadísticas. Asimismo,
el valor del comercio mundial cayó 3% en el primer trimestre del año, situación
que empeorará con una baja de 27% en el lapso siguiente. El precio de los
productos básicos también se ha desplomado significativamente y muestra de ello
es que el Free Market Commodity Price
Index ha registrado contracciones sucesivas de 1.2%, 8.5% y 20.4% (esta
última sería la mayor caída en la serie estadística de este indicador) en los
tres primeros meses de 2020. En el caso del turismo, el documento espera una
contracción de entre 60% y 80% en las llegadas de turistas a los destinos del
mundo.
Francia y Alemania
presentan iniciativa conjunta para reactivar la economía de la Unión Europea
(UE), según informa la agencia AFP. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller de
Alemania, Angela Merkel, definen una iniciativa franco-alemana para responder a
la crisis de la COVID-19 a nivel europeo, en los ámbitos de la salud, la recuperación
económica, la transición medioambiental y digital, y la soberanía industrial.
Se destaca la necesidad de alcanzar una 'convergencia franco-alemana' antes de
buscar un acuerdo entre los 27 países del bloque. La Eurocámara estima que este
fondo debe alcanzar los dos billones de euros para sacar a la economía de la
temida recesión en la zona euro. Según los pronósticos de la Comisión, que
prevé una recesión de proporciones históricas en la zona euro, el PIB de las 19
economías del euro en su conjunto se contraerá un 7,7% esteaño.
Producción de manufacturas en
EE.UU. sufrió una caída récord en abril de 2020. La pandemia
del nuevo coronavirus cercenó las cadenas de suministros y deprimió la demanda, lo que confirma las previsiones de analistas
de que la economía se contraerá en el segundo trimestre a su peor ritmo desde
la Gran Depresión; la mayor debacle desde que empezaron a tomarse estos
registros. Los datos de marzo fueron revisados para indicar un descenso de
5,5%, en lugar de la caída de 6,3% reportada inicialmente. La producción
industrial se desplomó un 11,2% en el cuarto mes, un declive histórico en 101
años de reportes sobre la actividad del sector, luego de la baja experimentada
en marzo.
Por otro lado, y según informa Sputnik, cerca de tres millones más de estadounidenses presentaron
solicitud de seguro de desempleo en la última semana, según notificó este
jueves el Departamento de Trabajo,
por lo que el número total de pérdidas de puestos laborales en el país asciende
a 36 millones. A su vez, y según informa Reuters,
los precios de las importaciones en Estados Unidos sufrieron su mayor caída
en más de cinco años en abril, ya que la crisis del nuevo coronavirus deprimió
la demanda de productos petroleros, lo que podría respaldar las predicciones de
los economistas de un breve período de deflación. Los precios de las
importaciones bajaron un 2,6% el mes pasado, su mayor declive desde enero de
2015, tras un descenso revisado del 2,4% enmarzo.
La economía de Japón
se contrajo por segundo trimestre consecutivo en el período enero-marzo de
2020. De esta forma, el país entró en una recesión
técnica como resultado de los efectos adversos de la pandemia del nuevo
coronavirus, según informe del gobierno, reseñado por la agencia Xinhua. La economía se redujo en un 3,4%
en el período enero-marzo con relación al trimestre anterior. La disminución
fue de 0,9% sobre una base trimestral ajustada estacionalmente, según indicó la
Oficina del Gabinete. Este declive da continuidad a una contracción registrada
en el trimestre anterior de octubre a diciembre; y consecuentemente (con un
segundo trimestre consecutivo de repliegue económico) la tercera economía más
grande del mundo ha caído en una recesión técnica. El consumo privado, que
representa alrededor del 60% de la economía japonesa, cayó un 0,7% desde el
trimestreanterior.
La economía alemana se
contrajo en el primer trimestre de 2020 por la Covid-19, con retroceso del
Producto Interno Bruto (PIB) del 2,2%. Se trata del mayor declive desde la crisis financiera
y económica mundial de 2008-2009, y de la segunda mayor desde la reunificación
del país, según despacho de Prensa
Latina. Según estudio publicado por la consultora Ernst & Young, las ganancias operativas de las grandes empresas
alemanas disminuyeron 23,5% hasta alcanzar los 20 mil 300 millones de euros en
el primer trimestre, en comparación con el mismo trimestre del año pasado. El Ministerio de Finanzas alemán aseguró
quelarecaudaciónfiscaldelpaísseráde81mil500millonesdeeurosmenosen 2020, comparado con el año pasado debido a la crisis
desencadenada por el nuevo coronavirus.
En varios países de América Latina
los reportes de violencia contra la mujer se han duplicado y triplicado durante
la pandemia. Desafortunadamente, la crisis del COVID-19 no sólo
genera impactos económicos y de salud en América Latina. Diversas fuentes
advierten sobre el empeoramiento de la situación de la mujer en la región. En
Colombia, las llamadas a una “Línea ayuda contra la violencia de género” se han
incrementado en 91%, en México en 36%, en Argentina en 25%, según reportes del Banco Mundial. Asimismo, este organismo
advierte que el empleo de las mujeres es más inestable y que las mujeres han
aumentado su dependencia de los hombres.
Alza ligera en el
mercado petrolero. Los precios del petróleo subían
este lunes 2 dólares por barril, con el crudo estadounidense superando los 30
dólares y el referencial Brent en máximos de un mes, apoyados por el optimismo
sobre la reapertura de las economías y los recortes de producción de los
principales países productores.
El Brent se
ubicaba este lunes en 34,49 dólares por barril, el nivel más alto desde
mediados de abril. En tanto, el West
Texas Intermediate (WTI) subía a 31,89 dólares el barril, un máximo desde
mediados de marzo.
El CEO de Hilton, Chris Nassetta, prevé que le tomará de tres a cuatro años a la cadena volver a las cifras de 2019, uno de los “mejores” ejercicios en 100 años de historia, cuando la compañía abrió más de un hotel por día.
En una entrevista al Washington Post, Nassetta ha vaticinado que la demanda volverá a ser como la de 2019 dentro de unos cuatro años, una “recuperación lenta”. “Creo que cuando te despiertes en tres años, todo eso será más o menos lo que era hace 90 días y no lo que verás en el corto e intermedio plazo”.
Todas las propiedades de Hilton en China, alrededor de 250, ahora están abiertas, mientras que en Europa, el 40% de sus hoteles permanecen cerrados, y en Estados Unidos alrededor del 12% todavía siguen clausurados. La cadena con 100 años de historia tiene más de 6.100 hoteles en todo el mundo y 430.000 empleados, de los cuales alrededor del 60% están actualmente en licencia.
Nassetta también ha anunciado que la cadena ha implementado estrictos controles de higiene que involucra tanto a empleados con controles de temperatura, auto informes, uso de máscaras y guantes; como a huéspedes con check-in sin contacto, servicios en la habitación, y nuevas medidas de seguridad, como estaciones de EPP con desinfectantes en vestíbulos, tapabocas para quienes los necesiten y nuevos diseños en espacios públicos para permitir el distanciamiento social.
Cada puerta de la habitación del hotel también tendrá un sello que los huéspedes romperán cuando la abran, para indicar que la habitación se ha limpiado y no se ha vuelto a entrar.
Reunión del grupo de trabajo para la prevención y control
de la COVID-19. Foto: Estudios Revolución.
“Ahora lo más importante es darle el golpe final a la epidemia, acortar su transmisión y que ello nos lleve a una posición de seguridad para poder tomar nuevas decisiones con relación al comportamiento del país”, subrayó el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la reunión del grupo de trabajo para la prevención y control de la COVID-19, donde hizo un resumen de lo logrado en los últimos seis días.
Es una semana, apuntó, “que también ha transitado con avances en la estrategia de enfrentamiento a la pandemia y que nos va dando señales de que vamos alcanzando un momento ya de menos complejidad”.
Pero como siempre hemos manifestado, alertó el mandatario, “eso no nos puede llevar a la confianza, porque cada vez que hay un exceso de confianza aparece un transiente o una oscilación en el comportamiento, como es el caso, del nuevo foco en la tienda La Época”.
Hoy podíamos haber tenido menos de diez casos y subimos a quince, comentó Díaz-Canel al referirse el evento de la conocida tienda habanera, en el cual, informó el gobernador Reinaldo García Zapata, se han confirmado siete casos y cinco están pendientes de resultados. La entidad, aun cuando estaba cerrada al público, mantenía ventas virtuales y la entrega de módulos para vender en los barrios.
Al evaluar el transcurso de la semana, el Jefe de Estado lamentó la muerte de dos personas y consideró que “el nivel de fallecimientos va siendo menor y tiene que ver mucho con el impacto de la aplicación de los protocolos terapéuticos y a partir también de la aplicación de los medicamentos desarrollados en el país”. Además del “importante trabajo que se está haciendo, sobre todo en las salas de terapia intensiva, por parte del personal médico y paramédico”.
Reseñó el Presidente que “ya hoy acumulamos 1 671 altas, lo cual representa que el 86,5% de los enfermos han sido salvados. Tenemos 21 días de manera consecutiva donde siempre se ha incrementado el número de altas con relación a las entradas en el sistema”.
En particular en los últimos seis días, dijo, “hay cifras que son muy interesantes, por ejemplo, tuvimos en toda la semana solo 59 casos positivos. Después que entramos en pandemia, es la semana que menos casos positivos hemos tenido dentro de la complejidad, o sea sin contar la semana en que aparecieron los primeros casos”.
Después de las 211 altas médicas que se otorgaron en este periodo que se evalúa, solo quedaron como pacientes activos 177. Por lo tanto, significó Díaz-Canel, “hoy nosotros solo tenemos como pacientes activos el 9,1% de todos los que han enfermado”.
Ese es un indicador importante, destacó, “porque cuando se sobrepasa el 90% de pacientes que han salido del sistema, indudablemente la epidemia va amortiguándose en el tiempo”.
No obstante, reiteró, “insistimos en no tener exceso de confianza y en seguir manteniendo el rigor con la aplicación de las medidas”.
El país sigue estudiando y tiene una idea bastante clara, consideró, de las propuestas para, en el momento que entendamos, de una manera gradual, sin precipitaciones y con mucha responsabilidad para evitar rebrotes, ir pasando a la normalidad posible en esta situación y sobre todo con la influencia que tiene la pandemia en el mundo.
De manera organizada los organismos de la Administración Central del Estado y los expertos han estado haciendo propuestas muy inteligentes y creo que podemos manejar también esta situación, concluyó.
En el encuentro de este sábado, que fue dirigido por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, y donde también participó el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, rindieron cuenta las provincias de La Habana y Matanzas, los dos territorios que en los últimos 16 días mantienen las tasas más altas de incidencia de casos positivos de la COVID-19 por cada 100 mil habitantes, y en los que se concentran hoy los esfuerzos mayores para dar ese “golpe final a la epidemia”.
Reunión del grupo de trabajo para la prevención y control
de la COVID-19. Foto: Estudios Revolución.
Reunión del grupo de trabajo para la prevención y control
de la COVID-19. Foto: Estudios Revolución.
Reunión del grupo de trabajo para la prevención y control
Bajo el precepto defendido por el Gobierno cubano de que nada puede entorpecer el empeño de continuar salvando vidas en la batalla contra la COVID-19, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, dieron continuidad este viernes a la habitual reunión con el grupo temporal de trabajo para enfrentar el nuevo coronavirus, donde se ratificó que, a pesar del complejo escenario y las medidas adoptadas, el país ha mantenido su vitalidad.
Bajo el precepto defendido por el Gobierno cubano de que nada puede entorpecer el empeño de continuar salvando vidas en la batalla contra la COVID-19, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, dieron continuidad este viernes a la habitual reunión con el grupo temporal de trabajo para enfrentar el nuevo coronavirus, donde se ratificó que, a pesar del complejo escenario y las medidas adoptadas, el país ha mantenido su vitalidad.
Tras 73 días de que fueran diagnosticados los primeros tres pacientes positivos a la enfermedad en el territorio nacional, el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, dio a conocer que en esta jornada se mantienen 2 426 personas ingresadas para la atención y vigilancia, lo cual corrobora la tendencia al descenso de esas cifras en la Mayor de las Antillas.
De ellos –precisó– permanecen en hospitales 444 pacientes; en centros para sospechosos de menor riesgo 225, y en instituciones de aislamiento, para vigilancia de contactos, se encuentran 1 519.
De los 1 916 pacientes que hasta el momento se han diagnosticado con el nuevo coronavirus –particularizó– solo se mantienen activos 202, lo cual representa el 10,5 % del total de casos confirmados en Cuba. El 98 % de ellos, acotó, presenta una evolución clínica estable.
Acerca de la pesquisa, dijo Portal Miranda que durante la última jornada se visitaron 3 859 049 personas, de las cuales 1 400 042 correspondieron a los adultos mayores. Teniendo en cuenta la utilidad de esta herramienta de trabajo, insistió en el seguimiento constante que se debe continuar dando a ella en las comunidades, sobre todo para que prime la calidad y objetividad en las acciones que se realizan.
Al actualizar sobre el comportamiento de los 44 eventos de transmisión local que se han abierto en el país, informó que se mantienen activos 13, en siete provincias y el municipio especial Isla de la Juventud. Este viernes –apuntó– se cerró el evento del consejo popular Acosta, del habanero municipio de Diez de Octubre, donde por 28 días no se reportaron nuevos casos positivos a la covid-19.
También durante esta jornada tres instituciones del Sistema Judicial Cubano, –la Fiscalía General de la República, el Tribunal Supremo Popular y el Ministerio de Justicia–, informaron de su quehacer en medio de esta compleja situación y cómo se han ido adecuando en ella las actividades para garantizar vitalidad en diferentes acciones priorizadas.
La Fiscal General, Yamila Peña Ojeda, comentó que el actual contexto no ha impedido que se mantenga un estricto control de los procesos penales, lo cual garantiza el cumplimiento de la política penal en el país. En medio del presente escenario –acotó– se han iniciado más de 1 500 procesos penales que corresponden a delitos como la receptación, la actividad económica ilícita o la propagación de epidemia, y más de 1 400 procesos han llegado a los tribunales.
En estos momentos –especificó– desde nuestras estructuras se da seguimiento a varios casos, incluidos los que se han ido divulgando a través de los medios de comunicación, como parte de la transparencia e información oportuna que sobre ellos se ofrece a nuestra población, a la cual se podrán ofrecer más detalles una vez que concluyan los juicios.
Por otra parte, el presidente del Tribunal Supremo, Rubén Remigio Ferro, señaló que si bien durante estos meses ha ocurrido una disminución de la actividad judicial, se ha mantenido sobre todo la asociada con hechos delictivos que han sucedido en medio del enfrentamiento a la covid-19. En cada uno de los procesos –afirmó– hemos actuado en consecuencia con la severidad y rigor que exigen las actuales circunstancias que vive el país.
Entre tanto, Oscar Silvera Martínez, ministro de Justicia, explicó que se suspendieron los servicios que brindan los registros de la propiedad, las notarías y otros. Mientras, se mantuvieron actividades como las relacionadas con el proceso de aprobación de inversiones extranjeras; los servicios del registro central de sancionados, con el objetivo de que no se detengan los procesos judiciales, y el funcionamiento de los registros del estado civil para garantizar la inscripción de los nacimientos y las defunciones.
Aseguró, además, que durante estos meses también ha sido una constante en el desempeño del Ministerio de Justicia el seguimiento que se ha continuado dando a la actividad legislativa del país. Especial atención se ha prestado también –precisó– al sustento legal de todas las medidas adoptadas en el contexto del enfrentamiento al nuevo coronavirus. En medio de esta epidemia –consideró– podemos decir que esta ha sido una etapa de trabajo muy fructífera.
Intensa ha sido igualmente la actividad que se ha desplegado desde el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos en el transcurso de estos meses para garantizar el suministro de agua en el territorio nacional, y de manera especial en las instituciones de la Salud y los diferentes centros de aislamiento.
Estas acciones –detalló Antonio Rodríguez Rodríguez, presidente de dicho Instituto–, se llevan a cabo a la par de un conjunto de medidas que se venían implementando para hacer frente a la sequía, que afecta de manera moderada a extrema al 77 % del territorio nacional.
Al cierre del trimestre febrero–abril del presente año, refirió, el 96 % del país presentó afectación por sequía meteorológica, con un incremento de las áreas en la categoría severa-extrema, con relación al trimestre enero–marzo de 2020.
Si bien durante el mes de mayo se ha podido apreciar un incremento de las precipitaciones, ello no implica que la sequía concluyó en el territorio cubano, pues todavía persisten afectaciones en diversas cuencas hidrográficas, precisó.
Puntualizó que un total de 541 799 personas se abastecen de agua mediante el uso de pipas en estos momentos, en tanto 134 657 habitantes están afectados con ciclos de abasto de agua superiores a los diez días.
Hasta el cierre de abril –dijo– los recursos y las acciones de trabajo en el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos se han concentrado, fundamentalmente, en obras que han permitido dar valor de uso a instalaciones y disminuir los efectos de la sequía, con marcada incidencia en la zona occidental, sobre todo en La Habana.
Al igual que en los encuentros recientes, los gobernadores de las provincias de La Habana y Matanzas actualizaron acerca de la situación epidemiológica en esos territorios, teniendo en cuenta que en ellos se reporta el mayor número de casos positivos a la covid-19 durante los últimos días.
Leo una entrevista a la destacada ensayísta Alina López Hernández, y no dejo de pensar en si existe un efecto Doppler en las ciencias sociales. Es decir, que éstas necesitan tanto de una atención prioritaria, sobre todo en su realización, que si no se toman medidas urgentes se irá produciendo con el tiempo un corrimiento cada vez mayor hacia el rojo. Y es que no es un fenómeno de este año debido al virus, ni del año pasado (cubayeconomia.blogspot.com › May 24, 2019 - En busca del tiempo perdido), tiene décadas.
Hablo de filosofía, lingüística, literatura, arte, religión, historia, derecho, ciencia política, economía, comunicación, pedagogía, geografía, pero también de antropología, psicología, sociología. Tanto de las que tratan al hombre y sus valores humanos en diferentes segmentos de la vida, como del comportamiento del hombre en la sociedad y las formas de organización. Sobre todo de éstas últimas.
La no pertenencia a la tecnología dura y una supuesta falta exactitudes de las ciencias naturales y técnicas, crea no sólo una imagen distorsionada y falsa a nivel de la sociedad, sino que la propia invisibilidad crea una percepción de ciencias y disciplinas no deseables de la sociedad.
Si la tarea de éstas es investigar y considerar la relación del hombre con el mundo, y utiliza el análisis, la crítica y enfoque interpretativo, que ha ido complejizándose cada día más en las últimas décadas, de tal manera que posibilita una mejor comprensión del rápido desarrollo de tecnologías modernas, movilidad y redes de globalización, pero también de formas de organización y actuación a nivel de grupos, colectivos, sociedad, ¿qué hace que hayan caído en un segundo plano?
¿Qué hace que la continua producción de resultados desde hace cinco décadas, y sobre todo en las últimas tres décadas, y sobre todo la última década, haya sido descuidada, o no atendida con la importancia y urgencia que tienen muchos de éstos?
¿Existe un condicionamiento social y político sobre el tema?
Si efectivamente han estado de espaldas mucho tiempo unas de otras, es precisamente porque no fue posible alcanzar el enorme esfuerzo de coordinación de disciplinas y de instituciones de investigación, también de formación que exige mover fronteras consideradas por algunos innamovibles, con lo que cambian la visión, los conocimiento y las metodologías, pero esto exige apoyo en todo el proceso. Apoyo no sólo para llegar a un resultado y a una propuesta, sino para la realización. Y, para la realización, una y otra vez, se regresa más o menos a las mismas propuestas de cómo organizar las ciencias sociales, porque una y otra vez, ha faltado interacción activa a lo largo de todo el proceso desde la idea inicial y formulación del objeto y el objetivo hasta cómo aplicar las recomendaciones; ha faltado interesado, actor político y social.
Se han llevado a cabo la elaboración de escenarios, en diversos momentos, y se ha tenido que parar el proceso, llegados a un determinado paso, por la imposibilidad de contar con los actores políticos y sociales decisores, a la hora de materializar las acciones y las políticas. Los enfoques multidisciplinarios, que en algunas instituciones y disciplinas habían avanzado con pasos firmes desde los años 80, han ido cediendo, ni que decir de los enfoques y estudios transdisciplinarios, que sí se llevan a cabo en otros campos del saber.
En el último decenio, no se trata sólo de resultados y propuestas relevantes, que siempre existen. Se trata de la cantidad total de resultados en todas y cada una de estas disciplinas, y por mencionar cuatro, se me ocurren psicología, antropología, sociología y economía, y la cantidad de realizaciones, todas referidas a temas trascendentales de gran actualidad, hace diez años y hoy.
SI utilidad tienen los investigadores y estudiosos de las ciencias sociales, es por cómo y en qué momento son utilizados, y su utilización hoy no puede tener el ritmo de tortuga, porque ese ritmo no lleva el ritmo de desarrollo del mundo.
Entrevista con Alina López Hernández, una de las ensayistas más activas y polémicas de la actualidad cubana, autora del libro "En tiempos de blogosfera"
Alina López Hernández (Matanzas, 1965) es Doctora en Ciencias Filosóficas y Miembro correspondiente de la Academia de la Historia de Cuba. Ha dedicado largos años a la docencia pero la visibilidad mayor como intelectual se debe a sus agudas participaciones en el blog La Joven Cuba (LJC). Alina es la autora de los volúmenes Segundas lecturas: intelectualidad, política y cultura en la república burguesa (Ed. Matanzas, 2013 y 2015) y El (des)conocido Juan Marinello. Estudio de su pensamiento político (Ed Matanzas, 2014). Recientemente presentó en su provincia natal su tercer título: En tiempos de blogosfera, bajo el mismo sello editorial, que reúne pequeños ensayos y artículos de opinión previamente publicados en LJC.
En tiempos de blogosfera se agotó apenas se puso a la venta. Sus 500 ejemplares “volaron” en dos días. Estoy entre los afortunados que pudo hacerse con uno, que literalmente devoré. Allí encontré infinidad de temas que me son afines, puntos de vista originales e inquietantes, una prosa diáfana y un desembozado anhelo de participar, desde la academia y la teoría, en el escrutinio de nuestra contemporaneidad. De ahí mi propósito de compartir con los lectores de OnCuba esta fugaz conversación con la autora, preludio (¡ojalá!) de otras muchas.
¿Cuál es el papel de las ciencias sociales cubanas en este momento?
Las ciencias sociales en Cuba han estado mucho tiempo de espalda unas a otras. Hijas de un siglo que, como el XIX, definió rígidos objetos de estudio y metodologías particulares; ellas se encerraron en compartimentos y reclamaron para sí una parte de la realidad social. Ocurre, sin embargo, que la sociedad es una, y compleja, y mientras más se fraccione para su estudio, menor será la riqueza de sus resultados.
Ante fenómenos sociales, siempre multicausales, serán necesarios enfoques multidisciplinarios. El profesor Esteban Morales ha abordado este asunto en diversos momentos, recuerdo un ensayo que dedicó al tema.
Otra problemática es que, ya sea en los centros de investigación del campo social, muchos de gran prestigio en Cuba, como en las universidades, existen limitaciones a las investigaciones que se involucren, por ejemplo, en el sistema político cubano y en la participación de la ciudadanía en él. del abrazo
Los estudios de opinión pública, a pesar de ser una de las vías naturales de retroalimentación que obliga a los gobiernos a tener resultados en un plazo prudencial, le han sido incautados a las ciencias sociales en nuestro medio. Los científicos sociales cubanos no pueden realizar estudios de opinión masiva sobre el gobierno y sus políticas si no son “convocados” por este. Hasta para aplicar una encuesta masiva relativa a la utilización del tiempo libre o a los hábitos de lectura debemos ser autorizados previamente.
Como secuela, las carreras universitarias que tienen un perfil social: Economía, Sociología, Derecho o Estudios socioculturales, entre otras que pudieran asesorar al gobierno, no logran cumplir con su rol de diagnosticadoras y transformadoras de la sociedad. La forma de culminación de estudios y posterior superación de los profesionales de esas especialidades casi siempre asume la modalidad de “estudios de caso”, una metodología que impide apreciar tendencias y generalizar opiniones sobre determinados aspectos o fenómenos.
A esto se suman las presiones recibidas por profesionales de las ciencias sociales para que no publiquen en medios alternativos sus análisis sobre temas considerados tabúes o problemáticos. Tal situación ha conducido incluso a que algunos sean expulsados de las universidades y centros donde laboraban.
Es una verdadera paradoja la altísima calificación que el sistema educativo cubano proporciona a estos científicos y cómo son desaprovechadas las potencialidades de su propia creación en algo que puede ser beneficioso para la prospectiva, diagnóstico y perspectiva de la sociedad cubana.
No quiero decir con esto que no existan resultados relevantes en muchos campos de las ciencias sociales, pero considero que no se aplican en la medida en que se necesita dados los grandes retos que tenemos por delante.
¿Es aún el marxismo una herramienta eficaz para la interpretación de la realidad? ¿Las personas que entre nosotros defienden los materialismos histórico y dialéctico como filosofía y práctica social, lo dominan a cabalidad?
La eliminación del guión entre las palabras marxismo y leninismo, que fue aprobada en la nueva Constitución, no garantiza que actuemos como marxistas consecuentes. Solo cuando sometamos a una crítica detallada el diagnóstico y el pronóstico de la actualidad nacional, cuando seamos capaces de realizar una radiografía total a nuestro maltrecho socialismo utilizando el método de Marx, estaremos en condiciones de defenderlo.
Es crucial comprobar si el pensamiento de los que dirigen el proceso en Cuba es marxista como declaración ideológica de principios o lo es porque se apoye en la dialéctica materialista como método. Cuando el marxismo es reducido solamente a su dimensión ideológica y se convierte en una ideología de Estado ésta es sumamente dañina por el carácter instrumental que adopta.
Una ideología política que intente presentar un futuro de prosperidad siempre inaccesible, y que pida fidelidad y trabajo constante a sus seguidores, deja de ser liberadora para instrumentarse como un mecanismo de dominación. En el mismo instante en que no sea capaz de autocorregirse, en que se considere eterna, dejará de ser marxista.
En Cuba se manifiesta un estancamiento de las fuerzas productivas, reprimidas por relaciones de producción que se deciden a nivel político, por ello, sin realizar cambios en esa esfera no avanzaremos. El marxismo considera como una ley la correspondencia entre las relaciones de producción y el carácter de las fuerzas productivas, pues cuando no se manifiesta tal correspondencia se abre un camino que puede determinar la transición de un régimen social a otro.
En la economía cubana nada es verdaderamente lo que parece. Las relaciones de propiedad, núcleo de las relaciones de producción, se manifiestan como una mistificación de la realidad: la propiedad socialista no es verdaderamente social, ya que ha sido suplantada por una propiedad estatalizada que escapa al control de los trabajadores; y la propiedad privada —reconocida en esta constitución— no es suficientemente privada, dados los excesivos obstáculos con que la rodean las determinaciones políticas. La propiedad cooperativa no despliega sus alas a pesar de todas las declaraciones y lineamientos que en el mundo son. Este no ser realmente lo que se pretende nos ha llevado a un punto de inmovilidad.
Insistir en que la eternidad del modelo sociopolítico se daba a un artículo de la Constitución y no conseguir el funcionamiento exitoso de ese sistema es algo ajeno al método marxista. La apelación constante a un cambio de mentalidad y a una revolución en las ideas, intenta crear la imagen del progreso entendido como cosa hacia dentro, y no como el despliegue de las fuerzas externas, y se ha convertido de este modo en una filosofía de la parálisis.
Ciertamente, no existe nada tan conservador, tan sutilmente desmovilizador para las sociedades en crisis, necesitadas de cambios estructurales y de transformaciones profundas, que el requerimiento a un cambio de mentalidades, al rescate de valores o a la defensa de conceptos. Esto sería invertir el axioma materialista de que las personas piensan de acuerdo con cómo viven, y sugerir que transmutar las formas de pensamiento es suficiente para una evolución de la vida material.
¿Crees que Cuba está avocada a un nuevo momento histórico?
Sí, lo creo. Una crisis no es tal hasta que los actores sociales no toman cuenta de ella, ahí es determinante el factor subjetivo. Es una especie de malestar de época, por decirlo de un modo que ciertos críticos hallarán metafórico. Casi siempre se relaciona con el agotamiento de un modelo, fíjate que no digo de un sistema.
Cuando se habla de los años veinte del pasado siglo en Cuba hablamos de uno de esos momentos. La generación de esos años tomó cuenta de sí y se distanció de los políticos de su época. Se quebró así el monopolio político del mambisado ante la falta de confianza popular. El golpe de Batista en 1952 impulsó otro de esos momentos de convencimiento general en que había que oponerse a un estado de cosas.
Para la llegada a ese momento de malestar existen hoy, en mi opinión, dos condicionantes. Por un lado la incapacidad de nuestros gobernantes de encauzar un camino de reformas exitoso. Ya son más de tres décadas del derrumbe del campo socialista y dos períodos de intento de reformas, uno en los noventa y otro a partir del 2010, este último incluso de modo formal y con una gran cantidad de documentación confirmatoria. Por otro lado, existe la capacidad ciudadana de someter a juicio público esa incapacidad, eso es algo novedoso. La ruptura de un canal de información unidireccional permite visibilizar las señales de alarma. Y los que dirigen lo saben bien pero han sido incapaces de responder adecuadamente.
Mi opinión es que presenciamos el agotamiento definitivo de un modelo económico y político, el del socialismo burocrático. Quienes dirigen no logran hacer progresar la nación con los viejos métodos, pero no son capaces de aceptar formas más participativas, con un peso mayor de la ciudadanía en la toma de decisiones.
Pienso que existe la percepción generalizada de que el gobierno cubano está gestionando bien la crisis provocada por la covid-19. Estas semanas de reclusión forzosa y de aislamiento social han hecho aflorar fortalezas y debilidades de nuestro Estado. ¿Cuáles serían unas y otras?
El manejo de la situación sanitaria ha mostrado un sistema de salud cubano bien organizado y estructurado, que sabe hacer frente a períodos críticos y al que se le puede objetar la falta de ciertos insumos pero al que hay que reconocerle que respondió de manera efectiva en un momento en que algunos países económicamente poderosos no lo hicieron mejor. Cuba, con gran tendencia a la centralización, tiene experiencia en manejo positivo de este tipo de trances.
Pero también ha sido contundente la demostración de debilidad de la economía, que no viene de esta etapa; de la escasez, de la pobreza de enormes sectores sociales. De la falta de protección que sufren muchos trabajadores que laboraban como empleados en el denominado sector del cuentapropismo. La tardía entrada de internet a la Isla ha provocado que servicios que hubieran sido muy oportunos ahora, colapsaran ante la demanda. La crítica constante del gobierno a las colas en los mercados pasa por alto un proceso de deterioro que viene agravándose desde el 2016, pero que el año pasado llegó al punto de casi paralizar el país ante una situación que no es coyuntural sino sistémica.
No soy economista, pero no hay que serlo para comprobar que el proceso de reformas anunciadas hace más de una década se ha estancado. Esa es una debilidad que además cuestiona al propio proceso revolucionario. No olvidemos que la revolución tuvo objetivos muy precisos: la independencia nacional y una política social que fuera realmente justa. ¿Somos independientes económicamente hoy? Una Constitución que declare la admisión al capital extranjero y no al nacional creo que debería revisarse, porque uno de los grandes problemas de Cuba a lo largo de su historia ha sido esa ecuación geopolítica que siempre ha incluido, por la fuerza o por decisión propia, a un compañero de viaje. Claro que debemos tener relaciones comerciales con otros países, pero depender de otra nación, jamás. Esa es una deuda pendiente.
Los recursos estatales puestos en función del sector de la salud, y la concepción de un sistema epidemiológico muy organizado son indudables fortalezas que deberían mantenerse y perfeccionarse. Pero es justo reconocer otros baluartes que han salido a la luz en esta situación, aunque ya lo habían hecho a escala más pequeña a raíz del tornado que asoló la capital el pasado año. Son fuerzas y recursos cívicos no atribuibles al Estado sino a la sociedad, aunque evidentemente constituyen un complemento suyo y demuestran las potencialidades y vitalidad de la sociedad civil. Esto debería convencer al Estado de lo conveniente que sería la proliferación de asociaciones, para lo cual tendríamos que contar con una legislación menos intransigente en materia asociacionista que la que rige hoy.
Se ha evidenciado la solidaridad a causas justas, como pueden ser la donación de alimentos por parte de campesinos a los centros de aislamiento. Que el movimiento de protección animal continúe, sin apoyo estatal y sin marco legal que lo ampare, tratando de rescatar, alimentar, curar y dar en adopción a los animales abandonados, muchos más en este momento por todo el país. Que algunos dueños de medianos y pequeños negocios, miembros de iglesias y de proyectos culturales, integrantes de la comunidad LGBTI, compatriotas residentes dentro y fuera de Cuba, asumieran la ayuda a ancianos solos y personas discapacitadas es otro ejemplo.
La función de las redes sociales para encauzar acciones espontáneas que permiten crear tramas cívicas encaminadas a localizar a los más vulnerables, sean personas o animales, identificar y priorizar determinadas necesidades y garantizar apoyo inmediato; es una lección para los que solo valoran a esas plataformas como antros de banalidad.
El Estado debería permitir saludables márgenes de autonomía. Considero preferible una ciudadanía espontánea, emprendedora y autónoma. Quizás no tan disciplinada como es lo políticamente correcto, pero en cambio más sincera, más decidida a ser un verdadero factor de transformación y mejoramiento social. Ello no es irreconciliable con un proyecto socialista.
¿Qué futuro tiene la prensa alternativa o no oficial en Cuba? ¿Podría el Estado socialista servirse de esta como instrumento de escrutinio social?
Me preguntas por el futuro de la prensa alternativa y te digo que más nebuloso es el futuro de la prensa oficial. Claro que el Estado debería servirse de la prensa alternativa. Existen medios, tampoco generalizaré, donde se hace un periodismo de calidad, de investigación, y donde se conciben ideas pertinentes y agudas sobre Cuba. Una revisión de los debates que se suscitan en sus foros, o de las opiniones que generan, convence de las reservas cívicas latentes, de la profundidad de ciertas propuestas. Un ejemplo evidente se tuvo durante la consulta al proyecto Constitucional, de esa etapa atesoro los análisis valiosísimos de muchos colegas: juristas, historiadores, economistas, filósofos, sociólogos, comunicadores…
En mi criterio, los medios oficiales no ofrecen una respuesta a las necesidades de la ciudadanía, y eso es peligroso porque esta puede buscar respuestas que se muevan a extremos de intolerancia, donde se mezclen la verdad y la mentira, o el fanatismo. Si la gente no se ve expresada en los medios oficiales buscará las vías para encontrar su reflejo. Ya no es posible mantener el monopolio de la información y las comunicaciones, vivimos una época interesante donde se deconstruyen puntos de vista establecidos, sistemas de ideas. Si no se entra de lleno en esa polémica, asumida no como injuria sino como razonamiento, se perderá credibilidad y base social; creo que ya se ha perdido demasiado de ambos. Pero la tesis ortodoxa de la unanimidad se ha convertido en su talón de Aquiles, fíjate que la campaña que hace el aparato ideológico para vilipendiar a los medios alternativos es tan burda que los desacredita a ellos. Se han lanzado a combatir, con armas viles, a “un enemigo común” que existe solo en sus retorcidos sueños, y han creado su propia Némesis, de opuesto signo ideológico, pero tan dado al sectarismo y a la unanimidad como ellos. Y tan dañino.
Después de la salida de tu exitoso volumen En tiempos de blogosfera, ¿se avizoran nuevos títulos?
En tiempos de blogosfera tuvo una pequeña tirada, solo quinientos ejemplares que se vendieron prácticamente el día de la presentación; sin embargo, creo que es un texto importante por el precedente que podría sentar, ¿lo sentará en verdad? Hasta donde conozco, es el primer ejemplar publicado por una editorial del Instituto Cubano del Libro que reúne artículos divulgados originalmente en un blog alternativo. Se han publicado textos sobre otros blogs pero que son parte de la esfera mediática oficial.
La Joven Cuba, surgido hace una década, es un blog alternativo afín al socialismo, pero aboga por cambios trascendentales y desde él se hace una crítica profunda a nuestra realidad. Entonces la aparición del libro, a pesar del patético intento de censura que debió soportar, es muestra igualmente de la pluralidad, el respeto a las ideas y a la diferencia que deberá llegar a ser algo natural entre nosotros y no una excepción. Estoy realmente satisfecha de la recepción que ha tenido.
Me parece raro cuando me definen como bloguera pues, quizás por la generación a la que pertenezco, es un término que no me atribuyo. Yo no creé el blog, ni siquiera decido qué se publica en él. Agradezco a los editores, actualmente de ellos solo se mantiene Harold Cárdenas, que me garanticen un espacio donde ofrecer mis opiniones, entendidas solo como puntos de vista de una intelectual y ciudadana. Es un ejercicio de libertad de expresión muy reconfortante que me ha hecho reencontrar esa dimensión política que admiraba tanto al estudiar a los intelectuales de la república.
Tengo casi listo otro libro de ensayos, es mi género predilecto por la libertad que permite, se titula La Historia, el arte y el tiempo. También doy forma de libro a la tesis de maestría de una alumna querida, Liset Hevia, que falleció muy jovencita hace dos años y dejó esa importante investigación sobre la evolución de la crítica artística y literaria en el diario Noticias de Hoy, órgano oficial de los comunistas cubanos desde 1938. Es un tema poco tratado pero muy adecuado para comprender actitudes aún vigentes en el ámbito ideológico y cultural.
¿Eres optimista con respecto al futuro de Cuba?
Sí y no. La primera respuesta la doy como historiadora, como alguien que entiende los tiempos históricos y el devenir de los procesos. En tal sentido estoy convencida de que el agotamiento del modelo de socialismo burocrático, para mí definitivo y no reformable, llevará necesariamente a un cambio profundo, que deberá incluir no solo la dimensión económica como se ha pretendido vanamente, sino también la dimensión política que permita controlar desde abajo, y hacer avanzar, el proceso de transformaciones ya impostergables. A lo largo de nuestra historia los cubanos hemos sido consecuentes, a veces con demora pero siempre con determinación, con el principio de hacerlo todo por la Patria, por una isla independiente de cualquier nación. Y tengo entera confianza en que ese futuro de transformaciones tan necesarias se hará manteniendo esa directriz.
La segunda respuesta es la de la ciudadana, trabajadora, mujer y madre, que desde hace décadas aguarda porque se concrete la promesa de un futuro mejor. Esta juzga el tiempo en sentido cronológico y espera sin emigrar, trabajando en instituciones estatales presupuestadas. Es la persona que ha visto marcharse a familiares y amigos, a hijos de amigos que ahora están solos, y piensa en sus hijas y en la premura de los jóvenes que necesitan cambios y que no ven que su país se los ofrezca. Es la que se intranquiliza por la falta de sensibilidad de quienes nos dirigen ante las necesidades de las mayorías y por su recurrencia en estrategias fallidas.
Mi consternación se hace mayor al ver la inadecuada respuesta que se ofrece para intentar controlar la relación de la ciudadanía y el gobierno, en una época en que las redes sociales y los medios alternativos rompen con la acostumbrada verticalidad de las comunicaciones y mensajes. Y me preocupa muchísimo que esa intolerancia pueda convertirse en un verdadero conflicto.
Alex Fleites ( Poeta, curador de arte y editor afincado en La Habana.)