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sábado, 21 de noviembre de 2020

La crisis económica en Cuba y su enfrentamiento en el 2020. Una actualización (IV)

  N

IV

Como se señaló anteriormente en esta serie de trabajo
s, se abordarán un conjunto de ideas lo más actualizadas posible sobre las proyecciones de la economía cubana en la coyuntura actual.

Tal y como se ha destacado por el ministro de Economía y Planificación en varias ocasiones, hay tres aspectos que resultan de la más alta prioridad en la coyuntura actual: la necesidad de incrementar los ingresos en divisas del país, la producción de alimentos y la elevación de la eficiencia de las inversiones y –en particular- de la inversión extranjera directa (IED).

En relación a los ingresos en divisas, los mismos pueden incrementarse mediante un crecimiento de las exportaciones y también mediante la obtención de nuevos créditos en moneda libremente convertible.

Comenzando por este último aspecto y tomando en cuenta la actual situación de la economía mundial, el crédito ha tendido a reducirse en la misma medida en que ha caído el PIB debido a la paralización económica que ha provocado la pandemia de la COVID-19 y la incertidumbre que se asocia a esta situación. Se suma a esta tendencia general, el hecho de que Cuba ha estado sometida a un recrudecimiento del bloqueo económico de EE.UU., en el que se suman hasta el momento unas 132 nuevas medidas implementadas por la actual administración de ese país. Al respecto, basta decir que el impacto del bloqueo entre el 2019 y el 2020 alcanzó 5 570 millones de dólares y un efecto acumulado de 144 413 millones desde hace casi 60 años.

En estas circunstancias, informes no oficiales apuntan a que Cuba se ha visto forzada –en primer término- a una nueva renegociación con el Club de París[1] para posponer el pago de los adeudos que debían liquidarse en este año.

Hasta el 2019 Cuba había cumplido con los acuerdos de pago alcanzados en la renegociación de una deuda con ese grupo de acreedores que se firmó en el 2015, mediante el cual se liquidarían 2 600 millones de dólares en cuotas anuales pagaderas el 31 de octubre de cada año hasta el 2033. No obstante, el pago de alrededor de 80 millones correspondiente al 2019 no se completó[2]. Tampoco se pudo realizar el pago de unos 85 millones de dólares en octubre del 2020.

De este modo, desde febrero del presente año se iniciaron conversaciones para encontrar alternativas que permitieran posponer pagos y reabrir los créditos indispensables, para lo cual Cuba solicitó –según fuentes no oficiales- posponer los pagos del servicio de la deuda en 2020 y 2021 y retomarlos en el 2022. La respuesta de los acreedores –al menos hasta el momento- fue posponer solo los pagos del 2020 y reiniciarlos el próximo año, pero con la aplicación de sanciones por el pago vencido, que –según los acuerdos originales- alcanzan el 9% de intereses moratorios anualmente.

El tratamiento recibido por Cuba por parte de los acreedores occidentales no ha incluido un trato más favorable que se ha acordado para los países subdesarrollados por las instituciones financieras internacionales y en ello han incidido las enormes presiones por parte del gobierno norteamericano para bloquear cualquier acuerdo.

Otros acuerdos para ajustar los pagos se han reportado con acreedores rusos y también de China, pero no se tiene información más detallada al respecto.

Las reclamaciones de pagos de la banca internacional al cierre de junio 30 de 2020 ascendían a 1 990 millones de dólares, según datos del Bank of International Settlements.[3]

Por otra parte, la cifra de remesas estimada para el año 2020 se ha visto más restringida en la misma medida que los envíos a través de la compañía Western Union fueron prohibidos por el gobierno norteamericano a partir de noviembre, medida que siguió al bloqueo de la entidad financiera cubana FINCIMEX implementada también este año. Los estimados en tal sentido apuntan a una reducción de entre el 15 y el 35% este año, lo cual las ubicaría entre 3 195 y 2 416 millones de dólares, pero más cerca de este segundo dato, según las informaciones más recientes.[4]

En relación a las exportaciones, se informó recientemente su reducción en este año debido al descenso de las producciones nacionales –como en el caso del azúcar- o debido a la disminución de la demanda externa de productos como tabaco y ron, que resultan afectados por los cierres de establecimientos como restaurantes o bares producto de la pandemia.

No obstante, puede registrarse un incremento en lo referido a la exportación de medicamentos. Así –por ejemplo- alrededor de 45 naciones han solicitado el Interferon alfa 2b recombinante fabricado en Cuba.

Por otra parte, se han identificado 1 026 bienes y servicios exportables novedosos en los territorios del país, una parte de los cuales ya se exportan. También se identificaron potenciales exportadores en 382 negocios privados o cooperativos en sectores como el agroalimentario y las artesanías, así como servicios de construcción,  restauración y servicios audiovisuales. Al cierre del mes de septiembre, se habían firmado 106 contratos de importación y exportación con empresas del sector privado.[5]

Para el aseguramiento de insumos al sector no estatal, a partir de septiembre se inicio la venta mayorista en moneda libremente convertible al mismo.[6]

Por su parte, el turismo internacional comenzó una reapertura gradual a partir del mes de julio, la que avanzó desde los cayos hasta la capital del país y llegó a un punto de nueva normalidad a partir del 15 de noviembre con la reapertura del aeropuerto José Martí de La Habana.  La velocidad del proceso de normalización ha estado condicionada al cumplimiento de un estricto protocolo de seguridad sanitaria que ha sido aplicado con buenos resultados hasta el presente.

La recuperación gradual del turismo internacional, debe permitir que en este año se alcancen ingresos brutos por alrededor de 1 385 millones de dólares, que al menos atenúe la caída de un 48% registrada como pronóstico en este año.

El segundo elemento de gran importancia en la actual coyuntura económica es avanzar en la seguridad alimentaria del país.

Entre las decisiones de mayor importancia ya acordadas para asegurar los insumos y equipos indispensables para la producción agropecuaria, se destacan la venta en moneda convertible de los mismos a todos los productores. De igual modo, resultan importantes las medidas que permiten la flexibilización en la contratación de fuerza de trabajo, el acceso a la compra de combustible, la posibilidad de obtención de créditos para la comercialización y la aceleración del pago a los productores. También cabe subrayar que el proceso de impulso a las exportaciones y ventas en frontera en moneda convertible tienen un importante potencial en la producción alimentaria.

Estas medidas se enmarcan en la Estrategia Económico Social aprobada en julio del 2020. En la misma se incluyen 24 medidas específicas para la agricultura y de ellas impactan en la producción de alimentos las siguientes.

  • Flexibilización en la contratación de la fuerza de trabajo por los productores individuales, propietarios de tierra y usufructuarios.
  • Aprobación de incentivos fiscales para estimular la elaboración y comercialización de alimentos.
  • Creación del mercado mayorista en MLC para la venta de insumos y equipamientos a la bases productiva, como una vía para que pueda reinvertir las divisas que obtenga por la exportación o venta a usuarios establecidos en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, para re aprovisionarse y ampliar sus capacidades productivas.
  • Transformación del sistema de comercialización de productos agropecuarios.
  • La recuperación de la ganadería bovina.

Refiriéndose a estas medidas, el ministro de Economía y Planificación destacó que las mismas no tienen un impacto inmediato y se requiere un esfuerzo especial con los productores y en la aplicación de la ciencia y la innovación para avanzar en su implementación.[7]

En una valoración a raíz de las afectaciones climáticas sufridas en noviembre, se registraron pérdidas en la agricultura que afectarán la siembre de frío y las producciones en los próximos meses.[8]

En síntesis, la producción de alimentos sufre fuertes afectaciones en este año 2020, en una situación que se anunciaba ya como muy compleja a finales del 2019 por el ministro de la Agricultura en la Asamblea Nacional. En esa intervención se expuso que el 78% de las tierras presentan rendimientos poco productivos o muy poco productivos, solo se riega el 7,4% de la superficie que lo requiere y únicamente se aseguraba el 28% del fertilizante necesario para el presente año. Para modificar esta situación se requieren 175 millones de dólares por quinquenio para mejorar el estado de tres millones de hectáreas que presentan afectaciones.[9]

Finalmente, constituye una alta prioridad elevar el volumen y el rendimiento de las inversiones, especialmente en los sectores de la agricultura y la industria, tomando en cuenta que en el período comprendido entre el 2014 y el 2019 en el primer caso solo se recibió el 6% de lo invertido en el país, mientras que en la industria se invirtió únicamente el 11%, cifras que no permiten superar el nivel de descapitalización que presentan estos dos sectores fundamentales para el desarrollo del país.[10]

Por otro lado, la baja eficiencia del proceso inversionista se ha reflejado en el incumplimiento de los estudios de factibilidad, afectados por la falta de insumos y de fuerza de trabajo de acuerdo a los cronogramas constructivos elaborados, a lo que se añaden deficientes estudio de mercado, todo lo cual impide una recuperación apropiada de los recursos invertidos.

Estas deficiencias se han observado aún en sectores altamente priorizados como es el caso del turismo, donde en el pasado año se registró un nivel de ocupación lineal del 48,2%, cifra inferior al 57,1% logrado en el 2014 y también menor al promedio del área del Caribe, que fue de 63,7% en el 2019.[11]

Tampoco ha cumplido las expectativas la inversión extranjera directa.

Según datos del EIU, los flujos netos de inversión extranjera a Cuba promediaron 737 millones de dólares entre el 2015 y el 2019, cifra inferior a los requerimientos oficiales ubicados entre 2 000 y 2 500 millones anuales. La proyección para el presente año -elaborada en junio del 2020- es de unos 644 millones de dólares y de 837 millones para el 2021.[12]

Sin dudas en la limitada dinámica de estos flujos ha estado incidiendo el incremento de las medidas aplicadas por la administración de Donald Trump contra Cuba a partir del 2017, que han elevado el nivel de riesgo para las inversiones en el país.[13]No obstante, la experiencia demuestra que Cuba requiere elaborar propuestas de inversión más flexibles y que otorguen ventajas más atractivas al capital extranjero, además de proceder con trámites más agiles y procesos de toma de decisión más expeditos.

Algunas medidas recientes apuntan en esa dirección. Así por ejemplo se emitió el Decreto Ley Nº 14 que permite hipotecar o entregar determinados activos como prenda para garantía de pago y el Decreto Ley Nº 15 que concibe con el mismo propósito la creación del fideicomiso de garantía.[14]

Es posible que con el cambio de gobierno que debe producirse en EE.UU. a inicios del 2021, pueda modificar el efecto demostración negativo que –con relación al sector externo de la economía cubana- ha estado presente con la administración de Donald Trump. De tal modo, si bien no cabe esperar un cambio profundo de la política norteamericana hacia Cuba a corto plazo, si es posible que cambie la apreciación de otros países sobre nuestro país a la hora de establecer relaciones económicas con el mismo, de forma similar a lo que ocurrió en el 2015 con la política adoptada por Barack Obama entonces.

De cualquier modo, será determinante para el avance en Cuba la efectividad con que se proceda a aplicar la política económica ya acordada por parte del gobierno cubano en lo inmediato y la velocidad para proceder a las modificaciones que resulta indispensable implementar para superar los obstáculos objetivos y subjetivos  y retomar el camino hacia un desarrollo próspero y sostenible.

Para ello contamos con los recursos indispensables, pero es necesario crear el consenso social de apoyo por parte de nuestro pueblo a las políticas diseñadas basado en su conocimiento y comprensión.

Noviembre 20, 2020.

 [1] Sobre este punto ver “Wealthy Nations Defy Trump with Debt Lifeline to Ailing Cuba” October 16 2020 en www.thecubaneconmy.com y “Acreedores ricos dan opciones a Cuba, pero impondrán sanciones” Octubre 31 2020 en www.reuters.com

 [2] Se estima que se liquidaron unos 70 millones.

[3] Bank of International Settlements “Balance Sheet Position. Cuba. June 2020” en www.stats.bis.org 

[4] Para estos datos ver The Havana Consulting Group “COVID-19 puede hacer declinar las remesas a Cuba entre un 30 y un 40% en 2020” Marzo 20 2020 en www.thehavanaconsultinggroup.com  y The Economist Intelligence Unit (EIU) “Country Risk Service. Cuba. June 2020” en www.eiu.com

[5] Ver “Sector privado aumenta contratos de exportación e importación” Octubre 12 , 2020 en www.escambray.cu

[6] Ver “Nueva estrategia socioeconómica cubana: ¿Qué acciones impulsarán Comercio Interior y Exterior? Julio 22 del 2020 en www.cubadebate.cu

[7] “Claves de la nueva política de comercialización de productos agrícolas y otras novedades del campo” Noviembre 6 del 2020 en www.cubadebate.cu

[8] “Después de la tormenta…el país que nos debemos” Noviembre 19 2020 en www.cubadebate.cu

[9] “Interviene en la sesión plenaria, el ministro de la Agricultura Gustavo Rodríguez Rollero” Diciembre 19 del 2020 en www.granma.cu

[10] ONEI “Anuario Estadístico de Cuba 2019. Construcción e Inversiones” La Habana, 2020 en www.onei.gob.cu

[11] ONEI “Anuario Estadístico de Cuba 2019. Turismo” La Habana, 2020 en www.onei.gob.cu y “La industria hotelera del Caribe establece nuevos records” Febrero 2 del 2020 en www.expreso.info

[12] EIU “Cuba. Country Risk Service” June 2020 en www.eiu.com

[13] El EIU clasifica a Cuba como CCC, es decir una inversión de alto riesgo. La clasificación de Moody es en esencia similar con Caa2.

[14] “Decreto Ley Nº 14 De la Prenda y la Hipoteca” y “Decreto Ley Nº 15 Del Fideicomiso de Garantía” Gaceta Oficial de la República de Cuba Nº 58 Extraordinaria, 23 de octubre del 2020 en www.gacetaoficial.gob.cu

Minindustria Ruly, innovación como respuesta a las dificultades (+Fotos)

 

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La Habana, 21 nov (ACN) La minindustria Ruly, dedicada a la elaboración de embutidos, se crece ante las dificultades provocadas por la pandemia y el bloqueo, y busca soluciones creativas para mantener sus producciones.

El papel de las minindustrias en la producción de alimentos en Cuba es estratégico, pues contribuyen en gran medida a satisfacer la demanda de la población y colaboran con las empresas y otras instancias del país.

Raúl García Rodríguez, presidente de la minindustria Ruly, explicó a la Agencia Cubana de Noticias que en los últimos meses lo más difícil ha sido la obtención de las materias primas, las cuales se han encarecido, producto de las circunstancias actuales.

Debido a ello ha tenido que subir los precios, pero teniendo en cuenta las necesidades de sus clientes, al menos hasta que la situación con productos básicos como la carne de cerdo se estabilice, resaltó.

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No obstante la minindustria ha comenzado a utilizar subproductos que anteriormente no se explotaban, por ejemplo con la carne que queda de los perniles deshuesados se elabora una masa de hamburguesas con gran calidad y que se presenta con un costo más asequible.

Asimismo, teniendo en cuenta productos que sí son fáciles de encontrar en este momento han incorporado a los embutidos viandas y vegetales como espinaca y boniato, manteniendo la calidad y el sabor.

García Rodríguez refirió también que ha incursionado en una línea para las personas veganas o que por problemas alimenticios no pueden comer los embutidos, para ello hizo una simulación de todos sus productos, pero sin utilizar la carne.

Por ejemplo, realizó una morcilla en la que sustituyó la sangre por remolacha, y agregó, además, arroz, frijoles negros y lentejas, y el producto goza de muchísima aceptación.

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El creador de Ruly comentó que empezó con esta idea haciendo solo jamón de agua, con un bidón de acero inoxidable y una cocinita de gas solamente, pero contaba con la experiencia de haber trabajado anteriormente en una empresa cárnica y conocía los procesos.

Luego se fue motivando porque los productos tenían gran aceptación y cuando se abrieron mayores oportunidades en el país creó la minindustria, donde se obtienen hoy embutidos de calidad y durabilidad, y que al comerlos dejan deseo de volver a repetir.

Rosmery García González trabajadora de la minindustria Rubí, hija del presidente de la misma, destacó que el empeño que pone su padre en el trabajo es esencial, él mismo ha hecho gran parte de la maquinaria que utilizan, lo que también garantiza la calidad.

El marxismo y la burocracia de Estado

 Por Rolando AstaritanMarxismo & Economía

Días atrás, en una charla para alumnos de la Universidad Nacional de La Pampa, hice referencia a una crítica de Marx al gasto fiscal, a fin de mostrar que los socialistas criticamos el gasto improductivo y, más en general, cuestionamos a la burocracia del Estado. En esta nota amplío el tema. Me mueve a hacerlo el hecho de que la mayoría de la izquierda ha abandonado esta crítica. Una posible razón de ello es la influencia de la ideología del nacionalismo burgués. Es que, según este, la contradicción central de la sociedad hoy está planteada en términos Estado y mercado, de manera que todo lo que engorde al Estado favorecería la lucha por “domar a los mercados”.

Naturalmente, el punto de partida del marxismo es diferente: la contradicción que atraviesa a la sociedad contemporánea no es entre el Estado y el mercado, sino entre el capital y el trabajo, siendo el Estado parte del polo capital. O sea, por encima de tensiones y hasta conflictos que pueda tener con los capitales privados, el Estado es capitalista. Por eso, la burocracia – ese gigantesco cuerpo de funcionarios – que conforma, junto a los organismos de represión y control, la estructura fundamental del Estado, es capitalista. Más en particular, la burocracia, y los organismos represivos, viven de los impuestos, que es valor generado por el trabajo impago de los obreros productivos. La crítica marxista de la burocracia es entonces parte fundamental de la crítica al dominio del capital.

La crítica de Marx

A fin de recuperar esta tradición crítica, que ha sido ahogada por infinitas capas de estatismo burgués, reproduzco el pasaje de Marx al que aludí en la charla. Pertenece a Las luchas de clases en Francia (edición Claridad, Buenos Aires, 1973).

Señala primero que en Francia “la fortuna pública” caía en manos de la alta finanza, debido al creciente endeudamiento del Estado, y plantea que ese endeudamiento tenía por causa continuo exceso de los gastos por sobre los ingresos. Escribe luego:

“Para escapar a este endeudamiento es preciso que el Estado limite sus gastos, es decir, simplifique y reduzca el organismo gubernamental, gobierne lo menos posible, que emplee el menor personal posible, que se ponga lo menos posible en relación con la sociedad burguesa”. Poco más abajo explica que, además de reducir los gastos y evitar las deudas, era necesario “pesar sobre los hombros de las clases más ricas  contribuciones extraordinarias”.

Sin embargo, hacer pesar esas contribuciones sobre las clases más ricas implicaba afectar los intereses de esa misma clase dominante. Por eso Marx se pregunta: “¿Para sustraer la riqueza nacional a la explotación de la Bolsa, el partido del orden debía sacrificar su propia fortuna en el altar de la patria? ¡Pas si bête! (no tan estúpido). Por lo tanto, sin subversión completa del Estado francés, no es posible la subversión del presupuesto público francés” (p. 120; énfasis añadido). Subrayo: la crítica a la estructura burocrática y a la maraña gasto – deuda pública – negociados, enlaza con el llamado a la “subversión completa” del Estado francés. Un planteo bastante más radical que la típica reforma impositiva “progre” con que se suelen entretener los partidos pequeñoburgueses.

Pero todavía más tajante es la crítica a la burocracia estatal contenida en El dieciocho brumario de Luis Bonaparte (aquí). Luego de referirse a la burocracia “omnipotente e inmutable”, Marx escribe: “Los impuestos son la fuente de vida de la burocracia, del ejército, de los curas y de la corte; en una palabra, de todo el aparato del poder ejecutivo. Un gobierno fuerte e impuestos elevados son cosas idénticas. La propiedad parcelaria (se refiere a las parcelas campesinas) se presta por naturaleza para servir de base a una burocracia omnipotente e innumerable”. Y en otro pasaje:

“Se comprende inmediatamente que en un país como Francia, donde el poder ejecutivo dispone de un ejército de funcionarios de más de medio millón de individuos y tiene por tanto constantemente bajo su dependencia más incondicional a una masa inmensa de intereses y existencias, donde el Estado tiene atada, fiscalizada, regulada, vigilada y tutelada a la sociedad civil, desde sus manifestaciones más amplias de vida hasta sus vibraciones más insignificantes, desde sus modalidades más generales de existencia hasta la existencia privada de los individuos, donde este cuerpo parasitario adquiere, por medio de una centralización extraordinaria, una ubicuidad, una omnisciencia, una capacidad acelerada de movimientos y una elasticidad que sólo encuentran correspondencia en la dependencia desamparada, en el carácter caóticamente informe del auténtico cuerpo social, se comprende que en un país semejante, al perder la posibilidad de disponer de los puestos ministeriales, la Asamblea Nacional perdía toda influencia efectiva, si al mismo tiempo no simplificaba la administración del Estado, no reducía todo lo posible el ejército de funcionarios y finalmente no dejaba a la sociedad civil y a la opinión pública crearse sus órganos propios, independientes del poder del Gobierno.

Pero, el interés material de la burguesía francesa está precisamente entretejido del modo más íntimo con la conservación de esa extensa y muy ramificada maquinaria del Estado. Coloca aquí a su población sobrante y completa en forma de sueldos del Estado lo que no puede embolsarse en forma de beneficios, intereses, rentas y honorarios. De otra parte, su interés político la obligaba a aumentar diariamente la represión, y por tanto los recursos y el personal del poder del Estado, a la par que se veía obligada a sostener una guerra ininterrumpida contra la opinión pública y mutilar y paralizar recelosamente los órganos independientes de movimiento de la sociedad, allí donde no conseguía amputarlos por completo”.

Observemos que de lo anterior se desprende una propuesta de programa democrático: simplificar la administración del Estado; reducir todo lo posible el ejército de funcionarios; dejar que la sociedad civil y la opinión pública generen sus órganos propios, independientes del poder del Gobierno. Programa que, de alguna manera, Marx consideró luego que cumplió la Comuna de París. En La guerra civil en Francia escribió: “La Comuna convirtió en una realidad ese tópico de todas las revoluciones burguesas, que es un ‘Gobierno barato’, al destruir las dos grandes fuentes de gastos: el ejército permanente y la burocracia del Estado” (p. 68; edición Fundación Federico Engels). Enfatizamos: gobierno barato, un anhelo democrático elemental (al pasar, ¿por qué diablos la izquierda hoy ha cedido esta bandera a la ultraderecha?).

Agreguemos que Marx consideraba que la Economía Política, en su período clásico, había cumplido un rol progresivo en la crítica a la maquinaria estatal. En este respecto, fue muy importante la distinción entre trabajo productivo e improductivo, realizada por Adam Smith. Según Smith, los funcionarios estatales, los militares, sacerdotes, jueces, y similares, participaban del consumo como parásitos de los trabajadores productivos (que generan plusvalía). Pero posteriormente esa crítica fue abandonada por los ideólogos burgueses. En Teorías de la plusvalía Marx explica ese giro: “En su período clásico, la Economía Política adoptó una muy crítica actitud respecto de la maquinaria del Estado. En una etapa posterior se dio cuenta y –como además aprendió en la práctica – aprendió por la experiencia que la necesidad de la combinación social heredada de todas estas clases, que en parte eran por completo improductivas, surgía de su organización misma” (p. 148, t. 1, edición Cartago).

Precisemos que la crítica de Marx es a la burocracia, a esa red de funcionarios que parasitan y sacan provecho de sus cargos en el Estado, ejerciendo, además, tareas de control y/o represión de las masas trabajadoras. No es una crítica a los trabajadores del Estado que, a cambio de un salario (que muchas veces no alcanza siquiera para reproducir la fuerza de trabajo) contribuyen a la producción y reproducción de lo que puede llamarse capital constante “social” (por caso, obreros estatales dedicados a la obra pública); o a la preparación y conservación de la fuerza de trabajo (trabajadores de la educación o de la salud). Estos trabajadores, aunque no generen plusvalía, son explotados por el capital y su Estado.

Burocracia estatal y corrupción de dirigentes

Lo explicado en el apartado anterior debemos actualizarlo destacando la manera en que el moderno aparato estatal burocrático se ha convertido en un factor de cooptación, corrupción, división y desorganización de movimientos sociales o partidos de tipo izquierdista. En Argentina, por lo menos, es algo muy común (pero compañeros brasileños me dicen que en su país ocurre algo similar, en especial con cuadros del PT). 

Se trata de centenares o incluso miles de dirigentes y activistas, que obtienen puestos – la imaginación para inventar cargos es inagotable – en ministerios, secretarías, subsecretarías, direcciones, a los niveles nacional, provinciales o municipales, más infinidad de  organismos de tipo autonómico. Cargos que les sirven para embolsarse buenas sumas de dinero, sostener punteros políticos y lúmpenes “todo terreno”. Además de ejercer como correas de transmisión de ideologías y políticas que contribuyen a la reproducción del dominio sobre el trabajo. Todo esto en colaboración con burócratas sindicales, dirigentes barriales, funcionarios eclesiásticos, y similares. Y con la ayuda accesoria de intelectuales progres e izquierdistas, dispuestos a justificar cualquier cosa para seguir con la farsa de la “liberación nacional” y “la lucha contra el mercado”. Se asiste así al triste espectáculo de centenares de arribistas, hundidos en la vileza (aunque se llaman a sí mismos “militantes”), arrastrándose sin fin para obtener su tajada en el festín. Indudablemente, son factores de división y desmoralización en las masas. No hay nada en esta manga de parásitos que favorezca a la clase obrera.

Burocracia y el proyecto socialistas

La crítica a la burocracia estatal nos plantea también la cuestión de por qué y cómo la burocracia se reprodujo y amplió en los regímenes llamados socialistas. Tengamos presente que en El Estado y la revolución, y en la tradición de Marx, Lenin también consideró que la burocracia y el ejército permanente son “un parásito adherido al cuerpo de la sociedad burguesa, un parásito engendrado por las contradicciones internas que dividen a esta sociedad, pero, precisamente, un parásito que tapona los poros vitales” (énfasis añadido). Por eso también, pocas líneas más abajo, reivindica la idea del anarquismo, del Estado “como un órgano parasitario”.

Sin embargo, Lenin pensaba que, una vez que la clase obrera conquistara el poder, con medidas sencillas, como la elegibilidad y revocabilidad de los funcionarios del Estado obrero, y la reducción de sus salarios al nivel del salario de un obrero, se podría llevar a la práctica una democracia proletaria radicalmente nueva. Se haría realidad entonces la demanda del gobierno barato. La disolución del ejército permanente, junto a la creación de la milicia, constituiría el otro pilar de esa democracia de las masas trabajadoras.

Pero a poco de andar el nuevo régimen hubo de constatarse que la burocracia resurgía, se fortalecía y se imponía a los propios funcionarios comunistas (véase la intervención de Lenin en el 11° Congreso del PCUS, marzo – abril de 1922). Y adquiriría proporciones mucho mayores en los 1920 y 1930. Así, hasta la consolidación de la nomenklatura (una extendida capa de burócratas que vivían del trabajo de los obreros y campesinos). Algo similar ocurrió en el resto de los regímenes llamados “socialismos reales”; o en el llamado “socialismo siglo XXI”. Todos los movimientos y partidos que proclamaron la construcción del socialismo “desde arriba” (desde el Partido, desde el Comité Central, desde el líder), terminaron segregando monstruosos aparatos burocráticos. No es casual que las militancias PC y ex PC, los maoístas, y variantes afines, hayan silenciado, sistemáticamente, la crítica marxiana a la burocracia.

Es necesario restablecer la centralidad de la crítica a la burocracia, sea capitalista, u “obrera” (o socialista). Forma parte de la lucha del socialismo con las ideologías burguesas y burocrático-stalinistas.

Día del Turismo cubano: Por un destino seguro

 

Cuba apuesta por un turismo seguro. Foto: MINTUR Cuba.

Nadie pensó el 20 de noviembre de 2019, cuando se declaraba el Día del Turismo Cubano, que su primer año de celebración sería tan diferente.

En ese momento el entonces titular de Turismo, hoy primer ministro de Cuba, Manuel Marrero, en un aparte con la prensa explicaba que la industria debía tener una temporada alta favorable (noviembre-abril), todo truncado con la llegada de la pandemia de la COVID-19 al país en el mes de marzo, aunque su presencia se sentía desde meses antes en el mundo.

En medio de la compleja situación global impuesta por ella, que lo afectó todo, y casi en su totalidad la industria turística, Cuba celebra su día.

Lo celebra porque lo merece, porque ha trabajado para reiniciar la recuperación del sector que tan importante resulta para la economía de la isla caribeña, ¿que cómo lo hace?

Pues con todas las instalaciones aéreas reabiertas y operativas, la última en hacerlo fue el aeropuerto internacional José Martí de La Habana el pasado día 15, recibiendo vuelos internacionales cargados de turistas que deciden escapar por unos días y relajarse en las azules aguas de las playas y cayos cubanos.

Cuando en julio el Gobierno decidió abrir algunos destinos al turismo internacional, muchos pensaron, incluso yo, que tal vez era demasiado pronto, que el peligro aún estaba latente y que nos estaríamos exponiendo.

La verdad es que hoy, más de cuatro meses después de esa reapertura parcial, la realidad ha demostrado que el país está preparado para hacer frente a la situación sanitaria que obliga a cambiar lo que creíamos normal.

Cubanos varados en diferentes naciones regresan a sus casas y junto a los turistas que visitan el país son igualmente atendidos, con protocolos sanitarios que velan por la salud tanto de quienes llegan como de quienes los reciben.

Instalaciones turísticas a lo largo y ancho del país van reabriendo según crece la demanda, incluso las bases del Campismo Popular, próximo a cumplir 40 años, comienzan a sentir la algarabía que durante ocho meses estuviera ausente.

En la nueva normalidad que vive Cuba, naciones como Canadá y Rusia vuelven a reafirmarse como principales mercados, y Alemania realiza un Fam Trip para constatar la seguridad del destino y recomendarlo, desde la experiencia, a sus ciudadanos.

Hoy, a un año de declarado el Día del Turismo Cubano, existen muchas razones para celebrar. Hagámoslo entonces y disfrutemos de todos los destinos que la mayor isla del Caribe nos ofrece.

Día del Turismo Cubano. Foto:Twitter/ @MinturCuba

Foto: Twitter/ @MinturCuba.

(Tomado de Excelencias)

Contra ilegalidades en Ciego de Ávila, sin paños tibios

Por José Alemán Mesa
ECONOMÍA
20 Noviembre 2020


Fotos: Alejandro García Sánchez

Pagar la ilegalidad no es nuevo, como tampoco lo es el compromiso del Grupo Provincial de Enfrentamiento (GPE) en el combate a las constantes contravenciones a precios topados de alimentos y productos industriales en Ciego de Ávila. Aunque frente a un carretón o tarima no lo aprecie, el territorio mantiene vigentes sus disposiciones de agosto de 2019.

Crece el reclamo de las personas por pasar entonces de la advertencia oficial a la sanción, con la ley en una mano y el talonario en la otra, pues comprobado está que conocer la existencia del ambiente ilícito, apercibir a los infractores e intentar disuadirlos de su actitud, en ocasiones, genera cierta impunidad y reincidencia.

En correspondencia, solo en la mañana de este jueves, calle arriba y calle abajo, el GPE realizó 41 visitas a entidades estatales y a trabajadores por cuenta propia, para fiscalizar el cumplimiento de los precios y las medidas higiénico-sanitarias, en las cuales se aplicaron ocho multas por un valor de 7 275.00 pesos.

Evaristo González Camacho, al frente de la Dirección Integral de Supervisión Provincial (DIS), informó que también se efectuaron cuatro decomisos, que consistieron en 241 libras de yuca, 86 de calabaza, 100 paquetes de café y 39 cajas de puré de tomate.

“En el punto de venta de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) José Antonio Echeverría, con dirección en calle Máximo Gómez, entre José Antonio Echeverría y calle Uno, en el municipio cabecera, se comprobó que ofertaban el tubo de jamón y de chorizo a 70.00 pesos, sin aparecer en el listado de precios de la unidad.

“Además de citar al presidente de la CCS para la DIS provincial, se le aplicó una multa de 100.00 pesos a la dependiente por no tener el nasobuco bien puesto en el momento de la inspección.”

En la vía pública, no obstante los correctivos, todavía no son pocos los trabajadores de la forma de gestión no estatal y los que, por su cuenta y sus cuentas, insisten en transgredir los gravámenes instituidos. Carretones “artillados” franquean tanto las principales arterias como sitios periféricos de la ciudad.

 venta galletasUn paquete de galletas saladas ¡60 pesos!, cuando la persona no posee ni documentos ni fábrica

Se localizó a un ciudadano que, por vender frutabomba sin los permisos y violar los costos reconocidos para el producto, tiene que saldar una multa de 2 000.00 pesos.

Continuó el recorrido y, ante un grupo de inspectores de la DIS, otro duplicó la valía del pote de ají cachucha y la yuca, infracciones por las que costeará 2 000.00 pesos.

Hace poco, delante de este periodista, alguien reprodujo la respuesta de un carretillero a una anciana: “si no le cuadra, cómase el dinero”. La abuela, comentó la persona que observó, sacó su nailon del fondo de la jaba, apartó el carné de identidad, la chequera, las recetas por comprar y, dentro del tarjetón del medicamento, bien prensado, el billete de 100.00 pesos.

Dicha forma de contestación es, aunque con otras señales, la de incontables re-vendedores. Por eso, es necesario entender que la denuncia no acaba con solo quitarle 1 000.00 pesos a aquel cuentapropista (reincidente) que expende el bocadito de chorizo a 7.00 pesos, el de jamón a 10.00 y el de jamón con chorizo a 15.00.

Las cuantías, que en varios casos se cuchichean a escondidas, se elevan sobre la base de una gradual demanda —de casi todo—, la escasez de ofertas, pasando por los trastornos del confinamiento, ante los que no han faltado los oportunistas, con suficiente “carretera” trascurrida y paños tibios al no ser sancionados con la fuerza requerida.

En lo que crecen los intentos por frenar la tendencia a timar al cliente (con cuentas mal sacadas, según el trinomio precio-peso-calidad), los particulares justifican el alza del monto a pagar por sus mercancías con que sus proveedores han encarecido las ofertas y el Estado tampoco les asegura las materias primas; aunque los carretilleros deben adquirir su mercancía en la red minorista (puntos de venta, placitas, organopónicos), otra innegable realidad.

Por último, en reiterados momentos, se inspecciona el desempeño de un carretonero, por citar un ejemplo, y los clientes se molestan por interrumpir o como espectadores pasivos califican de “pobrecitos” a quienes, minutos antes, denunciaban por sus disímiles trampas.

De ahí que ir contra ilegalidades en Ciego de Ávila sea una batalla fuerte, que implica participación popular, para así acabar con esa red que sustenta la reventa y trae consigo el acaparamiento y el desvío de productos contratados de antemano por Acopio e incluidos en su balance de distribución.