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miércoles, 25 de noviembre de 2020

Otras frases del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz

 Por Humberto Herrera Carlés

El año pasado, a raíz del cumpleaños de Fidel el 13 de agosto, hice una pequeña selección de frases sobre economía, que tenían plena actualidad para el desempeño de la misma,  y que curiosamente  se encuentra entre las más vistas,  por nuestros lectores en estos momentos,  a raíz del 4to aniversario de la desaparición física del Comandante en Jefe  https://cubayeconomia.blogspot.com/2019/08/algunas-frases-sobre-economia-de-fidel.html.

He seleccionado en esta ocasión,  otras frases del extenso caudal de ideas de Fidel que se presentan a continuación, con el objetivo de tenerlas en cuenta en nuestra praxis diaria. 

“[...] la agricultura es lo que alimenta al hombre; es la que no solamente alimenta, sino que viste y calza al hombre [...]”.  

“[...] Hay que estar en una guardia permanente con los riesgos. Hay que ser casi clarividente, pensar y pensar, pero pensar en alternativas”. Es muy importante el hábito de buscar alternativas y seleccionar entre las mejores de ellas”.

“[...] frente a los hechos, el análisis [...]”.

“[...] Hay que analizar las cosas como son, porque con mentiras no se llega nunca a ninguna parte [...]”.

“[...] Hay que analizar las cosas tan crudas como sean, al objeto de encontrar el camino acertado [...]”.

“[...] no puede haber nada más antimarxista que el dogma, no puede haber nada más antimarxista que la petrificación de las ideas”.

“[...] no es cuestión de vivir de los dogmas, es cuestión de sostener lo que se piensa o se defiende sobre la base de argumentos y razones”.

“[...] dentro de una aspiración justa, nada es imposible para un pueblo”.

“[...] batalla de ideas no significa solo principios, teoría, conocimientos, cultura, argumentos, réplica y contrarréplica, destruir mentiras y sembrar verdades; significa hechos y realizaciones concretas [...]”.

“[...] El bienestar no es solo la conquista de los bienes, porque las necesidades materiales se satisfacen. Eso es, en todo caso, una base [...]”.

“[...] la biotecnología y la ingeniería genética desempeñan un papel muy importante, junto con la robótica y la electrónica, en las perspectivas de desarrollo [...]”.

“[...] el bloqueo es una guerra económica contra Cuba, guerra económica; es la persecución tenaz, constante, de toda gestión económica de Cuba en cualquier parte del mundo —Estados Unidos trabaja activamente, a través de sus canales diplomáticos, a través de sus embajadas, para presionar a cualquier país que quiera comerciar con Cuba, para presionar a cualquier empresa que desee comerciar o invertir en Cuba, para presionar y castigar a cualquier barco que transporte mercancías a Cuba—; es la guerra uni- versal, con ese inmenso poderío a su favor, contra la economía de nuestro país, al extremo de realizar gestiones individuales, incluso, con personas, con individuos que intentan desarrollar cualquier actividad económica en relación con nuestro país”.

“Crear burocracia es echar por el vertedero los recursos humanos, es convertir un hombre o una mujer en un ciudadano inútil y parasitario; es echar por la borda la energía y la inteligencia humanas, que deben emplearse en cosas útiles a la sociedad, en cosas útiles a los seres humanos”.

“[...] El imprescindible, el mínimo de trabajo de oficina, es necesario; lo que no es imprescindible es la acumulación de burócratas en las oficinas”.

“[...] la cantidad sin la calidad es botar los recursos, botar el trabajo, botar los materiales [...]”.

“[...] Cada cual es responsable de lo que hace; si es acertado avanza; si es errático el camino, retrocede”.

“[...] No tenemos un gran capital financiero, pero sí tenemos un gran capital humano”.

“[...] Lo que mueve al capital de inversión privada extranjera no es la generosidad sino las ganancias [...]”.

“[...] hay dos capitalismos: el capitalismo en los países altamente industrializados y el capitalismo en los países subdesarrollados [...]”.

“[...] no es totalmente bondadoso, no es totalmente noble, no es digno realmente de elogio, de admiración y de estimación lo que se hace por temor al castigo, o lo que se hace en busca de un premio [...]”.

“[...] las causas justas del hombre siempre marcharán adelante, siempre triunfarán, no importa cuánto tarden”.

“[...] La ciencia propiamente no tiene ideología, como ciencia; es decir, un instrumento científico, como un medicamento, un equipo médico, un equipo industrial, una máquina, no tienen ideología en sí mismos [...]”.

“[...] en el análisis de cualquier problema social hay que acudir a la ciencia [...]”.

“No es concebible el futuro del país sin la ciencia y la técnica, no es concebible el desarrollo del país sin la ciencia y sin la técnica. ¡Y es absolutamente imposible concebir la sociedad comunista sin la ciencia y sin la técnica!”

“[...] la cuestión de la ciencia y de la técnica es lo más importante de la política de cualquier gobierno capitalista o socialista [...]”.

“[...] los que creen que sobreviven haciendo concesiones al enemigo están perdidos; sobreviven los valientes, sobreviven los que resisten, sobreviven los que luchan [...]”.

“[...] Los conformistas podrán conformarse con el mínimo; nosotros buscamos el máximo”.

“[...] sin conocimientos no puede haber producción, no puede haber desarrollo, no puede haber agricultura ni nada [...]”.

“[...] cuando los años pasan, es posible tener no menos entusiasmo, sino más; no menos energía, sino más, y la energía nace de la convicción”.

“[...] solo de las crisis colosales pueden venir las grandes soluciones”.

“[...] una decisión que se tome puede estar influida por una serie de premisas erróneas que otros suministran”.

“[...] Desarrollo es, principalmente, la atención al ser humano, que ha de ser el protagonista y el fin de cualquier esfuerzo por el desarrollo [...]”.

“[...] un buen dirigente muchas veces es el que tiene que decir las cosas más difíciles [...]”.

“[...] Hay que crear una disciplina consciente en la gente, una actitud de trabajo consciente; si no, bueno, no se puede concebir el socialismo[...]”.

“[...] mientras más diversa sea la economía de un país, más diversos sean sus mercados, más sólida y más libre es la economía de ese país”.

“La economía no es una ciencia natural, no es ni puede ser exacta; es una ciencia social. Conceptos e ideas, tendencias y leyes surgidas en una época dentro de un sistema económico y social determinado, tienden a perdurar en el tiempo, aun cuando tales sistemas estén agotados o hayan desaparecido, lo cual no pocas veces perturba la interpretación más correcta de los acontecimientos [...]”.

“Eficiencia es servicio óptimo con el mínimo de trabajadores [...]”.

“[...] el empleo pleno no significa la satisfacción de las necesidades de todos y cada uno de los individuos del país”.

“[...] Es mejor equivocarse por cuenta propia que equivocarse por cuenta ajena”.

“[...] Las mismas condiciones políticas, económicas y sociales, que engendran la lucha, a su vez engendran los errores [...]”.

“[...] No ha habido ningún proceso revolucionario sin errores, no ha habido ninguna revolución sin grandes errores [...]”.

“[...] errores de extremismo de izquierda producen en determinado momento inclinaciones y políticas de derecha”.

“[...] el Estado socialista existe realmente para ayudar al hombre, para am- parar al hombre y para proteger al hombre en cualquier circunstancia”.

“[...] solo el esfuerzo aumenta la riqueza, solo el aumento de los que traba- jan, y el aumento de la maquinaria y la técnica puede multiplicar el estándar de vida de los pueblos [...]”.

“[...] se puede evolucionar sin abandonar un solo ápice los ideales que se han sostenido toda la vida [...]”.

“[...] La diferencia entre el exigente consciente y el exigente inconsciente es que, por lo general, el inconsciente cree que las cosas son fáciles, cree que las dificultades no existen, y le achaca a la incapacidad, o a la maldad, o a la mala fe de los hombres si las cosas no marchan mejor; el exigente consciente sabe que las dificultades existen, sabe que nada se logra sin mucho esfuerzo, sin mucho aprendizaje, sin mucha experiencia; el hombre consciente no se imagina que las cosas son fáciles, porque las cosas parecen tanto más fáciles muchas veces cuanto menos revolucionario se es, las cosas parecen más fáciles cuanto menos se ha visto el hombre muchas veces en la necesidad de resolver los problemas. Y las cosas son como son y aparecen tal como son en la medida en que los hombres se enfrentan a las dificultades y a los problemas y tratan de resolverlos”.

“No creo que el éxito sea la medida de que uno tiene razón o no”.

“[...] Los factores subjetivos influyen, aceleran con sus aciertos o retrasan con sus insuficiencias y errores los procesos históricos, pero no determinan el resultado final [...]”.

“Los factores objetivos derivados del propio desarrollo de la sociedad humana son los que determinan los acontecimientos”.

“Conmemorar una fecha, aunque hayan transcurrido muchos años, no tendría sentido si la fecha que se recuerda no se guarda en las ideas y en el corazón de los pueblos [...]”.

“[...] la esencia de una política no está en la virulencia de los adjetivos, sino en la firmeza de los principios [...]”.

“[...] no hay mejor lección que los hechos [...]”.

“[...] una cosa es criticar los errores y otra es destruir la historia de un país. Un país no puede existir sin historia [...]”.

“[...] Todos los hombres estamos expuestos a equivocarnos [...]”.

“[...] Solo los hombres imprevisores, solo los hombres condenados a per- manecer fatalmente en una vida sin progreso, le dan más importancia al presente que al futuro [...]”.

“Donde hay un hombre de más en un trabajo innecesario, hay un hombre viviendo de más sobre las espaldas de los trabajadores”.

“Las ideas pueden acelerar un proceso, como pueden retrasar considerablemente un proceso”.

“[...] entre las ideas básicas esenciales y la realización práctica de las ideas hay un mundo de diferencia [...]”.

“Las ideas tienen mucha importancia, si los problemas no se entienden con claridad, no tienen posibilidades de resolverse [...]”.

“[...] Ninguna idea nace pura ni completa desde el primer día, siguiendo una lógica se va desarrollando [...]”.

“[...] Las ideas son y serán siempre el arma más importante [...]”.

“[...] no hay independencia política si no hay independencia económica [...]”.

“[...] Una interpretación científica puede dar lugar a una ideología política [...]”.

“[...] las leyes físicas son mucho más rigurosas, mucho más exactas que las leyes históricas o sociales”.

“[...] el aumento de la productividad del trabajo que traen las máquinas es el único medio de multiplicar de tal manera las riquezas de las naciones que les permitan satisfacer un día todas sus necesidades [...]”.

“[...] Una bestia salvaje gobierna al mundo: el mercado, y lo conduce inexorablemente hacia la globalización neoliberal”.

“[...] El mundo inevitablemente llegará a ser uno solo, una familia humana [...]”.

“[...] La primera cosa correcta que tiene que hacer un país es no depender, ni de un solo mercado, ni de un solo producto [...]”.

“[...] el mundo del porvenir es un mundo de la ciencia y de la técnica; el país que se quede rezagado en eso, se quedará rezagado para siempre”.

“Un país socialista a lo que más atención tiene que prestarle es a la ciencia [...]”.

“Las palabras no tienen sentido si no expresan realidades [...]”.

“[...] cada acción engendra reacción, cada paso de avance agrupa las fuer- zas del retroceso, que tratarán de anular ese paso de avance [...]”.

“[...] Aprender a pensar es aprender a buscar soluciones adecuadas [...]”.

“[...] la planificación es muy buena pero no debe convertirse en una cosa rígida, en una camisa de fuerza [...]”.

“[...] No se puede tener una posición teórica y otra posición práctica. No se puede tener una posición ante la teoría y otra posición ante el trabajo [...]”.

“[...] problemas difíciles, complejos, se pueden resolver cuando se discute con flexibilidad, seriedad y respeto [...]”.

“Rectificar es buscar soluciones nuevas para problemas viejos; rectificar es crear, abrir cauce, abrir camino, abrir brecha [...]”.

“[...] Cuando las revoluciones sociales hayan concluido habrá una revolu- ción que no concluirá nunca, que es la revolución de la técnica [...]”.

“Ante riesgos reales o imaginables, presentes o futuros, no hay otra alter- nativa que educar a la población para enfrentarlos [...]”.

“[...] El sistema socialista es muy nuevo y le queda mucho que aprender todavía”.

“[...] ¿qué es el socialismo? Es la posibilidad de emplear de manera óptima los recursos humanos y los recursos naturales en beneficio del pueblo.¿Qué es el socialismo? Es la desaparición de la contradicción entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción”.

“[...] luchar por una utopía es, en parte, construirla”.

“[...] si uno un día creyera que la causa por la que lucha es un sueño, nuestro sueño es tan justo que, si un día creyéramos incluso que es sim- plemente una utopía, yo estaría junto a esa utopía hasta el final, por ser la más hermosa y la más justa de las utopías [...]”.

Reseña del libro: El pensamiento económico de Fidel Castro en las relaciones económicas internacionales 1

Autores

Dr. C. Ernesto Molina Molina
Doctor en Ciencias Económicas. Miembro de Mérito de la Academia deCiencias de Cuba. Profesor Titular de Economía Política, Historia del Pensamiento Económico y Teoría Económica, Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa García. Presidente de la Sociedad Científica de Pensamiento Económico de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba, e-mail: emolina@isri.minrex.gob.cu. ORCID iD: 0000-0001-7825-5001
 

RESUMEN

Varios prestigiosos investigadores del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial y colaboradores de este Centro lograron realizar este libro que resume un primer resultado del análisis del pensamiento económico del Comandante en Jefe en la esfera de las relaciones económicas internacionales. Todos los temas resultan aportes significativos asociados al momento en que fueron abordados por Fidel: el tema del socialismo como condición para el desarrollo, el libro La crisis económica y social del mundo, la deuda externa del Tercer Mundo, los peligros de la destrucción del medio ambiente y la necesidad de tomar medidas urgentes para preservar la vida en el planeta, y disímiles temas de la economía internacional que se encuentran  

INTRODUCCIÓN

La Revolución Cubana tuvo que contar con mucha creatividad con el vínculo imprescindible entre la economía y la política. Eso explica por qué las concepciones económicas de Fidel Castro tienen que estudiarse principalmente a través de los discursos y documentos del Estado y del Partido, incluso a través de las leyes revolucionarias y su aplicación práctica. La política que se divorcia de la economía pierde su base objetiva y está condenada al fracaso. Al mismo tiempo no es posible cumplir cabalmente las tareas económicas sin un acertado enfoque político, es decir, sin respetar los intereses de la sociedad en su conjunto, para lograr la plena unidad del pueblo ante un enemigo muy poderoso: el imperialismo yanqui.

Para cada momento histórico, nuestro pueblo tuvo que incorporar el aprendizaje de una nueva forma de lucha por su independencia y autodeterminación. Tuvo que aprender que Patria y Socialismo tendrían que unirse para lograr la “segunda independencia” de que hablara Martí en su testamento político. Y, sin embargo, treinta años después de iniciada la Revolución Cubana de 1959, hubo que plantearse de nuevo cómo convertir el revés del socialismo en victoria. La década de los años noventa nos obligaron a interiorizar en nuestra mentalidad aquella frase de Alegría del Pío: “aquí no se rinde nadie”, en circunstancias diferentes, ahora para un pueblo entero. Solo que este pueblo ya tenía mayor conciencia de sí mismo, de su propia historia; y de sus fortalezas y debilidades para continuar un nuevo tipo de lucha.

En forma muy breve, José Luis Rodríguez explica la labor realizada por investigadores del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial y colaboradores de este Centro para lograr este libro que resume un primer resultado del análisis del pensamiento económico del Comandante en Jefe en la esfera de las relaciones económicas internacionales.

DESARROLLO

El prólogo de Osvaldo Martínez, si bien pudiera considerarse extenso, no lo es realmente, si se tiene presente el amplio periodo que abarca y que expone cómo se fue enriqueciendo el contenido científico en las relaciones económicas internacionales en el pensamiento económico de Fidel, y cómo el Comandante en Jefe se supo asesorar e intercambiar con instituciones como el Centro de Investigaciones de la Economía Mundial y el Centro de Investigaciones de Economía Internacional, y plantearle tareas acuciantes a la luz de los acontecimientos cada vez más complejos y conflictivos a escala global. Pero, además, de cierta manera este prólogo constituye una síntesis de todos los temas abordados en el libro.

A continuación, nos valemos del prólogo de Osvaldo Martínez en extenso:

Eran los años bien difíciles de la voz solitaria de Fidel Castro en las Cumbres de Jefes de Estado criticando al capitalismo globalizado transnacional, desafiando lo que parecía ser el sentido común de la época, aceptado y repetido por todos. En esos años multiplicó su estudio de la economía mundial y esta temática estuvo presente con más frecuencia que antes en sus intervenciones en diversos escenarios.

Consultando esas intervenciones de la década puede apreciarse que convirtió los temas de economía mundial en armas de frecuente utilización polémica en los discursos, conversaciones, preguntas y respuestas. En ellos profundizó su manejo de las complicadas tramas del mercado financiero globalizado, del funcionamiento de las Bolsas de Valores, los fondos de cobertura, las técnicas y trampas de la especulación financiera, la manipulación de las tasas de cambio, los entresijos del funcionamiento del FMI, del Departamento del Tesoro y la Reserva Federal de Estados Unidos, los irritantes privilegios del dólar de ese país y la actuación de su economía como un extractor de capitales procedentes del resto del mundo.

Es sabido cómo Carlos Marx logró explicar el carácter cíclico de las crisis a partir de la renovación masiva del capital fijo, cada vez que se producía una revolución científico técnica. Pero bajo las condiciones de una exacerbada especulación financiera, como la que hoy caracteriza el ciclo económico, Fidel hace su propio análisis:

El tema de las crisis capitalistas, estudiado por Marx y seguido durante mucho tiempo por casi todas las escuelas de pensamiento económico, volvió a debatirse, y sobre él se interesó Fidel Castro, aplicando al análisis su acervo de conocimientos acerca del mercado financiero, la política neoliberal y las tesis marxistas sobre ellas.

Expresó que el sistema capitalista en su versión globalizada neoliberal, con el peso determinante de la especulación financiera, con la preferencia por la inversión especulativa y la peligrosa tendencia a la formación de burbujas financieras prestas a estallar, podía desencadenar una más fuerte crisis en algún momento futuro no lejano. Esta crisis se vería agravada por el hecho de que el gasto militar, utilizado en el pasado como amortiguador de las crisis y el manejo anticíclico de tipo keynesiano de las tasas de interés, no producían ya los resultados esperados. Así ocurrió en la realidad cuando en 2008 el sistema entró en una crisis más aguda y abarcadora caracterizada, entre otras cosas, por una sumatoria de crisis en sectores específicos como el alimentario, energético, financiero, ambiental, de la que aún no parece haber salido por completo.

Cuando en 1998 se produce el evento internacional Economía 98 en La Habana, Fidel propone iniciar los eventos de Globalización y Problemas del Desarrollo a partir de 1999; porque, precisamente los problemas globales ponían en peligro la vida en el planeta y hacían necesario el debate a escala global, con la participación de todas las escuelas de pensamiento y todas las instituciones internacionales que estuvieran dispuestas a una confrontación sensata. La participación de Fidel fue muy activa en esos primeros eventos.

En el año 2006 tiene lugar la salida del compañero Fidel de sus responsabilidades como gobernante por razones de salud, pero no cesó de trabajar su intelecto hasta su fallecimiento a finales de 2016.

Durante esos años mantuvo activa su inteligencia, su sed de saber y su vocación de servicio a Cuba y a los humanos de cualquier nacionalidad. Sus Reflexiones, publicadas en los medios de información en forma de breves notas, dan cuenta de la amplitud de su registro intelectual.

Muchas de las Reflexiones fueron dedicadas a insistir sobre la catástrofe ambiental que continúa incubándose, sin que las muchas reuniones internacionales aporten acuerdos definidos para detener la suicida carrera y sin que los gobiernos de los países que más contribuyen a acelerarla asuman sus responsabilidades.

Fidel Castro había hecho referencia en numerosas intervenciones al modelo consumista norteamericano –destructivo del medio ambiente– y que se exporta al resto del mundo. La conservación de este modelo consumista, que tiene como basamento el petróleo, encontró en los biocombustibles una nueva justificación económica, de espaldas a los intereses alimentarios de los pueblos:

Los llamados biocombustibles o agrocombustibles fueron objeto de un análisis crítico por representar un ejemplo de la capacidad del sistema capitalista transnacional para convertir los avances científicos en instrumentos de valorización del capital, antes que recursos para mejorar la vida de la especie. Esos agrocombustibles extraídos de cultivos comestibles como el maíz, la caña de azúcar, el aceite vegetal y otros, y transformados en combustibles para el consumo de automotores, significan una carga adicional sobre la crisis alimentaria, disminuyendo las tierras dedicadas a producir alimentos, estimulando la ocupación de nuevas tierras mediante la deforestación, y la expulsión de comunidades campesinas. Todo para satisfacer el consumo creciente de combustible en los países ricos y contribuir con más emisiones contaminantes.

El tema de la crisis volvió a entrar en escena. La escasez de liquidez y crédito en países con crisis financieras permitió a Estados Unidos –vía absorción de capitales ajenos– contar con liquidez abundante: Gloria al billete verde, Dios de la Economía Casino. ¿Hasta cuándo este pilar de Estados Unidos –el dólar– sostendrá el sistema monetario mundial? La burbuja hipotecaria, con sus célebres “hipotecas subprime”, explota en agosto del 2007:

La crisis económica desatada en la economía de Estados Unidos en 2008 –con un preámbulo en 2007–, que arrastró al mercado inmobiliario registrando sucesos, desde la explosión de créditos chatarra hasta la quiebra de gigantes financieros como LehmanBrothers, expresó lo acertado del pronóstico sobre el estallido de otra crisis de mayor intensidad. La afanosa aplicación de programas de rescate de los especuladores entregándoles financiamiento concedido por el estado mediante procedimientos llamados de flexibilización cuantitativa, fue tratada desde diferentes ángulos en las Reflexiones.

Con los procesos de globalización neoliberal, las relaciones externas inciden de manera cada vez con más fuerza en el diseño de las políticas internas. Las disciplinas internacionales tienden a abarcar ámbitos cada vez más amplios. En lo económico inciden en las políticas fiscales y monetarias, en los impuestos y subsidios, en las condiciones de competencia, las prácticas laborales y los planes de promoción del desarrollo. En otras áreas abarcan campos tan diversos como el ámbito de competencia del Estado, la propiedad intelectual, la administración de justicia, la participación de la mujer, la preservación del ambiente, la gobernabilidad y la lucha contra la corrupción:

La crítica de Fidel Castro a la teoría y la política neoliberal merece un destaque especial. Muy temprano advirtió que esa corriente de pensamiento, en su esencia profundamente reaccionaria, es la teoría y la política que se adapta como anillo al dedo al capitalismo del mercado financiero desatado y al dominio del capital transnacional sobre las economías del Sur. Denunció también que la voracidad empresarial que incita, acelera la agresión al medio ambiente y exacerba las contradicciones que amenazan con hacer estallar una devastadora guerra nuclear.

Su crítica fue sistemática y siempre contrastando las promesas neoliberales con sus resultados reales, en particular, en la llamada flexibilidad laboral, para lo cual utilizaba detallada información sobre desempleo, trabajo informal, desigualdad de ingreso, pobreza, desnutrición, acceso a la educación y la salud, discriminación de la mujer, trabajo infantil y otros indicadores.

Osvaldo Martínez, quien se inició en su vida profesional como especialista en Historia del Pensamiento Económico, si bien devino después un experto en Relaciones Económicas Internacionales, brinda al final de su prólogo una observación metodológica fundamental cuando se investiga el devenir teórico de un autor que a la vez es actor y líder de una revolución:

Para cerrar el prólogo, tal vez ya demasiado extenso, a este valioso trabajo del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial que abre un necesario camino para la investigación y exposición del pensamiento de Fidel Castro, creo necesario señalar que para el estudio del pensamiento del líder sobre las relaciones económicas internacionales, los autores se vieron obligados a extraerlo de los contextos en que fue expresado, ya fueran discursos en diversos escenarios, en Cumbres de Jefes de Estado, entrevistas con periodistas o alguna de las innumerables ocasiones en que el Comandante hizo referencia al tema. Esta descontextualización tiene un costo inevitable que deberán pagar todos los especialistas que en sus áreas de conocimiento quieran segmentar su pensamiento.

Para ordenar la exposición, los autores elaboraron ocho capítulos diferentes sobre distintos aspectos de la evolución de las relaciones económicas internacionales, sobre todo en los últimos 40 años, etapa en la que se concentran las mayores reflexiones sobre el tema por parte de Fidel entre 1975 y 2006.

Los títulos de los capítulos definen muy claramente los temas seleccionados:

•    Capítulo 1. El socialismo como condición para el desarrollo

Dr. José Luis Rodríguez

•    Capítulo 2. Agricultura y alimentación

Dra. Jourdy Victoria James Heredia

•    Capítulo 3. Aspectos monetarios y financieros

Lic. Francisco Soberón Valdés

•    Capítulo 4. Las relaciones comerciales

MSc. Jonathán Quirós Santos

•    Capítulo 5. Integración y cooperación internacional

Lic. Faustino Cobarrubias Gómez

•    Capítulo 6. Fidel y las empresas transnacionales

MSc. Gladys Cecilia Hernández Pedraza

•    Capítulo 7. Energía y medio ambiente. Contexto internacional

Dr. Ramón Pichs Madruga, Lic. Avelino Suárez Rodríguez y Lic. Julio Torres Martínez

•    Capítulo 8. El Desarrollo Social

Dra. Blanca Munster

De esta manera se pueden presentar en síntesis los ocho temas, tal y como lo hace en la introducción José Luis Rodríguez:

El cuerpo de la investigación se inicia con un primer trabajo que aborda el tema del socialismo como condición para el desarrollo desde su génesis hasta su aplicación concreta en la práctica política de la Revolución cubana y en el desarrollo de diferentes movimientos revolucionarios de los últimos años.

A continuación, se abordan aspectos que fueron tratados por primera vez de manera sistemática por el Comandante en Jefe en el libro La crisis económica y social del mundo, escrito a modo de informe del Presidente del Movimiento de Países No Alineados a la VII Cumbre del MNOAL, celebrada en Nueva Delhi en 1983. A partir de entonces otros temas cobrarían singular relevancia más allá de lo referido en esa ocasión, los que serían abordados también profundamente por el Comandante en Jefe, como es el caso de la impagabilidad de la deuda externa del Tercer Mundo y su compensación mediante la reducción de los gastos militares (1985); los peligros de la destrucción del medio ambiente y la necesidad de tomar medidas urgentes para preservar la vida en el planeta (1992) o las múltiples referencias a disímiles temas de la economía internacional que se encuentran en los discursos e intervenciones de Fidel en los encuentros sobre Globalización y Desarrollo, los cuales se desarrollaron en Cuba entre 1999 y el 2009.

La flexibilidad del pensamiento económico de Fidel Castro ante las situaciones diversas que vive la economía mundial se hizo patente muy particularmente en el libro La crisis económica y social del mundo. Este libro puede considerarse una contribución teórica y práctica importante en el seno del movimiento revolucionario mundial, por su análisis de la crisis económica y social del mundo capitalista, y sus diversas manifestaciones en los países subdesarrollados: para hallar las formas de lucha idóneas contra el neocolonialismo en los difíciles años de las décadas de los setenta y ochenta, cuando el proceso de distensión internacional frente a la agresividad imperialista corría serios peligros.

Este análisis permitió reconocer el carácter estructural y, por tanto, mucho más grave, de la crisis económica y social del mundo capitalista, frente a la cual se propusieron soluciones realistas y sensatas, que permitían unir las fuerzas antimperialistas y progresistas que en Asia, África y América Latina, así como en los países capitalistas desarrollados, trabajaban por la liberación nacional, la paz y el progreso democrático de la humanidad.

Cuba es fundadora del Movimiento de Países No Alineados. Participó en su primera conferencia, celebrada en Belgrado, en 1961, y desde entonces ha tenido una acción destacada en este Movimiento, lo cual ha sido ampliamente reconocido por el conjunto de países integrantes del mismo, en especial, ha sido relevante el papel de Cuba por mantener la unión y cohesión del Movimiento a pesar de la disparidad de tendencias que en el mismo subsisten. Sin el arma poderosa de la unidad, los países emergentes no pueden enfrentarse a la voracidad del imperialismo, ni amortiguar los embates terribles de la crisis económica y social del mundo capitalista.

Esta actitud destacada de lucha tuvo su colofón en las VI y VII Cumbres del Movimiento celebradas respectivamente en los años 1979 y 1983. Cuba presidió el Movimiento de Países No Alineados entre ambas Cumbres. Gran resonancia tuvieron los informes del Comandante Fidel Castro a estas dos Cumbres, siendo Presidente del Movimiento de Países No Alineados entre estos años.

En el Informe Central, presentado en la VII Cumbre, celebrada en Nueva Delhi, India, en 1983, Fidel Castro, como presidente saliente, dio a conocer su libro: La crisis económica y social del mundo, sus repercusiones en los países subdesarrollados, sus perspectivas sombrías y la necesidad de luchar si queremos sobrevivir, que tiene la particularidad de reflejar los datos oficiales de aquellos organismos internacionales que tradicionalmente informan acerca de las cuestiones de la economía mundial y que permite reflejar la situación trágica del llamado Tercer Mundo ante la crisis económica y social del mundo capitalista.

Mediante cifras y datos el libro ilustra la esencia, causa y formas de manifestación de la crisis económica y social que vive el mundo capitalista. Y frente a ese diagnóstico se traza un programa de lucha que objetivamente debe contribuir, no solo a beneficiar la situación económica y social del llamado Tercer Mundo, sino también a ejercer una favorable influencia en toda la economía mundial, incluyendo la de los países capitalistas desarrollados.

Si bien el título del libro La crisis económica y social del mundo abarca también a los países socialistas desarrollados y aun cuando estos últimos estaban experimentando durante estos años una notable desaceleración en sus tasas de crecimiento, el origen de la crisis y la transmisión de sus efectos al resto del mundo se identifica claramente en los países capitalistas desarrollados, sobre todo en el grupo de sus siete mayores potencias y en particular, en Estados Unidos.

Al mismo tiempo que se reconocía a la crisis como parte del curso cíclico característico de las economías capitalistas desarrolladas se destacaba su gravedad en que reunía no solo efectos cíclicos, sino la acumulación de deformaciones originadas en la división internacional capitalista del trabajo en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, determinadas en gran medida por la revolución científico técnica.

Llama la atención, que hoy se reconoce que estamos ante una Cuarta Revolución Científico-Técnica; cómo si se nos llamara a una nueva tarea científica: investigar sus consecuencias para el Sur: las nuevas deformaciones que originará la polarización científico tecnológica en la división internacional capitalista del trabajo en estos inicios del siglo xxi.

A esta gama notable de manifestaciones de carácter estructural de la crisis económica y social del mundo capitalista, entrelazada con la crisis del sistema neocolonial del imperialismo, Fidel propuso una respuesta de soluciones coherentes unidas desde los países del Tercer Mundo:

•    Traspasar el impresionante grado de control ejercido por las transnacionales sobre la comercialización a manos nacionales de los países del Tercer Mundo.

•    Eliminar el carácter neocolonial del sistema monetario internacional y en particular, el de sus instrumentos como el Fondo Monetario Internacional con lo cual sería posible emprender las transformaciones necesarias para el desarrollo.

•    La Reforma Agraria representaría un notable aporte a la solución de los problemas alimentarios del Tercer Mundo, al ampliar la producción agrícola y propiciar una distribución más equitativa de los ingresos. Esto crearía condiciones para combatir la crisis alimentaria, las dramáticas condiciones de salud que afectan a las masas del Tercer Mundo, actuar contra la acción degradante sobre la naturaleza de la erosión, la desertificación, el agotamiento y contaminación de fuentes de agua y otras formas de los suelos agrícolas del planeta, y eliminar el latifundio y el minifundio, que actúan como un complejo contexto de herencia colonial y neocolonial.

•    Fortalecer la política de reubicación de industrias de conformidad con los objetivos, las prioridades y las aspiraciones nacionales generales de los países en desarrollo y que no debe estar unida a la expansión de las empresas transnacionales en los países en desarrollo.

•    Entre las soluciones más demandadas en esos años para enfrentar los efectos negativos que reportaba la actividad de las empresas transnacionales a los países subdesarrollados era el esfuerzo por establecer un código de conducta internacional que se aplicara y normara las actividades de esas entidades. Desde el punto de vista político, el código no representa ninguna protección que no pueda darse por sí mismo el país protector de las inversiones extranjeras. Un país subdesarrollado que dispusiera de un gobierno firmemente establecido, independiente y defensor de los intereses nacionales, si necesitara de ese código, lo debía promulgar él mismo sin tener que negociarlo internacionalmente.

El mundo encaraba entonces la más absurda carrera armamentista en toda su historia, que significaba por su magnitud, su poder destructivo y su grado de refinamiento tecnológico, el mayor peligro que jamás había conocido la humanidad, y ofrecía la prueba más evidente de la irracionalidad y el despilfarro que caracterizaba la crisis de las relaciones internacionales, la carrera armamentista significaba la amenaza más directa e inmediata para su propia supervivencia. Detenerla e invertirla era, sin duda alguna, el aporte más decisivo a la causa de la paz, el objetivo más esencial y determinante que el mundo tenía ante sí.

En el informe de la VII Cumbre de los Países No Alineados, Fidel Castro reiteró el programa propuesto por él, a nombre de la VI Cumbre en el XXXIV periodo de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, la de alcanzar un aporte adicional de no menos de 300 000 millones de dólares a los valores reales de 1977 en la próxima década. Estos recursos debían ser en forma de donaciones y créditos blandos, a largo plazo y mínimo interés, destinado a los países subdesarrollados.

El estudio profundo de las manifestaciones de la crisis económica y social del mundo capitalista no solo permitió elaborar una consigna general de lucha para los países del llamado Tercer Mundo, sino concretar la consigna en un programa que identificara las formas de lucha, independientemente de que las mismas tuvieran que adaptarse a las situaciones particulares de cada país.

El libro La crisis económica y social del mundo resume y profundiza las ideas expuestas por Fidel Castro durante las décadas de los años setenta y ochenta en variados eventos internacionales, incluido el Foro de las Naciones Unidas. Contó con la colaboración de varios economistas y especialistas del Centro de Investigaciones de Economía Mundial y del Centro de Investigaciones de Economía Internacional. Este libro aún no contenía el tema de la crisis ambiental con la fuerza con que posteriormente fue abordada por Fidel Castro.

Sin embargo, ya desde la década de los años sesenta del siglo xx se lanzaron al mundo los primeros llamados de alerta de los académicos acerca de los problemas del medio ambiente (desertización, salinización y erosión de los suelos, deforestación, contaminación de aguas, aire y terrenos). En la década de los años setenta, a instancias de los informes al Club de Roma, la preocupación por la identificación, el estudio y la recomendación de medidas para la solución de los problemas globales mostró una importante extensión por prácticamente todo el mundo.

Los estudios acerca de los problemas globales en las décadas de los años setenta y ochenta, permitieron apreciar la naturaleza multidimensional de estos: problemas globales ambientales, sociales, político-militares, jurídico-institucionales, educacionales y culturales, científico-técnicos, éticos y, por supuesto, económicos.

En los dos primeros informes al Club de Roma, la dimensión de lo económico en los problemas globales se circunscribía a un eventual agotamiento de los recursos naturales no renovables y a los supuestos problemas relacionados con las diferencias entre las tendencias del crecimiento demográfico y del crecimiento de la producción de alimentos.

El tercer informe al Club de Roma, “Remodelando el orden mundial” (1975), inició el enfoque integral de los problemas económicos globales como un sistema de problemas íntimamente interrelacionados, enfoque que se continuaría por otros informes o modelos globales de los años 1970 y 1980 como: “¿Qué hacer?” (1975), “El futuro de la economía mundial” (1976), “¿Catástrofe o nueva sociedad?” (1977), “Norte-Sur” (1980) y “Problemas globales de nuestro tiempo” (1984).

Posteriormente se añadieron al análisis de los problemas económicos globales, una visión multifacética de los problemas que se presentan a las naciones subdesarrolladas para alcanzar el desarrollo.

Llama la atención que estos informes hayan coincidido en el tiempo con la aplicación de las políticas neoliberales en el ámbito mundial y especialmente en América Latina, cuando en los años 1980 y 1990 estuvieron vigentes los planes de ajuste estructural del Fondo Monetario Internacional, con vistas a garantizar el pago de la deuda externa por los países subdesarrollados. Silvio Baró señala como causas posibles de la preponderancia de estas políticas neoliberales, las razones siguientes:

•    Debilitamiento de la capacidad negociadora de las naciones subdesarrolladas y la imposición a estas de una segunda generación de políticas económicas neoliberales por parte de las potencias imperialistas y de las instituciones financieras internacionales.

•    La extensión de la aplicación de las referidas políticas económicas a naciones industrializadas como las de la Unión Europea luego de la firma de tratado de Maastricht en 1992.

•    El tránsito de las economías exsocialistas de Europa oriental y la antigua Unión Soviética a la economía de mercado y la consiguiente adopción por estas de las políticas económicas neoliberales.

Las políticas neoliberales agravaron la situación crítica en casi todo el mundo, con sus altas tasas de interés, elevados niveles de desempleo, retroceso en el tratamiento de los países subdesarrollados, introducción de normas y principios muy negativos para la regulación de las relaciones internacionales, entre otras, lo cual determinó que los problemas mundiales alcanzasen una gran difusión internacional. El 12 de junio de 1992, Fidel Castro pronuncia un breve discurso en Río de Janeiro en que define y enriquece las ideas que ya venía defendiendo en su libro La crisis económica y social del mundo:

Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre. [...] Ahora tomamos conciencia de este problema cuando casi es tarde para impedirlo. [...] Es necesario señalar que las sociedades de consumo son las responsables fundamentales de la atroz destrucción del medio ambiente. Ellas nacieron de las antiguas metrópolis coloniales y de políticas imperiales que, a su vez, engendraron el atraso y la pobreza que hoy azotan a la inmensa mayoría de la humanidad. [...] Han envenenado los mares y ríos, han contaminado el aire, han debilitado y perforado la capa de ozono, han saturado la atmósfera de gases que alteran las condiciones climáticas con efectos catastróficos que ya empezaron a padecer. [...] No es posible culpar de esto a los países del Tercer Mundo, colonias ayer, naciones explotadas y saqueadas hoy por un orden económico mundial injusto (Castro, 1992: 13-14).

En relación con este discurso en Brasil, en agosto 25 del 2007, el propio Fidel Castro escribió el siguiente comentario:

Si hablé en Río de Janeiro del hombre como una especie en peligro de extinción por la destrucción de las condiciones naturales de vida, hace más de 15 años, hoy ese peligro está más cercano. Nuevos y no previstos problemas creados por la ciencia, la tecnología y el despilfarro congénito del neoliberalismo, multiplican los riesgos políticos, económicos y militares (Castro, 1992:13-14).

En la mayoría de los trabajos científicos que identifican esos problemas globales, no siempre se atribuyen sus causas a la dinámica del capital global. Una concepción científica del desarrollo exige un diagnóstico preciso que identifique el vínculo esencial entre la dinámica capitalista y los problemas globales.

CONCLUSIONES

Creemos muy positivo este libro, el cual puede estimular un debate científico muy creativo hacia los problemas globales, y muy en particular, para valorar el lugar que puede asumir nuestra pequeña nación en el concurso de los pueblos, que no es más que rehacer adecuadamente la utopía tan necesaria que movilice a los trabajadores hacia un mundo mejor posible, tal y como quiso Fidel y luchó por ello.

Ello supone también considerar todos los intereses legítimos de la humanidad, pues con cierta lógica racional se puede aceptar la existencia de un “tercer mundo” a lo interno del “primer mundo”. Ello hace posible y necesaria la búsqueda de una alianza global, concebida con gran creatividad, pues sin ella no es posible acceder a todas las formas de lucha efectiva contra el capital global.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Castro Ruz, F. (2007). Discurso pronunciado en Rio de Janeiro en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, el 12 de junio de 1992. En: El Diálogo de Civilizaciones, La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, pp. 13-14.

BIBLIOGRAFÍA

Baró, S. (2006). El desarrollo mundial como problema global. En: García Rabelo, M. Teorías del subdesarrollo y el desarrollo. La Habana: Editorial Félix Varela.

Castro Ruz, F. (1983). La crisis económica y social del mundo, sus repercusiones en los países subdesarrollados, sus perspectivas sombrías y la necesidad de luchar si queremos sobrevivir. Informe a la VII Cumbre de los Países No Alineados. La Habana: Oficina de publicaciones del Consejo de Estado.

Colectivo de autores (1984). Problemas globales de nuestro tiempo. Moscú: Editorial Progreso.

 

1    Colectivo de autores (2018). El pensamiento económico de Fidel Castro en las relaciones económicas internacionales. Centro de Investigaciones de la Economía Mundial. La Habana: Editorial Academia.

Un acápite de "MÁS ALLÁ DEL CAPITAL. Hacia una teoría de la transición"

 Por  István Mészáros,   Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2008

11.6 Teoría socialista y práctica política partidista 

La Crítica al programa de Gotha de Marx finaliza con la frase críptica: dixi et salvavi animam meam (he dicho y mi alma he salvado). Ella indicaba en primer lugar las extrañas dificultades bajo las cuales Marx tuvo que escribir sus reparos. Lo que empeoró las cosas fue que tuvieron que pasar dieciséis largos años para que las notas críticas de Marx pudiesen ser publicadas, e incluso entonces sólo tras algo de encarnizada pelea contra una fuerte oposición. Y tampoco terminó todo ahí. Porque de seguidas de la publicación misma, los “jerarcas socialistas”

267 continuaron sus ataques, a los que Engels tuvo que responder defensivamente en una carta a Kautsky: “Si no nos atrevemos a decir esto [las críticas] abiertamente hoy, ¿entonces cuándo?”.

268 Engels estaba tocando una tecla sumamente delicada cuando le escribía en otra carta a Kautsky: “también es necesario que la gente !nalmente deje de tratar a los funcionarios del partido –sus propios servidores– con los eternos guantes de seda, y de mantenerse en actitud de obediencia absoluta, y no de crítica, frente a ellos, como si fueran burócratas infalibles”.

269 Todo ello revelaba que en el desarrollo del movimiento socialista había aparecido un nuevo tipo de restricción: la concienciación (y la racionalización concomitante) de los requerimientos y contradicciones inmediatos del movimiento mismo. Apenas unos cuantos años antes de las controversias en torno al programa de Gotha, Marx todavía podía escribir con orgullo: La Comuna no pretendía la infalibilidad, el don que invariablemente se atribuían los gobiernos del viejo cuño. Publicaba cuanto hacía y cuanto decía, y le informaba al público de todas sus fallas.

270 Ahora, en contraste total, tenía que dirigir sus reparos en tono estrictamente con!dencial a apenas un puñado de amigos: “sólo para salvar su conciencia y sin ninguna esperanza de éxito”,

271 como Engels admitió más tarde. Porque hasta uno dentro de ese mero puñado que estaba de su parte en 1875, August Bebel,

272 se había plegado bastante a las presiones internas para el momento en que apareció la Crítica al programa de Gotha de Marx, y se aceptó la supresión de la crítica con la “justificación” –con la que tristemente se familiarizaron los miembros de los movimientos socialistas a partir de entonces– de que la crítica a los líderes del partido 

267 Engels, Carta a F.A. Sorge, 11 de febrero de 1891.

268 Engels, Carta a K. Kautsky, 3 de febrero de 1891. 

269 Engels, Carta a K. Kautsky, 11 de febrero de 1891. 
270 Marx, The Civil War in France, Foreign Languages Press, Pekín, 1966, p.80. 
271 Engels, Carta a A. Bebel, 1-2 de mayo de 1891. 
272 Bebel era el destinatario de la incómoda carta de Engels, citada en la última frase.

273 Los esfuerzos conscientes de Engels por “suavizarles el tono” a los reparos de Marx y “aplicarle un poco de morfirna y bromuro de potasio tranquilizantes a la introducción”, en sus propias palabras, no pudieron producir un “efecto suficientemente calmante”

274 en las mentes de los “infalibles jerarcas socialistas” que preferían ocultarse tras el fantasma del “enemigo” míticamente in"ado. Así, se podría dar testimonio de la inversión total de las intenciones originales en más de un aspecto de vital importancia. La defensa apasionada de la conducción de los asuntos a la vista pública, sin ninguna intención de ocultar las fallas, chocaba con los intereses mezquinos del secreto y la “con!dencialidad”. El principio de autocrítica, bajo la presión de esos intereses, asumía la forma estupidizante de la censura, implementada voluntariamente como autocensura en nombre de la unidad del partido. Engels comentaba con amarga ironía: Es en verdad una idea brillante poner a la ciencia socialista alemana, luego de su liberación de la Ley Antisocialista de Bismarck, bajo una nueva Ley Antisocialista que va a ser elaborada y llevada a la práctica por las propias autoridades del Partido Socialdemócrata. Por lo demás, es de ley que los árboles no crezcan hasta el cielo.

275 A todo esto hay que agregarle el punto quizá con implicaciones de mayor largo alcance: la realización de la preocupación fundamental de Marx por la “unidad de la teoría y la práctica” bajo la forma de la completa subordinación de la teoría a la estrecha práctica política partidista, con su “propensión a las medidas coercitivas” (Engels) en nombre de la “disciplina partidista”. 

276 Obviamente, entonces, esta fue una inversión de suma importancia

273 “ese temor [a la publicación] estaba basado esencialmente en la consideración: ¿qué hará el enemigo con ella? Puesto que la cosa fue publicada en el órgano o!cial, la explotación por el enemigo no tendrá !lo y nosotros nos ponemos en una posición desde la que podemos decir: vean como nos criticamos nosotros mismos –somos el único partido que se puede permitir esto; ¡traten de imitarnos! Y ése es también el punto de vista correcto que se debió haber tomado en primer lugar”. (Engels, Carta a K. Kautsky, 3 de febrero de 1891). La principal objeción de Bebel estaba dirigida a la publicación de la carta de Marx a W. Bracke (fechada el 5 de mayo de 1875, con los comentarios acerca del Programa de Gotha), diciendo de su preocupación acerca de las armas que las críticas al liderazgo ponían en las manos del enemigo. (Ver la Carta a Engels de Bebel, 30 de marzo de 1891). En otra carta a Kautsky (fechada 23 de febrero de 1891) Engels volvía de nuevo al tema: “El miedo de que pondría un arma en las manos de nuestros adversarios era infundado. Las insinuaciones maliciosas, por supuesto, se las están dando a todo y a cualquier cosa, pero en conjunto la impresión que produjo en nuestro adversario fue de total perplejidad ante esta autocrítica implacable, y el sentimiento de ¡qué fortaleza interna debe tener un partido que se puede permitir una cosa así! Eso es lo que se puede percibir en los periódicos hostiles que usted me mandó (muchas gracias por ellos) y en los que han llegado por otras vías. Y, hablando con franqueza, realmente ésa era mi intención cuando publiqué el documento”. 

274 Engels, Carta a K. Kautsky, 15 de enero de 1891. 

275 Engels, Carta a K. Kautsky, 23 de febrero de 1891. 

276 Engels, Carta a A. Bebel, 1-2 de mayo de 1891. István Mészáros 

607  Decir, como lo hizo Engels, que “toda la gente que cuenta teóricamente está de mi lado”

277 era ciertamente una consolación muy pobre. ¿Porque cómo era que los que no contaban teóricamente sí “contaban” práctica y políticamente? La posibilidad misma de plantear el asunto de esa forma tan sólo podía recalcar el carácter amenazante de esos desarrollos para el futuro del movimiento socialista. Engrels se dirigió a Bebel, en un esfuerzo por conseguir su apoyo para frenar la peligrosa tendencia de la burocratización y la supresión de las críticas: Ustedes –el Partido– necesitan de la ciencia socialista, que no puede existir sin libertad de movimiento. Porque aquél tiene que sobrellevar los inconvenientes, y es mejor hacerlo con buena disposición, sin titubeo. Hasta una leve tensión, por no hablar de una !sura entre el Partido alemán y la ciencia socialista alemana sería un infortunio y una desgracia sin parangón.

278 Engels hizo su advertencia empleando el condicional, en la esperanza de fortalecer el poder de persuasión de su llamado no señalando demasiado ostensiblemente con el dedo a los responsables directos. Como nos cuenta la historia, estaba hablando acerca de un estado de cosas ya existente, que empeoró mucho más con el transcurso del tiempo en vez de reparar la “!sura entre la ciencia socialista y el partido”. Su diagnóstico de la situación, formulado en la misma carta a Bebel, suena realmente profético a la luz del subsiguiente desarrollo del movimiento socialista organizado: Es evidente que la dirección, y usted en lo personal, mantienen, y deben mantener, una importante in"uencia moral [las cursivas son de Engels] en el Neue Zeit, así como en todo cuanto se publica. Pero también eso debe, y puede, satisfacerlo. El Vorwärts siempre está haciendo alarde sobre la inviolable libertad de discusión, pero no se ve mucho de ella. Usted no sabe lo extraña que parece esa propensión a las medidas coercitivas desde acá en el extranjero, donde uno está acostumbrado a ver como se les pide que rindan la debida cuenta dentro de su propio partido (por ejemplo, el gobierno Conservador de Lord Random Churchill) a los jefes del partido más antiguos. Y luego no debe olvidar tampoco que en un partido grande la disciplina no puede ser de ninguna manera tan rígida como en una pequeña secta, y que la Ley Antisocialista que juntos forjaron a martillo los lassallianos y los de Eisenacher... e hizo necesaria esa cohesión tan estrecha, ya no existe. 

Como podemos ver, Engels identificaba sin ambages, para el momento de su surgimiento, los peligros de: 

(1) la transformación de una autoridad moral en los poderes dictatoriales de una autoridad “burocrática” ex oficio; 
(2) la supresión de la libertad de discusión;
(3) la introducción de un sistema de medidas coercitivas; 
(4) la declaración de la infalibilidad de los jefes del partido (que colocaba al partido socialista por debajo del nivel de los partidos burgueses, aunque se suponía que ejercerían una “autocrítica despiadada” como demostración de su “poder interno”); 
(5) la imposición de una disciplina artificial de pequeña secta en un partido de masas (en otras palabras: el triunfo del sectarismo impuesto, que funcionaba a través de la multiplicación de las medidas coercitivas y el culto religioso –¿el “culto a la personalidad”?– a la “infalibilidad”); y 
(6) el cultivo artificial de la mentalidad de crisis de un estado de emergencia como la justificación patente e incuestionable de la más "agrante y sistemática violación de todos los principios, formas de organización y prácticas de toda democracia socialista concebible.