Katia Siberia, ECONOMÍA, Invasor
Este miércoles a las 4:00 de la tarde, en El Pimiento solo quedaban cinco productos, pero esperaban al camión con otros siete. Foto: Alejandro García
En Ciego de Ávila 11 mercados han sido arrendados a campesinos y cooperativas, y la alternativa de Acopio muestra ya otro semblante en la tarima
Ante el dato de Marilú Pérez Borges queda muy poco por decir: El depósito anterior fue de 500.00 pesos, y un día después de que su mercado fuera arrendado a campesinos de Vicente, entregó 18 000.00. Pasó de tener dos o tres productos, a una lista de 12 que se aprendió de memoria y recita para Invasor: malanga, plátano burro, de fruta y vianda, tomate, ají pimiento y cachucha, pepino, guayaba, melón, coco y yuca.
Minutos antes, Yoelio Rodríguez Arostegui, director de Desarrollo y Negocios en la Empresa Provincial de Acopio, había asegurado que la iniciativa marchaba con excelentes resultados y que se pretendía incluir en ese tipo de comercialización al 50 por ciento de los 113 establecimientos que tiene la entidad en el territorio. Pero fueron las declaraciones de Marilú, administradora de El Pimiento, las que mejor ilustraron el cambio, aunque a menos de cinco cuadras los cálculos de Antonio Borges González corroboraban que lo de ella no era una excepción.
En el Tanque del Agua, como se le conoce, cerraron enero con 75 000.00 pesos vendidos y, una vez implementada la nueva forma de comercialización el 16 de febrero, solo en la segunda quincena de febrero recaudaron 245 000.00.
A ambas placitas las suministra la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Mártires del 9 de abril, radicada en el poblado de Vicente. Sin embargo, Yoelio asegura que esa no es tampoco la excepción, porque hasta el momento 11 mercados de la provincia se encuentran bajo esa modalidad y en todos se aprecia mayor presencia de productos. Como promedio, dice, ofertan entre 10 y 13 productos, y las ventas en dichas unidades se ampliaron de unos 2 000.00 pesos diarios a más de 15 000.00. “El incremento (sin subir los precios) ha sido innegable”, confiesa el directivo.
No obstante, el directivo asegura que a un mes de iniciada esta nueva forma de gestión, el impacto ha sido favorable para las tres partes. “Para el campesino que tiene un mercado seguro y vende sus productos sin intermediarios, para la población que se beneficia con mayores ofertas, y para Acopio que puede enfocarse mejor (con gestión y transporte) en el resto de los mercados que atiende, en el consumo social y en las dietas médicas”.
Otros tres mercados se alistan ya para sumarse al arrendamiento y Yoelio anuncia que, paralelo a ello, la Empresa se insertará en las ventas online a finales de este mes de marzo. “Iniciaremos con la compra presencial; o sea, el cliente podrá pagar por la vía digital y tiene hasta 12 horas para llegar al Mercado 3 (el de Marcial Gómez) y recoger sus productos en formatos de mayor presencia; pero la idea es ir trabajando hasta disponer de las condiciones para llevar las compras al hogar. Estamos dando pasos, necesitamos ser rentables. Estamos obligados con el Ordenamiento”, sentencia.
Precisamente, con el objetivo de buscar esa eficiencia y descentralizar funciones, desde el mes de noviembre dos mercados vienen funcionado como pequeñas microempresas con capacidad financiera y contratos directos con campesinos, experimento del que ya se hacía eco Invasor en pasadas ediciones.
Aunque para el cliente las diferencias entre una nueva forma de gestión y otra son imperceptibles, a estas alturas la comparación solo es notable con las que todavía abastece Acopio. La frase de Yoannelys Barreda podría resumir el hecho: “Ve a las placitas de los campesinos, que hay tonga de cosas”.
