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lunes, 5 de abril de 2021

Credit Suisse: “La producción petrolera de Venezuela es prometedora”


La banca de inversión Credit Suisse en su informe sobre Venezuela señala que 2021 podría figurar como el año en el que este país –después de siete años- logrará un signo positivo en la variación de su producto interno bruto, previendo un aumento de 4%, porcentaje que incluso mejora en un punto porcentual la cifra que esta institución financiera había señalado anteriormente pero en cambio señala como continuará el despoblamiento del país.

“Nuestro pronóstico toma en consideración un PIB petrolero que se estabiliza a los niveles de fines de 2020 y un incremento anual del PIB no petrolero y no debería sorprender que Venezuela pueda lograr esto porque es el crecimiento promedio que registrará América Latina en 2021”, indica el reporte del Credit Suisse. “El eslabón débil de nuestros supuestos es la estabilización del PIB petrolero después devarios años de descensos. Sin embargo, la producción se mostró prometedora en enero y febrero, registrando un nivel promedio superior al del cuarto trimestre de 2020”, acota.

Esta banca de inversión toma como referencia que la producción petrolera entre diciembre del año pasado y febrero ha crecido 22% para colocarse ligeramente sobre los 530.000 barriles, volumen en el que coinciden tanto las cifras de las autoridades venezolanas como las reportadas por fuentes secundarias.

A criterio del Credit Suisse el repunte que ha tenido el precio del crudo internacionalmente está favoreciendo a Venezuela, pero esta variable no es tomada en cuenta en estos cálculos mientras que sí toma en cuenta el efecto negativo que tienen las sanciones que impuso el gobierno de Estados Unidos, las cuales prohíben y limitan el comercio de PDVSA.

Creemos que es posible que el impacto negativo de las sanciones extranjeras haya ya ha sido absorbido por PDVSA”, indica.

En lo que se refiere a incumplimientos de deudas soberana –que incluye a PDVSA por amortización y pago de intereses- señala el saldo de 32.500 millones de dólares, lo que representa casi la mitad del monto de bonos que tiene colocado Venezuela en mercados internacionales y los pagos pendientes superan el 100% del PIB si se toma en consideración las demandas de laudos o arbitrajes internacionales.

En los pronósticos del Credit Suisse se señala que la inflación de 2021 será de 4.692%, los ingresos por exportaciones aumentarán 40% mientras que los egresos por importaciones repuntarán en 17,5% pero la población se reducirá en 500.000 habitantes para ubicarse en 25 millones de personas debido a la diáspora.

La data de esta banca indica que entre 2016 y 2021, la población venezolana se habrá reducido en 16,5% (en alrededor de 5 millones de personas) al bajar de 30,5 millones a 25,5 millones.

Rechaza Cuba alegaciones engañosas y politizadas de Estados Unidos en informe sobre Derechos Humanos

En lo que respecta a Cuba, el informe repite calumnias que grupos políticos de los Estados Unidos, con posiciones extremas contra Cuba, han formulado durante años como pretextos para la promoción de acciones hostiles y la imposición de medidas económicas coercitivas


5 de abril de 2021 19:04:33


Foto: Granma


La Habana, 5 de abril de 2021.- En la tarde de este lunes, el Director General a cargo de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, convocó al Encargado de Negocios de Estados Unidos, Timothy Zúñiga-Brown, a quien trasladó el rechazo a las alegaciones engañosas y politizadas que sobre Cuba realizó el informe del Departamento de Estado sobre Derechos Humanos de 2020.

Fernández de Cossío señaló al diplomático que el gobierno de los Estados Unidos se aprovecha de modo oportunista de un tema tan sensible como los derechos humanos para su política de agresión contra países que no se subordinan al gobierno estadounidense, y que defienden el derecho soberano de sus pueblos a la libre determinación.

Enfatizó que el citado informe es arbitrario y unilateral, y se caracteriza por alegaciones e imputaciones que faltan a la verdad. En lo que respecta a Cuba, repite calumnias que grupos políticos de los Estados Unidos, con posiciones extremas contra Cuba, han formulado durante años como pretextos para la promoción de acciones hostiles y la imposición de medidas económicas coercitivas dirigidas a perjudicar el nivel de vida de la población cubana y castigarla por su respaldo al sistema político, económico y social que el país ha escogido libre y soberanamente.

El Director General expresó que las violaciones flagrantes y sistemáticas de los derechos humanos en los Estados Unidos y por parte del gobierno de ese país son conocidas y están documentadas. Estas se refieren al racismo, la xenofobia, la brutalidad policial, la tortura a prisioneros, las encarcelaciones prolongadas, el uso de cárceles secretas, el antisemitismo, el macartismo y otras formas de intolerancia religiosa e ideológica. A ello se agregan los asesinatos extrajudiciales en varias partes del mundo y las detenciones arbitrarias y prolongadas de personas inocentes.

Resaltó que Cuba goza de prestigio internacional en el ámbito de los derechos humanos, por los resultados que ha alcanzado en la promoción y protección de estos; por su tradición de cooperación con los mecanismos de las Naciones Unidas que se aplican sobre bases universales y no discriminatorias; y por el apoyo solidario del país a los esfuerzos de otras naciones en desarrollo para proteger los derechos de sus pueblos.

Cuba ha sido recientemente electa como miembro del Consejo de Derechos Humanos para el periodo 2021-2023 y es parte de 44 de los 61 instrumentos internacionales de derechos humanos. Fernández de Cossío instó al Gobierno de los Estados Unidos a que cese su campaña de descrédito contra Cuba en materia de derechos humanos y ponga fin a este y otros ejercicios unilaterales e injerencistas sobre estos temas.

5 de abril de 2021.

(Cubaminrex)

El comercio nuestro

¿No sería acaso este el momento para responder a los mismos problemas con otras soluciones?




Hace apenas unos días tuve la oportunidad de leer un magnifico artículo del doctor Silvio Calves Hernández, colega, profesor, amigo, ingeniero industrial graduado muchas décadas atrás, asesor en varios organismos, autor de libros, conferencista invitado a eventos los cuales prestigia con su presencia, observador profundo, conocedor de la idiosincrasia del cubano de hoy y de muchas, casi infinitas experiencias de dirección, ya sea, a nivel empresarial, ministerial y también de la administración pública, testigo viviente y participante activo de este largo proceso que nos ha traído hasta aquí.

El hecho que provocó el artículo de mi amigo fue aparentemente sencillo y casi normal para los cubanos y las cubanas que vivimos en Cuba y que debemos sufrir/padecer/soportar las “innovaciones” de nuestro sistema de comercio. A alguien —sin dudas brillante— se le ocurrió la innovadora idea de concentrar en dos puntos de venta el expendio a 12 mil consumidores de un producto de alta demanda y perecedero que además, requiere de ser pesado y anotado en la libreta. A mi amigo, que un día tuvo que examinar teoría de colas en su carrera y que después ha tenido la oportunidad de debatir al respecto con especialistas altamente calificados, le sirvió de poco aquel conocimiento, excepto para reafirmar la irracionalidad de lo que enfrentaba. De todas formas tuvo que esperar sus seis horas y minutos para adquirir el tan ansiado y estratégico producto.

El comercio, casi tan viejo como el ser humano, eslabón imprescindible de esa cadena que lo profesores de economía política le repetimos a nuestros estudiantes en las aulas: producción, distribución, cambio y consumo; agrega valor, entre otros, cuando logra acortar los tiempos entre la concepción del producto y su consumo, conveniente para el productor porque aumenta la rotación de su inventario y para el cliente, porque le reduce el tiempo empleado en la adquisición de los bienes que desea. Y el tiempo, aunque sigamos sin darnos perfecta cuenta, es de todos los recursos que tiene a mano el ser humano, el más escaso.


Restaurante privados ofertan ventas de comida para llevar. Foto: Otmaro Rodríguez (archivo)

Nuestro comercio, en especial el que se realiza por las empresas estatales, independientemente de la empresa, cadena, moneda en que se realice; no ayuda todo lo que pudiera en ese proceso y muchas veces no cumple aquello de agregar valor haciendo que los clientes ahorren su tiempo. Más bien produce el efecto contrario.

La alta concentración de establecimientos que comercializan productos en determinadas localidades —algo que de pronto descubrimos con la COVID—, y el hecho de que existen territorios, incluso municipios de la capital de la república sin presencia o con muy escasa presencia de estos es, sin dudas, una de las causas que explican este hecho, pero no es la única.

Quizás existen dos filosofías en la organización de la red de comercio. La primera, muy rara de encontrar materializada en nuestro país, es aquella que entiende que el cliente es decisivo y que todo lo que se haga en términos de comercio debe tener por razón principal la satisfacción en tiempo, forma y calidad del cliente.

Luego está aquella otra, que se realiza desde la perspectiva de las empresas que concentran y en cierta medida ejercen facultades cuasi monopólicas sobre la actividad, sabiendo que los usuarios/clientes/consumidores no les queda de otra, porque no tienen la alternativa de ir a otra “tienda”. Esas empresas, hacen sus arreglos organizacionales para facilitarse a sí mismas ejercer su actividad —a sabiendas de que la competencia no existe o es demasiado débil, rara o escasa— o para cumplir propósitos como el llamado “control”, que en algún momento se transforma en su negación o el “ahorro” de electricidad, combustible, transporte y salario a expensas del tiempo de los clientes y del daño intangible que ese desperdicio de tiempo produce a la economía nacional.

No es, sin dudas, el único de los costos, hay otros, que van desde la salud hasta la generación de un cierto conformismo que alimenta ese círculo vicioso de la baja calidad de los servicios y los productos. No obstante, debo aclarar que esta filosofía no es privativa del comercio estatal, también crece y prospera en el sector no estatal, lamentablemente, porque también allí, la concurrencia es poca y la posición dominante de los vendedores en un mercado con déficit de oferta lo propicia.

Los problemas del comercio en nuestro país, estatal, no estatal, en negro, en blanco o en semi-gris, mayorista, minorista, interior, exterior, nos acompañan desde hace mucho, mucho tiempo. Los del comercio minorista en especial, desde finales de la década del sesenta. En las instituciones que tienen a su cargo su organización y regulación han trabajado y siguen trabajando decenas de compañeros valiosos, inteligentes, preparados, abnegados y entregados a su trabajo, nadie puede dudarlo, aun cuando los haya que no sean así.

Sin embargo, todo su esfuerzo e inteligencia han chocado, año tras año, década tras década, mucho antes de esta pandemia, contra la tozuda y obcecada realidad, que les devuelve, después de haber pasado unos meses de las inauguraciones correspondientes al último programa de relanzamiento, la misma imagen de años anteriores a ese último programa.

Hoy, que ya es cotidiano el “e-comerce”, la entrega a domicilio, el pago con tarjeta, ese fenómeno tan moderno para nosotros, también esa modalidad, en breve, repitió los mismos males y generó otros propios de dicha actividad. No se han cruzado de brazos las empresas a cargo, es cierto, pero lamentablemente tampoco han dado con la solución que realmente agrega valor para el cliente y resuelve definitivamente las insatisfacciones. También aquí ha aparecido un cierto espacio para el sector no estatal, que se ha sumado al esfuerzo de las compañías estatales, ayudando a paliar algunos de los déficits existentes, acercando el productor al cliente y viceversa, reduciendo tiempos de entrega, llegando a veces hasta donde resulta muy difícil y aislado, contribuyendo con las empresas y productores a una mayor rotación de sus inventarios y sobre todo sumándose, en estos tiempos tan difíciles, a satisfacer las necesidades de un segmento de la población cubana, exhibiendo una capilarización que a veces asombra y contribuyendo con su accionar a la entrada de divisas al país.

Ocurre sin embargo, que a pesar del éxito del comercio electrónico, el grueso del comercio minorista en Cuba sigue realizándose de forma física, directa, presencial, y la inmensa mayoría de los cubanos seguimos padeciendo de aquellos males que relaté más arriba y que la pandemia, el bloqueo, la crisis mundial, ha hecho peor. Nadie se ha cruzado de brazos, pero las soluciones definitivas siguen sin aparecer.

¿No sería acaso este el momento para responder a los mismos problemas con otras soluciones?

¿No sería mas conveniente al país fomentar un sector no estatal en el comercio minorista que permitiera expandir los puntos de venta, mejorar y diversificar la oferta sin comprometer el dinero del pueblo, más necesario seguro para otros fines?

¿Acaso no hay otra solución que seguir manteniendo las eufemísticamente llamadas bodegas bajo la misma concepción en que se han mantenido durante décadas?

¿No sería beneficioso para nuestra población que existieran otras cadenas de tiendas, no estatales, incluso, algunas no nacionales, que pudieran mantener una oferta estable y asumieran ellas los riesgos que todo mercado implica? ¿Acaso no podría ganar el Estado obteniendo los impuestos sobre la venta, la renta de locales, el impuestos sobre el salario a los trabajadores de esas empresas?

Nuestro sistema de comercio necesita mucho más que un programa de recuperación y modernización requiere un profundo y radical proceso de reconversión.

La fase de riesgo posterior a la vacuna



PARÍS/WASHINGTON D.C. – A pesar de todo el dramatismo que suscita la lentitud con la que se efectúan los despliegues de vacunación contra el COVID-19 y las restricciones a la exportación, no cabe duda de que la gran mayoría de las personas en Estados Unidos y Europa habrán sido vacunadas antes del verano en el hemisferio norte. Las cifras de muertos variarán según la política de mantenimiento de registros de cada país, pero la situación de la salud pública será, en gran medida, la misma para estadounidenses, europeos y británicos.

Sin embargo, existe una gran incertidumbre sobre el grado en el que retornará la vida social anterior a la pandémica y la duración de dicho retorno. Sin lugar a duda seguirán vigentes algunas limitaciones. La recuperación de los viajes, por ejemplo, será lenta y desigual, y probablemente habrá “burbujas de viajes”, un escenario ya previsto en Australia y Nueva Zelanda, donde el virus ya casi ha sido eliminado. La Unión Europea, por su parte, probablemente adaptará la temporada de viajes de verano mediante la introducción de cruces fronterizos libres de cuarentena para quienes tengan pasaportes de vacunas. Pero se mantendrán las restricciones a los viajes de larga distancia.

Lo más probable es que las disparidades en el ritmo y el alcance de la reanudación de las actividades sociales coincidan con las brechas de ingresos. Si bien algunos mercados emergentes habrán alcanzado altas tasas de vacunación (Chile, Marruecos y Turquía ya están por delante de la UE), la mayor parte del mundo en desarrollo no habrá contenido el virus. En consecuencia, los controles fronterizos entre el mundo rico vacunado y el mundo pobre no vacunado probablemente se harán más estrictos, especialmente si siguen surgiendo nuevas variantes. Los trabajadores migrantes serán quienes sientan de manera más directa las repercusiones negativas, pero habrá consecuencias más amplias, como una contracción del turismo de larga distancia, que socavará gravemente algunas economías.

Además, la globalización se verá afectada. Aunque se requiere de muy escaso contacto de persona a persona para enviar un contenedor al otro lado del mundo, no se puede decir lo mismo de la gestión de redes de producción o la búsqueda de nuevos clientes. La evidencia apunta a que las medidas que alteran el movimiento de personas (como las nuevas normas sobre visados o la apertura de nuevas rutas de viaje) verdaderamente afectan al comercio de mercancías. Los obstáculos duraderos a los viajes de pasajeros, en última instancia, acabarían reduciendo el comercio e inversión a nivel internacional, así como también la productividad y el crecimiento en general.

Más importante aún, un retorno completo (así sea gradual) a la vida normal sólo será posible si las vacunas siguen siendo eficaces. Hasta ahora, parecen tener alcanzando un éxito admirable. Pero la aparición de variantes resistentes a las vacunas obligaría a los gobiernos a mantener severas restricciones, posiblemente con confinamientos recurrentes. Algunos expertos, como por ejemplo Monica de Bolle del Peterson Institute for International Economics, consideran que este escenario es probable. Pero, incluso si este es sólo un riesgo excepcional, es uno que requiere de nuestra atención.

Sorprendentemente, se sabe poco sobre las soluciones de compromiso que comprenden sacrificios compensatorios en los ámbitos de la salud pública y la actividad económica, dentro del contexto de la pandemia de coronavirus. Los cuadros de indicadores basados en las tasas de crecimiento del PIB y las cifras de muertos pueden generar muchos comentarios, pero son groseramente engañosos. Italia experimentó fuertes pérdidas de vidas y de PIB el año pasado, pero esto no se debió a que su respuesta en materia de políticas hubiese sido ineficiente, sino porque Italia fue el primer país europeo en ser golpeado por el virus; y, por lo tanto, tuvo que responder a una conmoción inesperada con medidas económicamente costosas.

Para medir cómo los países han gestionado estos sacrificios para llegar a soluciones de compromiso (y, cómo podrían seguir haciéndolo si persiste la pandemia) hemos comparado la evolución semana a semana de las infecciones con la actividad económica medida por el OECD GDP Tracker. Antes de que surgiera la variante británica (B.1.1.7), el contagio del COVID-19, medido según su “tasa de reproducción” (R), era de aproximadamente tres, lo que significa que se podía esperar que una persona infectada contaminara a otras tres. Por lo tanto, el objetivo de las medidas de confinamiento fue reducir la R a un nivel por debajo de uno, momento en el que la incidencia viral disminuiría en lugar de aumentar.

Durante la primavera 2020 en el hemisferio norte varios países europeos lograron reducir la tasa R de tres a aproximadamente 0,7 en el transcurso de unas pocas semanas. En ese momento, la correspondiente reducción de la actividad económica varió desde alrededor del 15% en Alemania (donde la primera ola fue leve) a casi el 30% en Francia, donde la construcción se detuvo por completo y una cuarta parte de los empleados del sector privado fueron suspendidos sin goce de sueldo. El tratamiento fue eficaz, pero tuvo un costo económico extremadamente alto.

Por el contrario, cuando Europa se preparó para otro episodio de confinamiento en el otoño, el costo económico de las medidas de salud pública fue mucho menor. La tasa R se redujo a aproximadamente al mismo nivel (0,8) anterior, pero el costo económico fue 2 a 3 veces menor, y el efecto fue notablemente uniforme a lo largo y ancho de todos los países.

La razón es que los gobiernos habían aprendido de la primera ola. La respuesta de la segunda ola fue menos estricta pero mejor dirigida a blancos específicos. Había una disponibilidad más amplia de mascarillas y equipos de protección, y las empresas habían aprendido a adaptarse a las restricciones. Algunas de estas adaptaciones han resultado ser duraderas: los pagos electrónicos han recibido un impulso significativo; el comercio electrónico está en auge; y las empresas de los sectores afectados lograron llevar a cabo sus actividades empresariales o incluso hasta prosperaron. En Francia, donde los restaurantes están cerrados y los hoteles se enfrentan a estrictas restricciones, uno de cada cuatro informó que, a pesar de todo, la actividad en el mes de febrero se había recuperado en más de la mitad (y el 10% dijo que había retornado a la normalidad).

En cuanto al futuro, la aparición recurrente de variantes aumentaría la probabilidad de necesitar nuevas adaptaciones. Sin embargo, si estas variantes son más contagiosas, los costos se elevarán. Las empresas que se han mantenido gracias al soporte vital que brindan las inyecciones de liquidez y aplazamientos de impuestos no sobrevivirán, y los trabajadores que siguen suspendidos sin goce de sueldo (incluyéndose en el mes de enero a 4,5 millones de trabajadores británicos) perderán ya sea sus habilidades o sus puestos de trabajo. Se necesitarán grandes esfuerzos para ayudarlos a cambiar de ocupación.

Cuanto más dure la pandemia, más graves serán los daños y mayores serán los costos. Por lo tanto, sigue siendo vital un despliegue de vacunación que sea verdaderamente mundial. Entre tanto, los gobiernos deben prepararse para el riesgo de brotes periódicos mediante la elaboración de nuevas políticas a fin de contener sus costos sociales, económicos y fiscales.

Traducción del inglés: Rocío L. Barrientos



Olivier Blanchard, a former chief economist of the International Monetary Fund, is Senior Fellow at the Peterson Institute for International Economics. He is the co-editor (with Lawrence H. Summers) of Evolution or Revolution? (MIT Press, 2019).


JEAN PISANI-FERRY, a Senior Fellow at Brussels-based think tank Bruegel and a Senior Non-Resident Fellow at the Peterson Institute for International Economics, holds the Tommaso Padoa-Schioppa chair at the European University Institute.

Desempacando iniciativas

Por Gilberto Rodríguez Rivero/Adelante 05 Abril 2021


Fotos: Leandro Pérez Pérez/Adelante

CAMAGÜEY.- La Unidad Empresarial de Base (UEB) Raúl Cepero Bonilla, popularmente conocida como la Empacadora, se cuenta entre las entidades de la provincia asociadas al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Alimentaria y la Pesca, que supieron sobreponerse a las complejas insuficiencias financieras y otras carencias del 2020, y a golpes de creatividad y voluntad, mostrar cuánto puede lograrse con buenas prácticas. Por esa razón, es uno de los dos colectivos del MINAL a los que les fue conferida la categoría de Vanguardia Nacional.

Casi con las velitas listas para celebrar sus 93 años y a pesar de los múltiples "achaques" de su obsoleta tecnología, mantiene su flujo productivo, impensable sin la decisiva contribución de sus trabajadores y del ingenio de estos que, con la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores en una delantera bien visible, se encarga de dar respuesta a los contratiempos casi diarios.

Pero ni bajan los brazos, ni se dan por vencidos, y ejemplos afloran, como las del incansable Daniel Barrameda Tudurí, gente de chispa siempre encendida, quien con profundo sentido de pertenencia acumula innovaciones, adaptaciones y otro sinfin de alternativas para que la fábrica no tome pausa. Ahora le aguarda un nuevo reconocimiento, por el Diseño, montaje y remodelación del matadero de cerdos, pero nadie olvida su decisiva contribución en otros peldaños internos, como la caldera por ejemplo, que le ganan el respeto y consideración de todos.

Qué decir de la brigada de mantenimiento, de hombres como Piña, Emilito y otros, quienes hacen posible que, junto con el resto de sus 47 integrantes, mantengan como nueva la "veterana" industria.

María de los Ángeles Pérez del Risco, técnica "A" de Gestión de los Recursos Humanos, y con 35 años en el centro, es parte del ejecutivo del Buró Sindical, que aglutina siete secciones sindicales, incluida la de los jubilados, a las que se integran casi 400 trabajadores.

"Tenemos un buen colectivo, gente consagrada, y aun cuando hemos tenido en algún momento que reajustar la plantilla por el tema de la pandemia, los que se quedan evitan cualquier bache que pudiese existir. La comunicación fluye. Hemos informado a los trabajadores qué debe hacerse en cada momento, ya sea en los matutinos o en las áreas de labores. Si por alguna urgencia deben desplazarse horarios, la gente asume", dijo la dirigente sindical.

Con lógico orgullo muestran dos elementos emulativos importantes: no tuvieron accidentes laborales, ni que aplicar sanciones por indisciplinas. Colegiar decisiones, y que el Sindicato se "oiga", es otra de las cuestiones con un avance positivo.

Mencionan las actitudes de compañeros que, una vez concluidas las tareas en la instalación, marchan para cumplir con el apoyo al pesquisaje sanitario, principalmente dentro de la circunscripción 94. También se suman las donaciones de sangre, la atención a los centros de aislamiento y los trabajos voluntarios, siempre apegados al cumplimiento de las medidas de bioseguridad, que ha permitido no tener ningún foco en el centro y entre sus obreros.

La clave, según la representante sindical, radica en la atención a los integrantes del colectivo. Eso es fundamental.


A ello se suman la búsqueda de alternativas como el uso de la sangre para los embutidos rojos (mortadella y morcilla) con tripa natural, un proceso nada novedoso, pues históricamente siempre se ha usado en el empaque de chorizos, salchichones... En el camino de las alternativas, usan como aglomerante, ante las limitaciones con la harina de trigo, la de maíz, y han abaratado costos con la cocción del frijol de soya para obtener una pasta que se emplea en algunos embutidos.

Además han ido proyectando nuevos derroteros e insertándose en nuevos mercados, incluido el online, hacia donde destinan ofertas con gran aceptación como el chorizo, jamón cocido y el potajín.

Milene de la Caridad Rodríguez Suárez, directora del centro, manifestó que "es todo un orgullo alcanzar por primera vez la condición de Vanguardia Nacional. Eso nos obliga a ser cada vez mejores, nos estimula a seguir teniendo capacidad de respuesta ante cualquier dificultad".

Ellos demuestran que la unidad de trabajo, sigue siendo una poderosa vacuna contra las problemáticas actuales, esas que acechan a diario... y que allí han aprendido a sortearla con muchos éxitos.

Evalúan de positiva reforma salarial en Sancti Spíritus

Sin embargo, aún persisten algunas insatisfacciones con este proceso que benefició aquí a más de 48 600 trabajadores del sector presupuestado



La reforma salarial benefició a unos 16 750 trabajadores de Educación. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

Aunque aún persisten algunas insatisfacciones, el impacto de la reforma de salario iniciada el pasado primero de enero muestra un resultado positivo en Sancti Spíritus durante el primer trimestre de aplicada porque la nueva escala resolvió la mayor parte de las distorsiones que existían anteriormente, valoró Idania Hernández Marín, subdirectora que atiende esa materia en la Dirección Provincial de Trabajo.

Sin embargo, la directiva reconoció que el déficit de materia prima debido a las dificultades impuestas por el bloqueo y la crisis económica derivada de la pandemia por la COVID-19 incide en los ingresos de no pocos trabajadores, fundamentalmente en aquellos a los cuales se les aplica la modalidad de destajo.

Además, cuando cierre el trimestre debían existir utilidades en las empresas, lo cual mejoraría la entrada financiera de los trabajadores, pero muchas entidades no van a obtener ese provecho y se van a afectar las ganancias personales.

Por otra parte, la directiva mencionó que por la premura de este proceso hubo demoras en la explicación a algunos trabajadores de las nuevas formas de pago que se iban a implementar, en la corrección de algunos salarios, en determinadas adecuaciones hechas a las plantillas y, en general, en la información de todos los detalles a los colectivos.

Igualmente, en diciembre se reportaron dificultades con el tema de las liquidaciones de las vacaciones y con el adelanto de los 1 000 pesos; sin mencionar que todavía existe insuficiente preparación de los directivos y especialistas del área de Recursos Humanos para tratar estos temas.

“También existe insatisfacción porque los trabajadores erróneamente se han comparado entre sectores y organismos diferentes y no nos podemos comparar porque cada uno tiene su especificidad y responsabilidad. Además, algunos han confundido el término de la evaluación que tienen con el cargo que desempeñan, se paga el cargo, no la calificación porque alguien puede ser de nivel superior, pero está ocupando un cargo de técnico medio y no se le paga el nivel superior”, aclaró la especialista.

Igualmente, mencionó algunas incongruencias salariales reportadas en los sectores de Salud y Educación, las cuales se estudian a nivel nacional con posibilidades de ser rectificadas; y el reclamo de esos segmentos porque no se les mantuvo el pago por años de servicio.

En general, con la reforma de salario en la provincia se beneficiaron más de 48 600 trabajadores de las unidades presupuestadas y como pagos adicionales se mantuvieron las maestrías y doctorados, condiciones laborales anormales, nocturnidad, categoría docente, entre otros.

Inflación: Los retos de no caminar en círculos

 Por Sayli Sosa Barceló

 ECONOMÍA

 05 Abril 2021

Mantener una dinámica inflacionaria favorable depende de múltiples factores, entre ellos evitar los errores del pasado.

A mediados de diciembre de 2020, mientras se dirigía a la Asamblea Nacional del Poder Popular para ofrecer detalles sobre la Tarea Ordenamiento, Marino Murillo Jorge, Jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, dijo que uno de los efectos indeseados del ajuste sería el aumento de la inflación. “El problema está en qué nivel de inflación generará en la economía, porque siempre que hay crecimiento de precios, hay devaluación. Por eso la clave será cómo controlar un proceso inflacionario indeseado en magnitudes superiores al estimado por la Tarea Ordenamiento”, insistía.

Esos números, es decir, la inflación estimada en el diseño, no son públicos, por tanto, no es posible conocer si, a tres meses del Día Cero, el indeseado proceso inflacionario va de acuerdo con lo “planificado” o se ha ido por encima, como pareciera ser, a juzgar por algunas señales de la economía doméstica.

No obstante, tal y como explicara a esta reportera Ricardo Torres Pérez, Doctor en Ciencias Económicas e Investigador del Centro de Investigaciones de la Economía Cubana, no se puede hablar de tasa inflacionaria en función del precio de un par de productos, pues se trata de un entramado mucho más complejo. El experto apunta al menos tres elementos que incidirían en una tasa inflacionaria elevada en el actual contexto: devaluación, reforma salarial y eliminación de subsidios.

Antes de cualquier juicio de valor, es justo decir que la inflación no solo es un efecto indeseado, sino inevitable. Luego de una devaluación del  2.300 por ciento en el sistema empresarial (habida cuenta de la tasa de cambio de 1.00 USD x 24.00 CUP que sustituyó a la muy ventajosa de 1.00 USD x 1.00CUP), sumado a una reforma salarial general, no había cómo impedir que los precios subieran. Ni siquiera una política de formación de precios centralizada para productos de interés nacional ni las facultades de las instancias provinciales y municipales para topar los precios máximos obrarían el milagro. De hecho, esos instrumentos no están para paralizar la inflación, sino para controlar la subida.

El tercer elemento que tributa a un incremento de los precios es la eliminación parcial de los subsidios en servicios básicos como la electricidad y el agua, o los insumos. A partir de ahí, todas las cadenas de valor modificaron el costo real de lo demandado por la población.

Lo experimentamos aquí con muchos de los precios minoristas, elevados cuatro o cinco veces con respecto al importe anterior al Ordenamiento, un traspaso directo e inmediato de la inflación mayorista. Si bien se insistió en que el ajuste no nos pondría en una peor situación en cuanto al poder adquisitivo, la realidad del último trimestre desdijo algunos enunciados. Los procesos de revisión sucedidos después confirmaron, de cierta manera, que los cálculos no fueron exactos y que, posiblemente, la inflación se moviera fuera de los límites estimados. Si, por el contrario, la revisión busca aminorar el impacto cargándole la diferencia al estado, pues ese déficit presupuestario también genera inflación.

• El incremento de los precios ya se venía experimentando antes de la Tarea Ordenamiento  

Y, aunque es cierto que no se puede tener una idea clara del asunto solo por el comportamiento de unos pocos productos, sí hay señales inequívocas en el mercado formal e informal, en medio de un profundo desabastecimiento que lo empeora todo (o lo provoca). Otra de esas señales, además de la elevación de los precios en el sector estatal —en renglones donde se sacó de la ecuación el subsidio—, es la lógica impuesta por la dolarización indirecta de la economía doméstica que, ante la ausencia de convertibilidad de la divisa (no hay disponibilidad para la compra de dólares en los bancos o casas de cambio), impacta en los precios elevándolos al doble (como mínimo) en el caso de los artículos deficitarios y de mayor demanda (comida, aseo).

Para comprar en las tiendas recaudadoras en MLC, si no se reciben remesas, hay que adquirir la divisa no a 24, sino a 50 (cota máxima, hasta el momento, a la que se ha elevado el dólar en “la calle”). Por tanto, la devaluación real es más profunda y, también mayor la inflación. Acaso la expresión más concreta de esto que digo es que, apenas en diciembre, el dólar se compraba ilegalmente a 34.00-38.00, y hoy no baja de 48.00-50.00. Parecería que cualquier estimación debería realizarse sobre esa base, aun cuando el diseño de la medida no contemplara el mercado de divisas “por la izquierda”.

De ello dan cuenta los grupos de compraventa en las redes sociales en Internet y el mercado negro. Allí un litro de aceite comestible “cotiza” entre 200.00 y 300.00 pesos; una colonia Bonabel en 375.00; desodorantes en 100.00 y 150.00; el arroz a 35.00 pesos por libra; el queso a 80.00-100.00 pesos; la carne de cerdo rebasó el límite (mental) de los 100.00 pesos; y no hablaremos del mercado inmobiliario. Las cuentas se están sacando en función del dólar y no del peso cubano. Cabría preguntarse si esta realidad estaba en los cálculos.

Precios en Revolico

Más allá del debate de si son precios abusivos y especulativos —que lo son, no hay dudas, sobre todo cuando se trata de reventa—, tendríamos que considerar, también, que existen circunstancias en las que no habría otro “remedio”. Digamos que, en el entorno del cuentapropismo, sin mercado mayorista y con uno minorista medianamente abastecido, pero solo en MLC (o en pesos cubanos con precios equivalentes), inevitablemente los precios de los bienes o servicios derivados de las compras en esas tiendas tendrán que reflejar el tipo de cambio al que se adquiere la divisa.

• El periódico Escambray se acercó al tema de la venta ilegal de dólares.

Quizás todavía no estamos “chocando” de a lleno con esa circunstancia porque una parte del sector no estatal está en pausa, debido a la situación sanitaria, entre ellos cafeterías o restaurantes; mas, las contradicciones ante las tablillas de precios se viven a diario. Y no es como que podamos prescindir de estos actores: estamos hablando de un sector que, en el nivel de país, vende unos 19 000 millones al año, una cifra para nada despreciable.

Todo esto, unido a la falta de ofertas en el mercado en CUP, tal y como lo había explicado el propio Murillo Jorge, es un elemento objetivo que produce inflación y nos pone ante un entorno económico en extremo complejo, caracterizado por un exceso de liquidez en algunos segmentos de la población, mientras otros continúan viviendo al día. Así, está quien puede pagar un litro de aceite en 300.00 pesos (seis veces su valor real), y quienes deberán elegir entre comer con grasa y costear la electricidad.

En este sentido, no se puede desconocer el tremendo impacto en las finanzas del país del bloqueo estadounidense o de la redirección de recursos hacia el enfrentamiento a la COVID-19, justo cuando las principales fuentes de ingreso de divisas del país (turismo, cooperación médica en el extranjero, remesas, exportaciones) se han visto afectadas por ambas causas, indistintamente. A lo que sería obligatorio añadir las deudas de productividad y eficiencia de los sectores de la economía cubana, justo uno de los escenarios al que apunta la Tarea Ordenamiento.

Los expertos, entre ellos Torres Pérez, coinciden en que mantener una dinámica inflacionaria favorable depende, ente varios factores, del incremento de las producciones, y estas, a su vez, descansan en la gestión del sector empresarial, en lo fundamental. Para destrabar los frenos que hasta ahora han impedido el salto cualitativo y cuantitativo de no pocas empresas se había aprobado un  que, en primer lugar, flexibilizan la autonomía, otorgando mayores potestades a la hora de generar y repartir utilidades, capacidad de exportación y de acceso a la divisa, entre otras. De momento, está faltando un análisis de los resultados de la puesta en práctica, aunque cierto es que no ha transcurrido suficiente tiempo para hacer mediciones.

Pero además, son necesarias otras decisiones, algunas calificadas como dolorosas o de choque, por cuanto podrían colisionar contra la voluntad manifiesta de no dejar a nadie desamparado, ya que pasan por no seguir financiando las pérdidas ni pagando sin resultados, en fin, limitar la masa monetaria excesiva.

Los expertos hablan, asimismo, de dejar que los mercados logren cierto equilibrio, controlando por algún tiempo solo los precios esenciales y combinando medidas desde la oferta, para incrementarla saludablemente y, desde la demanda, para que no crezca en demasía. Es evidente que no son decisiones fáciles ni tendrían resultados en el corto plazo. Mas, después de haber vivido un período de similares desafíos en los 90, la pregunta es si tenemos otra alternativa.