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sábado, 1 de mayo de 2021

Suerte a los conservadores si el plan de Biden pasa a ser ley

Los impuestos no destruyen puestos de trabajo, pero la carestía de servicios de guardería sí



El presidente de EEUU, Joe Biden, en un acto del Partido Demócrata en Georgia el pasado jueves.EVELYN HOCKSTEIN / REUTERS

Cuidado, conservadores: si los principales elementos del Plan Estadounidense para las Familias se convierten en ley, serán muy difíciles de revocar. ¿Por qué? Porque aportarán prestaciones enormes, transformadoras de hecho, a millones de personas. Es decir, imagínense intentando suprimir las guarderías universales asequibles y los permisos de paternidad y maternidad retribuidos una vez que se han convertido en parte del tejido de nuestra sociedad. Se enfrentarían a una reacción todavía peor que la de 2017, cuando los republicanos intentaron eliminar la cobertura de enfermedades preexistentes en los seguros de salud. Y esa reacción dio enseguida a los demócratas el control de la Cámara de Representantes y también abonó el terreno para su control actual del Senado y la Casa Blanca.

¿Y cuál es el contrargumento de los republicanos? Buena parte del partido parece poco interesado en debatir la política, y prefiere arremeter contra planes imaginarios. La respuesta oficial del Partido Republicano al discurso pronunciado el miércoles por Biden, presentada por el senador Tim Scott, parecía poco enérgica; Scott sigue quejándose del “Gobierno intervencionista” y denunciando a Biden por gastar dinero en cosas que no sean carreteras y puentes. Lo más parecido a un argumento real fue la afirmación de que Biden propone “la mayor subida de impuestos destructores de empleo en una generación”, presumiblemente una referencia a la subida de impuestos aprobada por Bill Clinton en 1993.

Efectivamente, Biden pretende pagar sus propuestas con una subida de impuestos a las grandes empresas y a los individuos de rentas altas, e incluye un plan ruin de dotar al Servicio de Impuestos Internos [equivalente a Hacienda] con recursos suficientes para combatir los fraudes fiscales de los ricos. Por lo tanto, es importante comprender que el plan para las familias, si se aprobase, sería un gran creador de puestos de trabajo. Es decir, aumentaría mucho, probablemente en varios millones, el número de estadounidenses —mujeres en particular— con un empleo remunerado.

Para entender por qué, lo primero que necesitan saber es que, aunque los republicanos siempre afirman que subir impuestos a los ricos destruye puestos de trabajo, hasta el momento nunca han tenido razón. La réplica de Scott a Biden parecía dar a entender que la subida de impuestos de Clinton en 1993 había destruido empleo; en realidad, Estados Unidos creó 23 millones de puestos de trabajo durante el mandato de Clinton. La gente parece olvidar también que Obama presidió una subida significativa de impuestos a los más ricos al comienzo de su segundo mandato; la economía siguió sumando puestos de trabajo con rapidez. Ah, y el empleo en California se disparó después de que Jerry Brown subiera los impuestos a los ricos en 2012, desafiando las declaraciones conservadoras de que ese Estado estaba cometiendo un suicidio económico.

Resulta también instructivo comparar Estados Unidos con otros países avanzados, casi todos los cuales tienen impuestos más altos y prestaciones sociales más generosas que nosotros. ¿Pagan por estas políticas un precio en forma de reducción de empleo? Sospecho que a muchos estadounidenses les sorprendería saber que la verdad es que muchos países con impuestos elevados y altas prestaciones son bastante eficaces a la hora de crear empleo. Fíjense en el caso de Francia: los adultos entre 25 y 54 años, los años óptimos de la vida laboral, tienen más probabilidades de estar empleados en Francia que en Estados Unidos, principalmente porque las francesas tienen una tasa más elevada de empleo remunerado que sus homólogas estadounidenses. Los países nórdicos presentan una ventaja de empleo aún mayor entre las mujeres.

¿Cómo puede el empleo ser tan elevado en países con muchísimos impuestos? La respuesta es que, visiblemente, los impuestos no destruyen empleo, pero la falta de servicios de guardería, sí. Los progenitores de muchos países ricos pueden aceptar un empleo remunerado porque tienen acceso a guarderías seguras y asequibles; en Estados Unidos, esas guarderías son prohibitivamente caras para muchos. Y la razón es que nuestro Gobierno no gasta casi nada en atención a la primera infancia y enseñanza preescolar; en porcentaje del PIB, nuestro presupuesto en esa materia nos sitúa un poco por debajo de Chipre y Rumanía.

El Plan cambiaría por completo este panorama, al proporcionar enseñanza preescolar gratuita para niños de tres y cuatro años y limitar los costes de las guarderías a un máximo del 7% de la renta en el caso de familias con ingresos bajos y medios. Si esto aumentara el empleo de las mujeres estadounidenses en edad óptima para trabajar al nivel de las francesas, supondría añadir aproximadamente 1,8 millones de puestos de trabajo; si nos fuésemos a niveles daneses, el aumento sería de tres millones.

Para que quede claro, conseguir que más mujeres tengan un empleo remunerado no es el principal objetivo del plan, y no hay nada malo en que los progenitores decidan quedarse en casa para cuidar a sus hijos. Por el contrario, se trata de mejorar el entorno en el que crecen los niños, en parte como una cuestión de justicia social, y en parte también para que puedan convertirse en adultos más sanos y productivos.

Pero el aumento del empleo constituiría un beneficio secundario significativo y más inmediato. Y ofrecería también una compensación fiscal parcial al coste de las guarderías y el primer ciclo de enseñanza infantil, porque los recién incorporados al trabajo pagarían impuestos y tendrían menos probabilidades de tener que acudir a programas de apoyo como los cupones para alimentos. No, los planes de gasto de Biden no se pagarán solos. Pero les costarán a los contribuyentes menos de lo que las cifras iniciales podrían dar a entender. Y si estos planes mejoran la vida de millones de estadounidenses, ¿le importará a alguien que sean de un “Gobierno intervencionista”?

Paul Krugman es premio Nobel de Economía. © The New York Times, 2021. Traducción de News Clips

Emanciparnos por nosotros mismos (+Video)

 La frescura matiza el contexto en el que se dinamiza la economía cubana. Este también es un proceso osado, porque no se puede pasar por alto que, sobre toda acción de progreso de nuestro país, actúa esa cuña candente llamada bloqueo económico, salida de la fragua de actos hostiles que el Gobierno de EE. UU. mantiene activa

Las reservas más grandes de la economía cubana estarán siempre en las capacidades productivas de los trabajadores. Foto: Germán Veloz Placencia

La frescura matiza el contexto en el que se dinamiza la economía cubana. Este también es un proceso osado, porque no se puede pasar por alto que, sobre toda acción de progreso de nuestro país, actúa esa cuña candente llamada bloqueo económico, salida de la fragua de actos hostiles que el Gobierno de EE. UU. mantiene activa.

Ajustado al cuello del archipiélago, como para asfixiarlo, el cerco genocida –código de la prepotencia imperialista, exaltación de la resistencia heroica de Cuba, pero a la vez evidencia del más largo fracaso de la política exterior estadounidense– hace rato que nos ha enseñado que, para sobrevivir, no deben esperarse resultados distintos a los que podamos conseguirnos con nuestras propias fuerzas y recursos. El enfrentamiento a la COVID-19 y nuestros cinco candidatos vacunales contra el virus lo está demostrando.

En ese afán, urgencia permanente de nuestra economía, ¿cuánto ha hecho el país últimamente, qué condiciones ha creado para que el potencial de sus fuerzas productivas, ese pueblo trabajador que hoy celebra, se reproduzca en resultados y acelere el desarrollo de la nación?

NUEVOS TIEMPOS, OTRA MENTALIDAD

Horas atrás, un grupo de artesanos holguineros recibió materia prima, a partir de una solicitud de importación pagada con dinero propio. El contenedor, con flexivinil, espuma de goma y otros recursos, arribó a la ciudad de Holguín y fue depositado en el almacén de la filial provincial del Fondo Cubano de Bienes Culturales, entidad que recibió las solicitudes y contactó con los proveedores y los responsables de hacer llegar la carga.

Y hay más. Gladys Rodríguez Escalona, especialista del Grupo de Nuevos Negocios, creado por la citada filial, aseguró que tres contenedores con felpa para elaborar toallas, y nueve con cemento, están en camino a Cuba, para satisfacer necesidades de artesanos creadores y trabajadores por cuenta propia del sector de la Construcción. Asimismo, añadió que forman parte de 59 solicitudes atendidas por la entidad.

No hay duda acerca del interés que despierta en el país esa vía de adquisición de materias primas, aun incipiente. Según divulgó, en su cuenta de Twitter, Vivian Herrera Cid, directora general de Comercio Exterior del Mincex, más de 1 980 contratos fueron concertados hasta la última semana de abril entre empresas estatales dedicadas al comercio exterior y formas de gestión no estatal, desde que estas contaron, desde el pasado año, con la oportunidad de exportar e importar.

A quien se acerque por estos días a la Empresa Mecánica Holguín (Holmeca), le bastará aguzar los sentidos para descubrir a varias personas enfrascadas en un curso de inglés para dominar, de la manera más expedita posible, el idioma inglés, paso indispensable para «ensamblar» el grupo de especialistas que necesita, a fin de sacar óptimo provecho a las facultades que, próximamente, le otorgarán para exportar directamente.

Con esa posibilidad, contemplada en las medidas aprobadas para fortalecer la empresa estatal socialista, Holmeca, al decir de sus directivos, no se valdrá de terceros para vender en el exterior equipos agrícolas de probada calidad.

El procedimiento utilizado hasta ahora, dicen, no les ha dejado un buen sabor. Entre otras cosas, algunos de las organizaciones nacionales encargadas de las ventas en el exterior ingresaban el mayor monto de las ganancias y, para colmo, quedan cuentas por cobrar. Hoy, por ejemplo, están demandando unos 120 000 pesos. Otro gallo debe cantar cuando dispongan de la licencia de exportación, con las normas que verifican la Cámara de Comercio y la Aduana General de la República de Cuba.

A través de esa vía, transitada desde hace ya algún tiempo por la Empresa Agroindustrial Ceballos, de Ciego de Ávila, llegan beneficios notorios, como disponer del 80 % de los ingresos en divisas para refinanciar el desarrollo propio.

Al repasar el conjunto de disposiciones, se aprecia, entre otras formas de operar, la ampliación de las facultades de los directivos empresariales para acceder directamente a créditos otorgados por el sistema bancario o instituciones financieras y aprobar los precios y tarifas de sus productos o servicios, conforme a lo regulado, respetando la política de precios de la empresa. Directivos sagaces, dispuestos a sacar provecho de esto, aseguran que es necesario andar de la mano con los correspondientes asesores económicos y jurídicos, lo que no deja a un lado la consulta de las decisiones con los trabajadores.

¿VIVIR SIN TRABAJAR?

Muchos cubanos hemos conocido y convivido con no pocas personas sin vínculo laboral por años. Algunas de las  causas de ese poco interés por buscar sustento, mediante el trabajo, y aportar a la nación, fueron las  excesivas gratuidades y la larga práctica de subsidiar productos con el Presupuesto del Estado.

Pero las descritas condicionantes nocivas se fueron abajo con la aplicación de la Reforma Salarial, componente sustancial de la Tarea Ordenamiento, puesta en marcha a principios del año en curso. Lo cierto es que se ha estimulado la incorporación al empleo. Hace poco, fuentes oficiales informaron que más de 100 000 personas dieron ese paso desde enero.

En tan alentador contexto, el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, de acuerdo con lo reseñado anteriormente en este diario, destacó, a través de su cuenta de Twitter, la importancia del incremento del empleo en el sector productivo, sin afectar la productividad del trabajo, pues la generación de puestos de trabajo con más productividad constituye la clave para el crecimiento económico de la nación.

Por cierto, las mujeres representan el 36 % de los beneficiados con acceso al empleo durante el cuatrimestre registrado. Es grato conocerlo, porque revela que el archipiélago avanza sólidamente en el propósito de equilibrar, todavía más, la participación activa de la mujer en cada frente de la sociedad.

Medular resultó, en ese empeño, la concreción del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, aprobado por Decreto Presidencial. De ese modo se establece una estrategia de Gobierno, con la participación de la Federación de Mujeres Cubanas y la capacidad de emprender acciones de seguimiento, evaluación y control, que permiten profundizar en las respuestas emitidas ante las recomendaciones del Comité para la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres.

***

Sobre la Tarea Ordenamiento, en contraposición con quienes consideraron que no era el momento de ponerla en curso, ha demostrado que ha acelerado la implementación de un grupo importante de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.

A la vez, reconoce la capacidad para asumir cambios en su proceso evolutivo, lo cual reconoció el recién efectuado 8vo. Congreso del Partido.

Para que las aguas retomaran su nivel en lo económico, hubo, como es sabido, reducción o eliminación de subsidios, incrementos de tarifas de precios de productos y servicios en la mayoría de los casos, pero la realidad impuso razonables e inmediatas rectificaciones, auxiliadas con dinero del Presupuesto del Estado. Nadie quedó desamparado, pero en Cuba se va imponiendo la filosofía de que para vivir hay que trabajar.

En un primer momento, fueron reformados –entiéndase reducidos– los nuevos precios de la electricidad del sector residencial. Ahora ocurre algo similar con las peticiones de productores agrícolas, a raíz de un paquete de 63 medidas que buscan impulsar la producción de alimentos y reducir la importación de estos de forma permanente, a partir de la capacidad propia del país. Basta pensar en la satisfacción de los cultivadores de arroz, quienes desde enero vieron cómo se le disparaban los costos de producción y, prácticamente, se les esfumaban las ganancias por las altas erogaciones derivadas del uso de electricidad, del agua y de las prestaciones de la aviación, entre otros servicios indispensables.

Ante las inconformidades de la población, que utilizó varias vías para hacerlas saber, los dirigentes políticos y del Gobierno de la nación reaccionaron de inmediato. Raúl fue el primero en recomendar «pegar el oído a la tierra» para buscar soluciones a las inquietudes de los compatriotas. El procedimiento fue pensado, debatido e implementado de inmediato.

No huelga resaltar el ejercicio democrático de razonar con los ciudadanos los mejores modos de proceder –incluso en las difíciles condiciones actuales de bloqueo económico recrudecido y pandemia–, para que el empujón económico que requerimos, especialmente el despertar urgente en la producción agropecuaria, genere altos impactos en el corto plazo, con beneficios coherentes y proporcionales al esfuerzo de todas las partes que lo hagan posible.

CON LA MANGA AL CODO: A TRABAJAR

Hoy no habrá desfiles en las plazas. En su lugar, cuelgan banderas de los balcones y, en el espíritu del pueblo trabajador, se sabe que late un sentimiento de empuje por el país. Hay conciencia plena de cuánto urge que nos movilicemos, creativamente, por nosotros mismos.

Las reservas más grandes estarán siempre en las capacidades productivas de los trabajadores cubanos, en el ingenio para encontrar soluciones al pie de obra, en el estímulo a la innovación, en conceder protagonismo práctico a la ciencia, en sembrar cada palmo de tierra aprovechable y copar cada nicho que el comercio hacia el mundo nos abra como una opción.

Este Primero de Mayo nos convoca a eso. No es la consigna la que nos llama a movilizarnos, nos reclama la necesidad imperiosa de «emanciparnos por nosotros mismos, y con nuestros propios esfuerzos».

Empleo, empleo

 Por Rafael Alhama Belamaric

 Extracto de cuatro artículos escritos entre 2009 y 2010, nos (retro)traen a los problemas presentes desde hace mucho tiempo, de una concepción, política y prácticas vinculados al Empleo que han sido privilegiados a lo largo de seis décadas de Revolución. Si extraigo algunos párrafos, no es para recordar, sino para significar que un tema tan complejo debe tratarse complejamente más allá de las estadísticas y balances; en una palabra, salirse de la fórmula de dos más dos son cuatro.

 “Su dirección, desde el programa del Moncada, siempre ha estado clara, de modo tal que ha sido siempre una categoría y los elementos asociados a esta, siempre privilegiados, por encima de cualquier otra consideración. Esto ha significado, desde la década del 60, que fue implementado siempre como “empleo paternalista”, un término que utilizan los ideólogos liberales o neoliberales al referirse al empleo en Cuba. Lo cierto es que ha sido un empleo protegido, más allá de las prácticas de un Estado de Bienestar o Estado Social, que funcionaron luego de la II Guerra Mundial hasta las década del 80 en un grupo de países capitalistas desarrollados, al amparo del keynesianismo.”

 Acerca del Empleo y los problemas confrontados en la última década, con todos los cambios que se han producido, se diría que se ha cobrado mucha mayor conciencia que es también una dimensión económica, que abarca todo el sistema económico productivo, y todas las formas de gestión y propiedad, y que tiene vínculos estrechos con la persona y con el factor trabajo. Pero también variables que influyen como son: las políticas macroeconómicas, los cambios estructurales, la técnica y tecnología, las condiciones del mercado laboral y las relaciones laborales, entre otros. Todo esto, no cabe ni en una cifra de empleo ni de desempleo, pero deben estar detrás de ella, para comprender mejor la realidad y permitir la elaboración de mejores escenarios.

 Por eso, decía hace diez años atrás: “….todo parece indicar que en los últimos meses, obligados por las condiciones económicas y financieras actuales, así como por algunos de los problemas internos que se vienen acumulando y arrastrando desde tiempo atrás, se ha cobrado mayor conciencia, que el Empleo, con mayúscula, en toda su extensión y complejidad, es un concepto y dimensión económica también.”

 “No es casual la referencia a Keynes, ya que desde hace dos-tres años se vuelve a hablar de un neo-keynesianismo para salir de la crisis actual; y estas ideas también han llegado a nosotros, e influyen con fuerza, como en el pasado, en algunos; máxime que empleo no cuenta con una teoría propia desde la economía ni la economía política socialista.”

 “Sin entrar en disquisiciones teóricas, sí es necesario recordar, que el keynesianismo vino a cubrir las brechas de la economía neoclásica, de manera que se siguió como política activa en los momentos, o durante tres-cuatro décadas, en que la acumulación de capital se desarrollaba al ritmo expansivo de la dinámica alcista del sistema, y así el pleno empleo se convierte en el sumum del Estado. Luego, a partir de la crisis de los años 70 en adelante, tras una crisis de sobreacumulación y la consiguiente apertura de la fase depresiva, la demanda de trabajo comenzó a hundirse, y sin renunciar en teoría y en las políticas, o mejor dicho, por los políticos, al discurso del pleno empleo, se ha tomado una dirección contraria; temporalidad y desregulación, contratos individuales fuera de negociaciones colectivas.” Actualmente, en tiempos de crisis de la pandemia, vuelve a estar en discusión si el camino es keynesianismo o no.

 “Recordemos lo que dijo Keynes  en el último capítulo de su libro  "Filosofía social a que podría conducir la Teoría General": "Cuando de 10 millones de hombres deseosos de trabajar y hábiles para el caso están empleados 9 millones, no existe nada que permita afirmar que el trabajo de estos 9 millones esté mal empleado. La queja en contra del sistema presente no consiste en que estos 9 millones deberían estar empleados en tareas diversas, sino en que las plazas debieran ser suficientes para el millón restante de hombres. En lo que ha fallado el sistema actual ha sido en determinar el volumen del empleo efectivo y no su dirección”.

 “En los momentos actuales, determinado entre otros por las variables que influyen en el empleo, no sólo no hay fuerzas suficientes, por grandes que sean las medidas de oferta o de demanda que los gobiernos de los países pretendan adoptar, para regresar a los niveles de empleo anteriores, o a pleno empleo, sino que el propio concepto de empleo y de trabajo cambian. Sería como convencer a los capitalistas de que les interesa perder más dinero y contratar a más trabajadores, cuando las tecnologías llevan cada día a menos, lo que permite más sobreexplotación, más encubierto que ni siquiera se habla de ello.”

 “Es un tema del cual se escribe poco en el mundo, porque es altamente sensible, política y socialmente. Es como echar sal a la herida, pero el empleo-trabajo ha estado y está cambiando, en los países capitalistas desarrollados; por ende, también desde la oferta y demanda, y cualitativamente. Cada año, se requerirán menos trabajos no calificados, muchos desaparecen, y más los altamente calificados y competitivos. Se requerirá menos trabajo estable y más trabajo flexible y parcial. Hace cinco años atrás, uno de los mayores estudiosos de la región, Antunes dijo: “La sociedad del capital y su ley del valor necesitan cada vez menos del trabajo estable y cada vez más de las diversificadas formas de trabajo parcial”.

 “Es una situación en que la innovación, la técnica y tecnología, los conocimientos, y la productividad se imponen. Terminó diciendo entonces Antunes: “…..porque el capital no puede eliminar el trabajo vivo del proceso de creación de valores, debe aumentar la utilización y la productividad del trabajo de modo que intensifique las formas de extracción del sobretrabajo en un tiempo cada vez más reducido” (el subrayado es nuestro)”

“En los países capitalistas desarrollados, y los llamados emergentes, y más hoy día, se sigue considerando más la Curva de Phillips (empleo con aumento de la inflación, descendiendo así los salarios reales sin que desciendan los nominales). Pero la Ley de Say tampoco está ajena, aun cuando no hay condiciones de competencia perfecta (si existiese mayor desocupación, los salarios tenderían a bajar, porque habría trabajadores dispuestos a incorporarse al mercado por salarios menores, y en tal circunstancia, las empresas tenderían a usar más intensivamente el factor trabajo, aumentando así la demanda del mismo y generando una situación de pleno empleo). Como no es competencia perfecta, se usa intensivamente la fuerza de trabajo y se pagan salarios menores; y no se crean nuevos empleos.”

 Por un problema muy práctico, y de evidencias, se ha a entender el Empleo como un concepto también económico, y que de no hacerlo puede traer y ha traído graves consecuencias, en lo económico, en lo social, en lo productivo, en lo individual.

“Lo cierto es que las relaciones económicas privilegiadas, que llevaron prácticamente durante cuatro décadas a las inversiones en ascenso, con crecimientos, modestos, pero crecimiento, de década en década hasta los años 90, en que las cuatro principales variables que determinan el empleo se vieron favorecidas, llegaron a tal punto que inevitablemente debían llevar a transformaciones, de concepciones, de políticas, de prácticas. A saber: la oferta (con las previsiones y crecimiento demográfico y las tasas de participación que incluso en los momentos actuales es mayor que en todos los países de América Latina); con las políticas macroeconómicas que favorecían el empleo (con la incorporación de fuerza de trabajo independientemente de los resultados económicos-productivos, incluyendo políticas activas con programas especiales que incorporan medio millón de nuevos empleos a comienzos del milenio); con cambios estructurales y la introducción de técnica y tecnología (aun cuando estas no fueran de punta en su generalidad); las relaciones laborales y las condiciones de mercado laboral (aún limitado el segundo, pero las primeras de total proteccionismo).”

 “Sin embargo, el dato estadístico se siguió privilegiando, y la situación social también, por encima de cualquier resultado económico-productivo-financiero. De manera muy general, el Pleno Empleo es un concepto económico que hace referencia a la situación en la cual todos los ciudadanos en edad laboral productiva, y que desean hacerlo, (por tanto puede existir desempleo voluntario), tienen trabajo. El hecho de que se acepte el desempleo voluntario, esta definición no es asumida por todos. De manera que hay dos posiciones: una que asume pleno empleo con desempleo cero, y otra posición que lo asume con una tasa de desempleo, con la consideración anterior de desempleo voluntario. Así, se pueden encontrar aquellos que se encuentran en proceso de cambio de un trabajo a otro ("desempleo friccional"), o personas desempleadas que no desean encontrar un empleo que satisfaga sus necesidades en ese momento. Todas esas personas pueden o no, figurar como registrados para cobrar el subsidio de desempleo y pueden o no, ser consideradas a la hora de establecer si una economía en particular está en una situación de pleno empleo.”

“La definición se puede ir complicando y complejizando, al considerar que como concepto económico, no sólo tiene que ver con la situación de la persona, sino que se refiere al factor trabajo, máxime si se consideran las seis facetas del Trabajo Decente que establece la OIT.”

 “Otra manera de decirlo es que significa una condición en la cual el número de personas disponibles para trabajar, iguala a la demanda.  En el mundo industrializado la definición de pleno empleo es un nivel de empleo donde todos los que buscan trabajo pueden obtenerlo. El pleno empleo es un objetivo al que tienden los países en su política económica, y no han dejado de plantearlo, para maximizar la riqueza del país y de los ciudadanos, especialmente con la implementación de políticas macroeconómicas. De todas maneras, es importante tener en cuenta, que cualquiera que sea la definición de pleno empleo, es difícil de descubrir exactamente la tasa de desempleo que le corresponde.”

 “Es por ello que en la misma medida que ha ido evolucionando este concepto y su definición, ha ido cobrando mayor relevancia el Subempleo (entendido como inadecuada ocupación respecto a normativas establecidas). Por eso es imprescindible que se entienda que la variable a atender, no es subempleo, sino el empleo, la calidad del empleo, porque cada día cobra mayor importancia la utilización económicamente eficiente del empleo, del factor trabajo (esto entre otros, pone en primer plano la capacidad de organización, la utilización de las capacidades y el aprovechamiento de los recursos humanos).”

 “Para resumir de la forma más rápida la historia desde la década del 60 hasta hoy, aunque se pierden detalles, es diciendo que los objetivos del empleo enunciados desde el programa del Moncada, se cumplieron, pero se aplazaron y dificultaron los objetivos organizativos que llevarían al empleo a que fuera algo más que una estadística, por ciento o tasa; que fuera empleo con efectividad del factor trabajo, acorde a las condiciones existentes, financieras, económicas, de inversiones, de tecnología, de organización.”

 “En cada década, desde los años 60, en que se asimilaron más de medio millón de desocupados en menos de dos años, luego la asimilación de más de un millón de personas de la explosión demográfica de los años 60 en los años 80, y por último la asimilación e incorporación en los años 2000, ha sido por la situación favorable de las variables de empleo, en primer lugar de las inversiones, con excepciones. Sin embargo, en cada momento hasta la actualidad primó más la dimensión social del empleo, sin importar la efectividad del factor trabajo, la calidad del empleo, por lo que la realización de la muy alta tasa del llamado capital humano, o recursos humanos, ha sido baja.”

 En momentos de profunda crisis económica y financiera, de inversiones, de tecnología, propios, además de la situación global, es imprescindible instrumentar medidas que propenden a una mayor efectividad de trabajo, lo que abarca todas las formas de gestión y de propiedad.

 “De regreso al subempleo que no es causa, sino consecuencia. Esto es muy importante entenderlo, y ha sido aclarado en reiteradas ocasiones desde la década del 80 del siglo pasado, y puesto en documentos de trabajo en los últimos meses, incluido el documento del Grupo de Trabajo del Polo de Ciencias Sociales.”

“¿Por qué es importante este concepto de subempleo? Porque actualmente, luego de treinta años de verificaciones y alertas, donde mayores problemas existen es en el subempleo invisible, determinado por la productividad, cuyas primeras cifras fueron calculadas y ajustadas en base a este sólo factor. Pero, además de los bajos niveles de productividad, que no se ajustan a los niveles de ocupación, existen otros factores de subempleo invisible, tan o más problemáticos, como son los ingresos, y uno muy complejo y en el cual intervienen múltiples factores, la subutilización de capacidades, que pone en evidencia, más que ningún otro, el extensivismo del empleo durante años de crecimiento de las inversiones, y por ende la falta de efectividad de trabajo, y por supuesto el bajo rendimiento de las inversiones, por ende problemas profundos de organización, planificación y control empresarial, productivos, organizativos, y financieros. Todo esto ha sido investigado y reiterado en diversas ocasiones en los últimos treinta años por el Instituto Nacional de Investigaciones Económicas (INIE), el Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC) el Instituto de Estudios e Investigaciones del Trabajo (IEIT).”

 “Si a ello se suman otros factores de subempleo visible, como son las horas reales en base a población ocupada o las horas trabajadas, se tiene un panorama completo de la gravedad de la situación.”

 Algunas posibles preguntas y respuestas de entonces fueron:

 “¿Que requiere la situación y condiciones actuales?

 Ante todo un mayor nivel de coordinación de las políticas y de las acciones a implementar; el perfeccionamiento de los procesos de dirección y la planificación del empleo, más allá del balance; mucha mayor socialización de los procesos que la alcanzada hasta hoy, y una concepción renovadora e innovadora de la calidad de empleo que abarque todas las formas de gestión y propiedad”

 “¿Es posible mantener el principio, el concepto y la dirección de Pleno Empleo?

SI. Con desempleo friccional, que requiere de apertura, integración y flexibilidad de las formas y mecanismos, incluido los relativos a relaciones laborales.”

 “¿Es factible revisar y reajustar en estos momentos lo que hace desde al menos tres décadas se ha estado postergando para hacer que el empleo sea de trabajo efectivo?

 SI. De manera priorizada en las actividades, ramas y empresas importantes y estratégicas identificadas por el país. La propiedad estatal tiene el grave problema de socialización, en primer lugar de socialización de la dirección, en consecuencia de los momentos económicos como la apropiación, distribución y el consumo.”

 “¿Cómo perfeccionar la propiedad estatal?

 Mediante la apertura de funciones hacia los colectivos laborales, que implica nuevas formas y mecanismos de apropiación, distribución, consumo intercambio, pero en primer lugar de dirección y gestión, con participación decisoria, que es la única participación real y efectiva. De esta manera, se cumple con el principio de “dueños colectivos”, o sujeto Estado-sujeto Colectivo Laboral.” Colectivo laboral de la empresa estatal socialista, mejor social que pública.

 “¿Hace esto a la propiedad estatal más débil?

 No. La hace más fuerte, porque asume funciones inherentes a las instituciones centralizadoras del Estado sin concentrar las que deben pertenecer a los colectivos laborales, incluidas las decisiones de estrategia.”

 “¿Se soluciona, elimina o disminuye el subempleo con la racionalidad de las llamadas plantillas?

 No. Primero, la racionalidad no se puede buscar de ninguna manera fijando de antemano un por ciento de la plantilla, sea cubierta o aprobada, a grosso modo, porque en todas partes “sobran” y en todas partes “faltan”, porque en la generalidad de los casos el empleo, o el trabajo que se realiza no es competitivo. Las plantillas, que es un término nuestro, que desde el punto de vista organizativo implica cargos, implica contenidos, implica organización, no se soluciona sin estudios de organización y una concepción renovada de la empresa. En primer lugar, de la empresa estatal, de propiedad estatal, que debe irremediablemente dinamizarse sobre bases y principios nuevos, cuestión que está  planteada desde la Resolución Económica de 1997 y ha sido incumplida. A manera de ejemplo, ninguna empresa ni economía soporta que se tengan 11 áreas funcionales y de apoyo para una-dos líneas de producción, lo que da una proporción de una tercera parte de operarios para dos terceras partes de indirectos.”

 “¿Es imprescindible abrir alternativas de empleo de formas no estatales, antes de proceder al estudio de plantillas?

SI. Absolutamente. Se han formulado estas alternativas a mediados de la década del 90, se hicieron escenarios y comenzaron a implementar, pero se limitaron o frenaron en la propia década, sin haber agotado ni mucho menos su potencial.” Esto demoró su apertura, la implementación, y sobre todo la integración necesaria.  Y hoy, la aprobación, creación del estatus jurídico y de apoyo especializado y la estructuración del sector privado, entiéndase empresa de propiedad privada.

 “La política de empleo es parte de la política social y económica del Estado, pero reducirlo a lo social solamente, sin analizarlo en su dimensión económica, puede llevar a una situación de gravedad, puesto que se deja de analizar en sus variables determinantes, que van desde las políticas macroeconómicas, como pueden ser las inversiones, pasando por las relaciones laborales y el despliegue o no del mercado laboral, hasta los elementos de orden técnico y tecnológico, que influye en la estructura y composición del empleo. Un alto nivel de ocupación, con resultados económicos-productivos que no se corresponden en magnitud, pone de manifiesto la inefectividad del trabajo. Y los trabajos, que deben ser socialmente útiles, se convierten en gasto social insoportable por una ocupación inadecuada.”

 Todo esto, lo que subraya es la importancia de entender que buscar un pleno empleo con efectividad del factor trabajo, (que en la práctica siempre es un empleo con desempleo friccional, puesto que en cualquier momento se pueden encontrar aquellos que se encuentran en proceso de cambio de un trabajo a otro, o aquellos que no desean encontrar y aceptar un empleo que satisfaga sus necesidades en un momento determinado), pasa por la reestructuración económica y productiva, y por el redimensionamiento y reorganización del empleo existente.

 La realización social sigue pasando por la realización individual; la realización de la propiedad y del trabajo es un hecho social; la realización del trabajo pasa por la realización individual. Esto significa que cada individuo se apropia de las condiciones para su existencia, de lo necesario para mantener y desarrollar su individualidad, sus especificidades, de una forma o de otra, con unos mecanismos o con otros, como premisa y resultado del proceso de producción y apropiación de las condiciones sociales generales. Veamos el empleo a través de este prisma en la nueva estrategia económica.

Dieciocho orientaciones de Fidel para hoy

 Por Rafael Hidalgo Fernández*

 El domingo 19 de junio de 1983, Día de los Padres, Fidel traslada de modo personal a Marcos Portal León dieciocho orientaciones a observar como ministro de la industria básica. Ese día Marcos comenzaba a ejercer este alto cargo.

“Descubro” dichas orientaciones mientras buscaba ejemplos para ilustrar esta tesis: “para Fidel, la ética, la economía, la política y todos los hilos que las atan a los intereses, demandas y expectativas del pueblo cubano en su heterogénea composición, constituyen un todo imposible de segmentar”. Por su valor en sí, las comparto.

Visto el contenido de cada una de ellas, 38 años después, no es arriesgado afirmar que todas tienen plena validez para encarar los desafíos de la actual fase de la transición socialista en nuestro país. 

Las orientaciones de Fidel evidencian cómo nuestro sistema socio-económico y político debe y puede asegurar que sus representantes operen realmente como servidores del pueblo, con estricto respeto a éste y a partir de la premisa de que la autoridad se gana solo a fuerza de ejemplo. Porque en sus propias palabras, “el socialismo es la ciencia del ejemplo”.

Para facilitar la exposición, modifiqué el orden en que aparecen en el libro “Memorias”[i], elaborado para compartir experiencias que puedan “(…) ser útiles a jóvenes emprendedores y a jefes que ostenten responsabilidad en la industria cubana”, según su autor.

Con la anuencia de éste, decidí agruparlas bajo tres acápites que se corresponden con preguntas recurrentes y con demandas sustantivas de la sociedad cubana, que el VIII Congreso abordó de forma directa: a) El respeto al pueblo: ¿cómo se expresa?; b) Estilo de dirección y generación de confianza; c) Visión estratégica.

La letra O con un número al lado, indicará la posición o lugar original de cada “orientación”. Este dato permitirá, a su vez, comprender las prioridades de Fidel a la hora de pensar el modo de fortalecer la empresa estatal socialista, que era, en esencia, una de sus preocupaciones de largo plazo al hablar con el futuro ministro.

Ubicado el contexto, invito ahora al lector a que “escuche” a Fidel, y a que saque sus propias conclusiones.

 

El respeto al pueblo: ¿cómo se expresa?

 

O1: “No descuidar la vinculación con la base”

O2: “Nunca por arriba de los problemas: sentirnos parte de las dificultades, ser sensible a todo lo que afecte a nuestro pueblo”

O3: “Toda información debe y tiene que comprobarse sobre el terreno y escuchar el criterio de los trabajadores y de los dirigentes cercanos a la fuente misma de cada problema”

O4: “No hacer uso del ordeno y mando o la imposición. Utilizar la persuasión como vía para establecer los compromisos de los trabajadores, cuadros y organismos con la Revolución y lograr la cooperación en el trabajo”

O16: Depositar confianza en los dirigentes actuales del Ministerio, que sea la vida la que nos indique si hay que hacer sustituciones. En ocasiones, un compañero trabaja mal en un equipo y bien cuando se le brinda atención y se le ayuda a corregir sus defectos”

O17: “Debes hacer todo lo posible por llegar temprano al Ministerio”

 

Estilo de dirección y generación de confianza

 

O5: “Nuestro nivel de organización, disciplina y exigencia tiene que ser tal, que ninguna tarea asignada al ministro sea desatendida”

O6: “La eficiencia y la exigencia tienen que tener plena vigencia en el  trabajo de este ministerio”.

O7: “Aplicar el principio de dirección de que el que tiene la responsabilidad, tiene la autoridad”.

O8: “El respeto y la confianza en el Partido, en la UJC, en los sindicatos, en los Órganos del Poder Popular y Organismos del Estado deben caracterizar al Ministerio”.

O9: “Tener en cuenta que cada problema puede tener una solución. Hay que trasladar las dificultades y preocupaciones, pero siempre acompañadas de las consideraciones y proposiciones para resolverlas”.

O10: “Enfrentar la solución de los problemas con un sentido práctico, no descuidar ningún detalle, dominar toda información sobre cada problema que trasladamos”

O11: “No descuidar en nuestro trabajo la crítica y la autocrítica”.

O13: “Mantener un estrecho contacto con el equipo, trasladarle los principales problemas para poder apoyar su solución”

O14: “Visitar de inmediato todas las fábricas, prestar una atención diferenciada a las empresas fundamentales. Este método es insustituible”.

 

Visión estratégica

 

O12: “Fortalecer la política de formación de cuadros calificados. Incorporar las universidades a este esfuerzo. No descuidar los planes que tenemos con la CUJAE”

O15: “No descuidar los grandes programas de desarrollo minero, eléctrico, químico y petrolero. Es muy importante atender los problemas existentes en las fábricas de vidrio, la producción de envases en la Orlando Cuéllar, Combinado del Vidrio y Las Tunas”.

O18: “Esta constituye una tarea difícil y compleja, requiere absoluta dedicación y buena salud”

 

Tres preguntas y una invitación a los lectores

 

¿Por qué Fidel, en orden de prioridad, indica al futuro ministro que garantice atención sistemática a los productores directos, a esa porción de pueblo que para sentirse “propietaria” primero debe vivir la experiencia de ser respetada en sus opiniones, tomada en cuenta como parte vital en la producción de las riquezas del país y ser bien atendida en sus condiciones de vida, entre otras exigencias?

¿Acaso estas 18 orientaciones no sintetizan la visión democrática y socializadora de Fidel sobre el sistema de dirección del Estado revolucionario cubano?

¿Es una perspectiva de corto o largo plazo, la que expresan estas orientaciones al futuro ministro por parte del Líder Histórico de la Revolución Cubana?

Invito al lector a que compare estos criterios de Fidel con los principales planteamientos del recién celebrado VIII congreso del partido: verá que hay esencial continuidad



[i] Portal León, Marcos Javier. Memorias. Impreso en los talleres de la UEB Gráfica Caribe. Marzo 2020

 *Sociólogo y analista político

27.4.21/16:30 hrs.