Otras Paginas WEB

sábado, 22 de mayo de 2021

Teorías del desarrollo: ¿alternativa o reforma?

 Zoe Medina Valdés1  * 

1Facultad de Economía, Universidad de La Habana, Cuba.

RESUMEN

El desarrollo, como construcción teórica, apareció en el contexto posterior a la II Guerra Mundial. En general, las teorías y los modelos aplicados han sido concebidos por las sociedades desarrolladas para garantizar que las subdesarrolladas sean funcionales a sus intereses. La asimilación pasiva de las teorías internacionalmente divulgadas puede frenar a las sociedades subdesarrolladas en el diseño y conducción de sus propios procesos de desarrollo. Este trabajo se propone reflexionar acerca de la pretendida neutralidad de las actuales teorías del desarrollo, funcionales a la lógica de acumulación capitalista. Adopta los siguientes criterios de partida: no acepta la supuesta neutralidad de la ciencia económica, asumida por la economía convencional; concibe el desarrollo como un proceso dialéctico, multidimensional, en el que influyen factores nacionales e internacionales; asume una relación dialéctica entre desarrollo y subdesarrollo; considera que como construcción teórico-práctica el desarrollo está determinado por relaciones de poder.

INTRODUCCIÓN

El desarrollo, como construcción teórica, se ubica en el contexto posterior a la II Guerra Mundial, aunque sus antecedentes se encuentran a lo largo del pensamiento económico universal, vinculado a la idea de riqueza, progreso, crecimiento, entre otros términos (Unceta, 2009).1

Históricamente, la producción teórica acumulada en materia de desarrollo y los modelos aplicados -en gran medida- han sido diseñados, propuestos, o condicionados por las sociedades desarrolladas para garantizar que los países subdesarrollados sean funcionales a sus intereses; las llamadas teorías de la modernización eran ejemplo de ello. En la actualidad existen autores como Mallorquín (2017), que alertan al plantear: «hoy se repite la estrategia política de desarrollo hacia el Sur, instrumentada después de la Segunda Guerra Mundial» (p. 11), idea que reafirma al expresar: «los cambios y giros conceptuales dan cuenta de la lucha por construir cierta hegemonía y prácticas en materia de distribución y utilización de los recursos productivos» (p. 58).

Tales afirmaciones sirvieron de provocación para el análisis que a continuación se presenta. El lector menos avezado en la materia podría aceptar sin oposición las teorías del desarrollo consensuadas internacionalmente, como «desarrollo humano» y «desarrollo sostenible», tal cual son difundidas. Asimismo, podría caer en la trampa de creer en una visión de desarrollo alternativo sin cuestionar lo esencial, es decir, sin conocer a qué aspectos es alternativo realmente.

El presente trabajo tiene como objetivo motivar la reflexión acerca de la pretendida neutralidad de las actuales teorías del desarrollo y su funcionalidad a la lógica de acumulación capitalista. En un primer momento se plantean los presupuestos teórico-metodológicos y se destaca la no neutralidad de la ciencia económica; a continuación se exponen las implicaciones de aceptar acríticamente las teorías del desarrollo; luego, a partir de la consideración de las teorías y políticas del desarrollo como parte de la economía política, se presentan las funciones que desempeñan en el plano cognoscitivo, metodológico, ideológico y práctico.

1. PRESUPUESTOS TEÓRICO-METODOLÓGICOS

Para el análisis se toma como base metodológica la teoría marxista y se adoptan como criterios metodológicos de partida los siguientes:

  • El rechazo de la supuesta neutralidad de la ciencia económica, asumida por la economía convencional. Tal como planteara Castaño (2004), « la economía pura o la teoría económica en general, no existe. Como no existe una ciencia social neutral, como no existe una instrumentalidad en función de la optimización económica, ajena al contexto ideocultural, político y social que la genera» (p. 15).

  • La concepción del desarrollo como un proceso dialéctico, multidimensional, en el que influyen factores tanto del contexto nacional como internacional.

  • La asunción de una relación dialéctica entre desarrollo y subdesarrollo. Al decir de Sunkel y Paz (1970), «el desarrollo y el subdesarrollo pueden comprenderse […], como estructuras parciales pero interdependientes, que componen un sistema único en la misma perspectiva» (p. 6).

  • La consideración de que, como construcción teórico-práctica, el desarrollo está determinado por relaciones de poder. Según Valenzuela (1990), las teorías entran y salen del escenario teórico en la medida en que entran y salen del escenario político las clases sociales portadoras de sus ideas.

2. TEORÍAS DEL DESARROLLO: POSIBLES CONSECUENCIAS DE LA PRETENDIDA NEUTRALIDAD

Las manifestaciones de problemas de alcance global, anteriormente identificados solo con los países subdesarrollados, influyeron en la reemergencia de las teorías del desarrollo. Luego de un período de crisis en los estudios del desarrollo, ubicado básicamente entre finales de los años 70 y el decenio de los 80 del siglo xx, estas teorías han surgido con nuevas dimensiones y énfasis, a medida que aparecen nuevos problemas a resolver y se acentúan los existentes. Han sido difundidas en un contexto globalizador altamente ideologizado, con un altísimo grado de monopolización que domina prácticamente todas las esferas vinculadas a la vida humana. Este marco ha resultado propicio para la promoción de un pensamiento homogenizante que facilita la dominación imperialista, pues convoca a todos los países a encauzarse hacia un mayor nivel de desarrollo, con independencia de la gran heterogeneidad que existe a nivel internacional. Como afirmara Castaño (2004),

desde las metrópolis del primer mundo se generan continuas reformulaciones socioeconómicas, políticas e ideoculturales que difunden la imagen y el mensaje de la uniformidad universal que representa el hegemonismo dogmatizante del pensamiento único. Dentro de este último, los patrones del pensamiento convencional, creados para gestionar la economía capitalista y así mantener el statu quo burgués, pretenden constituir un paradigma único y en consecuencia representar a la mayoría de la comunidad científica, económica en las más distantes latitudes geográficas. La extensa red de las comunicaciones informatizadas difunde un pensamiento económico que intenta diluir toda defensa de una realidad socioeconómica, política y cultural alternativa. (p. 17)

Las concepciones teóricas en torno al desarrollo -sostenible, humano, endógeno y alternativo- aparecen integrando múltiples dimensiones que, a simple vista, superan el reduccionismo economicista del pensamiento económico más ortodoxo y expresan una visión sistémica entre los diferentes componentes del desarrollo, con el hombre como centro de este. Mientras se enriquece el debate, aparecen variadas metodologías para medir el desarrollo y surgen documentos normativos con pretendido alcance mundial, como los Objetivos de Desarrollo del Mileno y luego los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La asimilación pasiva, acrítica, de las teorías del desarrollo internacionalmente divulgadas, puede devenir en un limitante para las economías que se proponen diseñar sus propios procesos de desarrollo en correspondencia con los intereses y objetivos nacionales.2 Debe tenerse presente que según la concepción de desarrollo asumida por un país será la estrategia de desarrollo a trazar y la variedad de políticas que la conformen; estas últimas adquieren mayor o menor protagonismo en función del cumplimiento de los objetivos propuestos y están influenciadas por la propia dialéctica del proceso de desarrollo, de por sí contradictorio (Figura 1).


Figura 1. Desarrollo: proceso complejo. 

Centrar la atención en los problemas del desarrollo puede orientar el análisis hacia la expresión fenoménica, en lugar de sus elementos causales. Ello condiciona la búsqueda de paliativos en lugar de enfrentar las causas que los generan. Los problemas del desarrollo, ya sean económicos, ambientales o sociales, son fundamentalmente problemas políticos; están determinados por relaciones de poder y no pueden ser analizados al margen del desarrollo del capitalismo y su sistema de contradicciones.

La aceptación inconsciente de la existencia de nuevas reglas de juego en el contexto actual, defendidas con criterios de igualdad de oportunidades, de mejoras en los niveles de bienestar y la supuesta convergencia internacional en la medida que aumenta el número de países de renta media, de posibles accesos y usos de la tecnología más moderna con la llamada cuarta Revolución industrial -entre otros criterios- puede obnubilar a muchos y confundir el rumbo en la conducción del proceso de desarrollo. Ello puede coartar la búsqueda de concepciones y vías propias de encauzar el desarrollo y, más aún, significa un alejamiento en la búsqueda de alternativas al sistema de dominación imperante, en el cual radica la causa del subdesarrollo que afecta a la mayoría de los países del orbe. El hecho de no cuestionar la realidad a partir del análisis de sus relaciones causales y esenciales y aceptar la pretensión de neutralidad del análisis económico, en el marco de una sociedad clasista como es la capitalista, conduce a pasar por alto el conflicto de clases y aceptar la idea del beneficio común.

Se requiere prestar atención al debate sobre desarrollo, de modo que la lectura crítica se imponga a la asimilación pasiva. Es posible encontrar pluralidad de discursos sobre el tema a partir de diferentes puntos de partida, formalizados en diversas perspectivas teóricas como: desarrollo sustentable, desarrollo humano, desarrollo alternativo, posdesarrollo, desarrollo endógeno. Todo esto, unido a la tendencia al eclecticismo teórico, conduce a una supuesta convergencia donde parece conciliarse los intereses de todos los implicados en el proceso de desarrollo, con un discurso multiclasista. Tal convergencia teórica, visible a partir de finales de los años 90, se manifiesta en algunos retrocesos teórico-prácticos como:

  • La prevalencia del positivismo en los análisis sobre los modelos y estrategias de desarrollo conduce a una crítica centrada en los resultados de las políticas aplicadas y no en su esencia, mucho menos en el análisis de las relaciones causales y contradictorias de las cuales las políticas son una expresión resultante.3

  • El vocabulario utilizado en las teorías del desarrollo internacionalmente aceptadas elude la problemática de las asimetrías de poder. Prevalecen los términos que suavizan u ocultan las contradicciones existentes entre clases o grupos sociales; por ejemplo, el término inequidad muchas veces se utiliza para enmascarar la pobreza relativa; el enfoque de derechos ha sido sustituido por el de igualdad de oportunidades; la denominación de países en desarrollo sugiere avances por una senda universal, al estilo de Walt W. Rostow. En definitiva, respondiendo a una visión universalizadora pasan por alto la heterogeneidad que caracteriza a las economías subdesarrolladas y que se ha ido acrecentando al interior de las sociedades más desarrolladas.

  • La multidimensionalidad del desarrollo se reconoce, sin embargo, muchas veces este es analizado, y no ingenuamente, con un enfoque atomista que conduce a centrar la atención en problemas concretos como la pobreza, el neoextractivismo, el género, las etnias, entre otros criterios. Sin desconocer la importancia de cada uno de esos temas, vale reflexionar que tal parcialidad del análisis desvía la atención de los elementos causales y limita el necesario análisis dialéctico para una verdadera transformación socioeconómica. Los problemas del desarrollo no son solo ambientales, económicos, sociales, ni tecnológicos; los problemas del desarrollo son, en definitiva, problemas políticos.

  • Una visión parcelada de la ciencia es predominante y se expresa en la delimitación de áreas del conocimiento y objetos de estudio, a la vez que se enfatiza en la interdisciplinariedad. Así, a veces los conceptos son presentados desde diferentes puntos de partida y, por ende, analizados desde diversas perspectivas no siempre integradas.4

  • En el análisis del dinamismo del proceso de desarrollo se incurre en la tendencia a la hiperbolización de las «cuestiones de actualidad» (Castaño, 2004). Muchas veces se pretende mostrar el último dato y se utiliza el término de moda, perdiendo de vista el contexto histórico determinante del problema que se analiza, su origen y devenir histórico, así como el sistema de relaciones sociales de producción que lo determina.

  • Lo anterior, unido a una excesiva matematización carente de interpretación cualitativa, pretendiendo explicar per se un problema a partir de una determinada cantidad de datos, conduce el análisis al empirismo vulgar.

A lo antes expuesto se añade que, aun cuando se avanza hacia una visión sistémica en los enfoques sobre desarrollo, esta per se no es sinónimo de alternativa. El enfoque de sistema, aunque explica la interrelación entre las partes que lo integran, puede ser teóricamente impreciso al eludir las relaciones de poder determinantes en las explicaciones causales y en el diseño de políticas. Muchas veces el enfoque sistémico destaca un discurso productivista al margen de la lucha de clases.

3. TEORÍAS DEL DESARROLLO Y ECONOMÍA POLÍTICA

La multidimensionalidad que integra el proceso de desarrollo, así como el dinamismo con que este tiene lugar, resaltan la necesidad de superar la visión parcelada y disciplinar de las teorías del desarrollo. Entender el desarrollo y la finalidad de las teorías que lo explican requiere ser analizado desde la economía política crítica. Para ello también se hace necesario «no ver a la economía política como algo terminado, sino como un fenómeno dinámico, complejo, y de alcance hacia el futuro» (Castaño, 2004, p. 18).

La economía política desde el pensamiento crítico no es «otra» economía política diferente a la economía política burguesa, no es la economía en sí, no es solo el análisis del capitalismo, sino el análisis de una ideología económica, de una fenomenología a la que hay que someter el arma de la crítica (Castaño, 2004).

La economía política -sea de naturaleza marxista o no marxista- cumple cuatro funciones: cognoscitiva, metodológica, ideológica y práctica. Ellas están muy interrelacionadas y determinadas por posiciones clasistas, pues su alcance depende de la clase social con que se identifique. En este sentido hay diferencias sustanciales entre las teorías marxistas y no marxistas. Según García (2009),

el estudio de las teorías y políticas del desarrollo constituye aquella parte de la economía política dedicada a valorar el modo en que la teoría económica -marxista y no marxista- examina los conflictos y obstáculos del desarrollo en los denominados países subdesarrollados, así como las estrategias de transformación elaboradas en cada caso, con el propósito de modificar el curso que en ellos ha tomado el desarrollo. (p. 6)

Asumir que las teorías del desarrollo internacionalmente divulgadas son parte de la economía política no marxista -dado el menor peso que tienen los análisis marxistas en la literatura sobre el desarrollo- condiciona el análisis de una ideología económica y una mirada minuciosa a las funciones que ellas han de cumplir como construcción teórico-práctica. Su función cognoscitiva se pone de manifiesto en las interpretaciones que hacen de los principales conflictos que enfrentan las economías subdesarrolladas, así como de los problemas del desarrollo que acontecen con carácter global; ello incluye las experiencias en cuanto a modelos, estrategias y políticas de desarrollo aplicadas.

Las teorías del desarrollo, desde su surgimiento como disciplina de las ciencias económicas hasta la actualidad, han tenido como objeto de estudio el proceso de desarrollo, aunque este haya sido conceptualizado de diversas maneras en los diferentes contextos históricos. Sin embargo, dentro de ellas existe un elemento común: los análisis en que descansan sus formulaciones teóricas no consideran las relaciones sociales de producción que lo determinan. Una lectura crítica de las diversas teorías, con vistas a aprovechar sus aportes cognoscitivos, requiere poner de relieve el contexto histórico concreto en que ellas tienen lugar, los intereses que legitiman, las políticas para su implementación, así como la difusión alcanzada en el debate internacional. Esto permitiría determinar los aportes y límites de esas teorías.

Desde el punto de vista metodológico, se observa la aplicación de variados métodos como: el individualismo metodológico de la economía convencional, centrado en la dimensión económica; el método histórico estructural del estructuralismo latinoamericano que analiza los problemas económicos y sociales de América Latina desde una perspectiva histórica y promueve un enfoque holista en el análisis. A ello se añade el tránsito de un análisis monista del desarrollo hacia una visión multidimensional, con enfoque sistémico, integrado, presente no solo en el neoestructuralismo cepalino sino también en la concepción del desarrollo humano y del sostenible. A pesar de las diferencias, existe un denominador común: quedan fuera del análisis las relaciones sociales de producción y, por ende, todo intento de interpretar el subdesarrollo vinculado al sistema capitalista.

En su condición de ideología, pretende divulgar un pensamiento universalizante sobre el proceso de desarrollo que pasa por alto la gran heterogeneidad que existe a nivel internacional y, en especial, la creciente polarización social existente. Desde el decenio de los 50 del siglo xx, Baran (1971) llamaba la atención acerca de tal intencionalidad, al plantear:

Cuando la razón y el estudio de la historia principiaron a revelar la irracionalidad, las limitaciones y la naturaleza meramente transitoria del orden capitalista, la ideología burguesa como un todo, y con ella la economía burguesa, comenzaron a abandonar tanto la razón como la historia. Ya sea que este abandono asumiese la forma de un racionalismo encaminado a su autodestrucción o desembocase en el agnosticismo de los positivistas modernos, o bien que apareciese francamente en forma de alguna filosofía existencialista que rechazara desdeñosamente toda búsqueda y todo apoyo en una comprensión racional de la historia, el resultado fue que el pensamiento burgués (y la economía como parte de él) se transformó cada vez más en un bien arreglado estuche, conteniendo los variados utensilios ideológicos requeridos para el funcionamiento y la preservación del orden social existente. (p. 20)

En la actualidad, tras una visión centrada en el hombre y considerando a este en su interrelación con la naturaleza -a través de la concepción del desarrollo humano y del sostenible-, se oculta la ausencia de un análisis de relaciones de explotación velada por la supuesta búsqueda de niveles crecientes de bienestar y desarrollo individual en armonía con la naturaleza.6

La función práctica de las teorías del desarrollo, en general, ha estado orientada a garantizar que las sociedades subdesarrolladas mantengan un comportamiento conveniente a los intereses de los países más desarrollados; es decir, garantizar su funcionalidad a la acumulación capitalista a nivel internacional. A ello se añade las intenciones particulares correspondientes a dos momentos históricos delimitados por el derrumbe del campo socialista; previo a este las teorías estaban orientadas a evitar que las sociedades subdesarrolladas siguieran el camino socialista, a la vez que garantizaban mantenerlas en una relación subordinada a los países capitalistas más desarrollados.7 Luego, en los años 90 se orientó más a mitigar los problemas del desarrollo que han ido adquiriendo un carácter global, a hacer gobernables los procesos contradictorios que acontecen en el plano internacional y garantizar que las economías subdesarrolladas sean funcionales al gran capital transnacional. Tal intencionalidad está muy evidente en las siguientes palabras de Truman (1949), quien pronunció en su discurso de investidura hace seis decenios:

Debemos lanzarnos a un nuevo y audaz programa que permita poner nuestros avances científicos y nuestros progresos industriales a disposición de las regiones insuficientemente desarrolladas para su mejoramiento y crecimiento económico. Más de la mitad de la población mundial vive en condiciones cercanas a la miseria […] Su pobreza es un lastre y una amenaza para ellos como para las regiones más prósperas. Por primera vez en la historia de la humanidad posee los conocimientos y las técnicas capaces de aliviar los sufrimientos de esos seres humanos […] Nuestro objetivo debe ser el de ayudar a los pueblos libres (entiéndase no socialistas) del mundo entero a que […] produzcan más alimentos, más vestidos, más materiales […] Una producción mayor es la clave de la prosperidad y la paz. Nos debemos involucrar en un programa totalmente nuevo para hacer disponibles los beneficios de nuestros avances científicos y progreso industrial para la mejora y el crecimiento de las “áreas subdesarrolladas” […] El viejo imperialismo -explotación para ganancias extranjeras- no tiene lugar en nuestros planes. Lo que vislumbramos es un programa de desarrollo basado en la negociación democrática. (pp. 5-6)

Por su parte, Criollo et al., (2009) considera que:

El desarrollo es ante todo un concepto claramente político y si se quiere un arma intelectual o ideológica adscrita al orden mundial de la guerra fría que busca defender el sistema capitalista y la hegemonía de occidente, en particular de los Estados Unidos sobre las demás naciones del mundo […] En estas circunstancias, la preocupación del bienestar social, tantas veces invocado cuando se plantea el desarrollo, no pasa de ser una cortina de humo útil para disfrazar los verdaderos propósitos que se persiguen con la utilización de este concepto. (pp. 79-80)

La dialéctica existente entre todas las funciones mencionadas queda en evidencia en las palabras de Arrizabalo (2016), al decir: «la moda del eclecticismo no obedece a necesidades científicas, sino a razones políticas vinculadas a intereses particulares a los que no favorece que se desvele el trasfondo real de los problemas económicos. De modo que, defendiendo que todo es compatibilizable, se prepara el terreno para amputar de cualquier enfoque su componente más crítico, haciéndolo así inofensivo para dichos intereses» (p. 92). De estas palabras se trasluce la necesidad de someter a las teorías del desarrollo al arma de la crítica; este autor enfatiza que no se puede caracterizar como crítico un enfoque que defienda la supervivencia del capitalismo como vía para resolver los problemas. Asimismo, Pérez (2018) declara que la alternativa no en asunto técnico sino político y sostiene la alternativa socialista, como propuesta de desarrollo alternativo a la lógica del capital.

CONSIDERACIONES FINALES

Asumir la neutralidad de las teorías del desarrollo como construcción teórico-práctica y desconocer que el desarrollo está determinado por relaciones de poder en función de la acumulación capitalista constituye un gran peligro a enfrentar por las sociedades subdesarrolladas.

Las teorías consensuadas internacionalmente transmiten mensajes de uniformidad y difunden un pensamiento económico que intenta diluir toda defensa de construcción de una sociedad alternativa a los intereses del capital transnacional. Las teorías y los modelos aplicados han sido concebidos por las sociedades desarrolladas para garantizar que las subdesarrolladas sean funcionales a sus intereses. La asimilación pasiva de las teorías internacionalmente divulgadas les condiciona sus modelos de desarrollo.

Aceptar las teorías del desarrollo como parte de la economía política condiciona el análisis de una ideología y una mirada minuciosa a las funciones que ellas han de cumplir como construcción teórico-práctica. Someterlas al arma de la crítica es un imperativo para los países que desean diseñar sus propios procesos de desarrollo.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Arrizabalo, X. (2016): Capitalismo y economía mundial, Instituto Marxista de Economía, Universidad Complutense de Madrid. [ Links ]

Baran, P. A. (1971): La economía política del crecimiento, Editorial de Ciencias, Instituto Cubano del Libro, La Habana. [ Links ]

Castaño, H. (2004): «Ocho puntos críticos para una revalorización metodológica de la Economía Política», en VV. AA., Economía Política Marxista: reflexiones para un debate, Editorial Félix Varela, La Habana, pp. 15-54. [ Links ]

Criollo, F. J. et al. (2009): «Elementos sobre la historia del concepto de desarrollo según los economistas Thetonio Dos Santos y Gilbert Rist», Tendencias, vol. X, n. o 1, pp. 71-86, ˂ 71-86, ˂https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3641987.pdf ˃ [27/10/2019]. [ Links ]

García, M. (2009): Las teorías acerca del subdesarrollo y el desarrollo: una visión crítica, Editorial Félix Varela, La Habana . [ Links ]

Mallorquín, C. (2017): América Latina y su teoría, Ariadna Ediciones, Santiago de Chile. [ Links ]

Pérez, O. (2018): De la ciencia económica que conocemos a la ciencia económica que necesitamos, Colección de folletos, Editorial Félix Varela, La Habana . [ Links ]

Sunkel, O. y P. Paz(1970): El subdesarrollo latinaomericano y la teoría del desarrollo, Siglo XXI Editores, México D. F. [ Links ]

Truman, H. (1949): «Discurso de investidura», 20 de enero, Washington, ˂ (1949): «Discurso de investidura», 20 de enero, Washington, ˂https;//es.scrib.com/document/169230044/Discurso-Traducido-Truman ˃ [11/03/2019]. [ Links ]

Unceta, K. (2009): «Desarrollo, subdesarrollo, maldesarrollo y postdesarrollo. Una mirada transdisciplinar sobre el debate y sus implicaciones», Carta Latinoamericana. Contribuciones en desarrollo y sociedad en América Latina, n. o 7, pp. 1-35, ˂ 1-35, ˂http://www.cartalatinoamericana.com/numeros/CartaLatinoAmericana07Unceta09.pdf ˃ [23/04/2015]. [ Links ]

Valenzuela, J. (1990): ¿Qué es un patrón de acumulación?, Facultad de Economía, Universidad Autónoma de Mexico (UNAM), México D. F. [ Links ]

NOTAS ACLARATORIAS

11Su surgimiento como disciplina de las ciencias económicas se relaciona con acontecimientos como: el proceso de descolonización; la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otras organizaciones regionales como la Comisión Económica para América Latina (CEPAL); el Sistema de Cuentas Nacionales, que puso de relieve las grandes asimetrías existentes entre los países; los éxitos de la Planificación Centralizada en la URSS y la constitución del Sistema Socialista de Economía Mundial; la hegemonía de Estados Unidos en la economía mundial y su afán de expansión; y la aplicación del paradigma keynesiano (García, 2009).

22Entre los intentos que desde el lado del subdesarrollado han destacado en la búsqueda teórico-práctica de las vías para trazar un camino propio en función del proceso de desarrollo en América Latina destacan la escuela estructuralista de la CEPAL, la vertiente marxista de la teoría de la dependencia y la Revolución cubana con su proyecto de construcción de una sociedad socialista. Más allá de las limitaciones y contradicciones internas, desde el punto de visto teórico y práctico, han debido enfrentar un contexto internacional muy adverso marcado por relaciones hegemónicas e imperialistas.

33Al respecto, valdría destacar que las interpretaciones críticas realizadas al neoliberalismo reconocen que las políticas de ajuste promovidas por el Fondo Monetario Internacional tienen consecuencias sociales negativas; sin embargo, no interpretan que su contenido es socialmente regresivo, porque con ellas se pretende restaurar la rentabilidad, fundamentalmente a través de la desvalorización de la fuerza de trabajo, tanto directa como indirectamente (sus resultados son la destrucción económica, la regresión social y el cuestionamiento de la democracia) (Arrizabalo, 2016).

44Esto suele suceder con los estudios referidos al desarrollo sostenible, al cual se acercan desde diferentes áreas del conocimiento según la relación que guarden con las dimensiones incorporadas en tal concepción, pero generalmente no se logra una integración de saberes.

66A la concepción del desarrollo humano, una de las más difundidas y aceptadas, se le señala la ausencia de una teoría explicativa del subdesarrollo. Al decir de García (2009), «prevalece así un enfoque subjetivo, individualista, acerca del modo en que el individuo se inserta en la sociedad capitalista y, particularmente, en las relaciones económicas que le son inherentes […], en el enfoque de desarrollo humano queda diluida la manera en que el sistema socioeconómico condiciona objetivamente las elecciones de los individuos; las diferentes posiciones que ocupan unos individuos y otros -capitalistas y trabajadores- en ese sistema; y, por último, la diferente “libertad” de unos y otros» (p. 152).

7En el prefacio de su libro Baran (1971) señalaba «la naturaleza “irreformada” del capitalismo contemporáneo y su animosidad inherente hacia toda iniciativa genuina de desarrollo económico por parte de los estados atrasados» (p. 9). El propio autor expresa:

El arsenal de “acción unida” contra el desarrollo independiente de los países subdesarrollados, comprende toda una gama de estratagemas políticas e ideológicas. Están, en primer lugar, las declaraciones ampliamente difundidas de los estadistas occidentales que aparentan favorecer el desarrollo económico de los países atrasados. En realidad, se ha exagerado mucho en el presente sobre la ayuda y apoyo que los países avanzados brindan al adelanto económico de las regiones atrasadas. Ese adelanto se concibe como un mejoramiento lento y gradual de los niveles de vida de las poblaciones nativas y se hace con la esperanza de disminuir la presión popular en pro de la industrialización y debilitar el movimiento a favor del progreso económico y social. (p. 29)

55 A partir de reconocer la insuficiencia de la economía convencional para explicar el subdesarrollo, Sunkel y Paz (1970) señalaban: «ello no pude llevar a desechar el pensamiento recibido; antes bien, exige estudiarlo profunda y críticamente, para evaluar qué tiene de permanente y válido, para desentrañar los aspectos susceptibles de readaptación y perfeccionamiento, para señalar sus omisiones y limitaciones, dilucidar algunos problemas relativos al método que utiliza la teoría económica convencional, a la luz de las exigencias metodológicas que plantea el estudio del desarrollo» (p. 4).

El delirio de un economista

 


POLÍTICA EN CUBA, Desde tu trinchera

mayo 22, 2021 

Por: Miguel Alejandro Hayes

La Economía difiere de las ciencias de la administración. La segunda, estudia procesos productivos lineales, con puntos de inicio y final. Ordinalidades y donde cada punto se puede explicar por el anterior.

En cambio, la sociedad no es un sistema lineal. Nunca se parte de cero, porque cada hecho en sociedad es antecedido por otro. No hay un costo que sea punto de partida de algún proceso, que no sea el ingreso de un vendedor y así infinitamente. Además, luego de vender, se vuelve a producir. Así, los hechos económicos, lo que estudia la Economía, tiene forma de ciclos.

A ello se le suma que, abordar los hechos económicos en Cuba, no es solo hablar de Economía, a no ser que se asuma el enfoque totalizador (amplio) de que la Economía estudia todo, o, mejor dicho, que todo aquello que es parte de la sociedad tiene una consecuencia para la vida económica, y viceversa.

Así, como principio para reflexionar, la cultura, la política, el poder, la educación, las religiones, los valores, los estados de ánimo, etc., son variables que inciden con los hechos económicos. Todas las variables anteriores influyen en la toma de decisiones de la vida económica y, a su vez, en cómo estas son asimiladas por otros.

Por ejemplo, en otra época, en Cuba, una reducción de, digamos, 1 libra de arroz anunciada por Fidel Castro no generaría un gran estado de inconformidad social, y se podía entender como algo necesario. Hoy, con un discurso político en la misma clave, un aumento de las tarifas de servicios públicos generó un descontento, y aunque ni usted ni yo sabemos si en realidad estas medidas son algo injusto, la conformidad y el estado de opinión, marcaron una diferencia entre una y otro (aceptación por un lado de una reducción de la canasta básica, y por el otro, una reducción irrisoria en las tarifas eléctricas, resultantes de un reclamo popular). La cultura, el desgaste, la educación y la energía de hasta donde llegó un reclamo (que pudo seguir, pero paró en un punto), frente a una contraparte gubernamental, determinaron un hecho económico real: la tarifa eléctrica actual.

Lo anterior es un forcejeo con partes que van en sentidos contrarios, con un punto de encuentro (la compra-venta) y con nivel resultante (precio). Tal proceso cíclico, presente también en otros miles de sectores de la economía, y estando todos estos interconectados, es lo que entendemos por la economía cubana: un sistema de hechos sociales de intercambio, casi siempre, mediados por el dinero.

La Economía como discurso debiera, lo más eficientemente posible, reflejar esa realidad. Y como dicha ciencia posee la particularidad de ser una ciencia social (porque los sujetos de la economía somos seres humanos), tiene que servir a la sociedad. Para ello, debe darle soluciones a problemas, lo que la obliga a que su discurso tenga que ser accesible al ciudadano común. Porque si el lenguaje de la Economía es entendido por unos pocos, ¿cómo sabemos los demás que las decisiones tomadas, son las más correctas, esperando los resultados?

No es posible que un conocimiento que refleja una realidad de la que todos somos parte y del cual, su uso en la toma de decisiones tiene un impacto sustancial sobre las condiciones de vida de las personas, no tenga como usuario a la misma ciudadanía. Como incide sobre todos, el entendimiento de la economía debe ser de todos.

Por eso, el primer paso para pensar cualquier sistema de hechos económicos es saber y buscar un lenguaje para estudiar esos hechos que sea comprensible por todos, y, al mismo tiempo, no legitimar con la condición de ciencia a lenguajes que, lejos de ayudar a la comprensión, dicen poco, o no dicen nada.

Se podría acá, por ejemplo, señalar que el discurso de la economía convencional y hegemónica de la macroeconomía no es el mejor de los posibles a usar. Este discurso habla de inversión, de PIB, de déficit del presupuesto, de inflación incluso. Habla en esos términos, porque eso es lo que le interesa resolver, y no se puede plantear resolver un problema que está fuera de los términos y categorías en los que se opera. ¿Cuando un gobernante de algún país habla de una medida, dice alguna vez el impacto de esta sobre la alimentación? ¿Cuándo se habla de un recorte y se dice la afectación ciudadana? No se piensa en lo que no está ni dicho.

¿Y qué nos dice el comportamiento de estas variables? ¿Una variación del PIB determinada indica cuánto va a influir sobre el acceso a bienes y servicios básicos de familias? Se puede suponer que una reducción del PIB puede ser algo negativo, pero ¿en qué medida? Alguien puede decir, luego de escuchar que un PIB se contrajo algo por ciento, ¿cuánto y qué comerá en menor medida? No, el lenguaje de la economía hegemónica no nos dice eso. Y eso es lo que la ciudadanía quiere saber, porque es lo que indica la dimensión de la vida real, concreta.

Si bien el lenguaje cuestionado pudiera ser simplemente un paso previo, digamos, para llegar a lo que se desea saber realmente, lo cierto es que, hasta ahora, una correlación causal cuantificable entre la variación del PIB y la cantidad y calidad de lo consumido en un hogar común no es, más allá de alguna inferencia estadística forzada y superficial, algo demostrado. Por eso, ese discurso, no suele servir ni un paso intermedio.

Para acercarse a ese objetivo deseado, a resultados que expliquen el problema en términos y la realidad como tal, para que la Economía cumpla ese objetivo, cualquier explicación debe terminar en el impacto sobre el consumo de bienes y servicios de los ciudadanos. De no hacerlo, volvamos al mismo punto, ¿a quién se le habla? ¿qué problema se quiere resolver, uno que no se menciona?

Para lograr esa información necesaria, deben buscarse entonces las categorías apropiadas y, sobre todo, los métodos de llegar a estas. Por ejemplo, se pueden desechar los promedios. Dicha figura estadística suele confundir. Puede tener una sociedad, tener un grupo grande de gente muy rica y otro grande muy pobre y como promedio, estar los ingresos normales; puede una persona tener la mitad de su cuerpo en un congelador y la otra en un horno encendido, como promedio, está bien de temperatura, pero quizá esté muerto, porque el sistema circulatorio se desconfigura. Y es que el promedio es una mala medida porque el hambre no se promedia con lo que se desborda, el dolor con la felicidad, la vida con la muerte, y así infinitamente. Huyamos de los promedios, pidamos que se nos dé otro formato si de economía se trata al menos.

Luego, casi cualquier figura estadística de distribución central, tendrá el mismo error que la media: puede arrojar como imperante una cualidad que, en efecto, no tenga existencia.

Como alternativa, para no perder el tiempo descartando opciones, yo prefiero una, aunque puede haber muchas más: el poder adquisitivo real del salario. En pocas palabras: ¿cuánto y qué puede comprar un salario. ¿Cuántos almuerzos y comidas, y de qué calidad, se pueden comprar en un mes, dado el nivel de precios reales, con un salario? Esa puede ser una pregunta que le interesa a cada padre, hijo preocupado, o cualquier persona que deba sostenerse y o sostener a otros. En este ejemplo puede introducirse cualquier bien o servicio, o combinaciones de estos. Y sobre todo, podemos hablar de salario porque el salario es el monto de dinero del que se vive; el monto de lo único que es parejo e igual para todos en la economía: la unidad monetaria. Un 1 cup tiene el mismo poder de compra, sin importar las manos en las que esté.

Incluso hablo de poder adquisitivo del dinero y no de inflación, porque la inflación hace referencia al aumento de precios en el tiempo. Las medidas en el tiempo tienen problemas. Que algo aumente en el doble, luego de haber disminuido la mitad, significa que regresó al mismo lugar inicial. Si se tratara de inflación, los datos dirían que los precios aumentaron en un 100, cuando solo tomaron su valor inicial. Por otro lado, la inflación más común, como dato, es la inflación general, una especie de inflación promedio (y ya sabemos lo que quieren decir los promedios).

Por último, tendría que darse el dato de la inflación de un sector específico, pero la inflación no es lo que se desea saber (eso es para los gobiernos y entidades regulatorias de la circulación monetaria). Lo que necesita el ciudadano conocer es el poder adquisitivo de lo que tiene. Y es que la inflación no recoge la dimensión de la escasez. No puede una sociedad estar sobrada de algo y estar a precios impagables (mercado). Luego, procesos inflacionarios en sectores específicos, significa escasez. Una inflación de cuatro cifras no significa que a ese precio se podrá comprar, significa que unos pocos que lo pocos que lo encuentren, lo podrán pagar.

Por eso la insistencia en hablar del poder adquisitivo real del salario: la lista de bienes reales que se puede con el salario pagar. Así, una pierna de puerco que sea 70 por ciento de un salario, no forma parte de la cesta de ese salario (no se puede quedar con solo un 30 por ciento de su sustento, luego de pagarse una pierna de cerdo).

¿Cuál es el impacto real del ordenamiento monetario para la Economía (la que aquí se menciona) entonces? ¿Cuál es el impacto en el sistema de hechos económicos que sucederán a la tarea ordenamiento y su repercusión sobre el poder adquisitivo real de un cubano? Hablemos en términos de poder adquisitivo real, para que sea ese el problema. Es ese.

Toda persona, cuando tiene un monto de dinero en la mano, conociendo los precios existentes sabe más o menos para cuanto le alcanza. Esa situación la sabe mejor quien la vive. Pero como la fe en un futuro esperado o deseado es el que nos sostiene como seres humanos, no basta con hoy. Por eso la necesidad humanista, pasional, ética, protectora, de conocer más allá de la realidad de escasez que se vive en Cuba en este momento.

Solo queda preguntarnos, ¿va a resolver el ordenamiento, o alguna de las prácticas que lo acompañan, el problema del poco poder adquisitivo del salario?

La tarea ordenamiento, en el sentido estricto de la unificación monetaria (y cambiaria) vino a poner orden. ¿Para que se beneficie quién? Al mirar brevemente resulta que, en la época de la multiplicidad cambiaria, el Estado, al aplicarle la tasa de cambio al ciudadano de 1×24, y entre sus propias empresas y la asignación de divisas el 1×1, el consumidor paga 24 veces el precio de venta. Si se necesita importar (siempre), el Estado subsidia asignando dólares (si los tiene), y el consumidor subsidiaba a las empresas estatales. Dicho mecanismo, en una economía dependiente del dólar para obtener muchos insumos y medios de producción en general, generó una rentabilidad contable que no se podía reiniciar como producción. Es decir, las grandes ganancias del Estado no se podían volver a invertir por no contar con los dólares para volver a importar, desde pollo hasta maquinarias. Esta interrupción del ciclo económico, esa incapacidad de la reproducción de dichos ciclos se hizo insostenible, sobre todo, porque dejaba, en la práctica, inoperantes a muchas de las empresas estatales y militares.

Luego del ordenamiento, los precios al consumidor siguen teniendo ese múltiplo de 24. Lo que antes costaba un CUC, ahora cuesta 25 CUP. ¿Mejoró algo? No. ¿Se beneficia el ciudadano para estos casos? No. Es decir, donde simplemente se multiplicó el precio por 25, no gana el ciudadano.

En otros sectores, sí aumentó el precio. Eliminación de subsidios y precios ascendentes. ¿Gana el ciudadano cuando los salarios subieron, según los peligrosos dañinos promedios, 5 veces, y los precios 10 o más? No.

¿Quién puede comprar más huevo, más carne de cerdo, de pollo, más comida, pagar más servicios, estatales o privados, luego del ordenamiento? No conozco a nadie, aunque siempre puede haber.

Con dicho ordenamiento, se hace visible que todas las empresas ahora incluyen en su precio final la tasa de cambio. Luego tienen que comprar para volver a vender. Si produce y debe importar algo, o si importa para (re)vender, debe importar. Así, las empresas estatales acuden a otras, que son importadoras y le pagan lo importado. Importar implica operar en MLC. Las empresas importadoras les cobran a sus clientes, ahora, aplicando 1×24, eliminando así la asignación de divisas anterior. En otras palabras, el estado no le asigna divisas al 1×1 a las empresas para importar, estas deben pagar al 1×24 el precio de su importación.

Después, buena parte de aquellos ingresos, son para la tasa de cambio. Todo ha quedado un poco más organizado. La importadora le aplica tasa de cambio al venderle a comercializadora, y esta se lo hace al consumidor. La comercializadora se queda con una parte de ingreso por tasa de cambio (en dependencia de sus precios) y la importadora también tiene su ingreso por tasa de cambio (y lo sigue pagando el consumidor.

Lo que varió es que quedan mejor distribuidos los ingresos y mejor organizadas las cuentas en las empresas estatales y militares, y que, ya todos los ingresos por tasa de cambio no se concentran en las comercializadoras. Dado que cada vez es más el uso de las tiendas en MLC, todo cobra sentido: hacer más rentables las empresas importadoras en un momento donde la importación es justamente un renglón clave de la economía para obtener divisas.

En eso consiste la tarea ordenamiento.

Y como el poder adquisitivo real viene dado por el poder de compra real de los ciudadanos, sabemos que la sociedad no demanda tantos yates ni Audis. En cambio, todos, casi todos, necesitamos arroz, frijoles, carne de cerdo, de pollo, picadillo, galletas, dulces, ensaladas, transportarnos, copiar el paquete de la semana, etc.

¿Qué del ordenamiento va a resolver el problema de la escasez, que condiciona el aumento de precios? La escasez se resuelve con más producción, claro. ¿Son las tiendas en MLC, el ordenamiento de las ganancias por tasa de cambio en las empresas estatales y militares, el aumento de hasta 10 veces de los precios estatales al consumo, el aumento de los precios a los insumos de los campesinos, algo que estimule a que los productores privados o estatales ya establecidos, produzcan más, o a que se sumen otros?

Si no acaba la escasez de bienes y servicios de primera necesidad, sus precios aumentarán en la medida que haya más dinero en circulación, que es justo lo que ocurrió con el aumento de salarios, o lo que ocurrirá con la entrada en escena de nuevos negocios tras las nuevas modificaciones al sector privado.

¿Qué negocios del sector privado contribuirán a que esa escasez de alimentos disminuya? ¿Cuántos de ellos lo harán? Porque tampoco el gobierno ha hecho notar que está enfrascado en resolver eso, mucho menos se nota en mejorías concretas.

Sin esa respuesta productiva, el escenario es desfavorable ya, y puede ser peor. Significa el aumento de desigualdades, sobre todo, hacerla estructurales. Ante la incapacidad ciudadana de cambiar el escenario, solo queda la lucha individual por lograr hacer algún trabajo para obtener la mayor cantidad posible de dinero, para intentar perpetuar los altos precios para algunos productos. Los que no puedan lograrlo, simplemente harán crecer su lista de productos que no pueden comprar. No es futuro, es ya un presente; individualismo de contexto de supervivencia, o el milagro de las remesas (de nuevo, individualismo).

De mantenerse las reglas de juego como ahora, la situación será esta. Ojalá y cuando lea el presente texto ya todo haya cambiado y este sea solo el delirio de un economista aferrado a lo que resulta imprescindible para el progreso de una sociedad: producir bienes y servicios que dignifiquen el poder adquisitivo real del salario.

Publicado originalmente en la revista Vida Cristiana. Escrito entre diciembre 2020 y enero 2021.

Cuba reitera voluntad de impulsar las relaciones económico-comerciales con la Unión Económica Euroasiática

 Por: Miguel Díaz-Canel Bermúdez

Foto: Presidencia Cuba

Intervención de Miguel M. Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República de Cuba, en la Videoconferencia del Consejo Supremo Económico Euroasiático, el 21 de mayo de 2021, “Año 63 de la Revolución”.

(Versiones Taquigráficas – Presidencia de la República)

Excelentísimo señor Kassym-Jomart Tokayev, presidente de la República de Kazajstán;

Excelentísimo señor Nursultán Nazarbayev, Presidente Honorario del Consejo Supremo de la Unión Económica Euroasiática;

Excelentísimos Jefes de delegaciones de los países miembros del Consejo Supremo Económico Euroasiático:

Agradezco sinceramente la invitación de Kazajstán como Presidente Pro Témpore de la Unión Económica Euroasiática para participar en esta importante reunión, la primera a la que tengo el honor de asistir después que fuese aprobado el estatus de Observador para mi país el 11 de diciembre de 2020.

Quiero empezar por reiterar la gratitud por el apoyo y el acompañamiento de los países miembros a la incorporación de Cuba como Estado Observador en la Unión Económica Euroasiática y resaltar la importancia que le concedemos a esta cita.

Las relaciones económicas, comerciales, financieras y de cooperación con los Estados miembros de la Unión resultan mutuamente beneficiosas y estamos dispuestos a colaborar en todas las prioridades de la Comisión Económica Euroasiática para el año en curso.

El Plan Conjunto de Colaboración 2021-2026, para la implementación del Memorando de Entendimiento entre el Gobierno de la República de Cuba y la Comisión Económica Euroasiática del 31 de mayo de 2018, se inserta en ese objetivo.

En esferas prioritarias como la económico-comercial; la bancario-financiera; de la salud y la biotecnología; de energía, geología y minería; agroindustrial; cultural, deportiva y las comunicaciones, se han definido ya 32 acciones conjuntas, que son coherentes con nuestra Estrategia Económico-Social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la COVID-19, así como con el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030.

Señor Presidente:

Hoy, como nunca antes, se hace urgente unir esfuerzos y voluntades a favor de la especie humana, cruelmente estratificada por el mercado, que margina y excluye a las mayorías, provocando costosos desequilibrios de todo tipo, que ahora se hacen dolorosamente más visibles por el impacto de la pandemia de la COVID-19, a cuyos efectos se carga la peor recesión económica que haya padecido la humanidad desde la Segunda Guerra Mundial.

En medio del adverso escenario global que he descrito, algunas naciones sufrimos la agresión adicional de bloqueos y otras medidas coercitivas unilaterales, todas violatorias del Derecho Internacional y de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas.

Quiero expresar aquí nuestro más enérgico rechazo a las injustificadas sanciones unilaterales que ha impuesto el Gobierno de Estados Unidos a la Federación de Rusia.

Igualmente denuncio y condeno las permanentes campañas de descrédito de Occidente contra la República de Belarús, los intentos de desestabilizar a ese hermano país y la tentativa de magnicidio contra el presidente Alexander Lukashenko.

Cuba, que sufre un criminal cerco económico y financiero hace más de seis décadas, agradece a los países que integran la Unión Económica Euroasiática el permanente rechazo a esa política genocida del Gobierno de Estados Unidos, que se ha recrudecido a niveles sin precedentes, incluso en las condiciones excepcionales derivadas de la pandemia.

Quiero informar al Consejo Supremo Euroasiático que si bajo ese brutal acoso hemos logrado enfrentar la pandemia y mostrar resultados alentadores, se debe, en primer lugar, a la firme determinación de nuestro pueblo de defender el sistema político elegido por la mayoría, que se puede resumir en un conjunto de  políticas sociales que priorizan al ser humano por encima de cualquier otro bien material o inmaterial.

Bajo ese principio, se articula un sistema de salud de calidad, gratuito y de alcance universal con una gestión de Gobierno basada en la Ciencia e Innovación que privilegia las interconexiones entre los sectores del conocimiento, el productivo, de bienes y servicios y las localidades.

Gracias a ello, la Ciencia cubana, sus científicos, investigadores y el personal de la Salud garantizan que produzcamos el 85 % de los medicamentos del protocolo nacional de actuación para el enfrentamiento a la pandemia, a la par que se desarrollan cinco candidatos vacunales, que se encuentran en diferentes fases de ensayo clínico.

En la vanguardia de ese proceso, Soberana 02 y Abdala transitan por la Fase III con resultados muy promisorios, mientras que Soberana Plus, para pacientes convalecientes de la COVID-19, avanza en la Fase II del ensayo clínico.

Expresamos aquí nuestra disposición a establecer una cooperación efectiva con los Estados miembros de la Unión Económica Euroasiática a partir del intercambio de experiencias entre los expertos de nuestros países, la cooperación médica y la colaboración con nuestros candidatos vacunales.

Igualmente, nos declaramos listos para comenzar el proceso de inserción en el mercado común de medicamentos, dispositivos y tecnología médica, cuya creación se refrenda en el Tratado de la Unión Económica Euroasiática.

Señor Presidente:

Cuba reitera su interés por lograr una mayor participación del empresariado de los países miembros del Consejo en los proyectos de inversión extranjera en la isla, al amparo de una legislación moderna y atractiva y las facilidades que brinda la Zona Especial de Desarrollo del Mariel.

Quisiera destacar al mismo tiempo el interés de establecer las bases para la colaboración entre el Banco de Desarrollo de la Unión Económica Euroasiática y el Sistema Bancario de la República de Cuba.

El intercambio cultural, la colaboración deportiva y la formación de estudiantes a través de programas de becas en áreas de fortaleza de cada uno de nuestros países, son otros ámbitos para promover la cooperación.

Subrayo, además, los objetivos comunes en la cooperación e integración para el desarrollo de la economía digital y el crecimiento del comercio electrónico en los procesos económicos y financieros, en concordancia con nuestras acciones para impulsar con mayor dinamismo la informatización de la sociedad.

Reitero también la voluntad de Cuba de contribuir al impulso de las relaciones económico-comerciales de los Estados miembros de esta organización con la región latinoamericana y caribeña.

Excelencias, amigos:

Me honra ratificar el compromiso de Cuba con las decisiones y acuerdos que serán aprobados en esta sesión del Consejo Supremo Económico Euroasiático con el objetivo de dar un mayor alcance a nuestros vínculos. Y apoyamos las directrices estratégicas para el desarrollo de la integración euroasiática hasta 2025.

Por tradición, por vocación y por la propia urgencia de los complejos tiempos que vivimos, Cuba apuesta decididamente por la solidaridad, la cooperación y la integración para el fortalecimiento de los vínculos en áreas de interés mutuo.

Los retos son enormes, pero estoy seguro de que la suma de nuestras voluntades nos permitirá superarlos. Nos animan la solidez de la Unión Económica Euroasiática y la confianza en que unidos podremos avanzar más velozmente a favor del desarrollo de nuestras economías y el bienestar de nuestros pueblos.

Las ejemplares relaciones de amistad que construyeron durante largos años nuestras respectivas naciones, nos inspiran a decirles, otra vez, desde nuestra amada Patria, lo que nuestros líderes históricos convirtieron en certeza popular: ¡Sí se puede!

Muchas gracias.

Urgen ciencia y diversificación en producción de alimentos

 

El Vicepresidente de la República (a la derecha) insistió en la aplicación de los conocimientos para generar más producciones. Fotos: Rigoberto

Así lo apreció el Vicepresidente de la República de Cuba en amplio recorrido por la provincia de Ciego de Ávila.

El Vicepresidente de la República de Cuba, Salvador Valdés Mesa, destacó este viernes en Ciego de Ávila la importancia de la aplicación de la ciencia y de la diversificación en el propósito de generar mayores producciones que beneficien a la economía nacional.

Acompañado por la viceprimera ministra Inés María Chapman Waugh y otros dirigentes, intercambió con productores, empresarios y científicos sobre las prácticas ejercidas en esta provincia para obtener alimentos y elevar la eficiencia en los campos y la industria siempre con el conocimiento científico como guía en cada actividad.

Alentadoras experiencias aportan ganaderos de la Empresa Agropecuaria Ruta Invasora, al oeste de la ciudad capital, a partir del rescate de numerosas vaquerías creadas a mediados de los años ´70, las cuales tenían bajos rendimientos o permanecían improductivas.

La alternativa consiste en la entrada en vigor de un grupo de contratos cooperados de producción ganadera, que en poco más de un año rinden dividendos para la entidad y los acogidos a esos convenios.

Omar Pérez Soriano, uno de los usufructuarios acogidos a la citada forma de trabajo, aceptó hace un año el área asignada, con mucha maleza en los potreros y bastante trabajo por acometer, pero, paso a paso, entre su familia y los ganaderos que lo apoyan, ya disponen de 200 vacas, 85 de ellas en ordeño, e iniciaron la siembra de alimentos para las reses, un objetivo clave para incrementar la entrega de leche.

En similar proceso están involucrados otros 12 campesinos acogidos a ese convenio, muy favorable según Ricardo Pérez Echevarría, director de la empresa: “Aquí lo importante no es solo el dinero que percibirá la entidad, sino lo que se evita en muertes y robo del ganado, o sea, se gana en su protección y en la limpieza de los potreros”.

Valdés Mesa indagó sobre la relación de los usufructuarios con la empresa, a lo que Orlando Pérez Pedreira, delegado de la Agricultura en el territorio, informó que las vaquerías son medios básicos de la entidad, que, a su vez, se responsabiliza con varias inversiones, por ejemplo, en cuanto a tecnologías para el ordeño mecánico.

El Vicepresidente de Cuba hizo énfasis en la preparación de los usufructuarios, por la simple razón que de sus conocimientos se derivan prácticas acertadas, generadoras de beneficios a la sociedad.

Cercano el beneficio de las aguas de Zaza

La entrada de agua al canal que debe suministrar ese líquido trasvasado desde Sancti Spíritus hacia el sur de Ciego de Ávila implica retos para los productores estatales y campesinos, quienes recibirán así el beneficio de la ciencia, pero deben asumir cambios difíciles de afrontar.

obra hidraulicaAhora falta darle valor de uso a esta obra

Ese reto se percibe en la Empresa Agropecuaria Cubasoy, cuyo director general, Yusbany Cárdenas Benítez, aseguró que el trabajo será difícil por el cambio en la matriz de riego, pero, evidentemente, valdrá la pena.

A su entidad le faltan, además, bancos de transformadores y piezas de repuesto para activar máquinas de riego, tecnologías vitales para desarrollar ese emporio productivo, con significativo potencial que intentan recuperar, aunque todavía no se llega a lo requerido.

La producción cañera también se beneficiará mediante el agua proveniente de embalses espirituanos, aunque según apreciaciones de Valdés Mesa, deben incrementarse las atenciones a esos cultivos.

En diálogo con Rolando Madrigal Moreno, presidente de la cooperativa de producción agropecuaria Ramón Domínguez de la Peña, quedó claro que la prioridad radica en fomentar la caña, pero no solo se puede vivir de la gramínea.

productoresValdés Mesa considera que la caña merece mayores atenciones a sus cultivos para que su rendimiento se incremente

“Necesitan diversificar las producciones, consolidar su módulo pecuario y buscar la estabilidad en la fuerza de trabajo”, afirmó el Vicepresidente de Cuba.

La viceprimera ministra, Inés María Chapman Waugh, indagó por las perspectivas que augura el agua del canal y la aplicación de otros avances científicos, a lo que Madrigal respondió que los rendimientos de sus campos promedian 40 toneladas por hectárea, cifra muy baja, que debe incrementarse, como mínimo, a 70 toneladas con la estabilidad del líquido.

Otro elemento importante lo aportó Eduardo Larrosa Vázquez, director de la Empresa Azucarera Ciego de Ávila, al afirmar que el riego con el biofertilizante Fitomás-E, fabricado en Ciro Redondo, ha sido favorable, máxime cuando escasean los fertilizantes importados.

Con respecto al canal, urge continuar las inversiones para darle valor de uso con la mayor celeridad posible. De hecho, se anunció que en junio comienza la siembra de peces en estanques de la acuicultura enclavados en ese territorio al sur de la provincia.

Creatividad activada

La diversificación en sus producciones, la adaptación al ordenamiento económico, unido a las alternativas para resistir los embates del bloqueo y los altos precios de la materia prima, centran la vida profesional en la entidad Ciegoplast, una de las principales productoras de conductos de polietileno de alta densidad en Cuba.

Esos elementos fueron expuestos por su director, Sergio Barrios García, durante la visita de trabajo realizada por el Vicepresidente cubano.

Con 22 años de fundada, la empresa ha extendido sus funciones más allá de los conductos instalados en redes de varias provincias, al incursionar en otras acciones para generar alimentos y apoyar al sector agrícola, faenas que desempeñan por el crecimiento profesional de sus 96 trabajadores, jóvenes en su mayoría.

La superación ha sido clave para desarrollar nuevas variantes productivas, con el ascenso a 33 del número de trabajadores avalados como técnicos de nivel medio, personal clave para el apoyo a las decisiones de los ingenieros, másteres y aspirantes a doctores pertenecientes a esa institución.

El panorama se les torna difícil al depender de la materia prima importada, cuyo costo se ha elevado a 60 000.00 dólares la tonelada, de ahí que aprovechen la mayor cantidad de residuos de sus producciones, con el fin de transformarlos en elementos útiles para múltiples fines.

Otra dificultad radica en el consumo de electricidad, al que le urge una reducción o cambios de la matriz energética, lo cual fue sugerido por Inés María Chapman Waugh al indagar por el posible empleo de la energía solar, variante que ha sido valorada, según Barrios García.

Campesinos con la tecnología y científicos con la producción

La finca La Candelaria, en el municipio de Ciro Redondo, parece un lugar de ensueño. En ella se encuentran frutas muy escasas en Cuba como níspero, coco, marañón, guanábana, melocotón, acerola…

Ahora se dice fácil, pero se trata de 67 hectáreas que no tenían productividad, pero el joven campesino Alexánder Ramírez Marrero, miembro de la cooperativa de créditos y servicios Patricio Sierralta, puso todo su talento de ingeniero, combinado con la sabiduría del guajiro cubano, y los resultados empiezan a llegar.

Quizás de lo que menos se hable en aquel entorno sea del impacto medioambiental tan favorable en la finca, donde el frescor, la abundancia de sombras y paisajes deleitan al visitante.

Pero la ciencia tiene el gran protagonismo, y lo confirma Alexánder con el convenio realizado con la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez, que apoya con estudiantes y profesionales, sobre todo, en el control de las enfermedades en los cultivos.

iparraguirreEl doctor Iparraguirre Cruz defiende el empleo de medios biológicos para el control de las plagas

Ese tema fue expuesto ante la visita gubernamental por el doctor en ciencias Miguel Ángel Iparraguirre Cruz, especialista en control biológico, cuyo equipo de trabajo redujo el nivel de plagas en la guayaba de un 80 hasta el siete por ciento, a lo que suman otras reducciones considerables en las demás plantaciones, con énfasis en el frijol y la chirimoya.

Añadió el experto que aprovechan los residuos de la minindustria enclavada en la finca para elaborar humus de lombriz, que mezclado con microorganismos eficientes producidos por Labiofam les ha dado buenos dividendos como fertilizante y en el control de las plagas.

Al respecto, Valdés Mesa señaló que “el campesino debe vincularse con la tecnología y los científicos con la producción”, lo cual fue ratificado por el doctor Iparraguirre al informar que en sus vínculos con La Candelaria se han graduado ocho ingenieros y un máster en Ciencias agropecuarias.