"La edificación de la nueva sociedad en el orden económico es también un trayecto hacia lo ignoto". RCR
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martes, 2 de noviembre de 2021
Reanimación económica: Entre realidad y necesidad (Video). Entrevista al Viceprimer ministro Alejandro Gil.
Después de un gran letargo.Comentario HHC
Después de pasarse el día trajinando de un lado para otro, lo único que le falta a Javier Sánchez Díaz es llevar la cama para su finca en Hoyo Colorado, municipio de Quemado de Güines. Literalmente. A las 9 y 30 de la noche, todavía fresco como una lechuga, vuelve al campo porque “a esta hora es mejor regar los cultivos, aprovechan más el agua y resulta más barato”, dice con picardía el villaclareño.
“La máquina Fregat que me arrendó la Unidad Empresarial de Base (UEB) Integral de Quemado de Güines consume mucha electricidad. Después de aplicar la nueva tarifa, tuve meses de pagar casi 28 000 pesos. Todos nos quejamos porque eso era una barbaridad; estábamos trabajando para el inglés. Hace unos días atrás nos llevaron en un camión a Santa Clara, y allí informaron que la tarifa iba a bajar y los productores pagaríamos la corriente de manera directa, antes era a través de la UEB. Pero todavía no se ha aplicado”, reconoce el usufructuario mientras enciende la Fregat. El cielo está cubierto de estrellas, es una noche tibia de inicios de agosto.
A muchos kilómetros de Quemado de Güines, en el occidental municipio de Artemisa, Osmany Cordero Alfonso, presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CSS) Antero Regalado, sostiene: “Aquí las cosas siguen enredadas con el tema de la electricidad. Visitaron a los productores con turbinas y nos dijeron que eso se analizaría. Desde enero pasado aplicaron una tarifa de más de dos pesos el Kilowatt y planteamos que estaba muy elevada. Ahora nos están cobrando 1.80. Todavía los campesinos están esperando una respuesta, a ver si la baja un poquito más”.
Su coterráneo, Abelardo Álvarez Silva, presidente de la CCS homónima en Güira de Melena, agrega que allí los cooperativistas también estuvieron en desacuerdo con la tarifa eléctrica porque fue aprobada sin tener en cuenta la ficha de costo del productor. Por eso, dentro de las medidas a aplicar de manera inmediata, para estimular al sector agropecuario, se consideró la rebaja de la electricidad con carácter retroactivo, desde enero hasta la actualidad”.
A juicio de Álvarez Silva, tanto esa como el resto de las medidas aprobadas, incluida la política de comercialización, “tienen un impacto muy positivo en los campesinos, quienes enfrentan además las restricciones del bloqueo, el impacto de la crisis mundial, el déficit de insumos, la degradación de los suelos y los efectos del cambio climático.
“Ahora vamos a empezar la campaña de frío y tenemos la tierra preparada. El compromiso de los cooperativistas es muy alto y se sienten estimulados a sembrar más porque ya comienzan a ver los resultados de su esfuerzo en los ingresos que reciben”.
Sin embargo, valora el presidente de la CCS, hay asuntos pendientes en la agricultura, los cuales deben resolverse de una vez y por todas. “No se logra la agilidad necesaria entre lo aprobado a nivel nacional y su implementación en la base. Incluso algunos quieren cambiar lo que se decidió en la máxima dirección del Gobierno y lo comunican de otra manera a los campesinos.
“Las cooperativas tienen que respetarse. Cuando hay una junta directiva sólida, bien preparada, estas cosas no suceden. Pero me preocupa que hay muchas en Cuba sin esa solidez en la dirección y quedan bajo el yugo de otros que violan lo orientado, incluso las normativas”.
Contrapunteo guajiro
El asunto de los impagos a los cooperativistas le roba el sueño a Osmany Cordero Alfonso. “Hace casi cuatro meses que la Empresa de Cultivos Varios de Artemisa no paga a los campesinos. Aunque se aprobó desde mayo (en el Decreto 35 de 2021 sobre la comercialización de los productos agropecuarios) que si eso sucedía podían vender a otro destino, los campesinos siguen dando el paso al frente para cumplir con lo contratado”, afirma.
Para su vecino Álvarez Silva, “cada cooperativa cuenta con un asesor jurídico y debe emplearlo al máximo. Lo que está escrito en decreto, o resolución, hay que aplicarlo a la hora de la contratación. Ahí hay que dejar bien claro cuál es la obligación de ambas partes, si tú incumples con el pago, te demando. Y viceversa.
“Aquí en nuestra CCS de Güira de Melena no hay un solo peso de atraso. Las empresas de Cultivos Varios y Frutas Selectas se comportan favorablemente. Ni ellos nos deben, ni la cooperativa le debe nada a otra entidad suministradora de insumos. Esta es una de las cuestiones que no pueden dejar de funcionar bien porque los pagos a los productores son altos y, por tanto, si se demoran, no hay economía que lo soporte”, valora Álvarez Silva.
No obstante, aunque las normativas parecen claras, algunos aspectos suscitan interrogantes y polémicas. El Decreto 35, publicado en la Gaceta Oficial No. 49, edición ordinaria del 4 de mayo de 2021, establece en su Capítulo IX, cuáles son las infracciones en la comercialización agropecuaria.
Según la norma, son contravenciones: “vender producciones agropecuarias a otros destinos diferentes a los contratados, sin la autorización que corresponda; no contratar el potencial de las producciones e incumplir con registrarse en el sistema informático de planificación agropecuaria (SIPA)”.
A quienes incurran en las dos primeras violaciones, “en los 30 días hábiles siguientes al incumplimiento, se les impone una multa cuya cuantía es el equivalente de multiplicar por tres el volumen de producción al mayor precio del mercado agropecuario en el momento en que se comete la referida infracción”. A quien no se registre en el SIPA “se le impone una multa de 2 000 pesos”.
Si bien se reconoce en el decreto el “recurso de apelación” y el “recurso de alzada”, de mantenerse inconforme, a la persona le queda expedita “la vía judicial”, resulta paradójico que las infracciones sigan recayendo solo en el lado del productor. A estos, incluso, sean propietarios o usufructuarios de tierra “se les podrá aplicar los procedimientos de expropiación forzosa o la extinción del contrato de usufructo, según corresponda”. Sin embargo, quienes contrataron las producciones, las reciben, pero no las pagan convenientemente al productor, siguen campeando de lo lindo.
Lo anterior sucede a pesar de establecer el propio Decreto 35, en el Artículo 18.1: “Los productores pueden vender a otras formas de comercialización existentes en el país, los productos que por problemas logísticos y financieros de las entidades acopiadoras y comercializadoras no puedan ser comprados, en correspondencia con lo establecido en los contratos”. O en el Artículo 16: “Las entidades acopiadoras y comercializadoras solo pueden realizar compras en función de sus capacidades logísticas y financieras”.
Por otra parte, la normativa deja atada al comité de contratación de precios, provincial o municipal, con toda la carga burocrática que eso puede traer, la facultad de “establecer los destinos de los productos que no pueden ser adquiridos por las formas de gestión que inicialmente lo contrataron”.
Para colmo, la Resolución 137, Reglamento para la comercialización de la producción agropecuaria, del Ministerio de la Agricultura (Minag), establece en su Artículo 11: “Para ejecutar ventas en otros destinos los productores deben haber cumplido con las entregas contratadas”. Parafraseando al pintoresco personaje del spot televisivo: “¿Entonces cómo queda el guajiro?”.
Un buen contrato…
Puede ser una carta de triunfo en manos de los campesinos. Todo lo que produce Javier en Quemado de Güines lo tiene contratado con la UEB, aunque pudiera hacerlo con otras personas jurídicas o naturales, “pero lo primero es cumplir con el Estado”.
Otros productores valoran de positiva la flexibilización para la contratación aprobada en la política de comercialización y en el paquete normativo que la instrumenta. “Estamos firmando contratos con muchas empresas. Eso se ha abierto bastante en Artemisa”, subraya Osmany.
La Resolución 138 del Minag fija las indicaciones para la contratación y comercialización de la producción agropecuaria, forestal y tabacalera del año en curso. Los objetivos que persigue la norma son precisos: concretar la planificación en el sector, desagregar el plan hacia el productor primario, diversificar y controlar las producciones, flexibilizar la comercialización agropecuaria hacia diferentes destinos; introducir incentivos que estimulen la producción, entre otros.
Precisamente, en el camino de estimular a las bases productivas y reconocerles los altos costos en que incurren, fueron aprobados precios de venta por acuerdo. Sin embargo, estima Álvarez Silva, “todavía quedan fisuras porque hay personas a las cuales les cuesta mucho cambiar la mentalidad. Y a estas alturas seguimos discutiendo en algunos lugares que los productos se venden por oferta y demanda, y los precios se acuerdan entre el productor y las unidades comercializadoras”.
A su juicio, un paso importante para desbrozarles el camino de la comercialización a los campesinos fue la aprobación de la Resolución 320 del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), publicada en la Gaceta Oficial No. 68, edición extraordinaria, el 30 de julio del presente año. “Donde desaparecen la dualidad de precios (consumo social o acopio) de la malanga, el plátano y el boniato; y los límites establecidos para el crecimiento de los precios, los cuales tenían como referencia los de julio de 2019. Antes los que más se beneficiaban eran los intermediarios, ya eso comenzó a cambiar”.
Según explicó en conferencia de prensa, Meisi Bolaños Weiss, titular del MFP, el objetivo principal de esa normativa es seguir reconociendo los costos del productor de manera que se estimule a cumplir con su encargo estatal; y hacer valer una política de precios inclusiva para regular de manera general a los distintos actores económicos.
Más allá de los cambios introducidos por la norma, puntualiza la ministra, “se mantendrán centralizados, para proteger a la población, los precios minoristas de los productos agropecuarios de quienes reciben dietas médicas y el servicio de alimentación en los SAF. Igual se mantienen los precios de los comedores obreros, con 18 pesos como promedio”.
Por otra parte, Bolaños Weiss insiste en la facultad de los gobiernos locales y la responsabilidad de las autoridades, incluido el MFP, para el enfrentamiento a los precios especulativos y abusivos. La regulación busca cuidar los dos extremos de la cadena de comercialización: el productor y la población.
Como papa caliente
Los altos precios de los servicios y la falta de un mercado regulado de divisa, el desabastecimiento de los mercados en moneda nacional, y otros dilemas, estresan a las bases campesinas
Entre las medidas aprobadas a mediados de abril para el sector campesino están la disminución de los precios de los servicios que les prestan otras entidades y algunos insumos imprescindibles, como los bioplaguicidas; la posibilidad de comprar de manera directa en los puntos del Grupo Empresarial de Logística de la Agricultura (Gelma) y acceder al mercado en divisas. Sin embargo, dice el refrán, del dicho al hecho hay gran trecho.
“Por roturar una hectárea, la empresa nos cobra casi 1 000 pesos. La preparación de tierra es calientica”, asegura Javier Sánchez Díaz, en la provincia villaclareña. Lo mismo sucede a los cooperativistas de la CCS Antero Regalado, en el municipio de Artemisa. “Lo que nos cobra la Empresa Agropecuaria por roturar es muy alto. Las tierras se preparan, pero hay guajiros que no tienen cómo pagar eso”, advierte Osmany.
Aunque la medida de que los campesinos podían comprar directamente en los puntos de Gelma venía corriendo desde mediados de abril, tardó varios meses en llegar a Hoyo Colorado, en Quemado de Güines. “El 4 de agosto me enteré de eso con la visita de varios funcionarios de la agricultura del territorio”, ilustra Sánchez Díaz.
De la posibilidad que tienen los productores de ir a contratar directamente sus insumos agropecuarios y maquinaria agrícola con la industria nacional, que refrenda la Resolución 67 de 2021, del Ministerio de Comercio Interior, no le comentaron las autoridades locales a Javier, en ningún momento. “Me estoy desayunando con usted”.
Por su parte, Caridad Robaina Fernández, usufructuario del capitalino poblado de Las Guásimas, conocedor de primera mano de las medidas aprobadas para el sector, no perdió tiempo en ir al punto de venta de Gelma más cercano. “Fui allí en varias ocasiones. Me dijeron que todavía no estaban autorizados a vender directo al productor y debían cambiar las fichas de costo. Cada vez que iba era un cuento distinto”.
Sobre la demora en implementar la venta directa a los campesinos, María del Carmen Fages Plasencia, vicepresidenta de Gelma, responde: “A partir de la aprobación de las 63 medidas, se dio la indicación de que las empresas comenzaran a preparar las condiciones. Eso nos tomó un tiempo y sí, hubo que cambiar la mentalidad. Con la ficha de costo no existió dificultad alguna porque era igual para todos. Ya está la autorización del grupo de implementarla en el país”.
En Güira de Melena, explica Álvarez Silva, “los campesinos pueden comprar directo en los puntos de venta si tienen habilitada una cuenta bancaria para eso. Sin embargo, Gelma prácticamente no oferta nada en moneda nacional. Es la realidad. La mayoría de los insumos los está vendiendo en moneda libremente convertible (MLC) y eso hoy es un problema porque no es fácil para el productor obtener la divisa.
“Es verdad que autorizaron las ventas en frontera, en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, en el mercado en MLC, y para las exportaciones. Pues nos hemos ido insertando poco a poco en eso, pero esas producciones requieren una óptima calidad y con los insumos deficitarios es súper-difícil lograrlo. No obstante, seguimos guapeando para que los campesinos obtengan la divisa y luego puedan comprar algún insumo. Todavía esos casos son la minoría”.
El precio en divisa de los insumos que comercia Gelma en MLC no es cosa de recitar y cantar en Palmas y Cañas. “¡Eso sí está duro, es candela! En Camajuaní un campesino compró un tractor moderno y cuando sacamos la cuenta costó el equivalente a un millón y medio de pesos en moneda nacional”, refiere el usufructuario de la finca Hoyo Colorado. Ese cálculo parte de multiplicar el precio de venta en USD por 60 pesos, el valor que tenía entonces el dólar en el mercado informal.
Fages Plasencia esclarece: “En estos momentos los tractores que estamos vendiendo son Belarus de tres tipos. El más sencillo y de menores prestaciones se comercializa en 15 000 USD. El otro, que tiene mayor potencia y cabina climatizada, en 20 000. Y el tercero, con más caballos de fuerza, en 25 000. A partir de las normas que emite el MFP, Gelma establece los precios con un margen comercial que oscila entre dos y cinco por ciento”.
“Solo los campesinos que a diario dejamos la piel en el surco sabemos el significado de un tractor nuevo. Incluso para la economía del país sería muy positivo porque el consumo de combustible bajaría considerablemente en el sector agropecuario”, reflexiona Sánchez Díaz.
Enredos
Las agujas del reloj marcan el mediodía. El presidente de la CCS Antero Regalado de Güira de Melena llega sudoroso después de un recorrido por las fincas de la cooperativa. En la cabeza trae mil rollos: la tierra que están pidiendo los usufructuarios para crecer en la siembra; los encontronazos con el banco porque las fichas de costo que tiene no son las reales y se afectan los créditos que piden los campesinos. “Eso todavía lo estamos discutiendo porque nos cuesta mucho trabajo hacerles entender los costos reales que tenemos. Lo otro enredado es el seguro a las producciones”, dice mientras seca el sudor de la frente.
Desde que se entregó la tierra en propiedad, con la primera reforma agraria, ha llovido mucho. “Las familias crecieron, con varios hijos, nietos, y en la finca cada cual trabaja su parte. Pero entonces, solo una persona, el propietario, puede sacar los créditos bancarios y el seguro para el resto. Los productores cuestionan: por qué no darle la posibilidad a cada cual de hacerlo de manera individual”.
Según establece el Decreto 35, en las disposiciones finales, el Banco Central de Cuba, en el plazo de un año contado a partir de la entrada en vigor de la normativa, “diseña e implementa a través de los bancos comerciales ofertas de nuevos productos financieros a los productores que se adecuen a las características del sector y estimulen las actividades productivas, acopiadoras y comercializadoras, incluyendo la posibilidad de obtener créditos revolventes con bajos intereses”.
A favor de los campesinos, reconoce Álvarez Silva, fue aprobado otorgar una bonificación que disminuye de cinco a dos por ciento el impuesto sobre ingresos personales cuando estos tributen al fisco, lo cual aligera la carga que llevan sobre sus hombros las bases productivas.
La agricultura cubana ha arrastrado una serie de vicios y trabas que, con las medidas de abril y el resto de las normativas emitidas, comienzan a desenredarse. También viabilizan viejos anhelos de los productores como los de consumir la carne de res o comercializar los excedentes de la leche y sus derivados. Nada de lo aprobado para el sector agropecuario puede quedar como polen flotando en el viento, hay que seguirlo bajo lupa y fertilizarlo para que florezca.
Efectivamente, por primera vez en el país se aprueba una política de comercialización que apenas comienza a germinar, pero el tronco del árbol que se quiere enderezar tiene una torcedura de larga data. Por eso, del rigor y el control en su implementación, de los resultados palpables en la mesa, depende alcanzar la anhelada soberanía alimentaria… y la credibilidad del pueblo.
De tres, una
A juicio de los productores entrevistados para este reportaje, lo más novedoso de las medidas de abril está en la ganadería, en tanto rompen con antiguos estigmas, y revolucionan las maneras de hacer y la mentalidad dogmática.
La Resolución 139, firmada el 29 de abril de 2021 por el titular de la Agricultura, establece el procedimiento para el sacrificio, consumo y comercialización de las carnes de ganado bovino por los productores agropecuarios. Algunos, cuando la leyeron, tuvieron que pellizcarse el brazo para confirmar que no era un sueño. Otros, no pudieron evitar las lágrimas. El Código Penal en Cuba por matar una vaca sancionaba al culpable a veces a más años de privación de libertad que si hubiese asesinado a un ser humano.
Tanto las personas naturales, como jurídicas propietarias de ganado bovino, establecen la norma, deben cumplir una serie de requisitos, en particular, los compromisos del encargo estatal establecidos en los contratos de compra venta de la leche y la carne, así como mantener el crecimiento de la masa ganadera.
De cada tres vacas que el productor incremente en su rebaño, puede sacrificar una para consumir o comercializar. En este último caso, los destinos pueden ser el matadero donde se sacrificó el animal, la red especializada aprobada por los gobiernos municipales, las entidades del Turismo, la red de tiendas, el mercado en moneda libremente convertible, la Zona Especial de Desarrollo Mariel y otros autorizados.
Comentario HHC: Un buen titulo hubiera sido, " Después de un gran letargo, el via crucis".
Estos reportajes son muy buenos, porque ilustran a los decisores, donde estan las verdaderas " trabas" de las fuerzas productivas en la agricultura.
Rinde homenaje ANEC habanera a Orlando Borrego Díaz
El Consejo Ejecutivo Provincial de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) de La Habana rindió homenaje al doctor en Ciencias Económicas Orlando Borrego Díaz, Premio Nacional Carlos Rafael Rodríguez, Por la Obra de la Vida 2018 , y Premio Nacional de Economía, quien falleció a consecuencia de la COVID-19.
En la ceremonia estuvo presente Deborah Balart
Hidalgo-Gato, viuda de Borrego Díaz, amigo y cercano colaborador de Ernesto Guevara
de la Serna, y la misma se celebró en el contexto del evento La Habana, sus
mejores experiencias prácticas en el marco de la Jornada Nacional
Económico-Productiva, dedicada a saludar la Jornada Ideológica Camilo-Che y el
Día del Economista.
El periodista Jorge Rodríguez Hernández,
director de Comunicación e Información de la ANEC capitalina, tuvo a su cargo
las palabras centrales de este homenaje a Orlando Borrego Díaz, las cuales
ofrecemos a continuación, de forma íntegra.
PARA EL AMIGO Y HERMANO BORREGO, DE LOS
ANECISTAS HABANEROS
Hay amigos de toda la vida, Orlando Borrego
Díaz, en apenas una década, logró calar hondo en mis afectos, se hizo
entrañable, gracias a que ambos labramos una relación amistosa sólida, de saber
que el otro está ahí, de forma incondicional. Una llamada telefónica bastaba
para ofrecer certeza de esto último.
En ese intercambio cotidiano, percibí siempre
en Borrego el arquetipo de persona llana y difícil, lo cual explica por qué el
Che lo asumió como colaborador cercano, durante aquellos años iniciales y
heroicos de la Revolución Cubana. También advertí en él la insatisfacción de no
haber acompañado al Guerrillero Heroico en la guerrilla en tierras bolivianas,
porque su lugar estaba aquí en el ministerio, como le dijera el Che.
La ANEC de La Habana tuvo en Orlando Borrego
Díaz un entusiasta y consecuente afiliado, merecedor del Premio Carlos Rafael
Rodríguez, Por la Obra de la Vida, cuyo otorgamiento honra la propia
organización profesional, en cuya creación estuvo involucrado de forma directa,
en honor a la verdad, pues ´´NADA HAY MÁS JUSTO(…) QUE DEJAR EN PUNTO DE VERDAD
LAS COSAS DE LA HISTORIA´´, como expresé con martianas palabras en el homenaje
realizado a Borrego el 19 de febrero de 2019, durante la Asamblea Provincial, previa
al Octavo Congreso de la ANEC.
Cuando el amigo Borrego dejó de existir
físicamente, como consecuencia de los efectos letales de la obstinada COVID-19,
escribí lo que considero su obra cumbre: la compilación en siete tomos de la
Antología El Che en la Revolución Cubana, y lo hice con el propósito de
reverenciar su fructífera existencia, aunque la obra en cuestión lo reivindica
por sí misma ante cualquier olvido y silencio hacia futuro, pues como alguien
dijo: El olvido está lleno de memoria.
El hermano Borrego debe ser considerado el
albacea de la obra del Che en la Revolución Cubana. Solo un espíritu
persistente, de una voluntad acerada, pudo compilar aquel legado
inconmensurable del argentino, paradigma por excelencia de las causas justas en
este mundo desigual y contradictorio.
El autor intelectual de que ese estimable
legado del Che viera la luz en sucesivos tomos, fue Borrego, quien decidió, con
la aprobación del primero, grabar durante casi 2 años las intervenciones del
Guerrillero Heroico en el consejo de dirección del Ministerio de Industrias.
Borrego tuvo la visión de advertir la utilidad futura del pensamiento
guevariano, paradigma de la ética y moral revolucionaria y socialista en la
conducción económica y social.
No pocas inquietudes acompañaron la existencia
de Borrego, en especial en los años más recientes, dado la creciente batalla
cultural que tiene lugar en Cuba. Le obsesionó el papel a desempeñar por los
jóvenes en ese escenario, no exento de contradicciones y peligros diversos.
Además de abogar por la unidad dentro de la diversidad de opiniones, siempre
que no se tratara de ideas irreconciliables con la Revolución, Borrego se
preocupó porque las jóvenes generaciones mostraran lealtad y respeto por la
memoria histórica, lo cual, en su opinión, resulta esencial.
En un taller de la cátedra de Historia
Económica ´´Gloria García Rodríguez´´, celebrado en noviembre de 2015, le
escuché decir a Borrego que el Che estudió lo más ilustre y avanzado del
pensamiento económico capitalista, pues consideraba que ello no era
contaminante. Como también expresó que la historia tiene sus pecados: Mijaíl
Gorbachov , Ronald Reagan y Margaret Thatcher.
Volví a las ideas del hermano Borrego, cuando
en fecha reciente, en medio de los intercambios de diferentes sectores de la
sociedad, con la máxima dirección del país, le escuché decir a un joven creador: ´´tenemos que acabar de quitarnos la mochila de los dolores prestados de ese
sufrimiento heredado que nos han ido poniendo arriba, uno con buena fe y otros
con mala saña. Estoy cansado (…) de escuchar a jóvenes de mi edad hablando del
dolor del Periodo Especial.´´
El muchacho dijo además ´´que ese dolor nos
sirva como impulso, como motivación, como empujón para salir adelante, no para
regodearnos en un dolor que en última instancia no es nuestro. Nos toca (…)
cambiar esos dolores en poesía.´´ Aunque este joven tiene todo el derecho a
opinar así y a ser respetado en su criterio, al oírlo reparé en el amigo
Borrego, cuando en el taller de marras llamó a estudiar, porque ´´somos unos
ilustres ignorantes´´.
La anterior idea de Borrego, la conecto con una
de otro notable de las Ciencias Económicas: José Luis Rodríguez García: ´´Sin
conocer la historia es imposible presagiar el futuro y delinearlo, y evitar los
errores.´´ De ahí que parafraseando al joven de la citada historia, todos,
absolutamente todos, estamos urgidos de que nos llenen nuestras respectivas
mochilas con pasajes decisivos en el devenir de la historia nacional en todos
los órdenes. Pero en especial los
jóvenes, para quienes ´´es muy importante que sepan traducir la gama de
mensajes que se mueven´´, tal como opinó Borrego en conferencia ofrecida en
abril de 2016 en la sede de la ANEC habanera.
Gracias, Orlando Borrego Díaz, muchas gracias,
por el privilegio de conocerte, de haberte tenido como amigo-hermano. Siempre
te tendremos entre nosotros, porque una y otra vez iremos en busca de tus
saberes y del eterno ejemplo guevariano que nos legara con tu obra, hecha en el
Camino del fuego, otro título imprescindible dentro de tu basta autoría.
Ministro del Transporte: Más de 400 vuelos a la semana desde el 15 de noviembre (+ Video). Comentario HHC
En este artículo: Cuba, Eduardo Rodriguez Davila, Ministerio del Transporte (MITRANS), Transporte, Transporte Aéreo, Transporte Marítimo
El ministro del Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila informó que a partir del 15 de noviembre las frecuencias áreas que conectan a Cuba con el resto del mundo se elevarán a más de 400 a la semana, en correspondencia con el incremento paulatino de la movilidad internacional y el comportamiento epidemiológico en el país.
"De ellas 77 serán desde los Estados Unidos hacia La Habana, de las 147 aprobadas para todo el país".
En conferencia de prensa sobre el restablecimiento de los servicios de transportación, el titular dijo que esta cifra aún es variable pues las aerolíneas continúan realizando solicitudes, las cuales son atendidas con prontitud por las entidades nacionales.
“Creemos que este incremento de frecuencias pueden redundar en beneficios para nuestros pasajeros internacionales”, acotó.
Agregó que los principales aeropuertos de la nación han venido preparándose para este momento, porque “aunque es cierto que las terminales aéreas nunca han estado cerradas”, solo recibían una mínima cantidad de personas.
“Desde hace meses laboramos en los aeropuertos. En las últimas semana se ha desarrollado un intenso trabajo de rehabilitación en las principales terminales”.
En este sentido, ejemplificó que en la terminal número 3 del Aeropuerto Internacional José Martí se amplió el salón de aduanas y se separaron los flujos de canal verde y rojo para facilitar el tránsito. Igualmente se extiende los puntos de las Casas de Cabio (CADECAS), así como las carretillas de equipajes.
“Igualmente se mejoran las señalizaciones y se modernizan los salones VIP a tono con los estándares internaciones”, precisó.
Informó que todas las terminales aéreas cuentan con conexión gratuita a internet durante 30 minutos y que se pondrá a prueba una aplicación para que los pasajeros completen la información solicitada en la actualidad de manera escrita, ahora en formato digital.
En cuento a las solicitudes realizadas por las aerolíneas para viajar a Cuba, Rodríguez Dávila valoró que se ha tratado de hacer una distribución por todo el país, pues no todas las personas que viajan desean hacerlo a La Habana.
“A las aerolíneas estadounidenses se le han aprobado frecuencias hacia La Habana y al resto del país. Sin embargo, esta decisión se encuentra permeada por las restricciones del gobierno estadounidense que no permiten que vuelen a otros aeropuertos. Nuestra autorización está dada, y todas las aerolíneas que volaban tiene ya confirmada su frecuencia para esos aeropuertos”.
En su intervención ante los medios de prensa el ministro reiteró que a partir de la reapertura del 15 de noviembre, se mantienen estrictos protocolos sanitarios que permitan la seguridad de los viajeros.
Por su parte, las operaciones marítimas también se reanudan con la entrada de cruceros, y desde el mes de diciembre se deben iniciar las operaciones.
Recordó que el acceso a todas las instalaciones será solo para los viajeros que deseen viajar, lo que evitará aglomeraciones en estos lugares. “Se mantiene el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico de los pasajeros y la desinfección de los medios y áreas”.
En video, la conferencia de prensa
Comentario HHC: Bueno al final del video, la periodista Andrea Rodríguez de la agencia AP, le hace dos preguntas, ¿ A cuánto se incrementarán los vuelos desde EEUU que hoy son 63 ? y la 2da que tuvo oportunidad de visitar una tienda de MLC en el aeropuerto y se demoró 45 minutos y había 10 personas y un empleado le dijo de problemas de conectividad y que pasaría con la gran afluencia?. El Ministro iba a empezar a responderla, pero ahí se cortó el video. Sin comentarios.
No obstante, en la revista Bohemia se hablan de 147 vuelos semanales desde EEUU. (1)
Y conste que este ministro si es de los que le mete el cuerpo a los problemas, he escrito dos veces al MITRANS y he obtenido respuestas y solución. Lo he visto personalmente en una parada de ómnibus supervisando como van las cosas (casi de incógnito), claro no puede estar en todos lados, pero sirve para tocar los problemas y no solo leer informes e informes, que también son necesarios. Amen de dirigir en condiciones de escasez.
El ministro en una parada de ómnibus, primero a la izquierda.
P.D He seguido investigando y Canal Caribe, si publico la conferencia completa,(2) y en la misma se precisa , que solo hay 4 vuelos semanales a la Habana en estos momentos provenientes de EEUU, y que hay autorizaciones de la parte cubana a nivel de país desde EEUU por 147 vuelos semanales, pero hay que recordar las prohibiciones de Trump para las provincias y de ellos para la Habana hay autorizaciones por 77 vuelos de parte de Cuba , pero no están confirmados por las aerolíneas estadounidenses. Es un guiño a Biden para ver que decisión toma. ¿Los autorizará?
Si tenemos en cuenta que hay titulares en la prensa especializada como:" La avalancha de cancelaciones de vuelos en EE. UU. Genera temores de un colapso navideño".
Podemos inferir que al menos vuelos desde EEUU no hay nada seguro, hay que ver en los próximos días que ocurre.
(1) http://bohemia.cu/mundo/2021/11/mas-de-400-vuelos-semanales-llegaran-a-cuba-en-reapertura/
Cuba 1er lugar mundial en dosis de vacunas contra la covid por cada 100 habitantes. ( Gráficos)
Por Humberto Herrera Carlés
Se dice fácil, pero el esfuerzo de nuestros científicos y personal de salud, es inmenso, enorme. De los países que están en los primeros lugares, fuimos el último que empezó a vacunar. Para que se tenga una idea, los EEUU, el país que nos bloquea en medio de una pandemia al estado " fallido", empezaron en diciembre del 2020 y están en el lugar 18.
"Al cierre del 31 de octubre se acumulan en el país 25 800 950 dosis administradas con las vacunas cubanas SOBERANA 02, SOBERANA Plus y ABDALA.
Hasta la fecha, han recibido al menos una dosis de una de las vacunas cubanas SOBERANA 02, SOBERANA Plus y ABDALA, 9 939 797 personas*. De ellas ya tienen segunda dosis 8 940 918 personas y tercera dosis 6 920 235 personas.
Tienen esquema de vacunación completo 7 282 929 personas, que representa el 65,1% de la población cubana.
* En primera dosis se incluyen los vacunados con SOBERANA Plus como dosis única." MINSAP
Y estos son los resultados que se van obteniendo.
Participa Cuba en Feria Internacional de Turismo de Londres WTM 2021 (+Fotos)
La Habana, 2 nov (ACN) Juan Carlos García Granda, Ministro de Turismo de Cuba (MINTUR), presidió la delegación cubana que participa en la Feria Internacional de Turismo de Londres WTM 2021, que se celebra desde el 1 hasta el 3 de noviembre.
A través de su cuenta en Twitter el Ministerio de Turismo de Cuba anunció la participación cubana en el evento que constituye el primer gran encuentro de la industria de los viajes que se celebra a nivel global desde que comenzó la pandemia.
“Preside el Ministro de Turismo de #Cuba delegación que participa en la Feria Internacional de Turismo de Londres WTM 2021, desde el 1 hasta el 3 de noviembre” refiere el tuit.
En otra publicación el propio ministerio destacó las conversaciones de García Granda con turoperadores y líneas áreas presentes en el evento.
“El Ministro de Turismo de Cuba intercambiará con los principales representantes de turoperadores y líneas áreas del mercado y actualizará sobre las novedades del turismo para el próximo verano e invierno 2022 – 2023” publicó.
La delegación participante, está encabezada por su Ministro Juan Carlos García Granda, así como directivos de primer nivel de entidades del sector, los cuales, actualizarán sobre las potencialidades turísticas de La Habana, Matanzas, la cayería del Norte de Villa Clara y Jardines del Rey, Holguín y Santiago de Cuba, como principales regiones de interés para el mercado inglés.
De acuerdo con el MINTUR, en el marco del evento la isla lanzará la próxima edición de FITCUBA 2022, que será en Varadero, Matanzas, y estará dedicada a Rusia como país invitado de honor y a la modalidad Sol y Playa.
Reino Unido constituye un mercado de gran importancia para el turismo cubano y actualmente la nación caribeña trabaja para fortalecer su posicionamiento, así como en diversificar productos diseñados para la comercialización de cara a la nueva temporada de invierno.
Libro "Economía para no dejarse engañar por los Economistas" . La inflación
¿Cuáles son las causas de la inflación según la teoría
económica?
Al igual que acabamos de ver en el caso del paro, no hay una sola respuesta de la teoría económica ante el problema de la inflación.
Los
economistas keynesianos consideran que las subidas de precios se producen
cuando hay un exceso de la demanda de
bienes y servicios sobre la oferta
(inflación de demanda). Lo normal sería que las empresas aumentaran inmediatamente su oferta cuando se produce
el aumento de la demanda, para aumentar así sus ventas y sus beneficios. Pero puede ocurrir que la economía
se encuentre ya en situación de pleno empleo y, por tanto, que no se pueda
producir más; o bien que, incluso sin haber alcanzado el pleno empleo, no haya capacidad
de respuesta en ese momento
por parte de las empresas,
ya que no siempre
es posible aumentar
la producción en
el corto plazo;
o también puede ocurrir que el aumento del consumo haya hecho que se agote el ahorro y que no haya, por tanto,
suficientes recursos para la inversión que aumente la capacidad productiva. Y,
en todos estos casos, el aumento de la demanda hará que haya escasez de bienes
y, por tanto, que suban los precios.
Otra
segunda explicación de la inflación, vinculada en este caso a
corrientes de pensamiento liberales, es la que indica que se produce por
presión de los costes y, más concretamente, de los salarios (inflación de
costes). Cuando los salarios se elevan porque los trabajadores tienen gran
capacidad negociadora, las empresas responden
con subidas en los precios. La política contra esta inflación
de costes deberá basarse entonces en medidas de moderación salarial y en el
establecimiento de condiciones que rebajen el poder negociador de los
trabajadores.
Una variante de esta explicación es la que proporcionan los economistas poskeynesianos, como Joan Robinson, quien señala que la inflación se produce porque los mercados no son competitivos y las empresas fijan los precios según su conveniencia, generalmente añadiendo un margen sobre los costes. Si no mejoran sus condiciones productivas, siempre que se produzca una presión en algún componente de su estructura de costes lo trasladarán sobre los precios para mantener su margen de beneficio; y para evitar esto último, por tanto, habrá que incentivar a las empresas para que actuén sobre esos cambios productivos antes que recurrir a subir los precios.
Los
economistas
monetaristas
explican
la
inflación
a
partir
de
la
ecuación cuantitativa que conocemos. Puesto que consideran que la velocidad de circulación del dinero es
constante y que la producción es siempre la de pleno empleo, resultará que un
aumento en la cantidad de dinero siempre hará que suban los precios. El gran defensor de esta tesis, Milton Friedman,
lo expuso rotundamente: «El reconocimiento de que una inflación
importante es siempre y en todos los sitios un
fenómeno monetario representa sólo el inicio de una comprensión de las causas y
soluciones de la inflación».134
Sin
embargo, cuando comenzaron a coincidir altos niveles de paro y de subida de
precios estas explicaciones más
básicas tuvieron que hacerse algo más complejas y
sofisticadas. Como comentamos anteriormente, si la tasa de
paro real es más baja que la «natural», los trabajadores demandarán salarios
más elevados, y eso producirá enseguida la inflación de costes que hemos
comentado. Por eso se estableció la idea de que había una tasa de paro que,
además de natural, era no aceleradora de la inflación, mientras que cualquier
otra produciría inestabilidad en los precios. Es decir, que sería «obligado» aceptar una tasa de paro
relativamente elevada para no provocar subidas de precios.
Pero
muchos economistas más críticos han puesto de manifiesto
las limitaciones de todas estas explicaciones de la inflación. Han señalado,
por ejemplo, que la explicación keynesiana no puede explicar
que en la realidad se
produzca inflación cuando también hay
desempleo; y también que la explicación de costes se centra exclusivamente en los salarios
sin mencionar el empuje a los
precios que producen los beneficios u otros costes, como los financieros, los
energéticos, los publicitarios, etc.
La explicación monetarista es considerada por los economistas de otras tradiciones como una pura tautología, es decir, que es cierta porque así se ha definido. Mantienen que, para poder afirmar que los aumentos en la masa monetaria son los que provocan subidas de precios, como se deduce de la ecuación cuantitativa, deben darse condiciones que no se dan en la realidad, o bien que son bastante irrealistas y se dan sólo en circunstancias excepcionales: que la nueva masa monetaria vaya a la economía y no se quede en los balances de los bancos o en depósitos del banco central; que si va a la economía se destine al consumo y no al ahorro; y que si va al consumo haya escasez de oferta. Porque, si ocurre todo eso y el incremento de masa monetaria se destina a comprar bienes y servicios que proporcione con suficiencia la oferta, no tienen por qué subir los precios.
Asimismo, señalan
que las tesis
relativas a la
tasa natural de
paro también se pueden poner en cuestión,
porque igualmente se basan en presupuestos muy poco realistas, como el de las
expectativas racionales, que implica que todos los sujetos tenemos información perfecta y gratuita y
podemos predecir con exactitud el futuro; o la idea de que todos los mercados
son de competencia perfecta.
Estas
críticas han llevado a que otros economistas traten de explicar la inflación a
partir de factores más reales y diversos. Estos consideran que la inflación se
puede producir en realidad por la confluencia de circunstancias
que tienen que ver con rasgos estructurales (por eso se habla de la inflación
estructural) de las economías contemporáneas, como el predominio de mercados concentrados y con muy poca competencia efectiva, el gran peso
de los
gastos financieros, el
mayor peso de
los bienes importados,
la ineficacia de muchas intervenciones estatales que implican costes
elevados que se traducen a todos los precios de la economía (por ejemplo, por
excesiva presión fiscal), el consumismo y la presión constante de la
publicidad, así como la desarticulación sectorial, que hace que el aparato productivo tenga componentes muy desiguales con actividades muy avanzadas y competitivas
y otras mucho más atrasadas
que generan sobrecostes y precios más elevados.
Y, por último, otros economistas añaden a todas estas circunstancias el hecho de que la economía capitalista se basa en un conflicto de base entre los intereses de los asalariados y los propietarios del capital, y entre los diferentes subgrupos de interés que se pueden distinguir claramente en su seno respectivo. Cada uno tiene aspiraciones diferentes, y eso hace que la vida social y económica sea en realidad una pugna constante por alcanzar un trozo más grande de la «tarta». Los precios se pueden considerar como el reflejo del ingreso que tendrá cada sujeto económico. Los de los bienes son los que recibirán quienes los vendan en los mercados. Los de los factores son, como ya sabemos, las rentas de sus propietarios. Todos ellos, los asalariados, los pequeños, grandes o medianos empresarios, los rentistas que venden o alquilan recursos naturales o maquinaria, instalaciones, vehículos…, todos se enfrentan por disponer de mayores ingresos, y eso se traduce en una presión constante sobre los precios de los bienes y servicios y de los factores que terminan provocando inflación si no hay mecanismos de equilibrio, de compensación y negociación social que establezcan una pauta de reparto que evite la presión constante.
En resumen,
la teoría económica no proporciona una única explicación de las causas de la inflación,
y creer que ésta es siempre de la misma naturaleza contraviene la evidencia
histórica y no puede llevar a soluciones eficaces ni equitativas, como veremos
enseguida. Muchos economistas creemos
que resulta mucho más realista considerar que los procesos inflacionarios son complejos y que
pueden estar causados por motivos
diversos, no siempre coincidentes en todos los casos. Y, por tanto, que lo más correcto es analizar cada situación
concreta para dilucidar de la manera más rigurosa posible su etiología. Y, sobre todo, que conviene no olvidar lo fácil
que resulta caer en falacias del pensamiento que nos engañan y nos llevan a
conclusiones erróneas. El hecho de que algo acompañe siempre a un
fenómeno, o incluso que lo anteceda, no significa que sea su causa. Siempre
que hay inflación debe haber aumentado
la oferta monetaria, el dinero circulante, pero eso no quiere decir que dicho
aumento haya sido la causa última de la inflación. Como decía el profesor José Luis Sampedro, eso es algo así como
decir que la causa del desbordamiento de un río fue que subió mucho su caudal.
Sin duda debió ocurrir eso para que se desbordase, pero, para evitarlo, lo importante es saber las causas de esa
subida de caudal.
39
¿Cómo se puede combatir la inflación
y qué efectos tiene que se haga de un modo u otro?
Los
remedios
que
se
pueden
utilizar
para
combatir
un
mal
dependen
lógicamente
de cuáles sean sus causas.
Por tanto, no hay medidas universales
que sirvan para evitar que se produzca inflación, sino que se pueden utilizar
unas u otras dependiendo necesariamente de los factores que se crea que la
provocan.
Los
keynesianos, que consideran que la
inflación se produce por un exceso de la demanda agregada respecto a la oferta
global que las empresas están dispuestas a llevar al mercado, proponen la
adopción de políticas restrictivas, o bien fiscales que reduzcan el gasto
público o aumenten
los impuestos para disminuir la demanda, o bien monetarias, también
restrictivas, que eleven el tipo de interés y produzcan así una disminución subsiguiente del consumo y la inversión
(porque entonces resultará
más caro financiarlos).
Puesto que los monetaristas consideran que la inflación es simplemente
la expresión de un aumento desordenado de la oferta monetaria, lo que hay que
hacer para combatirla es mantener bajo control la oferta monetaria.
Los economistas que consideran que la inflación está causada por desajustes estructurales de la economía propondrán medidas de más largo alcance que refuercen la competencia y la integración entre las diferentes actividades para evitar cuellos de botella que estrangulen la oferta en algunas fases de la producción. Quienes consideran que la inflación se desencadena por causas que tienen que ver con la posición privilegiada que en algún momento puedan tener los sujetos económicos (bancos, sindicatos, patronal, grandes empresas, sector público, etc.) o con determinados comportamientos como el consumismo, reclamarán una regulación efectiva de todo ello o incentivos y desincentivos adecuados para evitar que se traduzcan en tensión sobre los precios. Y los economistas que explican la inflación como resultado de un doble proceso alcista —uno primero por cualquiera de las razones que conocemos, y otro posterior de ajuste ante esas subidas iniciales, con el fin de protegerse de su efecto empobrecedor— propondrán mecanismos que favorezcan e incentiven la negociación y el equilibrio entre los distintos grupos de interés para que sus aspiraciones (seguramente legítimas en todos los casos, pero no igual de dañinas en todos ellos) no terminen por producir los efectos negativos para casi todos que conlleva la inflación, sobre todo cuando se desboca.
Está
claro, por tanto, que el análisis que
se haga de las causas de la inflación es la clave de las
políticas que se adoptan, y es fácil deducir que sus efectos sobre los
diferentes sujetos económicos o grupos sociales no son ni mucho menos los mismos para cada
uno de ellos. Cada tipo de política antinflacionista tiene unas consecuencias muy diferentes, sobre todo desde el punto de vista distributivo.
Y eso queda
especialmente en evidencia
al
analizar las consecuencias que ha tenido y está teniendo
en los últimos años el
asumir el control de la inflación como principal objetivo de la política
económica.
Ya
sabemos que la inflación es un problema muy serio que, cuando se
produce, puede provocar perturbaciones muy graves en la actividad económica; y, por eso, mantener
la estabilidad de los precios
ha sido siempre uno de los grandes objetivos de las políticas
económicas, junto al pleno empleo, el crecimiento económico, el equilibrio
exterior (el «cuadrado mágico» de Kaldor) y la distribución equitativa de la
renta. ( HHC negritas nuestras)
Sin embargo,
desde la década de 1980, se fue consolidando la idea de que combatir la inflación no era un objetivo más, sino el principal que debían perseguir
las autoridades económicas y al que debían supeditarse los demás.
Desde
el punto de vista doctrinal, ese cambio reflejaba el triunfo de las ideas monetaristas y liberales sobre
el keynesianismo dominante desde el final de la segunda guerra mundial. Y, en particular, suponía abandonar la obligación formal de mantener «altos y
estables niveles de empleo», lo cual, según
Nicholas Kaldor, fue «probablemente, la innovación más revolucionaria del siglo en la
esfera de la administración pública».135
Cuando se inició el cambio de paradigma, a mediados de la década de
1970, las
economías vivían fuertes
tensiones inflacionistas como consecuencia de la subida de los precios
del petróleo y del conflicto constante entre el capital y el trabajo para
apropiarse de la mayor parte posible del ingreso. Y en ese contexto
fue fácil que se consolidara la idea de que, ante todo, debía combatirse la inflación.
Pero
aceptar —como se viene haciendo en los últimos años— que combatir la inflación es el principal
objetivo de la política económica
y que su origen es «siempre y
en todos los sitios un fenómeno monetario» conlleva varias consecuencias
inevitables.
En
primer lugar, que el objetivo de crear el mayor volumen posible de empleo
desaparece de la agenda de la política económica. En segundo lugar, que la tarea principal
debería ser el control de los precios
y, por tanto, el de los salarios, que, al fin y al cabo, no
son sino el precio del factor trabajo. En tercer lugar, que las políticas fiscales
y, en general, todas las
manifestaciones del
intervencionismo estatal no
sólo eran
innecesarias, sino contraproducentes. Como había señalado Friedman
y más adelante los
defensores de las nuevas teorías de las expectativas racionales, la política
económica era innecesaria y sería suficiente, como ya comentamos, con una regla
estricta que garantizara un crecimiento sostenido
y bajo control de la oferta
monetaria.
Finalmente,
todo eso quería decir que la presencia de las autoridades representativas podía
reducirse al mínimo a la hora de tomar decisiones económicas mientras que los
bancos centrales independientes asumían el control de la situación para poner en marcha ese nuevo tipo de política monetaria.
Nicholas
Gregory Mankiw resumía la idea años después en uno de los manuales de
macroeconomía más utilizados por los estudiantes de ciencias económicas de todo el planeta: «La teoría cuantitativa del dinero establece que el banco central,
que controla la oferta monetaria, tiene el control último de la tasa de inflación. Si el banco central mantiene estable la oferta monetaria, el nivel de precios se mantiene estable.
Si eleva rápidamente la oferta monetaria, el nivel de precios sube
rápidamente».136
Las puesta en marcha de estos principios de actuación se traduce en dos medidas principales: por un lado, en la disminución de la masa salarial; y, por otro, en la tendencia al alza de los tipos de interés como consecuencia de la restricción monetaria. Y el efecto combinado de ambas medidas es la disminución de la demanda (como consecuencia del menor gasto en consumo), de la inversión (al encarecerse la inversión), del empleo (al disminuir las ventas) y del crecimiento económico. Los datos lo corroboran claramente. Las estimaciones realizadas por Angus Maddison, por ejemplo, demuestran que la tasa de crecimiento fue más elevada en los períodos de políticas keynesianas más intensas (1960-1980) que en los períodos en que predominaron las políticas neoliberales (1980-2000), tanto en los países más ricos de la OCDE como en los menos avanzados. En los primeros fue del 3,5 por ciento entre 1960 y 1980, y del 2 por ciento en el período 1980-2000. Y en los menos avanzados fue del 5,5 por ciento en la primera etapa, y del 2,6 por ciento en la segunda. 137
Eso
quiere decir que el objetivo y el resultado de la lucha contra la inflación que
se está llevando a cabo en el mundo en los últimos años no es sólo que bajen
los precios, que es lo que busca una política antinflacionista, sino también el
freno de la actividad económica como medio de modificar la pauta de
distribución de la renta bajando los salarios. Lo que se ha hecho con
la economía ha sido como conducir un automóvil con el freno pisado para evitar
que aumente de velocidad, una estrategia que ha provocado paro y salarios más bajos, y que ni siquiera favorece
a todos los perceptores de rentas de capital en su conjunto. Sólo
ganan las empresas que tienen una posición
de fuerte privilegio
y poder en
el mercado y
que disponen de clientes cautivos o de mercados en otros
lugares de mundo. La inmensa
mayoría de las empresas viven del consumo que deriva de la masa salarial, de
modo que su disminución les
perjudica. Pero las grandes corporaciones que tienen muchos países donde poder compensar la pérdida de poder
adquisitivo o que venden bienes y servicios que tienen el consumo garantizado en la gran mayoría de los hogares
sí pueden aprovecharse de una política
deflacionista de este tipo (porque seguirán vendiéndolos aunque baje el
ingreso al haber más paro, por ejemplo). Así lo reconocía, por ejemplo, John
Kenneth Galbraith: «Una rigurosa tentativa de control monetario a principios de
la década de los ochenta en Estados Unidos contribuyó a la más grave recesión
desde la Gran Depresión. Se eliminaron el poder sindical y la presión alcista resultante sobre los precios,
ciertamente, pero esto se consiguió, en una parte considerable, restringiendo
la fuerza económica e incluso la solvencia de los empresarios».138
Hoy día, en realidad desde hace años, la inflación es muy baja o incluso negativa, y en muchos países hay una auténtica deflación, mientras que los niveles de paro son elevados. ¿Por qué, a pesar de ello, se siguen manteniendo políticas deflacionistas? La respuesta no parece que pueda ser otra distinta a la que se acaba de exponer: lo que en realidad se persigue con estas políticas no es combatir la inflación (que está bajo mínimos), sino provocar artificialmente escasez de empleos para que bajen los salarios y para que el paro disminuya la capacidad de resistencia de las clases trabajadoras convirtiéndose en el potente instrumento disciplinario que es. Y, a partir de ahí, para que los beneficios puedan ser más elevados que nunca. En España, por ejemplo, estas políticas son las que han permitido que la masa salarial haya bajado en unos 150.000 millones de euros en casi cuarenta años, desde 1976 hasta la actualidad, según los datos de la Contabilidad Nacional.
Al encumbrar
la inflación como único objetivo de la política económica a costa de provocar caída en la actividad
y en el empleo, parece que se le da la razón a los economistas, que, como
hiciera Harry Gordon Johnson, vienen afirmando desde años que «la falta de
puestos de trabajo hoy día tiene que atribuirse a una decisión
deliberada de las autoridades económicas».139 Y quizá por eso se trata siempre de ocultar lo
que hay detrás de estas políticas deflacionistas. Así lo reconoció claramente un asesor del gobernador del Banco
de Inglaterra cuando comenzaron a ponerse en marcha estas políticas:
«[…]
descubrir los objetivos sería un ejercicio muy peligroso, los objetivos, o bien
serían inaceptables para la opinión pública, o bien inadecuados para
asegurar una reducción sustancial de la tasa de inflación,
o bien ambas cosas a la vez».140
A pesar
de ello, fueron
muchos los economistas que supieron descubrir la razón y las consecuencias
que se trataban de ocultar con este tipo de planteamientos destinados a hacer aparecer la lucha contra la
inflación como una estrategia neutra e
imprescindible para todos. Entre ellos está el premio
Nobel James Tobin, quien ya
en 1981 expresó con rotundidad lo que
se podía esperar de este tipo de políticas: «[…] las redistribuciones de la
renta, la riqueza y el poder del Estado a las empresas
privadas, de los trabajadores a los capitalistas y de los pobres a los
ricos».141
Citas
134. M. Friedman y R. Friedman,
Libertad
de elegir: hacia
un
nuevo liberalismo económico, Grijalbo, Barcelona, 1980, p. 353.
135. N. Kaldor, Ensayos sobre política económica, Tecnos,
Madrid, 1971, p.
129.
136. N. G. Mankiw, MacroeconomÍa, Antoni Bosch, Barcelona, 1997, p. 199.
137. A. Maddison, «La economía de Occidente y la del resto del mundo en el
último milenio», Revista de Historia Económica
/ Journal of Iberian and
Latin American Economic History, Fundación SEPI, Centro de Estudios
Constitucionales e Instituto Laureano Figuerola, año XXII, n.º 2, verano
de
2004, pp. 259-336.
138. Galbraith,
La cultura de la satisfacción: los impuestos, ¿para qué?:
¿quiénes son los beneficiarios?,
Ariel, Barcelona, 1992, p. 98.
139. H. G. Johnson,
Teoría de la distribución de la renta,
Tecnos, Madrid,
1981, p. 281.
140. Ph. Armstrong,
A.
Glyn
y J. Harrison,
Capitalism since
1945, Basil
Blackwell, Oxford, 1991, p. 308.
141. Citado en S. Bowles,
D. M. Gordon y T. E. y Weisskopf, La economía del despilfarro, Alianza Editorial, Madrid, 1989, p. 85