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sábado, 6 de noviembre de 2021

Demócratas, es hora de ponerse en marcha

Donde el partido tiene vía libre para avanzar es en los temas de la covid-19 y la economía, muy relacionados.


Fachada del Capitolio, en Washington.CHIP SOMODEVILLA (GETTY IMAGES)


Los demócratas están haciendo mucho examen de conciencia desde las elecciones del martes en el Estado de Virginia. Buena parte de ese examen implica encontrar una forma mejor de responder al ataque a la teoría crítica de la raza: ese ataque fue claramente eficaz, aunque se tratara de una alusión velada envuelta en estafa. Sin embargo, no tengo nada interesante que decir acerca de cómo abordar ese problema.

Donde el Partido Demócrata tiene vía libre para avanzar es en los temas de la covid-19 y la economía, íntimamente relacionados. Lo crucial es que los demócratas no se tomen los reveses en las elecciones como señal de que se han excedido, de que el presidente Biden debería dar marcha atrás con la obligatoriedad de las vacunas o de que su programa económico es demasiado de izquierdas. Lo que la ciudadanía percibe no es un partido que está haciendo demasiado, sino un partido que hace demasiado poco, y Biden y sus aliados necesitan poner fin a esta sensación de andar a la deriva.

No hay pruebas de que el electorado haya reaccionado contra las propuestas de gasto social de Biden. Es cierto que la mayoría no tiene la menor idea de en qué consisten estas propuestas y todo lo que han oído son las cifras puras y duras, a menudo sin contexto. Sin embargo, más allá de eso, los sondeos por temas indican que los principales componentes de la gama de gastos propuestos obtienen una calificación que varía de muy popular a extremadamente popular. Y por si sirve de algo, si los demócratas aprueban algo similar a lo que hemos estado oyendo, a los republicanos les va a resultar difícil responder con una campaña de miedo similar a la utilizada con el Obamacare. Lo intentarán, cómo no, ¿pero qué parte de lo incluido en el proyecto Reconstruir Mejor puede interpretarse como comités de la muerte?

El problema es que el Congreso todavía no ha aprobado nada. Es posible que los fanáticos de la política estén siguiendo los avatares de las negociaciones entre progresistas, que han cedido muchísimo terreno, y demócratas defensores de las grandes empresas. Pero todo lo que los ciudadanos en general saben es que no se ha aprobado ninguna ley; la mayoría tiene la impresión de que los demócratas no están haciendo nada. Y esta sensación de falta de rumbo se produce cuando la gente está preocupada por la economía.

¿Por qué están descontentos los consumidores? Hay empleo en abundancia; los trabajadores están dejando su trabajo a un ritmo récord, lo que significa que confían en encontrar otro nuevo. Pero la gente está indignada con la subida de precios y, hasta cierto punto, con los problemas en la cadena de suministros, aunque el miedo a los estantes vacíos en las tiendas parece haberse exagerado. Tampoco ayuda mucho el hecho de que la economía alcanzara una especie de bolsa de aire en el tercer trimestre. El PIB real y el empleo total siguieron aumentando, pero no a un ritmo tan elevado como el que se esperaba.

Entonces, ¿qué pueden hacer el Gobierno de Biden y sus aliados para mejorar la percepción que los ciudadanos tienen de la economía? Gran parte de lo que preocupa a la ciudadanía está fuera del control de los legisladores estadounidenses, a pesar de que los votantes tiendan a culpar a quien se encuentre en la Casa Blanca. Los precios de los carburantes, por ejemplo, han subido por la evolución de los mercados mundiales, no por nada que esté ocurriendo en EE UU. Y lo mismo es válido para los precios en el sector de la alimentación. Y los problemas en la cadena de suministros, que reflejan un afán por comprar bienes duraderos en un momento en el que la gente tenía miedo de consumir servicios en persona, están golpeando a muchos países.

Sin embargo, la ralentización económica de Estados Unidos en el tercer trimestre no tiene parangón fuera. En el mismo periodo, por ejemplo, las economías de la zona euro crecieron a una tasa anualizada cercana al 9% [Europa creció un 2,2% en el tercer trimestre del año y EE UU un 0,5%].

No hay misterio acerca de por qué nosotros sufrimos un parón no igualado en Europa. Todo se ha debido a la oleada provocada por la variante delta, que fue mucho peor en este lado del Atlántico. Esa oleada ahora está retrocediendo. A medida que lo hace, los primeros indicadores, incluidas las solicitudes de prestaciones de desempleo y las encuestas efectuadas a gerentes de compras, indican que ya se ha iniciado un repunte de la economía. Y a medida que los consumidores empiecen a sentirse más seguros, es posible que también dejen de demandar artículos y empiecen a demandar servicios, lo cual aliviaría en parte las presiones sobre la cadena de suministros.

De modo que el camino que deben seguir los demócratas parece bastante obvio. En primer lugar, aprobar algo. No tiene que ser perfecto; en concreto, teniendo en cuenta los costes de endeudamiento increíblemente bajos, da igual que las fuentes de ingreso propuestas paguen o no por completo el nuevo gasto. Lo crucial para la política es que se apruebe algo significativo y que Biden salga después a venderlo. En segundo lugar, controlar la covid. En este momento hay pruebas abrumadoras de que la obligatoriedad de la vacunación funciona y de que las amenazas de dimisión masiva de trabajadores obligados a vacunarse son en gran medida infundadas. Cuando se enfrentan a la perspectiva de perder realmente el empleo, los trabajadores se pliegan mayoritariamente a la exigencia.

El jueves, el Gobierno de Biden anunció que el 4 de enero de 2022 será la fecha límite para los dos principales sectores obligados a vacunarse: los sanitarios y los trabajadores de empresas con más de 100 empleados. Debería atenerse a ese plan y hacer caso omiso de los gritos de protesta. ¿Podrán los demócratas mejorar los resultados si sacan adelante su programa y se mantienen firmes en el tema de las vacunas? No lo sé. Pero lo que sí es seguro es que fracasarán si responden a los reveses del martes enroscándose en una bola defensiva.

Paul Krugman es premio Nobel de Economía. © The New York Times, 2021. Traducción de News Clips.

La necesaria complementariedad de las diferentes for mas de propiedad. Un análisis (IV)


Por ILEANA DÍAZ FERNÁNDEZ

Introducción

Cuba se encuentra inmersa en la actualización de su modelo económico. La misma, entre otros aspectos, dirige su interés a introducir cambios en el sistema empresarial, al considerar la inclusión de cooperativas no agropecuarias y las pequeñas y medianas empresas privadas, de conjunto con las empresas estatales.

El sistema empresarial se ha visto sometido a diversos cambios desde 2011, en su mayoría dirigidos a otorgar más autonomía a las empresas estatales, autorizar las cooperativas no agropecuarias y ampliar el trabajo por cuenta propia. Sin embargo, el camino hasta hoy no ha estado exento de dificultades: se detuvo la creación de cooperativas no agropecuarias y se modificó en varias ocasiones la política del trabajo por cuenta propia, para endurecerla, y el listado de actividades autorizadas. La empresa estatal aún no logra generar los resultados esperados, entre otras razones porque se aprueban medidas, resoluciones, y otras normativas que otorgan porciones mínimas de autonomía.

La delicada situación económica del país, agravada por el bloqueo estadounidense y de manera más reciente por la pandemia de la covid-19, señala con mucha fuerza la necesidad de alcanzar niveles más elevados y soste- nidos de producción, con eficiencia y eficacia, lo cual requiere de cambios estructurales en la economía y en las empresas estatales. El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, planteó: «llegar a la transformación productiva que necesita el país en estos momentos, que garantice procesos con más eficiencia, productividad, utilidad e ingresos, que satisfaga las demandas internas, que nos la posibilidad de exportación y que además propicie bienestar, desarrollo y prosperidad» (Cubadebate, 2020). Propósitos tan loables como los indicados, en medio de la situación económica del país, imponen la urgente ne- cesidad de cumplir con lo refrendado en la Constitución en cuanto a la diversidad de formas de propiedad y por tanto, de actores en la economía. Ello implica definir las políticas que conduzcan a la articulación armoniosa de la economía, las cuales incentiven el sistema empresarial hacia su gestión eficiente en las áreas productivas que compulsen la transformación económica del país.

La reciente Estrategia Económico-Social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la covid-19, publicada en julio de 2020, es una aproximación a esos derroteros, y establece como uno de sus principios la complementariedad de los actores. En tal sentido el presente capítulo intenta aproximarse a qué entender por esa complementariedad. Se presenta aquí un breve resumen de la situación económica del país y de sus actores, para adentrarse en algunas especificidades y regulaciones recientes de los mismos, que permita debatir sobre la complementariedad y culminar con las reflexiones finales.

Breve repaso sobre la economía y sus actores

El Producto Interno Bruto decreció un 11% en 2020. Además, se redujeron en un 64 % respecto a 2019 los ingresos por turismo. También caracterizó el año, la reducción de las exportaciones de bienes al mismo tiempo que se incrementó en un 6.5 % los precios de los alimentos. El saldo de la balanza de pagos se redujo en un 66.2 %, el déficit presupuestario representa el 20 % del PIB y Cuba ingresó solo el 55 % de las divisas previstas para 2020 (Rodríguez, 2021).

Esta breve síntesis económica del país muestra un escenario nada alentador, para lo cual el gobierno ha pro- puesto una Estrategia Económico-Social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial pro- vocada por la covid-19, uno de cuyos principios se relaciona con la complementariedad entre todos los actores económicos del país, y propone retomar la creación de cooperativas no agropecuarias y reconocer en términos jurídicos a las micro, pequeñas y medianas empresas privadas y estatales.

Un breve diagnóstico de los actores por formas de propiedad puede ilustrarnos el contexto en el que nacerá tal complementariedad.

La dinámica de los últimos años de la empresa estatal se muestra en la ilustración 1.



Se puede observar la reducción en más de 200 empresas entre 2014 y 2019, y un ligero incremento en el último año. Esta situación obedece a la supuesta separación de funciones estatales y empresariales, la cual devino en la creación de las OSDE y de ahí la conversión de empresas a unidades empresariales de base. El crecimiento del PIB no es significativo en este período, lo cual es una muestra de la pobre eficiencia de estas empresas, que aportan más del 80 % del producto. En 2019 más de 700 empresas disminuyeron su aporte de utilidades respecto al año anterior y 88 entidades registraron pérdidas que no estaban planificadas (Ministerio de Finanzas y Precios, 2019).


Un análisis de las causas de tal comportamiento permite verificar varias razones, entre ellas: el bloqueo y las restricciones financieras. Sin embargo, una de las de mayor peso recae es el mecanismo económico de dirección del país, controlador y administrativo, que no otorga la autonomía indispensable, ni elimina obstácu- los que no incentivan la gestión empresarial. Uno de los resultados verificables de este tipo de modelo de gestión ineficiente, lo constituye el pago de subsidios años tras año, cifras que para el presupuesto 2020 era del orden de 21000 millones de pesos, «dirigidos a respaldar la producción de alimentos que sustituyen importaciones» (Bolaños, 2019), lo cual encubre ineficiencias del sector productivo.1

El 67.3 % de las empresas estatales se concentran en: la agricultura (14.9 %), industria manufacturera (18 %), comercio (20.9 %) y servicios empresariales (13.5 %), los cuales, en 2018, mostraban bajas tasas de crecimiento del PIB (medidos en %): 2.6; 0.9; 2.4 y 1.6 respectiva- mente. La Habana concentra el 40.4 % de las empresas y al sumar las de Villa Clara, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba, representan el 61.2 % del total de empresas del país.

Las cooperativas agropecuarias y no agropecuarias no presentan una dinámica de crecimiento. Las cooperati- vas agropecuarias se han descapitalizado respecto a la fuerza de trabajo por la salida de la misma hacia zonas urbanas, y no existir incentivos para su permanencia, ni haber crecimiento de las cooperativas. El proceso de creación de las cooperativas no agropecuarias se detuvo y se han mantenido en una fase de experimen- to, aunque con la actual estrategia, pareciera resurgirá de nuevo una apertura para su desarrollo y crecimiento (ilustración 2).



En entrevista a Ramón Labañino, vicepresiente de la Asociación Nacional de Economistas (Anec), en septiembre de 2020, precisa que «existen 398 cooperativas no agropecuarias, que vinculan a 17 550 socios y más de 770 trabajadores contratados y al final de año 2019 llegaron a ingresar 9 000 000 de pesos» (Agencia Cubana de Noticias, 2020). El 66 % se agrupan en comercio y restaurantes, y se ubican sobre el 60 % en La Habana (ONEI, 2020). Las cooperativas no agropecuarias pagaron impuestos por encima de lo planificado en 2019, por el comportamiento favorable de las vinculadas al sector de la construcción.

Por último, el trabajo por cuenta propia (TCP, en lo adelante) como tendencia, no ha dejado de crecer (ilustración 3), aunque se ha ralentizado. Un aproximado del 25 % de ese total son trabajadores contratados quienes también solicitan una licencia, lo cual hace difuso los roles entre dueño y empleado con la misma denominación. Es por igual confuso el término de «trabajador por cuenta propia» cuando pueden contratar fuerza de trabajo y por tanto muchos operan como empresas. Es bueno señalar que, aunque la Conceptualización y la Constitución refrendan la propiedad privada, solo en la Estrategia recién planteada se reanima el reconocimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas.


El 41.5 % de los trabajadores por cuenta propia se concentran en seis actividades y son la gastronomía, el arrendamiento de espacios y viviendas y agente de telecomunicaciones a las que cuentan con más licencias otorgadas. De igual manera, el 50 % de estos trabajadores radican en La Habana, Matanzas, Villa Clara, Holguín y Santiago de Cuba. Es evidente la relación con los polos turísticos, lo cual se constata de igual forma en Viñales aunque el número no sea significativo respecto al total. En 2019 aportaron al presupuesto un 11 % por encima de lo planificado, en total representa el 8.8 % del total de ingresos tributarios y el sector no estatal el 19 % (Ministerio de Finanzas y Precios, 2020). No obstante, se muestra una caída en el último año producto de la pandemia. 

La ilustración 4, muestra cómo el empleo del sector empresarial estatal y el no estatal presentan en la actualidad un nivel similar, lo que evidencia la importancia que asume el sector no estatal y la necesidad de institucionalizarlo a los efectos de lograr una mejor complementariedad con las empresas estatales y mayor aporte al desarrollo económico del país.



La situación del sistema empresarial (público y privado) del país a partir de la pandemia es complicada. La interrupción total del turismo, la drástica reducción del comercio internacional y las inversiones han provocado el cierre de diversas actividades tanto del sector estatal como el no estatal.

Desde abril de 2020; el 48.7 % de los trabajadores del sector estatal se han encontrado interruptos y de ellos un aproximado de 19.5 % de empresas estatales. El 35 % del total de trabajadores por cuenta propia se encuentran con suspensión temporal; y son los trabajadores contratados, transportistas, arrendatarios, servicios gas- tronómicos y de bellezas los más afectados (Alonso et al., 2020).

Algunas de las afectaciones a los diferentes actores se pueden resumir en:2

• El cierre de empresas con carácter temporal y solu- ciones de teletrabajo en el sector estatal. El sector no estatal sufrió pérdidas totales de los ingresos debido a la imposibilidad de trabajar y la disminu- ción de los niveles de ventas en el caso de los que se mantienen abiertos.

• La disminución en los salarios por interrupción. Pago del 60 % del salario en el sector estatal y en el sector no estatal se reducen, o dejan de pagarse, las retribuciones o anticipos pactados, en el caso de los negocios que se mantienen trabajando.

• La terminación del vínculo laboral con trabajadores contratados debido a la interrupción de la actividad o a la considerable disminución de ingresos que han sufrido los negocios privados.

• La interrupción de inversiones para la creación de nuevos negocios, tanto privados como estatales, o para la ampliación de los ya existentes.

• El desabastecimiento de materias para todos los actores. En el caso de los TCP; pérdida de las vías formales e informales para obtener abastecimientos.

• El aumento de los costos variables de los servi- cios prestados por el incremento en el precio de materias primas y transporte. Ejecución de costos fijos sin tener ingresos: pago de alquiler de espacios, custodios, mantenimiento de equipos e instalacio- nes, electricidad, entre otros.

No obstante, las afectaciones de la pandemia de la covid-19 han traído un modo de hacer negocios diferente en el mundo y Cuba no escapa a esta tendencia. En cuanto al sector estatal empresarial:

• El teletrabajo ha mostrado la posibilidad de esta forma de aporte laboral, la cual requerirá definir procedimientos de desempeño operativo y protec- ción frente a la posible intensidad del trabajo.

• Los protocolos higiénicos serán una demanda para todos los servicios, en especial el turismo, la restauración, entre otros. Al mismo tiempo, estos deben constituir un derecho de protección para sus trabajadores.

• Pareciera que el comercio electrónico es un canal factible, aunque necesita mejorar. Se observa una aceptación por los consumidores con acceso a este tipo de comercio que le puede brindar comodidad, reducción del tiempo para compras, entre otros aspectos.

El sector no estatal también tendrá que asumir los pro- tocolos higiénicos para clientes y empleados y, además:

• La reconversión de negocios o diversificación de los mismos (el uso de los medios digitales).

• Redireccionarse hacia el mercado doméstico de negocios que con anterioridad se dirigían al turismo de forma preferencial.

Será un desafío construir modelos de negocio flexibles y orientados hacia áreas productivas dinámicas, lo cual impone el requerimiento de conocimientos y asesorías, intercambio de experiencias con las buenas prácticas de negocios extranjeros y el uso intensivo de los medios digitales.

Los actores económicos en algunos documentos normativos

Se hizo pública, la síntesis de la Estrategia Económico- Social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la covid-19. Sin embargo, una concepción estratégica debería centrar el foco en aquellos objetivos que permitan un cambio esencial en cierto horizonte temporal, sin embargo, la Estrategia… no presenta ningún propósito explícito, por lo cual será imposible verificar si la misma se implementó y obtuvo los resultados esperados. Es imposible someter a escrutinio público una estrategia sobre la cual no se pueda verificar su eficacia.

En esta Estrategia..., los comentarios referidos al sistema empresarial estatal se enfocan en la reestructuración del mismo y solo el aspecto del sistema financiero menciona la necesaria autonomía empresarial. Existen diversas áreas que no realizan ninguna mención sobre el sector estatal, entre otras: la industria manufacturera.

La Constitución de la República en su artículo 18 plantea: «rige un sistema de economía socialista basado en la propiedad de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción como la forma de propiedad principal» (Asamblea Nacional del Poder Popular, 2019), sin embargo, estos dos aspectos cen- trales no aparecen reflejados en la Estrategia…: el ejercicio del pueblo sobre la propiedad y la mención de los medios fundamentales de producción perma- necen ausentes.

La estrategia no considera entre sus principios al pueblo como dueño, sino que reafirma solamente la propiedad estatal. La Constitución refrenda que dicha propiedad es sobre los medios fundamentales de producción.

En los artículos 23 y 24 se exponen algunos de los medios de producción que parecieran son los fundamentales, sin embargo, con independencia de la pobre precisión, sería bueno diferenciar entre medios fundamentales de producción y áreas estratégicas. Lo estratégico es temporal, mientras que lo fundamental es esencial, define en sí mismo el carácter socialista. Entonces cabría preguntarse: ¿cuáles de las 16 áreas claves presentadas en la estrategia, son fundamen- tales y cuáles son actividades relacionadas con los medios fundamentales de producción? De lo anterior se desprende preguntar dónde deberían estar las empresas estatales.

Se han tomado 43 medidas recogidas en Resolución 115/2020 y en el Decreto-Ley 34/2021

El sistema de asignación de la liquidez del plan (Resolución 115/2020) intenta establecer métodos in- directos de gestión de la economía y otorgar mayor autonomía a las empresas en el manejo de las divisas, lo cual debe motivar al ahorro y a la captación de divisas. No obstante, si bien esta propuesta debe introducir cierta dinámica a la economía, se puede señalar que dicho sistema implica la dolarización parcial de la economía, un tratamiento parecido al de los años noventa, con algunas diferencias.3

En la definición del plan debe primar su carácter finan- ciero, no como instrumento de asignación de recursos y garantía de supervivencia. El resto de la gestión de la empresa debe ser obtenido mediante su concurrencia al mercado, la interacción, la articulación y los encadenamientos entre las diferentes empresas de las más diversas formas de propiedad.

El Decreto-Ley 34 aprobado para el sector empresarial (Consejo de Estado, 2021), requiere de un análisis por- menorizado con vistas a valorar su real impacto en la autonomía empresarial y su contribución a potenciar la eficiencia y eficacia de la empresa estatal.

Sobre el financiamiento de las Organizaciones Supe- riores de Dirección Empresarial (OSDE, en lo adelante) por parte de las empresas existen varios aspectos cues- tionables. Este financiamiento se establece según un co- eficiente obtenido de dividir el presupuesto de gastos de la OSDE entre el total de ventas (no netas) de todas las empresas subordinadas. Ese coeficiente se aplica a las ventas netas de cada empresa y ese será el monto a entregar por cada una. Sin embargo, no existe claridad sobre las razones por las cuales un ente fuera del sistema empresarial estatal dictamina al respecto.

No está fundamentado la pertinencia de esta forma de cálculo, por dos razones: i) las empresas deducirán este pago de sus utilidades y ii) no aparecen claros los criterios para definir el presupuesto de gastos de la OSDE o si este es adecuado o no.

Otro de los elementos polémicos de este decreto es la creación de empresas filiales —además del uso inadecuado del término filial como es entendido en el mundo—, es si este proceso crea un nivel más o no. Se puede originar o no de una UEB, pero de hecho se suma un eslabón al sistema empresarial, ya que la empresa tendrá talleres y fábricas. En este sentido no aparecen claras las diferencias sustantivas entre la ampliación de facultades de una UEB, la aparición de las filiales y la con- versión de UEB en empresas que cierren ciclos.

Uno de los factores que atenta contra el funcionamiento eficiente de las empresas, es el relacionado con la remuneración a los trabajadores. Las empresas deberían tener autonomía para tomar decisiones en tal sentido. En las 15 medidas la número 3 se refería a «flexibilizar la utilización de los cargos técnicos establecidos en los calificadores, incluido el diseño de cargos propios» (Ministerio de Economía y Planificación, 2020), pero este aspecto no se incluyó en el Decreto-Ley 34. Continúan vigentes los calificadores de cargo y las escalas, lo que ha sido motivo de crítica por las consecuencias que provoca en: excesos de plantillas, desmotivación salarial, entre otras. Además, la motivación de quienes trabajan no solo está relacionada con la remuneración, sino también con otros elementos como: ser escuchado, tener la posi- bilidad de crecer profesionalmente, entre otros. 

La autonomía empresarial solo se otorga en pequeñas «dosis», pues las mismas medidas acotan los espacios para su ejercicio en la empresa, en los mismos aspectos que supuestamente se les otorga.

El artículo 22 del Decreto-Ley 34 presenta un listado de 21 aspectos sobre los cuales las empresas tienen potestad, ¿eso significa autonomía? La autonomía en- tendida como autoridad para tomar decisiones, debe ser completa y el Estado como dueño la monitorea y supervisa.

En cuanto a las formas de gestión no estatal, el enfoque de la estrategia aún plantea una clara orientación a su desempeño en diferentes actividades y su relación con- tractual con el sector estatal. Se muestra un desbalance por áreas claves, lo cual constata la necesidad de una institucionalidad que actúe sobre el apoyo y fomento de las cooperativas y las mipymes y la coordinación de todas las entidades globales rectoras.

La posibilidad de contratación de productos y servicios entre sector estatal y no estatal está autorizada desde hace años, pero existe reticencia por parte de las empresas estatales al ser controlados dichos contratos. No obstante, la nueva política de exportación e importa- ción ha estado dirigida a crear vínculos entre el sector no estatal y estatal, con algunos incentivos fiscales.

Se definió la política y la norma jurídica para exportación de los negocios privados, lo cual les permite la posi- bilidad lícita de exportar e importar, mediante empresas estatales de comercio exterior autorizadas para ello (un total de 36). Se podrían referir como aspectos positivos de la Resolución 315:

• El hecho mismo de autorizarles a exportar, lo cual hasta el momento, si bien no estaba prohibido, no existían los mecanismos para ello.

• Los trabajadores por cuenta propia podrán abrir una cuenta en moneda libremente convertible contra la cual se pagan los gastos y recibir los ingresos. De tales ingresos netos, el cuentapropista se queda con el 80 % y el 20 % se le entrega al TCP por su contra- valor en CUP.

• Se supone que estas empresas son expertas en comercio exterior y manejan un portafolio de pro- ductos y servicios, de suministradores y clientes importantes que deben ser de ayuda a los TCP.

Existen un conjunto de peligros en esta modalidad aprobada, uno de los mayores es la falta de experiencia de tales empresas en exportar pequeños lotes, lo cual puede encarecer los gastos de operación, que deben ser pagados en MLC, así como el margen comercial de la empresa estatal, el cual debe ser pagado también por los cuentapropistas.

No se hace mención a la sostenibilidad de las producciones exportables, no se prevé ningún financiamiento crediticio o cofinanciamiento con el Estado, para apoyar la exportación e incluso permitir la entrada de nuevos pequeños negocios a la exportación.

La norma plantea los documentos que deben pre- sentar las formas no estatales, sin embargo, no se hace mención a documentación alguna a mostrar por las empresas exportadoras al productor. Nadie elige a ciegas una entidad para exportar, distribuir, entre otras. Es práctica internacional que los negocios, como norma, valoran las diferentes alternativas de posibles distribuidores o agentes de exportación, sobre la base de un conjunto de elementos que van desde el prestigio hasta lo económico. Ya que están obligados a esas 36 empresas, al menos deberían tener acceso a la docu- mentación que las avale.

La cuenta en MLC es, en la práctica, inamovible, un recurso que podrá usar el Estado para sus necesidades temporales, ante la deteriorada situación económica. Se requerirá un nivel de precisión en la eficiencia del uso de esos recursos libres en MLC. No se explica las razones de entregar el 20 % de los ingresos al Estado, cuando el negocio ha tenido que sufragar en MLC todos los gastos de la exportadora —en cualquier moneda— además del margen comercial.

Los incentivos fiscales (Resolución 222/2020) de la resolución son mayores para las empresas estatales y decrecen para mixtas, cooperativas y trabajadores por cuenta propia, por ese mismo orden. Se pudiera entender dar mayor incentivo a la empresa estatal, sin embargo, no se justifica la diferenciación de las restantes formas de propiedad; si lo que interesa al Estado es que se exporte, vía por la cual ingresa dinero fresco. Esto muestra la orientación rentista de esta norma.

Se hace evidente el enfoque de monopolio del comercio exterior. Además, la reglamentación se caracteriza por una mirada de corto plazo, centrada en lo financiero y el control y no se introducen modalidades más actuales como el comercio electrónico. La propuesta es reactiva, las empresas exportadoras hacen su labor de búsqueda en función de las solicitudes de bienes a exportar. No se observa una posición proactiva de las empresas exportadoras estatales que indague por mercados y tipos de productos de alto valor agregado donde se puedan promover las exportaciones, consideración pertinente en especial para pequeños negocios, cuya flexibilidad y adaptabilidad les concede mayores posibilidades de satisfacer nichos específicos a donde no pueden llegar las empresas estatales.

Por último, el ordenamiento monetario, es un proceso con muchas aristas, solo destacar dos: i) la afectación a un conjunto de empresas estatales por la depreciación del peso cubano y ii) la ausencia de análisis sobre el impacto a los trabajadores por cuenta propia.

En cuanto a lo primero aquellas empresas estatales que no sean rentables, ni lo logren con el rescate de financiero por un año, deberán cerrar y sus trabaja- dores pareciera deberán emplearse en cooperativas, pequeñas y medianas empresas o ser trabajadores por cuenta propia. Esta situación obliga a imprimir rapidez al proceso de reconocimiento de las mipymes y reactivación de las cooperativas no agropecuarias.

Respecto al segundo aspecto, solo se ha planteado la reducción de impuestos para impactar en los precios a la baja, sin embargo, ¿tal reducción de impuestos compensa el incremento salarial que aumenta los costos? Al parecer, no se ha previsto el incremento de los costos de insumo, de las inversiones previstas, devaluación de los fondos en banco, entre otros (Díaz y Torres, 2020).

La dolarización de la economía complica el panorama en medio de la pandemia de la covid-19, entre otros factores por el descalce monetario que se produce entre la orientación de las ventas de productos y servicios del sector no estatal para un mercado en su mayor parte en pesos cubanos (CUP), mientras que tienen que comprar la mayoría de los insumos en MLC o sin posibilidades de obtenerlos en el país.

Un error de partida para lograr cumplir con el principio de la complementariedad de las formas de propiedad es que no se delimita el papel a desempeñar por cada actor; lo cual impide apreciar un enfoque estratégico sobre el lugar de cada actor en el desarrollo del país. Será imposible concretar qué priorizar en las formas de gestión y propiedad no estatales para no convertirlas en marginales o residuales. La ausencia de un enfoque estratégico para las pequeñas y medianas empresas es una de las debilidades identificadas por la CEPAL en América Latina (Dini y Giovani, 2019).


Complementariedad entre la actualidad y el futuro

Complementariedad, según el diccionario enciclopédico, significa: «perfeccionar algo; lo que se añade a otra para hacerla íntegra o perfecta; perfección o plenitud a que llega algo».

Se habla de complementar los diferentes actores tales como: empresa estatal, cooperativas —agropecuarias y no agropecuarias—, pequeñas y medianas empresas —privadas y estatales—, trabajadores por cuenta propia e Inversión Extranjera Directa. Es necesa- rio precisar que aún no están reconocidas las pequeñas y medianas empresas, algo propuesto por la estrategia —cuando ello ocurra los trabajadores por cuenta propia serán los autónomos— y la IED no es un actor en sí mismo, sino la forma organizativa que asuma dicha inversión —empresa mixta, empresa 100 % de capital extranjero, entre otras—.

Al hablar de complementariedad en el logro de algo íntegro, ello significa que ningún actor por sí mismo lograría lo que todos en su conjunto podrían alcanzar en cuanto a propósitos de desarrollo, lo cual es el caso que nos ocupa.

Es importante precisar que la propiedad fundamental de la economía es la de todo el pueblo, pero ello no significa sea la única y otras formas de propiedad puedan gestionar medios que sean estatales. Todo ello esta refrendado en la Constitución. Sin embargo, llama la atención en dicho documento y en la Conceptualización... que solo se menciona la complementariedad cuando se habla de la propiedad privada, no así con las restantes formas de propiedad.

Un primer aspecto a analizar es la existencia en la actualidad de complementariedad productiva entre los actores —en cuanto a las actividades a las cuales se dedican—, es decir, pareciera más complicado com- plementarse si todos los actores realizan actividades similares.


La tabla 1 muestra la proporción de cada actor en los diferentes sectores económicos, lo cual permite una visión del tejido empresarial.

La misma muestra la concentración de tres de los actores en Comercio y de forma diferenciada para dis- tintos tipos de actores, en los sectores de Industria Manufacturada, Transporte, Hoteles y Restaurantes —sobre todo este último—. Es preciso señalar que la proporción de propiedad estatal en este último sector es baja, porque los hoteles no cuentan en la estadística de referencia como empresas sino como unidades empresariales de base. Se observa que esos mismos sectores están entre los más representados en el PIB.

La mayoría de las empresas estatales son grandes, solo un 13.7 % del total posee menos de 100 trabajadores y las cooperativas con un promedio de 42 socios. En cuanto al trabajo por cuenta propia, no se poseen las cifras, aunque pareciera que los autónomos representan la mayoría en un aproximado de 400 000.4 Se deduce una polarización en cuanto a tamaños: empresas esta- tales muy grandes y personas que en realidad trabajan por su cuenta.

En relación con la cantidad de actores, es indiscutible la preponderancia de la empresa estatal, no obstante, si el número de autónomos ronda por la cifra antes expuesta, las posibles micro, pequeñas y medianas empresas estaría en una cifra muy superior a las estatales, aunque se desconocen las proporciones por cantidad de trabajadores o ingresos.

Al ubicar a los TCP por la descripción de la actividad y no por su desempeño real,5 en muchos casos no puede valorarse las potencialidades existentes: por ejemplo, una persona puede tener una licencia como productor de artículos fundidos y en realidad realiza manufactura aditiva, actividad de base tecnológica. También ocurre que se puede tener una licencia de mensajero y realizar actividad de logística. De igual forma, pero en sentido contrario, en esas actividades también se encuentran autónomos de muy bajo perfil dinámico.

El tejido empresarial del país muestra espacios vacíos o de muy pobre desarrollo —tanto estatal como no estatal— que admiten la penetración de nuevos negocios y la búsqueda de complementariedad en la medida que se amplíe, para el sector no estatal, introducirse en actividades de mayor nivel de complejidad.

La Constitución establece que la empresa estatal es sujeto principal de la economía, aunque no aclara qué se entiende por ello. No obstante, la Conceptualización al referirse a otras formas de propiedad y gestión plantea:

«[para que] el Estado Socialista se concentre en las com- plejas tareas que le son propias desprendiéndose de la dirección o administración directa de determinadas ac- tividades que requieren un alto grado de independen- cia, autonomía y responsabilidad» (Partido Comunista de Cuba, 2017, pág. 7), lo cual se complementa más adelante al enfatizar que de ese modo «el Estado se desprende de la administración directa de determina- das actividades ganando en capacidad de concentra- ción en sus funciones principales» (Partido Comunista de Cuba, 2017, pág. 8). De todo lo anterior se puede interpretar que la empresa estatal, como sujeto princi- pal, debe venir dado por el tipo de actividad y no por la cantidad de empresas, ni por su presencia en todos los sectores lo que abre un espacio para la actuación de otras formas de propiedad y gestión.

Lo anterior implica se deben definir algunos ele- mentos de partida para cualquier enfoque de complementariedad:

• Debe definirse con claridad dónde las empresas estatales deben estar presente y a partir de ello estructurar los diferentes mercados y su forma de regulación (por ejemplo mercado de monopolio estatal, mercados de competencia entre actores, entre otras.

• No deben existir barreras de entrada, como el proceso de autorizo, para concretar un negocio.

• El sector no estatal podrá ser proveedor, competidor o cooperar entre sí y con el sector estatal.

• La rivalidad debe ser parte del juego económico en base al mercado, bajo «situaciones similares» para todas las formas de propiedad, tal y como plantean los documentos antes mencionados. Ello implica que ninguna forma propiedad se aproveche de su posición en el mercado para imponer condición a los restantes. Tampoco deberá restringirse la flexibi- lidad y libertad para la toma de decisiones del sector no estatal, por la limitada autonomía de la empresa estatal, sino por el contrario otorgarle a esta toda la autoridad.

• Los incentivos fiscales, financieros, entre otros, deben desempeñar un papel central para direccionar o redireccionar los negocios privados y cooperativos. De igual manera, la transparencia en los procesos de negociación de traspaso de gestión a formas no estatales.

• La alianza público-privada para el desarrollo y de gestión, deben ser norma y no excepción.

¿Dónde podrían desempeñarse los diferentes actores?

La complementariedad debe tributar al desarrollo del país, por tanto, los actores deben ser competitivos y crear ventajas de forma sistemática sobre la base de la innovación. Al tomar en cuenta la matriz de ventaja com- petitiva de la Boston Consulting Group (BCG) la autora intenta realizar un acercamiento preliminar de la parti- cipación de los diferentes actores por tipos de sectores. La BCG clasifica a los sectores de acuerdo a la fuente e importancia de la ventaja competitiva en volumen, espe- cialista, fragmentadas y estancadas (Menguzzato, 1996). Los sectores de volumen o escala, no presentan muchas fuentes de diferenciación, su ventaja competiti- va se basa en los costos, mediante economías de escala —efecto de tamaño y/o experiencia— de varios tipos: producción, I+D, sistema de distribución, entre otros. La innovación es sobre todo de proceso y producto y dedica gran parte de sus recursos a ello.

Grandes volúmenes de producción apoyan su rentabilidad y por tanto una elevada cuota de mercado es un activo importante. La inversión por tamaño o por el tiempo para adquirir la experiencia, representan barreras de entrada y salida altas.

Son, como norma, empresas grandes centradas en sectores como: infraestructura, industria pesada, indus- tria de vidrio, cemento, energía, telecomunicaciones, agua, entre otras. Pareciera que las empresas estatales y mixtas deberían concentrarse en estos sectores, aunque las cooperativas —sin restricciones de tamaño— también pudieran tener alguna intervención.

Los especialistas pueden referirse a dos tipos, aquellas enfocadas en el mercado o en la tecnología, las primeras buscan satisfacer el mercado de consumo, en tanto las segundas están dirigidas a ser suministradores de grandes y medianas empresas.

Las enfocadas al mercado sus alternativas de diferen- ciación son amplias y le confieren una ventaja competitiva significativa apreciada por los clientes dispuestos a pagar. Son sobre todo innovadoras, novedosas. Su rentabilidad no se asocia a una gran cuota de mercado, sino al margen que genera su diferenciación. Son industrias de nicho, aunque este pudiera tener una cobertura internacional.

Los suministradores especializados ofrecen equipos, partes, piezas, nuevos materiales, entre otros a la industria, están más guiados por las trayectorias tecnológicas, las oportunidades de innovación son amplias y las empresas son en general pequeñas.

Las barreras de entrada están sobre todo en las capacidades de innovación para cada tipo de sector de negocio, es necesaria la flexibilidad y decisiones rápidas en función del mercado. Serían un buen espacio para las micro, pequeñas y medianas empresas, las cooperativas y algún tipo de variante asociativo. La empresa estatal como norma podría salir de estos sectores o crear organizaciones mixtas.

Las industrias fragmentadas disponen de muchas al ternativas de diferenciación para crear ventajas competitivas, pero son imitadas de manera muy fácil y rápida, las barreras de entrada y salida son bajas, todo lo cual genera mucho desgaste. El tamaño no aporta, ni la cuota de mercado y la estrategia es intentar pasar a ser especialista. Es un sector compuesto por servicios no especializados como restaurantes, comercio, entre otros. Es un típico espacio de negocios para micro, pequeñas y medianas empresas, también pudieran entrar cooperati- vas. Las empresas estatales no deberían tener negocios en estos sectores, salvedad hecha a cadenas de tiendas mayoristas y quizás a negocios mixtos en cadenas de tiendas minoristas.

Las industrias maduras, son por lo general dominadas por los proveedores, al decir de Pavitt (1984). Se describe en la literatura negocios recién llegados, con tecnolo- gías más novedosas que puedan trazar la diferencia. Son industrias como la textil, productos de la madera, impresión, confecciones, entre otras. La innovación proviene de los bienes intermedios y equipamiento, no son generalmente muy grandes, a excepción de algunas como las textiles. Su estrategia gira en torno a la especialización. Empresas micro, pequeñas y medianas, así como cooperativas pudieran entrar en estos negocios en la medida que las empresas estatales salgan de ellos, pudiéndose generar alianzas.

Si bien la BCG no contempla de manera específica las industrias basadas en la ciencia, las mismas se incluyen en las especializadas.

De igual forma en el mundo es muy claro la existen- cia de monopolios naturales que son públicos y requieren de una regulación específica —tales como: energía, agua, carreteras, entre otras—. También se definen los mercados oligopólicos —pueden ser en sectores de volumen o economías de escala— donde si bien, para el caso de Cuba, el poder pudiera estar en empresas estatales, también pudieran participar empresas de otras formas de propiedad.

Esto es solo una aproximación a la necesidad de un estudio de mayor envergadura; no obstante, muestra la posibilidad real de complementariedad, siempre que los principios antes expuestos se cumplan. La práctica actual del mundo de los negocios muestra que los límites entre los sectores se hacen difusos en la medida que la tecnología interviene y las modifica. Sin embargo, lo planteado con anterioridad permite una visión general de posibles cambios en el tejido empresarial.

Los sectores con más crecimiento en el mundo, incluso en tiempo de pandemia, han sido: economía digital, biotecnología, producción de equipos electrónicos, energía e internet de las cosas y las ciencias de la vida (Columbus, 2020). En Cuba; la actual pandemia mostró la necesidad de desarrollar todo el mundo digital, trans- versal a los sectores, así como la biotecnología y la salud pública. Parecería estas deben ser áreas priorizadas.

El rol asignado a los actores no estatales es comple- mentario al estatal, sin embargo, ello no significa deban ser marginales, ni residuales. La complementariedad debe estar en función de la transformación productiva del país, no de actividades de subsistencia, que deben existir, pero no ser incentivadas, ni fomentadas.

La complementariedad impone ciertos retos al gobierno:

• Permitir que la fuerza de trabajo calificada pueda desempeñar actividades propias de su profesión en mipymes privadas y no circunscribirlo solo a empresas estatales y cooperativas.

• Comprender que la innovación de las pequeñas empresas y cooperativas tiene un carácter informal, pues no poseen departamentos de I+D, entre otras.

• Generar confianza en la articulación entre empresas estatales y no estatales.

• Proponer un mecanismo financiero que cubra todo el proceso innovador.

• Conocer las potencialidades reales de aporte innovador de los actuales TCP.

• Víncular las universidades con el proceso de creación y desarrollo de emprendimientos no estatales;

• Entender el papel de las empresas estatales en el entramado económico dirigido a los medios funda- mentales de producción.

• Poseer la capacidad estatal, de las políticas y de previsión

La complementariedad no se logra porque se escriba en una estrategia o se divulgue; es necesario diseñar medidas concretas en las diferentes formas de pro- piedad, en un proceso cuasi simultáneo para que se logre el acople necesario.

Un elemento central para definir el papel estratégico a desempeñar por cada actor en la transformación pro- ductiva del país, es la claridad de los objetivos a alcanzar, sobre cuáles bases económicas y qué patrón de espe- cialización van a desarrollarse. Ello conduciría a una mayor claridad para determinar: dónde deben estar las empresas estatales y qué interesa incentivar en las no estatales. Al mismo tiempo permitirá definir políticas de orientación por misiones, es decir «políticas públicas sistémicas que se basan en conocimientos de avanzada para alcanzar objetivos específicos» (Mazucatto y Penna, 2020), movilizar todo el potencial científico en un propósito que debe ser integrador, intersectorial y que solucione grandes problemas.

Existen muchos desafíos: lidiar con la visión política existente en el país sobre la concentración de la pro- piedad, la existencia de algunos «mitos» sobre el socia- lismo que lo vinculan con la centralización —planificación centralizada, monopolio del comercio exterior, el control, entre otras— e intentar «proteger» a la empresa estatal —no otorgando autonomía a la empresa estatal, sino constriñendo a las formas no estatales— serían posibles limitantes al crecimiento de todos los actores y por tanto de la economía.

Reflexiones finales

La empresa estatal, las cooperativas no agropecuarias, las micro, pequeñas y medianas empresas, así como los trabajadores por cuenta propia, son actores los cuales, unidos a las empresas mixtas, deben aportar, a partir de complementarse, al desarrollo del país.

La empresa estatal debe ocupar el espacio de las áreas esenciales que aportan valor. No es necesaria la presencia de las empresas estatales en todos los sectores, ya que el Estado regula la economía para todos los tipos de actores.

Los desafíos de las cooperativas no agropecuarias y las mipymes se encuentran en la ausencia de legislación sobre sociedades mercantiles y el logro de una institucionalidad basada en un marco regulatorio de fomento a tales actores. Todo ello va unido a la necesidad de un diseño de mecanismos financieros y tributarios específico para ellas.

Establecer una institucionalidad para cada uno de los actores: las empresas estatales, cooperativas y pymes, que articule las políticas y garantice condiciones similares de competencia, es una condición importante para alcanzar la complementariedad

Esclarecer el papel estratégico del sector no estatal en la transformación productiva del país, permitirá eliminar el estigma de «mal necesario» y revertirlo en actores que aporten crecimiento y desarrollo. Ello implica un cambio conceptual del papel de la empresa estatal, que sin dejar de ser la más importante, se articule, coopere y compita con otras formas de propiedad.

La complementariedad de los diferentes actores no es un tema menor, debe estar sustentado en un enfoque estratégico y en un conjunto de políticas para regular el espacio de competencia entre ellos de modo que no exista asimetría al favorecer más a unos que a otros.

Citas

1 De los 19 000 millones de pesos ejecutados de gastos corrientes de la actividad no presupuestada de 2019 —el 32 % del total de gastos corrientes—, el 57 % fue para financiamiento de exportaciones y sustitución de importaciones;13 % subsidio a precios minoristas; 20 % otras transferencias; 3 % subvención a unidades presupuestadas con tratamiento especial, 1 % subvenciones por pérdidas.

2 La información relativa a los trabajadores por cuenta propia es extraída de AUGE (2020).

3 Entre ellas se puede citar la inexistencia del monopolio del comercio exterior y una planificación menos rígida.

4 Esta cifra es el resultado de deducir del total de trabajadores por cuenta propia, el 25 % de los trabajadores contratados.

5 De igual forma existen muchas licencias de productor- vendedor, que pudieran ubicarse en industria o comercio. La experiencia indica es de comercio la mayoría, por ejemplo, los vendedores de pan en tienda o ambulantes, es actividad pura de comercio, no son elaboradores del producto.

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Continuará.

El Partido tiene que impulsar el esfuerzo colectivo. Comentario HHC

Díaz-Canel dijo que el trabajo del Partido debe enfocarse, también, en cambiar las cosas que no funcionan, que ralenticen el desarrollo o afecten la calidad de vida de las personas. Foto: Estudios Revolución

Bajo el precepto de debatir los temas que más se acerquen a las inquietudes de la población y a la vida en los territorios, este viernes inició en el país el proceso de balance del Partido Comunista de Cuba, que tuvo su arrancada en el capitalino municipio del Cotorro, con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Este proceso –como parte del cual se celebrarán las asambleas distritales y municipales en el transcurso de los meses de noviembre y diciembre–tiene dos objetivos esenciales: dar continuidad a la implementación y cumplimiento de las Ideas, conceptos y directrices derivadas del 8vo. Congreso y elegir a los organismos intermedios de dirección del Partido.

Se trata de continuar perfilando los caminos para avanzar en la solución de los diversos problemas existentes, teniendo como premisa el análisis objetivo, crítico y autocrítico, acorde con las características de cada territorio, y la necesidad de impulsar desde la base el desarrollo de la nación.

En esa cuerda se suscitaron las intervenciones de este viernes durante la asamblea de balance del Cotorro, donde se identificaron problemas objetivos y subjetivos que impiden avanzar con mayor celeridad en muchas cuestiones, se compartieron buenas experiencias y, sobre todo, se habló de soluciones y de cómo implementarlas.

Porque ningún asunto es ajeno al trabajo del Partido, se intercambió, profunda y críticamente, acerca de cuánto falta por consolidar en aspectos de funcionamiento y vida interna de la militancia, pero también sobre cuánto puede lograrse desde ella para alcanzar mejores resultados productivos en las importantes empresas que confluyen en ese municipio.

La Empresa Siderúrgica José Martí –conocida como Antillana de Acero, estratégica para el país e inmersa desde hace tres años en un amplio proceso inversionista–, acaparó buena parte de los debates iniciales del encuentro. De cómo accione ahí la militancia dependen, en gran medida, los resultados que en ella se obtengan.

¿Cómo rinden cuenta los directivos de Antillana de Acero a sus trabajadores, del importante proceso inversionista que se realiza? ¿Qué atención se da a los muchachos que comienzan su vida laboral en la empresa? ¿Sienten apoyo los jóvenes para desarrollarse? Estas fueron algunas interrogantes que planteó el Presidente de la República y que motivaron el debate partidista.

«No solo apoyamos a los jóvenes, confiamos en ellos», aseguró Reinier Guillén Otero, director general de la empresa.

Raúl Palmero Fernández, asesor jurídico de Antillana de Acero y secretario del comité de la Unión de Jóvenes Comunistas allí, explicó al Primer Secretario del Comité Central del Partido la manera en que se concede participación a los jóvenes en la toma de decisiones de la entidad.

Aquí laboran unos 250 jóvenes, 80 de los cuales son universitarios. Si bien el trabajo que hemos ido consolidando no irradia en todos por igual, valoró, la manera en que se ha logrado irlos sumando a las filas de la organización y vincularlos con cada una de las tareas en que se ha requerido de ellos nos ha permitido mayor motivación.

Este centro, destacó el Presidente Díaz-Canel, no es solo importante para el municipio, también lo es para el país. De ahí la importancia que concedió a que se propicie allí un ambiente para el debate constante, que permita a los trabajadores aportar con sus criterios.

La rendición de cuentas no es leer un informe y ya, subrayó. «Cuando los dirigentes rendimos cuenta estamos cumpliendo con una obligación», enfatizó.

Acerca del trabajo con los jóvenes, insistió en que resulta vital conocer qué potencialidades tienen cuando llegan a la empresa y cómo se desarrollan, para, en función de ello, hacerlos sentir útiles y aprovechar sus potencialidades.

La preparación –coincidieron en la asamblea– no es solo para los jóvenes, tiene que ser igualmente para los cuadros, para los obreros, para todos de manera general y en cualquier escenario. Uno de los mayores retos está en «sacar de la reunión el informe de balance» y seguirlo discutiendo en las organizaciones de base y con el pueblo.

Foto: Estudios Revolución

HACER LAS COSAS MEJOR

No podemos seguir haciendo las cosas de igual forma si han demostrado que no funcionan, enfatizó Díaz-Canel. En tal sentido, hizo mención no solo al trabajo propio del Partido, sino también a las maneras en que necesitamos cambiar modos de hacer en cuestiones como la producción de alimentos, la diversificación en cada pedacito de tierra que lo permita, y la necesidad de que, sin que las empresas tengan pérdidas, buscar soluciones para que los precios no afecten a la población.

El propósito de cada acción, valoraron, tiene que encaminarse a impulsar el desarrollo, lo cual repercute directamente en la calidad de vida de los habitantes del municipio. De ahí el énfasis puesto en que los diversos actores económicos se acerquen más al barrio para, juntos, encontrar soluciones a los problemas.

Sobre ese hacer por los barrios, el Presidente de la República compartió un concepto crucial, teniendo en cuenta que el Presupuesto ha sido diseñado en función de resolver esencialmente los problemas sociales: Si el principal tributario de ese Presupuesto es el pueblo, dijo, quien mejor puede controlarlo es justamente el pueblo. Tenemos que cambiar la manera de participación popular en el control del Presupuesto, y encontrar la forma para que la población lo conozca y lo discuta, acotó.

Lograr transparencia, que la gente sepa lo que se está haciendo y participe –subrayó–, esa es la mejor manera de controlar. Esos son temas sobre los cuales también tenemos que meditar desde el Partido, consideró.

En tal sentido, el miembro del Buró Político y secretario de Organización y Política de Cuadros del Comité Central, Roberto Morales Ojeda, reiteró la necesidad de lograr desde el Partido, desde las organizaciones de base, que las reuniones del núcleo se parezcan al radio de acción del núcleo, para que en ellas se discutan los verdaderos problemas que los afectan.

Esta asamblea, dijo, tiene que convertirse en un momento de análisis y reflexión que nos lleve a hacer mejor las cosas, a un mayor vínculo con los jóvenes, a revisar el papel de la militancia en los centros laborales y también donde reside. 

APROVECHAR LAS ENSEÑANZAS DE LA ASAMBLEA

Tras concluir el debate, Tamara Garrido González, quien fuera ratificada como primera secretaria del Comité Municipal del Partido en el Cotorro, enfatizó en la importancia de aprovechar las enseñanzas de la Asamblea.

Tenemos que salir de aquí –aseveró– a implementar todo en nuestras estructuras, en el barrio, en las instituciones, y así resolver los problemas que hemos identificado.

Este proceso de balance, afirmó el Secretario de Organización y Política de Cuadros, no culmina hoy. Es un momento de proyección, que, si bien da continuidad al trabajo que durante los últimos años se ha realizado en el Cotorro, sirve de antesala a la reunión que se debe desarrollar con todos los militantes, para discutir franca y profundamente los temas que aquí han sido objeto de análisis, y que pueden ser implementados en todos los lugares.

Tras la selección de los 145 integrantes del Pleno municipal del Partido, y la posterior elección del Buró, la miembro del Buró Provincial en la capital, Yuniasky Crespo Baquero, destacó la trascendencia de asumir cada una de las intervenciones como una continuidad del 8vo. Congreso del Partido. Esta Asamblea –dijo– es una muestra de esa continuidad.

«La responsabilidad del Partido transita, en primer lugar, por contar en cada espacio con una organización fuerte, atemperada a los momentos que vivimos, capaz de contar entre sus filas con la vanguardia de los revolucionarios, el mejor obrero de su fábrica, el mejor maestro, el médico o el científico ejemplar, y que de entre ellos se forme el secretario general del núcleo», evaluó.

El reto está –subrayó– en que, cuando se hable del Partido, se identifique por ser el interlocutor del pueblo, quien lo escuche y lo acompañe; que interprete sus aspiraciones y sea, por esa confianza y ejemplaridad, capaz de impulsar el esfuerzo colectivo en función de la sociedad socialista, democrática, próspera y sostenible a que aspiramos. ( negritas HHC)

  

https://www.youtube.com/watch?v=dNOWvgmB3E4&t=1s

Comentario HHC:  Nunca mejor dicho el papel del Partido, como dice el título de este artículo. 

La rendición de cuenta que se plantea, de los dirigentes a los trabajadores, el solo hecho que se mencione y se implemente , no por conocido es un aspecto importante. Aspiramos entonces a la ¿ autogestión? ¿elecciones de los dirigentes por los trabajadores?.

En 1975 en el I Congreso del PCC, se habló de uno de los problemas y errores cometidos, eran las funciones administrativas, que en ocasiones realizaba el Partido, esto hasta nuestros días sigue existiendo, no se ha solucionado del todo. 

Hemos visto a dirigentes del Partido por ejemplo, dando orientaciones técnicas de cómo producir alimentos en la agricultura, sin la presencia muchas veces del personal administrativo de la agricultura del lugar, que son los responsables. Eso es una desviación del papel del Partido que necesitamos solucionar, e incluso en mi opinión crea cierto caos, pero si revisamos el reglamento del partido, está así plasmado como posible de ejecutar ¿?. 

En la convocatoria al 4to Congreso del PCC, propuse que el compañero Fidel no asumiera ambos cargos, porque al final era dificil saber ( incluso para él mismo) cuando se hablaba-actuaba  como Primer Secretario o como Presidente de los Consejos de Estado y Ministros, y creía que esa dualidad no era necesaria, porque ambos ,  Estado y Partido, tienen un papel y funciones bien definido en nuestra sociedad.

Reitero por otra parte, la cantidad de tiempo que se utiliza por los dirigentes administrativos, en atender inspecciones de todo tipo, y visitas de las diferentes entidades del territorio y de diferentes niveles, de organizaciones políticas y del gobierno, que interfieren el proceso productivo. Eso hay que minimizarlo a casi cero, a lo estrictamente imprescindible. He podido comprobar, por qué en el capitalismo el tiempo es oro, para nosotros debería ser más que eso, porque tenemos más compromisos sociales que cumplir.

Por último, que la Antillana de Acero lleve 3 años en proceso inversionista, dice de lo mal planeado del mismo, y lo costoso que está resultando,  y en alguna medida desmoralizante para ese colectivo. Aquí vuelvo a mencionar la asignatura planteada por el Profesor Orlando Carnota Lauzan en un comentario a los resultados de la Tarea de Ordenamiento, Gestión de Riesgos.  En las condiciones complejas que operamos, con un bloqueo de la principal potencia, que cada vez mas es dificil de cambiar, pues es lo que hay que hacer, en muchas cosas del país, como complemento y método de gestión.