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sábado, 4 de diciembre de 2021

UN BOOM DE ANCIANIDAD

SINE DIE 2021 

                     SEGUNDA SERIE   # 77                    

 

Diciembre 3 de 2021

Juan M Ferran Oliva



La población tiene un techo determinado por factores económicos y sociales. Julián Alienes Urosa realizó estudios de la demografía cubana aplicando curvas logísticas que ofrecen fotográficas estadísticas del fenómeno. Se inician con una expansión acumulativa y llegan al agotamiento en su última etapa, Cuba no disponía de estadísticas del ingreso nacional en la época de Alienes y ello, probablemente, lo indujo a tomar a la población como referente del desarrollo económico. Halló que en las condiciones de la colonia el techo poblacional rondaba el millón y medio de habitantes mientras que en la nueva situación de la República neo colonial, dicha cota se acercaba a los 6 millones. Ambas cifras coincidían con la realidad censal .

Cuando una población prevé un futuro próspero suele incrementarse el número de nacimientos al calor de la euforia existente. Ante perspectivas inciertas se frena la natalidad.

Es conocido el hecho del envejecimiento de la población cubana que tiende a aumentar.. Las causas son varias y han sido expuestas ampliamente por los demógrafos. Una de ellas, no única, es el boom de nacimientos registrado después de 1959. Quienes vieron la luz entonces, ahora están llegando o sobrepasan la edad de retiro. En la misma forma que hubo una expansión de la natalidad habrá otra de envejecimiento en la presente década. Las cifras son elocuentes y se corresponden con los hechos económicos.

El gráfico adjunto al final, muestra que en el entorno del año 1993 el crecimiento de la población cubana se ralentizó y se aplanó definitivamente en el 2000 cuando sobrepasó ligeramente los 11 millones de habitantes. Parece que habían llegado a su techo en las condiciones del momento. Puede que cuando se logre el modelo redentor buscado se inicie una nueva curva de desarrollo que supere la mencionada cifra, Quien sabe. De todas formas la comparación de la demografía con la situación socioeconómica muestra correlación.

En agosto de 1990 fue decretado oficialmente el Periodo Especial con sus medidas urgentes e inopinadas, probablemente tomadas a desgano. Tendían a la descentralización, la expansión del mercado interno, la inversión extranjera y el desarrollo del turismo internacional. Se intentaba remendar el modelo caído y la esperanza mantuvo la aceleración que, aunque disminuida, persistió hasta 1993. En el 2000 el crecimiento demográfico se estancó en poco más de 11 millones de habitantes mantenido hasta nuestros días.,

Alrededor del 2004 apuntó un contumaz regreso a las mañas del pasado centralizador. Sucesos posteriores aplacaron esa tendencia y hubo un regreso del baile de las ilusiones. La marcha sinusoide de los acontecimientos acarreó incertidumbre y en lo sucesivo se produjo la adopción de medidas diametralmente opuestas a las anteriores.

Hubo un boom de natalidad, ahora hay uno de vejez, mezclado con las otras desgracias del momento. Se invocan consignas revolucionarias con las que se pretende aprovechar el capital político del pasado. En realidad lo que se intenta es sobrevivir con decoro..

Durante medio siglo, de una forma u otra, la población quedó vinculada a la omnímoda economía estatal. En tales condiciones arraigaron hábitos, creencias y formas de actuar preñadas de dogmatismo. Se originaron un conjunto de regulaciones atípicas, algunas justificadas, otras no. Muchas devinieron absurdas.

Hay voces discordantes estimuladas desde el Norte. Sus cantos de sirena enseñan la zanahoria pero alistan el garrote. En el patio no queda otro camino pues el propio Partido/gobierno se ha encargado de evitar la competencia.

Los dirigentes históricos han sido amortizados y el actual equipo director está conformado mayormente por nacidos después de 1959. Luchan contra el bloqueo, la pandemia y las debilidades internas. No escuchan los cantos de sirena emanados del Norte y pretenden ser continuadores. Ojalá no lo sean de los errores.

Nos guste o no, este equipo es la única alternativa racional que se nos ofrece. Tienen el afán de sacar adelante el país y cuentan con la experiencia nacida de los propios errores del pasado y de los actuales.

El pragmatismo consecuente obliga a seguirlos. Ir contra ellos es suicidio.

Fin