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miércoles, 13 de abril de 2022

Guerra secreta de EU y Gran Bretaña contra Rusia en Ucrania, según Le Figaro

 Por Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

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▲ Una mujer identificada como Nadiya, residente en el pueblo de Zalissya, noreste de Kiev, muestra, ayer, un agujero en una casa tras un bombardeo.Foto Afp
A

hora resulta que, de acuerdo con la hierática semiótica bélica de las grandes potencias, Estados Unidos (EU) y Gran Bretaña (GB) libran una guerra secreta en Ucrania contra Rusia.

¿Qué criterios deberá cumplir lingüísticamente la participación militar directa de EU y GB junto al ejército de Ucrania para que sea definida como una guerra frontal de la anglósfera contra Rusia? ¿Cómo puede ser secreta una guerra cuando es ampliamente conocida por sus actores?

El reportero Georges Malbrunot, del rotativo galo Le Figaro –cercano al ejército francés– asentó en un tuit que la visita de Boris Johnson a Kiev confirma el lugar de Londres como primer (sic) aliado de Ucrania cuando las unidades de élite de las fuerzas especiales SAS se encuentran presentes en Ucrania desde el inicio de la guerra, así como la Fuerza Delta de EU, según confió una fuente francesa de espionaje (https://bit.ly/3xsFQpX). Malbrunot agrega que su fuente comentó que los “rusos no lo ignoran, saben lo que es una guerra secreta (https://bit.ly/3jzkHlu)”.

Ya había señalado la pugnacidad del primer conservador de la monarquía globalista neoliberal de GB, Johnson (https://bit.ly/3M58tO1), quien, temerariamente desafiante, fue a atizar el fuego al borde de una catástrofe nuclear cuando parece que la Unión Europea (UE) se encamina a una guerra total contra Rusia, como espetó el español Josep Borrell, jefe de la política exterior de la UE, en su visita al presidente jázaro-ucranio Zelensky a Kiev: la “guerra será ganada (sic) en el campo de batalla (https://bit.ly/3rlcB4x)”. No comment!

El tuit de Malbrunot causó revuelo. Un internauta, con el seudónimo @kotronis7, asevera que la filtración anuncia que Francia se desolidariza de las actividades militares clandestinas de EU y GB (https://bit.ly/3Jui9Qk).

A propósito, un soldado británico (sic) fue capturado ayer en Mariupol con la unidad del ejército ucranio que se rindió, según Daily Mail (https://bit.ly/37Irbf7). ¡Todo lo que no será exhumado de la santa alianza del batallón nazi Azov y los mercenarios a sueldo de la OTAN cuando sea totalmente controlado el superestratégico puerto de Mariupol!

RT, portal ruso censurado por la OTAN y la UE, da vuelo a la filtración de Le Figaro y delata que durante su temeraria visita a Kiev (https://bit.ly/3v6kwDy), el primer Johnson –con rechazo ciudadano de 70 por ciento y su Partygate a cuestas por lo que puede ser defenestrado (https://bit.ly/3uAhMiU)– estuvo rodeado por guaruras de la fuerza de élite SAS, miembro de la Legión Foránea de la OTAN. Según el tabloide británico Daily Mirror, veteranos del SAS (su equipo crac) se sumó de inmediato al ejército de Ucrania para combatir a Rusia (https://bit.ly/3JCIUC9).

El reportero francés Malbrunot, de regreso de Ucrania, donde acompañó durante ocho días a voluntarios combatientes franceses en el campo de batalla, causó conmoción cuando imputó que los estadunidenses (¡megasic!) están a cargo de los operativos del ejército de Ucrania: “pensé que estaba con las brigadas internacionales, y me encontré frente al Pentágono (https://bit.ly/37KsM4o)”. Malbrunot refirió lo archisabido de que EU abastece a Ucrania con drones suicidas –“drones merodeadores (https://bit.ly/3xmNKRn)”– equipados con misiles guiados que han causado estragos en las posiciones de artillería y tanques de Rusia en Ucrania.

Cáustico, Rebel News comenta que el “aserto de que las unidades de fuerzas especiales de GB y EU operan en el terreno de batalla en Ucrania, es contrario a las declaraciones públicas (sic) del Departamento de Estado y la Oficina Foránea británica, que aseguraron (sic) que no tendrían ninguna bota de sus ejércitos en Ucrania, ya que con las sanciones catastróficas de Biden sería más que suficiente para humillar y arrodillar a Rusia –lo cual no está sucediendo y que, al contrario, según la revista Politico, muy cercana al Pentágono/CIA/Israel, está teniendo un “efecto bumerán (https://politi.co/38MR6Da)”.

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La logística empresarial como forma de expresión de las relaciones sociales de producción

 Econ. y Desarrollo vol.166 no.1 La Habana ene.-jun. 2022  Epub 01-Ene-2022

Universidad de Pinar del Río, Cuba.

Universidad de La Habana, Cuba.


RESUMEN

El presente artículo analiza el desarrollo del modo de producción capitalista y el consecuente proceso de producción social de los medios de vida. Con este fin descifra las relaciones de producción que se establecen entre los miembros de la sociedad. El desarrollo de esta, ante una situación propiciada por un sistema capitalista en constante progreso, motivó el surgimiento de diferentes formas de organizaciones empresariales en la medida en que fue creciendo el interés personal por emplear los recursos naturales para satisfacer sus necesidades. La comprensión del término logística subyace como expresión del ciclo que debe seguir el flujo de materias primas desde su abastecimiento, producción, distribución y consumo.


INTRODUCCIÓN

El conjunto de actividades que dan contenido a la función logística obedece a un largo proceso de transformación, pues desde sus inicios el ser humano ha estado siempre supeditado a la necesidad de efectuar alguna labor para poder subsistir. En consecuencia, ha creado instrumentos y formas de trabajo con el fin de satisfacer sus necesidades crecientes, lo que ha dado lugar a la creación de conceptos, herramientas, sociedades y formas de vida donde la logística ha desempeñado un papel importante de apoyo al sistema productivo. Esta disciplina ha estado presente a lo largo de la historia, puesto que el hombre siempre ha requerido movilizar objetos de un lugar a otro y se ha enfrentado a la necesidad de establecer las mejores maneras para poder hacerlo adecuadamente y de forma ágil.

De acuerdo con Arias Castillo (2005), las etapas del desarrollo de la logística han estado en correspondencia con la evolución del modo de producción capitalista y el nivel de internacionalización de la producción y el capital, lo cual ha modificado el comercio mundial y la forma de producir, operar y gestionar los recursos en el sector empresarial.

Si se analiza el amplio abanico de actividades que componen la función de la logística, se evidencia que estas representan un conjunto de relaciones económicas que integran el sistema de relaciones sociales de producción que surgen entre los hombres como parte del proceso de producción, distribución, cambio y consumo de los bienes obtenidos.

En este contexto el factor económico desempeña un papel preponderante. Constituye, en efecto, esa primera determinación a la que ineludiblemente debe enfrentarse toda sociedad: la producción social de los medios de vida que aseguren la base material para el conjunto de la reproducción social. La renovación constante de dicho proceso ha dado lugar a la creciente globalización de la economía y la consiguiente apertura de diferentes mercados separados geográficamente. Esto contribuyó notablemente al logro de una coordinación de actividades tanto al interior como fuera de la empresa.

El propósito fundamental del presente artículo radica en analizar, desde la perspectiva marxista, el desarrollo del modo de producción capitalista. Este es uno de los principales acontecimientos que marcaron el origen y transformación de la logística en una de las áreas operativas más importantes dentro del ámbito empresarial, resultado de la constante interacción con el sistema de relaciones sociales de producción. Se busca que este trabajo constituya una invitación a la discusión sobre el impacto que han tenido las relaciones sociales de producción en el desarrollo de la logística.

LA PRODUCCIÓN MERCANTIL EN LA GÉNESIS DE LA LOGÍSTICA

Sobre la etimología de la palabra logística no se ha llegado a un consenso entre los estudiosos del tema. Algunos autores alegan que procede del griego logístikos, que significa aptitud para el cálculo. Otros lo derivan del término latino logista, usado para definir al intendente o administrador de los ejércitos, pues hay quienes plantean que en el imperio romano empleaban el vocablo para referirse a sus oficiales de ejércitos. Desde otra perspectiva se afirma que es una palabra compuesta de los vocablos derivados del inglés logistics y del francés logistique y loger (Posada Zamudio, 1999Puentes Garzón, 2006López Torres et al., 2010Anaya Tejero, 2011).

Como actividad en sí misma, la logística es inherente al quehacer humano. Sin embargo, la herencia social del hombre apunta que para su análisis es imprescindible tener una perspectiva de la historia. Esto se debe a la importancia primaria que tuvieron las condiciones económicas, las fuerzas sociales de producción y la evolución de la ciencia como factores de transformación.

La primera determinación a la que cualquier sociedad debe enfrentarse para asegurar su existencia es la de producir sus medios de vida. Esta premisa dio lugar a que el hombre, en sus orígenes, comprendiera que los bienes que necesitaba no estaban disponibles siempre que deseara consumirlos. Los recursos, solo abundaban en determinadas estaciones del año, no se encontraban en un lugar dado, sus condiciones de almacenamiento eran precarias o se carecía de medios para su transportación en mayores cantidades. En consecuencia, las personas se vieron obligadas no solo a vivir colindantes a las zonas productivas, sino también a consumir un número limitado de productos.

Luego de la transformación de la agricultura y la ganadería en actividades económicas fundamentales, en la colectividad primitiva se introdujo una economía productora donde, al cooperar unos con otros en la adquisición de su subsistencia, la producción de alimentos proporcionó oportunidades y motivos para la acumulación de un sobrante. Los cultivos recolectados debían conservarse para que duraran hasta la siguiente cosecha. Además, había que separar una proporción que garantizara las semillas de la próxima siembra y propiciar la creación de receptáculos para su almacenamiento. Las relaciones de producción en este período se expresaban en la propiedad colectiva de los medios de producción y de los frutos del trabajo comunal.

Con la especialización de los productores se fue desarrollando el trueque de sus productos, extendido a otras familias y comunidades. Estas últimas iban creando una variedad de medios de producción para la obtención de mayor diversidad, cantidad y calidad de bienes. El desarrollo de las fuerzas productivas en la comunidad primitiva sirvió de base material para el surgimiento del cambio.

La primera gran división social del trabajo, que originó el intercambio regular, condicionó el surgimiento de nuevas relaciones económicas entre los hombres. A decir de Marx (1983): «Estas diferencias naturales son las que, al entrar en contacto unas comunidades con otras, determinan el intercambio de los productos respectivos y, por tanto, la gradual transformación de estos productos en mercancías» (p. 307).

Con la especialización de las diferentes comunidades, los productores fueron separándose geográficamente y así el exceso de producción fue trasladándose de una región a otra. El desarrollo de las actividades de mercadería propició no solo otorgarle diferentes propiedades de uso a los bienes de consumo, sino también su diversidad. De esta manera se originó una relación de cambio entre estos y, por consiguiente, su transformación en mercancía. Marx (1983) definió a esta última «como un objeto externo, una cosa apta para satisfacer necesidades humanas, de cualquier clase que ellas sean […] Para ser mercancía, el producto ha de pasar a manos de otro, del que lo consume, por medio de un acto de cambio» (p. 3).

La primera forma de cambio fue el trueque del producto excedente por el producto necesitado. Tuvo lugar en tiempos muy primitivos en los que todavía la producción mercantil no había alcanzado su desarrollo y el producto del trabajo se convertía en mercancía mediante la circulación cuando era objeto de cambio. Marx (1983), en relación a esta etapa, apuntó: «El intercambio de mercancía comienza allí donde termina la comunidad, allí donde esta entra en contacto con otras comunidades o con los miembros de otras comunidades. Lo que las hace susceptibles de ser cambiadas es el acto de voluntad por el que sus poseedores deciden enajenarlas mutuamente […] A fuerza de repetirse constantemente, el intercambio se convierte en un proceso social periódico. (p. 54)

En este período inicial de las relaciones mercantiles la división social del trabajo propició que las distintas comunidades entraran en contacto recíproco. Sin embargo, se necesitaba otra condición para que la producción pudiera convertirse en mercantil y fue, precisamente, el hecho de que el aislamiento tomara la forma definitiva de propiedad privada sobre los medios de producción. La aparición de la propiedad privada y, como consecuencia, el surgimiento del trabajo individual de las familias trajo como resultado un cambio en los seres humanos. Con el crecimiento de la producción destinada al cambio se desarrolló otra esfera especial de la actividad económica: el comercio. Esto trajo consigo la aparición de los mercados como espacios donde se acostumbraba realizar periódicamente los actos de compra y venta. Muchos individuos se especializaron en estas actividades y se convirtieron en comerciantes. Así surge la tercera gran división social del trabajo.

Evidentemente la creciente separación de la agricultura, la artesanía y el comercio favorecieron la concentración en pequeños poblados, lo cual dio paso a la formación de las ciudades. La separación entre la ciudad y el campo fue aumentando la necesidad del intercambio y estimuló con ello el desarrollo de la producción mercantil.

Las relaciones mercantiles, desde que surgieron, se fueron extendiendo por toda la sociedad y convirtieron todo lo que estaba a su alcance en mercancía. A propósito, Engels (1963) señala que los hombres empezaron a practicar el cambio cuando ellos mismos se vieron cambiados.

La formación de mercados locales tomó fuerza en la medida en que se estrecharon los vínculos de mercado entre las diferentes haciendas. Lo anterior fue provocado, precisamente, por el desarrollo de las fuerzas productivas en el sector agrícola y artesano. Con la correspondiente profundización de la división social del trabajo entre la ciudad y el campo, al punto de acrecentar los nexos entre las zonas económicas y las ciudades, se dio lugar a la creación del mercado nacional.

El progresivo crecimiento del mercado, más allá de los límites nacionales, fue crucial para el surgimiento de la formación socioeconómica capitalista. En efecto, el naciente mercado mundial mostraba una gran demanda de mercancías. El continuo avance del cambio originó el surgimiento espontáneo del dinero como mercancía equivalente general de las demás. Es entonces cuando las relaciones mercantiles mediadas por este se convierten en monetario mercantiles.

El elemento que distingue este proceso es su carácter social. En este sentido Marx (1966) expresa: «Pero solo el hecho social puede convertir en equivalente general a una mercancía determinada […] Con ello, la forma natural de esta mercancía se convierte en forma equivalencial vigente para toda la sociedad. El proceso social se encarga de asignar a la mercancía destacada la función social específica de equivalente general. Así es como esta se convierte en dinero» (p. 53).

Al analizar el desarrollo histórico del cambio, se pueden encontrar diversas mercancías, como ganado, pieles, metales, sal, arroz. Estas presentaban una característica común: cumplían la función de servir de medio para que otras mercancías pudieran cambiarse, hasta que definitivamente fue el oro quien ocupó ese lugar y se ajustó cada vez más a las necesidades del cambio. Marx (1966) señala que:

A partir de este momento, se consolida la separación entre la utilidad de los objetos para las necesidades directas de quien los produce y su utilidad para ser cambiados por otros. Su valor de uso se divorcia de su valor de cambio. Esto, de una parte. De otra, nos encontramos con que es su propia producción la que determina la proporción cuantitativa en que se cambian. La costumbre se encarga de plasmarlos como magnitudes de valor. (p. 54)

En la sociedad mercantil, desarrollada al ocurrir el cambio, todas las mercancías expresan su valor en dinero. Este tiene su origen en la propia mercancía como producto del desarrollo de la contradicción interna de esta entre valor de uso y valor.

El resultado del trabajo solo se presenta como mercancía cuando posee esta doble forma, ya que cualquiera que sea su aspecto externo, no se podrá indicar su valor porque es inapreciable. Para Marx (1966), «las mercancías solo se materializan como valores en cuanto son expresión de la misma unidad social: trabajo humano, que, por tanto, su materialidad como valores es puramente social […] y solo puede revelarse en la relación social de unas mercancías con otras» (p. 15).

Esta contradicción al inicio no necesitaba forma propia de expresión, pero el desarrollo de la producción y circulación mercantil se profundizó y dio lugar a varias formas de valor. En un primer momento se clasificaban en simples, concretas o fortuitas. Con el paso del tiempo evolucionaron a totales o desarrolladas y posteriormente a generales, hasta llegar a la forma dinero.

Mediante el análisis realizado por Marx (1966) se demuestra que el dinero cumple las funciones de medida de valores, medio de circulación, atesoramiento, pago y dinero mundial. En esta expresión el valor relativo de todas las mercancías toma la forma superior de precio, que es la expresión en dinero del valor y refleja las relaciones que median entre todas las demás mercancías.

Hasta aquí se han presentado las principales categorías de la producción mercantil: mercancía y dinero. Mediante estas se puede conocer la generalidad y esencia de las relaciones mercantiles, peldaño imprescindible en el proceso de comprensión de las relaciones capitalistas de producción. En este sentido, Arrizabalo Montoro (2016) refiere que la dimensión económica desempeña un papel particularmente importante en el proceso de reproducción social, dado que, al proveer su base material, condiciona en gran medida los demás aspectos.

Es evidente que, dentro de aquellas actividades específicas que generaban el intercambio de mercancías, estaban incluidas el aprovisionamiento, la producción, el almacenamiento, las ventas, el transporte y las compras, con el propósito de satisfacer las necesidades de sus productores y receptores. Sin embargo, las formas sociales de organización para garantizar la reproducción sostenida de los medios de vida establecen un proceso continuo que hace posible la producción, distribución, cambio y consumo de los bienes obtenidos. Aquí es donde subyace el encargo de la logística como factor determinante.

Con la consiguiente cobertura de un mercado en expansión, se propiciaron las condiciones para el desarrollo de nuevas formas de manutención, transporte y conservación de los productos que, junto a los movimientos poblacionales, indujeron cambios en los hábitos de consumo y demandaron una mayor variedad de ofertas.

Las relaciones económicas internacionales fueron adquiriendo una importancia creciente como resultado de la propia extensión del capitalismo y prevalecieron con ellas la exportación de mercancías. En consecuencia, se escaló hacia una acumulación de procesos interconectados que le imprimieron un carácter cosmopolita a la producción y al consumo de bienes y servicios, lo cual ha establecido una interdependencia generalizada entre las naciones.

LA CADENA LOGÍSTICA: EL VÍNCULO ENTRE LA PRODUCCIÓN Y EL CONSUMO

La logística empresarial, como área de gestión, comprende fundamentalmente el tratamiento coordinado de un grupo de actividades relacionadas entre sí, encaminadas a proporcionarles a los clientes bienes y servicios de acuerdo a sus necesidades y requerimientos de la forma más eficiente posible.

Gómez Aparicio (2014), desde el punto de vista empresarial, refiere que la logística hace alusión a la forma de organización que adoptan las empresas en lo concerniente al aprovisionamiento de materiales, producción, almacén y distribución de productos.

La organización del sistema logístico constituye el puente de enlace entre la producción y los mercados que están separados por el tiempo y la distancia. Además, encamina todos los esfuerzos para cumplir con los requerimientos del cliente. La comprensión de este término resalta el carácter social de la producción. En efecto, dada la posesión y/o asignación de recursos escasos provenientes de la naturaleza, los individuos centrarán su interés en encontrar el mejor modo de utilizarlos para satisfacer sus necesidades ilimitadas.

Estos vínculos que los hombres establecen al realizar su actividad económica, independientemente de su voluntad y conciencia, son las relaciones sociales de producción. Esta premisa, para Marx (1966), sustenta la concepción materialista de la historia, donde la producción es la base de la vida de la sociedad. Las relaciones sociales de producción, en efecto, son un conjunto de vínculos que forman un sistema: la producción, la distribución, el intercambio y el consumo. Estos, al encontrase estrechamente relacionadas entre sí, ocurren repetidamente durante el proceso productivo. Marx (1966) plantea dicha correlación cuando describe:

La idea que se presenta por sí es esta: en la producción, los miembros de la sociedad se apropian [producen], crean los productos de la naturaleza para las necesidades humanas; la distribución determina la proporción en que el individuo participa en estos productos; el cambio le trae los productos particulares en los cuales quiere convertir la cuota que le ha correspondido por la distribución; finalmente, en el consumo, los productos se convierten en objetos de disfrute, de apropiación individual (p. 25)

Al analizar la cadena de operaciones logísticas en una empresa, se evidencia que esta es un reflejo de las diferentes etapas que tiene que seguir el flujo de materiales, desde su aprovisionamiento y transformación hasta la entrega del producto al siguiente agente de la cadena de suministros. Según lo expresado por Anaya Tejero (2011), en logística interna se distinguen tres ciclos. Estos son:

  • Ciclo de aprovisionamiento: corresponde al proceso relacionado con el abastecimiento de materiales y componentes, en vistas de ponerlos a disposición de los diferentes procesos productivos en las fábricas o talleres.

  • Ciclo de producción: empieza con el lanzamiento de órdenes de fabricación u órdenes de trabajo y termina cuando el producto elaborado se pone a disposición del almacén de productos terminados.

  • Ciclo de distribución: comprende los procesos de almacenaje y distribución física. Comienza con la recepción de productos terminados en el almacén y continúa con los procesos de identificación, registro, ubicación, custodia y control. Su finalidad es que el producto esté disponible en el almacén para la red de ventas.

Aunque la nomenclatura empleada para distinguir la estructura conceptual de la logística a nivel empresarial sea diversa, con este análisis se busca resaltar lo esencial en su gestión. Al realizar cualquier actividad económica, las organizaciones establecen complejas relaciones que tienen un doble aspecto: un contenido material y una forma social que se condicionan mutuamente.

Para producir en cualquier sector, ya sea secundario, primario o terciario, se consumen a la vez distintos factores productivos entre los que se encuentran la fuerza de trabajo, materias primas, componentes, medios de trabajo y recursos financieros. Estos elementos no son estáticos, sino que fluyen a través de la estructura organizativa de la empresa y siempre coexiste un flujo de personas, materiales, dinero, datos e informaciones. La producción es la premisa fundamental para el consumo, ya que crea y determina la cantidad de bienes que serán ofertados. Esta origina la preferencia y la demanda de productos al incrementar cada vez más su surtido.

Más que la importancia de los distintos componentes del proceso económico, es menester resaltar sus relaciones y el lugar central que ocupa la producción. La razón de esta centralidad es que la forma específica que adopta el proceso de producción condiciona el conjunto del proceso económico y, por extensión, todo el proceso de reproducción social.

En este sentido, Arrizabalo Montoro (2016) afirma que el punto de partida del proceso de producción es la actividad humana. En ella se aplica trabajo manual y/o intelectual sobre una serie de objetos de trabajo, con la ayuda de un conjunto de medios de trabajo para obtener productos transformados. De modo que se trata de combinar la fuerza de trabajo y los medios de producción para dar lugar a nuevos productos.

La logística empresarial persigue, básicamente, que los consumidores finales o clientes puedan disponer de sus mercancías en el menor tiempo posible y se cumplan sus expectativas y demandas a un costo reducido, a través del funcionamiento sincronizado de la cadena interna. Mediante el canal de distribución se logra llegar con el producto al consumidor en tiempo y forma. Este es el eslabón intermedio entre la producción y el consumo. La distribución influye directamente en la producción a pesar de ser proporcional a esta, por lo que es necesario tener en cuenta lo siguiente: para que un productor de bienes pueda apropiarse del valor intrínseco de su producción debe antes colocarlo en el mercado

El simple hecho de producir posee, como condición elemental, una determinada distribución de los medios de producción entre los miembros de la sociedad. Este proceso debe ir a la par con la repartición de fuerza de trabajo y de dichos medios en las diferentes ramas y sectores productivos.

Si bien el productor va colocando sus productos en el mercado, no necesariamente realiza la transacción con el consumidor final, pues existen, en el canal de distribución, diferentes agentes, como centros de producción, almacenes, receptores, consignatarios, minoristas, mayoristas y puntos de venta. Estos son los encargados de ejecutar las labores de almacenamiento, manipulación, manejo de inventarios, control de calidad, entre otras.

Dentro de las funciones de la gerencia logística en la empresa se encuentra la de garantizar un alto nivel de servicio al cliente. Para cumplirla, es primordial que cada organización defina cuáles son los medidores que utilizará de acuerdo a los requerimientos de la demanda. Es precisamente este el punto de partida y final de la cadena logística interna, donde se propicia el cambio como eslabón entre la distribución y el consumo, que, además, media entre la producción y su destino final: el consumidor.

Como se ha mencionado antes, el cambio es el proceso mediante el cual cada individuo convierte la parte del producto social que le ha correspondido en la forma apropiada en que él la necesita para satisfacer sus crecientes necesidades. El límite su proporción, entonces, estaría dado por su participación en la producción social. Si este individuo típico no dispone de suficiente dinero ni de tiempo para consumir todas las mercancías que quisiera, ¿cómo tomaría entonces las decisiones racionales cuando se enfrenta a la escasez, al tener en cuenta sus preferencias? Tendría que ir al cambio para convertir el dinero en los productos que necesita para su consumo. No obstante, será más cauteloso y exigente a la hora de comprar. La intensidad del cambio, así como su prolongación y variedad, estará determinada por el desarrollo y forma de la producción, que en todo el sistema ocupa el papel preponderante en relación con la distribución, el cambio y el consumo.

La producción de los medios de vida de una sociedad es, necesariamente, un proceso en constante renovación. Esto constituye la base para su supervivencia en el tiempo. La logística empresarial se ha convertido en un medio de enlace entre el mercado y las operaciones de la empresa. Su fin es gestionar, de forma directa, un conjunto de actividades conectadas entre sí, que se refieren a la planeación, coordinación y control de materiales, partes y bienes terminados desde el proveedor hasta el cliente. De esta manera se desarrollan y mantienen un conjunto de relaciones tanto al interior como fuera de la empresa, que con el paso del tiempo han manifestado un cambio gradual dada la evolución del contexto económico internacional.

CONSIDERACIONES FINALES

Como proceso de gestión empresarial, la logística manifiesta la concepción materialista de la historia. Esta reconoce la producción como base de la vida de la sociedad, ya que planifica, organiza, dirige y controla los flujos materiales, informativos y financieros que se establecen. El punto de origen está constituido por los proveedores y el destino final por los consumidores.

La logística, como ente integrador de los sistemas productivos en las empresas, está estrechamente vinculada tanto al ámbito material como al social. Estos deben responder a las necesidades cada vez más disímiles de sus clientes de forma tal que garanticen perdurar en el mercado dentro de un contexto cada vez más competitivo.

La cadena logística es la descriptora de las diferentes etapas que tiene que seguir el flujo de materiales desde su aprovisionamiento y transformación hasta la entrega del producto al siguiente agente en la cadena de suministros. Además, reafirma que la producción material no es un acto único, sino que transcurre repetidamente durante el proceso productivo y encierra también la distribución, el intercambio y el consumo de lo producido como relaciones íntegramente enlazadas en un todo único.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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2. Arias Castillo, Eduardo. (2005). Logística: un enfoque de gestión en la administración y desarrollo de las zonas francas y otros regímenes especiales en Cuba (Tesis doctoral). Universidad de La Habana. [ Links ]

3. Arrizabalo Montoro, X. (2016). Capitalismo y economía mundial. Bases teóricas y análisis empírico para la comprensión de los problemas económicos del siglo xxi (Segunda edición). Instituto Marxista de Economía. [ Links ]

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9. Posada Zamudio, E. (1999). La logística militar y sus aplicaciones en la logística empresarial: Logística naval operacional. Pensamiento y Gestión, (6), 71-87. [ Links ]

10. Puentes Garzón, H. J. (2006). Caracterización de la logística en Colombia. Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), Mesa Sectorial de Logística. [ Links ]

1Códigos JEL: B14, M10, M19

Recibido: 05 de Enero de 2021; Aprobado: 20 de Mayo de 2021

* Autor para la correspondencia: maritza@fec.uh.cu

Microempresarios en Cuba buscan impulsar la agricultura inteligente

Expertos destacan los efectos positivos que puede tener en cultivos, tierras y agricultores el despliegue de la agricultura inteligente, por lo cual la consideran un pilar para el impulso de una agricultura sostenible.

SOCIEDAD Luis Brizuela 13 abril, 2022



El ingeniero en telecomunicaciones Willian Guilarte y la licenciada en contabilidad Olga Sarmiento, junto a un cartel promocional de la microempresa AKI, en su estand en la feria Fiagrop 2022, celebrada este mes de abril en La Habana. Entre sus servicios, el emprendimiento creó la plataforma Agripres, destinada a ampliar el uso de agricultura de precisión en la isla.

Foto: Jorge Luis Baños / IPS

La Habana, 13 abr.- El emprendedor William Guilarte está convencido de que un mayor despliegue de la agricultura de precisión en Cuba ofrecería oportunidades para aumentar la producción de alimentos, reducir importaciones y manejar de forma más sostenible el recurso del suelo.

El ingeniero en telecomunicaciones explicó a IPS que “la agricultura de precisión se basa en aplicar un amplio espectro de tecnologías digitales, grandes datos (big data) y el internet de las cosas -interconexión digital de objetos cotidianos con la red-, para optimizar los procesos agrícolas, la ganadería y el manejo de los recursos forestales”.

Si bien reconoció el elevado precio de esa tecnología, Guilarte opinó que al respaldar soluciones e innovaciones locales “pudiéramos hacer lo mismo abaratando los costos”.

Por ello, la plataforma Agripres aspira “a ampliar el uso de las nuevas tecnologías en la agricultura”, explicó Olga Sarmiento, administradora de la microempresa que la creó, AKI (unión de las iniciales de automática, del símbolo K usado en electrónica, y de informática), con sede en La Habana.

Constituida en diciembre de 2021, la entidad especializada en servicios generales de electrónica e informática participó del 4 al 8 de abril en la edición 23 de la Feria Internacional Agroindustrial Alimentaria (Fiagrop 2022), celebrada en La Habana.

A la cita acudieron 58 entidades, nueve de ellas extranjeras, y además de exhibir productos agropecuarios, propició la firma de convenios, posibles encadenamientos y la promoción de la cartera para la inversión extranjera en el sector.

En la última década, entidades cubanas adscritas a los ministerios de la Agricultura y de Comunicaciones han utilizado elementos de la también conocida como agricultura inteligente en experiencias puntuales relacionadas con el riego, fumigación o conteo de población en campos de arroz, caña de azúcar, cítricos y papas (patatas).

Sin embargo, de las más de 2660 micro, pequeñas o medianas empresas (mipymes) aprobadas en Cuba desde septiembre de 2021, AKI sobresale por ser, si no la única, al menos la primera microempresa privada especializada en este tema.

“Hay trabajadores por cuenta propia (autónomos) en la isla que utilizan elementos de la agricultura de precisión, investigadores y empresas (estatales) y quizás hasta algún proyecto de desarrollo local, pero unirlos en una sola solución, genérica, solo lo estamos haciendo nosotros mediante Agripres”, aseguró Guilarte, director y gestor de AKI.



Una trabajadora atiende las hortalizas en un invernadero en la provincia de Ciego de Ávila, en el centro de Cuba. Expertos destacan los efectos positivos que puede tener en cultivos, tierras y agricultores el despliegue de la agricultura inteligente, como impulso a una producción sostenible.

Pilar de la agricultura sostenible

El concepto de agricultura de precisión apareció en Estados Unidos a principios de los años 80, y son las economías más desarrolladas las punteras en su utilización.

La tecnología se auxilia de imágenes satelitales, GPS, drones, cámaras multiespectrales, sensores infrarrojos, estaciones meteorológicas, análisis de laboratorio, automatización de sistemas de nutrición y riego y sistemas de inteligencia artificial, entre otras.

De acuerdo con la Sociedad Internacional de Agricultura de Precisión (ISPA, en inglés), basada en Estados Unidos, se trata de una estrategia de gestión que recoge, procesa y analiza datos temporales, espaciales e individuales y los combina con otras informaciones para respaldar la toma de decisiones de manejo en el ámbito agropecuario.

Ello permite a productores agrícolas y ganaderos mejorar la eficiencia en el uso de recursos, así como la productividad, calidad, rentabilidad y sostenibilidad de sus producciones.

La red neuronal, especie de cerebro del sistema, no solo acumula y procesa los datos, sino que “aprende” y puede tomar decisiones ante determinadas contingencias.

Así, por ejemplo, hace posible que “un cultivo o animal disponga de la cantidad justa de agua, o sembrar semillas a la distancia y profundidad necesaria. También favorece la aplicación de fertilizantes específicos, en dependencia del tipo de suelo o controlar plagas y enfermedades, incluso en lugares puntuales de un determinado terreno”, explicó Guilarte.

El uso de aeronaves teledirigidas para aplicar fertilizantes e insecticidas sustituye el uso de transportes pesados y evita la compactación o erosión de los terrenos, además de reducir el uso de combustibles fósiles.

“De manera general, contribuye con el ahorro de energía y abonos mediante un chequeo constante de los parámetros”, completó Guilarte.

Expertos destacan los efectos positivos que puede tener en cultivos, tierras y agricultores el despliegue de la agricultura inteligente, por lo cual la consideran un pilar para el impulso de una agricultura sostenible.

En América Latina y el Caribe, Argentina y Brasil sobresalen por el uso de este tipo de agricultura.

Estudios refieren que aunque se ha vuelto crucial incorporar tecnologías innovadoras para mejorar rendimientos y favorecer la vigilancia remota, muchos pequeños agricultores en la región latinoamericana y caribeña no pueden pagar el equipamiento para practicar la agricultura de precisión debido a su costo, así como el mantenimiento y reparación de equipos y sistemas computarizados.

Alertan asimismo sobre el aumento de la dependencia a sistemas de comunicación para funcionar adecuadamente y el desconocimiento sobre esa tecnología por parte de muchos campesinos.

Tales brechas también están presentes en Cuba, una nación del Sur en desarrollo, con una conectividad que dista de los parámetros del Norte industrial y donde el acceso a terminales y otras tecnologías digitales es aún muy costoso.

No obstante, este país insular caribeño dispone de fortalezas como una amplia red de universidades y centros de investigación capaces de desarrollar soluciones informáticas, además de una Política integral que desde 2015 impulsa la informatización de la sociedad.Un operario ajusta el sistema de riego, en los canteros de un huerto organopónico en el municipio de Cerro, en La Habana. Las herramientas de la agricultura inteligente posibilitan que un cultivo o animal disponga de la cantidad justa de agua, o sembrar semillas a la distancia y profundidad necesaria.

Respaldar soluciones locales

Las innovaciones en la agricultura y la ganadería resultan asuntos de especial importancia para la isla, cuyo gobierno ha definido la producción de alimentos como un asunto de seguridad nacional.

El país importa de 60 a 70 % de los alimentos que consume, lo cual se ha vuelto insostenible ante los problemas de liquidez de la economía.

Además, su maltrecho sector agroproductivo está golpeado por la descapitalización industrial, bajos rendimientos, escasez de insumos y maquinaria y pérdidas de partes significativas de cosechas.

A ello se suma la condición de estado insular muy vulnerable al alza de las temperaturas la modificación de los patrones de lluvias y sequías, la degradación de los suelos -77 % clasifican por su poca productividad-, el aumento del nivel del mar y el incremento de la resistencia de plagas y enfermedades de los cultivos.

Se trata de áreas donde una aplicación intencional de la agricultura de precisión podría obtener resultados destacables, a partir de una metodología que incluya estudios de campo, recopilación de datos, aplicación de las tecnologías, recopilar nuevos indicadores y hacer las correcciones pertinentes en el sistema, como propone Agripres.

“Nuestra visión como empresa es bajar costos para que el productor no se sienta intimidado por los precios y el servicio sea más accesible, mediante una plataforma nacional”, razonó Guilarte.

Sin embargo, el especialista reconoció que un problema fundamental radica en las importaciones de componentes electrónicos como sensores o circuitos electrónicos, pues “no podemos adquirirlos directamente, sino pasar por un dilatado proceso del cual se encargan empresas importadoras (estatales)”.

Sobre la factibilidad de AKI, Guilarte se refirió al desarrollo de prototipos autóctonos como uno en el cual se usó un dron de juguete, al cual “montamos sensores, una red neuronal y una cámara de alta definición”, mientras se encuentra en proyecto un vehículo autónomo para estudiar la vida marina “y que optimizándolo, puede servir para la pesca”.

Sarmiento añadió que varias empresas, incluso extranjeras, “se han acercado, muy interesadas en efectuar proyectos conjuntos”.

En septiembre de 2021 entró en vigor el decreto 45 Sobre el desarrollo integral de la automatización en Cuba, que además de establecer el marco legal creó la Comisión Nacional de Automática, un órgano consultivo de carácter técnico, científico y tecnológico para el estudio y evaluación de las estrategias al respecto.

Durante una intervención televisiva el 1 de marzo, el ministro de Industrias, Eloy Álvarez, se refirió a empresas y proyectos relacionados con la automatización de la economía, la robótica y la inteligencia artificial, entre ellos algunos vinculados con la agricultura de precisión.

Además, el titular insistió en la necesidad de “disminuir los componentes importados en todo lo que fabricamos”, resaltó la importancia del encadenamiento productivo y sostuvo que cooperativas y mipymes “ayudan a pensar y actuar diferente para desarrollar la economía”.

Al respecto, Sarmiento insistió en la necesidad de “priorizar la capacitación en un tema novedoso, mostrar a productores los beneficios y lograr mayores sinergias entre las universidades agropecuarias y tecnológicas para ampliar las aplicaciones de la agricultura inteligente en la isla».

ED: EG

¿Por qué no está lista aún la mayor y más moderna fábrica de pienso en Cuba?

Con una capacidad de entrega de 500 a 600 toneladas por turno de 12 horas, la industria está diseñada para elaborar más de diez tipos de piensos

En el rescate de los silos se impone la experiencia de los montadores de la Ecoing-11, de Santiago de Cuba. Foto: Eduardo Palomares

Santiago de Cuba.–En momentos en que los bajos niveles productivos de carne de cerdo y su precio inalcanzable para la mayoría de los cubanos imponen, entre las acciones para revertir la situación, recuperar la producción de piensos, mucho podría contribuir a ello la agilización del proceso inversionista en la que será la mayor fábrica de alimento animal del país. 

Perteneciente a la Empresa Productora de Piensos Oriente (EPPO), y basada en un proyecto de la Empresa Nacional de Proyectos de la Agricultura (ENPA), la ejecución de la moderna obra, localizada en la zona industrial del oeste de esta ciudad, inició en 2019, cuando felizmente todo su equipamiento de tecnología de avanzada ya se encontraba en Cuba.

Con una capacidad de entrega de 500 a 600 toneladas por turno de 12 horas, está diseñada para elaborar más de diez tipos de piensos para ganado mayor y menor, aves y la piscicultura; ya sea ensacado o a granel, de formatos peletizados (pellets), que mejoran el crecimiento y la conversión alimenticia en los animales, y los extrusados, que benefician las propiedades funcionales.

 Valorada en más de 30 millones de pesos, para tales bondades comprende, en sus 44 000 metros cuadrados de área alistada, una planta industrial automatizada, un almacén especializado y mecanizado con capacidad para 10 000 toneladas de harina de soya, que pudiera también emplearse para maíz y trigo, tres silos para materia prima y el área de caldera.

 Además, estarán también el área socioadministrativa, el panel general de distribución tecnológica, la báscula de 80 toneladas, un grupo electrógeno, la base de tanques de combustible, talleres, viales, áreas verdes y el cercado perimetral; entre los 28 objetos de obra, en los cuales se trabaja muy lentamente o están paralizados 25, mientras que los otros permanecen sin iniciar.

RAZONES PARA DESPERTAR

 A las citadas bondades podían añadirse otras para el despertar de esta industria de lujo que, además de sustituir importaciones, dada la calidad de sus producciones y la eficiencia del proceso fabril, cuando las condiciones del país lo permitan, podrá exportar determinados volúmenes de un alimento utilizado igualmente en la crianza de langostas y camarones de agua dulce.

En una visita a la obra, –que para abaratar la inversión tiene aledaña  la planta procesadora de soya, que le suministrará directamente esa importante materia prima, y el puerto santiaguero, desde donde recibirá los altos volúmenes de maíz y trigo, así como a carreteras y vías férreas–, resulta difícil imaginar cómo aún hoy no rebasa el 10 % de ejecución general.

Desde el punto donde será levantada la planta industrial, los representantes por la unidad empresarial de base Santiago de Cuba, de la ENPA, ingenieros Greny Margarita Silva Pérez y Kailer Nieto Simón, precisaron que las barras de acero corrugadas salientes esperan desde hace más de un año por la estructura metálica que acogerá el montaje de los módulos tecnológicos de producción.

Inicialmente, los elementos para esa edificación metálica de más de 40 metros de altura fueron contratados al proveedor extranjero, pero luego se decidió construirlos en Cuba, y ante las limitaciones materiales y financiera extremadas por el recrudecimiento del bloqueo económico de Estados Unidos, después se optó por una solución alternativa en un tercer país.

 «Lo cierto –precisa Silva Pérez–, es que el avance está frenado por la demora de los metales importados que permitirán el montaje tecnológico, así como por la falta de diez pilotes que restan por hincar, mientras que, para levantar el almacén con capacidad para 10 000 toneladas, además de no contar con su estructura metálica, se carece de recursos para la cimentación de balsa».

Nieto Simón añade que las edificaciones socioadministrativas que han contado con mayor avance de albañilería, ahora afrontan el inestable suministro de recursos de terminación, como accesorios para las instalaciones eléctricas, e instalaciones hidrosanitarias y de carpintería metálica, que les darían el toque final.

Desde luego, tal panorama atenta contra el ingreso de técnicos y operarios, pues al decir de la ingeniera Beatriz Duperé Carbajal, de la Empresa Constructora de Obras de Arquitectura No. 57, la falta de recursos limita la secuencia constructiva y, por ende, el sistema de pago en su entidad, donde en marzo solo se cobró poco más del 20 % del salario.

Aledaños al espacio que ocupará la planta, adquieren cuerpo los silos con capacidad para almacenar cada uno 2 000 toneladas de materia prima en granos. Ante la imposibilidad de importarlos, se optó por la recuperación a cargo de una pequeña brigada de montaje de la Empresa Constructora de Obras de Ingeniería No. 11, de tres que permanecieron alrededor de 20 años sin empleo alguno.

 «Se trata de silos muy costosos –explica el responsable de la tarea, ingeniero Avelino Álvarez Escalante–, que fueron montados en la zona del Polvorín y nunca se utilizaron; de ahí que presenten cierto nivel de oxidación en planchas de zinc galvanizado, juntas y tornillería; y si bien hizo engorroso el desarme para el traslado, ahora resulta más difícil armarlos aquí».        

Cientos de partes integran cada silo, y tras la revisión de cada una se restituye la pintura anticorrosiva y el galvanizado, para luego proceder con exactitud a su unión y amarre a través de juntas metálicas fijadas con la tornillería requerida, que finalmente, para evitar la penetración de la humedad, son selladas con la masa calafatear.

ALTERNATIVAS CREADORAS

 «Por su alta incidencia en la producción de alimentos –afirma el director general de la EPPO, Abrahán Cabrera Toledano–, la voluntad de la dirección del país es terminar esta fábrica, y si bien situaciones como el bloqueo de Estados Unidos, las prioridades del enfrentamiento a la COVID-19 y la crisis mundial han entorpecido el avance, otro ritmo le impondrán las alternativas adoptadas».

Según el directivo, el apoyo, tanto local como exterior, que se ha buscado, está dirigido precisamente a aspectos claves como la estructura metálica de la planta y el hormigón para cimentación, que unido al adelanto de todo objeto complementario que sea posible, le darán a la inversión el empuje requerido para enfilar hacia la terminación de la fábrica.

 En ese sentido, se asegura la fabricación, a través de AzCuba en Holguín, de los casquillos metálicos para hincar los pilotes que restan; la fábrica santiaguera de equipos médicos Retomed se encargará la carpintería de aluminio necesaria; y se coordina en varios territorios para adquirir los componentes eléctricos e hidrosanitarios de terminación.

Dado el tiempo que llevan almacenados los módulos tecnológicos, Cabrera Toledano expone que se coordina la inspección y verificación del funcionamiento, y en el caso de los silos, está prevista la compra de las piezas y partes que les darán valor de uso, para que llegado el momento de la esperada puesta en marcha, no surjan imprevistos.

 Siguiendo una visión objetiva, explica que hoy las cuatro plantas de la empresa trabajan con limitaciones en la entrada de materia prima importada, de ahí que se ha coordinado el encadenamiento con la Empresa Agropecuaria de Laguna Blanca, para elevar la producción y contratación de maíz, y se espera que, próximamente, reinicie el proceso fabril en la procesadora de soya.

«Esto nos daría la garantía –enfatiza-, para que el arranque de la llamada a convertirse en la principal industria de piensos en la Isla esté garantizado en todas direcciones, y tenga soberanía en el suministro de la materia prima de procedencia nacional».

EN CONTEXTO:

En reciente reunión nacional con campesinos destacados en la producción porcina, y para asegurar la alimentación de este ganado en el complejo contexto económico del país, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, indicó:

  • Que la base alimentaria tiene que ser nacional.
  • Recuperar la producción de piensos y las soluciones que se encontraron en el periodo especial para el alimento de este animal.
  • Dar soluciones propias a la elaboración del pienso de inicio.
  • Aprovechar al máximo las 63 medidas para potenciar la producción agropecuaria y las 93 medidas para salvar la producción azucarera.