Conversamos con un experimentado abogado avileño sobre el ordenamiento jurídico y el funcionamiento de los nuevos actores económicos en Cuba
José Ángel García Veloso es un litigante nato. Eso dicen de él sus colegas abogados, y también quienes no seamos parte del mundo de la jurisprudencia podríamos aseverarlo, a solo tres minutos de iniciada una conversación. A ese camino de la contraposición de argumentos llegó por la afición a las palabras. José Ángel habla y habla, con agudeza, con elocuencia, sin mirar el reloj.
También escribe, pero, paradójicamente, después de contestar un breve cuestionario pide con insistencia una “vista oral”, la oportunidad de responder cara a cara, de preguntar si se hace entender y comprobar el efecto de sus enunciados. Para luego terminar proponiendo mejor volver a lo escrito: “de seguro divagué”, sonríe.
Hemos acudido a su experticia como abogado especialista en asuntos económicos para acercarnos al mundo de los nuevos actores de la Economía cubana. Con casi 30 años de trabajo, en los que ha combinado el ejercicio de la abogacía con la asesoría jurídica al sector empresarial, sus opiniones tienen como fundamento una mirada crítica del entorno legal y material, así como de las estructuras con las que están naciendo micro, pequeñas y medianas empresas, cooperativas no agropecuarias, cuentapropistas y hasta proyectos de desarrollo local.
Empecemos por las definiciones.
─En su opinión, ¿es correcto emplear el término mipyme en Cuba?
─Preguntado así, tengo que contestarle que sí es correcto. Sin embargo, considero incorrecta la forma en que se usa la mayor parte de las veces, porque mipyme no es un tipo de sujeto. Lo estrictamente acertado sería voy a crear una empresa o una sociedad mercantil o una cooperativa o, más específicamente, una sociedad de responsabilidad limitada, una sociedad anónima, etc. Lo que digo es que mipyme es una clasificación genérica para entidades económicas de escala moderada, MI(cro), P(equeña), y ME(diana) ─porque no puede ser las tres cosas a la vez.
“El acrónimo PYME, y posteriormente MIPYME, surge para diferenciar estas empresas más pequeñas de las grandes empresas, a los fines de dispensarle un tratamiento distinto, desde el punto de vista fiscal, principalmente, pero también contable, en el otorgamiento de créditos, en el fomento de su actividad, en la especial protección contra prácticas abusivas de las grandes empresas.
“Debe ser dicho que esto varía de un ordenamiento jurídico a otro, tanto en los criterios de clasificación como en la diferenciación del tratamiento. En nuestro país, como se sabe, el indicador de clasificación es el número de ocupados (incluye a los socios y, en cuanto a los empleados, no coincide con la nómina sino con la fórmula trabajador/jornada), y tampoco se realiza con el propósito de darle tratamiento distinto a las grandes empresas, sino para limitar su crecimiento a una escala de mediana, que es 100 ocupados”.
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─En Cuba han sido más visibles las sociedades anónimas, sin embargo, las nuevas micro, pequeñas y medianas empresas nacen como Sociedades de Responsabilidad Limitada. ¿Qué ventajas y/o desventajas considera que tiene esta denominación?
─Que el tipo escogido para la nueva empresa privada, que se ha permitido formalizar, sea la sociedad de responsabilidad limitada (SRL), tiene pocas ventajas o desventajas, por lo menos, en las condiciones actuales de Cuba y de su economía, con relación a otros tipos societarios o empresariales, particularmente la más difundida, la sociedad anónima. Lo que sí es una ventaja, a nuestro juicio, es que definitivamente se haya permitido crear empresas con personalidad jurídica propia, independiente a la de su dueño, sobre todo, para convertir los negocios privados que tenían todos los rasgos de una empresa y eran considerados puestos de trabajo por cuenta propia,
“Esto es bueno para la sociedad, los ciudadanos, los emprendedores, porque se gana en organización y en seguridad jurídica. Creo que se ha escogido esta figura por dos razones principales. La primera, que es apropiada a los negocios relativamente pequeños, donde hay un vínculo estrecho, por lo general, entre los socios y la sociedad, por lo menos mayor que en las sociedades anónimas. En las SRL es común que las participaciones se trasmitan con menos frecuencia y que los socios trabajen en ellas.
“Segundo, mantener control sobre la propiedad, al menos formal, de la empresa, porque está establecido que nadie puede ser socio de más de una, disposición muy fácil de burlar si la participación se encuentra incorporada a una acción libremente trasmisible, incluso, por la entrega física”.
─Como abogado especializado en asuntos económicos, asesor jurídico de amplia experiencia y, quizás en el futuro no tan lejano socio de una mipyme, ¿cuáles considera sean los puntos álgidos del proceso de aprobación de nuevos actores de la economía y su funcionamiento?
─En información ofrecida a la Asamblea Nacional del Poder Popular, el pasado 14 de mayo, se informaron los aspectos positivos del proceso, así como las insatisfacciones del funcionamiento de la actividad de lo que se ha dado en llamar “nuevos actores de la economía”. De forma general coincidimos.
“El proceso de aprobación es una de las pocas cosas burocráticas que funciona en Cuba, de manera, digamos, un poco mejor que aceptable, casi bien. Los problemas que tiene, según como lo veo, son: la demora, que no es grandísima, pero es mayor a la establecida y a la prometida, con ciertas irregularidades en casos puntuales que demoran más que la media.
“Un segundo problema que le veo está relacionado con la uniformidad del análisis por parte de los especialistas del Grupo de Actores Económicos del MEP sobre los objetos sociales. Dos objetos sociales que se redactan idénticos, son enmendados en el MEP de forma distinta uno y otro, para resultar diferentes, esto contribuye con la demora y afecta la igualdad, porque cada enmienda se informa, se arregla y se envía nuevamente, eso cuesta generalmente dos o tres semanas más. Por otra parte, a unas entidades se le aprueban actividades que a otras no.
“Después el proceso de constitución, como tal, es más o menos ligero, aunque hay que acotar que, para esto y para todo, las notarías están por encima de sus capacidades. En el caso de la Dirección Provincial de Justicia en Ciego de Ávila se prioriza y sale”.
• Las mipymes en Cuba y su marco jurídico: ¿qué deben conocer los empresarios?
─¿Qué amenazas y/o debilidades identifica en este nuevo escenario?
─Las amenazas fundamentales de las empresas privadas, y también de las cooperativas, están relacionadan con varios puntos que voy a referir por orden de importancia, según mi criterio personal y experiencia:
a) El aprovisionamiento de equipamiento, materias primas, insumos y otros bienes, que viene encadenado con el financiamiento en divisas convertibles;
b) El tratamiento tributario;
c) La contratación; y
d) La intervención estatal en su funcionamiento interno.
“Paso a desarrollar algunos de estos puntos. Es prácticamente imposible obtener equipamiento, materias primas y materiales en pesos cubanos, primero por lo deprimida que esta la producción en el país y, segundo, porque la poca producción que existe se destina a la venta en divisas, ya que es la única manera de obtenerlas para sostener la actividad de la entidad. A lo que se suma, en los últimos tiempos, que ya los proveedores han comenzado a rechazar la llamada MLC porque su respaldo bancario no existe.
“Entonces, ¿cómo consiguen divisas los que no tienen permitido o no tienen posibilidad de crear un mecanismo de financiamiento en esa moneda, digamos una cafetería o restaurante, un transportista por ejemplo? *
“Mediante artificios de dudosa legalidad, que fracturan no solo la legalidad, sino la trasparencia del registro contable y explota el nivel de los precios. En la Asamblea se ha hablado de un mecanismo selectivo centralizado de asignación de divisas, que creo no va a resolver el problema.
“En mi opinión, podría explorarse la posibilidad de que, como una vez fue, se le otorgue a una institución financiera la posibilidad de comprar y vender divisas a un precio cercano al del mercado. Esto permitiría, por lo menos, trasparentar las operaciones contables. Existe una segunda vía que sería una ficción legal, esto es, permitir el registro o la asimilación a los efectos fiscales, del valor de las divisas en el mercado.
“Sobre la carga tributaria debemos decir que es igual y relativamente alta para las mipymes, sin importar dentro de ellas la escala que poseen. Creo que esta clasificación debería tener alguna utilidad, de manera que una microempresa tenga un tratamiento tributario distinto a una pequeña y esta a una mediana y esta, a su vez, a una grande. Lo mismo que el proceso contable, en todas tiene la misma complejidad.
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“La contratación trae problemas desde siempre, pudiéramos decir. Se ha puesto al contrato en escrutinio por su aspecto formal: que si tiene un cuño aquí o allá, que si existen determinadas certificaciones, que si tiene esta o aquella cláusula, convirtiéndole en un obstáculo, más que en una vía de solución. Un contrato necesita de un consentimiento limpio, verdadero, que se asiente en las necesidades y posibilidades de las partes, luego un documento claro y preciso, donde se refleje este acuerdo junto con todas las medidas que se aplicarán para conseguir el cumplimiento, nada más.
“Por último, el Estado debe limitar su intervención en estas entidades al cumplimiento de sus obligaciones tributarias; al proceso contable; a la cuestión laboral, particularmente seguridad y salud del trabajo; a la protección contra incendios y a la seguridad de las instalaciones y procesos en general; al cumplimiento de las reglas de protección ambiental. Es decir, a las cuestiones de carácter general, pero no en el funcionamiento interno, en la colocación, utilización y control de los recursos materiales y financieros, que son problema de los propietarios”.
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*Esta entrevista se realizó antes del anuncio de nuevas medidas económicas, entre las cuales se incluye la venta de moneda libremente convertible a una tasa “económicamente fundamentada”.
