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martes, 9 de agosto de 2022

La medicina de la inflación, una inocentada que amenaza al progreso

Este es un artículo de opinión de Anis Chowdhury y Jomo Kwame Sundaram. Chowdhury es un exprofesor de economía de la Universidad Occidental de Sídney y ocupó altos cargos en la ONU. Kwame Sundaram es un exprofesor de economía y ex secretario general adjunto de la ONU para el Desarrollo Económico.


Supeditar la respuesta a la compleja crisis actual al dogma de contener la inflación, lleva a la economía mundial al borde de la recesión. Imagen: Apufat

SÍDNEY / KUALA LUMPUR – La economía mundial está al borde de la recesión, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). La guerra en Ucrania y las sanciones contra Rusia han frenado la recuperación tras la pandemia de covid-19.

Más de 80 bancos centrales ya han subido los tipos de interés en lo que va de año. Salvo el gobernador del Banco de Japón, los líderes de los bancos centrales han reaccionado a la inflación subiendo las tasas de interés. Por lo tanto, la estanflación es cada vez más probable, ya que el aumento de los tipos de interés ralentiza la economía, pero no aplaca la inflación impulsada por los costes de la oferta.

El giro del FMI que no se explica

El economista jefe del FMI ha advertido recientemente que la inflación en los niveles actuales representa un claro riesgo para la estabilidad macroeconómica presente y futura, y que volver a situarla en los objetivos del banco central debería ser la máxima prioridad de los responsables políticos.

Aunque reconoce los costes a corto plazo de la subida de los tipos de interés, nunca se ha molestado en explicar por qué los objetivos de inflación deben considerarse sacrosantos independientemente de las circunstancias. La mera afirmación de que la inflación será más costosa si no se controla ahora es una forma de hacer política basada en la evidencia.

Después de todo, solo un mes antes, el 7 de junio, el FMI aconsejaba: «Los países deben permitir que los precios internacionales se trasladen a los precios internos, protegiendo al mismo tiempo a los hogares más necesitados».

El FMI reconoció que las principales fuentes de la inflación actual son las interrupciones del suministro, primero debido a los cierres por pandemias que interrumpen las cadenas de abastecimiento, y luego, los cortes en la entrega de alimentos, combustible y fertilizantes debido a la guerra y las sanciones.

¿La Reserva Federal es infalible?

Sin explicar por qué, el presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Jerome Powell, insiste en emular a su héroe, su antecesor Paul Volcker durante el periodo 1979-1987. Volcker se hizo famoso por haber casi duplicado el tipo de interés de los fondos federales hasta casi una tasa de 20 %.

De este modo, Volcker provocó la recesión más larga de Estados Unidos desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado, aumentando el desempleo hasta casi 11 %, mientras que los efectos de esa desocupación en la salud y los ingresos de los trabajadores despedidos, persistieron durante años.

Cuando se le preguntó en una audiencia en el Senado de los Estados Unidos si la Reserva Federal estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para controlar la inflación, incluso si eso perjudicaba el crecimiento, Powell replicó: «La respuesta a su pregunta es sí».

Pero los principales bancos centrales han reaccionado en exceso una y otra vez, con consecuencias desastrosas. Milton Friedman sostuvo que la Reserva Federal estadounidense exacerbó la Gran Depresión de los años 30. En lugar de proporcionar alivio a las empresas con problemas de liquidez a corto plazo, restringió el crédito, aplastando la actividad económica.

Del mismo modo, un posterior presidente de la Fed, Ben Bernanke (2006-2014) y otros economistas demostraron que el exceso de celo en el ajuste monetario fue el principal responsable de la estanflación de la década de los años 70. Ahora que los precios siguen subiendo a pesar de la subida de los tipos de interés, la estanflación se cierne sobre nosotros.

El trío del Atlántico Norte

La mayoría de los presidentes de los bancos centrales lleva mucho tiempo obsesionada con la lucha contra la inflación, insistiendo en contenerla en 2 %, a pesar de perjudicar así el progreso económico. Esta respuesta está prescrita, incluso cuando la inflación no se debe principalmente al aumento de la demanda.

Powell observó recientemente que la oferta es una parte importante de la historia, reconociendo que la guerra en Ucrania y las restricciones de la pandemia ocasionadas en China han hecho subir los precios.

El presidente de la Fed admite que unos tipos de interés más altos pueden aumentar el desempleo, pero insiste en que el cumplimiento del objetivo del contener la inflación en una tasa de 2 % es incondicional. Afirmó que “tenemos las herramientas y la determinación para bajar a 2 %”, insistiendo en que “vamos a hacerlo”.

Aunque reconoce que las grandes tensiones entre la oferta y la demanda son la causa principal de la inflación, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, también se compromete a cumplir el objetivo de contener la inflación en una tasa de 2 %, sin permitir peros al respecto.

Mientras, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, no espera volver a ese entorno de baja inflación en breve, al admitir que el índice de precios en la zona del euro está siendo impulsado por una compleja mezcla de factores. Pero insiste en subir los tipos de interés durante el tiempo necesario para que la inflación vuelva al objetivo de 2 %.

¿Inocentada?

Gran parte del problema se debe al haber convertido en dogma del objetivo de inflación de 2 %. Como admitió más tarde el entonces gobernador del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda, el primer banco central que adoptó un objetivo de inflación de 2%, se trató de una cifra que se sacó de la manga.

De hecho, un comentario casual del entonces ministro de Finanzas de Nueva Zelanda durante una entrevista televisiva el 1 de abril de 1988, coincidiendo con el día de los inocentes en ese y otros países, en el que decía que pensaba en una auténtica estabilidad de precios, en torno a 0, o entre 0 y el 1 %, se terminó convirtiendo en la política monetaria en todo el mundo.

Powell también reconoció que, “desde la pandemia, vivimos en un mundo en el que la economía está impulsada por fuerzas muy diferentes”. Y confesó: “creo que entendemos mejor lo poco que entendemos sobre la inflación”.

La autoridad monetaria estadounidense reconoce también que los cambios en la globalización, la demografía, la productividad y el progreso técnico ya no frenan el aumento de los precios como durante la llamada Gran Moderación.

La determinación de Bailey de situar la inflación en 2 % es aún más sorprendente, ya que admite que el Banco de Inglaterra no puede impedir que la inflación llegue a 10 %, y que “no hay mucho que podamos hacer”.

Aunque no tiene ninguna base teórica, analítica o empírica, muchos líderes de los bancos centrales tratan los objetivos de inflación como la mejor práctica universal en todas las circunstancias. Así, a pesar de reconocer los trastornos de la oferta y los cambios en las condiciones económicas imperantes, siguen insistiendo en el objetivo de inflación de 2 %.

El tipo de interés, una herramienta contundente

El dogma del objetivo de inflación de los bancos centrales causará mucho daño. Incluso cuando la inflación está aumentando, el incremento de los tipos de interés puede no ser la herramienta política adecuada por varias razones.

En primer lugar, el tipo de interés solo aborda los síntomas, no las causas de la inflación, que pueden ser muchas. En segundo lugar, subir los tipos de interés con demasiada frecuencia y en exceso puede acabar con las empresas productivas y eficientes junto con las que lo son menos.

En tercer lugar, al ralentizar la economía, los tipos de interés más altos desalientan la inversión en nuevas tecnologías, en la mejora de las competencias, en las instalaciones y en los equipos, lo que afecta negativamente al potencial de la economía a largo plazo.

En cuarto lugar, los tipos de interés más altos aumentarán la carga de la deuda de los gobiernos, las empresas y los hogares. El endeudamiento se aceleró tras la crisis financiera mundial de 2008-2009, y aún más durante la pandemia.

El endurecimiento monetario también limita la política fiscal.


Una economía más lenta implica menos ingresos fiscales y más gasto en provisiones sociales. El aumento de los tipos de interés también eleva el coste de la vida, ya que los costes del servicio de la deuda de los hogares aumentan, especialmente en el caso de las hipotecas. El coste de la vida también aumenta porque las empresas repercuten los tipos de interés más altos en los consumidores.

Innovación política

En general, se reconoce que el repunte inflacionario de este año obedece a la escasez de suministros, principalmente a causa de la nueva Guerra Fría (liderada por Estados Unidos y China), la pandemia, la guerra en Ucrania y las sanciones.

El aumento de los tipos de interés puede frenar el aumento de los precios al reducir la demanda, pero no aborda las limitaciones de la oferta, la principal causa de la inflación actual.

Por lo tanto, la política antiinflacionaria en las circunstancias actuales debería pasar de la supresión de la demanda interna, con tipos de interés más altos, a la mejora de la oferta.

Subir las tasas de interés sube los costes del crédito para todos.

En lugar de ello, deberían suavizarse las restricciones financieras a las industrias deseadas que deben promoverse (por ejemplo, las energías renovables). Mientras tanto, el crédito para las actividades indeseables, ineficientes, especulativas e improductivas (por ejemplo, la compra de bienes inmuebles y de acciones) debería endurecerse.

Esto requiere políticas macroeconómicas que apoyen la diversificación económica, promoviendo las inversiones industriales y la innovación tecnológica. Cada objetivo requiere herramientas políticas adaptadas.

En lugar de reaccionar ante la inflación subiendo el tipo de interés, un instrumento contundente que sirve para todo, los responsables políticos deberían considerar las distintas causas de la inflación y su interacción.

Cada fuente de inflación necesita herramientas políticas apropiadas, no un instrumento contundente para todos. Pero los banqueros centrales siguen considerando el aumento de los tipos de interés como la principal, si no la única, política contra la inflación, un martillo universal para todas las causas de la inflación, todas ellas consideradas como clavos.

T: MF / ED: EG

Habilitadas desde hoy operaciones de compra de monedas extranjeras a través de cajeros automáticos y Cadeca

POR BANCO CENTRAL DE CUBA
9 AGOSTO 2022






Como se explicó el pasado miércoles 3 de agosto por la ministra presidente del Banco Central de Cuba en la Mesa Redonda, el jueves 4 comenzó la implementación de las operaciones de compra de las monedas extranjeras aceptadas actualmente en el país, en la red de oficinas de los bancos y CADECA, con un nuevo tipo de cambio.

En tal sentido, se informa que a partir de hoy martes 9 de agosto inician las operaciones a través de los cajeros automáticos y los terminales de puntos de venta ubicados en bancos, CADECA y comercios que actualmente ofrecen sus productos y servicios en CUP.

Por estos dos canales de pago electrónicos, podrán realizar operaciones las tarjetas del sistema RED asociadas a los productos en MLC, emitidas por el Banco de Crédito y Comercio, Banco Popular de Ahorro y Banco Metropolitano, excepto las asociadas a personas jurídicas de las Formas de Gestión no Estatal, según lo establecido en la Resolución No. 222 del 6 de septiembre de 2021 del Banco Central.

Además, podrán operar las tarjetas VISA y MasterCard que se aceptan en el país para la extracción de CUP y compra de productos y servicios en los comercios habilitados en esta moneda.

Se continúa trabajando en la implementación de otras opciones en cajeros automáticos y demás canales de pago electrónicos, para que el Sistema Nacional de Pagos tenga incorporada la operatoria con el nuevo tipo de cambio.

Siniestro en Matanzas: ¿cómo afecta al turismo en Varadero?. Comentario HHC


Los hoteles en la zona operan con normalidad y no ha sido necesaria ninguna evacuación

9 agosto, 2022

Los hoteles del polo turístico de Varadero operan con normalidad

El pasado viernes un rayo impactaba en un depósito de combustible en una zona industrial de la provincia de Matanzas (Cuba), lo que provocaba un incendio que a día de hoy no ha podido ser extinguido. Las llamas dejaban una inmensa nube de humo negro visible desde muchos puntos de la isla, como Varadero, uno de los principales polos turísticos del país. ¿Cómo le está afectando el siniestro? Desde el sector lanzan un mensaje de tranquilidad. "Los hoteles operan con tranquilidad y no ha sido necesaria ninguna acción de evacuación", destacan fuentes hoteleras.

De este modo, el principal balneario del país, situado a unos 40 kilómetros del lugar del accidente, no se ha visto afectado por la columna de humo que llega a todo el noreste occidental del país, detallan fuentes de Meliá Cuba.

"Varadero y toda la zona este de Matanzas están bien. La columna de humo se está moviendo hacia occidente, por lo que es más probable que el humo se perciba en La Habana que en otras zonas de Matanzas", explican estas fuentes a HOSTELTUR

También las autoridades destacan que el principal destino de sol y playa del país funciona con total “normalidad”, según recoge la prensa cubana.

Es más, los trabajadores del sector del turismo se han sumado a las donaciones de sangre necesarias para los heridos del incendio de Matanzas.

"Nuestros hoteles, tanto en Varadero como en el resto de los destinos, están operando con normalidad y no ha sido necesaria ninguna acción de evacuación", inciden.

Recomendaciones

No obstante, las fuentes hoteleras consultadas trasladan las recomendaciones lanzadas por el Ejecutivo cubano a aquellos que se encuentran más cerca del lugar del siniestro.

"Por las partículas que han sido despedidas al aire, el Gobierno ha orientado usar mascarillas a las personas más cerca de la zona de la catástrofe (o expuestas al humo) y evitar mojarse en la lluvia. Esas son las indicaciones de las autoridades hasta el momento", apuntan.


Vista de la columna de humo que deja el incendio.

"Aunque la nube de humo del incendio en Matanzas contiene algunos gases contaminantes, sus concentraciones en superficie no son elevadas, por tanto, debemos actuar con serenidad, tomar las medidas de protección personal en los casos que se requiera", señalaba en Twitter el Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba.

El siniestro deja hasta el momento un muerto que no ha sido identificado todavía, 121 lesionados y 17 bomberos desaparecidos que "estaban en la zona más cercana intentando evitar la propagación", según informaron las autoridades.

Este incidente sucede solo tres meses después de la explosión en el hotel Saratoga de La Habana que dejó 47 fallecidos, incluida una joven turista española

Una serie de fuertes explosiones complicaba el lunes los trabajos de extinción del gran incendio de Matanzas, en lo que ya las autoridades consideran el mayor siniestro industrial de la historia del país. Las llamas podrían seguir días activas, según los especialistas.

Comentario HHC:  Cuba jamás prondría en riesgo ni a sus visitantes ni a su población.

En la mañana de hoy, se anunció que por primera vez el humo empezó a tornarse gris y en partes blanco, esto quiere decir que empieza a controlarse el incendio.  Hoy es un día decisivo en este propósito.

Esta foto del reportero Ricardo López, es una de las imágenes , que desmuestran  lo heroico ante tamaño desafio. No la olvidemos nunca.


 

La inflación y su control: ¿puede hacerse algo desde la empresa?

Como parte de un programa antiinflacionario de mayor envergadura, las empresas pueden contribuir a mitigar el proceso. Al hacerlo, podrían abordar asuntos medulares para mejorar su gestión.




La inflación abarca no solo la oferta, sino también la demanda, los costos e incluso las expectativas e incertidumbres de empresas y población ante la espiral inflacionaria.


Mucho se ha escrito sobre la inflación y qué hacer para controlarla. En la actualidad, por razones conocidas, el problema ha adquirido una dimensión global. Causas conocidas que escapan al control de los contextos nacionales han hecho acto de presencia y sus efectos no desaparecerán en el corto plazo.

En nuestro caso,  además de tales circunstancias, lidiamos desde hace mucho tiempo – hoy con mayor intensidad- con otros factores externos de signo adverso que continúan entorpeciendo  el desempeño de la economía cubana. Tampoco está bajo nuestro control eliminarlos. 

Un fenómeno de varias causas

La inflación, sin embargo, es un fenómeno multicausal no sólo achacable a causas estrictamente externas, o sólo asociadas con alguna variable en particular. En un reciente foro celebrado en nuestro pais, varios expertos argumentaban a fondo esta multicausalidad en un espectro que abarca no sólo la oferta (por demás la más tratada en nuestros medios), sino también la demanda, los costos e incluso las expectativas e incertidumbres de empresas y población ante la espiral inflacionaria.

Se ha insistido bastante en los últimos tiempos por parte de las autoridades sobre la necesidad de que las empresas estatales analicen sus fichas de costo (estas reflejan el costo unitario de los bienes y servicios que se ofrecen) y detecten reservas para la disminución de sus costos que contribuyan a la reducción de precios o la detención de su escalada.

Esa revisión debiera asumirse por las empresas como detonante para emprender acciones que conduzcan a una mayor eficiencia operacional, lo que trasciende la coyuntura inflacionaria. El costo, a fin de cuentas, además de consecuencia de factores externos a la empresa que escapan a su control, es también resultado de la gestión interna de factores tangibles e intangibles.

Para significar la importancia de lo anterior en nuestro caso particular, baste recordar que una importante proporción de nuestro sistema empresarial estatal arroja pérdidas y deberá someterse a una reestructuración financiera y organizativa.


No existen soluciones milagrosas para el proceso inflacionario.

Menú de acciones y autonomía empresarial

Entre las acciones a emprender se pueden mencionar en primer lugar las siguientes, que cuentan con metodologías y técnicas validadas en la práctica empresarial internacional (y cubana también):

Una revisión del modelo de negocios de la empresa (en pocas palabras, cómo hace para ofrecer bienes y servicios a sus clientes y obtener utilidades), lo que significa evaluar asuntos como sus actividades y recursos clave, la estructura de costos correspondiente a dichos recursos y actividades, su red de contactos, los clientes que atiende y la propuesta de valor que les ofrece.

En consonancia con lo anterior, la creación de equipos multidisciplinarios para la mejora de los procesos básicos para crear valor, que puedan diagnosticar su estado actual y oportunidades de mejoras en variables como tiempos, costos y calidad. En resumen, el despliegue de la gestión por procesos, uno de los fundamentos de la gestión empresarial contemporánea.

Así mismo, forman parte de las opciones a considerar otros temas estratégicos como acometer la transformación digital, evaluar la factibilidad de la alternativa «lo hacemos nosotros o contratamos a otros», monitorear tendencias del entorno de negocios, fomentar alianzas con proveedores y asociaciones económicas con otras entidades empresariales, no solamente extranjeras ni estatales.

Estas acciones, por sí solas, no deben identificarse como la solución milagrosa del problema inflacionario.  Como se dijo al inicio, este requiere abordar sus causas en su individualidad y reforzamientos mutuos – sabiendo que hay factores que no dependen de la gestión de la empresa-  y emprender soluciones que las abarquen todas, desde la macroeconomía hasta el nivel empresarial.

En este último caso, además, pesa una interrogante ¿en qué acciones de las mencionadas, nuestras empresas estatales cuentan con autonomía suficiente para poder decidir y ejecutar con rapidez su puesta en práctica ?

Por ejemplo: gestionar su cartera de clientes y proveedores sin condicionamientos predeterminados respecto a quienes tiene obligatoriamente que vender o comprar, la dependencia  de asignaciones centralizadas de recursos críticos cuyo otorgamiento  y disponibilidad  no compaginan en tiempo y volumen con sus necesidades operativas, contar con potestades de comercio exterior, mayor flexibilidad para decisiones de inversión, entre otras.

Estas limitaciones no significan que aún en esas condiciones resulte imposible del todo movilizar reservas internas de reducción de costos en nuestras empresas. Sólo significa – una vez más- que la economía es un sistema, por demás abierto, complejo, multivariable y sometido a la incertidumbre. La inflación y el diseño e implementación de un programa para su manejo efectivo son muestra palpable de tal afirmación.