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viernes, 16 de septiembre de 2022

Hasta hoy, estrategia cambiaria por debajo de las expectativas





En la columna Compras, luego existes, del 26 de agosto, este autor destinaba entusiastas palabras al inicio, tres días antes, de la compra de divisas en efectivo por personas naturales en los establecimientos de Cadeca.

Expresaba en aquel trabajo que la medida suponía “un espaldarazo para los ciudadanos en función de hacernos por la vía estatal de algún muy discreto nivel de euros, cuando haga falta y le resulte posible al bolsillo. Estos u otra moneda que pueda pasarse a la tarjeta, pues el dólar sabemos no es posible por razones del bloqueo”.

Destacaba que el inicio de la venta en divisas, como parte de la ineludible conformación del mercado cambiario, supone un aliciente que además debe actuar en tanto dique de contención hacia aumentos potenciales del mercado informal. Al menos es cuanto dicta la lógica mercantil, añadía el trabajo.

Pero también alertaba: “El éxito de esta medida, a mi modo de ver, depende del nivel de operaciones de Cadeca y de la existencia diaria de moneda libremente convertible en dichos establecimientos. De lo contrario, nada se haría con que a las pocas horas de abrir el local no quedase nada para vender, pues ahí estaríamos en las mismas”.

Añoraría que otro fuese hoy el escenario y no resultara necesario escribir este texto, mas -hasta la fecha- la medida no ha tenido el éxito esperado, en gran parte porque ocurre justo cuanto sentencia el anterior párrafo.

Aunque quizá sea temprano para valorar, todo sucedió conforme a lo previsto, incluso para quienes conocemos poco de economía: ante la irrupción de una estrategia cambiaria nacida sietemesina (por no contarse con la divisa suficiente para vender, en cantidad y durante todo el día, en las unidades designadas), la contrarrespuesta urgente del mercado informal sería la elevación, aun más, de los gravámenes de las monedas fuertes.

Y, en efecto, así fue. La espiral alcista actual redunda en que al publicarse el comentario las respectivas ventas de dichas monedas ronden los 165 pesos, con todo cuanto ello entraña, no siempre sin una razón económica real, en la elevación de los precios de un amplio espectro de productos, procedan o no de las tiendas recaudadoras de divisas.

No se precisa ser un gurú del sector para inferir que el disparador de la emigración vía Nicaragua conducirá a que en pocas semanas el dólar alcance los 200 pesos.

Más allá de los saldos mucho más favorables que hayan podido registrase en el circuito de aeropuertos, donde se opera bajo otro contexto y códigos, y la solución de determinadas necesidades puntuales a algunas personas naturales (40 o 50 turnos en las Cadecas y topes para la compra no dejan mucho margen para satisfacer a demasiados), en términos globales ciudadanía, el beneficio de la medida, hasta hoy, es bastante limitado.

Probablemente todavía existan algunos ases institucionales por sacar (es algo que muchos esperamos con vehemencia); pero de no ocurrir así el cisma entre la opción estatal, la más favorable por mucho al comprador aunque harto reducida, y la informal alcanzará distancias insospechadas.

El Toque exchange y un apocalipsis de dos centavos. Comentario HHC

 Por: Antonio Rodríguez Salvador

 

Según El Toque, es decir, la NED (Fundación Nacional para la Democracia) —quien tenga dudas de la relación vaya al sitio Espacio Público—, ellos calculan la tasa de cambio informal en base a datos confiables. Subrayo la palabra confiable, y acudo al diccionario. Confianza: “Esperanza firme que se tiene en algo o en alguien”; “familiaridad o libertad excesiva”;  “pacto o convenio hecho oculta y reservadamente entre dos o más personas, particularmente si son tratantes o del comercio”.

También nos dicen que para el cálculo de dichas tasas usan valores del mercado informal, específicamente la mediana de compra y venta en divisas en grupos de redes sociales y sitios de clasificados. Volvamos entonces a la palabra confianza y hagámonos algunas preguntas: ¿Quiénes son esos que administran grupos de venta informal, y que les generan tanta confianza a los de El Toque? ¿Hay familiaridad o pacto comercial oculto entre ellos? ¿Acaso se puede confiar en quienes no conocemos?

No son capciosas las preguntas: ¿Cómo podemos llegar a un número real promediando precios de oferta, sin tener en cuenta el volumen de ventas reales? ¿Acaso las conocen porque intiman con las personas que allí venden?  Pongo un ejemplo de mediana sin tener en cuenta el volumen de ventas. Supongamos que hay 5 ofertas con 5 precios diferentes: 5, 10, 20, 25 y 30. La mediana en este caso es 20. Ahora bien, supongamos que al precio de 5 se vendieron 20 productos, mientras que del resto, ninguno. (A calidades semejantes, es lógico tratar de pagar menos. ¿O no?). El precio real sería entonces 5, no 20.

Leo en El Toque un reciente artículo. Cito: “En los primeros días de septiembre la tasa de cambio del CUP en el mercado informal llegó a la emblemática marca de 150. Este número, junto a muchas otras experiencias extremadamente difíciles que atraviesan los cubanos en los últimos años, nos transporta a 1993, cuando se vivían los peores momentos del período especial”.

Es obvio que en El Toque tienen problemas con el análisis estadístico. A ver, en 1994 el salario medio en Cuba era de 190 pesos, de modo que si dividimos 190 entre 150 nos da 1,27 dólares por trabajador. Ahora bien, el salario medio en 2021 ya era de unos 3800 pesos, de modo que si dividimos 3800 entre 150 nos da 25,33 dólares por trabajador. ¡Vaya pequeñez de error! Se ha equivocado en apenas el 1994% (casualidad de número). Es el clásico apuntar al Morro y darle a la Cabaña.

“Es obvio que en El Toque tienen problemas con el análisis estadístico”.

Prosigue el economista, y cito: “El gran error ha sido la decisión de perseguir una compra neta de USD en las operaciones de las Cadeca y los bancos. Ello implica sacar USD de un mercado en el que no sobran los USD, faltan, y una evidencia muy clara ha sido su continuado encarecimiento en el mercado informal durante más de dos años. Poco turismo y menos remesas son dos factores fundamentales en este desequilibrio”.

O sea, y enfatizo. Nos dice que poco turismo y menos remesas son dos factores fundamentales en ese desequilibrio. Pero si en el primer semestre de este año el turismo creció un 557% respecto a igual período de 2021, ¿por qué razón desde enero hasta hoy la tasa informal es del doble? Hay algo que no cuadra en el análisis. Súmese que también han aumentado considerablemente las visitas de cubanos residentes en el exterior.

Además, nos dice: “La disposición del sistema financiero de comprar más USD de los que van a vender es sumamente inflacionaria. De esta forma, el mercado cambiario formal se convierte en un emisor neto de CUP, en un momento en el que la economía está inundada de CUP debido a la monetización de los excesivos déficits fiscales”.

Prosigue: “Además, presiona a una mayor depreciación de la tasa de cambio informal (tal y como en efecto ocurrió en agosto y continúa en septiembre) y ello se transmite a los costos de producción y a los precios finales de los productos en los mercados de consumo (el llamado efecto traspaso hacia la inflación)”.

O sea, la culpa de la depreciación del peso se debe a que la medida del Banco Central es… ¿altamente inflacionaria? ¿De verdad? ¿Eso es así?

Veamos. Resulta que la venta de divisa se hace en 37 unidades de Cadeca de todo el país. He estado realizando búsquedas, y en estos primeros días la venta promedio es de unos 7000 equivalentes a dólares, lo cual implica un monto diario de 259 000 MLC. Ahora, fíjense, si dividimos esa cantidad entre 11 millones, tenemos que, como promedio, cada cubano compraría apenas dos centavos de dólar al día. O sea, gasta 86 pesos al mes. Apenas dos libras de malanga, o un caramelito a la semana. ¡Y esa es una medida “altamente inflacionaria”! ¿Es eso lo que provoca, “por el llamado efecto traspaso hacia la inflación”, la elevada depreciación del CUP?

Es ridículo, una tomadura de pelo ese artículo. El final, por supuesto, ya aburre: más de lo mismo. Proponen “cambios en el modelo de socialismo burocrático y la persistente apuesta por el monopolio de la empresa estatal”. O sea, privatizar, aunque también pudieron decir: volver al año 1958, lo cual es más coherente y honesto con lo que en verdad quiere la Agencia Central de Inteligencia para Cuba.

(Tomado de La Jiribilla)

Comentario HHC:  Muy bueno que se den estos debates. Hay tres aspectos que quiero señalar:

1- El estado fijó la tasa de cambio de compa- venta en divisas teniendo en cuenta como referencia la INFORMAL. De facto la validó.
2- Nadie sabe a ciencias ciertas la cantidad de divisas que se vende en el mercado informal, por lo que el costo de oportunidad más la especulación debe estar influyendo en el mismo. Y para colmo el mercado legal , coleros mediante, es abastecedor de divisas del mercado informal a pesar de ese tipo de actividad está penada en nuestro Código Penal.
3- No es posible que 11 millones de cubanos compren, los niños no participan, mas bien el número de adultos existentes y de estos los interesados en participar en ese mercado, que la CADECA debe saber cuántos participan o demandan en ese servicio.

Lo que hay que hacer antes de debatir con el Toque, es combatir la especulación del mercado informal con nuestro código penal, contra los "lidercillos" de ese mercado y confiscando la "mercancía". Ser más eficientes en la compra - venta de las CADECAS, multar a los coleros, si multamos por pisad el césped y garantizar parte de la oferta de productos en MN , con la ganancia que se obtenga.