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domingo, 28 de mayo de 2023

El G7 en Hiroshima: ¿Dónde está la recesión?

 Michael Roberts

26/05/2023


Los líderes del G7 se han reunido el pasado fin de semana en Hiroshima, Japón, el lugar del primer holocausto con bombas atómicas lanzadas por bombarderos estadounidenses en la ciudad en agosto de 1945, lo que provocó la muerte de al menos 100.000 personas. Pero las principales deliberaciones de los líderes del G7 no han sido sobre eso, sino sobre cómo "contener" a China y "proteger" a Taiwán de la "agresión" china a través de una mayor militarización de la isla, convertida en una espina en el costado de los dirigentes chinos. Es una forma de lo que la policía británica llama "kettling", a saber, rodear y contener a los manifestantes en las protestas públicas. No es casualidad que, con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que ahora está expandiendo su papel a Asia, el líder ucraniano Zelensky haya sido invitado a dirigirse a los líderes del G7. Contra programando, los chinos han celebrado una conferencia de estados de Asia central en Xian. Tales son las maquinaciones de un conflicto geopolítico cada vez más intenso.

Pero este blog trata sobre economía y la reunión del G7 es una oportunidad para considerar el estado de la economía mundial en los primeros cinco meses de 2023. Mi nota de diciembre pasado sobre las perspectivas económicas para 2023 se titulaba "la inminente crisis". Y escribí que "Nunca se ha esperado tanto una recesión inminente. Tal vez eso signifique que no sucederá, ¡dado el historial de los pronosticadores económicos convencionales! Pero esta vez el consenso parece ser correcto".

Cinco meses después, no ha habido una crisis, al menos no según la definición muy simplista de la teoría económica ortodoxa de lo que es una recesión "técnica": una contracción del PIB real de una economía durante dos trimestres consecutivos. Varias economías del G7 han estado bastante cerca de cumplir este criterio: Alemania e Italia registraron una contracción en el cuarto trimestre-22; Alemania y Canadá se estancaron en el cuarto trimestre y el Reino Unido apenas creció en ambos trimestres. Francia no ha estado mucho mejor y EEUU, la economía del G7 con mejor rendimiento, redujo a la mitad su tasa de crecimiento en el primer trimestre-23.

La Oficina Nacional de Investigación Económica de los EEUU (NBER) es el organismo al que se suele hacer referencia para decidir si hay una crisis en aquel país. Su criterio cubre muchos más indicadores económicos. Así es como lo define la NBER:

"Debido a que una recesión debe afectar a la economía en general y no limitarse a un sector, el comité hace hincapié en los índices de actividad económica para toda la economía. La determinación de los meses de picos y valles se basa en una serie de índices mensuales de la actividad económica real agregada publicadas por las agencias estadísticas federales. Estos incluyen ingresos personales reales menos transferencias, empleo de nóminas no agrícolas, empleo medido por la encuesta de hogares, gastos reales de consumo personal, ventas al por mayor y al por menor ajustadas a los cambios de precios y producción industrial. No hay una regla fija sobre qué índices aportan información al proceso o cómo se ponderan en nuestras decisiones. En las últimas décadas, los dos índices a las que hemos dado más importancia son los ingresos personales reales menos las transferencias y el empleo de nóminas no agrícolas".

Por lo tanto, la definición de recesión de la NBER es más un juicio que un conjunto rígido de indicadores. Los más importantes es si los ingresos personales reales están aumentando o disminuyendo y si el empleo está aumentando o disminuyendo. En los dos últimos trimestres, los ingresos personales reales de EEUU aumentaron un 0,2 % en el cuarto trimestre-22 y solo un 0,05 % en el tercer trimestre (eso es básicamente plano). Así que todavía no hay contracción, pero casi se ha detenido la económía.

En cuanto al empleo, aunque el crecimiento se desaceleró durante gran parte de 2022, el empleo aumentó un 0,6 % en el cuarto trimestre-22 y al mismo ritmo en el primer trimestre. De hecho, se da mucha importancia a las bajas tasas de desempleo en los EEUU y el resto del G7. En los EEUU, la tasa está en un mínimo de 50 años. Y es la misma historia en las otras economías del G7, aunque a diferentes niveles.

Sin embargo, ambos indicadores clave de la NBER son indicadores rezagados de una crisis. Son confirmaciones de una crisis que ya está en curso. El aumento del desempleo y la caída de los ingresos solo ocurren cuando se está produciendo una crisis, por lo que la NBER los utiliza. Pero estos indicadores no son una guía para saber si hay "una caída inminente". En la producción capitalista, si las empresas están reduciendo la inversión y despidiendo a su fuerza de trabajo y reduciendo así la factura salarial general, los ingresos por ventas habrán estado cayendo y las ganancias habrán disminuido mucho antes de eso. Así que debemos buscar indicadores principales en otro lugar.

La teoría económica marxista sugiere que las caídas ocurrirán cuando la rentabilidad del capital comience a caercon el tiempo, conducirá a una caída en las ganancias totales en una economía. Esas ganancias pueden ser exprimidas aún más por los aumentos en el coste del capital, es decir, los costes de interés de los préstamos.

Y según estos criterios, las señales están aumentando de una crisis inminente. Las ganancias corporativas de EEUU están sufriendo la mayor recesión en siete años. Al cierre del primer trimestre, se estima que las ganancias de las empresas del S&P 500 han caído un 3,7 % en promedio en comparación con hace un año. Este es el segundo trimestre consecutivo de caídas de ganancias y las previsiones para el actual T2-23 son de una nueva caída del 7,3 %, sin perspectiva de mejora en el T3-23. Esto sugiere una recesión de beneficios más larga que durante la pandemia. La última caída de más de tres cuartas partes en las ganancias tuvo lugar en 2015-16, cuando la Reserva Federal comenzó su último ciclo de aumento de las tasas de interés.

Según los datos históricos, los cambios en las ganancias tienden a preceder a los cambios en los ingresos por ventas en aproximadamente un trimestre. Como las ganancias corporativas han caído un 13 % en los dos últimos trimestres, podemos esperar que los ingresos por ventas sigan esta tendencia.

La caída de los beneficios corporativos no se limita a los EEUU. En Europa, las estimaciones de ganancias corporativas son de una caída del 2,5% interanual en el primer trimestre, el 5,4 % en el segundo trimestre y el 7,4 % en el tercer trimestre.

 

En publicaciones anteriores he señalado que todo el debate reciente (comprensible) sobre las ganancias corporativas récord y el aumento de los márgenes como principal causa del aumento de la inflación ahora está desactualizado. Si la actual crisis del coste de vida que comenzó en 2022 fue causada por la "agreedflation" (inflación por avaricia), como algunos argumentan, no será el caso durante 2023.

Los márgenes de beneficio (ganancias por unidad de producción), que han alcanzado máximos históricos el año pasado, están retrocediendo y las ganancias corporativas totales están ya cayendo. En el cuarto trimestre-22, las ganancias corporativas no financieras cayeron un 5,4 %.

 

Además está el creciente coste de los préstamos para financiar la producción y la inversión, ya que la Reserva Federal y otros bancos centrales aumentan las tasas de interés y endurecen el crédito a un ritmo sin precedentes, supuestamente para "controlar" la inflación de los precios. La oferta monetaria de EEUU se está contrayendo por primera vez en 90 años.

El resultado de estos aumentos de las tasas de interés ha sido una crisis bancaria importante en los EEUU y Europa, ya que los bancos más pequeños y débiles se vuelven insolventes porque el valor de sus activos en bonos ha caído bruscamente y los depositantes han huido a instituciones con mejores rendimiento o porque las empresas y los hogares necesitan gastar sus ahorros para pagar sus  facturas cada vez más abultadas.

Los mayores costes de financiación para los bancos reducirán las ganancias. Los economistas de Goldman Sachs estiman que cada 10% en la disminución de la rentabilidad bancaria reduce los préstamos en un 2 %. Si la parte de los cambios en las tasas de interés de la Reserva Federal que se transfieren a las tasas de los depósitos bancarios, a veces llamadas "betas de depósito", alcanza los niveles de 2007, la última vez que la Reserva Federal elevó las tasas cerca de los niveles actuales, podría conducir a una disminución del 3-6% de los préstamos en los Estados Unidos. Goldman espera que eso pueda reducir la producción económica en 0,3-0,5 puntos porcentuales este año, empujando a la economía a la recesión.

Esos son los bancos. Detrás de ellos está la creciente crisis de las empresas no financieras. Desde el año 2000, la deuda corporativa no financiera en Estados Unidos y Europa ha crecido de 12,7 billones a 38,1 billones, pasando del 68 % al 90 % de su PIB agregado. Los crecientes costes del servicio de esta deuda están empujando a las empresas "zombies" más débiles y a los "ángeles caídos" a la bancarrota.

Que las principales economías entran en recesión en 2023 es un punto discutible. El crecimiento económico será débil en el mejor de los casos, mientras que las tasas de inflación "pegajosas" reducen el crecimiento de los salarios reales a tasas muy bajas (o a caídas continuas). En los EEUU, la disminución media de los salarios reales fue de poco más del 2 % interanual en el tercer trimestre de 2022. En Europa, Alemania y España sufrieron disminuciones aún más pronunciadas en el poder adquisitivo, con los ingresos reales cayendo un poco más del 4 % y un 5 %, respectivamente. Los salarios reales en la zona del euro han caído un 8 % desde el final de la crisis de la pandemia en 2020. En Alemania, las ganancias reales se han desplomado un 5,7 % en el último año, la mayor pérdida salarial real desde que comenzaron las estadísticas.

Y también hay señales de que el mercado laboral "caliente" se está enfriando. El crecimiento de los puestos de trabajo posterior al Covid (aunque principalmente de bajos salarios y a tiempo parcial) se enfrentó a altas tasas de vacantes y dimisiones en los Estados Unidos. Ahora están cayendo, aunque todavía por encima de los niveles prepándmicos.

Las probabilidades de que EEUU entre en recesión en algún momento en los próximos 12 meses han aumentado a un máximo de 40 años, según un modelo de probabilidad de la Reserva Federal de Nueva York. La probabilidad de que el país entre en recesión en el próximo año ha aumentado al 68,2 por ciento, que es el nivel más alto desde 1982. De hecho, el indicador de riesgo de recesión de la Reserva Federal es ahora mayor que en noviembre de 2007, no mucho antes de la crisis de las hipotecas de alto riesgo, cuando se situó en el 40 por ciento.

Lo que no se discutió en la reunión del G7 de este fin de semana es la aceleración de las crisis de la deuda y las divisas en el Sur Global. He escrito sobre esto antes y volveré al tema en otra nota. Pero este desastre de la deuda garantizará que cualquier crisis en las economías del G7 se extienda rápidamente al resto del mundo.

 
habitual colaborador de Sin Permiso, es un economista marxista británico, que ha trabajado 30 años en la City londinense como analista económico y publica el blog The Next Recession.
Fuente:
https://thenextrecession.wordpress.com/2023/05/19/g7-where-is-that-recession/
Traducción:
G. Buster

Cuba: Carlos Rafael Rodríguez y los dilemas de un marxismo nacional

 

Disamis Arcia Muñoz 

27/05/2023
 

“Muere Carlos Rafael Rodríguez, artífice del acercamiento entre Cuba y la URSS”[1]; así titulaba El País su obituario, al día siguiente. Para el rotativo español, el papel del “dirigente comunista” cubano fue decisivo en el acercamiento entre el Partido Socialista Popular y el Movimiento 26 de Julio durante 1958, así como en la “evolución” del pensamiento de Fidel hacia el marxismo y el comunismo. Sobre todo, lo fue como mediador –al frente del Instituto Nacional de Reforma Agraria (acaso el primer cargo de relevancia asumido por un comunista), de la Comisión Económica de Dirección Nacional, como representante en el CAME­, vicepresidente, etc.– durante los altibajos de tres décadas de vínculos con la URSS y el bloque soviético. Pese a reconocerle como “intelectual de prestigio” ya a la altura del triunfo revolucionario[2], poco o nada refiere sobre esta labor[3].

¿Acaso esta función de mediación o conciliación entre dos ámbitos históricos y culturales tan diversos vale también para su legado intelectual? ¿Su profusa obra expresó esa cualidad de flexibilidad que se reconoce al dirigente, esa capacidad para mediar entre doctrinarismo y la búsqueda de una reflexión propia?

En el prefacio de su conocida antología, el propio autor adjudica a su trayectoria otra mediación, esta vez temporal: el mérito de “haber abierto caminos para indagaciones mayores”[4].

Su inevitable “Cuba en el tránsito al socialismo” (1978) permite precisar el problema: pese a comulgar con el marco general de las leyes históricas de la “transición al socialismo”, se propuso lidiar con peculiaridades o ‘anomalías’ de la transición cubana. Notoriamente, con que la revolución hubiera triunfado sin haber sido dirigida por un partido comunista. Me interesa destacar, sin embargo, que nuestro autor llegara a cuestionar la existencia para Cuba –como realidad efectiva ya que no potencial– de una “burguesía nacional”. Pues la masiva deserción de esta heterogénea clase tras el triunfo revolucionario contravenía, en principio, las condiciones inéditas que le ofrecía su integración a un proyecto de soberanía nacional, como alternativa al asfixiante control estadunidense y de sus acólitos (importadores, azucareros y latifundistas) sobre la economía cubana[5].

Con este cuestionamiento, Carlos Rafael tomaba cartas en un debate de alcance continental. Una de las posiciones de esta polémica asume la conformación de los estados nacionales de la región como resultado de la expansión comercial de las fronteras europeas. En consecuencia, achaca las carencias de la burguesía latinoamericana para enrumbar proyectos nacionales, en última instancia, a la peculiaridad histórica de formaciones sociales precapitalistas pero insertadas desde un inicio en el circuito del mercado mundial. Es más, esa inserción habría sido condición de existencia de dicha expansión mercantil, de lo que Marx llamara acumulación originaria de capital. Sobra decir que la negación de una burguesía análoga a aquella que lideró y se benefició de las revoluciones europeas ocurridas entre los siglos XVII y XIX tuvo amplias repercusiones, tanto teóricas como políticas[6].

Entre extrapolar un aparato conceptual con pretensión universal –forjado por las ortodoxias socialdemócratas y comunistas– frente a realidades nacionales ajenas al contexto europeo, por un lado, y negar su pertinencia debido a especificidades regionales y nacionales irreductibles, por otro ¿qué papel asumió Carlos Rafael? Una cosa es sostener que el desarrollo –desigual y combinado– de relaciones capitalistas de producción en nuestra región hace de la crítica marxista una condición para traducir la singularidad de nuestros problemas. Otra, pensar el marxismo como un cuerpo acabado de recursos conceptuales que demostró, de una vez y para siempre, la falsedad y necesaria caducidad del capitalismo. A título provisional, considero que nuestro autor colocó su comprensión aguda de situaciones y contextos singulares, su fino olfato político, al servicio de la doctrina.

Puntos relevantes por la repercusión que hallaron en su época, o por haber dividido las aguas en torno al tema que consideramos. Se trata, a fin de cuentas, de la obra de un polemista, surgida del “fragor de la pelea”.

Antes de la ya mencionada “Cuba en el tránsito al socialismo”, al rescatar a la figura del líder bolchevique de la marea antiestalinista en un texto para Casa de las Américas –“Lenin y la cuestión colonial” (1970)–, Carlos Rafael retoma el espinoso tema de las etapas sucesivas de la revolución; esto es, de la revolución democrático-burguesa en tanto “preámbulo –y tránsito– al socialismo”[7]. Contraponiendo el concepto de “revolución ininterrumpida” que atribuye a Marx y a Lenin a aquel de “revolución permanente” con que los seguidores de Trotsky pretenden superarlo, nuestro autor se decanta por la tradicional revolución en dos fases necesarias.

Vale aclarar que, entre 1945 y 1985, “transición” significaba, sobre todo, transición al socialismo. La expansión de movimientos de liberación nacional en esa etapa propició que, desde los centros de poder de la URSS y los países socialistas europeos, se desarrollara una rama teórica específica a la que se le denominó “teoría de la transición”, que fue colocada dentro del “comunismo científico”, una de las “partes integrantes” del marxismo-leninismo, según este cuerpo teórico se denominó a sí mismo. Esa teoría de la transición se preciaba de haber establecido las leyes y regularidades de la transición al socialismo, que regían para cualquier país donde una revolución radical tomara el control del Estado y emprendiera la tarea de construir una nueva sociedad no capitalista, con independencia de sus condiciones económicas, culturales e históricas[8].

Debido a la correlación de fuerzas propia de los países del mundo colonial y neocolonial, las capas medias no se unirían a una lucha cuyo objetivo inicial fuera explícitamente la dictadura proletaria y el socialismo. Aún si el propio curso de las revoluciones –desde la bolchevique– ha mostrado una persistente como apremiada desviación respecto a la necesidad histórica de una fase democrático-burguesa, esta debía cumplir ciertas metas o tareas como condición operativa de la fase siguiente[9].

En relación con la Revolución cubana, sus argumentos quedaron como catecismo escolar: debió plantearse una “revolución democrático-burguesa de liberación nacional”, de contenido agrario y antimperialista, cuya misión era subvertir las condiciones de retraso industrial y de latifundio agrario y, por consiguiente, la dependencia estadunidense. Cuba habría sido socialista solo desde que las nacionalizaciones de agosto de 1960 comenzaran a reconfigurar una estructura económica –las relaciones de propiedad– que quedaría trastocada con la segunda Reforma agraria. En el ínterin, desarrolla su ya clásico análisis del tejido socioclasista de aquella Cuba que la revolución transformara, divulgado también como esquema.

El problema de la transición al socialismo –y de la existencia de algo así como un “modo de producción socialista”– nos conduce al que, sin dudas, fue el debate más connotado en que tomara parte: aquel que confrontó en 1963–1964 un país escindido en dos formas de organización económica e ideológica. En calidad de presidente del INRA y responsable de introducir el sistema de cálculo económico en la gestión agrícola, Carlos Rafael halló sus posiciones confrontadas por las del Che, entonces ministro de Industrias[10], en una polémica que tomó vuelo internacional. Como nos recuerda Fernando Martínez:

“En realidad lo que se ventilaba era la elección de una política económica, a su vez inscrita en decisiones más generales acerca del camino del socialismo en Cuba. La opinión de que lo necesario es realmente “perfeccionar” el sistema llamado del cálculo […] no busca solamente una modalidad de obtención de la eficiencia económica: es la creencia en que en la transición socialista el progreso del sistema económico pasa por el logro de que “la economía se construya a sí misma”, esto es, de que las relaciones económicas gocen de autonomía a un grado tal que garantice su funcionamiento mediante sus regulaciones, su control, sus estimulaciones, sus iniciativas y sus balances económicos”[11].

Tras la discusión técnica sobre cómo dirigir y organizar la economía cubana –centralización o descentralización, niveles de decisión, políticas de incentivos, papel de la banca y del crédito, costos de producción, precios, relaciones entre las empresas estatales–, o bien de la polémica conceptual –sobre el carácter regulador de la ley del valor (relevancia de mecanismos de mercado), sobre la naturaleza de los medios de producción estatales y el papel de la conciencia en la transición socialista–, se jugaba la posibilidad de un proyecto autóctono para el socialismo cubano, capaz de sortear los polos gravitacionales de la geopolítica y de evitar la subordinación nacional. De cara a la historia de ese campo complejo y conflictivo que ha sido el marxismo, se trataba del predominio de una concepción determinista frente a otra praxeológica, del posibilismo analítico y pragmático frente al voluntarismo totalizador de la superación, de la primacía de la ciencia y la lógica económicas o de la conducción política y de la conciencia en la plasmación de los proyectos revolucionarios.

Dos décadas más tarde, ya en medio de la “batalla de la rectificación”, de la reevaluación de la “conciencia revolucionaria” y del pensamiento y ya no solo la figura del Che, Carlos Rafael retoma el tema para una intervención con trabajadores del Ministerio de Industria Básica. El texto, que aparece como apéndice a la compilación de aquella polémica, reduce el debate de los sesenta a un “debate sobre proporciones” y no sobre principios[12].

En este talante conciliador, defiende una fusión entre ambos sistemas o modelos, de sus elementos más positivos, bajo el denominador común de la primacía de la planificación centralizada sobre la autonomía de las empresas. Solo que el sistema de presupuesto, como lo concibió el Che, le resulta más un horizonte que una posibilidad real. La mayor adecuación que confiere al cálculo económico en la situación de retraso nacional, requería de un conjunto de disociaciones: de la existencia de relaciones mercantiles entre empresas con respecto a la prevalencia del mercado, de principios capitalistas de distribución frente a su expansión social y dominio ideológico, del predominio de incentivos salariales en relación con la materialización cultural e individualismo de los trabajadores…en fin, separando lo inevitable de lo preferible, lo práctico y necesario de sus consecuencias[13].

Sin dudas, la originalidad práctica de la revolución cubana reclamó un pensamiento a la altura de su singularidad, capaz de contribuir a resolver sus problemas y a problematizar sus soluciones. Y Carlos Rafael no rehuyó esa urgencia del análisis y de la teoría respecto a los más disímiles problemas y dimensiones de la sociedad. Un estudio más detenido tendría que dar cuenta de esa amplitud de su obra, entrelazada no solo a su labor como dirigente político sino, por ejemplo, a una labor editorial que rebasa su legado como autor.

La comprensión de la singularidad de los procesos históricos hace posible su reclamo de actualidad. En todo caso, los dilemas que hallara para arraigar el marxismo a la cultura revolucionaria son medio inevitable para dar cuenta de las contradicciones del proceso socialista cubano y de su proyecto de nación soberana. Su obra da la impresión de haber forzado al máximo categorías ya hechas para cribar cuestiones cuya complejidad no dejó de advertir. Si sus indagaciones no siempre abrieron caminos, la riqueza de sus contenidos son, en cambio, pautas sugerentes para reformular la crítica hoy.

Notas:

[1] Este criterio no era aislado; cuatro días después, el New York Times realizaría un énfasis similar: “a Communist intellectual who forged a crucial alliance between Fidel Castro’s bearded followers and Cuba’s Moscow-line Communists”. Dillon, Sam (13/12/1997). Carlos Rodriguez, Castro Ally And Leftist Leader, Dies at 84, The New York Timeshttps://www.nytimes.com/1997/12/13/world/carlos-rodriguez-castro-ally-and-leftist-leader-dies-at-84.html

[2] Vicent, Mauricio (9/12/1997). “Muere Carlos Rafael Rodríguez, artífice del acercamiento entre Cuba y la URSS”, El Paíshttps://elpais.com/diario/1997/12/10/internacional/881708413_850215.html

[3] Los años que sucedieron a la segunda guerra mundial fueron también de guerra fría y anticomunismo galopante. Proscrito ya el PSP, Carlos Rafael rompió lanzas en los debates acerca de la crisis y los problemas estructurales de la economía cubana. Con Jacinto Torras –asesor de Jesús Menéndez en las batallas por el diferencial azucarero– llegó a ser el más reputado analista económico del partido, atento al impacto nacional de la recomposición de la hegemonía norteamericana sobre el continente.

[4] Rodríguez, Carlos Rafael (1983). “A manera de excusa”. En Letra con filo. La Habana: Ciencias Sociales, t. 1, XIV.

[5] Rodríguez, Carlos Rafael (1983). “Cuba en su tránsito al socialismo (1959–1963)”. En Letra con filo. La Habana: Ciencias Sociales, t. 2, 310–311. Ver también “La revolución cubana en su aspecto económico”. En Letra con filo. La Habana: Ciencias Sociales, t. 2, 136–137.

[6] Sin embargo, Carlos Rafael no asintió en generalizar tales tesis para Latinoamérica o para el mundo subdesarrollado. Por ejemplo, en su “Lenin y la cuestión colonial”, negaba la condición geográfica del concepto de “burguesía nacional”, o su determinación por un criterio genérico de nacionalidad, afirmando que era la “posición política” asumida por esta heterogénea clase la que permitía distinguir las “zonas no nacionales” de los “elementos nacionales” de una determinada burguesía. Rodríguez, Carlos Rafael (1983). “Lenin y la cuestión colonial”. En Letra con filo. La Habana: Ciencias Sociales, t. 1, 355–359.

[7] Si bien el propio Carlos Rafael remite esta cuestión –tan cara a las ortodoxias marxistas de la II y II Internacionales– a un concepto de “revolución ininterrumpida” atribuido a Marx, lo cierto es que esta problemática hunde raíces en las generalizaciones de El Capital sobre las formas y dinámicas del modo de producción capitalista. Su inesperada recepción entre la intelectualidad populista rusa –en la periferia de la Europa decimonónica– conllevó a su autor a sus tardíamente conocidas rectificaciones, en sus cartas a “Anales de la Patria” y a Vera Zasúlich. Ver Karl Marx (2015). “El provenir de la comuna rural rusa”. En Antología. Buenos Aires: Siglo XXI, 461- 487.

[8] Ver Jorge Luis Acanda (2008). “Transición”. En Autocríticas. Un dialogo al interior de la tradición socialista. La Habana: Ruth Casa Editorial, 40–60.

[9] Rodríguez, Carlos Rafael (1983). “Lenin y la cuestión colonial”. En Letra con filo. La Habana: Ciencias Sociales, t. 1, 355–359.

[10] Si bien no participó directamente de la polémica, dos artículos suyos aparecieron en Cuba socialista durante 1963, defendiendo la autogestión financiera o cálculo económico en las empresas agrícolas. Ver “Cuatro años de reforma agraria”. En Letra con filo. La Habana: Ciencias Sociales, t. 2, 209–238; y “El nuevo camino de la agricultura cubana”. Cuba socialista, 3(27), 1–30.

[11] Martínez Heredia, Fernando (2003). “El Che y el gran debate sobre la economía en Cuba” (Intervención en la presentación del libro El gran debate sobre la economía en Cuba. La Habana: Ocean Press / Centro de Estudios Che Guevara) https://www.nodo50.org/cubasigloXXI/economia/heredia_301104.htm

[12] Carlos Rafael negaba haber sido protagonista de esa confrontación con las posiciones del Che, del mismo modo que desmarcaba el periodo de 1967–70 de una aplicación de las ideas del Che y el posterior de su negación. Ver la entrevista al diario francés Le Monde (17/2–1978). En Letra con filo. La Habana: Ciencias Sociales, t. 2, 538–539.

[13] Rodríguez, Carlos Rafael (2003). “Sobre la contribución del Che al desarrollo de la economía cubana”. En Guevara, Ernesto. El gran debate sobre la economía en Cuba. La Habana: Ocean Press / Centro de Estudios Che Guevara.

 

 
Editora de la revista cubana Temas y de La Tizza.
Fuente:
https://medium.com/revista-temas/carlos-rafael-rodr%C3%ADguez-y-los-dilemas-de-un-marxismo-nacional-fd9f24ff009d

¿Por qué unos rompen bloqueos y otros no?

 El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba,Miguel Díaz-Canel Bermúdez, recorrió en la mañana de este sábado, junto a otros siete compatriotas que como él son diputados a la Asamblea Nacional por el municipio de Santa Clara, lugares donde avanzan las buenas experiencias, tan eficaces y eficientes, que merecen perfeccionarse, expandirse y llevarse a otros espacios del entramado nacional

Los diputados conocieron sobre el proyecto de desarrollo local Reluxes-Herrerías, que recupera mobiliario clínico y además desarrolla carpintería de aluminio Foto: @PresidenciaCuba

SANTA CLARA.-Isla adentro, con las adversidades que no faltan, algunos pueden sentir agobios paralizantes. Otros, sim embargo, reaccionan y se disponen a crear beneficios materiales y para el alma, deciden romper tristezas y bloqueos.

Es ese un contraste en el cual urge meditar, sobre todo cuando salen al paso experiencias en positivo y que merecen expandirse por el bien de Cuba.

Urge meditar cuando asoman empeños como los vistos este sábado, temprano en la mañana, por los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, electos por el municipio de Santa Clara, y entre los cuales se encuentra el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

El mandatario, por ejemplo, proponía un interrogante desde la Granja 5 de Marzo: ¿Cuán lejos podría llegar el país si el concepto del autoconsumo -muy bien implementado en ese lugar- se aprovechara al máximo y en todos los espacios posibles?

Luego de recorrer áreas productivas del centro, el Jefe de Estado afirmó: “Esta es la muestra de que el autoconsumo sí funciona”. Y dijo: “Esto está bien montado”. Sus expresiones nacieron tras haber apreciado que la 5 de Marzo, con más de un centenar de trabajadores, cuenta con nueve áreas; entre ellas, una industrial para procesar alimentos, otras para cebar animales como cerdos y peces, o para lograr producciones agrícolas.

Allí todo confluye en el mérito de dar al universo vinculado a esa granja todo el alimento que hace falta -incluyendo productos lácteos-, sin tener que ir a buscar cosas más allá de los lindes, sin esperar que el fruto caiga del cielo.

 Una conversación interesantísima

“Aquí como que están las claves de todo lo que hemos discutido en los últimos tiempos”, dijo el Presidente Díaz-Canel a los trabajadores de la Geominera del Centro de Cuba, a quienes comentó -ante la evidencia de numerosos resultados- que ellos han estado tan “bloqueados” como cualquier otro colectivo, y sin embargo han encontrado múltiples salidas y ganancias.

En este, el segundo punto del recorrido, los anfitriones explicaron al mandatario, y a los otros diputados, que Geominera del Centro tiene un historial cuyos inicios se remontan a 1961, cuando la entidad surgió como una Unidad Regional del entonces Instituto Cubano de Minería. Hubo cambios en 1976, cuando el nuevo nombre fue Empresa de Geología de Santa Clara, y sobrevinieron cambios estructurales en 1990.

La esencia del lugar, como allí explicaron al Jefe de Estado, consiste en extraer y procesar materias primas, minerales metálicos y no metálicos y sus derivados. Y una de las noticias más alentadoras es que, en el año 2022, hubo un sobrecumplimiento productivo del 120 por ciento, un 104 por ciento de ventas netas, y utilidades que ascendieron a la cifra de 13,8 millones de pesos.

Díaz-Canel hizo numerosas preguntas y reflexiones. Quiso conocer, por ejemplo, si las utilidades alcanzan para hacer las llamadas casitas infantiles con las cuales ayudar a las trabajadoras que tengan hijos pequeños. Desde el grupo de directivos y trabajadores se escuchó una frase: “Vamos creciendo todos los meses”. Y entonces el Jefe de Estado quiso conocer detalles sobre los destinos de las producciones y los posibles encadenamientos con otros ámbitos de la economía nacional.

¿Qué se está haciendo con la Zeolita, teniendo en cuenta la demanda creciente de ese mineral, y atendiendo a que sus potencialidades no han sido aprovechas del todo? ¿Han desarrollado autoconsumo? Ante las capacidades que ha demostrado Geominera del Centro, Díaz-Canel siguió haciendo preguntas, e hizo comentarios como este: si han podido subir salarios y repartir utilidades, si han crecido sostenidamente, llegará el momento en que no solo podrán repararse las viviendas de los trabajadores, sino también hacer otras nuevas.

Ante todas las oportunidades que allí se aprovechan desde el conocimiento y el esfuerzo, el dignatario también dijo que ahora, con los frutos en las manos, también hay que buscar la mayor racionalidad posible, saber a punta de lápiz qué se importa para luego tener los mayores rendimientos y seguir acrecentando indicadores.

Cada paso a dar -recordó el Presidente-, que siempre sea con la participación de los trabajadores, quienes tienen capacidad propositiva; porque es bueno tener en cuenta que ellos son los que laboran, pero que también son los dueños; y “hay que aprovechar esa potencia que tiene el talento de nuestra gente”. Así, dijo, es como saldremos adelante.

Un hombre sabio y que a todas luces adora lo que hace, ilustró a los presentes de qué modo el conocimiento de rigor puede crear bienestar: Raciel Lima Orozco, vicerrector de Investigación, Innovación y Postgrado de la Universidad Central de Las Villas, compartió un universo de datos relacionados con los minerales y sus cualidades para mejorar algo tan deficitario y estratégico como el alimento animal.

Hubo muchas explicaciones valiosas, hasta las concernientes a la comercialización de productos a la población. Más de un joven, muy talentoso, ofreció perspectivas de cómo el saber puede convertirse, por obra y gracia de la voluntad, en bienestar para muchos.

“Ha sido una conversación interesantísima”, expresó el Presidente cubano, quien aseguró que se iba de la empresa “con experiencias que podemos discutir en otros lugares”.

¿Por qué unos sí lo logran, y otros no? Volvía a emerger ese contraste en la medida en que avanzaba el día y el recorrido llegaba, por ejemplo, hasta el Hogar Materno número dos, con 25 camas y en ese momento 15 pacientes, donde el mandatario dijo, ante el orden y la limpieza del lugar: “Esto está muy lindo”.

Justo allí había piezas metálicas nacidas de otro sitio que brilla por sus resultados: el proyecto de desarrollo local “Reluxes-herrería”, perteneciente al Consejo de la Administración Municipal de Santa Clara, donde se hacen o restauran objetos destinados a la atención primaria de Salud, de cara a las dinámicas poblacionales que están impactadas por el envejecimiento poblacional.

Puertas, ventanas, mobiliarios clínicos, maravillas salen de ese taller donde se trabaja duro y se piensa en la funcionalidad y la belleza. Allí, por ejemplo, hay camas de hospital que han quedado nuevas, y que antes eran pura chatarra.

¿Por qué unos rompen bloqueos y otros no? Habrá que seguirse haciendo la pregunta, como mismo la plantea el Presidente Díaz-Canel mientras busca en los espacios de Santa Clara, por donde fue electo diputado junto a otros siete compatriotas, para que Cuba aprenda, cada vez con mayor fuerza, a romper todos los cercos que la acechan.

Taller en capital cubana amplía saberes sobre cooperativismo

En un encuentro en el Centro Loyola Reina, de La Habana, talleristas reconocieron el desconocimiento generalizado sobre el tema en Cuba.




En Cuba, la cifra de cooperativas no agropecuarias, cuya apertura se inició en 2013, es muy inferior a las mipymes, autorizadas desde septiembre de 2021, señalaron participantes en el Segundo Taller sobre economía social y solidaria, con sede en el Centro Loyola Reina, en La Habana.

Foto: Archivo IPS Cuba

La Habana, 24 may.- ¿Qué se sabe del cooperativismo en Cuba? ¿Se sabe? ¿Qué son las cooperativas de consumidores? A estas y otras interrogantes se dedicó el Segundo Taller sobre economía social y solidaria, que tuvo como sede el Centro Loyola Reina, en La Habana.

El espacio, una colaboración de IncubaEmpresas, Equipo de Investigación del Centro Loyola y el proyecto Co-Emprende, se centró en dar elementos esenciales para conocer acerca de los diferentes tipos de cooperativas: de trabajadores, productores y consumidores, a partir de diversas experiencias internacionales y nacionales.

En su convocatoria se señaló que “esta forma de hacer economía, organizando de manera asociada y #cooperativa la producción, distribución, circulación y consumo de bienes y servicios, resulta una alternativa para las #clasesendesventaja”.

Impartida por Irán Morejón, la iniciativa abordó tópicos como las cooperativas de trabajadores como organizaciones que, sobre la base del esfuerzo propio y la ayuda mutua, proveen de trabajo a sus asociados en forma equitativa, procurando su desarrollo integral, tanto económico, como asistencial, educativo, profesional y social.

El conferencista aclaró las diferencias: si bien en las de productores, los medios pertenecen a cada asociado o empresa por separado, en la de trabajadores, el patrimonio pertenece al colectivo.

Entre los ejemplos se refirió a la cooperativa de trabajadores mexicana Pascual, con más de medio siglo de funcionamiento en la industria de refrescos y bebidas de frutas, más de 4.000 personas empleadas, nueve marcas registradas y 30 sucursales.

Morejón también mencionó una cooperativa agrícola de Japón integrada por mujeres; el gran número de ellas existente en Estados Unidos, una de segundo grado que opera una refinería de petróleo, un hospital de Barcelona gestionado por una cooperativa y otra, en Alemania, que emplea su capital en proyectos medioambientales.

Cuba también, apenas

En la isla, hasta 2013 solo existían cooperativas vinculadas al sector agropecuario. A partir de ese momento, de modo experimental, surgieron algunas Cooperativas No Agropecuarias (CNA).

Una de las nacidas entonces fue la de construcción Servicio de Andamios y Cofres Sancof, de Matanzas, que agrupa a 254 personas. Sus ingresos sobrepasan los 200 millones de pesos, de ellos, más de 80.000 destinados a obras sociales.

Esa CNA, según sus redes sociales, proyecta, planifica y ejecuta obras con gran participación en el sector de la salud. Medios locales destacan su labor en la reparación del puente Canímar, en la Carretera Central, que une a Matanzas y Limonar, cerrado hace tiempo por no garantizar la seguridad vial.

Otra experiencia cubana citada por Morejón fue La Esperanza, de Fomento, Santi Spíritus, dedicada a la producción en plástico de muebles, perfiles, tuberías hidráulicas y sanitarias, la primera que participó, en 2019, en la Feria Internacional de La Habana, la mayor bolsa comercial del país.

Entre las modalidades que existen en Cuba se encuentran las de trabajadores, por ejemplo, Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Amistad Cuba-México, la de productoras y productores, Cooperativa de Créditos y Servicios Frank País, que agrupa a 407 personas y 1.080 hectáreas de patrimonio.

En el caso de las cooperativas de consumidores, no aprobadas en la nación caribeña, sus integrantes se unen para adquirir bienes o servicios de forma colectiva, con el objetivo de satisfacer una necesidad común, en las mejores condiciones de calidad y costo.

Una curiosidad del ecosistema cubano de formas de gestión no estatal es que la cifra de micro, pequeñas y medianas empresas privadas aumenta desde septiembre de 2021 hasta acercarse a las 8.000, mientras que las cooperativas quedan en desventaja, con apenas 68, según cálculos no oficiales pues, en enero, el Ministerio de Economía y Planificación decidió no publicar los datos acumulados.

Reflexiones

En el intercambio, talleristas se refirieron a la cooperativización en el campo cubano, donde se construyeron edificios y se reubicaron a familias campesinas dispersas, algo que se considera una de las causas del actual despoblamiento rural y la escasez de fuerza de trabajo.

Asimismo se abordó el desconocimiento generalizado del cooperativismo y sus siete principios básicos: membresía voluntaria, control democrático de los miembros, participación económica, autonomía e independencia; educación, formación e información y cooperación entre cooperativas.

El Centro Loyola Reina es un espacio donde se tienden puentes y se buscan nuevas formas de diálogo y colaboración. Acoge iniciativas como InCubaEmpresas, diseñada para el acompañamiento a la comunidad emprendedora cubana.

En la institución se desarrollan acciones formativas sobre diferentes temas, entre ellos, marketing digital, marcas, así como talleres con la infancia y la población adulta mayor. (2023)