El presente Dossier es una selección de opiniones emitidas por destacados economistas, periodista y un dueño de una Mipyme, donde se abordan, desde sus perspectivas, parte de la realidad actual del proceso complejo económico y social que se vive en nuestro país.
Es una contribución al debate fecundo, a la ofensiva creativa que necesitamos, por tanto, no se erigen como verdades absolutas. Necesitamos debatir, exigir resultados, que existan rendiciones de cuentas efectivas de nuestros dirigentes y un pensamiento estratégico, alejados de “bandazos” e improvisaciones que muchas veces en las coyunturas, no permite verse lo estratégico, para alcanzar la mejor de las sociedades.
Las satanizaciones a las Mipymes están de moda, como hace años lo estuvo el mercado campesino, pero desde 1996 se está debatiendo su inserción en nuestro proyecto económico – social, y apenas están naciendo. Los encargados de facilitar un ambiente competitivo en beneficio de la sociedad, definir reglas claras, legislaciones, siempre perfectibles, para todos los actores económicos, etc. no son las mismas. Como tampoco lo son, de que las empresas estatales algunas no sean eficientes, que no se estimulen más por ejemplo, a las cooperativas, que no exista un mercado cambiario racional para todos, que no se incentiven más la creación de riquezas primarias, que exista un modelo excesivamente centralizado que además de tornarse burocráticamente ineficiente, y responsable de la “ cultura de la espera” , no pueda prever, abarcar y solucionar todos y cada uno de los asuntos que se demandan para el funcionamiento eficiente de la sociedad socialista a que aspiramos.
Recordemos también que, a principios del siglo XIX, existió el “ludismo”, movimiento donde se culpaban a las nuevas tecnologías de la pérdida de empleos tradicionales, y por tanto había que destruirlas. Hagámoslo mejor en este Siglo XXI.
I-
Y DESPUES DE LA ASAMBLEA NACIONAL ¿Qué?
La Segunda sesión extraordinaria
de 10ª. Legislatura de la Asamblea Nacional concluyo, en solo un día de
debates. Dos días antes se había celebrado un Pleno del Comité Central del
Partido, fuerza dirigente de la sociedad y el estado, en el que además de aspectos
internos concernientes a la organización, se examinó un informe sobre las
opiniones que 48 mil núcleos del Partido expresaron en reuniones convocadas al
efecto, sobre la situación del cumplimiento de los lineamientos aprobados por 3
Congresos sucesivos del Partido, el VI, VII y VIII. La televisión reflejo
intervenciones de no pocos participantes en el Pleno partidista, manifestando
inconformidad y fuertes críticas a la conducción de la economía y su
manifestación en la inflación, el desamparo económico de los núcleos familiares
de bajos ingresos y la insuficiente producción nacional de alimentos.
Ello creo una expectativa que, en la Asamblea Nacional, convocada dos
días posteriores al Pleno partidista, que tenía como primer punto del Orden del
día un informe del Viceprimer ministro y ministro de economía sobre la
situación de la economía nacional, se debatirían propuestas del Gobierno para
enfrentar la grave crisis económica y de producción de alimentos que enfrenta
el País.
Nos quedamos con las ganas de oír las propuestas del gobierno y el
debate de los diputados.
El vice premier y ministro de economía, responsable de conducir la
economía cubana y por tanto de sus fracasos, con independencia de la
responsabilidad innegable que le cabe al bloqueo, sobre todo financiero de
Estados Unidos, se limitó a exponer el desastre pormenorizadamente, sin asumir
ante la asamblea su responsabilidad personal en decisiones que han enredado
extraordinariamente la salida de la crisis, y de su zigzagueo, en
aspectos cardinales como la dolarización de la economía y el establecimiento de
una tasa de cambio que ha puesto la economía del país, y no solo del sector
privado, en manos del mercado informal. En su intervención reconoció, sin
ningún énfasis ni explicación, errores cometidos, pero no asumió la autocrítica
que le correspondía como principal responsable de conducir la economía cubana.
Termino su exposición de los problemas, y dejo a todo el pueblo de Cuba sin
escuchar sus propuestas a la Asamblea Nacional de cómo enfrentar el problema,
que no solo el sino todo el Pueblo de Cuba tendrá que asumir.
Es inaudito. El vice premier termino su exposición de una economía en
crisis, se retiró a su asiento y el Presidente de la Asamblea, le entrego la
palabra, sin que este la haya solicitado, al Ministro de Relaciones exteriores.
Este hizo también una pormenorizada explicación de las consecuencias nefastas que
para la economía cubana ha tenido el bloqueo desde que después de la derrota en
Girón, el enemigo imperialista se dedicó a aplicarlo y recrudecerlo en las
sucesivas administraciones norteamericanas. Trump fue el que aposto más a fondo
para acabar con la Revolución con sus sanciones. No pudo, y ahora Biden a pesar
de haber sido el vice de Obama, continúa con ellas. Bruno Rodríguez, al final
de su exposición, manifestó su acuerdo de que era posible superar el bloqueo, a
partir de un extraordinario esfuerzo productivo nacional. Termino el Canciller
su exposición y el Presidente comenzó a dar la palabra a los diputados.
Como ante el cuadro desastroso de la economía expuesto por el Ministro
de Economía, no hubo una propuesta de acciones a tomar, el Presidente Lazo
comenzó a dar la palabra. Cada uno de los diputados y diputadas que la
solicitaron e intervinieron plantearon cuestiones interesantes y también
importantes, pero sin mucha relación de causa y efecto con el informe del
ministro. En un momento determinado el Presidente Lazo tomo la palabra para
señalar críticamente, utilizando ejemplos concretos la situación de nuestro
campo en que se trabaja poco, se produce poco por esa causa y no se pueden
importar más alimentos para alimentar al pueblo. Cuando termino su
intervención, sin propuestas concretas, salvo de que hay que trabajar y poner a
producir cada patio de tierra del país, los diputados que habían solicitado la
palabra, la declinaron y concluyo ese punto de la Asamblea.
El siguiente punto fue la importante Ley de la Comunicación Social, por
fin aprobada. Después cuestiones administrativas y concluyo la Sesión
extraordinaria. El Presidente Lazo en varias ocasiones se refirió que ese
aspecto se vería en la sesión de julio de la Asamblea. ¿Pero habrá tiempo, en
caso de esperar para entonces?
Estoy seguro que no. Ni la cuestión del combustible que tiene paralizada
no solamente el movimiento de la población, sino la producción, incluida la
agropecuaria. Ni la cuestión cambiaria, sin cuya solución no sería posible
abordar a fondo el problema de la inflación. Ni la reforma de la empresa
estatal, imprescindible que resurja situándose al frente de la producción del
país. Ni el despegue de la producción azucarera, por mucho margen, la principal
fuente de alimento del País, a través de los recursos que genera su
exportación. Sin hablar de cuestiones que salen en la prensa, sin una
explicación, como la de la introducción de empresas comerciales rusas al
País, lo que yo personalmente veo muy bien y estaría de acuerdo, pero
acerca de las cuales el Gobierno tiene que informar y explicar coherentemente
al Pueblo. Ahora es más importante que nunca conservar la unidad de todos, y no
solo de una parte, y eso se logra solo con información para todos. Los medios,
no amigos, son los que están dando información profusa y confusa. El lenguaje
críptico no funciona en política, y menos en condiciones complicadas y
difíciles.
29/05/2023
Lo abarcador de ese debate y la polarización que él mismo ha alcanzado es una clara señal de la importancia que tiene el sector en la economía y en la sociedad cubana.
Algunos datos sobre el sector no estatal de la economía que nos ayudan a visualizar esa importancia:
- Hoy representa alrededor del 15 % del PIB.
- Concentra el 35 % del total de empleados y emplea más trabajadores (1,6 millones) que el sector empresarial estatal (1,3 millones).
- Las pymes han generado alrededor de 250 mil empleos directos en estos dos años.
- Hasta el 9 de mayo de este año existían en total 8012 pymes, de las cuales 7842 son privadas, 105 estatales, 65 Cooperativas no Agropecuarias. Pero en realidad el sector es mucho más amplio, habría que sumar los TCP, los artesanos, los usufructuarios, las CPA y las CCS, los PDL, ninguno de los cuales es estatal aun cuando no califiquen como pymes, porque no dejan de ser empresas y emprendimientos no estatales.
- El sector ha generado 4 788 500 dólares de exportación y 270 294 100 en importaciones de los cuales el 61 % (164,8 millones) fueron realizadas por mipymes.
El hecho de que en la Constitución de la República se acepte la propiedad privada como una de las formas de propiedad funcionales a la construcción del socialismo cubano es, sin dudas, un hito normativo que sanciona el derecho de todo ciudadano cubano a tener su propio negocio.
Es algo “innovador” en la construcción socio-económica de Cuba y decisivo para los propios “planes de vida” de las cubanas y cubanos que pasan por intentar materializar sus sueños en Cuba en vez de buscar hacerlos realidad fuera de Cuba. Lo es también para las “estrategias familiares” que también pasan por el mismo dilema.
Cierto que esos actores “no estatales” fueron concebidos como complementarios. Este adjetivo es quizás una de los primeros temas a aclarar en cualquier discusión al respecto, en especial porque es relativamente común identificar “lo complementario” como algo de menor importancia y por demás, prescindible, aun cuando el significado del adjetivo sea otro, a saber, “que sirve para completar o perfeccionar algo”.
En cualquier sistema económico, completar y perfeccionar no parece ser algo sin importancia y prescindible, en especial cuando quien debería ser el motor de la reforma y la modernización del país, la empresa estatal, no ha podido desempeñar ese papel. Así ha sido en los últimos treinta años, en que, por múltiples razones, algunas propias de la gestión de dichas empresas y otras asociadas a sistemas regulatorios, le han impedido cumplir con ese rol.
Pero, definitivamente, y aun cuando el marco regulatorio aún deja muchas zonas grises, haciendo que la curva de incertidumbre se dispare, lo cierto es que las mipymes han sabido aprovechar esos espacios y han demostrado una gran capacidad de reinvención.
Que las mipymes produzcan; que se inserten en el tejido productivo local; que “ayuden” a incrementar la oferta de productos nacionales, a precios accesibles; que no importen tantos productos terminados y sí muchos más insumos y bienes intermedios para generar esa producción nacional tan necesaria; ¡que exporten!, están entre las demandas para las mipymes hoy.
Lo cierto es que algunas han logrado exportar y que algunas otras han logrado insertarse en articulaciones productivas con empresas estatales. Otras han recuperado plantas de producción e infraestructuras pertenecientes a empresas y otras organizaciones estatales que sufrían un deterioro significativo y amenazaban con perderse, luego de ser muchas veces “canibalizadas”. Anécdotas al respecto hay para llenar muchas cuartillas. Pero a pesar de esos botones de muestra la insatisfacción se mantiene, y se alimenta y es alimentada.
Cabría volver a recordar que las mipymes apenas tienen dos años de nacidas formalmente, que ese nacimiento fue demorado, con fórceps y en un barco que apenas logra flotar.
Ya han pasado por la amarga experiencia de ver cómo la norma que las crea, su norma, es sometida a interpretaciones administrativas como la limitación del objeto social, la eliminación de la exención de impuestos en el primer año de operaciones, la amenaza latente de tener que pagar un impuesto del 10 % sobre las ventas mayoristas, que además de ser netamente inflacionario para toda la economía es incuestionablemente oneroso y regresivo, además de contrario al propósito del crecimiento económico.
Vale recordar también que durante estos dos años las mipymes han tenido que luchar contra prejuicios ideológicos que a veces se convierten en trabas casi insalvables; contra reglas del juego sectoriales que en ocasiones están fundamentadas en la percepción de “alguien” que se permite desconocer la norma. Y que han tenido que “negociar en desventaja”, provocada por vacíos legales, y no pocas veces han perdido oportunidades en espera de permisos que no eran necesarios.
Sin embargo, lo que ha ocurrido, para sorpresas de algunos, es que allí donde otros actores han visto un problema, muchas mipymes han identificado una oportunidad y han tomado riesgos.
¡Que las pymes produzcan!, se dice y se repite fácil y puede hasta convertirse en consigna. Sin embargo, las condiciones macroeconómicas y productivas del país ayudan poco en ese propósito.
Se les pide a las formas de gestión no estatales que importen menos productos terminados y más insumos, sin tener en cuenta que la devaluación de la tasa de cambio hace más cara la importación de esos insumos convirtiéndose paradójicamente en un obstáculo en el propósito de fomentar la producción nacional, altamente dependiente de esos insumos, razón por la cual las propias empresas estatales enfrentan dificultades para “producir”.
Efectivamente, si se atiende a los datos del anuario de 2021, es posible comprobar la caída drástica de la importación de bienes intermedios —se exceptúa combustibles, aceites, minerales y conexos—, de 2018 a 2020 en 30 % mientras que la caída de la importación de bienes de capital fue de un 40 % lo cual explica en buena parte la reducción de la dinámica de la producción y el deterioro del sistema empresarial estatal.
Fuente: Anuario Estadístico de Cuba, 2021. Tabla 11.2.
Se olvida, además, que esa dependencia de la importación de bienes intermedios y de capital es una deformación estructural de la economía nacional, una falla que no ha logrado revertir ninguna estrategia, ni siquiera cuando tuvimos créditos baratos y precios justos y se logró alcanzar una participación de la producción industrial de más del 30 % en el PIB y las empresas estatales gozaban de ventajas que nunca volverán a reproducirse, entre ellas un tratamiento fiscal excesivamente blando.
Cierto que este gran deterioro es también una oportunidad de mejora que bien manejada podría tener impactos importantes aun cuando la inversión fuera casi marginal, pero es una oportunidad para todo el sistema empresarial cubano, para las empresas estatales, para las pymes, para la inversión extranjera. Se necesita generar incentivos, confianza y transparencia.
Si se desea que las pymes “produzcan y exporten” entonces serán necesarias reglas del juego adecuadas para inducir a estas empresas a ese propósito.
¿No es posible una política tributaria más proactiva hacia aquellas pymes que producen y/o exportan? ¿Acaso no es posible construir un régimen fiscal parecido al que existe en el Mariel para aquellas que tomen ese riesgo?
¿Por qué no modificar los regímenes arancelarios para ciertos productos que son “insumos” imprescindibles en producciones específicas de interés para el país y para la importación de ciertos equipos que también contribuyen a producir bienes finales?
¿Por qué no modificar el impuesto sobre utilidades, ese del 35 %, a aquellas pymes que desarrollen y produzcan bienes e introducir exenciones a aquellas que produzcan alimentos?
¿Por qué seguir demorando la creación de un Banco de Fomento Industrial y Agrícola?
¿Por qué seguir posponiendo el procedimiento para la creación de negocios entre el capital extranjero y las mipymes? ¿Por qué no hacerlo mucho más transparente y ágil que los que existen hoy en la Ley 118? ¿Por qué no descentralizar la aprobación de proyectos menores a un determinado monto en dólares hacia los gobiernos locales?
¿Por qué no crear fondos de microfinanzas a partir de las remesas o con participación de bancos extranjeros para el fomento de negocios dirigidos a la producción de bienes y en especial de alimentos?
¿Por qué no seguir ampliando las actividades que las formas de gestión no estatales pueden desarrollar?
¿Por qué no aprovecharlas mejor en nuestra lucha perpetua contra el bloqueo norteamericano?
¿POR QUÉ TANTA DEMORA SI TANTO SE HA DISCUTIDO, ESCRITO Y PROPUESTO? ¿Si la evidencia está demostrando la necesidad y la urgencia de ampliar la participación de estos actores en la economía nacional?
Cuando se revisa lo que se publica en las redes sociales es posible constatar que existe la intención manifiesta de hacer de las pymes la manzana de la discordia. Ya pasó a mediados de los noventa y el parto fue demorado treinta años.
Existe la intención de convertir a las pymes en el “enemigo del pueblo” y en la negación de los valores del socialismo, y de demostrar con ello la “equivocación del gobierno”. Es evidente la intención de usarlas como chivo expiatorio del fracaso del programa de ordenamiento monetario, como las causantes de la inflación, de la desigualdad y de la pobreza, todos fenómenos que ya existían antes de su nacimiento.
También se les quiere presentar como una de las razones del magro avance de la transformación del sistema empresarial estatal. Incluso se les quiere presentar como la puerta trasera por donde se despliega la “actividad enemiga”.
Hay intención de usarlas para dividir. Pero hace mucho ya que es tiempo de sumar, de encontrar el mínimo común múltiplo.
Se requieren políticas productivas que sumen el esfuerzo de todos los actores de la economía nacional. Cambiemos las reglas de juego y las pymes producirán.
IV - Conclusiones apresuradas
Por Katia
Siberia
Después
de postergar durante una década la anunciada aprobación de las mipymes, en
estos casi dos años de creadas les han llovido más cuestionamientos que halagos
La Cadena Cubana del Pan, que pertenece
a un ministerio cuya importadora no ha podido situar la harina de trigo en sus
almacenes, no amasaría siquiera las 9 toneladas diarias de pan que venderán en
Ciego de Ávila a precios diferenciados, si diferente no fuera el origen de su
“nueva” harina de trigo.
Una empresa privada hará, y está
haciendo, lo que la importadora estatal no ha podido; ya sea a causa del
bloqueo norteamericano, por la falta de financiamiento, por los costos de los
fletes, o por una larga cadena que la pequeña o mediana empresa privada, a
cuenta y riesgo, ha logrado acortar.
Invasor aún no se ha sentado a relatar
los avatares del privado, si bien damos por sentado que no compra
mayoristamente buques de harina o de trigo y, en consecuencia, paga más por
toneladas o que hará “malabares” para luego reaprovisionarse en moneda
extranjera y cerrar ciclos financieros, mientras paga por contenedores en el
Mariel, y camiones alquilados, y estibadores…
Conclusión primera: toda actividad
comercial tiene un costo.
El saldo para la parte estatal se
esbozaba en octubre de 2022, cuando la directora técnica de la
Empresa Cubana de Molinería aclaraba que un buque de trigo costaba alrededor de
16 millones de dólares y, al mes, Cuba necesitaba cuatro. La inestabilidad en
el financiamiento, dijo, nos dejaba con uno o con dos, y entonces el mayor
costo era fácil de calcular: no se producía ni la mitad de lo que demandábamos.
Y para producir esa harina o ese pan, antes hay que llevar el trigo a la
industria molinera, procesarlo, transportarlo en casillas de tren o rastras
para luego… Es decir, tampoco se produce al ritmo que necesitamos.
Pero Invasor sí estuvo en la reunión
donde el director de la Cadena Cubana del Pan en la provincia sometía a
consideración fichas de costo con esa “otra” harina importada que ellos
adquieren aquí a 300.00 pesos el kilogramo y elevaría el precio del pan de 200
gramos a 70.00 pesos.
Conclusión segunda: las dos partes han
salido ganando en su encadenamiento, aunque no faltarán quienes cuestionen a la
empresa de la Industria Alimentaria por el precio abusivo y quienes acusen, en
primer lugar, a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) privadas, por
ser más abusivas aún.
Y yo, que no soy ni economista ni
fiscalizadora, y que solo tengo la palabra de quienes calculan, certifican y
explican por qué la vida se nos ha encarecido tanto, debo decir que, a pesar de
no alcanzarme el salario, a veces me bastan ciertas explicaciones.
Ese no será el “pan nuestro de cada
día” del sector presupuestado, pero ya sabemos que existen —para bien— otros
consumidores, otros ingresos. El de ese mismo trabajador en una mipyme, el del
padre que recibe remesas, el del trabajador de la empresa estatal que sí paga
resultados porque sí los obtiene…
No sería lógico entonces que yo, desde
mis 4800.00 pesos mensuales, le exija a una empresa privada que produzca
teniendo en cuenta mi escala salarial. Como si ya esta tuviera suficiente
tiempo de creada y hubiese podido abaratar costos a golpe de eficiencia y
procesos más dinámicos; como si tuviese la red de distribución estatal o pagara
los bajos salarios que pagan las panaderías estatales; como si accediera a
recursos por planes y no por gestiones; como si tuviese un fondo aprobado para
garantizar producciones subvencionadas y luego viniera el presupuesto del
Estado a cubrir ese déficit.
No. No son las mismas circunstancias,
por más que se diga que estatales y privados están en igualdad de condiciones.
Y esas diferencias se reflejan en precios, también. Se traducen en sesgos,
incluso, si decimos empresa estatal socialista, y no empresa privada socialista.
Se confunde propiedad con sistema, ¿o es que acaso todas no pertenecen al mismo
entramado empresarial del socialismo cubano?
Después de postergar durante una década
la anunciada aprobación de las mipymes, en estos casi dos años de creadas les
han llovido más cuestionamientos que a las que llevan décadas siendo
ineficientes y no han podido, o sabido, reinventarse para abastecer al hoy
maltrecho mercado.
De ahí sacan conclusiones apresuradas
que dividen en buenas y malas; un fuego cruzado en el que pierden ambas y, por
transitividad, todos. Los que compran pan… y los que no.
V - Por Yulieta Hernández
Díaz, La
Habana, Cuba. PYME Privada. Grupo
de Construcciones Pilares.
Quiero que este post, sea sobre el emprendimiento, para los
emprendedores y hecho por todos y para todos; ¡Porque todos somos
emprendedores!
1. Pagamos impuestos. Altísimos; ¡Pero
SÍ pagamos! Ayudamos con nuestro aporte tributario.
2. Generamos Empleo. Según estadísticas
del MEP del 21/02/2023: 123 872, nuevos empleos.
3. Aportamos bienes y servicios. Pues
otra vez: SÍ; no sólo hacemos comercio (revendedores). Según estadísticas, solo el 3.3 % se dedica a la actividad del
comercio.
4. Ayudamos aumentar el tejido
empresarial. Dígase encadenamiento, asociaciones, o sinergia; para la economía
del país.
5. Tenemos Responsabilidad Social
Empresarial. El emprendimiento en Cuba, casi que califica como cooperativismo,
como económica social solidaria; que como sociedades mercantiles. Hemos visto
al emprendimiento en Cuba, donde se le ha necesitado:
- Tornados.
- Ciclones.
- Siniestros.
- Accidentes.
- Sectores vulnerables.
6. Se está cumpliendo con lo dispuesto
en la conceptualización del modelo económico y social cubano, que reconoce a
los nuevos actores como parte del desarrollo de nuestro país.
7. El mayor % en los nuevos actores, lo
lleva la construcción. Se ha contribuido a rescatar parte del patrimonio
construido del país y hemos construido nuevos inmuebles.
8. Aumentamos la competitividad en el
mercado por tanto forzamos a otros actores a mejorar sus servicios.
9. Aportamos conocimiento y también
I+D.
10. Hemos aportado en la formación de
oficios y laboral. Colaborando con instituciones educacionales del país, en las
prácticas escolares y laborales. En todos los niveles de la educación:
círculos, primarias, secundarias, educación tecnología y de oficios,
preuniversitaria y universitaria.
11. Aporte al desarrollo territorial.
En el municipio y la provincia. Un ejemplo son la gran cadena de mini
industrias en el país.
12. Ayudamos aliviar la carga Social
del Estado. Aportamos al presupuesto del Estado y a disminuir el déficit
fiscal.
13. Creamos oportunidades.
14. El emprendimiento cubano aporta
crecimiento personal, autorrealización, riqueza espiritual, sostenibilidad
familiar, encuentro desde la diversidad, respeto en el diálogo, reciprocidad,
fraternidad, y esperanza en una Cuba mejor es posible "con todos y para el
bien de todos".
15. El emprendimiento cubano contribuye
a la diversificación de la oferta de productos y servicios exportables al
mercado internacional y el acceso a la importación de productos deficitarios en
el país con mayor agilidad.
¡Pues sí, importamos! ¡Y también
exportamos!
16. A contribuido a la independencia
económica de muchísimas mujeres con alternativas laborales que se ajustan a sus
condiciones y horarios desde el hogar.
17. Exquisitos trabajos de restauración
en el Capitolio, el Teatro Martí, innumerables obras de valor patrimonial,
cuenta con el aporte de maestros del granito, el yeso, el enmasillado, la
cerámica, la orfebrería, entre otros, a lo largo de todo el país, y esperamos
que crezca el emprendimiento, porque #Cuba lo
necesita, las nuevas formas de gestión vinieron para quedarse y para
desarrollar el país .
18. Hemos rescatados instituciones y
producciones que se encontraban sin utilidad y que habían dejado de producirse.
18. Hemos incorporado nuevos productos
al mercado, utilizando ciencia e innovación.
19. Hemos incorporado al proceso
productivo recursos que se desechan o no se le da la utilidad debida.
20. Hemos contribuido a la disminución
de precios en muchos renglones, aunque aún no sea suficiente, con una
producción y/o comercialización más eficiente y con el aumento considerable de
la oferta.
21. Hemos obligado a las empresas
(estatales) que prestan servicios, producen o comercializan productos a ser más
competitivas (calidad, precio, tiempo de entrega, etc), para que puedan
competir en el mercado; aún con las enormes desventajas que nos obligan a tener
(impuestos, alquiler de equipos, arrendamiento de locales, créditos, asignación
y precio de los combustibles, y un enorme ETC), pero de eso no se trata este
post.
22. En la producción de materiales,
equipos y herramientas, aún con la falta de entrega de insumos imprescindibles,
hemos dotado a los gobiernos locales, de una mayor cantidad y variedad de
renglones necesarios para la construcción y los servicios de todo tipo que
anteriormente no tenían, o eran insuficiente.
23. En la actividad de la construcción
se han incrementado enormemente los alcances y la calidad del servicio; así
como se ha disminuido los tiempos de entrega y los costos del servicio
constructivo.
24. Por primera vez ha existido un
encadenamiento real y nacional de los actores de la economía.
25. Aún con impedimentos reales,
objetivos y subjetivos, se ha logrado acceder a recursos que empresas estatales,
por diferentes motivos, no podían o se tardaban demasiado para importarlas al
país.
26. El emprendimiento y el sector
privado han logrado un resurgimiento del diseño, la comunicación, el marketing,
la mercadotecnia, el branding, las marcas y la inteligencia comercial en el
país.
FIN