El que presenta el Plan de la economía para cada año, es, y siempre ha sido, el Ministro de economía. Es el que responde por el Gobierno que ese Plan ha sido bien confeccionado, con la participación de todos y que es cumplible. Por la calidad del Plan de cada rama y de su cumplimiento debe responder el ministro de cada rama y las empresas de la misma. Por la calidad del Plan en su conjunto, la determinación de las principales tareas, y de su cumplimiento, dentro de determinados rangos en su conjunto debe responder el Ministro de economía. Así no parece que se esté controlando la elaboración del Plan hasta hoy. Y el papel de control del Primer Ministro en su elaboración y ejecución, no aparece claro. En mi opinión, quizás debería ser función del Consejo de Estado, exigir como debería ser la elaboración del Plan, la participación de todos, incluido la población y los trabajadores antes de ser aprobado y como debe ser controlado. El Ministerio de economía es un ministerio importante, pero no debe tener la hegemonía, en la elaboración y control de los planes de la nación.
El 14 de
diciembre del 2022 en el discurso de clausura de la Asamblea Nacional, el
Presidente de la Republica, Miguel Díaz
Canel expreso en referencia al Plan de la economía para el año 2023 lo
siguiente:
·
El Plan de la economía presentado
y aprobado concibe la implementación de un programa de estabilización
macroeconómica que supone una transformación esencial de la gestión
macroeconómica y en la coordinación entre el Plan, el Presupuesto del Estado y
la programación monetaria.
·
Por otra parte, se requiere continuar
implementando medidas que garanticen que la empresa estatal verdaderamente
ejerza su papel como sujeto económico principal del Modelo de Desarrollo
Económico y Social.
·
Es imprescindible alcanzar las
exportaciones proyectadas en el plan, para poder respaldar las importaciones
mínimas que requiere la economía en el
objetivo de asegurar los niveles de producción que se planifican y que
constituyen la fuente fundamental del crecimiento del 15% de la circulación
mercantil minorista.
·
………el transito definitivo del
subsidio de productos al subsidio a personas, para comenzar la verdadera
transformación social, aplicando un enfoque no asistencialista…….
· Confió en el trabajo creativo e innovador de quienes deben responder por estas tareas en un tiempo que ya no se mide por el reloj, sino por las urgencias que provoca el desgaste tras una dura lucha de más de 60 años contra un cerco criminal e inaceptable.
Hasta aquí las indicaciones precisas con respecto al trabajo en la
economía del Presidente de la Republica en su discurso de clausura de la
Asamblea Nacional el 14 de diciembre de 2022.
Han pasado 9 meses y 17 días y lejos de cumplirse o posiblemente, ni siquiera iniciarse las estratégicas tareas indicadas por el Presidente y aprobadas por la Asamblea Nacional, nuevos problemas y complicaciones se han agregado, como el de los combustibles y la energía, los que por supuesto, los mismos no son ajenos al bloqueo, que nos lleva causando problemas hace 61 años, pero que la obligación de nuestra planificación es preverlos, y adoptar medidas preventivas suficientes conociendo las dificultades que nunca han estado ausentes. No quedaron bien los ministros responsables principales del problema, en la explicación y justificación que dieron. Con independencia de la responsabilidad innegable del bloqueo y la persecución financiera, la única forma de luchar contra el bloqueo y el acecho del enemigo, que nos enseño Fidel desde siempre, es tratar de preverlo todo y adelantarse. No confiar en la suerte. La burocracia carece de pensamiento estratégico. Solo se guía por los papeles. El propio bloqueo obliga a estar permanentemente previendo complicaciones y pensando en soluciones. Es la única forma de vencerlo.
Yo estoy convencido que de esta crisis se puede salir siempre y cuando sea sobre la base de que todos los que sean capaces de participar con opiniones calificadas se les permita hacerlo. En tres meses hay tiempo suficiente para debatir y lograr acuerdos y decisiones sobre las cuatro tareas principales que priorizo el Presidente. Y además, incluir otras.
Solo con debate amplio e inclusivo, con todos los que sistemáticamente han sido excluidos del debate por el solo hecho de pensar en soluciones distintas a las oficiales del Ministerio de economía, será posible llegar a las mejores decisiones. Y yo no recomendaría nunca que fuera el propio ministro de economía quien presidiera los debates. Y no porque desconfié de él, sino porque es parte del problema y ha tenido tendencia a imponer sus puntos de vista, apartándose de criterios puramente económicos y académicos para ideologizarlos, o acercarlos a los intereses propios del Ministerio de economía.
Mi recomendación seria que fuera el propio Presidente quien presidiera los debates, apoyado por el Primer Ministro y por tres economistas/académicos, con experiencia de trabajo en la economía cubana, que seguramente los hay, que podrían actuar como sus asesores.
Yo sugeriría adicionar dos temas
principales para que pueda hablarse de que hay economía en Cuba: la producción
azucarera y la de alimentos no azucareros. Propondría no debatirlos en la forma
tradicional de cuantas hectáreas se siembran, que rendimientos se estima
alcanzar y otros que no entienden los productores, que son los que lo logran.
Propongo debatir cómo financiar a los productores para que produzcan caña de
azúcar, azúcar y derivados y alimentos para la población. Propondría incorporar
a los productores estatales, cooperativos y privados para que a través de la
Prensa digan, no que todo está bien y se está cumpliendo, sino lo que requieren
en financiamiento y suministros de empresas comerciales estatales o privadas
para poner a producir de nuevo la tierra cubana.
Sacar a la Burocracia del debate nacional sobre la producción azucarera
y alimentaria. Las consignas sobre la Seguridad alimentaria no les dicen nada a
los productores como obtener financiamiento y recursos para producir. Los
Planes de medidas tampoco les dicen y no los entienden. El Productor, sea
estatal, cooperativo o privado entiende de financiamiento (dinero) para
producir y requiere conocer donde compra lo que necesita. La fuerza de trabajo
la gestiona el, siempre y cuando se le permita acordar con los obreros, hombres
o mujeres, el salario conveniente para ambas partes, y que se garantice el
salario mínimo para el trabajador. Y el Sindicato debe participar, sobre todo si
los trabajadores le piden que participe y los apoye en la defensa de sus
derechos. Sin el Crédito bancario a cada productor no veo posibilidad alguna de
que la producción azucarera y alimentaria del País logre levantar cabeza. Suprimir
totalmente el financiamiento presupuestario. Es el Banco quien debe financiar
la producción. El Presupuesto debe financiar al Banco a Largo plazo, para que
este lo haga a corto y mediano a los productores. No hay que renunciar al
socialismo. Hay que construirlo diferente y sobre otras bases. Olvidarnos
totalmente del Modelo anterior y crear nuestro propio Modelo.
*Joaquín Benavides Rodríguez. Ocupó el cargo de Jefe del Departamento económico del Comité Central (1977- 1980). El de Ministro- Presidente del Comité Estatal de Trabajo y Seguridad Social de Cuba (1980-1986). Fue Ministro de Gobierno y Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Dirección de la Economía (1986-1991). Entre 1991 y 2003 ocupó el cargo de Viceministro de Economía del Ministerio de Transporte.