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miércoles, 15 de noviembre de 2023

Nuevas perspectivas sobre la economía del malestar

Empezamos a comprender la brecha entre las percepciones y la realidad.

La 

Estatua de la Libertad vista desde el ferry de Staten Island en Nueva York. (Damon Winter/The New York Times)


15/11/2023 10:17

Han pasado casi dos años desde que empecé a tratar de llamar la atención de la gente sobre la creciente brecha entre las percepciones económicas y la realidad económica.

En aquel momento, el panorama económico era heterogéneo, con un rápido crecimiento del empleo, pero también un aumento de la inflación; incluso teniendo en cuenta ese panorama heterogéneo, la confianza de los consumidores parecía anormalmente baja.

Creo que es justo decir que recibí muchas críticas.

Al fin y al cabo, la inflación estaba aumentando y muchos economistas advertían de que para reducirla sería necesaria una dura recesión. Pero no fue así.

El desempleo sigue cerca de su nivel más bajo en 50 años, pero la inflación ha descendido rápidamente; los precios de consumo no subieron en octubre, aunque en parte fue ruido estadístico.

Muchos economistas que analizan los datos están casi mareados por lo bien que van las cosas; el último gran informe de Goldman Sachs (cuyos economistas acertaron con la desinflación) se titula "Lo difícil ha terminado".


Muchos economistas que analizan los datos están casi mareados por lo bien que van las cosas, pero las encuestas sobre el sentimiento de los consumidores y los sondeos políticos siguen mostrando que los estadounidenses tienen una visión muy negativa de la economía de Biden, escribe Paul Krugman. (The New York Times) .

Sin embargo, las encuestas sobre el sentimiento de los consumidores y los sondeos políticos siguen mostrando que los estadounidenses tienen una visión muy negativa de la economía bajo la presidencia de Joe Biden.

Aún no hay consenso sobre las razones de esta desconexión.

Pero hay algunos estudios nuevos que arrojan algo de luz sobre lo que está pasando, y yo tengo una nueva forma de ver las cifras que también puede aclarar las cosas.

Empezaré con Briefing Book, un blog escrito por antiguos funcionarios.

Han elaborado un modelo (en realidad, varios modelos) que establece la relación histórica entre indicadores fundamentales como la inflación y el desempleo, por un lado, y la confianza de los consumidores, por otro.

Hasta la pandemia, modelos como éste funcionaban bastante bien; pero en este momento, los consumidores parecen ser mucho más pesimistas de lo que "deberían" ser.

Volveré sobre su explicación de la brecha.

Antes, sin embargo, olvídense de las estadísticas económicas agregadas: ¿Qué les pasa a los trabajadores?

Durante un tiempo, muchos expertos insistieron en que, independientemente de lo que ocurriera con el producto interior bruto, el hecho era que los salarios no seguían el ritmo de la inflación, lo cual fue cierto durante un tiempo. ero ya no.

Yo ya lo sabía más o menos por el trabajo de Arin Dube, de Amherst, pero un nuevo y exhaustivo análisis de Joseph Politano lo confirma.

Se mire por donde se mire, los salarios reales son ahora más altos que antes de la pandemia; en el caso de los trabajadores no supervisores, que constituyen la mayoría de la mano de obra, son más altos de lo que cabría haber predicho a partir de la tendencia anterior a la pandemia.

Pero no importan estas cifras.

Los estadounidenses dicen que las cosas van mal; ¿no deberíamos tomarles la palabra?

Una respuesta es: Fíjate en lo que hacen, no en lo que dicen.

Resulta que el desplome de la confianza de los consumidores durante los años de Biden ha sido similar en magnitud al desplome durante y después de la crisis financiera de 2008, lo que en sí mismo es una observación notable, dado que la depresión posterior a 2008 se prolongó durante años, mientras que después de la crisis volvimos rápidamente al pleno empleo.

Sin embargo, el gasto de los consumidores, que se estancó durante la última crisis, ha seguido avanzando esta vez.

Así que los consumidores pueden decir que la economía es pésima, pero su gasto sugiere que se sienten bastante bien con su situación financiera personal.

Supongo que creen que están ocurriendo cosas malas, pero sólo a otras personas.

En cualquier caso, los analistas de Briefing Book profundizaron en una posible razón de esta desconexión, sobre la que especulé desde el principio, pero han hecho los cálculos.

Es un hecho bien establecido que la orientación partidista afecta a las opiniones expresadas sobre la economía:

Los demócratas son más positivos cuando un demócrata ocupa la Casa Blanca, y los republicanos cuando el presidente es republicano.

Lo que el Briefing Book muestra es que este efecto no es simétrico: se aplica a ambos partidos, pero el efecto partidista en el sentimiento es 2,5 veces mayor para los republicanos que para los demócratas.

Y estima que esta "amplificación asimétrica", por sí sola, explica el 30% de la diferencia entre el sentimiento económico y los fundamentos económicos.

Y aún hay más.

La importancia del partidismo en la formación de las percepciones económicas nos dice que mucho de lo que la gente dice sobre la economía refleja lo que oyen, ya sea de las organizaciones de noticias o en las redes sociales, en lugar de sus propias experiencias.

Los economistas con los que hablo bromean sobre el hecho de que incluso a los principales medios de comunicación les resulta difícil hablar bien de la economía de Biden.

Cuando, por ejemplo, se publica un nuevo informe sobre el empleo, los titulares no suelen decir cosas como "El crecimiento del empleo supera las expectativas", sino más bien "El rápido crecimiento del empleo podría ralentizarse pronto, según los expertos, lo que plantea problemas para Biden".

Se podría decir que esas cosas no pueden importar realmente, que la gente sabe lo que está pasando en realidad.

Pero las pruebas sobre partidismo y percepciones sugieren lo contrario.

Ahora bien, no estoy diciendo que esta sea toda la historia.

Puede que la inflación se esté ralentizando, pero los precios han subido mucho en los últimos años, y eso sigue molestando a la gente, aunque ese enojo no pareció durar después de anteriores estallidos temporales de inflación.

Y el malestar general por el impacto social de la pandemia puede estar influyendo en lo que la gente dice sobre la economía.

Aun así, podemos reconocer que hay otros factores en juego sin negar dos hechos claros sobre la economía:

La mayoría de los trabajadores estadounidenses están, de hecho, mejor que en el pasado, y una parte significativa de los comentarios económicos negativos reflejan partidismo, no realidad.

Ah, y otra cuestión: El sentimiento económico negativo puede no importar tanto para las elecciones de 2024 como muchos piensan, ya que gran parte de él proviene de personas que nunca votarían a un demócrata bajo ninguna condición.


c.2023 The New York Times Company

La hegemonía geopolítica a debate en evento de economistas


Por Fidel Rendón Matienzo el 15 Noviembre 2023. Publicado en Economía.


Foto: Marcelino Hernández Vázquez

La Habana, 15 nov (ACN) El Máster en Ciencias Faustino Cobarrubia Gómez, investigador del Centro de Estudios de la Economía Mundial (CIEM), de esta capital, afirmó hoy que estamos en la era del desorden, en la cual se combinan las crisis económica, política, tecnológica y medio ambiental y tiene lugar una disputa por la hegemonía geopolítica entre Estados Unidos y la República Popular China.

Cobarrubia Gómez participa en el XIV Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, con sede en el Palacio de Convenciones de La Habana, donde conduce una de sus comisiones, la que trata el tema de las mutaciones en la hegemonía, contradicciones e interdependencias entre las grandes potencias y el uso de sanciones económicas.

En su opinión estamos en presencia de una transición en la que el eje de la hegemonía se traslada de Estados Unidos al gigante asiático, lo cual se evidencia en las guerras comerciales y tecnológicas entre ambas potencias, y ello deviene una amenaza a la supervivencia humana.

De acuerdo con el académico cubano en esta confrontación el imperialismo estadounidense hace todo lo posible por no caer, de ahí que recurra a sanciones económicas utilizando el dólar como mecanismo de presión ante lo cual cada vez más países acuden a monedas propias, en busca de soluciones para poder sobrevivir.

De manera que en su desesperación por no perder su hegemonía Estados Unidos está cavando prácticamente su tumba, y resulta muy preocupante que además del elemento financiero acuda a otro pilar muy peligroso: el poder militar, subrayó el investigador del CIEM y miembro del Comité Académico del evento.

A modo de argumento Cobarrubia Gómez señaló que la guerra entre Rusia y Ucrania no es ni más ni menos que expresión de esa decadencia hegemónica, de los pataleos del imperio, en tanto sobre la espalda de los países subdesarrollados cae el peso de sus consecuencias.

Urge entonces buscar respuestas o posibles soluciones, de ahí lo valioso que pueden resultar los debates en este Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, en la que se escucharán criterios de las más diversas tendencias, en voz de expertos e investigadores de decenas de países, manifestó.

También en la propia comisión varios estudiosos se refirieron a las mutaciones en la hegemonía, acompañadas de incertidumbres, inestabilidad, de conflictos bélicos y a su vez de una revolución tecnológica (Cuarta Revolución Industrial), y en las que hay un protagonismo más efectivo de China en la geopolitica global y un declive relativo de Estados Unidos.

Mas lo que está en marcha es un enfrentamiento entre el Sur y el imperialismo, y gracias al desarrollo tecnológico del gigante asiático y de Rusia la humanidad sigue sobreviviendo, opinó un delegado cubano en medio de varias intervenciones y polémicas.

Este miércoles en el Palacio de Convenciones de La Habana comenzaron los primeros debates en comisiones del XIV Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, evento inaugurado el martes y que será clausurado el viernes.

La posición china frente a Palestina y el posible final de esta guerra desigual

esrt.siteNovember 13, 2023


El genocidio de palestinos sigue. Mientras aumentan los muertos, más aumenta la frustración de quienes lo vemos a lo lejos.

Muchos han manifestado su decepción porque consideran que las "nuevas potencias" como China y Rusia no están haciendo lo suficiente para detener esta masacre. Frente al cúmulo de imágenes de muertos nada nos parece ser suficiente.

Lo cierto es que se está haciendo mucho para lograr dos objetivos: un alto al fuego y evitar una escalada del conflicto que arrastre a toda la región o, incluso, el mundo entero.

Más de un mes después se puede decir que el segundo objetivo se está logrando con relativo éxito, mientras que el primero parece, aún, un imposible.

China, Rusia, Irán y los países árabes están involucrados en este proceso. En esta columna me voy a concentrar en el país que, tal vez, más expectativas suscita y cuyas acciones menos notamos: China.

Relación China- Palestina: un vínculo sólido e histórico

En 1950, "Israel" reconoce a China, pero esto no fue reciproco. El nuevo gobierno chino inició un acercamiento hacia el pueblo palestino puesto que lo veían como un colectivo clave en la lucha contra el imperialismo.

China fue el primer país no árabe en reconocer a la Organización por la Liberación de Palestina (OLP). En 1965, la organización abrió una oficina en Beijing que actuaba como representante diplomático del pueblo palestino. Durante la década del 60, China entrenó y armó al Ejército por la Liberación de Palestina (ELP). El entrenamiento no sólo fue militar sino también ideológico.
China ha cultivado buenas relaciones con todos los países en Asia Occidental, así se odien entre ellos. Por ello, pudo intermediar entre Irán y Arabia Saudita. Luego de la reapertura de relaciones diplomáticas, Beijing expresó su voluntad de intermediar entre "Israel" y Palestina.

Los cambios en la política exterior china, así como los problemas entre facciones de la resistencia palestina enfriaron el vínculo, pero China nunca dejó de apoyar al pueblo palestino, ni siquiera cuando normalizó relaciones con "Israel" en 1992, cuatro años después de hacer lo mismo con el Estado Palestino.

Los israelíes no podían permitirse cerrarles la puerta a los chinos y pensaron que con otras estrategias como el uso de soft power podrían cambiar ese vínculo. No convencieron ni al gobierno ni al pueblo chino, que asocia la lucha de los palestinos con la que ellos pasaron antes de la fundación de la República Popular China en 1949.

En las últimas décadas, China ha contribuido con ayuda humanitaria, incluyendo construcción de escuelas. Durante la pandemia de covid-19, mandaron personal médico y vacunas. Asimismo, dona a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).

En julio de 2017, Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, le otorgó a Xi Jinping el mayor reconocimiento del Estado Palestino. En junio de este año, Abbas visitó China en el marco de los 35 años de relaciones diplomáticas. En esa oportunidad el vínculo diplomático se elevó a asociación estratégica.

China ha cultivado buenas relaciones con todos los países en Asia Occidental así se odien entre ellos. Por ello, pudo intermediar entre Irán y Arabia Saudita. Luego de la reapertura de relaciones diplomáticas, Beijing expresó su voluntad de intermediar entre "Israel" y Palestina.

La posición china, que mantienen incluso un mes después del genocidio en Gaza, es la de los dos Estados, de acuerdo con los límites establecidos por la ONU en 1967 y con Jerusalén Este como capital del Estado Palestino.

En 2022, durante su discurso en la Cumbre de China y Estados árabes, Xi Jinping se refirió a Palestina como la clave para la paz y estabilidad en la región, y que las injusticias contra el pueblo palestino no deberían quedar desatendidos por mucho más tiempo.
Cronología de las acciones chinas

El 11 de octubre, Zhai Jun, enviado especial del gobierno chino en Asia Occidental tuvo una conversación con la viceministra de Relaciones exteriores palestina, Amal Jadou. Por su parte, Wang Yi se reunió con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, e incluyeron la crisis en su agenda. En paralelo, conversó con sus contrapartes de Arabia Saudita, Irán y Turquía entre el 14 y el 16.

El 14 de octubre, en la conversación con su contraparte saudita, el Príncipe Faisal bin Farhan Al Saud, Wang Yi dijo que las acciones de "Israel" habían sobrepasado la legítima defensa e hizo un llamado a que la comunidad internacional para detener el castigo colectivo contra los palestinos.

Entre el 16 y el 18 de octubre, las resoluciones propuestas por Rusia y Brasil fueron vetadas en el Consejo de Seguridad de la ONU. La primera por varios países occidentales. La segunda, solo por Estados Unidos. Por el contrario, China votó en favor de ambas. Asimismo, desde Beijing anunciaron que enviarían ayuda humanitaria a través de la ONU y la Autoridad Palestina.

El 22 de octubre, Zhai Jun participó en la Cumbre en El Cairo. Al día siguiente, Wang Yi tuvo un primer intento de mediación al conversar con sus contrapartes de "Israel" y de Palestina. Repitió lo que se venía diciendo desde Beijing: China condena todos los actos contra civiles y acciones que violan el derecho internacional. Llamó a un alto al fuego inmediato y se reafirmó en que la única solución para la paz era la de los dos Estados.

Se comprometió con su contraparte palestina en seguir enviando ayuda humanitaria que responda efectivamente a las necesidades de la población de Gaza. Mientras que a la parte israelí le aseguró que todos los países tienen derecho a defenderse, pero que deben ceñirse al derecho internacional y humanitario, así como a la protección de civiles.
China asumió la presidencia rotativa del Consejo de Seguridad. Zhang Jun indicó que le dará prioridad a la resolución de la crisis en Palestina. Esto significa negociar con EE.UU. para aprobar una resolución de alto al fuego.

El 25 de octubre, el embajador permanente de China en la ONU, Zhang Jun, vetó la resolución estadounidense en el Consejo de Seguridad. En su explicación indicó que el proyecto de resolución estaba "fuera de balance" y confundía "lo correcto con lo incorrecto", ya que en ningún momento indicaba de manera clara la necesidad de un alto al fuego ni la raíz de la crisis humanitaria. El Consejo no sería responsable al aprobar una resolución con lenguaje ambiguo en un tema de vida o muerte, y que podría dar pie a una escalada militar.

El 27 de octubre se produjo un altercado entre los embajadores de "Israel" y China en el Consejo. El embajador israelí atacó a Zhang Jun por su veto. Zhang le respondió de manera contundente diciendo que convertir a China en un enemigo era un error y le recordó que la posición de su país incluía la condena tanto a las víctimas palestinas como israelíes.

El embajador chino agregó que Beijing reconocía las preocupaciones de seguridad de Israel, pero recalcó que los derechos de los palestinos no han sido respetados hace mucho tiempo. Finalmente, le pidió adherirse a los hechos y a la justicia para que ambos pueblos vivan en paz.

En noviembre, China asumió la presidencia rotativa del Consejo de Seguridad. Zhang Jun indicó que le dará prioridad a la resolución de la crisis en Palestina. Esto significa negociar con EE.UU. para aprobar una resolución de alto al fuego. Asimismo, Joe Biden y Xi Jinping se reunirán esta semana, en el marco de la Cumbre de la APEC, y se espera puedan poner este tema en la agenda.
Los límites de las acciones chinas y el posible futuro del conflicto

Los años de unipolaridad nos han acostumbrado a que un país pase por encima del resto. En un mundo multipolar, eso no es posible.

La responsabilidad principal de darle solución a esta guerra recae en los países musulmanes de Asia Occidental y del Norte de África. China solo puede ser un apoyo diplomático.

Como hemos visto, todas sus acciones en el último mes se han dado en coordinación constante con estos países. Es decir, la posición de China es la de los otros países que, no olvidemos, muchos de ellos formarán parte del BRICS+ a partir de 2024.

Estos han sido profundamente criticados por todo el mundo ante lo que se ve como una falta de acción, pero la situación es más complicada.

"Israel" no es un país, es un proyecto occidental y como tal, EE.UU. no dejará que desaparezca. Buscar erradicarlo por vía militar significa entrar en guerra directa con EE.UU., el único país que ha lanzado bombas atómicas.

Por un lado, si intervienen, la guerra escalaría. Las acciones de "Israel" y de EE.UU. parecen indicar que es el camino que esperan. En especial, quieren una "excusa" para atacar Irán. Por otro lado, si no lo hacen, miles de palestinos morirán y luego "Israel" irá por el resto de los países de la zona. Es una situación perder-perder.

Al parecer, están apostando por la vía diplomática y económica. Primero, forzando la solución de los dos Estados. Hoy, el mundo entero coincide en que los palestinos tienen derecho a un Estado. Segundo, normalizando con "Israel" para incorporarlo a la dinámica económica regional y su economía termine siendo absorbida por economías más importantes como las del Golfo Pérsico.

En este nuevo proceso, habría una gran diferencia con los intentos de pacificación anteriores. EE.UU. no será más el hegemón que controle todo. El BRICS+ será una realidad y tendrá más peso económico que Occidente.

En cuanto a la solución de los dos Estados, China será el país candidato para mediar entre ambas partes. Su insistencia en la neutralidad, hasta el punto de parecer necios, se debe a que entienden que es el único camino para solucionar este lastre de la colonización occidental sin arriesgar nuestra propia existencia."Israel" perderá está guerra. La hegemonía occidental terminará en Gaza. Lo que me parte el alma es darme cuenta de que quienes pagarán el costo más caro son los palestinos.