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martes, 27 de febrero de 2024

Medidas anunciadas: cómo las percibe el sector privado cubano

Las medidas arancelarias, cambiarias e impositivas anunciadas por el gobierno traerán más desventajas al sector privado cubano.




Ciudadanía, especialistas y representantes del sector privado coinciden en señalar que las medidas económicas implementadas hasta ahora generan más inflación y menguan el poder adquisitivo de la población cubana.

Foto: Jorge Luis Baños/ IPS 

Este producto periodístico forma parte de la cobertura especial Nuevos actores económicos y desarrollo local en Cuba (2023-2025).
#DesarrolloLocalParaCrecer

La Habana, 28 feb.- Aunque autoridades y parte de la ciudadanía aprecian las medidas arancelarias, cambiarias e impositivas anunciadas en diciembre de 2023 como un freno a la inflación, representantes del sector privado cubano y especialistas consideran que tendrán un efecto contrario.

A su juicio, las disposiciones impactarán negativamente en la gestión de los nuevos actores económicos y, con ello, afectarán al eslabón final de la cadena, el consumo, por su impacto en los precios, que subirán aún más.

El economista Omar Everleny estimó que, como resultado de las medidas económicas, se incrementará la inflación en 2024 y se reducirá el poder adquisitivo de los ingresos de la población cubana.


En opinión del economista Juan Triana para la revista On Cuba, además de elevar precios y tarifas, las medidas aplicadas hasta hoy “contribuirán a elevar la inflación, la dolarización y una mayor devaluación del peso cubano, con efectos regresivos sobre los sectores con menos ingresos”.

Propuso que se debe “enriquecer el tejido empresarial fomentando y facilitando el nacimiento de miles de nuevas pymes y cooperativas. Hay que desentrampar a la empresa estatal de una vez y por todas y hacerlo con toda la premura que se demanda”. 

Medidas enfocadas al sector privado

Para implementar el “programa de estabilización macroeconómica”, solo se aplican algunas disposiciones, según las últimas informaciones dadas por las autoridades. Y el alza de los precios de los combustibles se encuentra en pausa desde inicios de febrero debido a un “incidente de ciberseguridad”.

El denominado “paquete de medidas”, que tiene un calendario impreciso de implementación, comprende algunas específicas para el sector privado:

  • Reducir al 50 %, para todos los actores económicos el pago de aranceles por las importaciones de materias primas y bienes intermedios, en especial los dirigidos a la producción agropecuaria y otros alimentos.
  • Incrementar las tarifas arancelarias a la importación de productos como tabacos, cigarros, rones, cervezas y otros.
  • Reconocer la tasa de cambio de 1 dólar estadounidense (USD) equivalente a 120 pesos cubanos (CUP) para el cálculo de los aranceles en las operaciones de importación por las formas de gestión no estatales.
  • Eliminar las exenciones de impuestos a los actores económicos no estatales, de cero meses hasta un año, en ocasión de su constitución.
  • Extender la aplicación del impuesto sobre las ventas a la totalidad de las operaciones que realizan las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
  • Actualizar las actividades no autorizadas a realizar por los actores económicos no estatales.
  • Descentralizar gradualmente el proceso de aprobación de los nuevos actores económicos por parte de los municipios.
  • Crear el instituto para la atención a los actores económicos no estatales.
  • Priorizar la fiscalización a negocios del sector privado que reportan pérdidas.
  • Perfeccionar las normas para el registro y la determinación de las fichas de costos de las formas de gestión no estatal, para evitar la subdeclaración y la evasión fiscal. 
Reflexiones sobre efectos

Acerca de la aplicación del 10 % del impuesto a la venta sobre los servicios y los productos, Bernardo Romero, de la mipyme Ingenius, explicó a IPS Cuba que se le incorpora ese gravamen a cada una de las ventas “que son parte del proceso productivo y, por transitividad básica, termina teniendo el producto final un 30 o 40 % más de precio”.

Sobre la rebaja de los aranceles para la importación, el empresario opinó: “en términos económicos, puramente pragmáticos, a todas las empresas se los subieron”.

De acuerdo con el ingeniero en Telecomunicaciones: “si tenían un arancel por el que cobraban 1 USD a 24 CUP y ahora lo cobran a 120 CUP, hay un aumento de cinco veces, un 500 % del costo del arancel”.

Y agregó: “Si son productos para producir, no para la venta, se rebaja un 50 % a un aumento de cinco veces, es decir, en vez de 500 % te aumenta “solo” un 250 %; entonces, esa disminución para productos que son para fabricación y demás no es tal”.

Otra medida muy cuestionada es el aumento del pago sobre los ingresos personales de los trabajadores del sector privado.

“Las mipymes ya tienen que pagar el 14 % de sus ingresos, entonces, si pones 20 más 14, se llega a pagar 34 % del ingreso del trabajador, además de la seguridad social y el impuesto sobre la fuerza de trabajo”, señaló Romero.

Al respecto, puntualizó: “Llega un momento que para pagarle a una persona hay que abonar un impuesto de 44 CUP por cada 100, que ya es demasiado. Se hace muy complejo seguir aumentando los salarios de los trabajadores”.

Romero percibe un efecto de otra índole. “Las medidas se anuncian y luego no se concretan lo que genera un nivel de incertidumbre y de falta de estrategia empresarial”, identificó.

Como ejemplo, se refirió a las ventas en dólares a empresas, que se expresa en la capacidad de liquidez (CL) en esa moneda. Ello debe implicar, al menos a priori, que la operación tiene solvencia financiera.

Desde diciembre, comentó, se dijo que se acabaría, pero ya casi llega marzo y el CL sigue. Las empresas siguen con dudas, pero mantienen el CL y uno no sabe si vender, no vender, si aprovecha mientras esté o frenar… hay un costo muy grande y oculto”. 

Entorno difícil para el sector privado cubano

La presidenta de πlares Construcciones SRL, Yulieta Hernández, valoró como “un error” eliminar las exenciones de impuestos a los actores económicos no estatales, de cero meses hasta un año, en ocasión de su constitución. Dada a conocer en diciembre de 2022, esa medida se implementa de manera parcial hasta hoy.

La emprendedora hizo énfasis en la importancia de aumentar la oferta para disminuir la brecha en la demanda, reducir la inflación y los precios.

“Para eso se necesitan más actores económicos. Necesitamos que los casi 10 000 existentes puedan subsistir, consolidarse y crecer. Eliminar una exención fiscal es brutal para el desarrollo de un nuevo actor económico, que además surge en un entorno muy agresivo”, opinó.

Es “totalmente injusto cuando dan ocho años de exención fiscal a las empresas extranjeras. ¿Acaso es más importante un extranjero que un nacional?”, cuestionó.

Además, apuntó que las autoridades enuncian objetivos “sin especificar las acciones concretas ni los plazos”, por ejemplo: aumentar la participación de la inversión extranjera, incentivar la producción nacional sobre todo de alimentos, entre otras medidas.

Existe consenso sobre la pertinencia de descentralizar gradualmente el proceso de aprobación de los nuevos actores económicos por parte de los municipios.

Hernández consideró que “primero es preciso crear capacidades en los municipios para poder implementarlo con buenos resultados”. (2024)

La empresa estatal en su laberinto: entre lineamientos, conceptualizaciones y medidas. Miradas (VIII)

Por Dr. HUMBERTO BLANCO ROSALES

Introducción

La empresa estatal cubana ha estado por mucho tiempo en la palestra pública, sometida a cuestionamientos y evaluaciones desde diferentes perspectivas. En nues- tro modelo de desarrollo, como se sabe, esta empresa ha sido proclamada de manera explícita como el actor económico principal, cuyo desempeño es determinante en la generación de riqueza, una dinámica sostenible de crecimiento y el bienestar de la población.

Con tales propósitos, en esta se han aplicado diversos enfoques y sistemas de dirección de la economía a lo largo de seis décadas, incluyendo, desde 1998, intentos infructuosos de prescribir una única forma de gestionar estas empresas, con independencia de sus particularidades culturales, tecnológicas, ramales y contextuales. Sin embargo, a pesar de no pocas medidas adoptadas como parte de la Actualización iniciado en 2010, con mayor énfasis en los últimos tiempos, el despegue no acaba de producirse. Los llamados de la máxima dirección del país a «estremecer la empresa estatal socialista» son la evidencia más reciente de la afirmación anterior. Los problemas acumulados no han encontrado ni en viejas, ni en recientes soluciones, la respuesta adecuada. El presente capítulo realiza una valoración de este actor económico en los documentos programáticos de los tres últimos congresos del Partido, la cual se inicia con los Lineamientos de su 6to. Congreso —documento fundacional de la Actualización— como antecedente de las dos versiones de la Conceptualización.

A continuación, se intenta un balance de los aportes y limitaciones de estas dos versiones, en el cual se tratan problemas referenciados en la teoría sobre las empresas del Estado. Asimismo, se abordan otros do- cumentos relacionados con la «puesta en práctica» de la Conceptualización, Plan 2030 y la Estrategia Económi- ca y Social del 2020, así como las medidas adoptadas en años más recientes para dinamizar la empresa estatal. Por último, se incluyen algunas ideas para la transfor- mación de este actor económico.

La empresa estatal y los Lineamientos del 6to. Congreso

A finales de 2010 se publica una primera versión de los Lineamientos, el documento fundacional del proceso de cambios del modelo económico cubano, oficialmente denominado Actualización.

Sometido a una amplia consulta popular por varios meses y aprobado con las modificaciones correspondientes en abril de 2011 por el 6to. Congreso del Partido Comunista de Cuba, los Lineamientos enuncian una serie de directrices relativas al modelo de gestión, la macroeconomía, relaciones económicas externas, inversiones, ciencia, tecnología, innovación y medioambiente, sociales y también políticas sectoriales. En su primer acápite, titulado «Modelo de gestión económica», se enuncian algunos temas retomados en 2016 en la Conceptualización.

En esta sección se ratifica el papel de la empresa estatal como la forma principal de la economía cubana, a la vez que se reconoce la existencia de otros actores como los trabajadores por cuenta propia, las cooperativas, las formas de asociación con capital extranjero, etc. También se enuncian, entre otros asuntos, la separación de las funciones estatales de las empresariales, la creación de agrupaciones para una mejor organización del sistema empresarial estatal y el papel de los contratos en las relaciones interempresariales y con otras formas de gestión (Partido Comunista de Cuba, 2011, págs. 10-11).

Llama la atención la mención al «Sistema de dirección y gestión de la empresa estatal socialista», más conocido como «Perfeccionamiento Empresarial», refrendado en el los decretos leyes n.º 252 y n.º 281, de 2007. De forma muy escueta, solo se enuncia que dicho «Perfeccionamiento…» se integraría a las políticas del Modelo Económico, sin más detalles (Partido Comu- nista de Cuba, 2011, pág. 12).

Ya para ese entonces, a pesar de los intentos por mantenerlo vigente, se apreciaba que dicho sistema, a pesar de sucesivas modificaciones en el marco jurídico, exhibía importantes limitaciones y languidecía. Tampoco los cambios realizados dentro de la Actualización, arrojaron resultados significativos (Blanco, 2020).

Comentario aparte merece lo relacionado con el tratamiento financiero de las empresas estatales. Además de la reiterada declaración sobre la eficiencia y competitividad que debería caracterizar a estas empresas, en este acápite se afirma que no serán permitidas aquellas que sostenidamente arrojen pérdidas o no puedan honrar sus obligaciones, lo que implicaría su liquidación o el traspaso a formas no estatales.

La Conceptualización y el tratamiento de la empresa estatal. Un balance

La dinámica y desafíos derivados de las transformaciones iniciadas con la actualización, unidas a la necesidad de dotarlas de un sustento programático, trajeron consigo que en mayo de 2017, como resultado del 7mo. Congreso (2016), se diera a conocer la Concep- tualización en su primera versión. En lo relativo a la empresa estatal, enuncia los siguientes aspectos (Par- tido Comunista de Cuba, 2017, pág. 7):

• El predominio de la propiedad socialista de todo el pueblo, la cual incluye entre sus entidades a las empresas de este tipo de propiedad como actor económico principal, con el Estado como representante de los intereses del propietario (el pueblo cubano).

• Se establece como principio general para estas empresas que deben obtener utilidades, de las cuales pueden retener una parte para el desarrollo de la empresa y la estimulación de sus trabajadores y cumplir con sus responsabilidades sociales.

• Cumplen funciones inherentes a su naturaleza como empresas, están dotadas de autonomía de gestión y aplican modelos que se corresponden con sus particularidades para administrarlas

• El Estado como representante del propietario, se reserva el rol de seleccionar y reemplazar a los principales directivos de estas empresas y de adoptar las decisiones principales y estratégicas que le competen, sin interferir en la autonomía empresarial.

• Además, el Estado y el gobierno adoptan decisiones con aquellas empresas ineficientes que arrojen pérdidas, con atención a las causas de tal situación y con respeto a los derechos y la protección de sus trabajadores. En esta ocasión no se especifica, a diferencia de los Lineamientos 2011, cuáles serán esas decisiones.

Asimismo, al reconocer la existencia de diversas formas de propiedad, en el acápite correspondiente al sistema general de entidades de carácter empresarial, se ratifica la coexistencia e interacción de diversos actores económicos: las empresas estatales, mixtas, privadas, cooperativas y de entidades de la sociedad civil, todas las cuales han de tributar al desarrollo y desempeñarse bajo similares condiciones dentro del marco regulatorio vigente. Esto último apunta, en la práctica, a igualar actores de diferente naturaleza, que en rigor lo que requieren es diferente tratamien- to regulatorio.

La actualización de la Conceptualización la cual tuvo lugar en 2021, a raíz del 8vo. Congreso del Partido, introdujo tres cambios que refuerzan —al menos en teoría— la intención de flexibilizar el funcionamiento de la empresa estatal (Partido Comunista de Cuba, 2021, págs. 28-29):

• Se reitera la idea de que cada empresa debe poseer modelos de gestión propios, y se adiciona que las empresas estatales podrán adoptar diferentes regímenes jurídicos y organizacionales según sus necesidades de desarrollo, dentro del marco legal estipulado.

• Se elimina la afirmación de la primera versión de que corresponde al Estado adoptar las decisiones principales y estratégicas de las empresas.

• Además de reafirmar que el Estado no interfiere en la gestión de las empresas estatales, aparece la idea de que este debe facilitarles el acceso a mercados de insumos, bienes y servicios, sin mencionar de manera explícita el mecanismo de asignaciones centralizadas de recursos que han caracterizado al sistema de planificación de la economía cubana.

A modo de síntesis, ambas versiones reiteran enun- ciados respecto a la empresa estatal provenientes de los congresos anteriores del Partido y de los documentos normativos del proceso de perfeccionamiento empresarial en sus diferentes momentos, tales como su papel protagónico en la economía, la autonomía de gestión, el imperativo de una mayor eficiencia y productividad, entre otros.

Sus aportes pueden sintetizarse en:

• El reconocimiento de otras formas de propiedad y por ende de actores económicos que coexisten e interactúan con la empresa estatal.

• La declaración de la flexibilidad de formas organizativas y modelos de gestión empresarial, en oposición a la pretensión, defendida por más de 20 años, de prescribir un modelo único de gestión para todas las empresas estatales.

• La no interferencia del Estado en la gestión empresarial y el reconocimiento de la diferencia entre sus funciones del Estado y las empresariales, al preservar el papel rector de aquel en la conduc-ión de la economía.

Y del lado de las limitaciones habría que mencionar:

• Persiste la idea de que los principales directivos empresariales son designados por el Estado, sin hacer mención alguna al papel de los trabajadores y sus organizaciones representativas en la decisión. De esta forma se cierra —o al menos no se abre de manera explícita— un espacio para la participación del colectivo laboral en la dirección de asuntos que le conciernen de modo directo, tales como formular propuestas propias o someter a su parecer propuestas externas.

• No hace referencia a problemas acumulados en la gestión de las empresas estatales a lo largo de su evolución por más de 60 años, como antecedente necesario para formular las bases de las transformaciones en el principal agente económico.

La anterior afirmación también se sustenta en que el documento no solo elude esas particularidades del caso cubano, sino que no trata problemas generales del funcionamiento de las empresas del Estado en economías centralmente planificadas y, por tanto, queda sin respuesta a la pregunta de cómo serían enfrentados en el marco del modelo propuesto. Todo lo anterior constituye una ausencia importante en el documento.1 Para una mejor comprensión del asunto, algunos de estos problemas se relacionan a continuación.

Decisiones de naturaleza empresarial adoptadas fuera de la empresa

La asignación centralizada de recursos críticos, la obligatoriedad impuesta a veces de interactuar solo con ciertos proveedores y clientes, las restricciones para acceder al comercio exterior, entre otras restricciones que aún permanecen vigentes, provocan desacoples con necesidades operativas del proceso de creación de valor en la empresa, así como con otras necesidades más relacionadas con su desarrollo, como las inversiones, los proyectos de I+D+i y la penetración en nuevos mercados, por enumerar algunas.

Ello mantiene vigencia en nuestros días y significa que, en definitiva, una buena parte de los resultados finales de estas empresas no depende de la efectividad en su gestión hoy, después de varias décadas de pronunciamientos alrededor de la autonomía.

Varios «principales» y sus encargos funcionales

La ambigüedad en la delimitación de las funciones estatales y empresariales —muy relacionada con el problema anterior— arrastra consigo una práctica: la prescripción exhaustiva y detallada de disposiciones a cumplir por la empresa, desde entidades diferentes y de forma insuficientemente articulada.

Esa falta de articulación y la intervención de en- tidades gubernamentales —cada una con sus pro- pios intereses y diversos controles en paralelo para el cumplimiento de sus funciones específicas— afectan la coherencia interna del sistema empresarial, le crean interferencias y limitan de manera notable el tiempo para el ejercicio cotidiano de la dirección y provocan que esta se concentre a menudo en demostrar el cumplimiento de normas y procedimientos, más que en el mejoramiento efectivo de sus procesos e implementar una agenda de desarrollo de la empresa.

Restricciones presupuestarias blandas

Se manifiestan mediante el tratamiento financiero de las empresas estatales con pérdidas. En la práctica, más allá de declaraciones que anuncian la intención de no continuar dicho tratamiento, se ha seguido subsidiando a estas empresas a lo largo del tiempo. En 2022 se reportaron un total de 446 empresas con pérdidas y en 2021, por concepto de subsidios al sector empresarial estatal, el presupuesto del Estado entregó un total de 10 730 millones de pesos (Reyes, 2022).

No puede descartarse la necesidad de subsidiar de manera puntual en determinadas coyunturas —e incluso en algunos casos con sistematicidad—, ni siempre puede atribuirse en su totalidad a la empresa el resultado desfavorable. Sobre esto último, baste apuntar variaciones en precios de insumos importados y la práctica habitual en nuestra economía de adoptar decisiones centralizadas de formación de precios que contradicen los propósitos de autonomía, y afectan ciertos eslabones de la cadena de valor en un sector de negocios, al beneficiar a otros eslabones precedentes.

Pero mantener el enfoque de subsidiar de manera constante empresas ineficientes, sin aplicar otras soluciones, resulta un desestímulo a la mejora continua de su gestión, dada la garantía de que sobrevivirán de todas maneras. Desestimula también a aquellas empresas eficientes que en la práctica terminan subvencionando a aquellas que no lo son. Así se origina una erogación insostenible desde las arcas estatales, con el consiguiente efecto negativo en la disponibilidad de recursos financieros para emplear en otros fines de carácter social, científico-tecnológico, medioambiental, también determinantes para el desarrollo.

El «efecto trinquete»

El sistema de planificación basado en la asignación centralizada de recursos críticos y metas de carácter obligatorio para un horizonte temporal anual que refuerza el enfoque cortoplacista en la dirección de la empresa, tiene efectos nocivos sobre la proyección del desarrollo de la empresa, en tanto asuntos como los mencionados en el primer problema, por su naturaleza, rebasan dicho horizonte anual. Así, una planeación estratégica de mayor alcance, orientada al desarrollo empresarial, queda relegada a un plano secundario.

Este sistema condiciona además patrones de comportamiento donde las empresas estatales persiguen obtener más recursos para cumplir las metas anuales e intentarán que estas no sean demasiado tensas, en contraposición con la tendencia de sus niveles superiores a entregarles menos recursos, exigirles metas más tensas y extraerles más beneficios.

La paradoja radica en que, a mejor desempeño, las empresas serán más exigidas en todos esos sentidos —recursos, metas y beneficios— para el siguiente año, con lo cual se desestimula hacer esfuerzos adicionales y se intenta evadir tales exigencias y asegurarse un plan cumplible.

La «postconceptualización»: Plan 2030, Estrategia Económica y Social del 2020 y las 43 medidas para la empresa estatal

Entre la primera versión de la Conceptualización y la actualidad, se han hecho públicos otros documentos que pudieran considerarse soportes para su puesta en práctica. Dentro de ellos destacan, en primer término (2016) el Plan 2030. En él, aparece una visión de la nación, los ejes estratégicos, entendidos como referentes donde se construye y sostiene el desarrollo en su multidimensionalidad, y los once sectores pivotes que lo impulsarían.

Por su contenido y horizonte temporal, el Plan 2030 resulta un documento rector para la puesta en práctica de la Conceptualización, que serviría de antecedente a políticas, planes más operativos, indicadores de medición y los recursos correspondientes.

Dicho Plan 2030 se concentra en abordar el desarrollo en las dimensiones macroeconómica, sectorial, so- cial, medioambiental y territorial. Aquí se aprecia una limitación: la no inclusión del desarrollo en su dimensión empresarial. No es ocioso reiterar una verdad de Perogrullo: la creación de riqueza y el desarrollo están directamente ligados a la presencia de un tejido empresarial robusto, resiliente y dinámico, aupado por un contexto macroeconómico e institucional favorecedor. Solo bajo estas condiciones se puede garantizar el bienestar de sus colectivos laborales y de la población como fin último de las empresas. La omisión de una agenda de desarrollo y de transformación de la em- presa estatal como actor fundamental —en unión con los demás actores— deja sin soporte el avance en las restantes dimensiones.

Con posterioridad en julio de 2020 el Ministerio de Economía y Planificación (MEP) hace pública una «Estrategia Económico-Social para enfrentar la crisis provocada por la COVID–19». En esta se proclama entre sus principios, una vez más, el dotar de mayor autonomía de gestión al sector empresarial. Se incluyen medidas a aplicar en 16 áreas clave las cuales absorben los 11 sectores estratégicos del Plan 2030 e incorporan otras actividades; así como otras cinco secciones relacionadas con los actores no estatales, el ordenamiento territorial y urbanístico y la dirección de la economía.

Las menciones principales a la empresa estatal aparecen en la sección dedicada al sistema financiero (Ministerio de Economía y Planificación, 2020, pág. 27) donde de nuevo se repiten declaraciones como la necesidad de transformar la empresa estatal y dotarla de mayor autonomía y responsabilidad por sus resultados, favorecer mayor participación de los colectivos laborales, establecer incentivos para la generación y ahorro de divisas, potenciar productividad y eficiencia, priorizar los recursos para las empresas de mayor impacto en la economía.

Una mención importante y positiva en esta sección resulta el planteamiento de flexibilizar los objetos so- ciales de las empresas estatales, lo cual se refrendó con la Resolución 28 del MEP de 2021. Las restricciones impuestas con anterioridad en su formulación, derivadas de la recentralización en la década de los años 2000, causaron más impactos desfavorables sobre la insuficiente autonomía, no hicieron sino reforzar la cultura de la espera, y redujeron de manera notable la iniciativa empresarial para buscar nuevas opciones en productos, servicios y clientes, acordes con sus potencialidades y oportunidades de negocio.

También se anunció el propósito de eliminar las trabas existentes para una relación más fluida entre las empresas estatales y el sector no estatal, lo cual constituye un reconocimiento explícito a la presencia de obstáculos institucionales para esta relación y que, en última instancia, reflejan la resistencia que ha existido para el fomento de dicho sector, lo cual ha ido transformándose desde septiembre de 2021 con la aprobación de nuevos actores económicos, aunque todavía persisten problemas que inhiben su potencial.

Por otro lado, la sección dedicada a dirección y gestión de la economía (Ministerio de Economía y Planificación, 2020, pág. 31), solo hace mención al sistema empresarial estatal para referir que deberá evaluarse una estructura de dirección para este y que los ministerios se concentren en el ejercicio de sus funciones. Esta sección, que por su contenido está circunscrita al plano gubernamental, debió incluir no solo las referen- cias a la empresa estatal que aparecen en la sección ya comentada del sistema financiero. Al menos en términos generales, debió incluir las bases de un programa de decisiones para impulsarla.

La Estrategia contiene un exceso de áreas declaradas como priorizadas (16) y la reiteración de intenciones que no han sido llevadas a la práctica. Su contenido parece resultado de la suma de diferentes secciones redactadas por separado sin un enfoque común, y no de un documento en sistema.2 Llama la atención que no se dedique una sección específica para el actor económico fundamental, algo que sí se hace, de manera muy breve, para los demás actores económicos.

Al final de la misma, en esta Estrategia se hace mención a la posterior promulgación de 43 medidas para el perfeccionamiento de la empresa estatal, divulga- das entre septiembre de 2020 y 2021, encaminadas a propiciar nuevas transformaciones en estas empresas como «un conjunto de medidas inmediatas» para ace- lerar las transformaciones en estas empresas.

Estas medidas pueden catalogarse en primer término como positivas, en tanto apuntan a conceder más facultades a las empresas estatales y facilitar su desempeño. Varias son las razones para que las expectativas alrededor de su impacto no se hayan cumplido en la medida necesaria:

• El contexto muy adverso en el que se desempeña la economía cubana, marcado por los impactos de la pandemia de la covid–19, catástrofes como la explosión ocurrida en la Base de Supertanqueros de Matanzas, la inflación y los problemas de funciona- miento de cadenas de suministros a nivel global y los efectos de la agudización del bloqueo norteamericano.

• Problemas estructurales acumulados en la economía que no han encontrado solución en los marcos de la Actualización del modelo, ni permitido crear las capacidades internas para enfrentar con mayor solidez el contexto arriba descrito.

• Fallas en el diseño e implementación de la Tarea Ordenamiento y ausencia de un programa efec- tivo de control del mercado cambiario y de la in- flación.

• Y el carácter parcial y limitado de algunas de estas medidas las cuales basadas en un enfoque incremental, no atacan el sistema empresarial y su entorno de conjunto, ni apuntan hacia soluciones integradas y de fondo que realmente hagan despegar a la empresa estatal. En otras palabras, sigue sin darse solución a los problemas de las empresas estatales mencionados con anterioridad.

Permitir a la empresa tomar decisiones de relativa menor cuantía, como las concernientes a la contratación de jubilados y otros trabajadores, ajustar destinos de distribución de las utilidades, permitir el pago de utilidades a trabajadores sancionados, entre otras, no producirá grandes cambios en los resultados finales.

Otras de ellas, más que medidas novedosas, repiten intenciones ya incluidas en la Estrategia, como la de priorizar en la asignación de recursos a empresas que exporten, o eliminar las limitaciones para los vínculos entre empresas estatales y el sector no estatal. Su puesta en práctica ha estado muy limitada.3

De manera particular, en cuanto a la exportación, por ejemplo, se observa que en la actualidad no se aplican plenamente incentivos que se fijaron para las empresas estatales exportadoras en la Resolución n.° 115/2020 del Ministerio de Economía y Planificación, dada la situación crítica con la disponibilidad de divisas y la discrecionalidad para su asignación.

Otras medidas no son tales, al menos por su redacción, y repiten propósitos como «priorizar el turismo», «flexibilizar la planificación», y varias se encaminan a paliar los efectos de haber desatado una polémica conversión de empresas a Unidades Empresariales de Base (UEB), lo cual restringió la autonomía de gestión de estas unidades y ha complejizado más las estructuras organizativas de dirección.

En este último caso, la cuestión va más allá de regresar en algunos casos al punto de partida y reconvertir a empresas algunas UEB que perdieron tal condición, o crear nuevas figuras como las empresas filiales que refrenda el Decreto Ley n.° 34 de 2021, que suscita dudas sobre sus ventajas y si en definitiva, se está instauran- do un nivel adicional de dirección .

Se trata de reformular la organización empresarial completa, desde las denominadas Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (OSDE ) hasta las bases productivas y de servicios, atendiendo a las características de cada agrupación empresarial. En el caso de las OSDE, se trata sobre todo de que su exis- tencia realmente añada valor y fomente una sinergia positiva en la agrupación. Se anunció que en 2019 se haría una evaluación de estas estructuras empresariales, la que en definitiva no se efectuó (Doimeadiós, Izquierdo y Albert, 2018).

Reflexiones finales y la transformación necesaria

Las bases conceptuales y metodológicas para una verdadera transformación y desarrollo de la empre- sa estatal cubana no han sido abordadas en toda su magnitud e intensidad. Desde la Conceptualización en sus dos versiones hasta las medidas más recientes, se aprecian ambigüedades, la omisión de problemas que desde la teoría y la práctica requieren ser tratados, declaraciones reiteradas por mucho tiempo sobre eficiencia, autonomía y otros asuntos, sin acciones más resueltas que las hagan ciertas.

Estas limitaciones son decisivas para que las políticas y decisiones adoptadas y su correspondiente marco jurídico —por ejemplo las medidas para otorgarles más facultades a las empresas estatales—, no hayan tenido el resultado esperado. Su limitado alcance y enfoque incremental, no apuntan a remover en su totalidad las trabas determinantes para mejorar el desempeño de estas empresas y desplegar su potencial.

La empresa estatal requiere un programa de cambios que van desde el contexto regulador e institucional hasta la dirección de sus procesos internos. En otras palabras, la convocatoria al «estremecimiento de la empresa estatal» no solo debe producirse al interior de la empresa. Es también desde fuera. Al respecto, a continuación, se comparte un primer grupo de ideas para su transformación, fruto de un trabajo en proceso de un colectivo de profesores universitarios.

Dicha transformación —signada por el conflicto entre la urgencia de hacerla y el tiempo necesario para implementarla, en un contexto muy desfavorable para Cuba— debe incluir aspectos «externos» como el marco jurídico para la empresa estatal —como parte integrante de un marco jurídico para todos los actores que conforman el tejido empresarial cubano— y una reestructuración de la banca comercial para facilitar el acompañamiento a la gestión empresarial. Se requiere también llevar a la práctica el concepto de «medios fundamentales de producción», en términos de cuáles actividades económicas los concentran y en qué proporción se detenta la propiedad estatal.

Esto último debe ir de la mano de la delimitación de los espacios donde han de prevalecer los monopolios y sus empresas estatales correspondientes, la legitimación de la competencia entre actores, sean estatales o no, la eliminación de subsidios a empresas ineficientes y la definición de aquellas que por razones de interés social debieran ser subsidiadas. Esta tipología determinaría las especificidades de las relaciones e intervención del Estado en sus empresas.

También, deberán abordarse asuntos como el gobierno empresarial, funciones, atribuciones y composición de las juntas de gobierno, y los órganos de relación y control del Estado para con sus empresas en las diferentes instancias de gobierno, en sustitución del solapamiento aún vigente entre funciones estatales y empresariales.

Debe legitimarse de una vez la autonomía en temas como el acceso al comercio exterior, selección de clientes y proveedores, el manejo de las finanzas empresariales y decisiones de inversión, en un sistema de planificación donde el enfoque de asignaciones cen- tralizadas de recursos críticos ceda espacios a mayor presencia de relaciones de mercado.

Además, se debe fomentar la creación de nuevas empresas y acometer la reestructuración organizativa y financiera de las existentes —las irrentables en primer lugar— con objetivos de mejora claros y medibles en breve plazo, unos dos años, en aquellos casos donde sea factible una revitalización.

Esa reestructuración debe estar acompañada de una agenda de desarrollo de mayor aliento donde además de estrategias de crecimiento, cooperación, competitivas y otras, aparezcan temas como la transformación digital, la innovación, el intraemprendimiento, la infraestructura física y tecnológica, el capital humano, y un sistema integrado de gestión, que de conjunto moldeen la interrelación de la empresa con su entorno y cuya implementación respalde los propósitos del Plan 2030.

Citas

1 Para un análisis de los problemas de las empresas estatales en economías centralmente planificadas y el caso cubano, se recomienda a Fernández y Torres (2020).

2 Para un análisis más detallado sobre esta Estrategia, se recomienda consultar a Anaya (2021).

3 En el trabajo de mi colega Ileana Díaz que aparece en este mis- mo volumen (págs. 95-101), se abordan los obstáculos en las relaciones entre actores estatales y no estatales.


Bibliografía

Anaya Cruz, Betsy. «Reflexiones en torno a la nueva estrategia para el desarrollo económico y social de Cuba». En Apuntes sobre economía Cubana y Covid–19. Santo Domingo: Fundación Friedrich Ebert, 2021,págs. 17-26.

Blanco Rosales, Humberto. «Treinta años de la empresa estatal en Cuba: recuento y reflexiones sobre su transformación». Economía y Desarrollo, vol. 164. n.º 2, julio-diciembre de 2020, págs. 91-109.

Consejo de Estado. «Decreto Ley n.° 34. Del Sistema Empresarial Estatal Cubano». Gaceta Oficial de la República de Cuba, año CXIX, n.° 51 ordinaria, 7 de mayo de 2021, págs. 1501-1509.

Izquierdo Ferrer, Lissett; Dianet Doimeadios Guerrero y Beatriz Albert Pino. «Cuba redefinirá el próximo año su estructura empresarial». Cubadebate, 16 de diciembre de 2018, en: http://www.cubadebate.cu/especiales/2018/12/16/cuba-redefinira-el-proximo-ano-su-es- tructura-empresarial/ (último acceso: 2 de julio de 2023).

Fernández Estrada, Oscar y Ricardo Torres Pérez. «Las empresas estatales en las economías de planificación central: el caso cubano e ideas para su transformación». International Journal of Cuban Studies, vol, 12, n.° 1, 2020, págs. 13-28, en: 10.13169/intejcubastud.12.1.0013 (último acceso: 2 de julio de 2023).

Ministerio de Economía y Planificación. «Cuba y su desafío económico y social: Síntesis de la Estrategia Económico-Social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la COVID-19». Ministerio de Economía y Planificación, 2020, en https://www.mep.gob.cu/sites/default/files/Documentos/Archivos/tabloide_estrategia.pdf (último acceso: 2 de julio de 2023).

Ministerio de Economía y Planificación. «Resolución 115/2020. Establecer las Bases generales para el perfeccionamiento del sistema de asignación de la liquidez del plan de la economía nacional». Gaceta Oficial de la República de Cuba, año CXVIII, n.° 60 ordinaria, 18 de agosto de 2020, págs. 1939-1943.

Ministerio de Economía y Planificación. «Resolución 28/2020». Gaceta Oficial de la República de Cuba, año CXVIII, n.° 51 ordinaria, 7 de mayo de 2020, págs. 1521-1523.

Partido Comunista de Cuba. Conceptualización del Modelo económico y social cubano de desarrollo socialista. Lineamientos de la Política económica y social del Partido y la Revolución para el período 2021-2026. La Habana: Editora Política, junio de 2021.

Partido Comunista de Cuba. Documentos del 7mo. Congreso del Partido aprobados por el III Pleno del Comité Central del PCC el 18 de mayo de 2017 y respaldados por la Asamblea Nacional del Poder Popular el 1 de junio de 2017. Contiene la Conceptualización del Modelo Econó- mico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, las Bases del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030. Visión de la Na- ción, ejes y sectores estratégicos y los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el período 2016-2021. La Habana: Editora Política, junio de 2017.

Reyes García, Delia. «Empresas con pérdidas (II): arideces sobre el tablero». Bohemia, 21 de septiembre de 2022, en: http://bohemia.cu/ empresas-con-perdidas-ii-arideces-sobre-el-tablero (último acceso: 2 de julio de 2023).

Mordida " del Caso COPMAR: abriendo las cifras y otras lecturas sugeridas

Por Jorge Rodriguez Hernandez *

"Emplear en nuestro beneficio exclusivo lo que no es nuestro, es un robo ".

" Usar de lo que no se paga es un modo claro de robo ".
José Martí




Siento apego por el #PeriodismoDeDatos, revelador como es, porque suele poner en superficie lo que a veces un par de cifras no expresan en todo su alcance y dimensión del problema: el robo de 133 toneladas ( Ton) de pollo ( 1 600 cajas) , destinadas a la canasta básica de una provincia pequeña, según los informes preliminares acerca del Caso COPMAR, denominado en redes sociales " Pollogate ", al hacerse público el hecho ocurrido en la Empresa Comercializadora de Alimentos, perteneciente al Grupo empresarial de la Industria Alimentaria.

A partir de que 1 Ton equivale a 1 000 Kilogramos ( Kg) y 1 Kg a 2,2 libras ( lbs). La cantidad de pollo sustraida asciende a 133 000 Kgs y 292 000 lbs ,respectivamente. Si esta última cifra se multiplicara por el valor monetario de 1lb en la red comercial privada e informal: 330 pesos ( CUP) aproximadamente, el resultado sería 96,5 millones; y si se ofertara a 200 CUP, dicho valor sería de 58,5 millones de pesos, y de hacer la transacción a 100 pesos moneda nacional la lb, ascendería a 29,2 millones.

Por otra parte, si la cantidad de lbs robadas ( 292 000) se distribuyeran a razón de 2 lbs por persona, permitiría comercializarla a 146 000 ciudadanos, y si fuera a razón de 3 lbs, serían más ➕️ de 97 300 personas.

Como leyeron, se trata de ganancias exorbitantes en el contexto de exacerbada inflación y crónica carestía, escenario propicio para un extendido y estructurado mercado negro ⚫️ no sólo de bienes de uso y consumo, particularmente de alimentos, sino también de otros rasgos que van mucho más ➕️ allá de la especulación y el acaparamiento, cara visible de la #EconomiaSumergida.

El #DelitoEconomico en las dos primeras décadas del actual siglo XXI, se caracteriza porque el 80% de los casos tienen 2 o más personas implicadas, conformando cadenas delictivas, aunque se insista oficialmente en negarnos, a pesar que las evidencias así lo demuestran, hasta por su grado de organización, lo cual le permite acertar golpes en la esfera de la circulación material; agricultura ���; almacenes de productos alimenticios y de bienes de uso y consumo, sectores muy bien estudiados por quienes mueven los tentáculos de éstos ilícitos.

Desde la década de los 80 del pasado siglo XX se aprecia la existencia de una simbiosis entre la #economiainformal y estatal, las cuales se articulan para la comisión de tales delitos, con una creciente presencia de personas de disimiles estratos sociales.

A pesar del incremento creciente de hechos delictivos vinculados a la #corrupción y del monto de las "mordidas " dadas al erario publico, al menos en la última década se observa ralentización de las acciones contra dicho flagelo y de la publicación de casos de ése carácter, sin considerar que la opinión pública tiene derecho a conocer el papel de las instituciones judiciales, fiscalizadoras y policiales contra los comisores de tales hechos, tratese de " mosquitos " o " larvas ", corruptos de mayor y menor calado, respectivamente, pues la impunidad hace al delincuente.

La connivencia con la #corrupción en sus diversos rasgos, durante largos períodos, ha generado en los ciudadanos expresiones de falta de credibilidad en las instituciones públicas, y peor aún, determinados segmentos poblacionales han asumido cierta moral delictiva , y consideran que meter la mano en el bolsillo del Estado no constituye delito alguno , sino más ➕️ bien una suerte de castigo o penalizacion a éste por la persistente escasez y prácticas de supervivencia ocasionadas.

Lo anterior- lecturas sugeridas de hacer- debiera inducir a análisis, estudios e investigaciones acerca de las causas de tales fenómenos y sus inquietantes consecuencias, todo lo cual compromete además el éxito ���, no sólo del entramado estatal, sino también de emprendimientos privados emergentes y de otras formas de gestión.

* Periodista, especializado en temas económicos. Hace más de treinta años investiga sobre mercado negro, asunto sobre el cual cuenta con tres textos inéditos, además de escribir varios ensayos al respecto. Coautor del libro Yo soy Fidel. Pensamiento económico-social, publicado por la Editorial Ciencias Sociales. El texto también se editó en Italia. Coautor del libro AGRICULTURA EN CUBA. Entre retos y transformaciones, publicado por la Editorial Caminos. Obtuvo mención en XVII edición del Premio de ensayo Pensar a Contracorriente. Premio Especial sobre el pensamiento económico del Che, convocado por la Asociación Nacional de Economistas y Contadores (ANEC), en ocasión de su Séptimo Congreso (2013). Premio de Ensayo Periodístico en el concurso 55 Aniversario de la Planificación en Cuba, otorgado por el Ministerio de Economía y Planificación en Cuba (2015).  Alcanzó en 2017 mención en el Concurso de ensayo breve, en la categoría de ciencias sociales, convocado por la Revista Espacio Laical, perteneciente al Proyecto del Centro Cultural Padre Félix Varela. Posee varios premios en concursos periodísticos provinciales y nacionales, entre ellos galardones anuales de periodismo económico. Premio por la Obra de la Vida ´´Guido García Inclán´´, conferido por la Delegación Provincial de la UPEC de La Habana. En 2023 participó como panelista en el Seminario Anual de Periodismo Económico, auspiciado por el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, y en el Evento Economía y Finanzas en la comunicación económica, organizado por la ANEC nacional.  Trabajos suyos sobre economía cubana y economía sumergida han sido publicados en medios de prensa provinciales, nacionales e internacionales, como revistas Temas (Cuba) y Contracorriente (México); Espacio Laical, del Centro  Padre Félix Varela; Blog Cuba y la Economia; y los periódicos Trabajadores y Tribuna de La Habana, entre otros. Columnista habitual de temas económicos en espacios informativos radiales. Preside la Sección de Base de la ANEC y la filial científica provincial de Periodismo Económico de La Habana.

El hecho económico más brutal*

Por Jorge Gómez Barata

Los clichés proporcionan explicaciones estereotipadas y fáciles para situaciones diversas, uno de ellos es la afirmación de que “la guerra es un negocio”. En todo caso sería un pésimo negocio.

Aunque las industrias militares ganan enormes cantidades de dinero, en términos estructurales y en escalas macroeconómicas, las armas son el peor de los negocios. Toda la producción bélica, incluidas las armas nucleares fabricadas a lo largo de siglos, la mayoría de las cuales nunca son utilizadas son el peor despilfarro.

Según José Luis Rodríguez, ex ministro de economía de Cuba: “Antes de la II Guerra Mundial los gastos militares en todo el mundo se estimaron en unos 48 mil millones de dólares... En 1990 ascendieron a 1.280 millones...” En 2023 llegaron a más de dos billones de dólares.

Según el experto, en 1950 existían “301 cabezas nucleares y en 1986 eran 70.300”. En toda la Guerra Fría se efectuaron unos 2.000 ensayos nucleares (se ignora cuántos hubo en secreto) En 1.054 ensayos atómicos, Estados Unidos gastó unos 100.000 millones de dólares. Se puede asumir que la URSS, erogó otro tanto. Así se echaron por el caño, unos doscientos mil millones de dólares. Según estimados, los costos de mantenimiento del actual arsenal nuclear pudieran estar alrededor de los 100.000 millones de dólares.

Estudios del Instituto de Economía Mundial de Kiel y la Universidad de Tubinga, citados por la agencia alemana Deutsche Welle (DW), como consecuencia de la guerra con Rusia: “En 2026, Ucrania habrá perdido el equivalente a unos 120.000 millones de dólares de rendimiento económico, mientras los daños en activos materiales (plantas industriales, infraestructuras, maquinaria, equipos y edificios industriales, pudieran ascender al billón de dólares”.

Según Richard Connolly, especialista en la economía rusa del Real Instituto de Servicios para Estudios de Defensa y Seguridad, en 2023 el gasto militar de Rusia superó los 100.000 millones de dólares. De prolongarse hasta 2026, la guerra le costará no menos de 500 mil millones. De acuerdo con la entidad alemana, para terceros países no combatientes, el costo pudiera ser de unos 260.000 millones.

En la guerra intervienen costos directos tales como: gastos militares, pérdidas por infraestructuras destruidas y daños ambientales. Entre otros gastos indirectos deberían considerarse: riquezas dejadas de producir, desempleo y empleo económicamente inútil, daños al comercio mundial y gastos para atender a las personas desplazadas.

Se estima que la guerra en Ucrania puede costar a Rusia unos 900 millones de dólares por día, calculando lo mismo para la OTAN y Estados Unidos cada 24 horas son incinerados 1.800 millones. Según estimados, hasta 2023 la guerra en Ucrania puede haber costado un billón y medio de dólares y, de prolongarse hasta 2026, pudiera totalizar unos 5 billones. ¡Cinco millones de millones!

Según Moritz Schularick, presidente del instituto alemán citado: “Los cálculos sobre lo catastrófico que económicamente resultan las guerras, pudieran formar parte de los argumentos de disuasión.

No hay manera de poner precio a la vida humana ni calcular el dolor de quienes ven morir sus hijos, a la pena de los huérfanos que crecerán sin sus padres, ni a las esposas y las novias que no volverán a ver a sus amores. Nadie podrá calcular cuántas riquezas dejan de crear los que mueren inútilmente. Nada de eso es posible porque el sufrimiento no tiene precio, como tampoco lo tiene la paz que es entre los dones, el más preciado. Allá nos vemos.

*Agradezco a Humberto Herrera Carles su aporte a este artículo.

El descontrol genera ilegalidades y corrupción. Comentario HHC

 Los casos detectados han sido puestos a disposición de la Fiscalía y de los Órganos de Investigación del Ministerio del Interior, para los procesos penales pertinentes



Foto: JORGE

Todo administrador de unidades comerciales sabe que el monto de sus ventas minoristas debe ser igual al del efectivo depositado en banco, más el efectivo en caja pendiente de depositar.

La alteración de este principio, de modo fraudulento, generó falta de liquidez en las empresas de Comercio y Gastronomía para garantizar su compromiso de pago, tanto con los proveedores como con los aportes comprometidos con los presupuestos territoriales, lo cual afectó el cumplimento de los programas y servicios a la población previstos en los municipios.

Además, ese fenómeno creó desabastecimiento en las ofertas al consumidor y enriquecimiento indebido.

El problema señalado generó la apertura de auditorías forenses que pusieron al descubierto el desvío de efectivo y de productos, lo que constituyen delitos y hechos de corrupción administrativa, situación anómala que, lamentablemente, se presenta de manera frecuente en esta actividad, por actitudes incompatibles y falta de control. 

En el interés de continuar demostrando a la administración la urgencia de trabajar en la identificación de riesgos y en la posibilidad de adoptar medidas preventivas para corregirlos, la Contraloría General de la República (CGR) y el Sistema de Auditoría Interna identificaron varios modos de operar, y las causas y condiciones que los generaron o permitieron que se desarrollaran.

Lo primero es la superficialidad y carencia de investigaciones en el proceso de selección de quienes ocupan puestos claves en la gestión y el control de los recursos; así como ineficiencias en el proceso de evaluación de la conducta de los cuadros por el Grupo Empresarial de Comercio, las empresas provinciales de gastronomía y comercio, y sus unidades empresariales de base.

Junto a ello, la negligencia se manifiesta en la custodia de los recursos materiales y financieros, en la tolerancia de indisciplinas y violación de las disposiciones jurídicas relacionadas con los procesos de contratación, compras, pagos, distribución, ventas y depósito del efectivo, en lo cual incide el inadecuado diseño y aplicación del sistema de control interno implementado.

También impacta, negativamente, la falta de transparencia en la realización del autocontrol, y la poca efectividad de las acciones de control, supervisión y fiscalización por los niveles administrativos superiores a los que se subordinan las empresas y unidades empresariales de base.

Un aspecto fundamental en este fenómeno es la no delimitación y debida actualización de las funciones y atribuciones del personal que interviene en los diferentes procesos, y el no establecer la adecuada contrapartida de control, o incumplirla cuando la tienen definida.

La falta de efectividad de las medidas contenidas en el Plan de Prevención de Riesgos es otra de las causas que generaron esos hechos, al no constituir una herramienta de trabajo efectiva en la lucha contra las indisciplinas, las ilegalidades y las manifestaciones de corrupción.

Además, gravita la existencia de brechas en los procedimientos de control interno, que no permiten ejecutar adecuadamente los procesos de abastecimiento, los comerciales, las ventas y el depósito de los ingresos.

Y, por supuesto, emerge la pérdida de valores éticos y morales de directivos, especialistas y trabajadores involucrados, que se apropiaron de recursos del pueblo para obtener beneficios personales o para terceros, sobre la base del engaño y la deslealtad.

 

CERO TOLERANCIA FRENTE A LAS ILEGALIDADES Y LA CORRUPCIÓN

Los análisis y resultados de las auditorías se han presentado a los directivos del Ministerio del Comercio Interior (Mincin), a los gobiernos provinciales y municipales, a las empresas, y a las entidades de base, mientras los casos que corresponden han sido puestos a disposición de la Fiscalía y de los Órganos de Investigación del Ministerio del Interior (Minint) para los procesos penales pertinentes, en el interés de que se adopten las medidas correctivas necesarias para restablecer el orden y prevenir la reiteración de tales hechos.

Resulta relevante y, por tanto, el momento exige de mayor rigor y de una actuación consecuente, frente al descontrol administrativo y contable, que persiste en las entidades auditadas que es, en sí mismo, el principal modo de operar que propicia y favorece a personas inescrupulosas, asociadas y organizadas en cadenas delictivas, que les permitió apropiarse, para beneficio propio, de materias primas y mercancías que el Gobierno destina a la alimentación de la población, y de gran cantidad de efectivo que no se ingresó al sistema bancario con total impunidad, por un periodo de tiempo, en ocasiones excesivamente prolongado. 

OTROS MODUS OPERANDI

Otros modos de operar detectados en el Comercio y la Gastronomía consisten en declarar ventas minoristas para dar cumplimiento a los valores de comercialización aprobados en el Plan de Circulación Mercantil, los cuales no guardan relación con el efectivo depositado en banco por concepto de venta en igual periodo, enmascarándolos mediante ajustes contables totalmente arbitrarios y no sustentados en diferentes cuentas contables que no corresponden a esas operaciones.

Para poder apreciar en su justa medida la gravedad de estos hechos, que ocasionaron pérdidas millonarias al país, baste mencionar los resultados de las auditorías forenses realizadas por la CGR, a solicitud del Minint, en las empresas provinciales de Elaboración de Alimentos, Gastronomía de La Habana y sus unidades básicas de La Lisa, Playa, Plaza de la Revolución, Habana del Este, Cerro, San Miguel del Padrón y Centro Habana.

También figuran los resultados de las auditorías forenses llevadas a cabo en las empresas subordinadas al Grupo Empresarial de Alimentos, atendido por el Mincin, Mayorista de Mercado Paralelo, y la de Tabacos, Cigarros y Fósforos, esta última efectuada por la unidad de auditoría interna del Grupo Empresarial, con la supervisión superior, de la CGR.

Como resultado de estas auditorías, se calificó de malo el sistema de control interno implementado en estas estructuras, y se identificaron responsabilidades administrativas, directas y colaterales, que conllevaron la aplicación de 383 medidas disciplinarias.

El 95 % se concentró en demociones definitivas del cargo (9,6 %), separaciones definitivas de la entidad (42 %), y separaciones definitivas del sector (44 %).

Los presuntos hechos delictivos fueron presentados a los órganos de instrucción del Minint, radicándose los procesos penales correspondientes, sobre los cuales la Fiscalía realizó el control de la investigación con apego al debido proceso, y ejerció la acción penal ante los tribunales.

En los juicios efectuados se encuentran implicados 203 acusados por los delitos de malversación, cohecho, falsificación de documentos, sustracción y daños de documentos u otros objetos en custodia oficial y violación de sellos oficiales.

Se impusieron sanciones entre dos y 22 años de privación de libertad, en correspondencia con la responsabilidad en los hechos que resultaron probados.

Recientemente, se concluyeron dos auditorías forenses en la Empresa Provincial de Comercio de La Habana y su filial del municipio de Plaza de la Revolución.

La acción de control en esta última se inició como resultado de la investigación realizada por el equipo de fiscalización de la empresa provincial, para dar respuesta a una denuncia de la población.

Los resultados demuestran la reiteración de los mismos modos de operar, que permitieron la apropiación de grandes sumas de dinero, por las unidades comerciales subordinadas a las unidades empresariales de base de Puentes Grandes, Rampa y Vedado, mediante la falsificación de slips bancarios no emitidos por el banco, para enmascarar la sustracción de recursos financieros provenientes de las ventas, en los que se incluyen los correspondientes a la comercialización de productos liberados a precios diferenciados a la población, que el Gobierno destinó para complementar, en parte, la canasta familiar normada.

Los implicados en estos lamentables acontecimientos, además de las sanciones administrativas que les corresponden, están sometidos a proceso penal.

El resuelto enfrentamiento a estos hechos, la eliminación de las causas y condiciones que los generan, conllevan una mayor exigencia a las direcciones administrativas para la corrección de estas desviaciones y delitos, así como promover, con mayor información, una activa participación del pueblo, mediante el ejercicio del control popular.

En el combate a este fenómeno es primordial la adecuada implementación del sistema de control interno sustentada en la actuación ética de directivos y trabajadores, que permitirá revertir la situación y avanzar en el camino de la eficiencia y la calidad de los servicios de este sector.

Comentario HHC: El Comercio es uno de los sectores más problemáticos de controlar, y si se le adiciona mala selección de cuadros, hay una tormenta perfecta para delinquir.

Hay una falta de educación formal y civismo en un sector, cada vez mayor, de la población. Eso que decía mi abuela," pobre pero honesta" y de "no tomar lo que no es suyo", se ha sustituido por la deformación de valores "hay que luchar". Una mala educación familiar y estatal, en ese orden, que por desgracia se está reproduciendo.

Ahora bien aunque pongan al mejor administrador en un comercio, donde solo se opera en efectivo, es difícil de controlar todo el proceso si no tienes trabajadores honestos.  Hay que empezar por dejar " rastro de las operaciones de compraventa en los comercios", para ello hay que poner terminales de punto de venta, y que sea la mayor parte o todos, por medio de pagos electrónicos, no efectivo, y además facturarlo, y cuando el cliente no requiere factura se pone una figura como " público en general" por ejemplo.  Hay que cuadrar diariamente las ventas realizadas y los cobros, de preferencia reitero de modo electrónico. ! ¡Hay que desaparecer el efectivo de los comercios mediante estímulos !, al cierre de mes hay que emitir estados financieros de forma automática de la gestión del negocio.

El MINCIN "mueve" miles de millones de pesos anualmente, y por ello se necesita un mayor control, y este pasa por digitalizar todos los comercios, no hay de otra, y con todo, siempre hay posibilidades que exista el robo.

El mejor sistema de costo del mundo es vulnerable, no hay como la ética y los valores de un trabajador por muy sencillo que este sea. Es una tarea costosa, pero se paga sola, y hay que empezar en lo inmediato. 

¿Los funcionarios del MINCIN desde la Ministra a la base que van hacer?

P.D hace más de 5 años era el sector que más aportaba al crecimiento del país, en los últimos años es negativo su aporte, si encima se "estimula" el mercado ilegal, pues están los resultados a la vista.