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viernes, 6 de septiembre de 2024

Exportaciones petroleras de Venezuela en agosto de 2024 alcanzaron máximo en cuatro años y medio


El promedio de exportaciones petroleras de Venezuela entre enero y agosto de 2024 está en 708.255 barriles diarios (Foto PDVSA)

PetroGuía

Las exportaciones petroleras de Venezuela durante agosto de 2024 alcanzaron un promedio de 884.220 barriles diarios, volumen que registra máximo en cuatro años y medio tomando en cuenta que una cifra igual o mayor no se registrada desde febrero de 2020, un mes antes del inicio del confinamiento mundial por la pandemia del COVID-19. Eso monto está 50% más que el mes anterior y 62% por encima del que se registró en agosto de 2023.

“Un total de 51 cargamentos con crudo, combustibles, derivados del petróleo y petroquímicos venezolanos partieron el mes pasado de aguas desde Venezuela con Asia nuevamente como principal destino, seguida de Estados Unidos, Europa y Cuba”, señala el reporte de la agencia Reuters con data de Petróleos de Venezuela (PDVSA). “Las exportaciones de crudo de Chevron a sus refinerías estadounidenses y otros clientes alcanzaron los 227.000 barriles por día (25% del total), el segundo promedio mensual más alto de este año, mientras que Repsol envió unos 86.000 barriles (aproximadamente 10%) hacia Estados Unidos y Europa, por debajo de los 102.000 barriles de julio”, agrega la información. https://www.reuters.com/markets/commodities/venezuelas-oil-exports-climb...

La nota indica que Venezuela también exportó 589.000 toneladas métricas de derivados del petróleo y petroquímicos, volumen que más que duplicó los despachos de julio, mientras que las importaciones de combustibles también registraron un incremento de 52,5% para alcanzar los 90.000 barriles diarios básicamente de diluyentes para el mejoramiento de crudo en la faja del Orinoco.

El promedio anual de exportaciones durante el tiempo transcurrido en 2024 entre enero y agosto está 708.255 barriles diarios, volumen que está 5,3% por encima del volumen correspondiente a un período similar el año pasado

Resoluciones versus soluciones, los dilemas de la política económica

Por Dr Julio Carranza

La economía tiene diferentes sectores productivos y de servicios, siempre susceptibles y necesitados de análisis sectoriales específicos, que tienen que ver desde su organización y funcionamiento, hasta otros factores como las tecnologías, escalas, inversiones, etc.

Sin embargo, ningún sector de la economía existe de manera aislada y sin conexiones que impactan sobre el todo, quiere decir, que cualquier análisis o decisión que se realice o se tome en un sector concreto debe ser considerado en su relación e impactos sobre la dinámica económica general.

A caso vienen estos dos párrafos introductorios, para referirnos a la reciente Resolución 275/2024 del Ministerio de Agricultura, que se plantea fortalecer la Ley 148 de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional aprobada en 2022, porque consideramos honestamente que en la práctica esta nueva Resolución se coloca en dirección contraria a lo que muchos economistas hemos venido planteado acerca de las exigencias que plantea hoy y desde hace tiempo, el sector agropecuario para realmente fortalecer la Ley 148 de 2022.

Como se sabe, uno de los principales problemas actuales de Cuba es el nivel de inflación con fuertes y negativos impactos sobre la población, sobre las causas de esta y sus alternativas de solución nos hemos referido en extenso en otros textos ya publicados, ahora nos interesa destacar que uno de los sectores que más influyen en los altos niveles de precios que se observan en los mercados son los alimentos. En esto actúan varios factores, desde una importante caída y muy lenta recuperación en su producción, hasta factores “extra sectoriales” como el alto déficit presupuestario que se viene arrastrando en los últimos años (18,5% del PIB planificado para este 2024)

En los bajos niveles de producción y eficiencia en la producción agropecuaria actualmente existentes inciden, desde los objetivos y fuertes impactos del bloqueo, hasta serios problemas en el modelo de funcionamiento del sector y un nivel muy reducido de la inversión nacional asignada a este.

Como es obvio, el primero de esos factores está por fuera del alcance de las decisiones que se pueden tomar por el gobierno para superarlo, más allá de la justa denuncia y la presión internacional en espacios como la ONU, sin embargo, los otros dos factores, que tienen un peso enorme en los resultados de la producción agropecuaria, sí están totalmente en las manos de la política económica que se decide e implementa en el país.

Si estos factores no se asumen claramente, sucede una mayor confusión acerca de las causas que tienen a la economía en la situación actual y por lo tanto pueden tomarse decisiones contraproducentes que, lejos de superar los problemas, con frecuencia los agravan, como ha sido el caso de muchas de las  decisiones que se han tomado, la más significativa de ellas, debido a su alcance, el ordenamiento monetario de 2021, afectado además por problemas de secuencia y falta de condiciones para su implementación, vale también para la forma en que se ha concebido e implementado la bancarización. Considero (cómo otros economistas también lo han tempranamente expresado) que este muy probablemente será el caso de la actual Resolución del Ministerio de la Agricultura a la cual nos referimos en este texto.

Está demostrado hasta la saciedad por la historia, la del socialismo incluida, que los problemas de la economía no se pueden solucionar con métodos administrativos y de órdenes centralizadas de carácter burocrático. El estado y sus instituciones, con mayor razón un estado socialista, tiene la responsabilidad de regular la economía y controlar las disposiciones que la hagan funcionar mejor y garantizar una distribución más justa de los recursos en general, pero si se desconocen las circunstancias de la realidad sobre la que se actúa, las evidencias y las lecciones de la historia, se puede avanzar en una dirección contraria al logro de esos objetivos, las consecuencias de esta marcha forzada pueden ser muy negativas y hasta determinantes.

La nueva Resolución se refiere, entre otros aspectos, pero mayormente, a las relaciones contractuales entre los productores agropecuarios,  fundamentalmente las que corresponden al sector no estatal con las instituciones económicas y de gobierno del estado. No era este un asunto que “anduviera suelto”, ya estaban establecidas determinados mecanismos, cómo el compromiso de los productores con los encargos estatales y la asistencia de estos con parte de sus producciones a los mercados de libre oferta y demanda, todo bajo las regulaciones correspondientes, más allá de las conocidas restricciones y los problemas de eficacia en instituciones cómo Acopio.

Lejos de tratar de profundizar en el mejoramiento del funcionamiento de estos circuitos y mantener una observación sistemática y precisa sobre el funcionamiento de los mercados para regularlos adecuadamente, así como un acertado método, no exclusivamente administrativo, para asegurar los encargos estatales, se vuelve a apelar al establecimiento de nuevos mecanismos extraeconómicos más rígidos aún que los previamente existentes, en este caso referido a los contratos, que deben determinar el destino y los precios de la producción de alimentos, estrechando los márgenes de operación y potencialidades de rentabilidad de los productores agropecuarios.

Esta nueva decisión en lugar de incentivar a mayores niveles de producción, productividad e intensidad del trabajo, así como a fomentar y retener empleo en ese estratégico sector (el mayor empleador del país) puede impactar negativamente y conducir a un probable crecimiento del mercado negro. Como suele ocurrir, a más burocracia y controles paralizantes, más mercado negro y contracción de la producción, “película” que, por cierto, ya hemos visto muchas otras veces, de ahí la importancia de no desconocer la historia al decidir la política.

Los “problemas en los contratos” en este sector, se deben a causas más profundas que determinan los bajos niveles de producción y no fundamentalmente en la formas bajo la cual estos se establecen, supuestamente demasiado “flexibles” hasta el momento. Esas otras causas, a las cuales nos referiremos, son las que dan lugar a la baja producción y a la especulación de precios en el mercado, confundir aquí causa y efecto tienta inmediatamente la apelación a más rígidos mecanismos administrativos cuyo resultado puede ser todo lo contrario a lo que se plantean solucionar.

Cómo hemos expresado en diversas ocasiones, las causas más profundas de los serios problemas que presenta hoy la producción de alimentos en Cuba está, de una parte, en el funcionamiento de un subsistema de producción agropecuaria que ya no opera adecuadamente, reduce y distorsiona los incentivos, así cómo a una política de inversiones que continúa manteniendo una concentración mayor del 30% en el sector turístico e inmobiliario, mientras el sector agropecuaria recibe menos del 3%, además, claro está, de los efectos nocivos del bloqueo.

Esta desproporción de las inversiones es muy difícil de defender, en un momento en el cual la seguridad alimentaria no está garantizada y cuando el precio de los alimentos, en gran medida, aunque no solamente, se explica por los bajos niveles de oferta, lo cual es un factor fundamental en la inflación. No hay que olvidar que en la producción de alimentos está implicado un asunto de seguridad nacional.

La baja inversión en la agricultura afecta la disposición de factores fundamentales para la producción, desde fertilizantes, herbicidas, etc, hasta agua para regadío, maquinaria, tecnologías e infraestructura en general, además de problemas de escala en el tamaño de las extensiones de tierra que se les permite cultivar a los productores no estatales, dificultades en la comercialización, etc, cuando son estos, como demuestran las estadísticas oficiales, los principales generadores de alimentos en la Cuba de hoy.

Son todos esos factores los que deben ser objeto de análisis y transformación para una reconstrucción  fundamental del subsistema de producción agropecuaria, como parte de la reforma integral de la economía nacional.

El problema esencial es que esto no solo tiene consecuencias económicas, también políticas, es una Resolución que puede generar mayores descontentos y rupturas, bajar la producción, aumentar el mercado negro y el desempleo, acaso no sería ese análisis mayor y más integral responsabilidad de la dirección del gobierno y del partido, sin embargo se trata de una Resolución del Ministerio de Agricultura, creemos que insuficientemente discutida, con impactos mucho más allá de su alcance sectorial.

6 de Septiembre 2024

Evalúa presidente Díaz-Canel corrección de distorsiones y reimpulso de la economía

En este artículo: Cuba, Economía, Fotografía, Gobierno, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Pinar del Río, Sociedad

 



Comenzó este viernes por Pinar del Río la evaluación de la marcha de los resultados de los territorios en función de corregir distorsiones y reimpulsar la economía en 2024.

Presidido por Miguel Díaz- Canel Bermúdez, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (CC-PCC) y presidente de la República, comenzó este viernes por Pinar del Río la evaluación de la marcha de los resultados de los territorios en función de corregir distorsiones y reimpulsar la economía en 2024.

En pleno extraordinario del Comité Provincial del Partido, Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización del CC-PCC, explicó que tras la visita este año a 88 municipios del país estos encuentros permitirán analizar, desde el máximo órgano de dirección política de las provincias, las condiciones para terminar el calendario con mejores resultados económicos y sociales.

Yamilé Ramos Cordero, integrante del Comité Central y primera secretaria del PCC en Vueltabajo, apuntó que la máxima dirección del país ha visitado seis municipios pinareños este año, lo que ha tributado a la actualización de estrategias de trabajo, a partir de señalamientos en cuestiones como la atención a las empresas con pérdidas, producción local de materiales de la construcción, producción de alimentos, política de cuadros, funcionamiento interno de las organizaciones políticas y de masas, entre otros.

Detalló que el déficit fiscal se reduce en más de 230 millones de pesos y el municipio cabecera y Viñales ya son superavitarios, gracias a las acciones de control.

La provincia más occidental cumple las ventas netas totales, pero 45 entidades incumplen; asimismo, la circulación mercantil minorista crece en comparación al año pasado y es de 77,5%, aún insuficiente para la satisfacción de las necesidades de bienes y servicios de la población.

comenzó este viernes por Pinar del Río la evaluación de la marcha de los resultados de los territorios en función de corregir distorsiones y reimpulsar la economía en 2024.

comenzó este viernes por Pinar del Río la evaluación de la marcha de los resultados de los territorios en función de corregir distorsiones y reimpulsar la economía en 2024.

(Con información de ACN)

Mipymes, ¿complemento o apéndice de la economía cubana?


Han venido bien estas empresas para compartir las culpas de los problemas en la economía cubana, igual que a veces han servido los ciclones o las sequías.




Hubo un tiempo en que en Cuba identificamos a la Inversión Extranjera Directa (IED) procedente de los países capitalistas como un mecanismo de extorsión de los países ricos sobre los países pobres —lo cual es cierto en buena medida—, y en nuestro caso específico, la IED se vio como enemigo de la Revolución y del socialismo. Nos protegimos de esa AMENAZA para impedir que se aprovecharan de nuestro país y del trabajo de todos los cubanos.

Después vino otro tiempo en que —porque no quedó más remedio luego de la desaparición del campo socialista y del socialismo soviético— se cambió ese enfoque/percepción/juicio ideológico y entonces se comenzó a asumir la IED como un MAL NECESARIO.

Para protegernos de ese mal, cuidar nuestra soberanía y evitar la contaminación ideológica se inventaron decretos leyes, después leyes, reglamentos y organizaciones —por ejemplo, las agencias de contratación de personal— muchas de las cuales aún permanecen, y otras persisten en las “propias cabezas acomodadas” de muchos.

Luego se descubrió y se consideró que la IED era una NECESIDAD ESTRATÉGICA para el desarrollo del país. Sin embargo, lejos de crear normas coherentes con esa nuevo enfoque/percepción/juicio, las normas y procedimientos —las reglas del juego para este caso— siguen estando alejadas de nuestras reales necesidades y nos han llevado hasta poder compararnos con Haití en cuanto a los flujos de inversión extranjera. Muchas de esas reglas del juego han terminado espantando muchos posibles y buenos negocios, que hubieran ayudado a la reconstrucción productiva de nuestro país.

Es cierto que el bloqueo de Estados Unidos ha contribuido significativamente a frustrar esas posibilidades, pero no sería una pérdida de tiempo poder establecer, con datos que lamentablemente no son públicos, cuántos otros muy buenos negocios se han malogrado por esas normas y, con ello, han ayudado —quizá sin querer, pero no por desconocimiento—, a la política del Gobierno de Estados Unidos que busca ahogar a nuestro pueblo.

Hubo un tiempo también en que “lo no estatal” fue considerado por default como enemigo de la Revolución y del socialismo, como indigno e inmoral, antipatriótico y como ideológicamente perverso, y fue excomulgado de nuestra sociedad. Luego fue incluido dentro de los males necesarios. Ya bien entrado este nuevo siglo, que nos ha sorprendido con cosas tan viejas, ha sido elevado a la categoría de COMPLEMENTO.

Pero, después del reciente paquete regulatorio, es como si, más que complemento, se considerara y se tratara como un APÉNDICE prescindible.

Adelantaré algunas consideraciones sobre ese nuevo paquete regulatorio que tantas opiniones ha levantado hasta el momento y que tantas otras va a producir en el futuro, en la medida en que nuevos decretos y reglamentos se sumen al publicado.

Foto: Kaloian.
¿Un complemento inconveniente?

Lo primero que llama la atención es que, siendo el sector no estatal un “complemento” —apenas representa el 15 % del PIB y mucho menos de las exportaciones— al complemento se le haya dedicado tanto tiempo, esfuerzo legislativo y mediático.

Mientras, al corazón de la reforma, al motor de la economía, al sistema empresarial estatal, se le mantiene en espera de una ley que, aunque no será la varita mágica, debe ayudar a que ese sistema lidere la reconstrucción productiva del país. Y ya son varios los años de espera.

Si nuestra economía anda mal no es porque hace dos años se hayan “permitido” las mipymes, ni porque florezcan bodeguitas, bodegones, quincallas y timbiriches, amparados en esa figura de TCP; ni porque los primos de “afuera” pasen un dinero para que los de adentro hagan su “trigo”.

Tampoco es porque esas mipymes estén poniendo precios exorbitantes, debido, entre otros factores, a que deben trabajar con una tasa de cambio que no es la “oficial”, porque nuestras autoridades monetarias no han sabido/podido resolver ese problema heredado de un ordenamiento monetario mal concebido y peor ejecutado. Pero han venido bien las mipymes para compartir esas culpas, igual que a veces han servido los ciclones o las sequías.

Si nuestra economía anda mal —bloqueo y lista mentirosa de patrocinio del terrorismo incluidos—, es porque nuestro sistema empresarial estatal y socialista, responsable del 90 % de todas las ventas del país, de más del 80 % de las exportaciones y receptor de todas las inversiones, ya sea con fuentes propias o extranjeras, ha estado sometido a regulaciones arcaicas —planificación incluida—, maniatadas por sus ministerios respectivos, cuyas burocracias no alcanzan a adaptarse a estos tiempos.

Luego de años de anuncios reiterados, la esperada ley de empresas sigue aguardando por el consenso y dependiendo de los que no desean que la empresa estatal sea lo que debe ser.

La economía cubana anda mal porque no se logran suficientes ingresos por exportaciones. Y sí, es cierto, los nuevos actores en su casi totalidad no tienen aún vocación exportadora. Sin embargo, de las más de 2000 empresas estatales, solo en 20 de ellas —esto es, en menos del 1 % del total— se concentra el 80 % de los ingresos por exportaciones.

Si el motor principal de la reforma, la empresa estatal, que tiene la ventaja de acceder a los recursos y las inversiones, que integra delegaciones oficiales para promover exportaciones, que accede con ventaja a las empresas extranjeras interesadas en establecer negocios en Cuba no logra una dinámica exportadora, entonces cómo pedirle al “complemento/apéndice” que se convierta en una “potencia exportadora”.

Pero a pesar de las evidencias, desde los reguladores se ha hecho énfasis en que una de las razones por las cuales nuestras empresas estatales no obtienen los resultados que debieran es porque están en desventaja con relación a las mipymes, para lo cual se ha legislado un decreto ley que intenta poner a las mipymes lo más cerca posible de las condiciones bajo las que operan las empresas estatales. ¡Vaya con la innovación institucional!


Foto: Kaloian.

El déficit fiscal que nos agobia

Las mipymes, y en general los actores no estatales, han puesto en evidencia cuánto puede aportar ese sector a reducir ese flagelo que es y ha sido el déficit fiscal. Han contribuido con 30 mil millones de pesos (el 9 % de los ingresos brutos recaudados y el 15 % de los tributarios) a los ingresos fiscales y quedan otros 40 mil millones que se han perdido por evasión fiscal.

Sin duda elevar la disciplina fiscal es decisivo, nadie en su sano juicio puede negarlo. Actuar para reducir esa evasión es muy importante. Pero de no existir las mipymes y los TCP esos 30 mil millones no existirían hoy y aquel potencial que queda por recuperar, tampoco.

Por eso llama la atención que, en vez de promover la creación de más actores no estatales, de implementar mecanismos más expeditos para su creación, disminuyendo trabas burocráticas, el balance de lo legislado en este último paquete sea de más dificultades. Por ejemplo: presentación de un proyecto; objeto social restringido; mantenimiento de actividades prohibidas; subordinación de la aprobación a la estrategia de desarrollo del municipio en el cual se propone —estrategia, por cierto, que a los propios ciudadanos de esos municipios les cuesta mucho conocer—, obligatoriedad de circunscribir su actividad al territorio del municipio donde el actor tiene su residencia fiscal, etc.

Lejos de facilitar el nacimiento y crecimiento de nuevos actores, reduce y desestimula su creación. Por lo que ese objetivo de hacer más nutrido el tejido empresarial, algo que nuestra realidad ha evidenciado, no parece que pueda alcanzarse fácilmente.

Pero junto a la elevación de la disciplina fiscal de los actores no estatales deberían reducirse significativamente los gastos, las transferencias desde el presupuesto al sistema empresarial estatal y hacer más transparente los destinos de los ingresos, en especial en los municipios.

Habría que ordenar también esta otra parte de la ecuación, porque el estado de nuestras infraestructuras, de nuestros hospitales, de nuestras escuelas, de servicios básicos como la recogida y tratamiento de la basura, dejan hoy mucho que desear y mueven al ciudadano, sea o no un nuevo actor, a preguntarse por la utilización de sus dineros.

Las más de 160 páginas del nuevo decreto contienen contenido suficiente para contrastar propósitos y realidades de nuestra economía.

Para muchos, el apéndice —ese órgano insignificante con el que nacemos— es, cuando más, un olvido de la evolución o del Creador, y solo estaba ahí para molestar y complicarnos la existencia, porque al final puede ser amputado sin consecuencias para la salud. Su función es producir y proteger las bacterias buenas de nuestro organismo, pero no es indispensable.

Así pues, nos acordamos del apéndice cuando se inflama y nos produce apendicitis o cuando no la atendemos a tiempo y entonces nos puede conducir a una peritonitis.

Pareciera que nuestras mipymes, todas ellas, así como los TCP y todos los que integran el llamado sector no estatal, luego de este decreto, se acercan más al apéndice que al complemento.

Cepal ofrece 80 fórmulas para el crecimiento de América Latina. Comentario HHC




Una vista de Valle del Cauca, en el suroeste de Colombia, donde se ha desarrollado un clúster de proteína blanca, con productores avícolas y porcinos. La Cepal recomienda esas iniciativas, aglomerados de empresas, para potenciar el desarrollo productivo de América Latina y el Caribe, entrampada en términos de crecimiento económico. Imagen: Amcham


SANTIAGO – Ochenta recomendaciones en siete ejes de acción, para que la región pueda “escapar de la trampa” de su baja capacidad para impulsar el crecimiento económico, presentó este jueves 5 la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

“Los esfuerzos que viene haciendo la región en materia de políticas de desarrollo productivo son marginales frente al reto de productividad que se tiene y frente a lo que están haciendo otros países”, dijo el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, al presentar el estudio en esta capital chilena.

Expuso que, con la “trampa de bajo crecimiento”, en la década que va de 2014 a 2023 la región creció en promedio solo 0,9 % anual, “menos que el dos por ciento de la denominada década perdida de los años ochenta; es decir, que la región ha completado una segunda década aún más perdida en términos de crecimiento”.

Destacó que “para lograr las transformaciones en los modelos de desarrollo no basta conformarnos con señalar qué debe hacerse, por ejemplo, “mejorar la productividad” o “sofisticar y diversificar la canasta exportadora”, sino que es importante profundizar en “cómo” hacer estas cosas, gestionar estas transformaciones”.

El informe “Panorama de las Políticas de Desarrollo Productivo en América Latina y el Caribe 2024”, de 320 páginas, examina en la región los mecanismos de gobernanza, y las capacidades técnicas, operativas y políticas de las instituciones a cargo de políticas para las transformaciones requeridas, según la Cepal.

El documento indica que los esfuerzos que hace la región en políticas de desarrollo productivo son marginales frente al reto de productividad que se tiene y frente a lo que están haciendo otros países en la materia.

Los países analizados (en particular las mayores economías, Brasil, México, Argentina, Chile y Colombia) destinan recursos públicos en políticas de desarrollo productivo por el equivalente de entre 0,2 y 1,2 % de su producto interno bruto.

Se trata de valores muy bajos si se comparan con el 3,5 % de su PIB que invierten algunos países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), con la mayoría de las naciones industrializadas.

Asimismo, predominan los instrumentos de tipo tributario: 61,5 % en el caso de Argentina y 87 en el de Brasil. La excepción es Chile donde prevalecen los instrumentos de subsidios, por encima de 70% del total.

Se observa además dispersión de recursos entre muchos instrumentos de escaso alcance, lo que atomiza los esfuerzos y reduce su capacidad de impacto.

También se encontró una gran dispersión de instituciones dedicadas a las políticas de desarrollo productivo, pues la mayoría de los 33 países de América Latina y el Caribe tienen entre cinco y seis entidades dedicadas a esas políticas. Y las instituciones que las promueven están escasamente articuladas entre ellas.

Las fórmulas que presenta la Cepal buscan destacar sectores impulsores de la economía, como las industrias farmacéuticas, de ciencias de la vida y dispositivos médicos, servicios intensivos en trabajo, gobierno digital, transición energética, electromovilidad, turismo sostenible y economía circular.

Se plantea atender esfuerzos en ciencia, tecnología e innovación, en transformación digital, y en emprendimiento, por ejemplo con concursos de planes de negocios y disminución de las trabas burocráticas a la creación y al cierre de empresas.

Otro ejemplo de propuesta es atender necesidades específicas de infraestructura, como puede ser que la falta de un aeropuerto o una carretera impida el desarrollo de un destino turístico particular, así como la ausencia de una cadena de frío en un puerto o aeropuerto puede obstruir el desarrollo de una materia agropecuaria.

Además propone atender la conveniencia de clústeres (aglomerados de empresas), no solo los que se dan “naturalmente, con la mano invisible del mercado”, sino también los que sean con iniciativas de “políticas visibles” para superar cuellos de botella en el desarrollo de segmentos económicos.

El diagnóstico de la Cepal coloca las propuestas sobre “ejes de acción” para superar la “trampa”, comenzando por incrementar los esfuerzos con la nueva visión, y fortalecer la gobernanza orientada al crecimiento, en particular las capacidades técnicas y operativas de las instituciones concernidas.

Luego, crear y fortalecer iniciativas clúster, potenciar el compromiso de todos los actores –en particular el sector privado-, profundizar la territorialización de las políticas y adoptar una línea estratégica de internacionalización.

A-E/HM

Comentario HHC: Mucho de lo que se menciona en este escrito, se han planteado por décadas, en nuestro país. 

Hemos tenido dos oportunidades únicas, no aprovechadas al 100 %, de dar un salto económico fundamental: las relaciones que tuvimos con la URSS y con Venezuela durante años. 

Hemos ignorado el abc del marxismo en materia económica, tanto Marx como Lenin, señalaron a la productividad del trabajo como lo fundamental,lo decisivo,  pero nosotros en 1971 lo llamamos " Año de la productividad", ahi quedó como línea de deseo, incluso recientemente el ex ministro Gil, hablaba de " ahorro" con las yuntas de bueyes, de combustible, por absurdo que parezca, y no de productividad . 

Si no hay un análisis de nuestros errores, sobre todo conceptuales, donde algunos de ellos clasifican como voluntarismo, y creernos que con ocurrencias o iniciativas de modas, vamos a desarrollarnos, frente a un imperio que apuesta por nuestra desaparición, estamos muy mal.  Porque si algo bueno hemos tenido desde 1959 es que hemos probado casi todo, pero persistimos en lo que no ha dado resultado muchas veces, y por ello hemos tenido marchas y contramarchas n de veces, llamados, errores, tendencias negativas, voluntarismo, idealismo, etc, ahora distorsiones, que en esencia es lo mismo.

El mayor error que hemos cometido, es ignorar las experiencias negativas del pasado, lo que no ha dado resultado, y volverlas a repetir, una y otra vez,  entre ellas hay dos errores estratégicos que nos va en ello la vida: Ser autosuficientes en la producción de alimentos y la generación de energía, esto además es un problema de seguridad nacional.

¿ Por qué es tan dificil gobernar, entiendase medir, por resultados?. Para mantener la salud y la educación gratuita para todos, el resto de la economía tiene que ser muy eficiente , para financiar a esos dos sectores y no impacte en el déficit fiscal.

Tenemos que tener una balanza comercial positiva, y la última vez que esto ocurrió fue en 1959 !!!

De las inversiones para incrementar la productividad de la economía, lo mejor que hacemos  es crear buenos profesionales en casi todas las ramas del saber, para que una parte de ellos, emigren... porque no hay suficientes trabajos atractivos para satisfacer sus esperanzas y tener una vida sostenible y digna. Porque las inversiones, tienen tendencia histórica al gigantismo, y una vez realizadas no se aprovechan al máximo y/o tienen tecnologías atrasadas. Y de la matriz de inversiones que tenemos no se habla nunca, por ningun dirigente, ni se aborda en la Asamblea Nacional , etc. Es un tema tabú, y no explicarla, lleva a la creencia de que existen otras motivaciones, algunas impensables, pero lo propiciamos con no hacerlo. ¿Es dificil esto de entender?.

Lo digo con dolor, somos de los países que mas perdemos el tiempo, en resolver necesidades primarias para vivir por sus ciudadanos, lo que trae una perdida de la productividad del trabajo a nivel de toda la sociedad. Si no hay un incremento constante de la productividad del trabajo, mediante la introducción sostenida de la ciencia y la técnica en todos los sectores de la economía, y con el envejecimiento de la población y la emigración, estamos condenados al subdesarrollo constante, y a un futuro complicado. 

Se requiere además de un ambiente productivo, de estimulos,  de incentivos, etc. El gigantismo de la burocracia y el centralismo, existe y se incrementa, porque no hay rendición de cuentas efectivas al pueblo, porque a los cuadros no se les mide por los resultados en todos los casos , y no se demueven a pesar de la falta de los mismos, por años, o no renuncian, a pesar de ser "muy revolucionarios " , porque además, no se es coherente en muchas ocasiones, con la politica de cuadros. Porque además ponemos  a cuadros muy revolucionarios y leales, pero no saben casi nada, en ocasiones, de lo que le han puesto a dirigir ( solo repasemos las profesiones de quienes dirigen la economía hoy en dia), eso explica parte de las medidas erradas que se toman en ocasiones,  etc. Todo eso tiene su costo económico -social mas tarde o mas temprano, y a largo plazo lo tendrá, político, de continuarse en esta ruta.

Leamos lo que dice la CEPAL para ver si algo podemos aplicar. Necesitamos una economía efectiva, eficiente y eficaz para alcanzar el proyecto social que aspiramos. No son castillos en el aire, tienen que tener una base sólida y sustentable.