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sábado, 2 de mayo de 2015

CUBA: ACTUALIZACIÓN DEL MODELO ECONÓMICO-SOCIAL (III y Final)

Por Dr Julio A  Diaz Vazquez, 

Reflexiones finales inconclusas.

Sin dudas, en la “actualización del modelo económico”, Cuba enfrenta complejos desafíos no solo en la gestión y dirección de la economía, sino también institucionales, sociales, políticos y en el plano subjetivo. Sin un cambio en las mentalidades resulta difícil librase de las secuelas de las “herencias del modelo soviético”, así como superar la confusión entre las funciones del Estado y el Partido; y la fusión entre el Estado y el Gobierno. A la vez, es necesario romper las barreras creadas por  la inercia, el inmovilismo, la simulación o doble moral, la indiferencia e insensibilidad que, arrastraron las experiencias socialistas europeas, y en particular las soviéticas25.

El “núcleo duro del “Modelo Soviético” (económico, social y político) – presente en la práctica cubana – incluyó la deformación institucional de identificar Estado y Gobierno, llevó a que el sistema político regido por el Estado, además del Gobierno, involucró también los órganos legislativos y la administración de justicia, la posesión de toda la propiedad, la tarea de diseñar y administrar la economía de forma centralizada excluyendo todo papel activo al  mercado, así como regir la dirección de toda la actividad social.

El resultado de todas estas imperfecciones ha dado lugar a la acumulación de déficits democráticos, de libertades creativas y de participación ciudadana en los asuntos que incumben a todos los súbditos del país; agentes que han originando la aparición orgánica de deformaciones estructurales, al burocratismo, como a la aplicación de políticas que se hacen extrañas a la ciudadanía. Todos estos fenómenos han sido potenciados por la existencia del secretismo, así como limitaciones al derecho a pensar diferente. 

Al estatalizar más allá de los medios fundamentales de producción, incluida la tierra, las instituciones culturales, recreativas, educativas, la prensa, la radio, la televisión, se ha exagerado e hipertrofiado el lugar el Estado en la sociedad. No menos negativo ha resultado la institucionalización de manera paraestatal de las organizaciones sociales y profesionales, siguiendo esquemas verticales que, de correas de trasmisión social, según el pensamiento leninistas, pasaron a  apéndices de las estructuras oficiales.       

Por otra parte, el papel de la política – ejercida por el Partido, situado en la cúpula de la sociedad --, ha encumbrado en exceso las directivas tomadas por las alturas de las órbitas del poder  que, trasladadas a la academia, y en particular a las ciencias sociales, han hecho de la politización y la ideologización una virtud.  Es útil recordar que la versión estaliniana del marxismo-leninismo, guía para interpretar la realidad; asimilada como única ciencia social, con sus especificidades, está viva en el país. Olvidando que lo cierto en Marx eran las premisas y el método.

Igualmente, caló la distorsión del principio organizativo del centralismo democrático; deformación trasladada al Estado y a la actividad de los órganos del poder popular; no solo la minoría se subordina a la mayoría, sino que, las instancias inferiores se someten a las superiores. Hipertrofiado el método, ha traído por resultado limitaciones a la implementación práctica de la democracia socialista,  ha  alejado a la ciudadanía de influenciar en los asuntos sociales que le incumben. Como corolario, la simbiosis del poder político, la dirección gubernamental, y la jerarquización del Partido, ha hecho  de la “doble moral” reflejo de la conciencia social.              

Tampoco puede dejar de mencionarse que, la ausencia de un verdadero Estado de Derecho, es otro del déficit del socialismo conocido. Así, el Estado de Derecho Socialista encarnaría el escalón más alto de lo alcanzado por la humanidad hasta el presente. No solo de pan vivirá el hombre tiene así una real significación. Asimismo, hoy se hace evidente que el socialismo en el Siglo XXI tendrá que superar al capitalismo en crecimientos económicos estables y sostenidos, conservación del medio ambiente, luchar contra cambio climático; además de lograr: más eficiencia; más democracia.

Por otro lado, en Cuba, no han sido abundantes los trabajos que abordan en su integralidad las causas raigales que estuvieron en la debacle socialista europea26. En particular, se trata de superar tanto las interpretaciones que enfatizan en los aspectos políticos e ideológicos, como aquellos que ponderan los enfoques económicos y sociales. Entonces, parece útil y oportuno prestar a este tema una atención esmerada por parte del acervo en las ciencias sociales del país, que destierren lo apologético de lo verdadero y científico, como reclamaba el Che.         

De aquí que, al mirar a la realidad actual del país, enfrascado en aplicar los acuerdos del VI Congreso del PCC, parece indispensable precisar lo que se trata de superar del legado tomado del “Modelo Soviético”. Esto hace necesario consensuar una valoración de aquellas prácticas; válido para el socialismo que el “viejo topo” se encargó de sentenciar de estirpe condenada a cien años de soledad, como para aquellas experiencias (la china y la vietnamita) que, al igual que Cuba, pugnan por perfeccionar sus sociedades por la vía socialistas. Ello aportaría claridad en la proyección del socialismo en el Siglo XXI, del que somos parte sustancial e inalienable.

Sin embargo, hay que señalar que aún quedan en el tintero cuestiones fundamentales, sobre todo, cuando se constata la ausencia de cuestiones medulares esbozadas en más de una ocasión27.  Además, posiblemente ésta sea la última oportunidad para trazar principios, definir estrategias económico-sociales y políticas, lineamientos claros y precisos con la presencia de los dirigentes históricos de la Revolución. Con mucha razón se ha dicho que el tiempo para improvisar se acabó y no hay derecho a seguir equivocándonos y mantenernos en la inercia.

Finalmente, hoy más que nunca es necesario encontrar fórmulas que contribuyan a fortalecer el consenso social, en torno a la necesidad encarrilar el desarrollo económico-social cubano en las corrientes más avanzadas socialmente en el siglo XXI, así como posibiliten aislar a los sectores – burocracia-- que desean cambiarlo todo, para que todo siga igual.      

                     
                                                          NOTAS

1.- Andrés Vilariño Ruiz y Silvia Domenech Nieves: “El sistema de dirección y planificación de la economía en Cuba. Historia, actualidad y perspectiva”, Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1986. 

2.- Carlos Tablada Pérez, “El pensamiento económico de Ernesto Che Guevara”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1987. 

3.- En marzo de 1962 fue introducido un sistema de racionamiento. Ver, Julio A. Díaz Vázquez, “Consumo y distribución normada de alimentos y otros bienes en Cuba”, en Hans-Jürgen Burchardt: “La última reforma agraria del siglo”, Editorial Nueva Sociedad, Caracas, 2000, págs. 35-56.

4.- Ver, Juan Valdés Paz, “El Espacio y el Límite. Estudio sobre el sistema político cubano”, Ruth Casa Editorial, Panamá, 2009, págs. 92-129. La constitución de las  Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), fusionó al Movimiento 26 de Julio, al Partido Socialista Popular y al Directorio Revolucionario 13 de Marzo, y fue anunciada el 26/7/ 1961. A mediados de 1962 comenzó la transformación de la ORI en Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS). En octubre de 1965,  concluida la construcción de PURS, se transforma en el PCC (NA).   

5.- Osvaldo Dorticós Torrado, “Análisis y perspectivas del desarrollo de la economía cubana”. Revista, Economía y Desarrollo, nro. 12, La Habana, págs. 28-62.    

6.- Fidel Castro Ruz, “XX aniversario del ataque al Cuartel Moncada”, Revista Economía y Desarrollo, nro. 19, La Habana, p. 19.

7.- Ver, Julio A. Díaz Vázquez, “Cuba y el CAME”, Revista Temas, No. 55, julio-septiembre de 2008, La Habana, págs. 125-137.

8.- El concepto de “Modelo” es asumido aquí como esquema simplificado del funcionamiento de un sistema que hace abstracción de los detalles, pero caracteriza los principios esenciales de los mecanismos económicos, sociales y políticos de un régimen social. Ver, Vladimir Brus, “El funcionamiento de la Economía Socialista”, Oikos-tau, Barcelona, España, págs. 11-24. 

9.- Ver, Juan Valdés Paz, ob., cit., págs. 67-91.

10.- Ver, José Acosta Santana, “Teoría y práctica de los mecanismos de dirección en Cuba”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1982.

11.- Ver, José Luis Rodríguez, “Notas sobre economía cubana”, Ruth Casa Editorial, Panamá, 2011, págs. 111-148.

12.- Ver, Julio A. Díaz Vázquez y Julio Carranza Valdés, “Cuba 1902-2002: desarrollo económico y política social (II), Revista Economía y Desarrollo, nro. 1, La Habana, 2005, págs. 22-53.
    
13.- Los mercados agropecuarios, autorizados (4/1980) estuvieron dentro de la lógica del SDPE. Reforzaron la política de abrir alternativas para satisfacer la demanda de productos alimenticios de la población. En su desempeño se detectaron, entre otros aspectos negativos, el surgimiento de intermediarios y especuladores, elevados precios y, además, constituir un freno para la creación de cooperativas de producción agropecuarias (NA).       

14.- Ver, Anuario Estadístico de Cuba, Oficina Nacional de Estadísticas, La Habana, págs. 82-88; Carlos M. García Valdés, “Economía cubana. Del trauma a la recuperación”, Editorial Pueblo y Educación, La Habana, págs. 32-43.

15.- Hay autores que dividen el período revolucionario en: 1959-1961: Nacionalismo Radical; 1961-1965: Bases de la Transición Socialista; 1965-1970: Socialismo Nacional; 1970-1975: Integración Socialista; 1975-1985: Socialismo de Estado; 1985-1990: Rectificación; 1990-2002: Período Especial; dividido en, 1990 – 1994: Sobrevivencia; 1994-2001: Recuperación; 2002-2007: Batalla de Ideas. Ver, Juan Valdés Paz, ob., cit., págs. 196-197. Otros, el Período Especial en, 1990-1991: Ruptura y percepción de la crisis; 1992-1994: Desplome de la economía; 1995-1999: El inicio de la recuperación; 2003-2005: Reducción del costo social del Período Especial y ajuste de la política económica; 2003-2005: Nuevo ajuste de la política económica y recentralización de la divisa libremente convertible; 2006-2009: Crisis global y enfrentamiento al déficit de la balanza de pagos. Ver, José Luis Rodríguez, ob., cit., págs. 29-46.          

16.- Ver, Carlos Lage Dávila, “Discurso en la Reunión de Directores de empresas en proceso de perfeccionamiento empresarial”, Granma, La Habana, 15/6/2000. José Luis Rodríguez, “Entrevista” El Economista, La Habana, enero-febrero de 2000.

17.- Se planea que al implementarse la política económica trazada en el VI Congreso del PCC, de subsidiar a personas y no productos, se reducirán los artículos normados hasta quedar eliminada la libreta. (NA)
                                                                        
18.- Un interesante estudio  sobre la Constitución de la República, y los cambios constitucionales realizados en 1992, pueden consultarse en: Hugo Azcuy, “Análisis de la Constitución Cubana”, Papeles de la Fundación de Investigaciones Marxistas, nro. 14, 2da época, Barcelona, 2000, págs. 9-144.

19.- Ver, Juan Valdés Paz, ob., cit., págs. 142-143.

20.- Ver, “Bases Generales del Perfeccionamiento Empresarial (BGPE)”, Gaceta Oficial de la República de Cuba, La Habana, 14/9/1998.

21.-Resolución 9/08, “Reglamento general sobre las formas y sistema de pago”, Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, Granma, La habana, 11/6/2008, pág. 3.  

22.- Desde el 2004, por primera vez, el sistema estadístico nacional recogió el valor creado en el sector de los servicios sociales no pagados. La nueva metodología de cálculo tomó como índice de  precios constantes de base fija los de 1996 (NA).

23.- Raúl Castro Ruz, “Discurso por el LIV Aniversario del Asalto al cuartel Moncada”, Granma, La Habana, 27 de julio 2007.   

24.- Raúl Castro Ruz, “Informe Central al VI Congreso del Partido”, Granma, La Habana, 17 de abril de 2011, págs. 2-3.  

25.- Ver, Ricardo J. Machado, “Vivir el socialismo de Europa del Este”, Revista, Temas, nro. 56 octubre-diciembre de 2008, La Habana, págs.110-120

26.- Ver: Ariel Dacal Díaz, Ariel; Francisco Brown Infante, “Del socialismo real al capitalismo real”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2005. Vitali I. Vorotnikov, “Mi Verdad”, Casa Editorial Abril, La Habana, 1995. Francisco Brown Infante y otros, Europa del Este el Colapso”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2002. Serguei Anatolivich Batchikov y otros, “El Libro Blanco de Rusia, Las Reformas Neoliberales (1991-2004),” Editorial de Ciencia Sociales, La habana, 2009. Fidel Vascós González, “Socialismo y Mercado”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2009.

27.- Ver, Raúl Castro Ruz, “Discurso en la clausura del IV Período Ordinario de las Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular”, Granma, La Habana, 21 de diciembre del 2009; “Discurso en la clausura del IX Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas”, Granma, La Habana, 5 de abril del 2010;  “Discurso en la clausura del VI Período Ordinario de las Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular”, Juventud Rebelde, La Habana, 19 de diciembre de 2010. 

La parte I se puede encontrar aquí y la II aqui







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