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sábado, 16 de mayo de 2015

Secretos de campesinos cubanos

Cubahora conversó con algunos productores y ganaderos cubanos sobre sus logros y desafíos, en función de las necesidades del país…

MARÍA DEL CARMEN RAMÓN y ABEL LESCAILLE RABELL
16/05/2015
EXCLUSIVO

Continuar elevando los niveles de productividad es aún hoy una tarea en construcción. (Fernando Medina Fernández / Cubahora)


Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP): Creada el 17 de mayo de 1961, en el marco del su Primer Congreso. Organización de masas de los cooperativistas, campesinos y sus familiares, cuyos intereses económicos y sociales se corresponden con el desarrollo armónico de la construcción del Socialismo. 

En los debates del XI Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños se vive la idea de un sector comprometido con uno de los mayores desafíos de la economía cubana hoy. Lograr que la agricultura desarrolle todas sus potencialidades es determinante para el desarrollo de un socialismo próspero y sostenible en Cuba, afirmó el vicepresidente del Consejo de Ministros Marino Murillo Jorge este viernes en el Palacio de las Convenciones de La Habana, donde muchos de los participantes han encontrado el escenario perfecto para compartir experiencias, consejos y desafíos comunes.

La producción de este sector es determinante para el desarrollo de un socialismo próspero y sostenible en Cuba, afirmó Marino Murillo Jorge, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido y vicepresidente del Consejo de Ministros al intervenir ante los delegados al XI Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños.

Desde todo el país han llegado representantes del campesinado cubano: desde Guantánamo, la provincia más Oriental de Cuba, hasta Pinar del Río, jóvenes y mujeres que dirigen cooperativas, cafetaleros, ganaderos, productores de cultivos varios... Basta interceptar en su andar a cada uno de los participantes para descubrir diversas historias de hombres y mujeres que han hecho del trabajo con la tierra su razón de vida.

Llevar los alimentos a precios asequibles a la mesa de los cubanos y reducir los más de 2 millones de dólares que se invierten en importar alimentos actualmente es aún una tarea en construcción, y con la que cada uno de nuestros entrevistados siente tener una enorme cuota de responsabilidad.

¿Cuáles son los principales logros del campesinado cubano hoy? ¿Qué desafíos tienen por delante y cómo trabajan para alcanzarlos? Sobre el peso de la agricultura y la ganadería en la Cuba de hoy, conversamos con algunos de los campesinos participantes en este Congreso. Les contamos algunas de esas historias que viajaron desde distintos lugares del país hasta el Palacio de las Convenciones de La Habana.

 TRES C PARA EL ÉXITO DE LA GANADERÍA CUBANA

Gerónimo Gil, ganadero de la CCS Manuel Ascunce, en La Habana, quien tiene altos niveles de productivdad (Foto: María del Carmen Ramón/Cubahora)
Gerónimo Gil lleva en sus manos la grandeza de ser uno de los mayores productores de leche y carne de La Habana, por eso le brillan los ojos cuando dice con certeza que Cuba tiene posibilidades de sobra para desarrollar a altos niveles la ganadería. Sin embargo, el ministro de la Agricultura Gustavo Rodríguez Rollero, así como Marino Murillo, dedicaron gran parte de sus intervenciones a reflexionar sobre los problemas existentes con la ganadería vacuna hoy, donde la falta de agua y alimentos provocan desnutrición y muerte de animales.
deficiente trabajo con la ganadería vacuna, donde la falta de agua y alimentos provocan desnutrición y muerte de animales.


Ver más: XI Congreso de la ANAP: Respuestas a insatisfacciones de los campesinos http://www.trabajadores.cu/20150516/xi-congreso-de-la-anap-respuestas-a-insatisfacciones-de-los-campesinos/
Quizás por ello es tan importante dar a conocer la experiencia de este ganadero de la capitalina Guanabacoa y que trabaja en la CCS Manuel Ascunce. Según nos explica, cuenta con 24 vacas, que promedian alrededor de mil quinientos litros por lactancia. ¿Cuál es el secreto para lograr altos niveles productivos?, le preguntamos, y asegura de súbito que la clave está en tres letras C: conciencia, consagración y conocimiento.
“Cuando estas tres funcionan, los resultados son favorables, si falla una, se ven las consecuencias”.
Cada día, Gerónimo inicia su jornada de trabajo sobre las 3: 00 am, aún cuando muchos de nosotros andamos pegados a las sábanas. “Yo mismo ordeño mis vacas, miren mis manos”, nos dice orgulloso de los esfuerzos que a diario hace.
“Con las vacas hay que conversar inclusive, mis vacas hablan conmigo, ellas me mugen cuando quieren algo, y yo les digo Pradera, Manantial, Bombón, Caramelo, cada vaca es como nosotros. En este oficio el hombre tiene que tener una exigencia y responsabilidad muy grande. A la ganadería hay que saberle de todo, pero es muy fácil para que el que la domina”, asegura.

“A LOS HOMBRES DEL CAMPO NO LES GUSTA QUE UNA MUJER LOS DIRIJA" 

Olivia González, presidenta de la C.C.S. Horacio Rodríguez del municipio Placetas, en Villa Clara (Foto: María del Carmen Ramón/Cubahora)
Para Olivia González, presidenta de la C.C.S. Horacio Rodríguez del municipio Placetas, en Villa Clara, dirigir a un grupo de hombres de campo ha sido un reto complicado, que con mucho esfuerzo ha logrado vencer.
Actualmente su cooperativa es una de la cinco que más produce carne de cerdo en el país. “El año pasado llegamos a producir 1387 toneladas. Eso es un número considerable, uno lo dice fácil, pero nos costó mucho trabajo.”
"Actualmente –añade- estamos diversificando producciones, nos decidimos por los granos como los frijoles y el maíz, pero la carne sigue siendo el centro de atención, ahora estamos tratamos de lograr grandes cantidades de la forma más correcta posible, nos preocupamos por proteger el medio ambiente, por eliminar de forma eficiente todos los residuales".
“Si te dijera que para un mujer dirigir una cooperativa es fácil estuviera mintiendo, yo empecé en el 2003 como económica y he logrado mantenerme todos estos años. A los hombres del campo no les gusta que las mujeres lo dirijan, les choca un poco. Ahora me aceptan, ya confían en mí, ahí están los resultados de la producción para demostrarlo, pero no fue fácil empezar, romper los prejuicios”.
Hoy los trabajadores de su unidad tienen el orgullo de decir que con el fruto de su trabajo atienden a hogares de ancianos, casas de niños sin amparo filial y hogares maternos. “Les facilitamos alimentos, condimentos, en la comunidad tenemos un rol muy importante, para el batey de un antiguo central azucarero en que estamos ubicados somos el centro de las actividades, es un trabajo muy bonito”.

“CON LOS CAMPESINOS SIEMPRE SE PUEDE CONTAR”

Lumirt de la Cruz  Arocha, presidenta de la C.C.S. Sabino Pupo del municipio capitalino de Boyeros (Foto: María del Carmen Ramón/Cubahora)
Lumirt de la Cruz  Arocha, presidenta de la C.C.S. Sabino Pupo del municipio capitalino de Boyeros, nos cuenta que cuando empezó dirigir en su unidad hubo mucha expectativa e incertidumbre, pero que luego de tres años en el cargo nadie cuestiona su trabajo por ser mujer.
“Mi cooperativa es la única de la provincia que aporta más de 100 toneladas de carne de cerdo y una de las mejores en todo lo relacionado con el ganado vacuno. Uno de los problemas más grandes de este sector a nivel nacional está en el hecho de que hemos dejado de ser ganaderos para convertirnos en productores de leche y quizá no se la ha garantizado al animal todo el alimento para un rendimiento óptimo. Sin embargo, a pesar de los pocos recursos siempre hay alternativas, hay que escuchar a los más viejos, que con su sabiduría ayudan a solucionar los problema con los recursos”.
“Yo tengo mi finca, así llegué a la cooperativa y a la dirección de la misma, puedo decir que el trabajo del campesino es un trabajo muy noble, ser mujer no es ningún impedimento, ni siquiera para dirigir, solo basta demostrarle a la gente que se tiene deseos de trabajar y mejorar”.
Para Lumirt lo más difícil de su labor ha sido producir con pocos recursos. “No nos detenemos nunca, con nosotros, los campesinos, siempre se puede contar, nunca renunciamos, somos del tipo de gente que siempre mira hacia adelante, falte lo que falte, y eso a veces es complicado, porque la tierra lleva recursos, amor y dedicación, pero también recursos”. 

LA MONTAÑA NOS BRINDA TODO LO QUE NECESITAMOS PARA VIVIR

En el bullicio de uno de los recesos del evento, la voz de Ovidio Arias es una vibración casi imperceptible, de modo que para escucharlo hay que acercarse lo más posible y poner atención a cada una de sus palabras. Este humilde productor cafetalero es el presidente de una C.C.S del municipio granmense de Buey Arriba, y uno de los hombres más amables que hemos conocido jamás.
Toda su vida ha vivido en el corazón de la Sierra Maestra, lugar al que ha entregado sus mejores años y sus mayores esfuerzos, y en el que ha seguido la tradición campesina de sus abuelos y sus padres. “En la montaña podemos encontrar todo lo necesario para hacer un trabajo de calidad, en 76 años he aprendido que la tierra es generosa, solo hay que saber trabajarla y cuidar a los animales, pero ella nos brinda todo lo necesario para vivir”.
Ovidio considera que las nuevas medidas aprobadas por el estado para estimular la producción de café ha sido un impulso muy grande para los cafetaleros. “El estimulo es muy bueno, solo que para cumplir con las estrictas normas de calidad hay que hacer una trabajo muy cuidadoso, en lo personal, como viejo agricultor, creo que deberían revisarse nuevamente”, refiere.
Con él conocimos sobre los diversos tipos de café que se siembran en el país, sobre los orígenes de las cooperativas en la región oriental, sobre las maravillas naturales de la Sierra Maestra, sobre las principales enfermedades que afectan a los cultivos, y nos dio una lección de la famosa hospitalidad que caracteriza a los habitantes de las montañas, pues nos invitó a su casa, “en pleno corazón de la Sierra, a probar un buche del mejor café de Cuba”.

EL DESAFÍO DE LA SEQUÍA EN LA VIDA DE UN CAMPESINO  CUBANO

Yeiriovi Tamés Mestre, de Guantánamo, tiene 26 años y asegura su futuro está en el campo (María del Carmen Ramón/Cubahora)
Yeiriovi Tamés Mestre tiene apenas 26 años y es el vicepresidente de una cooperativa de Guantánamo que se dedica a la producción de leche y carne. Aunque asegura haber logrado un crecimiento de 20 mil litros de leche más que en años anteriores y alrededor de 15 toneladas de carne por año, no deja de pensar que sus resultados podrían haber sido mucho mayores de no ser por la sequía que enfrenta la zona de Niceto Pérez
“Por esta causa nuestros pastos y forrajes se han agotado un poco, pero hemos ido siguiendo algunas estrategias, entre ellas incrementar la siembra de este para garantizar la sostenibilidad de nuestras producciones”. Yeiriovi considera que otro de los problemas a resolver es garantizar la inseminación artificial para la mejora de sus animales.
No es el único joven que trabaja en su cooperativa. “Para nosotros lo mas importante ha sido girarnos para el tema agropecuario. Mi familia es campesina igual y creo que en el campo está mi futuro”.

UN INGENIERO AGRÓNOMO AL SERVICIO DE LA TIERRA

Hailor Parra Almeida, productor de cultivos varios y frutales de la CCS José Martí de la provincia Ciego de Ávila (María del Carmen Ramón/Cubahora)
Hailor Parra Almeida, productor de cultivos varios y frutales de la CCS José Martí de la provincia Ciego de Ávila, tiene 32 años y proviene de una familia campesina. “Mi padre y mi abuelo trabajaban en el campo y quizás eso fue lo que me motivó a  estudiar agronomía en la universidad de Ciego de Ávila”.
“Nuestra Cooperativa está integrada por más de 500 socios, alrededor de 300 fincas y tiene más de 3000 hectáreas de tierra entre todos los asociados. Sumamos 14 mini industrias en las que se producen una variedad importante de productos como la barra de guayaba, que se comercializa bajo la marca Ceballos, con un reconocimiento importante en todo el país."
La cooperativa de Hailor es una de las más productivas del país. El año pasado produjeron 215 mil quintales, entre viandas, hortalizas y frutales. Además, se  insertaron en la producción de 5 mil 160 toneladas de tomate con destino a la industria, así como de 3000 quintales de frutabomba, plátano macho y  frijoles.
“El trabajo de la agricultura es de mucho sacrificio. La agricultura es una fábrica a cielo abierto donde los factores del clima inciden mucho”, explica este joven y por eso defiende la utilización de la ciencia y la técnica a todo cuanto sea posible en  su finca (el manejo integrado de plagas, la utilización de abonos orgánicos).
“La agricultura en muchas ocasiones no es de más por menos, porque trabajamos con seres vivos, y una planta lleva lo que lleva en su momento y en la cantidad necesaria. Me parece que es extremadamente necesario un mercado de aprovisionamiento, que el productor pueda ir a comprar lo que necesite en el momento que lo precise".
"Gracias a la Revolución,  hay un amplio número de ingenieros y técnicos que pueden aportar a la agricultura, pero sin una tecnología al lado es difícil incrementar los niveles productivos. La tecnología nos haría mucho mas eficientes, abarataría los costos de producción y se lograrían mayores rendimientos”.

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