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martes, 1 de septiembre de 2015

Rusia y su economía en la coyuntura actual

Por: José Luis Rodríguez

La situación económica de Rusia ha sido objeto de múltiples especulaciones desde el pasado año.
En efecto, la economía rusa había venido mostrando una tendencia recesiva desde el 2013, cuando su crecimiento solo alcanzó el 1.3%, luego de un 4.3% logrado el año precedente, mostrando una notable debilidad estructural –esencialmente expresada en una elevada dependencia de productos primarios- a la que se unieron factores coyunturales negativos que se han intensificado hasta el presente.
Esta situación empeoró en el 2014, cuando al cierre del año las cifras disponibles situaban el crecimiento en 0,6%, la inflación en 7.7%, la fuga de capitales en 125,000 millones de dólares y los valores promedios del precio del petróleo en 97.60 USD/barril, así como del rublo en 38 por USD como promedio para 12 meses. Los crecimientos en la industria se ubicaban en un 2%; la agricultura un 4% y las inversiones capitales decrecían un -2%. Por otra parte, el saldo de cuenta corriente en relación al PIB fue de 3.2% y la deuda pública del 16.4%[1]
Todo este desempeño se reflejó negativamente en la devaluación del rublo, que pasó de 32.80 por USD al cierre del 2013 hasta 56.18 en diciembre 30, para una caída del 71.3%. En la medida en que el año avanzó, los pronósticos fueron empeorando habida cuenta del impacto negativo creciente de la caída de los precios del petróleo, que se estima redujo los ingresos del 2014 en 100,000 millones de dólares.
No obstante, a contrapelo de un grupo de analistas occidentales, no se ha podido demostrar que Rusia se encuentre en una situación financiera seriamente comprometida. En tal sentido la firma calificadora de riesgos Standard and Poor consideraba que Rusia conservaba un fuerte potencial visible en las reservas internacionales, que llegaban a 465,200 millones de dólares en agosto, así como el saldo equivalente al 4,4% del PIB del Fondo del Bienestar y del 4,7% del Fondo de Reserva. Todo ello le permite enfrentar una deuda que alcanzaba en junio 720,900 millones de dólares y que solo el 7% de las compañías tengan necesidad de recapitalizarse a corto plazo.[2]
Desde el punto de vista social, si bien el aumento de precios está impactando en los consumidores, se adoptó por el gobierno ruso la decisión de aumentar un 6,5% las pensiones en febrero y un 1,7% en abril, aunque los ingresos reales continuaron cayendo. También el índice de pobreza se mantuvo en 11,4% y el desempleo promedio en el primer semestre fue de solo 5,3%.[3]
Otro indicador donde se produjo un retroceso fue en el Indice de Percepción de la Corrupción, que ubicó a Rusia en el lugar 35º entre los países más corruptos del mundo, lo que significa un deterioro en relación a la posición  alcanzada el año precedente.[4]
Durante el primer semestre de 2015 varios elementos –presentes en alguna medida durante el pasado año- han continuado teniendo un notable impacto negativo en la economía de Rusia: las sanciones de Occidente derivadas del conflicto ucraniano y la abrupta caída de los precios del petróleo.
El conflicto ucraniano ha sido objeto de dos paquetes de sanciones económicas por parte de las potencias occidentales en 2014 y otro en julio de 2015, con un impacto económico que se estima en torno a 170,000 millones de dólares en el año. Otros cálculos más recientes estiman que las sanciones están afectando a corto plazo entre el 1 y el 1.5% del PIB y que –de mantenerse- pudieran representar hasta el 9% en los próximos años con el mayor impacto en los sectores de la banca, la energía y la alta tecnología.[5]
El impacto para la UE ha sido también significativo. Una valoración más reciente ubica el costo posible de las sanciones en 100,000 millones de euros, con impactos en la productividad de un punto porcentual para Alemania, 0.9 puntos para Italia, con pérdidas de 200,000 puestos de trabajo y 0.5 puntos para Francia, con la reducción de otros 150,000 puestos laborales.[6]
Un significativo episodio del deterioro que se registra es la cancelación por parte de Rusia del gasoducto South Stream, diseñado para suministrar gas a través del Mar Negro y el sur de Europa, el cual se suspendió ante los obstáculos enarbolados por la UE. Este gasoducto será sustituido por otro a través de Turquía que sin dudas ha neutralizado la política de sanciones en el país y acercado sus posiciones a Rusia.
Por otro lado, las contradicciones de Rusia con EEUU y la UE se han exacerbado no solo en el plano económico, sino también en el plano político y militar. En ese contexto Rusia continuó el reforzamiento de su defensa y aumentó sus gastos militares –medidos a precios constantes del 2011- en un 31,6% entre el 2009 y el 2013, alcanzando 87,800 millones de dólares este último año, lo que representa el 4,1% de su PIB.[7]Los estimados disponibles para 2014 y el presente año muestran que estos gastos han continuado creciendo, aunque a ritmos algo inferiores a lo previsto.[8]
Expresión de las tensiones y de la posición rusa al respecto, fue el discurso pronunciado por V. Putin en la XI Reunión Internacional del Club Valdai[9] el 24 de octubre del 2014. Igualmente han sido muestras de la respuesta rusa al hostigamiento a que se ve sometida, la firma del acuerdo que crea la Unión Económica Euroasiática entre Bielorrusia, Rusia y Kazajstan en mayo[10]; la prohibición de la importación de un amplio grupo de alimentos de EEUU, la UE, Canadá, Australia y Noruega en agosto; así como la firma de acuerdos estratégicos entre Rusia y China para elevar sustancialmente el intercambio comercial entre ambos países. A todo lo anterior se suma la expansión de los vínculos económicos entre los BRICS y –especialmente- entre Rusia y la India, además de lo ya señalado en relación a China.
Los pronósticos para 2015 no son favorables, en tanto que se aprecia que se han incrementado las sanciones de Occidente y no aumentarán los precios del petróleo significativamente.
Los datos más recientes del Banco Mundial muestran un decrecimiento de -3.2% durante el primer semestre de este año, con una situación similar durante la segunda mitad del 2015 y un cierre anual de entre -2.7 y -3.8% en la evolución del PIB. Por otra parte, la tasa de formación de capital bajará 10%, la inflación se elevará a 15.5%, el déficit fiscal llegará a -3.5% y la deuda pública en relación al PIB aumentará a 18.3%. En relación al sector externo las exportaciones se espera decrezcan un 2.5% y las importaciones un 29.4%, la deuda externa total sobre el PIB será del 27.5%, mientras que el saldo de cuenta corriente debe aumentar de 3.2 a 4.8% con referencia al PIB. También se espera una fuga de capitales equivalente a 155,000 millones de dólares en el año, con un precio del barril de petróleo que se ubicará en 58 dólares.[11]Por su parte la tasa de cambio del rublo por USD ha mejorado un 15% en el 2015, aunque se calcula promedie 55.1 en relación a 38 en el 2014.
Adicionalmente la pobreza se ha incrementado durante el primer trimestre del año al 15.9% de la población.
Ante el agravamiento de la situación, el gobierno ruso aprobó en enero del 2015 un plan para enfrentar la crisis que supone una inyección de más de 35,000  millones de dólares en un paquete de medidas que incluye: sostener a las empresas con graves pérdidas económicas o en riesgo de quiebra; impulsar la sustitución de importaciones y la producción nacional a través de pequeñas y medianas empresas; recortar el gasto público entre 5 y 10% durante tres años y preservar el empleo.[12]
Las perspectivas para 2016 –según el Banco Mundial- muestran una discreta recuperación con un crecimiento de 0.7%, aunque fuentes rusas pronostican un 2%; precios de petróleo de 63.60 USD por barril, una inflación de 7.5%, un saldo de cuenta corriente de 3.5% y de -2.8% en el déficit fiscal, ambos indicadores sobre el PIB. Por otro lado, la formación bruta de capital fijo crecerá un 4.5%; la deuda externa en relación al PIB bajará al 21.1%; la tasa de cambio del rublo por USD bajará a 49.6 y se reducirá el flujo negativo de capitales de 102.4 miles de millones de dólares este año a 49.6 en el próximo 2016.[13]
En general puede decirse que la economía rusa conserva un potencial que deberá contribuir a su recuperación a partir de 2016, contando con un alto nivel de aprobación a la gestión del presidente Vladimir Putin, aun en medio de la hostilidad externa a que está sometido el país en estos momentos. No obstante, las proyecciones a largo plazo de Rusia resultan muy reducidas con crecimientos del 1% anual promedio entre 2015-30 y un 1.4% en la productividad del trabajo, índices que deberán mejorar con la adopción de medidas económicas y sociales de mayor calado por parte del gobierno ruso.
En esta coyuntura los obstáculos estructurales más graves que enfrenta Rusia se siguen concentrando en la alta dependencia de los precios del petróleo y otras materias primas, que explican alrededor del 60% de los ingresos por exportación; la visible vulnerabilidad financiera externa, que se refuerza con los limitados flujos de inversión extranjera, la fuga de capitales y el endeudamiento del sector privado; y todo esto se ve intensificado por un nivel de corrupción e inseguridad en los negocios que afectan el desempeño económico del país. 
Notas

[1] Ver CISSTAT “Russian Federation Main Economic Indicators 2014” enwww.cisstat.com y World Bank Russia Economic Report 33: The Dawn of a New Economic Era? April 1, 2015 en www.worldbank.org
[2] Ver “Standard and Poor Predicts Russia will Avoid Recession” en Johnson Russia List Nº 245, November 26, 2014 en www.russialist.org
[3] Ver World Bank “Russia Economic Report Nº 32 September 2014” enwww.worldbank.org  
[4] Ver Transparency International “Corruption Perceptions Index 2014” enwww.transparency.org
[5] Ver “Who’ll Blink First in Russia Sanctions Standoff?” Moscow Times, August 10 2015 en www.moscowtimes.com
[6] Las sanciones a Rusia pueden costar a la Unión Europea 100,000 millones de euros. Junio 19, 2015 en www.actualidad.rt.com
[7] Ver SIPRI Yearbook 2014 en www.sipri.org
[8] Ver de Nikolas Dvosdev “How Russia Plans to Save Its Massive Military Buildup” The National Interest, August 2015 en www.thenationalinterest.org
[9] El Club Valdai es una asociación de políticos, intelectuales y gobernantes que anualmente se reúnen en Rusia para discutir la situación del país.
[10] Posteriormente ingresó Armenia y más recientemente Kirguiztan.
[11] Ver World Bank Revises It’s Growth Projections for Russia for 2015, Press Release, June 1, 2015 en www.worldbank.org  y también IMF World Economic Outlook Database April 2015 en www.imf.org
[12] Ver Cinco claves económicas sobre la Rusia de Putin CNN Expansión 17 de abril de 2015 en www.cnnexpansion.com
[13] Ver “World Bank Revises Its Growth Projections for Russia for 2015 and 2016” June 1 2015 en www.worldbank.org

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